Atribuciones de la Autoridad del Agua

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ANTEPROYECTO AGROPECUARIO
DE REGLAMENTACION DEL CODIGO DE AGUAS
DE LA PCIA. DE BUENOS AIRES – Ley 12.257
Producido por las cuatro entidades sectoriales integrantes de la “Comisión
Redactora”: FAA, CONINAGRO, SRA, CARBAP.
1.- INTRODUCCION
EL DERECHO
1º) El nuevo Código de Aguas ha corregido mayormente la abierta confiscación
del agua que surgía del anteproyecto original. Aquella dogmática posición, se
basaba en una interpretación literal del art. 2340 del C.C. (que en su texto
según “reforma Borda”, incorporó una tan desafortunada como polémica
fórmula) sin tener en cuenta el régimen general del dominio privado que el
mismo Código mantiene intacto sobre la base del artículo 2.518 que otorga a
los particulares el pleno dominio sobre sus inmuebles en toda su profundidad
abarcando todos los elementos que en ella se encuentren. A partir de tal
principio consagrado como derecho positivo, la legislación nacional de fondo,
que es la única con potestades para hacer modificaciones en la misma, ha
establecido especiales, posteriores y específicas excepciones, como es el caso de
los hidrocarburos líquidos y gaseosos, asimilados en su régimen dominial a los
elementos que componen la minería de primera y segunda categoría
únicamente, ya que la de tercera categoría se rige por el régimen de propiedad
privada y amplio dominio del Código Civil (según las disposiciones del Código
de Minería de la Nación).
Al enrolarse el anteproyecto original en una postura contradicha por fallos de la
Justicia de la propia Provincia y hasta por la opinión tradicional de la Fiscalía
de Estado, le quitaba a la ley la confiabilidad jurídica elemental para asegurar
su aplicación pacífica, el respeto a la misma, ya que su imposición hubiera
provocado una catarata de juicios contra el Estado por la restricción ilimitada,
confiscación o expropiación del dominio privado que implicaba.
Afortunadamente tal postura fue revisada, razón por la cual en el texto
definitivo encontramos expresamente calificada el agua de “pública” y “privada”,
en vez de ser tratada toda ella como si fuera una sola y bajo un mismo régimen.
2º) No obstante ello, la posición ideológica inicial no ha podido ser íntegramente
objetivada y equilibrada en el texto final, surgiendo en distintas partes de la ley
la incertidumbre respecto del agua a la cual se esta refiriendo. Son problemas
tanto terminológicos (algunas ausencias de calificación) como conceptuales
(textos híbridos que no terminan de ajustarse a los distintos regímenes de los
distintos temas tratados por la ley).
3º) Como consecuencia de esa transformación a medio hacer, nos encontramos
con un cambio que, en los temas clave de respeto al dominio privado, resulta
superficial, dejando subyacer una peligrosa postura de avance de las
potestades estatales sobre los derechos y garantías individuales, precisamente
lo contrario de lo que pretende proteger todo nuestro régimen constitucional. El
objetivo legal debiera ser el de buscar un régimen de equilibrio, que, sin
vulnerar los derechos de los particulares ni minimizar las potestades estatales,
permita un ejercicio armonioso entre los intereses particulares y los
comunitarios. La regulación legal en materias tan decisivas para las personas
particulares y sobre las cuales estas tienen derechos individuales básicos, no
debe transformarse en instrumento restrictivo de la libertad en el ejercicio de
los mismos.
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4º) Uno de los más graves ejemplos de la persistencia en la Ley de tales
desbordes, está en la introducción al Título IV, cuando el art. 82, iniciando el
tratamiento del régimen de las aguas subterráneas, sin atender a lo dispuesto
por el artículo 2518 del Código Civil, establece que las mismas se regirán por lo
dispuesto en el Título III sobre el uso de las aguas y cauces públicos.
Esto equivale a afectar el dominio privado tanto como si se lo negara, ya que sin
declarar la privación de la propiedad, reglamenta absolutamente su uso y
disponibilidad.
Así redactado, constituye una trampa formal, ya que no priva, pero limita todo,
al equiparar ambos regímenes (el de agua pública y el de agua subterránea
privada).
5º) Es por ello que creemos imprescindible un especial esfuerzo reglamentario,
que evite las inconstitucionalidades implícitas y potenciales de la Ley y que
logre instalar el deseado equilibrio de intereses, con claro respeto a los derechos
y garantías fundamentales.
PREMISAS
1º) Al encarar la tarea reglamentaria del caso, hay que tener presente, conforme
a lo antedicho, que el Código no es siempre claro al regular el uso y control del
agua respecto de la distinción entre aguas públicas y privadas.
Si bien el propio Código de Aguas no puede legislar de modo que altere el
régimen dominial de fondo del Código Civil, lo cierto es que en su texto está a
menudo “por lo menos al borde” de cometer tal inconstitucionalidad,
invariablemente en perjuicio del derecho privado.
La reglamentación en la que estamos trabajando, no debe tampoco cometer tal
error, evitando aquellos deslices del Código de Aguas reglamentándolo de modo
que no invada la esfera privada y sin colisionar a la vez con su finalidad.
2º) En la legislación de aguas y particularmente en su reglamentación, debe
evitarse todo tipo de ”declamaciones dogmáticas” (tales como: “el agua es
una unidad“ o “es un bien escaso por definición”). Su inclusión en textos
legales genera preconceptos incompatibles con la flexibilidad que toda
regulación genérica debe tener, para alcanzar la mayor porción posible de
realidad.
3º) Tampoco esa legislación puede quedar sometida a tecnicismos o contenidos
de origen científico, no solo porque ellos de por sí son relativos y transitorios
ante el permanente avance del conocimiento, sino porque la esencia de toda
legislación es la de plasmar conceptualmente ”convenciones sociales”.
4º) La ley no podrá in “contra” la naturaleza, pero no puede quedar “preso” de
ella, pues la legislación es “de y para los hombres” que en comunidad acuerdan
“como” usar y gozar de la naturaleza que está a su servicio.
Por lo tanto, el criterio de realidad y experiencia humana y social merece ser
consultado permanentemente, así como las regulaciones deben respetar el
sistema jurídico para asegurar su vigencia pacífica.
5º) El objeto genérico de esta legislación, “el agua”, es tan esencial para el
hombre particular, tanto para su vida como desarrollo y producción, es una
materia tan consustanciada con sus derechos personales e individuales, que
las decisiones sobre su regulación, manejo y control no puede quedar en manos
solamente de técnicos y funcionarios del Estado.
La participación activa en niveles decisorios por parte de los ciudadanos más
directamente involucrados en el dominio y uso del agua, debe ser una
condición esencial para legitimar cualquier organismo o gestión respecto
de ella.
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LA AUTORIDAD
1º) La ley 12.257 (Código de Aguas) establece ya en su tercer artículo, la
creación de una “Autoridad del Agua”, con la caracterización de “ente
autárquico de derecho público y naturaleza multidisciplinaria”, y agrega que “se
dispondrá su organización y funcionamiento sobre la base de la
descentralización operativa y financiera”. Nada más dice la Ley al respecto.
2º) Existen en distintos ministerios y órganos de l Provincia, áreas vinculadas al
tema del agua, con incidencia específica sobre determinados aspectos de su
naturaleza, destino, control y manejo.
3º) El Estado debe aprovechar las estructura orgánicas preexistentes, para,
coordinándolas, tornarlas más eficientes, evitando que se superpongan o peor
aún, se contrapongan, encolumnándolas bajo el nuevo régimen legal.
4º) Por lo tanto, la traducción de los conceptos rectores del art. 3º de la ley
12.257, debiera ser la siguiente:
a) El ente tendrá la función de diseñar la política referida al agua, que el Poder
Ejecutivo luego podrá adoptar y regular según su propio criterio.
El ente, por lo tanto, carecerá de potestades políticas decisorias y
regulatorias que no le sean expresamente delegadas y siempre que tal
delegación sea constitucional.
b) La “autarquía” del órgano es necesaria para permitirle desarrollar sus
funciones con un razonable grado de independencia.
c) El carácter “multidisciplinario” resulta esencial, ya que ostensiblemente el
agua incide en la vida humana, vegetal y animal en forma permanente y
multifacética.
d) Ello hace imprescindible la presencia “multisectorial” en su conducción, ya
que también los procesos productivos de bienes y servicios, están
condicionados por el requerimiento de uso del agua, tanto como su provisión
y consumo.
Deberá por lo tanto preverse en la integración de la conducción del ente, la
presencia de entidades representativas de los sectores comunitarios más
interesados por la disponibilidad y más afectados por el uso del agua.
La participación ciudadana a través de representantes de sus organizaciones
privadas, resulta pues esencial.
Ello no disminuye ni relaja el ejercicio de los necesarios controles públicos,
sino que por el contrario, permite prever, planificar y regular
preventivamente en forma más equitativa y respondiendo más directamente
a los diversos intereses, lo que deberá dar por resultado un mayor equilibrio
en la disposición del recurso, en vez de transformar al ente en un mero
tecnócrata o en un simple gendarme del Estado.
e) La Autoridad del agua debe ser dinámica, un fiel reflejo de las diversas
necesidades y realidades, y no transformarse en un órgano burocrático más,
que provoque un costo que no se justifique.
Debe ser un foro de discusión del que surjan propuestas para el P.E., que
representen soluciones a los problemas reales y eviten potenciales conflictos.
En un tema tan vital, el Estado debe ser lo que en esencia es, a saber: la
mejor representación posible de la comunidad de intereses que existen en la
sociedad. Y para ello no debe arrogarse una representatividad declamada y
luego acotada por criterios formalistas y tecnocráticos, sino que debe
incorporar en forma directa a los representantes de la sociedad,
correspondientes a los sectores más involucrados en el tema.
5º) En cuanto a su organización y funcionamiento, el mismo artículo tercero
establece como criterio rector, la “descentralización operativa y financiera”.
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Es correcto y además ya existe de tal modo.
a) En efecto, como se dijo antes, preexisten áreas técnicas diseminadas, con
experiencia en el segmento que les ha tocado tratar, con presupuestos
asignados y delegaciones asentadas en el interior.
La idea de no producir un cambio estructural sustancial en esa realidad, es
apropiada, pues así se puede aprovechar todo lo existente.
b) Lo que debe lograrse, es una coordinación mayor, un intercambio, una
interrelación y una coparticipación de las estructuras organizativas y los
recursos humanos existentes, ordenando, racionalizando, dando coherencia
al accionar, a partir de una conducción estratégica centralizada en la nueva
Autoridad del Agua, sin afectar sino mejorando la actual descentralización.
c) No hay que crear un monstruo burocrático manejando presupuestos
desproporcionados, sino que hay que formar un cerebro conductor en cuyo
seno estén representados los principales protagonistas, privados y públicos,
de la propiedad y el uso del agua.
d) Sus funciones deberán ser la gestación de políticas, tanto generales como
específicas, coordinar y vigilar la gestión operativa que deberán ejecutar
otros órganos; ello, además de las tareas específicas que le correspondan
como autoridad de aplicación reglamentaria, autorización y control de obras
nuevas y existentes, reconocimiento de consorcios, organismo jerárquico
para resolución de expedientes administrativos en la materia y las que la
reglamentación indique o el Ministro le delegue.
Por lo tanto, salvo alguna reforma estructural parcial (algún traspaso,
transformación, fusión, absorción o subdivisión), en principio deberá
respetarse la permanencia dentro de sus actuales estructuras, de los
recursos humanos, organismos y áreas hoy existentes.
e) La nueva Autoridad deberá abocarse, entre sus primeras tareas,
precisamente a estudiar a fondo la racionalización del sistema presente,
cuyos mayores problemas son: la dispersión orgánica, el sometimiento a
tendencias diferentes de cada área, la incapacidad de gestión individual de
cada organismo, la permeabilidad a las influencias políticas circunstanciales
y territoriales, la ausencia de los verdaderos actores e interesados en todos
los niveles de discusión y decisión.
La tarea de revisión será pues la primera, pero la de su perfeccionamiento
será constante.
6º) La reglamentación deberá reflejar expresamente estos criterios, pues de lo
contrario, se corre el riesgo de crear un ente amorfo e ineficaz.
Naturaleza Jurídica: La Ley 12.257, presenta una seria dificultad jurídica en
cuanto a la naturaleza del ente llamado Autoridad del Agua.
1º) En efecto, el mismo parece haber sido concebido por los autores de la ley,
como una especie de “ministerio del agua”, pero fuera de la estructura
orgánica. Es decir, un “super ente” que se llevaría consigo todas las
dependencias estatales vinculadas directa o indirectamente con el agua, hoy
esparcidas en diversos órganos del Poder Ejecutivo y tal vez también en
organismos residuales. Un ente de tal magnitud, necesitaría de un importante
presupuesto.
Allí surge la primer dificultad, pues se requeriría una profunda reforma de la
ley orgánica de ministerios, para quitarle a cada uno de ellos las áreas
vinculadas al tema agua y entregárselas al nuevo ente bajo una nueva
organización y reubicación del personal.
Una arquitectura jurídica administrativa muy compleja, casi irrealizable, de la
cual además la ley “no entregó los planos”, ni siquiera trazó las directrices, sino
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que solo categorizó muy genéricamente con una conceptualización de derecho
que probablemente no sea la que en definitiva resulte.
2º) Un organismo tal, creado como “ente” por fuera de la organización de la ley
de ministerios, sumaría una dificultad adicional, ya que, aunque se trate
también de un ente público, toda la relación laboral con el personal civil de la
administración que hoy forma parte de los distintos ministerios, se alteraría,
tanto como la integración de su patrimonio, la confección de su presupuesto, la
constitución de sus ingresos, la percepción de sus recursos y la administración
de sus fondos.
En otras palabras, habría que crear por vía normativa toda una estructura
nueva, expresamente reglamentada. O, como variante, gestar un organismo con
tal nivel de independencia (autarquía plena y alto grado autonómico) que le
permita autogestionarse y en verdad casi autogestarse, llevándolo a límites tan
extremos que prácticamente habría que sacarlo del esquema de los entes
públicos para darle formas más amplias y flexibles, como las sociedades del
Estado.
Pero ese no es el tipo de personalidad apta para los fines que motivan su
nacimiento, cual es el convertirse en el propulsor de políticas y encarnar la
autoridad de control y aplicación de las mismas, una vez aprobadas y
establecidas por el Poder Ejecutivo.
3º) Una concepción así, requeriría de una calificación de “ente autárquico”, por
lo menos. Así se lo declaró en el artículo 3º de la Ley.
No hay dudas que tal categorización es deseable toda vez que se pretende
ejercer funciones que conlleven importantes grados de poder de decisión.
Pero la realidad y sus dificultades muestran lo improbable que resultaría
concretar tal concepción.
Creemos que lo razonable es mantener la declaración de autarquía que
contiene la Ley, pero concebida como una aspiración de futuro.
Mientras tanto, habrá que aceptar un status más restringido, que resulte
suficiente para ponerlo en funcionamiento y poder comenzar a aplicar la ley,
sobre todo en sus aspectos organizativos y de acopio informativo que irá dando
un sistemático conocimiento del recurso hídrico.
Es decir, “empezar por casa” y “con lo que hay”. Hacer que el sector público se
vaya organizando, coordinando su accionar, compartiendo su operatividad,
aportando y ordenando su información, y compatibilizando sus criterios.
4º) Como confirmación de esa “aparente” concepción grandilocuente respecto de
la Autoridad del Agua, el artículo 3º de la Ley en su párrafo tercero, lo concibió
“bajo la dependencia directa del Poder Ejecutivo”, es decir, sin dependencia ni
pertenencia a ninguna otra jerarquía u organismo intermedio o inferior al
propio Gobernador (art. 119 de la Constitución Provincial).
Pero dicha disposición fue expresamente “observada” por el Decreto 95/99 que
sancionó la Ley.
Por lo tanto, habrá que ver qué tipo de ente, con qué ámbito y naturaleza se
instituye finalmente con la reglamentación que estamos elaborando, ya que tal
como hoy existe en funcionamiento, es obviamente provisorio hasta que se
reglamente la Ley en forma integral.
5º) Es por ello que de nuestra parte, aceptando la calificación literal que
contiene la Ley (de “ente autárquico de derecho público”) sin enfatizarla ni
profundizarla, hemos trabajado sobre una propuesta sencilla, realista,
realizable, concibiéndolo como un “coordinador” de alta jerarquía,
preocupándonos más por lograr un organismo representativo, capacitado y
respetuoso (tanto de los diversos intereses en juego como de los organismos
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públicos y privados preexistentes), que por impulsar un gigante tan poderoso
como inviable.
2.- ARTICULADO
TITULO I:
PRINCIPIOS GENERALES
Objeto
Art. 1º: “El alcance de las facultades reglamentarias y de control establecidas
en la Ley 12.257, estará limitado por los derechos constitucionales individuales
y por la división jurisdiccional del régimen federal institucional argentino, por
tratarse de materia de fondo legislada por el Código Civil.
Serán objetivos esenciales de este régimen legal del uso del agua:
a) El proteger los derechos de los propietarios y usuarios a su acceso y
consumo.
b) Esforzarse en compatibilizarlos con los intereses generales y
comunitarios en los casos en que pudieran potencialmente entrar en
colisión.
c) Colaborar en la conservación del recurso para su mejor utilización para
fines esenciales y útiles, especialmente de alimentación, higiene y
producción.
d) Propender al manejo racional de los excedentes hídricos de cualquier
origen, de modo que se eviten o atemperen las consecuencias dañosas de
sus derramamientos, tanto como su drenaje ilimitado”.
Atribuciones del Poder Ejecutivo
Art. 2º: “De las atribuciones otorgadas al Poder Ejecutivo, aquellas que
conlleven la elaboración de políticas generales, proyectos de obras y regímenes
de manejo, serán ejercidas convocando a la participación formal de los
ciudadanos en los órganos y modos que se establece en la ley y en esta
reglamentación, sin que ello implique delegación de potestades sino integración
de representación social en los organismos públicos”.
Creación de la Autoridad del Agua
Art. 3º: “a reglamentar”.
Atribuciones de la Autoridad del Agua
Art. 4º: “a reglamentar”.
De la planificación hidrológica
Art. 5º: “sin reglamentación”
- El “proyecto oficial” es íntegramente inaceptable, por ser contrario a
nuestra propuesta de los Arts. 1º y 2º.
Emergencias hídricas. Acciones preventivas
Art. 6º: “Para la elaboración de las cartas de riesgo hídrico, la Autoridad del
Agua podrá consultar y encomendar tareas e informes a todo organismo
público o privado de cualquier naturaleza e incumbencia. Se atenderá
especialmente el estudio de las recurrencias superiores a los períodos tomados
en cuenta para los proyectos de obras públicas, como el Plan Maestro, a fin de
conocer las posibilidades de riesgo de superación de las condiciones previstas
en ellas. Ante la existencia o realización de toda obra hidráulica, se elaborará
también un sistema de alarma que se hará conocer a los propietarios afectados
por dichas obras y las medidas que se tomarán de inmediato ante la
emergencia. Todo ello se plasmará en actas a firmar por la Autoridad y los
particulares de modo que ante cualquier episodio queden deslindadas las
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responsabilidades por estar debidamente notificados de los riesgos tanto el
sector público como el privado. Ante una emergencia inminente con riesgo de
catástrofe generalizada que pueda afectar un centro urbano, la Autoridad podrá
lícitamente tomar medidas excepcionales siempre que sean transitorias;
superada la instancia, deberá indemnizarse los intereses particulares que se
hubieren perturbado o sacrificado en aras del interés general que se protegió y
si se tratara de una situación nueva que cambie las condiciones preexistentes
conocidas, o de posibilidad de repetición frecuente, la Autoridad deberá
abocarse de inmediato a estudiar y proponer una solución definitiva”.
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El “proyecto oficial” no es aceptable.
Vedas Sanitarias
Art. 7º: Se acepta la “reglamentación oficial”: “Las prohibiciones a que se hace
referencia serán adoptadas por resolución fundada de la Autoridad del Agua, en
la que se establecerá la duración temporal de la prohibición, dicha Resolución
deberá ser publicada en el Boletín Oficial y en un periódico local.”
Río de la Plata
Art. 8º: “sin reglamentación”
Obras susceptibles de repercusión interjurisdiccional
Art. 9º: “sin reglamentación”
TITULO II
DEL INVENTARIO Y EL CONOCIMIENTO DEL AGUA
“Comentario”: En ese Título II de la Ley, llamado “Del Inventario y
Conocimiento del Agua”, con una metodología no muy prolija se mezclan
aspectos informativos y registrables, con obligaciones de los particulares y
disposiciones que, bajo apariencia técnica, constituyen poderes de policía
administrativa que deben ser reglados con sumo cuidado para evitar la lesión
de derechos individuales.
Inventario físico
Art. 10º: “Se acepta el “proyecto oficial”: “La Autoridad del Agua establecerá por
Resolución los procedimientos técnicos y administrativos necesarios para
concretar la realización del Catastro del Agua”.
Publicación de mediciones
Art. 11º: “La medición de las cotas a que se refiere el art. 11 del Código de
Aguas, es la de los mares, ríos y cuerpos de agua limítrofes y del dominio
público provincial.
Respecto de otros cuerpos de agua, podrán ser medidos previa autorización o
pedido de los titulares de los predios en que aquellos se encuentran o
atraviesen, teniéndose en cuenta los datos obtenidos con el único fin de
registración para la confección del inventario y catastro del agua.
La Autoridad deberá ordenar al organismo técnico que corresponda, que
mantenga permanentemente actualizados, registrados y a disposición del
público, los aforos de todas las obras hidráulicas activas”.
Registro de derechos
Art. 12º: “La Autoridad del Agua creará y mantendrá a su cargo el Registro que
indica la ley, en el cual se anotará sintéticamente:
a) Los derechos de aprovechamiento de obras y recursos hídricos públicos
que se hayan concedido, con expresa mención del tipo de título por el que
han sido otorgados, a quién, por qué plazo y con qué características y
restricciones.
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b) La existencia y composición de cada Comité de Cuenca que sea creado.
c) La creación, composición y síntesis de la ubicación, finalidad y alcance,
de todo Consorcio Hídrico que se autorice.
Dicha registración deberá asentar todo cambio que se opere respecto de los
datos registrados, estableciendo la Autoridad con qué periodicidad se harán las
actualizaciones y a cargo de quien será la obligación de dar u obtener la
información”.
Relación con el Registro de la Propiedad
Art. 13º: ”sin reglamentación”.
-
El “proyecto oficial” es repetitivo respecto del texto legal, y a la vez
parcial.
El texto del Código no es bueno, pero en este caso sería peor
reglamentarlo.
Art. 14º: “Para la confección del Catastro Hídrico se tomará en cuenta lo
establecido en los arts. 11 y 12 de esta reglamentación y toda otra disposición
que en ella se establezca al respecto.
La georeferencia que menciona la ley, se obtendrá de los organismo públicos o
privados con aptitud para su determinación.
Las perforaciones a las que se refiere el art. 14 del Código de Aguas, son solo
aquellas que según esta reglamentación sea obligatorio informar de ellas,
registrarlas o solicitar autorización para ejecutarlas”.
-
El “proyecto oficial” es deficitario en su texto.
Obligaciones de los escribanos
Art. 15º: “En las escrituras públicas de transferencia de dominio, los
Escribanos intervinientes deberán asentar la existencia y plazo de vigencia de
derechos de uso de agua que las puedan afectar. El cumplimiento de este
requisito será suficiente pues la registración pública de tales transacciones
conlleva toda la información y el acceso a la misma que pide el art. 15 del
Código de Aguas”.
Obligaciones de los usuarios
Art. 16º: “La obligación que establece el art. 16 del Código de Aguas se refiere a
quienes sean beneficiarios del uso y aprovechamiento de aguas públicas o
concesionadas por la Autoridad.
Las demás disposiciones del artículo son directamente operativas”.
Obligación de los perforadores
Art. 17º: “La obligación que establece la Ley, es meramente informativa, y se
regirá por lo que este reglamento establece para el Capítulo IV referido a las
aguas subterráneas.”
“Comentario”: El Artículo 17, con una pésima redacción, mezcla aspectos
jurídicos y legales muy diversos entre sí y hasta se superpone con lo que la
misma Ley 12.257 regula en el Título IV.
Por de pronto, pone en igual compromiso a los titulares de derechos mineros
(de primera y segunda categoría, obviamente, pues los identifica como los
contenidos en el Código de Minería), a los vinculados a los hidrocarburos
(legalmente asimilados a aquellos) y a los que tengan “atribuciones conferidas
por”... “cualquier otro título”. ¿Considerará “cualquier otro título” “el dominio
privado” derivado del Código Civil? ¿Comprenderá a la minería de tercera
categoría, actividad que es minera pero afectada al régimen dominial civil?
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Frente a un texto tan inconsistente, es aconsejable recurrir a una
reglamentación sencilla, que simplifique y acote el alcance de la norma,
enfatizando su principal objetivo que es el de establecer una “obligación de
informar” a la Autoridad, por parte de los particulares, para colaborar en la
conformación de un verdadero mapa o catastro hídrico provincial.
-
El “proyecto oficial” no merece atención.
Línea de Ribera. Fijación
Art. 18º: “La demarcación de líneas de ribera se hará exclusivamente respecto
de los cursos y espejos de agua que pertenezcan incontrastablemente al
dominio público del Estado Provincial, y no sobre aquellos cauces y fondos
cuya superficie física forme parte del título y mensura dominial de la propiedad
privada de las personas particulares. Tal demarcación, además, aún basada en
criterios técnicos, no deberá significar un avance del dominio público sobre
superficies del dominio privado, sin previa expropiación, constitución de
servidumbre u otro remedio jurídico que implique una justa compensación
previa”.
“Comentario”: El Artículo 18, conlleva un serio riesgo para el dominio privado
de los ribereños. El peligro consiste en que, so pretexto del ejercicio de una
potestad de la administración estatal (fijar las líneas de ribera), y basándose en
cerrados criterios técnicos siempre difíciles de comprender y por lo tanto de
refutar por quienes no conocen la disciplina (como es el concepto de “crecida
media ordinaria” de complicada medición, más difícil demostración, y menos
aún defendible elección del plazo o período para su estudio y establecimiento),
se generalice un arbitrario avance del Estado sobre el dominio privado de los
ribereños, para colmo sin reconocimiento alguno. El riesgo se agiganta además
por el concepto deslizado en la Ley que indica tomar el promedio “de los cinco
últimos años” como “crecida media ordinaria”, cuando el prolongado ciclo
húmedo en casi todas las cuencas de la Provincia ha producido desbordes
inusuales, que para nada reflejan las crecidas históricas anteriores; de modo
que si se tomara ese criterio literalmente en la actualidad, las superficies a
perder por el dominio privado serían enormes llevando al Estado a
expropiaciones inéditas e inútiles pues se harían sobre mediciones de
fenómenos transitorios.
El texto reglamentario debe en este caso, atenerse directamente a las garantías
individuales y a las obligaciones del Estado derivadas de la Constitución
Nacional, evitando indicaciones casuísticas que tornarían absurda y conflictiva
la aplicación de la Ley.
Publicidad
Art. 19º: “sin reglamentación”
Demarcaciones
Art. 20º: “sin reglamentación”.
Alteraciones de la línea de ribera
Art. 21º: “sin reglamentación”
Modalidad de los libros de registro
Art. 22º: “sin reglamentación”
Transcripciones de los títulos de concesión
Art. 23º: “sin reglamentación”
De los Registros
Art. 24º: “El Registro que establece el art. 24 del Código de Aguas, será uno
solo y contendrá los cuatro rubros que prevé”.
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“Observación”: hay que evitar que se convierta en tantos “registros” como
rubros lo que generaría una burocracia inútil.
TITULO III
DEL USO Y APROVECHAMIENTO DEL AGUA Y DE LOS CAUCES PÚBLICOS
“Comentario”: El título III de la Ley 12.257, se llama “Del uso y
Aprovechamiento del Agua y de los Cauces Públicos”.
Es claro que la Ley distinguió el agua y los cauces públicos, de los privados, tal
como surge de la legislación de fondo que la Provincia no puede alterar.
Así reguló en un Título distinto (el IV) el agua subterránea, por ejemplo, que
configura el típico caso de dominio privado.
Por lo tanto en este Título III, todo lo que establece, está referido al agua y
cauces públicos únicamente.
No obstante, como existe por cierto la posibilidad de darle a ese dominio
público, uso privado con distintos fines, en ese segmento de la Ley se prevén
finalidades de uso similares a las que se dan a las aguas y cauces privados.
Si bien es indudable que siendo el Estado el dueño de esos bienes y cosas,
puede poner las condiciones para su uso o concesión que le plazcan, hay que
tomar en cuenta dos cosas: la primera, que si se destinan esos elementos a un
fin determinado, el mismo se logre efectivamente; es decir que la regulación no
establezca tal tipo de requisito que torne en la realidad imposible acceder a
ellos; la regulación, sin descuidar las funciones del Estado, debe alentar la
concreción de las finalidades que se les atribuyen a tales bienes, porque así, y
no desvirtuándolas, propenderá al bien común.
La segunda cosa a tener en cuenta, es que la actividad que hará uso de esos
bienes públicos, es idéntica a la que usa de los mismos bienes cuando son de
propiedad privada. Ello debe llevar a una regulación similar o parecida, de
modo que quien dependa para disponer de tal uso, de la voluntad del Estado,
no quede en desventaja respecto del que tiene la fortuna de contar con la
propiedad de tales elementos. Para ello no hay que complicar o encarecer la
situación del titular particular, sino simplificar y abaratar el acceso a los
bienes públicos, estableciendo, en la medida de lo posible, requisitos similares.
Capítulo I
Disposiciones generales
Aprovechamiento común
Art. 25º: “sin reglamentación”
Agua que precipita en terrenos públicos
Art. 26º: “sin reglamentación”
Concurrencia y preferencia
Art. 27º: “Cuando se trate de las aguas públicas o de las del art. 2636 del
Código Civil tratadas en el art. 25 del Código de Aguas, sobre las cuales haya
concurrencia de solicitudes de aprovechamiento privado, se establecerá ante
todo un orden de prioridades respecto de su uso, comenzando por su destino
de consumo humano, continuando por su utilización productiva de riego y
abrevamiento de ganado y, según el caso, estableciendo otros fines
subsidiarios”.
“Observación”: La Ley no establece un derecho administrativo sino que
instituye un “derecho real” y ello resulta inconstitucional. Como paliativo,
proponemos una reglamentación parcial del artículo.
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Carácter “Intuite re”
Art. 28º: “Las concesiones y permisos respecto de aguas públicas a favor de
personas, decaerán por vencimiento de sus plazos, por desaparición del
beneficiario, por revocación de la Autoridad o renuncia del titular.
Las concedidas a favor de un predio, solo decaerán en caso de vencimiento de
plazo o renovación, no así por cambio de titular de dominio del inmueble. En
caso de subdivisión parcelaria y dominial, se estará a lo indicado en el párrafo
segundo del art. 28 del Código de Aguas.
La interpretación de las causales de decaimiento se hará en concordancia con
el art. 48, 49, 50 y 51 del Código de Aguas”.
Nueva concesión
Art. 29º: “sin reglamentación”
Situación de terceros
Art. 30º: “sin reglamentación”
Dotación
Art. 31º: “sin reglamentación”
Dominio de caudales
Art. 32º: Se acepta el “proyecto oficial”: “Cuando por razones de reparación,
mantenimiento o limpieza de embalses u obras hidráulicas, se afecten los
caudales entregados a los permisionarios o concesionarios, se deberá dar aviso
a los interesados con antelación suficiente”.
Obligaciones implícitas
Art. 33º: “sin reglamentación”
Capítulo II
DE LOS PERMISOS Y LAS CONCESIONES
Permisos para la ocupación, el uso o el aprovechamiento del agua
“Observación”: El texto del “proyecto oficial de reglamentación” no merecería
objeción, si no fuera por introducir una figura de permiso “precario” que no se
condice con lo que dispone el Código en ese artículo 34º. A partir de la mención
que hace el “inciso b” del Código, el proyecto oficial construye en su
reglamentación esa nueva figura no prevista en la Ley. Ello culmina en su
“última línea”, en la cual se establece “y la Autoridad de Aplicación podrá
revocarlos en cualquier momento con expresión de causa y sin que ello de
derecho a indemnización alguna”.
Esa imposición es absolutamente inconstitucional: 1º) El Código está hablando
de “permisos” para tales fines (“ocupación, uso, aprovechamiento exclusivo”)
con tales condicionamientos y requisitos formales que resultan jurídicamente
asimilables a “concesiones”; no crea dos tipos de institutos de diferentes
consecuencias jurídicas, sino tan solo de distintos fines específicos y tal vez,
aunque el texto legal omite hacerlo, diferenciados en su alcance y
aprovechamiento económico. Y las concesiones administrativas son, en nuestro
derecho, esencialmente revocables con o sin causa.
2º) La doctrina de la Corte Suprema ha establecido que todo acto lícito del
Estado que perjudique a un tercero, será causa de reparación, empezando por
las concesiones revocadas y llegando hasta la cobertura tanto de daño
emergente como lucro cesante de meros daños y perjuicios a los intereses
privados.
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Por lo tanto, debiera eliminarse esa indicación y mientras no se modifique el
“inciso b” del “art. 34º” del Código de Aguas, proponemos un cambio en el texto
del proyecto oficial, el que quedaría íntegramente redactado así:
Art. 34º: “El Permiso es el acto administrativo por medio del cual la Autoridad
del Agua confiere al solicitante que reúna las condiciones legales y
reglamentarias, la autorización expresa y formal para el estudio, ocupación,
uso o aprovechamiento de agua, álveos o cauces públicos. Dichos permisos
estarán sujetos al plazo de vigencia que estipule el acto de otorgamiento. La
Autoridad de Aplicación podrá revocarlos en cualquier momento con expresión
de causa.
La mención del “inciso b” del art. 34º de la Ley, sobre cargos por revocación,
deberá entenderse y aplicarse con alcance restringido a lo determinado por la
doctrina de la Corte Suprema de la Nación respecto de la indemnización por
actos del Estado”.
Permisos para estudios
Art. 35º: “La Autoridad del Agua no podrá considerar ni conceder permisos de
estudio de aguas privadas o en predios privados, sin la previa y expresa
autorización de sus titulares, con detalle del alcance de dicha autorización que
no podrá ser superado, alterado o violado por el permiso oficial ni por el
permisionario. Tales autorizaciones privadas con autorización pública, podrán
ser gratuitas u onerosas según lo resuelva el concedente”.
Permisos generales
Art. 36º: “sin reglamentación”.
-
El “proyecto oficial” empeora al Código.
Objeto de la concesión
Art. 37º: Se acepta el “proyecto oficial” con modificaciones: “La Concesión es el
acto administrativo por medio del cual la Autoridad del Agua confiere al
solicitante que reúna las condiciones legales y reglamentarias, algunos de los
derechos que establece el artículo legal respecto de los bienes públicos que
nombra. El contrato de concesión puede otorgarse a beneficio exclusivo del
solicitante o tener como objeto la prestación de un servicio público”.
Duración de la concesión
Art. 38º: “sin reglamentación”.
Contenido de la solicitud
Art. 39º: “sin reglamentación”.
Informe sobre Impedimentos y declaración sobre el impacto ambiental
Art. 40º: “sin reglamentación”
Procedimiento
Art. 41º: “sin reglamentación”.
Contenido de la concesión
Art. 42º: “sin reglamentación”.
Pago de canon
Art. 43º: “La Autoridad del Agua podrá en cada caso establecer la gratuidad u
onerosidad de la concesión, y el canon a abonar en este último caso”.
Ocupación de cauces
Art. 44º: “sin reglamentación”.
Derechos y obligaciones del concesionario
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Art. 45º: “sin reglamentación”.
Insuficiencia de caudal – Turnos
Art. 46º: “sin reglamentación”.
Suspensión
Art. 47º: “sin reglamentación”.
Extensiones
Art. 48º: “sin reglamentación”.
Renuncia
Art. 49º: “sin reglamentación”.
Caducidad
Art. 50º: “sin reglamentación”.
Revocación
Art. 51º: “El alcance de la indemnización por revocación estará dada por lo
consagrado en la doctrina de la Corte Suprema Nacional en la materia”.
Efectos de la extinción
Art. 52º: “sin reglamentación”.
Concesión de obras y servicios hidráulicos
Art. 53º: “sin reglamentación”.
Modalidades
Art. 54º: “sin reglamentación”.
Capítulo III
DE LOS USOS
Usos especiales
Art. 55º: “Toda concesión de aguas públicas se otorgará por acto
administrativo formal autosuficiente, que establecerá: la finalidad, ubicación,
plazo, caudal máximo aprovechable, período de utilización (cuando se otorgue
con jornadas restringidas) y el caudal medio continuo equivalente”.
Otros usos
Art. 56º: “Para la aplicación de este artículo se tendrá en cuenta lo expresado
en el artículo 27 de esta reglamentación”.
a) Abastecimiento de agua potable
Art. 57º: “sin reglamentación”.
Art. 58º: Se acepta el “proyecto oficial”: “Los mecanismos a implementar para el
control de la calidad y disponibilidad del agua serán incluidos dentro del diseño
de la Red Hidrométrica Provincial conforme a lo establecido en el Art. 10°. Los
equipos e instalaciones para el monitoreo de fuentes serán colocados de
manera de obtener un muestreo representativo de las variaciones que puedan
producirse en los mencionados cuerpos de agua. El monitoreo y control de las
redes de distribución corresponden a la Autoridad de Aplicación en la materia
conforme a lo dispuesto en el Art. 186° del Código de Aguas. Sin perjuicio de
ello la Autoridad del Agua podrá corroborar los datos relevados y exigir la
presentación de toda información inherente a los efectos de comprobar el
aprovechamiento racional del recurso”.
b) Uso agropecuario
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Art. 59º: La concesión del agua pública para riego y la resolución de cada
solicitud, será responsabilidad y función del Directorio de la Autoridad del
Agua.
La evaluación de los requisitos establecidos en los incisos "a" y "b" será
realizada por el Ministerio de Asuntos Agrarios, y los datos técnicos del
proyecto cuyo contenido y tiempo y forma de su presentación no están
determinados en el inciso "c", serán propuestos por ese mismo Ministerio.
”Comentario”: En referencia al "riego"; tema que obviamente tuvo el legislador
en mente al redactar el art. 59 de la Ley, aunque no lo mencionó expresamente,
la autoridad natural durante la vigencia del Código Rural, ha sido el Ministerio
de Asuntos Agrarios, con aquilatada capacidad técnica y experiencia práctica.
Por expediente 2508-673/98, dicho Ministerio elaboró un "anteproyecto de
resolución" dedicado exclusivamente al Libro Tercero, Sección Única del aquel
Código, estableciendo en forma sencilla y suficiente los requisitos para cada
emprendimiento. Sin perjuicio de su perfeccionamiento, constituye un
excelente antecedente y guía conceptual.
Es particularmente aconsejable tenerlo en cuanta al momento de la
reglamentación de la Ley 12.257, ya que el inciso "c" del artículo 59 de la
misma, fue "observado" en el Decreto del Poder Ejecutivo que lo sancionó. El
motivo de la observación, fue que aquel texto otorgaba erróneamente potestades
reglamentarias a la Autoridad del Agua. Por lo tanto, ha quedado un vacío que
razonablemente deberá cubrir la reglamentación del Poder Ejecutivo,
apoyándose y aprovechando la sapiencia y autoridad del Ministerio de Asuntos
Agrarios en el tema del uso agropecuario del agua, y particularmente del riego.
Preferencias
Art. 60º: “sin reglamentación”.
Facultades de la Autoridad del Agua
Art. 61º: “sin reglamentación”.
Traspaso de concesión para riego
Art. 62º: “sin reglamentación”.
Caudales concedido no usados
Art. 63º: “sin reglamentación”.
Prohibiciones para los concesionarios de agua para riego
Art. 64º: “sin reglamentación”.
Permiso de uso para abrevar ganado
Art. 65º: “Los permisos para abrevar y bañar ganados que otorgue la Autoridad
del Agua, serán siempre gratuitos”.
”Comentario”: Respecto del artículo 65, tratándose de un uso agropecuario
vital para la hacienda y por naturaleza "extensivo", pues se refiere al destino de
"abrevar ganado", que representa volúmenes menores de consumo y plazos
mayores de uso, los permisos a los particulares para acceder al agua pública
deberán ser exclusivamente gratuitos. Así deberá decirlo expresamente la
reglamentación, respetando de ese modo la verdadera naturaleza de ese uso y
destino. Todo aporte o colaboración que el Estado pueda dar a la producción
agropecuaria, va, por definición, a favor del bien común. Y en el caso bajo
estudio, además, no tiene costo (salvo rarísima excepción que pudiera darse en
alguna zona muy particular de la Provincia).
c) Uso industrial
Art. 66º: “sin reglamentación”.
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Art. 67º: “Lo establecido en este artículo del Código de Aguas está referido a las
aguas públicas concedidas a particulares para su uso como materia prima
única o principal en productos con destino comercial”.
Art. 68º: “sin reglamentación”.
Requisitos especiales
Art. 69º: “sin reglamentación”.
Art. 70º: “sin reglamentación”.
Reducción del canon
Art. 71º: “sin reglamentación”.
- El “proyecto oficial” desmejora al Código.
d) Usos recreativos, deportivos y de esparcimiento
Art. 72º: “El agua pública concesionable prevista en este artículo del Código,
será únicamente la que se encuentre en terrenos del dominio público, no así las
de cursos, cauces o superficies privadas o encerradas en predios particulares”.
Art. 73º: “sin reglamentación”.
e) Uso energético
Art. 74º: Se acepta el “proyecto oficial”: “En las concesiones de agua para usos
energéticos se fijarán además, las características técnicas de los grupos
instalados y el tramo ocupado en metros, entendiendo por tal el desnivel entre
la cota del máximo normal en el punto de toma y la cota de devolución de los
caudales al cauce público”.
f) Uso terapéutico
Art. 75º: “sin reglamentación”.
g) Uso minero
Art. 76º: “El uso de aguas públicas en explotaciones mineras será objeto de
concesión, permiso o servidumbre según el caso, estableciendo el acto
administrativo los requisitos que la Autoridad Minera Provincial indique.
El uso minero de aguas privadas captadas o extraídas, deberá someterse al
análisis y tratamiento que la Autoridad Minera establezca, no pudiendo
superponerse con ella otra Autoridad en el control correspondiente.
La Autoridad del Agua respetará estrictamente la legislación nacional de fondo
minera y civil, según se trate de explotaciones mineras de primera y segunda o
de tercera categoría”.
Art. 77º: “sin reglamentación”.
Art. 78º: “La Autoridad del Agua al conceder el uso privado de aguas públicas
para uso minero, establecerá la gratuitidad u onerosidad de la concesión y en
este último caso, el canon a abonar”.
h) Uso piscícola
Art. 79º: “La norma se refiere aguas o áreas acuáticas públicas concesionadas
para "pesca comercial" pero igualmente deberá entenderse respecto de “pesca
deportiva” y otras actividades productivas o extractivas ictícolas en esos
ámbitos públicos.
Respecto del segundo párrafo del artículo, la Autoridad del Agua no podrá
tomar una decisión unilateral, sino que deberá hacerlo inexorablemente en
resolución formal conjunta, en total acuerdo con el Ministerio de Asuntos
Agrarios y firmada por ambos organismos. La autoridad pesquera provincial,
previo al dictado de una resolución conjunta que afecte derechos o intereses
legítimos de terceros, deberá hacer los estudios específicos, citar y notificar a la
parte afectada y darle oportunidad de descargo, defensa o rectificación si así
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pudiera evitarse algún tipo de restricción en la actividad que estuviera
desarrollando”.
”Comentario”: En relación al artículo 79, también la autoridad pesquera
provincial está encarnada en el Ministerio de Asuntos Agrarios.
Si bien es razonable que la Autoridad del Agua le requiera la información
prevista en el primer párrafo del artículo, sería irrazonable que el segundo
párrafo no se respetara a rajatabla, ya que una interferencia sobre algún
proyecto de explotación o producción ictícola en aguas públicas, representaría
un conflicto interno de poderes dentro de la administración pública y una
lesión a intereses particulares con la consecuente secuela indemnizatoria. Un
área del Estado estaría desautorizando a otra, para colmo, de mayor jerarquía
(un ente contra un Ministerio), y generándole una responsabilidad directa que
finalmente recaería económicamente sobre el Tesoro estatal.
La reglamentación debe ser pues terminante, respetando la jurisdicción
ministerial, y el derecho de defensa de los afectados.
i) Flotación y navegación
Art. 80º: “El texto legal, que se refiere a las aguas públicas, estará sometido a
las mismas restricciones establecidas en el artículo 72 de esta reglamentación”.
Art. 81º: “sin reglamentación”
TITULO IV
DE LAS NORMAS APLICABLES AL AGUA SUBTERRÁNEA
Aprovechamiento
Art. 82º:Las disposiciones del Título III, serán supletoriamente aplicables al
uso y aprovechamiento de las aguas subterráneas del dominio privado, en tanto
no afecten al derecho de dominio perfecto de los propietarios de los fundos
superficiarios en que se alumbren, y en cuanto no esté expresamente
reglamentado en forma específica para este Capítulo IV.
“Comentario”: La Ley 12.257, distingue, correctamente, el agua pública, de la
privada.
1º) Desde la "reforma Borda" del Código Civil, a raíz de una muy poco feliz
redacción del art. 2340, se ha puesto en discusión en la doctrina si el agua
subterránea puede ser considerada como pública, sacándola del régimen
privado.
Tal interpretación encontró eco en tres grupos de intereses concretos: a)
Políticos y juristas de marcada ideología estatista, que han querido asimilar el
agua al petróleo, en cuanto a su régimen. b) Tecnócratas y profesionales
vinculados al tema hidráulico desde distintos sectores y puntos de vista
(ingenieros, funcionarios, controladores, ambientalistas, etc.) que siempre han
aspirado a lograr regulaciones absolutas, y la creación de superorganismos
públicos de control. c) Funcionarios y legisladores de provincias mediterráneas
áridas, donde el agua es sumamente escasa (que no es el caso de nuestra
Provincia).
No obstante la intensa difusión de tales opiniones y de las consiguientes
polémicas que llegaron hasta el ámbito jurídico, lo cierto es que el régimen
general del dominio privado instituido en el Código Civil Argentino y
específicamente definido en su artículo 2518, no ha sido alterado. Por lo
tanto, persiste el dominio privado de las aguas subterráneas. Y así lo ha
dicho la Justicia de la Provincia de Buenos Aires, en fallos judiciales
contra leyes provinciales y pretensiones municipales.
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2º) Pues bien, el art. 82 de la Ley 12.257, en su amplitud por indefinición (no
por verdadera voluntad de infinitud legislativa) caería en inconstitucionalidad si
no fuera reglamentado restrictivamente.
En efecto, al decir: "El uso y aprovechamiento del agua subterránea cualquiera
sea su característica se rige por el Título III" que regula el "uso y
aprovechamiento del agua y de los cauces públicos", si bien no se mete con la
clasificación ni la calificación del agua subterránea como pública o privada,
pareciera someter absolutamente su uso y aprovechamiento al régimen
impuesto a las aguas que son del dominio del Estado.
Poco importaría entonces que las aguas subterráneas fuesen privadas, ya que
su uso estaría absolutamente restringido y regulado como si fuesen públicas.
El atropello al derecho de propiedad sería evidente, ya que el uso o
disponibilidad de un bien es parte esencial de la conformación y ejercicio del
dominio.
Ni el propio autor de la cuestionada reforma, el Doctor Guillermo Borda, se ha
atrevido a tanto. En sus primeras aclaraciones sobre el tema sostuvo que no
pretendió alterar el régimen dominial inmobiliario (del cual el agua forma parte
jurídicamente indivisible), y luego ha dicho que, en cualquier caso, no quiso
conculcar la libre disponibilidad del recurso hídrico al propietario superficiario,
tal como era, sin discusión, antes de su reforma.
3º) La redacción del art. 82, así como está, hace peligrar la vigencia misma
de la Ley 12.257 y particularmente de su Título IV que podría fácilmente ser
atacado de inconstitucionalidad con éxito. Y ello sin tener en cuenta los
planteos de expropiación inversa a que daría lugar si la aplicación de la ley
produjera una restricción total o equivalente.
4º) Es por ello imprescindible reglamentar su contenido con suficiente
detalle, para evitar una interpretación y aplicación ilegítima de la ley que la
torne ineficaz.
5º) Gracias a que el art. 82, texto inicial de ese Capítulo, no contiene una
regulación jurídica extensiva o expansiva de su alcance literal, es factible
reglamentarlo, sin caer en alteración de contenidos expresos (cosa
también prohibida por la Constitución), de modo que no afecte derechos
individuales adquiridos y consagrados por legislación superior, evitando de
esa manera que la propia Ley 12.257 caiga en inconstitucionalidad.
Permisos de perforación para exploración y explotación
Art. 83º: “Todo propietario de fundo rural podrá explorar y extraer agua
subterránea de su propio terreno. Cuando la extracción fuera superior a 30.000
lts/hora por perforación, deberá informar a la Autoridad del Agua dentro de los
sesenta (60) días posteriores al alumbramiento, con el fin de anotación del dato
en los registros de catastro y mapa hídrico, acompañando el análisis del agua y
demás datos obtenidos en la exploración. Cuando la exploración fuera hecha
con el fin de alcanzar una extracción por perforación superior a 100.000
lts/hora, deberá informar a la Autoridad del Agua previo al comienzo de su
extracción, acompañando todos los datos obtenidos y deberá esperar sesenta
(60) días antes de comenzar la extracción, plazo durante el cual la Autoridad
podrá ordenar nuevos estudios o inspecciones a su cargo, plantear objeciones y
eventualmente, si razones concretas de interés general lo justificaren,
establecer límites a la futura extracción, siempre por sobre el rango de los
100.000 lt/hora. Vencidos los sesenta (60) días de plazo sin objeción de la
Autoridad, se podrá iniciar la extracción.
Cuando la exploración y perforación se hiciere en suelo ajeno, deberá contarse
con expresa autorización por escrito del titular del dominio. Cuando se hiciere
en terrenos del dominio público del Estado Provincial o de Municipios, deberá
pedirse autorización a la Autoridad del Agua, no pudiendo realizarse tarea
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alguna hasta tanto no se notifique fehacientemente al solicitante del permiso
otorgado”.
-
El “proyecto oficial” sólo agrega una definición teórica ociosa y no avanza
en la reglamentación de un artículo que lo requiere.
Perforaciones
Art. 84º: “Las recomendaciones del primer párrafo del art. 84 del Código, son
aplicables como tales a todos los casos.
Las posibles limitaciones que prevé su párrafo segundo, sólo se podrán
establecer en forma fundada, sobre la base de pruebas concretas de la
existencia de riesgos para el interés general, y solo respecto de extracciones
superiores a 100.000 lts/hora”.
-
El “proyecto oficial” peca de reglamentarismo, estableciendo criterios
rígidos no siempre aplicables o justificados según el caso y acotando no
solo el derecho del particular sino el margen de facultades de aplicación
de la Autoridad.
Art. 85º: “Las disposiciones del art. 85 de la ley, serán aplicables para las
explotaciones nuevas que superen una extracción de 100.000 lts/hora que
tengan destino de riego, en cuyo caso deberán reunir los requisitos previstos
para tal uso en la ley y esta reglamentación.
Las perforaciones de esas características de caudal y destino preexistentes, que
estén actualmente en explotación, deberán comunicar a la Autoridad su
existencia, el caudal que están extrayendo y la composición o calidad de las
aguas. Si de tal información surgiere, a criterio de la Autoridad, necesidad de
mayores estudios, ésta podrá ordenar a su cargo la realización de los mismos
con técnicos del Estado de su área y del Ministerio de Asuntos Agrarios”.
-
El “proyecto oficial” nada agrega al artículo.
Derechos del propietario del terreno
Art. 86º: “El principio general que rige la disponibilidad del agua subterránea,
es el de libertad del uso, sin perjuicio de la obligación informativa que se prevé
en la ley y en esta reglamentación, y con las limitaciones que estas normas
disponen en función del interés público, resultando obligación y
responsabilidad de la Autoridad del Agua determinar con precisión la afectación
del mismo, en cada caso que se resuelva aplicar alguna restricción. Este criterio
esencial justifica y hace operativo el primer párrafo del art. 86 de la ley, con el
alcance que establece esta reglamentación.
Las disposiciones de los párrafos segundo y tercero, serán de aplicación
únicamente en los casos que se tratare de aguas u obras públicas excluyéndose
las aguas subterráneas, las pluviales captadas y los causes que actualmente
formen parte del dominio privado según los títulos y planos vigentes al
momento de entrar en vigencia la Ley 12.257, respetando así el principio
establecido en el artículo 2518 y concordantes del Código Civil.
En todos los casos en que la Autoridad dictare disposiciones o tomare
decisiones que interfieran con la libre disponibilidad del agua privada, se
garantizará al particular el más amplio derecho de defensa, comenzando por su
oposición previa, lo que obligará a la Autoridad a fundar su decisión en cada
caso y hacerse civilmente responsable de las consecuencias dañosas o
perjudiciales que su determinación provoque a los derechos e intereses del
propietario, asegurándole la fijación y pago de las justas indemnizaciones que
pudieren corresponder en cada caso”.
Licencia para perforadores
Art. 87º: “Las disposiciones del artículo 87 de la ley serán de aplicación para
quienes produzcan perforaciones para extraer caudales superiores a 100.000
litros/hora.
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La obligación de contar con perforadores idóneos corresponde al propietario del
fundo, en la medida que extraiga volúmenes superiores a los establecidos en
este artículo.
El derecho de los particulares a la información que posea el Estado es absoluto
y para cualquier interesado. Representa la contra cara de la obligación de
informar a la autoridad que consagran estas normas, debiendo los datos
requeridos ser proveídos por la autoridad, sin costo para el requirente, a través
de cualquier organismo o delegación de los que respondan a la Autoridad del
Agua y por cualquier medio que la haga accesible”.
Obras que alteren las condiciones del agua subterránea
Art. 88º: “Si el propietario del fundo que va a alumbrar agua o que lo está
haciendo en volúmenes superiores a los establecidos en este Capítulo, supiera
que su extracción y uso puede provocar alteraciones en la calidad y uso de
terceros, está obligado a comunicarlo a la Autoridad, la que deberá otorgarle un
permiso expreso sobre la base de las observaciones, recomendaciones y
requisitos que estime corresponder en el caso”.
Recarga de acuíferos, labores y obras protectoras.
Art. 89º: “sin reglamentación”
TITULO V
DE LAS NORMAS APLICABLES AL AGUA ATMOSFERICA
Permisos
Art. 90º: “La Autoridad del Agua dará intervención a la Autoridad Ambiental
conforme a la competencia atribuida por la ley 11.459 y el Art. 28° de la ley
12.355”.
Art. 91º: “sin reglamentación”.
Art. 92º: “sin reglamentación”.
TITULO VI
DE LA PRESERVACIÓN Y EL MEJORAMIENTO DEL AGUA Y DE LA
PROTECCIÓN CONTRA SUS EFECTOS PERJUDICIALES
”Comentario”: El Título VI de la Ley 12-257 es llamado "De la preservación y el
mejoramiento del agua y de la protección contra sus efectos perjudiciales".
Estamos ante una de las peores partes de la ley, pues la generalización
conceptual y lo difuso de sus textos, produce todo tipo de problemas, como
yuxtaposición de temas (por ejemplo, de "obras" con "actividades" en el art. 93),
duplicación de tratamiento de situaciones (como las disposiciones referidas a
obras hidráulicas en predios privados, previstas en este Título y en el siguiente;
arts. 93 y 110 respectivamente), y hasta superposición de jurisdicciones (como
en los aspectos de medio ambiente, propios de otros ámbitos de la
administración, en los que incursionan artículos como el 97, 98, 99 y 100
entrometiendo a la Autoridad del Agua).
Junto con tal tipo de disposiciones aparecen previstas situaciones puntuales,
como la "defensa de márgenes", que aparece y desaparece en un solo artículo,
quedando descolocado respecto de los temas que tratan los textos que lo
preceden y los que figuran a continuación.
Construcción de obras
Art. 93º: “a) Las obras hidráulicas que pretendan ser construidas por
particulares en lugares o cauces públicos para el manejo de aguas públicas,
solo podrán realizarse con el previo otorgamiento de permiso o concesión,
según se estime, por parte de la Autoridad del Agua.
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b) Si se tratare de obras en predios privados que influyan sobre el manejo de
aguas públicas, no podrán ser objeto de concesión, pero requerirán permiso
previo para su construcción y funcionamiento.
c) Si las obras a construir estuvieran destinadas al manejo de agua privada, si
van a ser erigidas en predios privados y no alteran el normal movimiento de
aguas públicas ni afectan a terceros, el interesado solo tendrá la obligación de
informar a la Autoridad del motivo y características de la obra, antes de ser
puesta en funcionamiento, pero a mero título informativo y sin que su uso y
funcionamiento requiera de permiso o autorización alguna”.
”Comentario”: El art. 93, dispone sobre las obras hidráulicas privadas y
remite en todo lo posible al Título III referido a aguas y cauces públicos. Pero la
norma misma, alojada como está en un Título diferente (el VI), no distingue
entre obras privadas hechas en predio privado o en lugares públicos, ni entre
obras hidráulicas para manejo de aguas privadas (por ejemplo subterráneas) o
públicas, ni las obras a construir en cauces privados (por ejemplo, lagunas
encerradas y mensuradas en la heredad particular) o públicos, ni las que
pueden alterar cursos o derivar aguas fuera de la propiedad o solo dentro de
ella, etcétera.
El "tratamiento único" es una generalización absurda, que solo logrará
entorpecer y encarecer tareas menores, o alterar el libre ejercicio de derechos
legítimos.
La reglamentación, obviamente no puede prever cada caso posible como las
variantes que hemos planteado, pero deberá necesariamente acotar una
disposición tan genérica y difusa, estableciendo límites aunque ellos no sean
todo lo específicos que debieran serlo para evitar que el texto de la Ley incurra
en inconstitucionalidad. Hay que reglamentarlo para salvarlo. Las variantes que
hemos previstos son:
a) obras de particulares en lugares y cauces públicos para manejo de aguas
públicas
b) obras de particulares en lugares privados, que alteren el manejo de aguas
públicas;
c) obras de particulares en lugares privados, que no alteren el manejo de aguas
públicas, que se realicen con el objeto de manejar aguas privadas.
Obras a nivel de predio
Art. 94º: “Las obras que realice un particular en su propiedad, para el manejo
de aguas públicas, en beneficio de su predio, que no alteren el manejo normal
de las mismas, requieren la aprobación previa por parte de la Autoridad del
Agua, sin costo para ésta y sin pago de canon o precio para aquel, quien las
erigirá a su exclusivo cargo”.
”Comentario”: El artículo 94, debe tomarse, a los efectos reglamentarios, como
una cuarta variante respecto de los tres previstos en el artículo anterior,
desprendidas en la generalidad de esa norma.
En este caso, se estaría hablando de obras privadas, en predio propio, para uso
de agua pública, que no alteren el movimiento normal de las aguas públicas.
Avenamiento de tierras fiscales y del dominio público.
Art. 95º: “sin reglamentación”
Defensa de márgenes
Art. 96º: “sin reglamentación”
Evaluación del impacto ambiental
Art. 97º: “Si de las actividades lícitas de las personas (físicas o jurídicas,
públicas o privadas), o de otras acciones desconocidas hasta el presente o
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actualmente inusuales en su posible vinculación con el agua, pudiera
razonablemente preverse un importante grado de riesgo o de daño para la
obtención, provisión o consumo del agua, la Autoridad del Agua podrá ordenar
a su costo a las áreas técnicas del Estado específicas o más próximas a esa
actividad novedosa o inesperadamente vinculada al agua, los estudios que sean
necesarios para su evaluación. Si de tales investigaciones científicas, técnicas y
fácticas, resultara seria sospecha de riesgo o daño para el recurso hídrico,
podrá exigirse a la persona protagonista de tales actividades, la confección de
un informe de impacto ambiental que contenga los requisitos previstos en los
incisos "a" y "b" del artículo 97 de la Ley 12.257”.
”Comentario”: El artículo 97 (como el 93) es otro texto jurídicamente
indefendible y legalmente inaplicable.
La reglamentación deberá hacer el esfuerzo de convertirlo en una norma útil,
que no viole la constitución ni provoque conflicto de poderes.
Ninguna autoridad administrativa puede decidir por sí qué actividad genera
riesgo o daño, y mucho menos "a priori", y en función de ese prejuzgamiento
imponer exigencias a los particulares. Sería como tomar en sus manos, con
arbitrariedad y para cada supuesto, la reglamentación del art. 14 de la
Constitución Nacional que garantiza la libertad de trabajar, ejercer toda
industria lícita, y de usar y disponer de la propiedad, entre otros derechos.
Solo la ley dictada por el Poder Legislativo y en la forma prevista en la Carta
Magna, puede reglamentar el ejercicio de tales derechos, en forma general y en
la medida que no viole otras garantías constitucionales (arts. 14 y 28 de la
C.N.).
¡Cómo lo va a poder hacer un ente autárquico de la Provincia, aunque sea en
un tema específico de su jurisdicción!
La reglamentación deberá acotar, suavizar y canalizar los institutos derivables
de esa norma, que para colmo se proyecta en los siguientes: 98, 99 y 100.
-
El “proyecto oficial” no corrige si no que reglamenta consolidando los
vicios del artículo del Código.
Declaración de impacto ambiental
Art. 98: “De darse el caso previsto en el artículo anterior, la persona obligada a
presentar el informe lo hará ante la Autoridad del Agua, quien dará vista al
Ministerio que mejor se corresponda con la actividad en cuestión, el cual
producirá un dictamen. Luego se dará intervención a la Secretaría de Política
Ambiental de la Provincia, la que también producirá su dictamen, volviendo las
actuaciones a la Autoridad del Agua la que tendrá que producir una resolución
final en acto administrativo formal, impugnable por vía recursiva una vez
notificado a la parte, según el procedimiento administrativo de la Provincia de
Buenos Aires”.
Publicidad de la evaluación de impacto ambiental
Art. 99º: “Sin perjuicio de cumplir con el procedimiento estricto establecido en
el artículo anterior, la Autoridad del Agua podrá informar del caso a los demás
organismos y entes que integran su Directorio con entrega de copias del
informe presentado por la parte. Si se tratara de un caso que pueda afectar
directamente a la comunidad, después de los dos dictamines de rigor impuestos
en el artículo anterior y antes de producir su resolución final por acto
administrativo, la Autoridad del Agua podrá convocar a audiencia pública para
informar y recabar opinión, dentro de los treinta días de recibido el dictamen de
la Secretaría de Política Ambiental”.
De las auditorías ambientales
Art. 100º: “sin reglamentación”.
Preservación
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Art. 101º: “La Autoridad del Agua podrá proponer al Poder Ejecutivo la
reglamentación en forma general o parcial de actividades como las previstas en
el artículo 97 de este reglamento, siempre que ellas reúnan las características
allí mencionadas, y previo cumplimiento de los pasos previstos en ese texto que
demuestren la necesidad de reglamentación.
En caso de ser necesaria la adecuación o remoción de obras preexistentes en
predios privados, la Autoridad del Agua podrá hacerlo a su costo.
La Autoridad del Agua no podrá actuar de hecho sin previo estudio y resolución
expresa en los términos y con los requisitos previstos en este artículo y en el
97, para impedir acciones de terceros que puedan afectar el agua. No podrá por
sí misma tomar determinaciones referidas al medio ambiente, debiendo
comunicarle a la Secretaría de Política Ambiental cualquier alteración o riesgo
del que tenga conocimiento a través de su accionar y como consecuencia del
uso o manejo del agua.
Los usuarios de acueductos abiertos de aguas públicas que estén en su
propiedad, hayan sido construidos por el Estado o por ellos, deberán
mantenerlos limpios de modo que no provoquen desbordes o roturas que
perjudiquen al propio ducto o caminos públicos. Si se tratara de acueductos
subterráneos o entubados, el mantenimiento será a cargo de la Autoridad del
Agua.
”Comentarios”: De los mismos vicios antes mencionados sufre también con
igual o peor gravedad el artículo 101, que también merece especial revisión.
El artículo 101, es un extraño sobreviviente, tomando en cuenta las acertadas
"observaciones" que el Decreto sancionatorio nº 95 del 26/1/99 hizo a los
artículos 4 inc. "c", 10, 59 inc. "c", 61, 73, 114 y 182, todas ellas basadas en lo
mismo: la imposibilidad de otorgar a la Autoridad del Agua potestades
reglamentarias, que son exclusivas, excluyentes e indelegables del Poder
Ejecutivo provincial (art. 45, 119 y 144 inc. 2º de la Constitución Provincial,
citados en el mismo Decreto 95).
Llama la atención que se haya escapado de ese prolijo control de legalidad el
texto del artículo 101 de esta Ley 12.257, ya que el mismo es expreso violador
de tal principio.
Para colmo otorga la facultad de reglamentar "las actividades" (sic), como si
fuera para limitar "cualquier tipo" de actividad. Aunque se presuma con toda
lógica que se refiere a "las vinculadas" o "que puedan afectar" al agua o al
medio ambiente (¿?), la falta de determinación respecto de la "naturaleza" de las
actividades a las que se quiere referir (y no respecto a las "consecuencias" de
las mismas), así como la generalidad de su objetivo y los poderes que en
función de su arbitraria evaluación le otorga a la Autoridad, emparenta a esta
norma directamente con la del artículo 97 y se hace tan inoperativa como a
aquella, por razones constitucionales, de ilegalidad e ilegitimidad.
Arduo trabajo es para la tarea reglamentaria, enderezar, hacer operativa y
salvar de tales tachas a ese texto, evitando que la norma que contiene caiga en
desuetudo o sea destrozada en una sentencia judicial.
Control de otras actividades
Art. 102º: “El texto del artículo 102 de la Ley, será operativo con las
restricciones que surjan del hecho de tratarse de actividades existentes ya
previstas en forma específica por otras reglamentaciones y asignado su poder
de policía o autoridad de aplicación a otra área del Estado provincial, en cuyo
caso la Autoridad del Agua no podrá imponer de su parte otra aprobación
previa, salvo expreso acuerdo con la autoridad administrativa a cargo, o
modificación del régimen jurídico y ordenamiento orgánico existente.
La actividad minera no podrá ser alcanzada por la norma de la ley, dada la
jerarquía y especificidad de la legislación que la rige”.
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”Comentarios”: El artículo 102, presenta el grave riesgo de superposición
burocrática y potencial conflicto de poderes.
Para eliminar tales peligros, la facultad de imponer una "aprobación previa" de
la Autoridad del Agua para un sinnúmero de actividades, deberá limitarse a
aquellas que efectivamente tengan que ver con las aguas y los cauces sin
entrometerse en las que ya hoy cuentan con otras reglamentaciones y
dependen de otras autoridades administrativas.
Puntualmente deberá eliminarse del inciso "f" a los "establecimientos mineros";
pues toda la minería tiene un régimen específico que deriva de la Constitución
Nacional, pasa por el Código de Minería y se completa con la legislación
provincial que la reglamenta en todos sus aspectos, incluida el agua. La
Autoridad del Agua podría intervenir solo en caso que la autoridad de
aplicación le pida colaboración. Así como está el texto legal es inviable.
-
El “proyecto oficial” no corrige los vicios de la Ley.
Protección y mejoramiento
Art. 103º: “sin reglamentación”
Vertidos susceptibles de impactar en el ambiente
Art. 104º: “sin reglamentación”
-
El “proyecto oficial” no mejora a la Ley.
Vertidos susceptibles de impactar en el ambiente
Art. 105º: “sin reglamentación”.
Intrusión salina
Art. 106º: “sin reglamentación”.
TITULO VII
DE LAS OBRAS, SERVICIOS Y LABORES RELATIVOS AL AGUA
Registro
Art. 107º: “sin reglamentación”
Requisitos de las obras
Art. 108º: “sin reglamentación”.
Obras a nivel predio
Art. 109º: “sin reglamentación”.
Obras en predios privados
Art. 110º: “La Autorización por parte de la Autoridad del Agua será necesaria
únicamente, si se tratara de obras que alteran escurrimientos naturales, no así
todas las demás cosas que prevé y legisla el Código Civil en su Libro III, Título
VI, arts. 2611 a 2660”.
”Comentario”: El art. 110 del Código, especialmente su último párrafo, de
quedar con su disposición genérica, violaría al Código Civil, especialmente al
art. 2611 y sus sucesivos (como 2652 y 2653 en particular), resultando
inconstitucional. La reglamentación que proponemos evita tal lesión.
Indemnización
Art. 111º: “sin reglamentación”.
Contribución al financiamiento de obras y servicios públicos hidráulicos
Art. 112º: “Los concesionarios que dispongan de aguas públicas concedidas en
su beneficio para consumo o para la explotación de servicios públicos, pagarán
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un canon a determinarse en cada caso, que percibirá la Autoridad del Agua la
que lo destinará prioritariamente al mantenimiento de las obras públicas
afectadas a esas concesiones y al de otras obras de infraestructura hídrica.
También podrá usar los excedentes de esos fondos para la construcción de
nuevas obras y finalmente para el auto sostenimiento del ente.
En el caso de nuevas obras, la autoridad podrá establecer contribuciones de
mejoras a los efectivamente beneficiados, con las características, límites y
alcance propios de ese tipo de tributos, previa consulta con la autoridad fiscal
provincial para evitar superposiciones impositivas e invasión de jurisdicciones
administrativas.
En los casos en que sea de aplicación lo previsto en este artículo, la Autoridad
de Agua establecerá los montos, períodos de vigencia, plazos y formas de pago,
compensaciones y sanciones que correspondan, teniendo en cuenta las
circunstancias de cada caso”.
”Comentarios”: Esa disposición por su amplitud, podría llevar al absurdo de
hacer responsables de un pago o pasibles de una carga pecuniaria casi a
cualquier beneficiario de cualquier tipo de uso de cualquier agua.
Siendo tal supuesto conceptualmente inaceptable, arbitrario y jurídicamente
peligroso por ser susceptible de caer en ilegalidades y abusos, se impone su
acotamiento a los verdaderamente beneficiados por la disposición concesional
de aguas públicas obtenidas a través de obras públicas de infraestructura, y
con igual criterio debe tratarse la contribución a la construcción de nuevas
obras.
De ese modo, el art. 112 de la Ley se podrá poner en línea con el 113, que
específicamente trata, hasta con detalle de las posibles imputaciones, de las
obligaciones pecuniarias a cargo de "toda concesionaria de agua pública" (sic
art. 113 Ley 12.257), y con el 114 que se refiere al "inciso c" del 113.
Obras y servicios
Art. 113º: “sin reglamentación”
Contribuciones
Art. 114º: “sin reglamentación”
Predios susceptibles de recibir riego
Art. 115º: “La obligación prevista en el art. 115 de la Ley, sólo se hará exigible
una vez realizada la obra pública que ponga el riego a disposición del predio
beneficiario.
Por su parte el pago del canon por riego, será exigible sólo si el beneficiario
recibe efectivamente el agua para riego, y lo será a partir del momento en que
efectivamente se proceda a regar el predio”.
”Comentarios”: Otra vez en este artículo 115 la redacción literal deja una
sensación de amplitud insostenible legalmente.
Nadie puede ser obligado económicamente por la mera potencialidad de un
eventual servicio público, que ni siquiera está disponible ya que pueden faltar
las obras de conexión para acceder a él.
No obstante, siendo este artículo una continuidad de lo estatuido en los
anteriores, queda acotado en el texto del 113 y el espíritu que el mismo traduce
hacia su anterior (el 112) y a sus posteriores (114 y 115).
A propósito de la interconexión de estos artículos, destacamos que la versión
literal del 115 contiene un error ya que las "contribuciones" a que se refiere, no
están previstas en los "incisos a y c" del 114, sino del artículo 113.
Cruce de vías públicas por acueductos
Art. 116º: “sin reglamentación”
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Acueducto ajeno. Pago por su uso
Art. 117º: “sin reglamentación”
Acueducto de concesionario anterior. Pago por su uso
Art. 118º: “sin reglamentación”
Remisión
Art. 119º: “sin reglamentación”
Obras y servicios fuera de la Provincia
Art. 120º: “sin reglamentación”
TITULO VIII
DE LOS COMITÉS DE CUENCAS HÍDRICAS Y DE LOS CONSORCIOS
”Comentarios”: Dentro de este título VIII “De los Comités de Cuencas Hídricas
y de los Consorcios”, interesan particularmente los primeros, ya que ellos
constituirán los órganos de estudio, evaluación y propuestas al ente superior,
desde el interior, desde las regiones en las que se produzca algún fenómeno, se
genere alguna iniciativa o se ejecuten decisiones de la Autoridad del Agua.
Los comités a crearse, dependerán de y reportarán a la Autoridad del Agua
únicamente.
Por elementales razones de coherencia, deberán integrarse y regirse
internamente de manera similar a su superior que es la Autoridad del Agua.
Quedará para su esfera independiente la posibilidad de darse su organización
directiva, administrativa y operativa.
Los consorcios por su parte, serán una herramienta útil tanto para lograr
sistematizar el manejo de excedentes hídricos que corren por obras existentes
no autorizadas, como para realizar nuevas, con aportes privados tanto de
financiamiento como de mantenimiento de construcciones y manejo de
caudales. Todo ello, previa autorización y establecimiento de disposiciones
específicas según el caso.
Creación. Objetivos mínimos. Promoción
Art. 121º: “sin reglamentación”.
-
El “proyecto oficial” desmejora al texto de la Ley e invierte el orden de las
propuestas, centralizando una gestión que se busca descentralizar, entre
otras cosas, para lograr mayor participación, proposición y control local.
Área geográfica de competencia
Art. 122º: “La delimitación de la competencia territorial de cada comité será
establecida por resolución de la Autoridad, pudiendo ésta modificarla cuantas
veces resulte necesario.
En principio se tratará de abarcar con cada comité, el área geográfica que se
corresponda con las cuencas reconocidas en la actualidad. Sin perjuicio de ello,
por razones de extensión, de distancia, operativas, de necesidad de confluencia
de intereses regionales, por cambios espontáneos de la naturaleza o provocados
por el hecho del hombre, o por cualquier otro motivo que lo justifique, podrán
determinarse competencias diferentes a las que muestra la hidrología de
superficie”.
-
El “proyecto oficial” cae en una definición que somete la competencia de
los Comité únicamente a una conceptualización teórico técnica, cuando
la Ley en verdad persigue un fin participativo de los grupos humanos
locales, en vinculación ascendente con la Autoridad central.
Integración
Art. 123º: “a reglamentar”
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-
El “proyecto oficial” agrava la dependencia política de los Comité que el
texto de la Ley insinúa, pero que es salvable al no haber ella detallado la
integración completa del Comité sino haber solo previsto la integración en
él de un representante de cada municipio.
Comisión Asesora
Art. 124º: “a reglamentar”, pues se verá cómo se integran las Comisiones
Asesoras una vez que se haya establecido la integración o composición de los
Comité mismos.
Carta Orgánica
Art. 125º: “Cada Comité dictará un reglamento de funcionamiento, el que
podrá establecer solamente: la periodicidad de sus reuniones, su organización
administrativa y su estructura directiva. En lo relativo a la toma de decisiones,
se regirán por los mismo principios establecidos para la Autoridad del Agua.
Las conclusiones tomadas por mayoría o producto de empate en las votaciones
internas, serán elevadas a la Autoridad del Agua sin carácter vinculante u
obligatorio.
Todos los comités dependerán jerárquicamente en forma directa de la Autoridad
del Agua y a ella reportarán únicamente, elevándole sus conclusiones y
decisiones a modo de propuestas”.
Consorcios
Art. 126º: “No habrá consorcio sin una obra hidráulica o proyecto definido. No
habrá consorcios obligatorios. La Autoridad no podrá imponer la constitución
de consorcios cuando se trate de una obra pública, pero podrá proponerlo a los
interesados y beneficiarios para su concreción y manejo.
Podrá en cambio imponerlo como condición, cuando los particulares pidan o
propongan la construcción de una obra privada, el mejoramiento de una
existente o el manejo de un sistema hídrico determinado, siempre que de ello
derive un beneficio común para varios vecinos. Una vez definido el alcance de la
obra u objetivo del futuro consorcio, deberá invitarse a todos los directamente
afectados, a consensuar el proyecto integral (obra y consorcio). Si la oposición
al mismo fuera del treinta por ciento (30%) de las personas interesadas, el
proyecto propuesto no prosperará, sin perjuicio de lo cual podrá rediseñárselo e
intentar uno nuevo más reducido o distinto. Toda oposición inferior a ese
porcentaje será insuficiente, imponiéndose el proyecto obligatoriamente a todos.
El anteproyecto de estatuto deberá contemplar mínimamente en su texto o por
vía de anexos que lo integren:
-
el proyecto de obra y detalle de su funcionamiento;
-
el financiamiento de la obra, de su funcionamiento y mantenimiento;
-
las obligaciones de mantenimiento;
-
el sistema de regulación en el manejo del agua;
-
un sistema de alarma y de medidas inmediatas ante el peligro de
emergencia;
-
la creación de los órganos de conducción, a saber: la Asamblea y el
Consejo Directivo;
-
los derechos políticos de los consorcistas.”
Miembros
Art. 127º: “sin reglamentación”.
Extensión
Art. 128º: “El proyecto marcará el límite o extensión del consorcio. La
Autoridad está obligada a constatar que se haya consultado efectivamente a
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todos los involucrados y que hayan expresado su libre voluntad, antes de
proceder a su aprobación. La Autoridad podrá proponer reformas al proyecto
las que también serán sometidas al consenso de los futuros consorcistas”.
Estatutos
Art. 129º: “En todo el proceso de elaboración se estará ante un consorcio en
formación.
Una vez alcanzado un acuerdo total de los integrantes del futuro consorcio, se
reunirán en asamblea constitutiva a fin de expresar su voluntad coincidente en
documento notarial en el que se plasmará el estatuto, firmándose en el mismo
acto toda la documentación del proyecto que se presentará ante la Autoridad
para su aprobación.
El consorcio quedará constituido formalmente y entrará en inmediata vigencia
una vez aprobado por acto administrativo formal de la Autoridad del Agua, que
resultará homologatorio de lo acordado por los consorcistas en la asamblea
constitutiva”.
La Asamblea
Art. 130º: “Siendo la Asamblea el órgano supremo del Consorcio, sus
facultades y su funcionamiento deberán estar previstos en el estatuto”.
Administración . El Consejo Directivo
Art. 131º: “Cada consorcio determinará en su estatuto, la composición,
número de miembros, elección de los mismos, el funcionamiento y el límite de
las facultades de un Consejo Directivo, cuyas funciones básicas serán las que
indica el art. 131 de la Ley”.
Financiamiento
Art. 132º: “En el estatuto o documento anexo integrante del mismo, deberá
preverse el financiamiento de la obra, de su funcionamiento y de su
mantenimiento. Deberá establecerse si los aportes son públicos, privados o
mixtos. Deberá determinarse también el monto o porcentaje que le pueda
corresponder a cada consorcista.
Todas las demás decisiones económicas y financiera una vez aprobado el
estatuto, corresponderán a sus órganos de conducción, según se lo regule en el
estatuto”.
Recursos
Art. 133º: “sin reglamentación”.
Acción supletoria y de contralor de la Autoridad del Agua
Art. 134º:”En los casos previstos en el art. 134 de la Ley, la Autoridad deberá
propender al pronto establecimiento o restablecimiento de las condiciones
regulares del consorcio. Al tomar intervención, deberá establecer un plazo para
su gestión directa, que no podrá superar los noventa (90) días y que sólo podrá
ser prorrogado excepcionalmente, ya que la Autoridad no deberá sustituir a los
consorcios, salvo casos extremos”.
Disolución
Art. 135º: “La disolución definitiva de un consorcio será algo excepcional, por
razones fundadas y constatadas.
Antes de resolverlo, deberá preverse cómo se lo sustituirá en sus funciones y
obligaciones respecto del objeto de su existencia (obra, manejo, servicio, etc.) e
intentarse un nuevo régimen más acotado, o una nueva integración de
consorcistas, con el fin de preservar el régimen que fue motivo de su creación.
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Sólo si la imposibilidad de subsistencia, reelaboración o recreación es absoluta,
se procederá a su desaparición definitiva, sin sustituto similar”.
TITULO IX
DE LAS LIMITACIONES AL DOMINIO
“Comentario”: El Título IX trata "De las limitaciones al Dominio".
Toda restricción al dominio debe ser establecida, tratada y aplicada con criterio
restrictivo..
El Estado es titular de potestades incontrastables, para evitar los excesos,
reducir los peligros, mitigar las consecuencias dañosas y, de ser necesario,
arbitrar entre el interés particular y el general.
Pero su acción será legítima siempre y cuando la ejerza sin perder de vista que
su intervención deberá ser supletoria, complementaria y equitativa.
Así surge de nuestro sistema constitucional, que está construido sobre el
respeto, la garantía y la protección de las personas. El Estado deberá cuidarse
pues muy bien de no invadir esa esfera que él mismo debe defender para
alentar el progreso social..
Capítulo I
DE LAS RESTRICCIONES AL DOMINIO Y DE LAS SERVIDUMBRES
Restricciones al Dominio
Art. 136º: “Siendo el principio general de la Constitución Nacional, la
Constitución Provincial y el Código Civil, el de libre ejercicio de la propiedad,
toda limitación al mismo es en el derecho argentino, de carácter excepcional y
debe ser regulada, interpretada y aplicada con sentido restrictivo.
Siendo el régimen dominial respecto del agua, en parte privado y en parte
público, respecto de las aguas privadas y de las alojadas o fluyentes por predios
privados, deberá seguirse el mismo principio jurídico.
Por lo tanto, la potestad que reconoce el art. 136 de la Ley. no podrá ser
ejercida en forma genérica, sino que deberá establecerse en cada caso concreto,
siempre que pueda efectivamente demostrarse la necesidad o peligro del interés
común por encima del particular, previo estudio, fundamentación,
procedimiento que garantice el derecho de defensa de los afectados y con
reconocimiento de indemnización, si correspondiere según las circunstancias.
Toda restricción al dominio y uso compromete o altera el normal ejercicio de
derechos de tal jerarquía, que deberá ser plasmada únicamente por Decreto del
Poder Ejecutivo, fundado, previo análisis profundo de su necesidad.
Será también principio general aplicable para esos casos, el pago de la
indemnización correspondiente, la que será ofrecida a los afectados
previamente y evaluada según los criterios que rigen para las expropiaciones.
Sólo por excepción se podrá imponer una restricción sin indemnización,
siempre que sea transitoria, por un lapso breve y que no repercuta
sustancialmente en los derechos y en la economía de los afectados”.
“Comentario”: La redacción genérica del texto legal, por un lado lo torna
meramente declamatorio y superfluo ya que reproduce una potestad innegable
y ya reconocida del Poder Ejecutivo del Estado, y por otra parte, su generalidad
torna peligrosa a la norma que contiene.
Es imprescindible, por lo tanto, establecer los principios rectores de nuestra
legislación esencial, para evitar que el enfoque puntual de este artículo saque a
la Ley de sus límites constitucionales y de los principios generales de la
legislación de fondo, superior a la legislación provincial de aguas. Por otra
parte, para que la norma legal no se torne totalmente inoperante, hay que
circunscribirla a los potenciales casos puntuales en que puede regir y rodearla
de los pre requisitos habituales para no violar derechos individuales que la
tornen vulnerable y la pongan en riesgo de ser impugnada y tachada de
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inconstitucional e inaplicable. Por lo tanto deberá rodeársela de certezas
previas, garantías a terceros y responsabilidades ante los perjudicados.
Obstrucción natural del escurrimiento
Art. 137º: “Si la obstrucción que prevé el artículo de la ley, se produjera por
elementos arrojados por el propietario del predio por el que corre el cauce
obstruido, o se debiera a su accionar imprudente, la remoción será a costo
suyo, la haga él mismo o la Autoridad.
Si por el contrario se obstruyera por causas naturales, o ajenas, será a cargo de
la Autoridad, la que luego podrá repetir el costo de quienes resulten
responsables”.
Obras de defensa
Art. 138º: “La restricción del segundo párrafo de la Ley, que obliga a la previa
autorización de toda obra nueva de defensa, contención o desvío, no se aplicará
en los casos previsto por el art. 2652 del Código Civil, en los cuales quien la
realice en defensa de su predio, sólo estará obligado a informar a la Autoridad,
con detalle de lo realizado.
Sin perjuicio de ello, podrá recurrir previamente a la Autoridad para darle a
ésta la oportunidad de resolver el caso de otro modo, o para solicitarle
asistencia técnica para el cálculo y realización de la obra, que en todos esos
casos será a costo exclusivo del particular”.
Contribución de los beneficiarios
Art. 139º: “En los casos en que la limpieza o remoción de obstrucciones, o la
autorización de construcción de obras de defensa, beneficien a terceros, la
Autoridad podrá disponer la colaboración parcial, material o económica, de
parte de los beneficiados”.
Uso de los márgenes para medición de caudales y navegación, flotación,
pesca, salvamento y vigilancia.
“Comentario”: Esta disposición de la ley es ostensiblemente parcial, en el
sentido de estar referida sólo a ciertos casos, a saber, aquellos en los que
indubitablemente estemos ante cauces públicos de aguas públicas, que no
estén ubicados dentro de predios privados cerrados, y de los cuales las
propiedades de particulares sean meramente "linderas".
Por ello se torna imprescindible que la reglamentación, sin alterar la norma, sea
más amplia, contemplando inclusiones y exclusiones de sus disposiciones, que
eviten malos entendidos o aplicaciones extendidas que caerían en pura
ilegalidad.
Art. 140º:
a) Los propietarios limítrofes de ríos, arroyos, canales, lagunas y embalses
del dominio público que sean navegables, estarán sometidos a la
restricción que contempla el Código Civil Argentino y el art. 140 de la Ley
12.257.
b) Igualmente sufrirán dicha restricción, quienes resulten propietarios
limítrofes de cursos y depósitos de agua que corran o se encuentren en
terrenos del dominio público del Estado.
c) No estarán sujetos a tal restricción quienes sean propietarios de los
cauces y lechos por los que corran o en los que se encuentren las aguas
superficiales, por estar sus superficies incluidas en la superficie total de
su predio según sus títulos y mensuras vigentes. Tampoco serán
alcanzados por tal restricción los titulares de predios que sean
atravesados o en cuyo interior haya cauces y aguas públicas, dentro de
los límites de su propiedad.
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En todos estos casos, la potestad del Estado se limitará a poder ejercer por sí y
eventualmente exigir de los particulares permiso de acceso, para el
cumplimiento de acciones de control del curso normal de las aguas, medición
periódica de su nivel, toma de muestras de calidad, y realización de obras
públicas, o remoción de obras privadas que provoquen alteraciones dañosas o
peligrosas para el interés general.
Indemnización
Art. 141º: “En todos los casos de constitución de servidumbres o de ejercicio de
servidumbres construidas, se deberá indemnizar integralmente al titular del
fundo sirviente, en todos los rubros y consecuencias en que lo afecte, por todo
el período de vigencia de la servidumbre y en la medida de su afectación,
rigiéndose su determinación por los criterios de las normas expropiatorias”.
Costa Atlántica
Art. 142º: “La disposición de la Ley será operativa, toda vez que la Autoridad
fije la línea de ribera para cada sector costero en que quiera hacer valer esa
restricción”.
Conservación de desagües naturales
Art. 143º: “El camino de sirga o el área de uso privado restringido, regirán
respecto de los propietarios linderos de todos aquellos ríos, canales y lagunas
que sean de dominio público y no se encuentren encerrados dentro de sus
propiedades privadas.
Si la Autoridad pretendiera restringir el uso privado también dentro de los
dominios particulares, deberá expropiarlas si el destino fuera permanente, o
establecer servidumbre onerosa y transitoria, haciéndose cargo de
indemnización integral como la establecida en el art. 141 de esta
reglamentación”.
-
El “proyecto oficial” empeora la restricción sin aportar
conceptual respecto del principio general de aplicación.
claridad
Capítulo II
DEL DERECHO DE EXPROPIAR, OCUPAR O CONSTITUIR SERVIDUMBRE
SOBRE INMUEBLE AJENOS
Servidumbres y Expropiación
“Comentario”: La reglamentación de este texto, requiere de la reiteración del
principio restrictivo que debe regir toda imposición de limitaciones dominiales,
máxime teniendo en cuenta que la casuística de la norma está referida a casos
en que se podrá afectar un dominio privado, en favor de terceros concesionarios
o permisionarios, que, aunque cumplieran con tareas o prestaciones públicas,
encomendadas, delegadas o autorizadas por el Estado, estarán a cargo y serán
en beneficio directo de ellos, en detrimento del interés de los afectados.
Art. 144º: “Sin perjuicio de lo dispuesto expresamente en el artículo 144 de la
Ley, toda expropiación y constitución de servidumbre que se contemple en ella
y luego en la realidad se concrete, deberá realizarse ateniéndose a lo dispuesto
por esta reglamentación en este Título IX y por los principios establecidos en la
Constitución Nacional, Constitución Provincial y Ley Provincial de
Expropiaciones.”
Derechos de la Provincia
Art. 145º: “La Provincia podrá ejercer iguales derechos a los descriptos,
estando sometida a las mismas restricciones reglamentadas”.
Carácter Accesorio
Art. 146º: “sin reglamentación”.
Solicitud
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Art. 147º: “sin reglamentación”.
Procedimiento para su constitución
Art. 148º: “El procedimiento breve y la forma de notificación que prevé la ley en
este artículo, no deberá afectar el derecho de defensa del potencial afectado,
debiendo constatarse que ha sido debidamente notificado en forma personal o
en domicilio inequívoco y pudiendo presentarse con los medios de prueba que
estime corresponder, incluyendo los valores económicos en juego por
indemnización en todos los conceptos”.
Extinción
Art. 149º: “sin reglamentación”.
Servidumbre de paso para aprovechamientos comunes
“Comentario”: Debe evitarse que retóricamente se pueda llegar a una
aplicación inorgánica y asistemática del régimen reglamentado, por lo que en
este artículo se deberá reiterar el carecer restrictivo respecto de toda restricción
de los derechos individuales.
Art. 150º: “Para los casos previstos en el artículo 150 de la Ley, deberá
respetarse:
a) Lo dispuesto por esta reglamentación respecto de los artículos 136, 140, 141
y 144 según los textos reglamentarios precedentes.
b) Atento la expresa previsión del Artículo 25 de la Ley 12.257, en cuanto
limita el uso de aguas públicas, a los fines allí previstos y al hecho de que se
acceda sin ingresar en inmueble ajeno, en caso que la Autoridad del Agua
resolviera establecer una servidumbre de paso para acceder a la masa
hídrica, deberá indemnizar previamente en forma integral a los afectados, tal
como se ha dispuesto precedentemente”.
Capítulo III
DE LA VIA DE EVACUACION DE INUNDACIONES O DEL ANEGAMIENTO Y
DE LAS ZONAS DE RIESGO HIDRICO
Fijación y Demarcación
Art. 151º: “La remisión del artículo 151 del Código está dirigida al artículo 137
(Obstrucción natural del escurrimiento) del mismo cuerpo legal.
El “mapa de riesgo hídrico” es una previsión insoslayable de la Autoridad.
Pero cuando se refiera a obras hidráulicas nuevas o a zonas en las que existan
obras hidráulicas que afecten a particulares, la disposición legal no será
operativa ni oponible a los particulares, si no se ha confeccionado y firmado con
ellos previamente un “acta de compromiso” que contenga:
a) La descripción detallada de las obras y su proyecto definitivo;
b) La recurrencia con que fueron calculadas;
c) Los caudales y las cotas máximas previstas;
d) El detalle de las obras de regulación aguas arriba y abajo, y la
descripción de su manejo;
e) Un sistema específico de “alarma”, de modo que si se presentan
situaciones de alerta, automáticamente o de inmediato, se activen aguas
arriba y/o aguas abajo las medidas de regulación y manejo previstas para
evitar que las obras sean rebasadas en su capacidad receptiva y
conductora.
La obligación de elaborar y firmar el acta por parte de la Autoridad, será
condición inexorable de cualquier obra nueva que involucre propiedades
privadas o las afecte en forma directa por colindancia, de modo que no se
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podrán imponer obligaciones o restricciones si no se cuenta con ese
documento de expreso acuerdo, así como no se les podrá exigir a los
firmantes en el futuro mayores restricciones a las previstas en el acta,
salvo por otro nuevo acuerdo.
Toda emergencia o catástrofe que supere las previsiones, sea por tener
una magnitud superior a la tomada en cuenta para el cálculo y
elaboración del proyecto en razón de la recurrencia o promedio
considerados, sea por falta de mantenimiento de las obras, sea por la
aparición posterior de nuevos aportes clandestinos no detectados o
controlados por la Autoridad, sea por errores de manejo del sistema, sea
por desatención del alerta o no activación a tiempo de las respuestas
previstas en el sistema de alarma, o sea por cualquiera otra causa
imputable a la acción u omisión de la Autoridad, obligará al Estado a
hacerse cargo de la crisis, recomponer las obras y compensar con
indemnización los daños y perjuicios sufridos por los particulares.
Criterio para la Demarcación
Art. 152º: “sin reglamentación”.
Uso productivo para las áreas de riesgo
Art. 153º: “El informe que prevé el art. 153 de la Ley deberá ser elaborado por
el área ministerial de asuntos agrarios con incumbencia técnica en materia de
suelos, y valdrá como simple recomendación con el fin de aportar apoyo
profesional para mejorar la producción en esas áreas de potencial riesgo
hídrico.
El contenido de las actas a que se refiere el art. 152 de esta reglamentación,
deberá ser tenido en cuenta para deslindar y atribuir las responsabilidades
públicas y privadas en razón de las obras y conductas de manejo del agua”.
-
El “proyecto oficial” es insuficiente.
Obras Hidráulicas aguas arriba
Art. 154º: “Todas las obras, nuevas o existentes, deberán ser analizadas
incluyendo los riesgos hídricos, y su detalle y compromiso de manejo deberá
incluirse en las actas mencionadas en el art. 151 de esta reglamentación”.
Art. 155º: “sin reglamentación”.
Restricciones al dominio
”Comentario”: La norma contiene claramente un "acto lícito" del Estado, de
consecuencias dañosas para los particulares, porque: en primer lugar, prevé
lugares por los que en ciertos casos (para evacuar inundaciones) pasará el
agua, es decir que el Estado no está dispuesto a hacer nada para evitar esa
eventualidad. Por omisión prevista e intencional, sacrificará intereses privados.
El hecho de "respetar la naturaleza", no le exime de responsabilidad
indemnizatoria por tratarse de un acto voluntario de la autoridad, según la
pacífica jurisprudencia de la Corte Suprema Nacional. En segundo lugar,
previendo muy anticipadamente tal situación, la norma dispone que el Estado
podrá impedirle ciertas obras y actos a los titulares de los dominios de los
predios involucrados (lo dispone en tres incisos), con lo cual impone
restricciones adicionales al derecho de propiedad (además de los posibles daños
ya vistos) que también merecen ser indemnizadas.
Por lo tanto la reglamentación deberá, una vez más en este Título IX, establecer
el derecho indemnizatorio a favor de los afectados.
Art. 156º: “Toda restricción al dominio privado que la Autoridad imponga en
aras del interés público, además de tener que ser analizada con criterio
restrictivo y fundada en circunstancias demostrables, deberá reconocer la
consiguiente indemnización en los términos y con el alcance que le ha dado la
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doctrina jurisprudencial de la Corte Suprema Nacional en materia de
responsabilidad por los actos lícitos del Estado.
Por lo tanto las restricciones que el art.. 156 de la Ley impone, serán tratadas,
establecidas e indemnizadas por sí mismas, dado su carácter preventivo, a
favor de los afectados. Ello, sin perjuicio de la indemnización integral que les
pueda caber a los perjudicados por los daños sufridos derivados de la decisión
lícita del Estado de no evitar el pasaje por sus predios de las aguas que se
evacuen de otras zonas inundadas”.
Descarga de agua
Art. 157º: Se adopta el modelo oficial: “Cuando la vía de evacuación de
inundaciones atravesare fundos privados, el responsable de la operación deberá
dar aviso fehaciente a los propietarios de los mismos con antelación suficiente”.
TITULO X
DE LA COMPETENCIA, DEL PROCESO Y DEL SISTEMA
CONTRAVENCIONAL
Capítulo I
DE LA COMPETENCIA
Competencia de la Autoridad del Agua
“Comentario”: La primer disposición de este título, el artículo 158, en una
redacción amplia pero poco precisa, otorga a la Autoridad del Agua el carácter
de "autoridad de aplicación" de la ley, y el "poder de policía" respecto del
recurso hídrico.
Dicha asignación de autoridad, comprende la titularidad de potestades
indelegables a otros órganos. Por lo tanto serán de ejercicio exclusivo de la
Autoridad y le acarrearan la consiguiente responsabilidad por su accionar.
La reglamentación deberá decirlo expresamente, cubriendo las falencias del
texto legal.
Art. 158º: “Además de la competencia expresa que la ley le atribuye y las
consiguientes responsabilidades derivadas del ejercicio de esas potestades, la
Autoridad del Agua podrá proponer al Poder Ejecutivo el dictado de normas
reglamentarias y complementarias de la legislación vigente”.
-
El “proyecto oficial” es insuficiente.
Capítulo II
DEL PROCEDIMIENTO ANTE LA AUTORIDAD DEL AGUA
Procedimiento
Art. 159º: “Toda tramitación de peticiones, autorizaciones, descargos y
recursos referidos a los temas incluidos en la Ley 12.257, al igual que los
procesos especiales como los de clandestinidad o los de obra nueva y todo otro
que se instituya en materia de las regidas por el Código, se tramitarán por ante
la Autoridad del Agua por los regímenes procedimentales que las normas
establezcan, con especial respeto al derecho de petición y plena defensa de los
particulares, aplicándose siempre la ley de procedimiento administrativo
provincial en forma supletoria, así como por encima de la normativa específica
en tanto la norma general reconozca una mejor o más amplia defensa y respeto
de las garantías y derecho individuales”.
Apercibimiento previo
Art. 160º: “Toda imputación o advertencia deberá ser fehacientemente
notificada por parte de la Autoridad a quien resulte involucrado, previamente a
cualquier toma de decisión o acción que afecte a los particulares, otorgándoles
un plazo razonable para su respuesta o descargo”.
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Casos especiales
Art. 161º: “Una vez organizados o integrados los distintos Comité de Cuenca en
la forma prevista en esta reglamentación, la previsión y delegación que contiene
el art. 161 de la ley, quedará definitivamente en cabeza de esos órganos”.
Demanda contencioso administrativa
Art. 162º: “Dictada resolución definitiva de la Autoridad, si no restara ningún
recurso posible de interponer y si la misma encuadra en lo previsto en la ley de
procedimiento administrativo provincial y en el Código Contencioso
Administrativo, se abrirá la etapa judicial por ante la jerarquía judicial que
corresponda según lo indique la legislación vigente al momento de agotarse la
instancia administrativa”.
Capítulo III
DEL SISTEMA CONTRAVENCIONAL
Contravenciones
“Comentario”: El artículo 163 parece no tener arreglo. Su disparatado
contenido podría llevar a establecer que cualquier aparente apartamiento de
cualquier disposición legal, podría constituir una contravención punible. La
autoridad no daría abasto ocupándose de los procedimientos infraccionales,
que al fin y al cabo es la menos importante de las tareas que deberá cumplir.
Pero por otro lado, la reglamentación, de querer corregir tal magnitud de
falencia legal, se convertiría en una especie de código contravencional,
atentando contra su necesaria economía normativa y verdadera finalidad de
hacer operativas las normas centrales contenidas en la Ley.
Por ello parece lo más razonable, que la reglamentación deje en manos de
la Autoridad la categorización, calificación y evaluación de las posibles
contravenciones, así como el criterio de aplicación de las sanciones previstas en
la Ley 12.257.
Art. 163º: “Si bien cualquier apartamiento de las obligaciones y mandatos
contenidos en la Ley, pueden configurar una contravención, será la Autoridad
la encargada de establecer un régimen general contravencional, si lo estimare
necesario. De todos modos, ante cada caso deberá determinar la configuración,
calificación y categorización de una eventual contravención, su carácter
infraccional y la sanción que cupiere, si se la considerara punible”.
-
El “proyecto oficial” no corrige el vicio de la ley.
Sumario
Art. 164º: “sin reglamentación”
-
El “proyecto oficial” omite otros procedimientos y su correlato con el
procedimiento administrativo general.
Delitos
Art. 165º: “sin reglamentación”.
Sanciones
Art. 166º: “El tipo de sanción, así como los montos de las multas, por tratarse
de cuestiones cambiantes según los hechos que las pueden provocar y variables
con el paso del tiempo, podrán ser completados y actualizados por acto
administrativo de la Autoridad, que deberá publicarse en el Boletín Oficial y
deberán ser informados con detalle a todo particular que sea intimado, con la
primer notificación que se le haga”.
Art. 167º: “De la evaluación que haga la Autoridad, resultará si corresponde la
acumulación de las penas previstas en el art. 167 de la ley, la que sólo deberá
establecerse con carácter excepcional.
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La segunda parte del articulo de la ley, no será aplicable si vulnera el derecho
de propiedad del sancionado respecto de cualquier tipo de bien de su
titularidad”.
Art. 168º: “La sanción pecuniaria que se estableciere, en ningún caso podrá
superar los montos máximos vigentes a la época en que se notificó por primera
vez al posible protagonista o responsable de una infracción”.
Art. 169º: “La prescripción liberatoria prevista en la ley comenzará a correr a
partir de la fecha en que se cometió la infracción, si la misma puede ser
demostrada por la parte infractora; en caso contrario, correrá desde que la
Autoridad tomó conocimiento formal o informal de la infracción cometida”.
Cesación de conductas o acciones nocivas
Art. 170º: “La Autoridad debe intimar en forma fehaciente a todo particular
involucrado, para que cese su conducta nociva o infractora, con los requisitos,
procedimientos y alcances que se prevén en este Título X”.
Apremio
Art. 171º: “sin reglamentación”
TITULO XI
DISPOSICIONES ESPECIALES PARA CORRELACIONAR EL REGIMEN
JURIDICO DEL AGUA CON EL DE OTRAS ACTIVIDADES Y RECURSOS
NATURALES
“Observaciones”: En una pésima técnica legislativa, la Ley 12.257 en su
último Título regulatorio (el último llamado Título Final sólo contiene
"disposiciones transitorias" y "disposiciones generales" de compatibi-lización
normativa), repite generalidades referidas al objeto de la Ley (art. 172), salta a
un caso particular (art. 173), reitera sus falencias en materia de afectación del
dominio privado (art. 174), e invade jurisdicción administrativa que le es ajena
(art. 175).
Sólo merecen alguna aclaración reglamentaria:
El artículo 172, para que quede claro que la norma sólo se está refiriendo al
agua pública objeto del servicio público de provisión para su consumo.
El artículo 174, para evitar una vez más un equívoco (esta vez el último)
respecto de las restricciones al dominio privado.
El artículo 175, para compatibilizar las esferas de acción con el M.A.A.
De los permisos y concesiones
Art. 172º: “El artículo 172 de la Ley 12.257, está referido al agua pública
destinada a su provisión para consumo a través del respectivo servicio público,
que habiendo sido concesionado con anterioridad a su vigencia, resulta
igualmente alcanzado por sus objetivos y por su Autoridad”.
Fraccionamiento de inmuebles para vivienda
Art. 173º: Se acepta la “idea” del “proyecto oficial”: “A los efectos de la
aplicación del art. 173 de la ley, sin perjuicio de lo que dispone la misma y esta
reglamentación, deberá respetarse prioritariamente lo dispuesto por la
legislación provincial sobre ordenamiento territorial y uso del suelo, obrando
las normas sobre aguas como complementarias”.
Reserva de márgenes fiscales y servidumbres
Art. 174º: Respecto de lo dispuesto en el artículo 174 de la Ley, en cuanto
pueda afectar al dominio privado, toda restricción que en función de esa norma
se establezca, estará regida por lo dispuesto en esta reglamentación”.
Bosques protectores
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Art. 175º: “Dada la vinculación que existe en la naturaleza entre el recurso
hídrico y la forestación, la Autoridad del Agua deberá requerir el consejo y la
eventual intervención de la autoridad forestal provincial dependiente del
Ministerio respectivo, antes de tomar cualquier decisión que contemple o
conlleve alteraciones en plantaciones, bosques y montes. De igual modo se
requerirá reciprocidad de consulta previa de parte de aquella autoridad
ministerial en casos similares”.
TITULO FINAL
Capítulo I
Disposiciones transitorias
Art. 176º: Se acepta la “idea” del “proyecto oficial”: “Los permisos y concesiones
existentes, mantendrán su vigencia en la medida que se dé cumplimiento a las
condiciones establecidas en la ley y en esta Reglamentación. La autoridad
otorgará un plazo razonable de adaptación a las nuevas exigencias, en cada
caso, en razón de la especificidad y circunstancia de los mismos”.
Concesiones y permisos transitorios
Art. 177º: “Hasta tanto se conforme e instale la nueva integración, organización
y funcionamiento de los organismos e institutos previstos en esta
Reglamentación, la actual Autoridad del Agua podrá tomar las resoluciones
pertinentes, aplicando estrictamente las normas vigentes, bajo su
responsabilidad”.
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