Modelos e Indicadores - Banco Central de la República Dominicana

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INDICE
CAPITULO VII: MODELOS E INDICADORES.......................................................................................... 279
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (I de III)..................................................... 281
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (II de III).................................................... 289
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (III de III)................................................... 299
Encuesta de Opinión Empresarial:
Herramienta Útil de Medición de Tendencia en República Dominicana............................................... 311
Indicadores de Productividad Laboral................................................................................................... 317
Sistema de Indicadores Líderes Regionales. Importancia de su Implementación
en Centro América y República Dominicana.......................................................................................... 321
modelos e indicadores
Modelística Macroeconómica en la República Dominicana
(I de III)
Por Julio G. Andújar Scheker
E
n los últimos años se ha desarrollado en el
país una incipiente literatura orientada a
explicar el comportamiento de la economía
a través de modelos econométricos.
Esta
literatura ha contribuido a un mejor entendimiento
de la economía a la vez que ha aportado medios
más idóneos para la realización de pronósticos
de mediano y largo plazo que los utilizados
tradicionalmente en la República Dominicana
(RD). No obstante estas contribuciones, falta
establecer una conexión entre las investigaciones
que forman parte de este cuerpo literario y los
modelos macroeconómicos construidos por
economistas de las generaciones precedentes. Esta
serie de artículos, que forma parte de un proyecto
de investigación orientado a recopilar, analizar y
entender la modelística macroeconómica en la RD
en los últimos 40 años, constituye un esfuerzo para
establecer esa conexión.
Intriligator (1983) define un modelo como la
representación simplificada de un fenómeno o
proceso con la intención de explicarlo, predecirlo
o controlarlo. Los primeros modelos desarrollados
en RD contienen poca o ninguna econometría y
pueden asociarse a lo que se conoce en la literatura
como Modelos Macroeconómicos de Consistencia.
La falta de recursos tecnológicos, de capital
humano y de capacidad técnica son algunos de los
factores que limitan el uso de la econometría de
los primeros modelos. A medida que estos factores
comienzan a experimentar mejoría, se comienzan
a construir Modelos Macroeconométricos como
alternativa y en algunos casos, como complemento,
de los modelos de consistencia.
I. Hacia una Clasificación por Etapas
El estudio de la modelística macroeconómica en
la RD requiere de una clasificación por etapas
que permita el análisis y la comprensión de los
distintos modelos en el contexto histórico en
Ver Nueva Literatura Económica Dominicana, varios tomos, Banco Central
de la República Dominicana.
Los Modelos Macroeconómicos de Consistencia asumen diferentes
formas. En RD se han construido modelos Keynesianos y Kaleckianos, de
Programación Financiera, de Brechas, de Acervo-Flujo y de Insumo-Producto,
entre otros.
281
que fueron construidos. Esa clasificación solo
es posible mediante un estudio minucioso de los
cambios estructurales más importantes acaecidos
en la economía durante el periodo de análisis. La
estructura de la economía depende, en gran medida,
de la estrategia de desarrollo que se adopte en un
momento determinado. Entre 1960 y 1990—con
sus altas y bajas—RD mantuvo en funcionamiento
una estrategia de desarrollo basada en la sustitución
de importaciones (ISI).
Cardoso y Helwege (1997) identifican algunas
características comunes a los regímenes ISI en
América Latina. La sobrevaluación del tipo
de cambio real con el objetivo de subsidiar las
importaciones de insumos de las industrias ISI
es una de ellas. Asimismo, las economías ISI en
la región presentan altos niveles de protección y
un exagerado crecimiento en sectores intensivos
en capital (industrias) a expensas de sectores
intensivos en mano de obra (agricultura). El control
de precios en ciertos mercados y el subsidio de las
tarifas de los servicios públicos básicos es otra
característica de este tipo de economía.
Durante años, RD mantuvo un tipo de cambio fijo y
permitió altos niveles de volatilidad en la inflación
lo que es consistente con la sobrevaluación real
que caracteriza las economías ISI (ver gráficas 1
y 2).
Gráfica 1
Banco Central de la República Dominicana
282
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
Grado de Apertura Económica* de la
República Dominicana
100%
95%
90%
85%
80%
75%
70%
65%
60%
55%
50%
45%
40%
Tipo de Interés Activo Bancos Comerciales
Serie mensual Ene-1980 a Nov-2004
En porcentaje
45
35
30
25
20
Ene-0 4
Ene-02
Ene-00
Ene-98
Ene-96
E ne-92
Ene-90
Ene-88
Ene-86
Ene-84
Ene-8 2
Ene-94
Liberación del
mercado en Ene-1991
Ene-80
10
*Coefic. Apert. = (X+M) / PIB
En cuanto a la producción doméstica, el cambio
estructural de mayor importancia es la reducción
de la participación de sectores intensivos en
mano de obra (agricultura), inicialmente como
un proceso de transferencia a sectores intensivos
40
15
1980-2003
110%
105%
2002
Otros cambios estructurales ocurridos en los
sectores financiero y externo refuerzan esta noción
de profunda transformación económica. Mientras
en el sector financiero se liberalizaron las tasas de
interés, en el sector externo se redujeron aranceles
y se eliminaron barreras comerciales lo que redujo
notablemente la protección efectiva de la economía
dominicana.
Gráfica 3
2000
Luego de la firma del Acuerdo Stand-By de 1984
con el FMI se abandona el régimen cambiario
fijo y se adopta un sistema de flotación manejada,
lo que incrementa la volatilidad en el mercado
cambiario. En contraste con este aumento en la
volatilidad cambiaria, la inflación se hace más
estable a partir de la apertura económica de 1990.
Estos cambios indican que la estructura económica
que se modeló desde la adopción de las políticas
ISI hasta su abandono es muy diferente a aquella
que se ha modelado a partir de la liberalización de
1990.
La apertura de la economía al sector externo se
muestra en la gráfica 4, medida a través de la
relación exportaciones e importaciones sobre
el PIB. Al igual que en los casos anteriores,
se observan grandes diferencias entre los años
que corresponden a la estrategia ISI y los años
posteriores a las reformas de los noventa. Resulta
obvio que a partir de la liberalización comercial—
impulsada por la reforma arancelaria de 1990—
la economía dominicana presenta mayores
grados de apertura, lo que obliga al modelador a
incorporar el impacto de los choques externos en
el comportamiento de los agentes locales.
Gráfica 4
1998
Ene-04
Ene-03
Ene-02
Ene-01
Ene-00
Ene-99
Ene-98
Ene-97
Ene-96
Ene-95
Ene-94
Ene-93
Ene-92
Ene-91
Ene-90
Ene-89
Ene-88
Ene-87
Ene-86
Ene-85
Ene-84
0%
Ene-83
10%
1996
20%
1994
30%
1992
40%
1990
50%
1988
60%
1986
70%
1984
80%
1982
Serie Mensual Ene-1983 a Oct-2004
En porcentaje
90%
El impacto de la liberalización financiera en
el comportamiento de la tasa de interés activa
promedio de los bancos comerciales se observa
en la gráfica 3. En la década de los ochenta, las
decisiones de tasas de interés eran una prerrogativa
administrativa del Banco Central, por lo que los
cambios en esta importante variable se daban
de forma discreta. Con la liberalización la tasa
de interés activa pasa a ser determinada en el
mercado, presentando fluctuaciones continuas
y un comportamiento cíclico lo que dificulta la
modelación.
1980
Gráfica 2
Tasa de Inflación Anualizada
Las variables financieras tienden a ser más volátiles que las variables reales.
Por ello, es común que en muchos casos se consideren ruido blanco y/o se
modelen de forma no lineal.
Oeconomia
283
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
en capital (manufactura). En una segunda etapa,
tanto el sector primario como el sector secundario
de la economía ceden espacio a servicios como
Comunicaciones y Hoteles, Bares y Restaurantes,
los cuales incrementan su participación en el PIB a
partir de los años ochentas.
Tabla 1
económicos afectando la capacidad predictiva de
los modelos. La pobreza de los datos estadísticos
y la falta de herramientas tecnológicas adecuadas
(computadoras, programas econométricos etc.)
dificultaron el trabajo del modelador. Los modelos
más importantes construidos en esta primera fase
fueron Cabral (1959, 1962), Ravelo (1966) y Canto
(1977).
En abril de 1959, Manuel José Cabral (MJC)
escribió su tesis de honor en la Universidad de
Harvard en la cual presentó un programa de
desarrollo para la economía dominicana basado
en una descripción del comportamiento de dicha
economía a través de un modelo macroeconómico.
Este trabajo es ampliado en 1962 mediante la
introducción de un modelo econométrico, lo
que constituye un hito en la modelización de la
economía dominicana.
Tomando en cuenta los cambios estructurales que
ha experimentado la economía resulta conveniente
clasificar la modelización macroeconómica en
la RD en cuatro etapas. La primera etapa abarca
el período 1960-1977 y en ella se modela una
economía que produce y exporta bienes primarios
y que presenta las características esenciales de un
esquema ISI. La segunda etapa comprende los años
entre 1978 y 1986, época en que se comienza una
transición hacia una economía de servicios y en la
que el esquema ISI muestra los primeros signos
de agotamiento. La tercera etapa de modelización
incluye los años 1987-1995 en que se completa
la transición de una economía ISI altamente
intervenida a una mas orientada hacia el mercado.
La cuarta y última etapa se enfoca en los modelos
construidos a partir de 1996 que cubren una
economía reformada en pleno funcionamiento.
II. Modelos Macroeconómicos en RD: 19601977
La primera etapa de modelización estuvo
condicionada por varios factores. La inestabilidad
política hizo más pronunciados los ciclos
Este transferencia es consistente con lo observado en Cardoso y Helwege
(1997) para América Latina.
MJC parte de un análisis de la economía y la
política dominicana en el período 1950-1962 como
paso previo a la construcción del modelo. Las
características más relevantes de esta economía son
un incremento sostenido del gasto gubernamental,
una balanza comercial mayormente positiva y
un crecimiento anualizado superior al 6.0%. Asimismo, MJC resalta que el 70% de la población
dominicana en este periodo vivía en áreas rurales
y el 60% de la propiedad en el sector industrial
era pública. Más aún, 93% de las exportaciones
dominicanas estaban concentradas en 5 productos
agrícolas y 1 producto minero.
Para modelar una economía con estas
características, MJC parte de una identidad
simple de contabilidad nacional donde el PIB
Un dato que revela el ambiente de precariedad en que se realizaron los
primeros modelos era la ausencia total de economistas con entrenamiento para
hacer modelos. A principios de los años sesenta la carrera de economía apenas
comenzaba a impartirse en RD (Despradel, 2005).
Un trabajo citado por varios autores y que parece tener relevancia es el de
Michael J. Applegate, consultor multilateral y profesor de la Universidad
del Estado de Oklahoma, que construyó un modelo para la economía
dominicana en 1976. Este modelo, sin embargo, no está disponible y los
esfuerzos realizados por el autor de este artículo para conseguirlos resultaron
infructuosos.
Veáse Cabral (1962), pág. 13.
Ibid, pág. 5.
Banco Central de la República Dominicana
284
es igual a la suma del consumo privado, el
consumo del gobierno, la inversión bruta fija y
las exportaciones de bienes y servicios, menos la
suma de las importaciones de bienes de consumo
y de bienes de capital. Siguiendo la tradición
keynesiana, el autor va introduciendo funciones
lineales para el consumo privado, el consumo
de gobierno, las exportaciones y los dos tipos de
bienes importados.
El modelo estima inicialmente los coeficientes de
estas cinco ecuaciones de comportamiento para
el período 1953-64, haciendo énfasis en el análisis
de correlación para medir su significancia. Entre
sus resultados MJC muestra que el principio de
aceleración de Harrod no se cumple y por tanto
las necesidades de inversión de la economía, a
pesar del crecimiento esperado, aumentan. Otro
resultado interesante es que el modelo predice
un decrecimiento de la propensión marginal al
consumir sin que esto implique un aumento del
ahorro.10
El modelo de MJC es un modelo estático que
contiene 21 ecuaciones y 21 variables lo que
garantiza que hay una solución (Cabral 1962,
página 38). Para probar su validez, MJC realiza
pruebas dentro de la muestra lo que provee
buenos resultados, sobre todo para el consumo y
la inversión. Posteriormente, el modelo se utiliza
para comparar seis alternativas de políticas y
ofrecer recomendaciones al gobierno. Aunque
constituye un esfuerzo valioso, el modelo tiene
limitaciones inherentes a la época en que fue
construido. La pobreza de los datos es obvia y el
mantenimiento de coeficientes constantes en el
modelo indica que todavía no se había conocido la
famosa crítica de Lucas.11 Otro supuesto débil del
Para entender a plenitud el trabajo de MJC el lector debe situarse en la época. Dado
el grado de desarrollo de las técnicas econométricas y el hecho de que las series
utilizadas eran muy cortas como para validar pruebas de hipótesis de los coeficientes,
el autor se concentra en el coeficiente de correlación para medir significancia.
10
Este resultado se da por la partida de los Trujillo y las salidas de capitales
promovidas por allegados al régimen para evitar la expropiación en un gobierno
democrático.
11
La crítica de Lucas resalta la perdida de valor predictivo de modelos cuyos
parámetros no cambian a pesar de que en la economía ocurren cambios
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
modelo es la adopción de un coeficiente capital/
trabajo constante, tal y como se tiende a hacer en
los modelos de consistencia de brechas.
Un modelador prolífico durante esta primera etapa
fue Sebastián Ravelo (SR), economista de origen
Cubano que vino al país en los años sesenta como
consultor de la llamada Tripartita.12 Su trabajo más
importante en el periodo, Ravelo (1966), contiene
un modelo macroeconómico con el objetivo de
elaborar un Plan de Desarrollo para el quinquenio
1967-1971.
En Ravelo (1966) se elabora un modelo de
consistencia que guarda cierta relación con los
modelos de determinación de ingreso de tipo
keynesiano.13 Su punto de partida es el enfoque
keynesiano del gasto para la determinación del PIB.
Al igual que Cabral (1962), SR define relaciones
funcionales para el consumo privado, la inversión
privada y las importaciones, componentes esenciales
de la ecuación de equilibrio inicial.14 Manipulando
y sustituyendo estas ecuaciones en el equilibrio
inicial, SR obtiene la ecuación (2) que es la esencia
de su modelo.
Según esta ecuación, el ingreso (Y) depende del
financiamiento externo (Se) menos la proporción
de ese financiamiento que se consume localmente
(Semi); de las exportaciones menos el requisito
estructurales.
12
La tripartita es un convenio de tres organismos internacionales (BID, OEA
y CEPAL) orientado a profesionalizar el análisis económico en la región
en la década del sesenta. Años después, SR realizó carrera académica en la
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago.
13
En los años ochenta SR construyó al menos dos modelos más de la economía
dominicana, estos de origen kaleckiano. No debe sorprender la transición del
SR de modelos keynesianos a kaleckianos si se tienen en cuenta las similitudes
de ambos enfoques durante los años de la Gran Depresión. En este sentido,
veáse el prólogo escrito por Joan Robinson en 1974 a Kalecki (1980).
14
Las formas funcionales de SR son diferentes a las de MJC, aunque el
proceso de modelación es parecido, pues ambos trabajos parten de una
ecuación keynesiana de equilibrio. Más allá de estas similitudes las grandes
diferencias entre ambos trabajos radican en el uso de econometría por parte de
MJC y la construcción de un modelo teórico de consistencia sin econometría
por parte de SR.
Oeconomia
285
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
mínimo de importación para exportar X(1-mx); y
de el cambio en las importaciones para inversión
deducido un nivel mínimo de consumo (c-ami).15
Todo este resultado está deflactado por la
propensión marginal para financiar importaciones
con ahorro interno, representada por la expresión
del denominador.16
Con el objetivo de hacer ejercicios de estática
comparativa en su modelo, SR realiza la
diferenciación total de la ecuación (2), obteniendo
la siguiente expresión:
En resumen, el crecimiento económico es posible sólo
a través de un mayor financiamiento externo neto o de
un incremento en las exportaciones netas de insumos
importados. La magnitud de este crecimiento dependería
del multiplicador que es el inverso de las propensiones
marginales a importar y a consumir.
El resto del trabajo de SR consiste en variaciones
sobre esta fórmula sencilla. Por ejemplo, en un
momento se introduce la inversión y el consumo
público lo que lleva a la obtención de nuevos
multiplicadores. La idea central del modelo es
hacer énfasis en la importancia del financiamiento
externo para el proceso de desarrollo. En este
punto, Ravelo (1966) coincide con los modelos de
programación financiera o los modelos de brecha
que tratan de identificar faltantes que necesitan ser
cubiertos mediante financiamiento.17
Una de las críticas más recurrentes al modelo de
brechas financieras es que plantea la existencia
de una relación constante entre el crecimiento y
la inversión a la vez que afirma que la inversión
necesaria para alcanzar una tasa de expansión
El nivel de consumo mínimo está representado por c, mientras mi=δMi/
δI, donde Mi son las importaciones de bienes y servicios de inversión e I
representa la inversión total.
16
Ver Ravelo (1966), pp. 2.
17
El origen de los modelos de brechas financieras hay que buscarlo en los
artículos seminales de Harrod (1939) y Domar (1946) y en el trabajo posterior
de Chennery y Strout (1966).
15
determinada puede ser financiada con ayuda
externa en una proporción uno a uno (Easterly
1999, pp.3). El modelo de SR puede ser criticado
sobre esta base ya que en el mismo, el crecimiento
del PIB depende del financiamiento externo para
cubrir el exceso de demanda interna creado por
el propio proceso de desarrollo.18 En adición,
la relación crecimiento-financiamiento externo
en Ravelo (1966) depende de las propensiones
marginales a importar y a consumir, las cuales se
asumen constantes. Este supuesto que proviene
del modelo keynesiano tiene sus limitaciones en
un enfoque de largo plazo.
Canto (1977), el otro modelo de importancia
construido en esta primera etapa, consiste en un
modelo monetario de balanza de pagos (MMBP).19
Este tipo de construcción teórica se asocia a la
economía clásica y resurge a finales de los años
sesenta con los trabajos de Mundell (1968), Laffer
(1969) y Johnson (1972). El principio detrás de
este tipo de modelos es simple: Cualquier política
orientada a cambiar el componente doméstico de la
base monetaria bajo un régimen de tipo de cambio
fijo, será inefectiva porque se generará un cambio
de igual o parecida magnitud en el componente
externo de dicha base.20
El mecanismo de transmisión de los MMBP
se presenta en un esquema sencillo más abajo.
Inicialmente, el banco central incrementa la oferta
monetaria, lo que genera un exceso de liquidez y
una reducción en la tasa de interés. La reducción en
la tasa de interés lleva a una salida de capitales que
presiona la tasa de cambio hacia arriba y causa una
pérdida de reservas. Esta pérdida es equivalente a
una reducción de la emisión, lo que hace inefectiva
la política monetaria expansiva.
Ibid, pp.6.
Victor Canto es probablemente el economista dominicano de más alto perfil.
Durante casi 10 años fue profesor de la Universidad del Sur de California
(USC) y por otros tantos, presidente de A.B. Laffer, Canto y Asociados, firma
fundada por Arthur Laffer, reputado economista de la Universidad de Chicago
y quién fuera profesor y asesor de tesis de Canto.
20
Ver Canto (1976), pp. 1.
18
19
Banco Central de la República Dominicana
286
En caso de que estas causalidades se cumplan puede
comprobarse empíricamente que en una economía
con tipo de cambio fijo la política monetaria es
endógena. Por consiguiente, una forma de probar
el modelo monetario de Balanza de Pagos es
estimando una función de demanda de dinero que
dependa de unas pocas variables. Los residuales
de esta regresión serían el flujo excesivo en el
mercado monetario, lo que explicaría la variación
en la balanza de pagos. Precisamente, este es el
enfoque que adopta Canto en su modelo.
Al concentrarse en la estimación de una demanda de
dinero, Canto (1977) es más un modelo de mercado
de activos que un modelo macroeconómico.
No obstante esta limitación, como se explica a
continuación, partiendo del mercado de dinero
se puede hacer un análisis bastante completo del
comportamiento de la economía.
El modelo de Canto fue construido para responder
a una situación particular ocurrida a principios
de los años setenta. Con el objetivo de mejorar el
deterioro de la balanza comercial dominicana y la
pérdida de reservas que estaba experimentando,
el Banco Central aprobó regulaciones orientadas
a controlar la adquisición de moneda extranjera.
Canto utiliza su modelo para estudiar mediante
un análisis econométrico, el impacto de estas
regulaciones en la balanza de pagos, en la balanza
comercial, en la cuenta de capital, en el mercado
cambiario y en la inflación.
Las primeras dos ecuaciones del modelo de Canto
intentan medir el impacto de la política monetaria
en la Balanza de Pagos. Los resultados obtenidos
se resumen en las ecuaciones (4) y (5) que estiman
una regresión lineal simple donde las reservas
internacionales (IR) (solas o como proporción
del PIB) son determinadas por el exceso de flujos
monetarios (EM) que se obtiene de los residuales
de la ecuación de demanda de dinero.
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
En ambos resultados los coeficientes son
significativos y se comprueba la hipótesis de que la
política monetaria dominicana, bajo tipo de cambio
fijo, es endógena.
Para estimar el impacto de las nuevas regulaciones
en la balanza comercial, Canto adopta el enfoque de
absorción de Alexander (1952), en la versión más
moderna de Laffer (1974) y estima dos regresiones
lineales donde la balanza comercial depende de EM o
de g, que se define como el diferencial de crecimiento
entre la economía dominicana y la de su principal socio
comercial, Estados Unidos. Contrario a lo ocurrido
en las ecuaciones (4) y (5), los resultados no son
significativos, aunque se llega a la conclusión de que
el aumento de la demanda generada por una política
monetaria expansiva deteriora la balanza comercial
y, por tanto, las nuevas regulaciones agravarán aún
más el problema de las cuentas externas.
En lo adelante, Canto (1977) estima ecuaciones
lineales simples para medir el impacto de EM sobre
la cuenta de capital, el tipo de cambio y la inflación.
El resultado más interesante para el momento
que se realizaron las mediciones se observa en el
impacto sobre la inflación. Canto concluye que la
inflación dominicana, bajo el esquema de las nuevas
regulaciones, será importada en su totalidad y no de
origen monetario.
Los datos estadísticos utilizados en las estimaciones
de este modelo abarcan el periodo 1961-1974 y al
igual que en otros trabajos de la época se cuestiona
la validez de las series. Una de las críticas que
se les hace a los datos es que los mismos están
deflactados al año 1962, el cual fue muy inestable
para la economía dominicana.
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Oeconomia
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modelistica macroeconomica en la republica dominicana
(II de III)
Por Julio G. Andújar Scheker
L
uego del análisis de los aspectos esenciales
de la modelización macroeconómica en
la República Dominicana en el periodo 19601977, procedemos a discutir el periodo 1978-1986,
la segunda etapa de nuestra antojadiza clasificación
en cuatro etapas. Mientras en la primera etapa se
modeló más que nada una economía que producía
y exportaba bienes primarios y que operó bajo un
esquema de sustitución de importaciones, en la
segunda etapa se inicia el camino a una economía
de servicios y se observan los primeros signos de
agotamiento en el modelo ISI. Esta es la base sobre
la cual se modela. Veamos.
III. Entorno Interno y Externo (1978-86)
Hacia finales de los años setenta dos eventos
afectaron sensiblemente la economía dominicana.
Por un lado, el traspaso del poder político como
consecuencia de los resultados de las elecciones
presidenciales de 1978, marcó el inicio de una
etapa de mayor estabilidad social y política. Por
otro lado, el choque petrolero de 1979 contribuyó al
incremento de los petrodólares, creando la base para
el aumento del financiamiento de la banca privada a
los países de América Latina y eventualmente, para
la crisis de la deuda de los años ochenta.
En una coyuntura dominada a lo interno por los
cambios políticos y sociales y a lo externo por
el fuerte choque petrolero y la gestación de la
crisis de la deuda, el nuevo gobierno adoptó una
política de expansión del gasto corriente con el
objetivo de incrementar la demanda de bienes y
servicios y generar incentivos para un aumento en
la producción. Esta política de corte keynesiano se
conoció como el modelo de demanda in-ducida.1 El
entorno externo desfavorable, conjuntamente con la
expansión fiscal producto de la política de demanda
inducida, aumentó las presiones inflacionarias al
final de la década.
289
Gráfica I
Gastos Corrientes RD
Millones de RD$
Además de las influencias del entorno interno y externo
antes descrito, se observó durante la segunda etapa un
uso intenso de la planificación de mediano y largo
plazo en la modelación. Esta influencia representó
un signo de los tiempos, ya que aún se mantenía
vigente el paradigma del Estado Benefactor y se
guardaba un espacio importante para el gobierno
en la economía.
Gráfica II
Tasa de Inflación Anualizada
1970-1981
Esta segunda entrega de la investigación discute
siete trabajos elaborados durante el periodo que
nos ocupa: Ravelo (1980); Brito et al (1981);
McCarthy (1984); Ravelo y Gómez (1984); Ruffat
et al (1984); García Huidobro et al (1985); y CearaHatton (1985). Estos trabajos tienen en común la
matematización de relaciones ma-croeconómicas
que parten de una construcción teórica de origen
keynesiano.
En esta segunda etapa se observa un uso más
frecuente de técnicas econométricas aunque
todavía predominan los modelos contables o de
consistencia. Las instituciones multilaterales
continúan jugando un rol de primera línea en la
Banco Central de la República Dominicana
290
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
construcción de modelos. No obstante esto, se
advierte un incremento en el capital humano de
los economistas dominicanos, quienes dan pasos
de avance en cuanto al uso de mejores técnicas de
estimación.
En los párrafos siguientes se entra en el detalle
de cada uno de los modelos poniendo especial
atención en aspectos claves como: la ecuación
original de la que parte cada modelo; la ruta crítica
que sigue cada autor para construir otras relaciones
funcionales; las principales influencias la forma de
construcción del modelo; la forma de estimación;
los principales resultados; y los aportes más
originales del modelo.
IV. Modelos Macroeconómicos en RD (1978-86)
IV.1 Sebastián Ravelo y el Plan Trienal
El primer modelo, Ravelo (1980), es un modelo
post-keynesiano que estudia la fase analítica de un
plan de inversiones, hecho público por la Oficina
Nacional de Planificación (ONAPLAN). El principal
aporte del autor es la crítica que hace del Plan
Trienal de Inversiones, basado en los resultados
de su modelo de consistencia macroeconómica.
Con esta forma de encarar el análisis crítico del
plan, Sebastián Ravelo (SR) se aleja de la tradición
arraigada en los eco-nomistas dominicanos de
criticar los planes gubernamentales basados en la
ponderación de relaciones muy simples.2
El Plan Trienal de Inversiones estima la tasa
de crecimiento de la economía con un modelo
kaleckiano de medición del gasto del capital. SR,
por su parte, contrasta los resultados del plan con
un esquema teórico basado en Nasilorowski (1974).
Ravelo (1980) parte de una identidad que iguala
el crecimiento del producto interno bruto (r) a la
suma de las tasas de crecimiento de la productividad
laboral (a) y el empleo (b).
(1.1)
Utilizando datos de ONAPLAN, el modelador
calcula un crecimiento de la productividad laboral
de 2.4% en 1981-83. Luego estima el crecimiento
potencial per cápita asumiendo una tasa de
crecimiento de la población de 7.8% durante esos
tres años. En un tercer y último paso compara los
resultados de su modelo con los de ONAPLAN y
realiza algunas precisiones sobre el crecimiento no
proveniente de la inversión y la obsolescencia del
factor capital, variables relevantes en los modelos
kaleckianos.
SR llega a la conclusión de que para los años que
abarca el plan, el crecimiento debe basarse en un
aumento en la productividad y no en un crecimiento
vegetativo de las contrataciones.
La implicancia primera de esta conclusión es que
se hace necesaria la formación, especialización
y capacitación del recurso humano. El resto del
documento vuelve sobre el plan de forma tal que es
irrelevante para los fines de este análisis.
IV.2 Econometría y Planificación en el ILPES
La marcada tendencia a la planificación se observa
también en el segundo modelo, construido por Brito,
Veloz y Thelusma (BVT) en 1981 en el Instituto
Latinoamericano de Planificación Económica
y Social (ILPES). BVT elabora un plan para el
período 1980-1985, partiendo de los resultados
obtenidos con un modelo de 23 ecuaciones y 23
incógnitas, el cual es estimado por los autores
con técnicas econométricas.
El modelo de BVT parte del enfoque keynesiano que
estima la producción por el lado del gasto. A diferencia
de otros modelos que tienen este mismo punto de
partida, los autores separan variación de existencias,
S(t), e inversión bruta Ib(t), tal y como se observa en
la ecuación 2.1. Los restantes componentes de dicha
ecuación son: Vb(t) o el producto interno bruto; Cp(t)
y Cg(t), el consumo privado y del gobierno; y X(t) y
M(t), las exportaciones e importaciones de bienes y
servicios.
Vb(t)=Cp(t)+Cg(t)+Ib(t)+S(t)+X(t)-M(t) (2.1)
A partir de esta ecuación inicial se construyen las
relaciones funcionales comunes en la tradición
Oeconomia
291
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
keynesiana para variables como el consumo
privado, el ingreso disponible o el ingreso neto. Una
vez se tienen estas relaciones funcionales, se utiliza
la igualdad entre ahorro bruto e inversión bruta más
variación de existencias, para derivar la ecuación
2.2. Esta ecuación presenta la inversión bruta como
función del multiplicador de las importaciones de
capital (mk) y de la absorción de la economía (H).
El proceso de estimación del modelo es como
sigue. Cg, Ix y X, variables exógenas del modelo,
se proyectan con su tendencia histórica3. Los
parámetros de nueve ecuaciones, en su mayoría
propensiones marginales y elasticidades, se
determinan con regresiones simples utilizando
el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios
(MCO). Los resultados de estas estimaciones se
analizan en base al coeficiente de determinación
(R2) y a indicadores que verifiquen la existencia
de problemas en la estimación, como es el caso
del indicador de Durbin-Watson para autocorrelación.4 Con las variables exógenas y los parámetros
estimados se determinan las variables endógenas
del modelo.
En resumen, el modelo es ambicioso y desde el punto
de vista de la aplicación de técnicas econométricas
es el trabajo más intenso desde Cabral (1962). Este
es quizás su mayor aporte. En cuanto a los resultados
que se derivan de la estimación del modelo
macroeconómico para el período 1980-1985,
llama la atención el requerimiento de una mayor
intervención estatal en los asuntos económicos y la
propuesta de generar un sistema de incentivos que
promueva el desarrollo fuera de la ciudad capital.
IV.3 McCarthy y la Matriz de Contabilidad Social
Otra institución multilateral, el Banco Mundial, fue
responsable de la elaboración del tercer modelo
construido durante la segunda etapa. McCarthy
(1984) construyó un modelo cuyo objetivo era
evaluar alternativas de políticas para el primer
lustro de los años ochenta. En ese contexto, el
modelo toma como base un análisis exhaustivo de
la situación macroeconómica en 1979-82, el cual
muestra que los elementos de mayor influencia
en la economía durante esos años fueron el
incremento sostenido de los precios del petróleo y
la desaceleración mundial.
El impacto total del choque externo generado por
estos factores ascendió a 8.8% del PIB. La gráfica
más abajo confirma esta percepción ya que se
observa un deterioro en los términos de intercambio
de 3.7% y en el valor de las exportaciones de 3.1%,
con respecto al PIB.
Impacto del Choque Externo en RD
1979-1981 (% del PIB)
McCarthy (1984) tiene como objetivo estimar tres
escenarios para discutir alternativas de políticas. El
primer paso es la construcción de una base unificada
de datos representada por una matriz de contabilidad
social (SAM). En base a esta matriz, que constituye
una especie de fotografía de la economía en 1980,
se modelan posibles escenarios para la economía
dominicana en el período 1981-1983.
Una matriz de contabilidad social, como la
desarrollada en el modelo de McCarthy, es un
instrumento que divide arbitrariamente las variables
en exógenas y endógenas con el objetivo de estimar
multiplicadores que relacionen a dichas variables.
Estas matrices se han utilizado en el estudio de temas
como el desarrollo de estrategias de crecimiento, la
redistribución del ingreso, la política fiscal y el flujo
circular de la economía (Roland-Holst, 1995).
Banco Central de la República Dominicana
292
La matriz base en McCarthy (1984) tiene una
estructura de cuatro sectores (agricultura,
manufactura, construcción y servicios), dos
instituciones (pública y privada), tres cuentas de
capital (privada, gubernamental y de depre-ciación)
y dos cuentas financieras (doméstica y externa).
De esta matriz, se parte para hallar las identidades
básicas de la economía. Una vez se construyen estas
identidades se desarrolla el modelo con un esquema
muy simple.
En un primer paso, se determinan como variables
exógenas la inversión, las exportaciones y el
consumo. Una vez se tienen estos valores se obtiene
una demanda final, que bajo ciertas restricciones
tecnológicas arroja un producto final. En un segundo
paso, se forman los precios como función de las
variables exógenas precios de exportaciones, de
importaciones y de los factores de producción.
Una vez estimados los precios y el producto final,
se obtiene un valor agregado y eventualmente,
un ingreso para la economía. A partir de este
momento el modelo interactúa hasta que el ahorro
es exactamente igual a la inversión. Finalmente, se
calculan (la cuenta corriente, el modulo de deuda
y las necesidades de financiamiento).
El escenario base que resultó de correr el modelo
predijo para los años 1984 y 1985, crecimientos
respectivos de 0.3% y 1.5%. Asimismo, para
el final de la década estimó un crecimiento de
3.4%. El escenario optimista, por otro lado, arrojó
crecimientos de 2%, 3.5% y 6% en esos mismos
años. Un último escenario (pesimista) dio como
resultado crecimientos de -1.6%, 0.0% y 1.7% en
los tres años analizados. El escenario pesimista fue
el que mejor predijo lo que iba a ocurrir al cierre
de década, mientras el escenario optimista predijo
con errores tolerables los crecimientos de 1983 y
1984.
IV. Ravelo, Gómez y el Debate sobre la Estructura
Económica
A mediados de los años ochenta hubo un debate
intenso sobre cual era la verdadera estructura de la
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
economía dominicana. La Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra (PUCMM) participó en
ese debate, financiando una investigación destinada
a realizar “un diagnóstico cabal de la economía
dominicana” (Ravelo y Gómez, 1984, pp.35).
Esta investigación contiene el cuarto modelo
analizado en este trabajo.
El estudio de los profesores Sebastián Ravelo (SR) y
Neisy Gómez (NG) busca desarrollar un mecanismo
para obtener la estructura productiva global y
sectorial de la economía a través de un análisis en
tres etapas: antecedentes históricos; diagnóstico;
y diseño de políticas alternativas. Para los fines
de este artículo, la tercera parte, que contiene el
desarrollo del modelo, es la más relevante. Para
comprender el modelo, sin embargo, hace falta
comentar algunas de las conclusiones a las que SR
y NG llegaron en su análisis de la primera parte, los
antecedentes históricos.
La conclusión de mayor importancia en ese análisis
es el poco valor práctico que los autores encuentran
en las estadísticas para fines del modelo. Esta
debilidad estadística se justifica en aspectos como:
a) la ausencia de un cálculo directo del valor
agregado de los sectores;5 b) el desfase existente
en las tablas de insumo-producto que sirven de base
para el cálculo de los coeficientes técnicos utilizados
en la estructura del valor agregado; c) la inversión
por sectores, cálculo prácticamente inexistente;
d) la forma como se estiman las variaciones de
existencias;6 y e) la estimación del consumo privado
como una cuenta residual.
La debilidad de las estadísticas llevó a los autores
a diseñar un modelo diferente al que originalmente
habían concebido. En ese sentido, se busca una
estructura que utilice principalmente los datos más
confiables, de acuerdo al análisis histórico.
El modelo desarrollado es de corte Post-keynesiano
y utiliza técnicas marginales desarrolladas por SR
partiendo de un estudio que modela la economía
cubana de los años cincuenta.7 Cuatro ecuaciones
representan la base del modelo:
Oeconomia
293
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
La primera ecuación define el ingreso como función
del nivel de empleo en la economía. La segunda
ecuación (4.2) conecta ingreso y capital. La tercera
ecuación (4.3) define una relación capital-trabajo y
la cuarta (4.4) vincula el ingreso a la inversión.
Partiendo de estas ecuaciones se construyen
relaciones funcionales para el crecimiento del
producto y el crecimiento de la productividad del
trabajo. La fuente de los datos de empleo es la
información censal de 1960, 1970 y 1981.
Como se puede inferir, el foco de atención del
análisis de SR y NG es el empleo. Entre los
resultados claves del modelo se puede mencionar el
hecho de que la relación capital-trabajo se mantiene
inalterada en las décadas del sesenta y del setenta.
Asimismo, se observa un mayor aceleramiento del
PIB en los años sesenta con respecto a los setenta
como resultado de factores tecnológicos y no del
crecimiento vegetativo del empleo.
IV. BID: Un Modelo Estructural más allá de los
Datos
El quinto modelo construido durante la segunda
etapa es Ruffat et al (1984), una construcción teórica
patrocinada por la División de Estudio de Países del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ruffat
et al (1984) es un modelo ma-croeconométrico
estructural keynesiano en línea con el trabajo
desarrollado por el Premio Nóbel de Economía de
1980, Lawrence Klein.
Klein (1946) y Klein y Goldberger (1955)
construyeron los primeros modelos macroeconométricos estructurales de la economía estadounidense. Como todo modelo estructural, los
construidos por estos autores buscaban realizar
proyecciones macroeconómicas, analizar e
interpretar la información estadística a la luz de la
teoría económica.
Desde su aparición, los trabajos de Klein ganaron
aceptación y se generalizaron como el mecanismo
ideal para realizar proyecciones en los años
cincuenta y sesenta, tanto en el gobierno como en las
academias.8 En los setenta y ochenta, sin embargo,
este tipo de modelo se vio sujeto a fuertes críticas,
sobre todo luego de la publi-cación de los trabajos
seminales de Lucas y Sims.9 A partir de entonces,
los modelos estructurales fueron sustituidos o
complementados por modelos más simples de series
de tiempo que tienen poca o ninguna teoría en su
construcción.
Ruffat et al (1984) es un modelo con todas las
virtudes y defectos que tenían los modelos a la Klein
de entonces. Es decir, es un modelo plausible de las
críticas de Lucas (estabilidad de los parámetros) y
Sims (dificultad de proyectar variables exógenas).
Más aún, el modelo resulta en exceso ambicioso
para la disponibilidad de series económica en la
República Dominicana de los años ochenta.
El modelo de Ruffat et al mantiene una estructura
coherente, formada por identidades y ecuaciones de
comportamiento divididas en ocho grandes bloques:
1) gobierno; 2)PIB por las fuentes; c) PIB por el uso;
4) monetario; 5) precios y deflactores; 6) balanza de
pagos y deuda externa; 7) precios internacionales;
8) ingreso nacional y empleo.
La estructura de esos bloques no es muy diferente
a la de otros modelos expuestos en este trabajo,
como es el caso de McCarthy (1984). Por esta razón,
preferimos no entrar en detalles sobre la elaboración
de este esquema. En la siguiente entrega, sin
embargo, abordaremos dos modelos de tipo
estructural que presentan resultados interesantes
para la economía dominicana.
IV. PREALC y el Modelo Macro del Empleo
El sexto modelo construido en este periodo fue
elaborado a través del Programa Regional para el
Empleo en América Latina y el Caribe (PREALC)
de la Organización Internacional del Trabajo. García
Huidobro et al (1985) contiene un modelo de corto
plazo, orientado a estimar el impacto de ajustes
estructurales en la economía dominicana sobre el
empleo, el desempleo y el sub-empleo urbano. En
este sentido, el modelo de PREALC, aunque exhibe
Banco Central de la República Dominicana
294
algunas estimaciones econo-métricas, retiene las
características básicas de un modelo de consistencia,
más interesado en simular impacto de políticas que
en proyectar variables de mediano y largo plazo.
García Huidobro et al (1985) es un modelo de
ecuaciones simultáneas que incluye seis grandes
bloques sectoriales: externo; monetario; fiscal;
formación de precios; gasto agregado real; y
empleo. No obstante la simultaneidad del modelo,
cada ecuación se estimó independientemente
con el método de MCO, asumiendo estabilidad
paramétrica. La estabilidad paramétrica del
sistema de ecuaciones de los modelos estructurales de proyección es precisamente el origen de
la famosa Crítica de Lucas. De acuerdo a Lucas
(1976) el análisis basado en reglas de decisión
defectuosas producirá proyecciones condicionales
defectuosas.
Para enfrentar la limitación impuesta en el modelo
por el supuesto de estabilidad paramétrica, los
autores realizan varias corridas del modelo,
lo que permite obtener información sobre la
real sensibilidad de las variables a los choques
externos. Con estos ejercicios se otorga validez
al modelo como instrumento para el diseño de las
programaciones fiscal, monetaria y externa.
El bloque externo en García Huidobro et al (1985),
proyecta la capacidad de importar en el país (MRE)
como función de las estimaciones de ingresos de
exportación (XBS0ABPX0), endeudamiento
externo (ENDEX0), uso de reservas (DREG0) e
ingresos netos de factores del exterior (YEX0).
Estas variables se corrigen por el tipo de cambio
y se deflactan a precios de 1970, tal y como se
presentan en la siguiente ecuación:
En el bloque externo se incluyen además, una
ecuación que restringe las importaciones corrientes
al monto establecido en la ecuación 6.1 de capacidad
para importar. Asimismo, se calcula una ecuación
de comportamiento de las importaciones de bienes
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
y servicios para determinar econométricamente la
elasticidad de las importaciones con respecto al
producto.
El bloque monetario contiene cuatro ecuaciones que
reproducen un programa monetario consolidado a
través de las fuentes y usos del sistema bancario.
Su punto de partida es una ecuación que estima el
incremento posible del crédito al sector privado,
dadas las proyecciones de uso de reservas, oferta
y demanda de dinero y otras operaciones activas
y pasivas del sistema bancario. Se toma en cuenta
además, la tasa de interés regulada por la autoridad
monetaria. El bloque fiscal, por otra parte, toma
como punto de partida el balance de financiamiento
interno del gasto corriente consistente con las
variables relevantes del programa monetario y
presenta ecuaciones de comportamiento para
la inversión pública, la programación fiscal del
gobierno central y el consumo del gobierno
general.
En el cuarto bloque, la formación de precios
es autónoma y se establece bajo el supuesto de
economía pequeña y abierta con tipo de cambio fijo.
Es decir, los precios externos son el determinante
principal en la formación de precios. El quinto
bloque que representa al sector real, al igual que
en otros modelos aquí descritos, comienza en el
enfoque keynesiano del gasto y se diluye en formas
funcionales keynesianas para el consumo, el ingreso
y otras variables.10
El último bloque del modelo, el bloque del empleo,
parte de una ecuación de oferta de trabajo para el
año corriente y pasa por las relaciones funcionales
que determinan el empleo urbano total, el empleo
urbano privado y el empleo urbano del gobierno.
Dos aspectos dificultan el trabajo del modelador: la
complejidad para la realización de pronósticos de
las variables exógenas y las dificultades de acceso a
información reservada para la realización de política
de corto plazo.11
A este último punto se refieren los autores cuando
argumentan que el difícil acceso a la información fue
Oeconomia
295
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
la razón principal que los llevó a resultados fallidos
de algunos ejercicios de proyección basados en el
modelo. Según García Huidobro et al, “este tipo
de ejercicios (proyección con modelos) solo puede
efectuarse al interior de los centros de decisión
económica que manejan dicha información”.12
IV. Ceara Hatton: Modelando con Distribución
del Ingreso
El séptimo y último modelo, Ceara Hatton (1985),
tiene su origen en el debate existente a mediados
de los años ochenta sobre las bondades y defectos
de las estrategias de desarrollo hacia adentro
(sustitución de importaciones) o hacia fuera
(promoción de exportaciones). Miguel Ceara Hatton
(MCH) construye un modelo macroeconómico de
consistencia para de-mostrar que estas estrategias
más que ex-cluyentes, son complementarias.13 Este
modelo forma parte de una trilogía de trabajos
que construyen marcos analíticos para estudiar el
problema macroeconómico dominicano (MCH,
1982 y 1983).
El modelo que aparece en Ceara Hatton (1985)
establece formas específicas para el consumo
doméstico y el consumo externo, las cuales
determinan el producto, el ahorro, las ganancias y
otras variables económicas. Se asume la existencia
de una economía agro-exportadora en un proceso
ISI que abarca dos etapas. En la primera etapa,
se sustituyen bienes finales de tecnología simple
y en la segunda etapa, se reduce el coeficiente de
importación de la economía. MCH supone además,
que después de más de 20 años de estrategia ISI, RD
se encuentra en la segunda etapa del proceso.
El modelo parte de las identidades 7.1 y 7.2, las
cuales estiman el producto por un lado, a través de
las contribuciones de los trabajadores (CW) y los
capitalistas (CK), la inversión (I), las exportaciones
(X) y las importaciones (M) y por otro lado, a través
del salario (w), los precios (p).
De estas dos ecuaciones el modelo evoluciona
asumiendo que M es igual a CK más I, por lo que el
producto doméstico es la sumatoria de CW y X.
Otro supuesto es que los trabajadores consumen todos
sus ingresos y que los salarios son una proporción b
del ingreso mensual. Con estos supuestos, el nivel
de actividad económica termina dependiendo de
las exportaciones y de la distribución del ingreso
entre capitalistas y trabajadores. La inclusión de la
distribución del ingreso como parte del modelo es,
en nuestra opinión, la contribución más importante
del trabajo de MCH.
El modelo concluye identificando cuatro etapas
que debe agotar una economía que opera bajo una
estrategia ISI. En la primera etapa, la elasticidad
ingreso de las importaciones es mayor a 1 y la
estrategia genera un deterioro en las cuentas externas
y en la distribución del ingreso. Este deterioro va
cediendo gradualmente en la segunda y tercera
etapa. En la cuarta y última etapa, la elasticidad
se vuelve menor que 1 y ocurre una redistribución
del ingreso que favorece a los trabajadores. MCH
considera que en esta cuarta etapa es cuando se debe
intensificar la promoción de exportaciones. De aquí
que ambas estrategias sean complementarias.
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Modelística Macroeconómica en la República Dominicana III de III
Por Julio Andújar Scheker
D
urante el periodo 1987-1996, el cual
comprende la tercera etapa de nuestra
antojadiza clasificación histórica de la
modelización macroeconómica dominicana,
se observó una baja actividad en términos de
construcción de modelos. El primer trabajo de
importancia sobre el tema, Pellerano (1990),
contiene los detalles de un proyecto comprehensivo
de modelización que nunca fue concluido. A pesar
de que este trabajo quedo incompleto y nunca
fue retomado por los autores, la forma en que
se diseñó y organizó el desarrollo de un sistema
que interpretara correctamente la estructura de
la economía dominicana y que sirviera para
simular políticas o proyectar algunas variables de
importancia, nos llevó a incluirlo entre los modelos
que forman parte de esta revisión.
Ceara (1992), el segundo modelo analizado en
esta etapa, completa una trilogía que tiene como
punto común el uso de técnicas Post-keynesianas
en la construcción teórica. Martí y González
(1995), Martí y Gutiérrez (1996) y Martí (1997)
comprenden pequeñas variaciones sobre el mismo
tema, la aplicación del modelo de brechas al
análisis del comportamiento macroeconómico
dominicano.
Otro modelo que forma parte de esta revisión, Reyes
y Tejeda (1995), desarrolla una matriz insumoproducto para estudiar el impacto de la apertura
en la economía dominicana. Por último se analiza
Prazmowski (1996), un modelo econométrico
estructural que incorpora técnicas modernas como
la cointegración y el mecanismo de corrección de
errores a la modelización macroeconómica.
V. Modelos Macroeconómicos en RD (1987-96)
V.1 Pellerano et al: Un Proyecto Inconcluso
A fines de los años ochentas, un grupo de economistas
dominicanos encabezados por Fernando Pellerano
(FP) recibió respaldo financiero del Gobierno de
Canadá para un proyecto de elaboración de un
modelo macroeconómico aplicado a la República
Dominicana. Pellerano (1990) relata esta experiencia
299
explicando los obstáculos que se enfrentaron en la
construcción y funcionamiento del modelo.
En resumen, las labores se concentraron en tres
grandes áreas: a) la recolección y procesamiento
de las series históricas de la República Dominicana
para la construcción de un banco de datos; b)
la elaboración de un sistema de identidades
contables que formarían parte del modelo; y c) la
especificación del modelo conjuntamente con la
estimación de los parámetros correspondientes. Las
dos primeras áreas de trabajo fueron completadas,
pero problemas con los datos y la perdida del
financiamiento evitaron que se realizaran las
estimaciones econométricas de los parámetros.
Al igual que en Ravelo y Gómez (1984), el tiempo
dedicado por los modeladores a la reconstrucción
estadística y al diseño de una estructura contable
evitó que el modelo fuera desarrollado como
fue inicialmente concebido. Cabe resaltar que
la estructura contable en el modelo descrito en
Pellerano (1990) era aún más importante ya que el
objetivo de los modeladores era montar sobre dicha
estructura un marco flujo-acervo de contabilidad
macroeconómica. Pellerano (1990) se construye
fuera de la tradición clásica y aún de la misma
síntesis keynesiana siguiendo la tradición de autores
que ven el contexto institucional de estos modelos
como esencialmente débil.
El modelo es un ejercicio dinámico que toma como
punto de partida ciertos niveles de acervo para
variables claves en un periodo t0. En el periodo
siguiente, una serie de flujos exógenos generan
constante variaciones en ese acervo. Al cierre del
siguiente año contable la economía alcanza nuevos
niveles de acervo los cuales son consistentes con los
resultados obtenidos en los diferentes sectores que
incluye el modelo.
El marco de consistencia flujo-acervo es una respuesta al análisis de
contabilidad nacional tradicional que sigue los lineamientos de modelos tipo
IS-LM. Este marco construye matrices basado en el principio de consistencia
entre los acervos de las hojas de balance (activos y pasivos) y los flujos
(ingresos y gastos) de diferentes sectores de la economía (Patterson y
Stephenson, 1988).
Taylor (2004) cita como trabajos alternativos a esta tradición a Stone (1966),
Tobin (1980, 1982), Godley y Cribbs (1983) y Godley (1996, 1999).
Banco Central de la República Dominicana
300
Durante el primer año de trabajo, el equipo de
modeladores realiza ajustes de importancia a las
cifras estadísticas de consumo, de inversión y del
sector externo, entre otras. Una vez finalizados estos
ajustes, se definen las identidades macroeconómicas
y las ecuaciones de comportamiento que serán parte
del modelo flujo-acervo. El modelo teórico incluye
90 variables, 75 de las cuales son endógenas. De este
último grupo, 27% de las variables se determinan a
través de ecuaciones de comportamiento.
Las ecuaciones de comportamiento del modelo
descrito en Pellerano (1990) se basan en Godley
(1989). Su diseño se realiza con la intención de
alcanzar una solución y realizar simulaciones con
el paquete econométrico Modler. Las ecuaciones
de comportamiento abarcan al PIB nominal y real,
los precios y las cantidades, la inversión privada
y gubernamental, las cuentas del gobierno, las
cuentas del sector externo, los inventarios y las
ganancias de capital, el desempleo y el salario y el
comportamiento externo agregado. Las identidades
siguen la tradición Post-keynesiana.
La estimación de los parámetros de este modelo es
una tarea pendiente que quizás nunca será retomada
por los modeladores. La experiencia de trabajo, sin
embargo, sirvió como base para el desarrollo de
nuevos modelos en la tradición Post keynesiana de
flujos y acervos, lo que constituye una alternativa
válida a los modelos estructurales keynesianos que
siguen el análisis convencional de determinación del
ingreso basado en la contabilidad nacional.
V.2 Ceara-Hatton: Modelando la Distribución
del Ingreso, Parte II
Partiendo del supuesto de que el financiamiento
interno de la inversión y el desarrollo es ilimitado,
Miguel Ceara Hatton (MCH) construye un modelo
donde se asume que la única brecha importante en
la economía es la brecha externa. El factor clave
que permite un financiamiento interno ilimitado
de la inversión y el desarrollo es la distribución
Modler es un paquete econométrico elaborado por en la tradición de Wharton
para la Compañía Alphametrics. Pellerano (1990) es quizás el único proyecto
de modelo en RD donde se ha sido utilizado.
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
del ingreso. Este tema, recurrente en los trabajos
de MCH, es tratado en el modelo actual a la luz
de los trabajos de Kaldor (1973), Kalecki (1980) y
Taylor (1989). De forma elegante, el autor construye
un modelo de dos brechas tipo programación y lo
vincula a la tradición Post-keynesiana incorporando
la distribución del ingreso.
MCH construye su modelo en un momento de
transición en la economía dominicana. Luego de
finalizada la tumultuosa década de los ochenta, se
adoptó un programa de políticas en consonancia
con el llamado Consenso de Washington. En este
ambiente de políticas pro-mercado, Ceara (1992)
llama la atención sobre problemas estructurales
claves como la deuda externa y el desempleo. En el
año 1990, la deuda pública externa superaba el 80%
del Producto Interno Bruto (PIB). El desempleo, por
otro lado, excedía 20% y presentaba una tendencia
ascendente que se había mantenido por más de una
década (gráficas 1 y 2).
Gráfica I
Deuda Pública Externa como Porcentaje del PIB
1990-2005
81%
62%
50%
47%
37%
33%
36%
29%
24% 22%
21%
19%
34%
19% 21%
21%
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
30.0
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
301
Con el objetivo de estudiar la vinculación entre
deuda externa y empleo, MCH elabora un
modelo de consistencia macroeconómica con
cinco grandes bloques: Empleo, ahorro externo,
financiamiento de la inversión, distribución del
ingreso y financiamiento interno. El modelo se basa
en Frenkel y Rozenwurcel (1990) con mínimas
adaptaciones al caso dominicano, sobre todo en
lo referente a la introducción del empleo en la
construcción teórica.
ingresos bajos para fomentar el ahorro de la clase de
ingresos altos. Por esta razón, el ahorro interno lleva
a un deterioro en la distribución del ingreso.
El primer bloque se centra en la determinación
del crecimiento como función del empleo.
Se parte de la programación de una meta de
desempleo que tiene implícito un crecimiento
de la Población Económicamente Activa (PEA).
Esta meta, conjuntamente con un supuesto de tasa
de productividad, permite obtener el empleo y
posteriormente el crecimiento. Una vez se tiene la
tasa de crecimiento necesaria para alcanzar la meta
de desempleo se calcula la inversión necesaria para
ese crecimiento y se pasa al tema de cómo será
financiada.
El problema del desempleo es el primero en ser
abordado en las simulaciones del modelo. MCH se
pregunta que tendría que ocurrir en la República
Dominicana para reducir el desempleo de 20% en
1990 a 15% en el año 2000. Igualmente se hace otras
preguntas como que debería ocurrir para mantener
esa tasa en 20% o reducirla a 10 por ciento.
El ahorro externo es clave para determinar el ahorro
interno que finalmente financiará la inversión.
Para calcular el ahorro externo se proyectan las
trayectorias que seguirían las importaciones y
las exportaciones durante el período de interés.
Mientras la primera depende de la elasticidad
ingreso de las importaciones, la segunda se estima
como una función del crecimiento del PIB. Una
vez se tiene el ahorro externo, se calcula el ahorro
interno necesario para financiar la inversión por
diferencia. Esta estimación se realiza en el tercer
bloque del modelo.
El ahorro interno, por su parte, es un componente
clave del bloque de distribución del ingreso. Al
igual que en Frenkel y Rozenwurcel (1990), el
ahorro interno depende de la propensión marginal
al consumir (PMC), la cual se reduce en la clase de
Frenkel y Rozenwurcel (1990) analiza la crisis de la deuda y su impacto
en cinco grandes economías latinoamericanas. El consenso entonces era que
la solución de la crisis pasaba por la implementación de una estrategia de
promoción de exportaciones. Estos autores demuestran que esa estrategia
solamente sería viable con un gran ahorro interno lo que a su vez afectaría la
distribución de ingreso en esas economías.
El quinto y último bloque de ecuaciones corresponde
al financiamiento externo y se enfoca en el servicio
de la deuda como proporción del acervo total de
deuda y del crecimiento económico. Este servicio
de deuda es un determinante clave de la brecha
comercial externa.
Según los resultados de las simulaciones, reducir la
tasa de 20% en 1990 a 15% en 2000 implica, bajo
ciertos supuestos, la creación de 944,000 empleos.
Asumiendo una tasa de productividad laboral de
1% promedio anual, una relación capital-producto
de 0.14 y un coeficiente inversión-producto de 20%,
la economía dominicana tendría que crecer 4.4%
en promedio durante esa década y el coeficiente
de inversión tendría que ascender a 31.5% para
alcanzar este objetivo.
El crecimiento promedio de la década fue de
5% y el coeficiente de inversión alcanzó 33.6%.
Esta combinación de resultados redujo la tasa
de desempleo a 14.0%. En términos generales,
el ejercicio de modelación de MCH mostró un
alto poder predictivo y un correcto razonamiento
por parte del modelador a la hora de adoptar
los supuestos correspondientes a las variables
exógenas.
La simulación, sin embargo, no termina en este
punto. El modelador la extiende al impacto de
este esquema macroeconómico en la distribución
del ingreso. Recuérdese que del establecimiento
de una meta de crecimiento se pasa al cálculo del
coeficiente de inversión necesario para alcanzar
ese crecimiento. Una vez se tiene ese coeficiente
Banco Central de la República Dominicana
302
de inversión, se pasa al tema del financiamiento y
consecuentemente del ahorro externo e interno.
Alcanzar la meta de desempleo de 15% requiere
un crecimiento promedio de las importaciones en
torno a 5.2% y una reducción del déficit de -3.5%
del PIB a -2.3% del PIB durante la década. Esto
llevaría a un ahorro interno equivalente a 29.2%
del PIB. Una de las formas como esto se lograría,
según el autor, es con una reducción del salario
real de alrededor de 18 por ciento. Las tasas de
ahorro interno nunca alcanzaron esos niveles. El
financiamiento del crecimiento fue posible por la
recuperación del crédito externo, el cual estuvo
disponible en los años 1990. Más aún, el coeficiente
deuda/PIB, contrario a lo que pensaba el modelador,
se redujo de manera sensible a través de procesos
de renegociación de deuda.
V.3 Martí, González y Gutiérrez: Aplicaciones en
torno al Modelo de Brechas
Adolfo Martí Gutiérrez (AMG) ha trabajado en
tres ocasiones en la realización de simulaciones
con un modelo de programación que sigue los
lineamientos de las construcciones basadas en
brechas económicas. El primer trabajo, Martí y
González (1995), contiene un modelo de tres brechas
que se enfoca en la realización de simulaciones para
maximizar la inversión y acelerar el crecimiento en
el período 1986-1995. El segundo modelo, Martí
y Gutiérrez (1996), actualiza el primer trabajo
extendiendo el periodo de las simulaciones hasta
1998. Una tercera versión que tiene como objetivo
analizar las estrategias de políticas económicas
implementadas en República Dominicana en el
período 1947-1995, apareció en AMG (1997).
A los fines de esta revisión se sigue el desarrollo
presentado en Martí y Gutiérrez (1996) ya que
este trabajo incorpora estimaciones econométricas
a las relaciones de consistencia macroeconómica
del modelo de brechas. Para entender la lógica
de las ecuaciones desarrolladas en este modelo es
preciso hacer algunas precisiones sobre los modelos
de brechas cuyo origen se remonta a los trabajos
seminales de Harrod (1939) y Domar (1946).
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
El modelo Harrod-Domar, como se ha conocido en
la literatura, se diseñó teniendo como referencia a
las economías industrializadas. Por esta razón, los
primeros modelos se concentraron en economías
cerradas y asumieron como las brechas relevantes,
la del ahorro y la de la demanda laboral (Bender y
Lowenstein, 2005).
En los años sesenta autores como Chennery y
Bruno (1962), Mckinnon (1964) y Chennery y
Strout (1966) elaboraron modelos de dos brechas
para economías abiertas tomando como referencia
a las economías en desarrollo. El exceso de mano
de obra en estas economías restó importancia a la
brecha de demanda laboral por lo que el modelo
para economías abiertas se concentró en las
brechas de ahorro y de divisas (sector externo).
Con algunas variantes, este modelo sigue presente
hoy en la realización de la Programación Monetaria
y Financiera de algunos países, tanto en bancos
centrales como en organismos multilaterales.
No obstante su vigencia en algunos bancos centrales
y en organismos internacionales, el modelo de
dos brechas ha enfrentado duras críticas a nivel
académico. Esas críticas se han concentrado en
tres supuestos básicos del modelo: a) existe una
relación 1 a 1 entre los flujos externos de capitales
y la inversión; b) la relación capital-producto es
constante; y c) los factores de producción no son
sustituibles. Empíricamente se ha comprobado que
estos supuestos no son sostenibles en el mediano
y largo plazo.
El modelo de tres brechas de Martí y Gutiérrez es
una extensión natural de los modelos de dos brechas
para economías abiertas. Para estimar estas brechas,
se parte del equilibrio macroeconómico keynesiano
por el lado del gasto. Manipulando esta ecuación
e incorporando otras variables como el ingreso
disponible y los impuestos al modelo, se obtienen
tres brechas económicas: la del ahorro privado (AP),
la del ahorro fiscal (AC) y la del ahorro del sector
externo (AE).
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
AP = Y-T-Cp
(1)
AC = Y-GCORR (2)
AE = X-M
(3)
donde: Y = Ingreso Nacional; T = Impuestos;
Gcorr = Gastos Corrientes;
Cp = Consumo Privado
X = Exportaciones;
M= Importaciones
El objetivo de los modeladores es establecer una tasa
de inversión o un mecanismo de ahorro e inversión
que permita financiar la meta de crecimiento de
la Programación Financiera y Monetaria. Para el
período 1995-1998 esa meta fue establecida en un
crecimiento promedio en torno a 5.0 por ciento.
El cálculo de la tasa de inversión necesaria para
sostener ese crecimiento requiere de estimaciones
econométricas de ecuaciones de consumo y
de importación y consecuentemente, de las
propensiones marginales de estas variables.
Además de la meta de crecimiento y de las
propensiones marginales al consumo y a la
importación, se estiman algunas variables fiscales.
Las dos primeras ecuaciones se estiman con
mínimos cuadrados ordinarios (MCO) incorporando
medias móviles que mejoran el ajuste. Las variables
fiscales, por otro lado, se computan con un modelo
ARIMA (1, 2, 0) lo que constituye una innovación
en los modelos de Programación.
El resultado de las estimaciones muestra tasas de
inversión sostenibles con un crecimiento meta de
5%. A posteriori, sin embargo, se puede observar
que el crecimiento promedio de la economía en el
período 1995-1998 fue de 6.9%, tasa que excede la
meta del Programa. Este crecimiento por encima de
la meta fue posible por un mayor flujo de capitales
externos, lo que permitió que la inversión superara
en promedio el 20% de la producción nacional
durante esos años.
303
V.4 Reyes, Tejeda y el Modelo Insumo-Producto
A mediados de la década del noventa, el Banco
Central de la República Dominicana desarrolló
matrices de oferta-utilización y de consumo
intermedio de la economía, como parte del proyecto
de implementación del nuevo manual de cuentas
nacionales, SCN/93. Aprovechando la existencia
de esta información, Reyes y Tejeda (1995)
construyeron un modelo económico basado en la
técnica de insumo-producto de Leontief con la
finalidad de evaluar los impactos económicos y
sociales de diferentes escenarios en la economía
dominicana (Tejeda 1996).
El trabajo de Reyes y Tejeda (RyT) constituye el
primer esfuerzo de modelaje utilizando matrices de
contabilidad social desde McCarthy (1984). Aunque
en ambos trabajos se modela tomando como base
una SAM, el enfoque de RyT difiere notablemente
del adoptado por McCarthy, quién desarrolla su
modelo dividiendo la economía dominicana en 4
grandes sectores y toma como base una matriz de
contabilidad social de 1980. RyT, por otro lado,
dividen la economía en 6 sectores y 28 actividades
y trabajan sobre una matriz que es una fotografía
de la economía dominicana de 1991. El modelo
utilizado como referencia por estos autores es el
Sistema de Insumo-Producto de Leontief en su
versión construida por el Instituto de Aplicaciones
Económicas de la Universidad de Nueva York.
Para entender a cabalidad el modelo desarrollado
en Reyes y Tejeda (1995) se precisa comprender la
coyuntura económica en que fue elaborado. A finales
de 1996 se discutía en el Congreso Dominicano
una reforma arancelaria comprehensiva que
contemplaba una reducción gradual de tarifas en
los próximos años. Con el objetivo de compensar
esta desgravación arancelaria, se propuso una
nueva reforma tributaria que serviría para ajustar
las modificaciones impositivas de 1992.
Banco Central de la República Dominicana
304
La discusión de estas políticas se realizó luego
de que el país ingresara oficialmente al Acuerdo
Generalizado de Preferencias y Tarifas (GATT) y
de que se aprobara en la Cumbre de las Américas
de 1994, celebrada en Miami, el inicio de las
negociaciones para establecer en 2005 el Área de
Libre Comercio para las Américas (ALCA). En
este contexto macroeconómico, los modeladores
se concentran en analizar el impacto de la potencial
apertura en el valor agregado y en el empleo de la
economía dominicana para el año del inicio del
ALCA.
El modelo desarrollado en Reyes y Tejeda (1996)
es estático y al igual que los modelos de insumoproducto con estas características asume tres
supuestos claves: a) existe una relación constante
entre producción e insumos; b) cada sector produce
un solo bien homogéneo; y c) la producción de la
industria está sujeta a rendimientos constantes a
escala. Existe una vasta literatura que resalta las
principales debilidades de estos modelos. En el
caso de la versión estática la literatura hace énfasis,
precisamente, en los supuestos.
Klein (1953) en su interpretación del sistema
de Leontief cuestiona si los coeficientes de este
sistema son o no realmente parámetros estructurales
de la economía. Más aún, afirma que en el caso
de que estos coeficientes constituyan parámetros
estructurales es dudoso que puedan interpretarse
como parámetros tecnológicos. El sistema de
Leontief también ha sido criticado sobre la base
irrealista del supuesto de que las industrias producen
un bien único y homogéneo.
Reyes y Tejeda (1995) parte de un nivel de gasto
agregado dado, con el cual se procura calcular
las necesidades de insumo de la economía y los
resultados en términos de valor agregado y empleo.
El modelo se concentra primeramente en un bloque
de ecuaciones de producción y en un bloque de
ecuaciones de empleo. En el caso del bloque de
producción existe un sistema de ecuaciones que
combina el consumo intermedio con la demanda
Ver Klein (1953), pág. 131.
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
final para dar como resultado el total de la
producción. Este sistema está representado por la
ecuación 5.1:
donde:
n = número total de actividades; Xi = Producción del
sector i; Xij = Producción del sector i con insumos
del sector j; Yi = Demanda final
Integrando a la ecuación 5.1, el término de los
coeficientes técnicos (aij =Xij/Xj), se obtiene la
ecuación 5.2.
Llevando esta formula a notación matricial y
despejando, se obtiene la ecuación 5.3, la cual se
utiliza para calcular la demanda final. El nivel de
producción que satisface la demanda final vendría
dado por el cálculo de la inversa de la matriz (IA).
El segundo bloque de ecuaciones, el sistema
correspondiente al empleo, estaría determinado por
una relación existente entre el empleo por sector (Li)
y la producción sectorial (Xi). Esta relación vendría
dada por los coeficientes li= Li/ Xi. La suma del
empleo en todos los sectores daría como resultado
el empleo total de la economía.
Las estimaciones para el año 2005 arrojan tasas de
crecimiento anual de 2.4% en caso de no apertura y
de 5.0% en caso de apertura económica. La gráfica
3 sugiere que en la práctica la apertura se pospuso
hasta el año 2001, por lo que el escenario sin apertura
podría ser más realista. Independientemente del caso
tratado, apertura o no, las proyecciones estuvieron
distanciadas de lo ocurrido, más que nada por la
adopción de algunos supuestos macroeconómicos
para el periodo 1995-2005 que en gran medida no
se cumplieron.
Oeconomia
305
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
Gráfica III
Arancel Efectivo Promedio con EE.UU.
1995-2003
16.8
15.9
16.3
16.6
16.6
18.6
`
7.7
4.5
0.5
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Fuente: Informe de Desarrollo Humano, PNUD, 2005
Desde ese punto de vista sería inapropiado tratar
de juzgar el modelo por su “capacidad predictiva”,
dejando de lado sus aportes de mayor relevancia,
como fue el significado de esta investigación para la
discusión sobre la apertura económica en República
Dominicana, ya que al momento de su aparición
existía una percepción generalizada de oposición al
desgravamiento arancelario. En términos generales,
el trabajo de Reyes y Tejeda muestra que las
bondades de la apertura económica superan lo que
serían sus aspectos negativos.
Un ejemplo de alguno de los supuestos que no se
cumplieron fue, en el caso sin apertura, la premisa
de que la estructura tributaria, durante esos años, se
mantendría intacta. En la práctica en ese periodo se
aprobaron tres reformas tributarias y se eliminó el
diferencial del petróleo lo que implicó un cambio
impositivo significativo.
Otro supuesto que no se cumplió fue el que afirmaba
que la participación del salario como proporción del
valor agregado sería igual o mayor a la mantenida
en 1991. La crisis financiera de 2003 deprimió
los salarios reales a niveles muy por debajo de lo
asumido. El no cumplimiento de los supuestos sobre
reforma tributaria y salario real sin duda mermó el
poder predictivo del modelo de insumo-producto
para los años en que se hicieron simulaciones.
V.5 Prazmowski (1996): Transición a los Modelos
Modernos
Prazmowski (1996) desarrolla un modelo estructural
con datos anuales que en nuestra opinión constituye
hasta ese momento la pieza más completa de modelaje
macroeconométrico elaborada en la República
Dominicana. Los modelos macroeconométricos
estructurales analizan e interpretan la información
estadística a la luz de la teoría económica mediante
la construcción de un sistema de ecuaciones
simultáneas (Diebold, 1990). En ese contexto,
proveen al hacedor de política de una base sólida
para la toma de decisiones.
Los modelos estructurales alcanzan su clímax
durante los años de oro de la revolución keynesiana
con los trabajos seminales de Koopmans (1950) y
Klein (1955). En los años setenta y ochenta, sin
embargo, pierden credibilidad ante el empuje de
los modelos de serie de tiempo y de construcciones
modelísticas con poca o ninguna relación con
la teoría económica. A finales de los ochenta
comienzos de los noventa, se incorporan a los
modelos estructurales algunas de las características
de los modelos no estructurales y aparecen nuevos
modelos dinámicos y estocásticos con fundamentos
en teoría. Es en esta línea de trabajo que se inscribe
el modelo de Peter Prazmowski (PP).
El modelo de PP contiene 29 variables endógenas
y 43 variables exógenas, más de la mitad de estas
últimas rezagadas. Cabe señalar que un tercio
de las 29 variables endógenas se determinan con
ecuaciones de comportamiento de ajuste parcial.
Entre estas variables podemos mencionar el
consumo y la inversión privada, los cambios en
inventarios, las importaciones de bienes y servicios,
la inflación y la demanda de dinero.
Todas estas ecuaciones de comportamiento tienen
amplias raíces en la teoría económica. En el caso del
consumo privado, por ejemplo, hay un determinante
asociado a la teoría keynesiana que es el ingreso
disponible del período corriente y otro componente
asociado a la teoría de Hall que es el consumo
del periodo anterior. Asimismo, en esta y otras
ecuaciones se incorporan variables dicotómicas que
recogen cambios estructurales.
Banco Central de la República Dominicana
306
La ecuación clave del modelo que vincula los
sectores real, monetario, fiscal y externo se basa
en Adams y Ratcliffe (1994) y presenta a la
inflación como función inversa de la brecha del
producto y de la tasa de crecimiento del encaje
legal y como función directa de la inflación
mundial y del crecimiento de la masa monetaria.
El período muestral para el cual se realizan
simulaciones comprende los años entre 1974 y
1995. Inicialmente, el autor realiza proyecciones
dentro de la muestra obteniendo valores del modelo
para los años 1994 y 1995. Como ejercicio adicional
se realizan simulaciones de políticas alternativas y
de la ocurrencia de choques externos.
Un aspecto interesante del modelo es la forma
como PP incorpora a la construcción estructural
aspectos novedosos de la econometría moderna.
El modelo incluye una estructura de corrección
de error (ECM) con un vector de cointegración de
largo plazo siguiendo la metodología de Johansen
(1988). Esta estructura le permite interpretar en
una misma ecuación la estructura de largo plazo
de la economía y la dinámica de corto plazo. No
obstante esta facilidad, el modelador se concentra
en la estructura de largo plazo, la cual es consistente
con el uso de series anuales.
El método utilizado para la estimación de las
ecuaciones de comportamiento fue mínimos
cuadrados ordinarios en dos etapas, el cual hace
uso de la información que proveen los errores de
las ecuaciones originales. La razón por la cual se
habla de un método en dos etapas es debido a que
la solución del modelo requiere dos estimaciones
de mínimos cuadrados ordinarios. La primera
estimación regresa todas las variables endógenas
del modelo contra todas las variables exógenas
y la segunda estimación computa las ecuaciones
estructurales reemplazando las variables endógenas
con los valores pronosticados en la primera ecuación
(Schmidt, 2005).
Luego de estimadas las ecuaciones de
comportamiento y obtenidos los parámetros
estructurales correspondientes, se soluciona el
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
modelo completo por el método iterativo de GaussSeidel. Pauletto (1997) describe los diferentes
métodos que se utilizan para solucionar modelos
macroeconométricos de mediana o larga escala.
Sobre el método de Gauss-Seidel, Pauletto afirma
que la solución se realiza con iteraciones de primer
orden y que el modelo no siempre converge.
De hecho la convergencia del modelo depende,
entre otras cosas, del orden establecido para las
ecuaciones. Por último la solución del modelo y
las simulaciones realizadas se evalúan con dos
estadísticos, el error absoluto porcentual promedio
y el coeficiente de Theil que consiste en una
estandarización del primer estadístico.
El modelo de PP permite hacer proyecciones de
variables e identificar la reacción de las principales
variables macroeconómicas a políticas alternativas.
En ese sentido, los multiplicadores dinámicos
del modelo brindan una idea generalizada de
combinaciones de políticas óptimas que maximizan
la evolución temporal de la economía. En la práctica,
el modelo de PP fue utilizado para proyectar
variables macroeconómicas fundamentales (PIB,
devaluación e inflación) y para realizar simulaciones
de políticas y de choques externos, solamente
al momento de su construcción. En los años
siguientes a su elaboración quedó en desuso ya que
nunca se realizó, a lo interno del Banco Central,
la transferencia de conocimientos necesaria para
manejar las distintas aplicaciones del modelo.
El trabajo de PP marca una importante transición en
la historia de la modelación macroeconómica en la
República Dominicana. Es un punto de referencia
obligatorio para los que en la actualidad se dedican
a construir modelos macroeconómicos sobre la
economía dominicana. A partir de este momento,
se desarrollan otros modelos estructurales (Díaz
Domingo, 1999 y Prazmowski, 2003) y se comienza
a utilizar con intensidad técnicas de la metodología
de la econometría moderna a la construcción de
modelos. Entre esas técnicas podemos mencionar el
método de cointegración de Johansen, los modelos
de series de tiempo, los vectores autorregresivos
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
en sus diferentes modalidades, algunos modelos no
lineales de la familia ARCH y el método de Hendry
o método de lo general a lo particular.
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Encuesta de Opinión Empresarial: Herramienta útil de medición
de tendencia en República Dominicana
Por Alexander Medina
L
a encuesta de opinión empresarial es una
herramienta utilizada con el propósito de
conocer el comportamiento cualitativo de
importantes variables económicas y sirve para
pronosticar los cambios de tendencia en el corto
plazo.
Como la encuesta está supuesta a ser publicada antes
que las estadísticas oficiales, uno de sus principales
cometidos sería servir como indicador adelantado
del comportamiento efectivo del sector, reflejando
la posible tendencia de las variables económicas
durante el trimestre.
Las primeras encuestas de este tipo se realizaron en
Alemania en el año 1949 y luego se extendieron al
resto de Europa y Estados Unidos. En Latinoamérica
son altamente utilizadas: en Colombia se utilizan
desde el año 1979, en Perú desde el 1986, en Chile
desde el 1989, entre otros países.
Desde 1995, el Banco Central de la República
Dominicana lleva a cabo trimestralmente la
Encuesta Nacional de Opinión Empresarial
al Sector Manufacturero, con una muestra de
aproximadamente 280 empresas. Los resultados se
publican trimestralmente y están disponibles en el
portal electrónico de esta organización.
311
una disminución en su producto, entonces el saldo
de opinión resultante será de 10%, lo cual revela un
comportamiento positivo en la producción del sector
manufacturero respecto al trimestre anterior.
Sin embargo, la herramienta utilizada en este
análisis será el diferencial de saldos de opinión
(o tendencia) el cual se calcula como el resultado
de las respuestas de la encuesta en un periodo
determinado, con respecto al dato expresado en la
encuesta del periodo anterior.
Con el objetivo de evaluar cuán bien estos
indicadores reflejan la tendencia oficial de las
variables producción, precios, ventas y personal
ocupado se construyó una variable dicotómica que
toma el valor de uno cuando la tendencia del saldo
de opinión de la encuesta coincide con la tendencia
de las variables reportadas por el Departamento de
Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas y
cero (0) en caso contrario. La suma de los aciertos
dividida entre el total de observaciones da como
resultado la proporción en que la encuesta y los
datos de Cuentas Nacionales varían en el mismo
sentido.
La encuesta consiste en preguntas a empresarios del
sector manufacturero de todo el país en lo referente
a la información del trimestre sobre producción,
ventas, precios, situación económica, exportaciones
y ocupación, así como a las expectativas que poseen
para los próximos períodos.
Se elaboran entonces indicadores de saldos de
opinión, los cuales son calculados como la diferencia
de los porcentajes de las empresas que reportaron
aumentos y de las que reportaron disminuciones
para una determinada variable.
Por ejemplo, si para un trimestre dado un 40%
de los empresarios respondió favorablemente
a la pregunta de si su producción aumentó o
disminuyó en el periodo anterior, un 30% indicó
que permaneció igual, mientras que un 30% indicó
Es de esperar que los resultados de la Encuesta
de Opinión Empresarial no sean cien por ciento
comparables con los obtenidos por el Departamento
de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas
debido a la diferencia existente en la composición de
las muestras para las diferentes ramas de actividad,
Banco Central de la República Dominicana
312
ya que para el primer trimestre de 2006, de una
muestra de 280 empresas, 31 de ellas estaban en
la muestra de Cuentas Nacionales y 249 no lo
estaban.
Otro factor que influye en la diferencia es que los
resultados de la encuesta se obtienen en base al
cálculo del producto principal de las empresas,
mientras que para las estadísticas cuantitativas no
necesariamente se adopta ese criterio.
Datos
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
Comparación de Indicadores de Producción,
Precios y Personal Ocupado
Se analizarán los resultados para el período
completo (1997 - 2006) y para tres sub- períodos:
1997 - 1999, 2000 - 2004 y 2005 - 2006. La
presentación de los datos para tres etapas distintas,
permite apreciar el aumento que va experimentando
el nivel de aciertos de la encuesta a medida que se
implementan mejoras en la realización de la misma.
Los resultados de la comparación por períodos se
muestran en el cuadro 1.
La muestra utilizada en este análisis está compuesta
por datos trimestrales desde el primer trimestre
de 1997 hasta el primer trimestre de 2006. No se
incluyen los dos primeros años de la encuesta puesto
que se consideran como período de adaptación y
prueba.
Las variables utilizadas en este análisis serán:
producción, precios y personal ocupado. En los
casos del producto y los precios se compara la
tendencia de la variación porcentual respecto a igual
trimestre del año anterior, así como al trimestre
anterior. En lo referente al personal ocupado, por
razones de disponibilidad, se comparan los datos de
manera semestral, a partir del año 2000 y sólo su
variación respecto al periodo anterior, tal y como
pregunta la encuesta.
Las informaciones estadísticas respecto a los datos
cuantitativos de producción y precios del sector
manufacturero local fueron suministradas por la
División de Economía Agrícola e Industrial del
Departamento de Cuentas Nacionales y Estadísticas
Económicas, mientras que los datos acerca del
personal ocupado fueron recogidos de la Encuesta
de Fuerza Laboral 2000–2005 de la División de
Encuesta del Departamento de Cuentas Nacionales
y Estadísticas Económicas. Por su parte, los datos
cualitativos fueron obtenidos de la Encuesta de
Opinión Empresarial previamente mencionada.
Por porcentaje de aciertos se entiende las veces
en que la tendencia expresada por la encuesta y la
resultante de las cuentas nacionales coinciden. El
porcentaje de desaciertos alude al caso contrario.
Variación de la Producción Respecto al Mismo
Trimestre del Año Anterior
En el caso concreto del crecimiento trimestral
de la producción de las empresas en el sector
manufacturero local con relación al mismo trimestre
del año anterior se observa una coincidencia en
83% de los casos con la tendencia obtenida de los
resultados de la encuesta de opinión empresarial
(Cuadro 1).
Como indicador adelantado reflejaría que si el
diferencial del saldo de opinión de la producción es
mayor que el anterior se esperaría un crecimiento
mayor que el reportado en el periodo anterior con
una probabilidad de 83%.
Se utilizan datos sin ajuste de fin de período, para hacer las comparaciones
de producción.
Al establecer un análisis por períodos se observa
que el porcentaje de aciertos va incrementando a
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
medida que evoluciona la encuesta. Se observa
que en el período 1997-1999 esta proporción era
de 59%, pero que a partir del año 2000 aumenta a
95%, llegando a un 100% en los últimos trimestres,
lo ratifica la tendencia positiva del crecimiento
económico que se ha evidenciado en los últimos
años.
313
En el cuadro 2, el análisis por período revela que
en el primer periodo de análisis el 83% de los datos
tienen la misma tendencia, lográndose un porcentaje
de aciertos acumulados de 90% en el periodo 20002004 y 80% en 2005 a 2006.
Los resultados por Rama de Actividad evidencian
que el mayor porcentaje de aciertos se obtiene
en las ramas de Fabricación de Otros Productos
Minerales no Metálicos (93%), Elaboración de
Otros Productos Alimenticios (90%) y Otras
Industrias Manufactureras (89%). Por otro lado, las
ramas de menor coincidencia con la tendencia de
los datos oficiales fueron Fabricación de Cauchos
y Plásticos (65%), Fabricación de Artículos de
Cuero y Calzado (73%), Fabricación de Sustancias
y Productos Químicos (73%).
El nivel de coincidencia dentro de cada rama
está relacionado con la cantidad existente de
empresas comunes con el Departamento de Cuentas
Nacionales y Estadísticas Económicas.
Variación de la Producción Respecto al
Trimestre Anterior
El 20% de desaciertos del último período se debe
a que en el trimestre J-S 2005 la encuesta arrojó
un saldo de opinión mayor al de A-J 2005, y
por el contrario, el crecimiento reportado por el
departamento de Cuenta Nacionales fue menor en
J-S 2005 al crecimiento del sector manufacturero
en A- J 2005.
La comparación de la tendencia de la producción
con relación al trimestre inmediatamente anterior
muestra que en un 86% de los datos analizados el
sentido de la tendencia es el mismo. Es decir, que
si el saldo de opinión de este período es mayor que
el del anterior se esperaría un crecimiento mayor
que el reportado en el periodo anterior con una
probabilidad de 86%.
En lo relativo a la variación con respecto al trimestre
anterior, las empresas de los ramos de Elaboración
de Alimentos, Bebidas y Tabaco (89%), Elaboración
de Productos de Molinería (87%), Fabricación de
Productos de Caucho y Plásticos (85%) y Otras
Banco Central de la República Dominicana
314
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
Industrias Manufactureras (85%) fueron las que
mostraron un mayor nivel de concordancia con los
datos oficiales y, en cambio, Fabricación de Metales
Comunes (63%) y Fabricación de Artículos de
Cuero y Calzados (63%) exhibieron los menores
porcentajes.
Variación de los Precios Respecto al Mismo
Trimestre del Año Anterior
En la pregunta de la Encuesta de Opinión Empresarial
en cuanto al comportamiento de los precios respecto
a igual trimestre del año anterior, se constata una
coincidencia de un 81% de la tendencia expresada
por las respuestas con la registrada en las cuentas
nacionales del Banco Central. Se observa que este
porcentaje ha aumentado al punto de que en el
último período analizado la tendencia de la inflación
trimestral anualizada es coincidente en un 100% con
la tendencia obtenida de los saldos de opinión de la
encuesta (cuadro 3).
Las ramas en las cuales se observó una mayor
cantidad de coincidencias fueron Elaboración de
Bebidas y Productos del Tabaco (91%), Elaboración
de productos de Molinería (91%) y Elaboración de
Productos de Caucho y Plástico (88%), y las que
menos aciertos tuvieron en este aspecto fueron las
de Fabricación de Cuero y Calzado (70%), Otras
Industrias Manufactureras (68%) y Fabricación de
Productos Textiles y Prendas de Vestir (58%).
Variación del Personal Ocupado Respecto al
Semestre del Año Anterior
Al comparar la tendencia de saldos de la encuesta
de opinión empresarial en lo referente a personal
ocupado con la de la tasa de crecimiento dada por
la Encuesta de Fuerza Laboral del Departamento
de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas,
con datos de periodicidad semestral, desde el primer
semestre de 2001 hasta el segundo semestre de
2005, se obtiene una proporción de coincidencia en
la tendencia de los datos de 70%. Al considerarse
el período 2003-2005 este porcentaje aumenta a
83% (cuadro 4).
Oeconomia
315
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
Comparación con el PIB
Conclusiones
El crecimiento de la industria manufacturera ejerce
un impacto determinante sobre la economía en su
conjunto. Entre las causas de esta influencia estarían
la alta ponderación del sector manufacturero local
en el PIB (20.8% promedio 1997-2006), la alta
correlación entre el sector manufacturero y los
demás sectores en la economía como se nota en el
cuadro 5, la coincidencia entre los ciclos de este
sector y el PIB, entre otras.
El estudio realizado refleja la importancia de la
Encuesta de Opinión Empresarial como indicador
adelantado cualitativo de tendencia de la producción,
los precios y el personal ocupado en República
Dominicana en el sector manufacturero local,
evidenciando, en todos los casos, porcentajes de
aciertos por encima del 80%. Se constituye así en
un respaldo a las estadísticas ofrecidas por el Banco
Central y, por lo tanto, constituye una poderosa
herramienta de política para las autoridades.
Realizando un análisis de correlación entre el
PIB y la producción manufacturera, se evidencia
una alta correspondencia entre dichas variables
con un coeficiente de 0.87 para el periodo 19972006 siendo el sector manufacturero local el
mejor correlacionado con el PIB luego del sector
minería.
Debido a estos resultados exploramos si la
tendencia de los saldos de opinión de la encuesta es
un indicador adelantado del crecimiento del producto
interno bruto calculado por el Departamento de
Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas
obteniendo un alto porcentaje de aciertos (86%).
Para dar continuidad a este análisis, se pretende
analizar en otros estudios otras variables derivadas
de la encuesta, como son las expectativas de los
agentes representativos del sector manufacturero,
y así poder evaluar de manera más rigurosa
la capacidad de predicción de los indicadores
obtenidos a través de este instrumento.
Adicionalmente, sería de gran relevancia ampliar
la encuesta a otros sectores, lo que mejoraría su
capacidad de predicción y mejoraría su nivel de
utilidad para las autoridades.
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Indicadores de Productividad Laboral
Por Odalis Marte
E
l incremento en la productividad corresponde
a una fuente no inflacionaria de crecimiento
económico, la cual es comúnmente definida
como el ratio entre una medida de volumen
de producto y un volumen de uso de factor de
producción. La literatura económica revela
distintos usos de las medidas de productividad
(OECD, 2001), así dentro de los objetivos de medir
la productividad cabe mencionar la detección de
cambios tecnológicos (Griliches, 1987), cambios en
eficiencia diferenciados de los cambios tecnológicos
(Diewert y Lawrence, 1999), y ahorros reales
de costo (Harberger, 1998.) Adicionalmente, las
medidas de productividad sirven para establecer
un punto de referencia o benchmark para ciertos
procesos productivos (Baily, 1993) así como su
uso se extiende al análisis de estándares de vida
(Baumol et al, 1992).
En el caso del factor trabajo, la productividad
laboral es usualmente calculada en términos de
producto por persona empleada o de producto por
hora trabajada, el producto por persona empleada
es el más utilizado debido a que los países cuentan
con más información estadística para su cálculo.
No obstante, la medida de productividad laboral
por medio de la producción por horas trabajadas se
considera más apropiada porque el desarrollo de la
producción por persona empleada está influenciado
por la cantidad de horas trabajadas. Esto puede ser
definido formalmente por la expresión:
317
En el caso dominicano, raras veces el análisis de
la productividad de los factores es considerada
en el observatorio económico nacional. No
obstante, dentro de los trabajos que han abordado
comprehensivamente este tema, cabe citar los
escritos de Guzmán y Lizardo (2002) quienes, a
partir de un modelo de cointegración que mide
el comportamiento del producto y los factores de
producción por medio del grado de apertura más una
variable que representa la magnitud y profundidad
de los cambios institucionales, encuentran que la
productividad, si bien ha determinado modestamente
el crecimiento económico durante el período 19502000, ha sido la acumulación de capital físico lo que
ha impulsado predominantemente la expansión de la
actividad económica en el período de referencia. Por
otro lado, otros estudios han considerado el tema de
la productividad de los factores dentro del análisis
de determinantes del crecimiento en la República
Dominicana, pero estos no necesariamente presentan
medidas específicas de productividad sino variables
aproximadas explicativas de algunas funciones de
crecimiento2.
El presente artículo tiene como objetivo incitar a
cierta discusión sobre el tema de la productividad,
específicamente la productividad del factor trabajo
a partir de los datos de la Encuesta de Fuerza de
Trabajo que el Departamento de Cuentas Nacionales
y Estadísticas Económicas del Banco Central de la
República Dominicana levanta desde abril de 1991.
En donde Pgt es la productividad medida en términos
de producción bruta en el período t; Qindex es un
índice de cantidad bruta producida en dicho período,
y Liinput es un índice de cantidad de insumo de factor
trabajo. Esta definición podría considerar un factor
de ajuste por la calidad de la mano de obra.
En este orden, cabe citar las publicaciones del Banco Mundial (2006)
“Domincan Republic: The Foundations of Growth and Competitiveness”
(Chapter 4), y “Dominican Republic: Review of Trade and Labor
Competitiveness”.
Measuring Productivity: OECD Manual Measurement of Aggregate and
Industry-Level Productivity Growth. Paris, 2001.
Banco Central de la República Dominicana
318
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
El gráfico 1 muestra el nivel de productividad laboral
en la República Dominicana, tanto por personal
ocupado como por horas trabajadas, durante el período
1991-2006. Las ratios fueron calculadas por la razón
entre el PIB real y el número de horas trabajadas, y
PIB real entre el número de personas ocupadas. Estos
indicadores sugieren que la productividad de la mano
de obra ha ido aumentando a un ritmo promedio de
entre 3.1% y 6.0%, según se utilice para su cálculo
el enfoque de horas trabajadas o de personas
ocupadas. Puede observarse cierto decrecimiento
durante los segmentos de la serie correspondientes
a 1991-1992, probablemente debido a la crisis de
1990 y los posteriores ajustes de estabilización; en
1997-1998, posiblemente debido a las devastaciones
producidas por el huracán Georges, y durante el
período 2002-2004 atribuible a los choques externos
de la desaceleración de la economía estadounidense
y del incremento en los precios internacionales del
petróleo, y al choque interno de la crisis financiera,
la cual implicó un costo de rescate del sistema
financiero equivalente a alrededor de 20% del PIB
en 2003.
El coeficiente de correlación, medido por medio de
la división de la covarianza de las variables por el
producto de sus desviaciones típicas, para el período
1991-2006 es de 0.98, lo cual refleja una estrecha
relación estadística entre ambas variables por lo
que resulta casi indistinto utilizar el indicador de
productividad tanto por personas ocupadas como
por horas trabajadas, de acuerdo a nuestro cálculo
para República Dominicana.
Adicionalmente, cabe observar que al comparar
las tasas de crecimiento del PIB real y de la
productividad por horas trabajadas (gráfico 2), se
obtiene un coeficiente de correlación serial de 0.86
para el período 1992-2006, lo cual aumenta en 0.03
puntos para el segmento 1997-2006.
Dado que la remuneración del factor laboral
depende en gran medida de su productividad,
descontadas las distorsiones en el mercado
de trabajo, entonces se puede asumir la tasa
de crecimiento del PIB per capita como una
aproximación a un indicador de productividad. Más
aún, se puede evaluar la existencia de una relación
estadística de interdependencia entre esas variables.
El gráfico 3 muestra las tasas de crecimiento de la
productividad laboral, medida por medio del PIB
real por personas ocupadas y del PIB per capita,
medido por el producto por habitante. El coeficiente
de correlación para el período 1992-2005 es de 0.4.
Sin embargo, este coeficiente alcanza un valor de
0.6 en el segmento de la serie correspondiente a
los años 1997-2005, lo cual sugiere que el nivel
de renta promedio de la población está vinculado
a la productividad de la mano de obra reforzando
la noción de que las políticas orientadas a elevar
el nivel de productividad han de incidir en el
mejoramiento del ingreso por habitante.
Cuadro 1
En resumen, este ejercicio simple nos sugiere
que, congruente con el aumento de la producción
real dominicana, la productividad laboral medida
como el producto por personas empleadas ha
idoincrementándose durante el período 1992Fuente: Banco Central de la República Dominicana
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
2006, a una tasa media de entre 3.1% y 6.0%.
Este comportamiento ha sido consistente con el
incremento en el PIB per capita, durante el período
1997-2005, con un coeficiente de correlación serial
entre la productividad laboral y el PIB per capita
de 0.6.
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Sistema de indicadores lideres regionales. importancia de su
implementacón en centro américa y rep. dominicana*
Por Yadeline del Rosario Burgos Cedeño
Introducción
El seguimiento continuo de la economía,
conjuntamente con la anticipación de los ciclos
económicos, sigue teniendo mucha relevancia
en los países desarrollados. En la práctica, lo
recomendable es que este monitoreo se apoye en un
conjunto de indicadores económicos que reúnan la
mayor cantidad de información posible, de manera
que provean señales anticipadas sobre la trayectoria
de los ciclos económicos. Un sistema de indicadores
compuestos adelantados, podría convertirse
de manera muy eficaz en una herramienta de
análisis adicional, para dar seguimiento continuo
y sistematizado a la coyuntura económica de la
región.
En términos generales, este sistema de indicadores
se utiliza para predecir el comportamiento cíclico
de variables que reflejan el nivel de actividad
económica o bienestar de la población, como son
el PIB y la inflación. En los países y regiones más
avanzadas esta herramienta se ha convertido en
una importante referencia para los agentes privados
y públicos que dan seguimiento a la coyuntura
económica.
Este artículo describe (sin profundizar en
metodologías) la experiencia internacional en lo
relativo a la construcción de indicadores líderes
con características regionales y se destacan
las ventajas que facilitarían el desarrollo de un
sistema similar para la región de Centroamérica y
República Dominicana, como bloque regional. El
informe hace énfasis sobre aquellos indicadores
diseñados para el pronóstico del comportamiento
cíclico de la actividad económica agregada. Se
detalla además sobre el avance que han tenido los
países de la referida región, en el desarrollo de estos
indicadores.
1. Algunos aspectos conceptuales
El objetivo de los indicadores adelantados o líderes,
es básicamente predecir los cambios en el ciclo de
la actividad económica agregada, así como detectar
de manera anticipada los puntos de inflexión.
* Síntesis de informe elaborado para el Consejo Monetario Centroamericano
(CMCA)
321
Desde hace varios años este tema ha sido
ampliamente desarrollado en la literatura académica
internacional. En 1930 el National Bureau of
Economic Research (NBER) realizó un estudio
comparativo orientado hacia la elaboración de una
cronología de los puntos más altos y más bajos de la
actividad económica de Alemania, Estados Unidos,
Francia e Inglaterra. Este estudio sirvió para alertar
sobre la existencia de elementos comunes entre las
fluctuaciones de diversas series y las observadas
en la del Producto Interno Bruto. Wesley Mitchell
y Arthur Burns construyeron en 1937, una relación
de indicadores coincidentes, rezagados y líderes
de la actividad económica de los Estados Unidos,
constituyéndose esto en el punto de partida para la
elaboración de este tipo de indicadores.
Los sistemas de indicadores líderes se construyen
alrededor de una serie de referencia, en la que su
cronología cíclica es adelantada o coincidente con
la variable de interés que se desea predecir. Los
ciclos de referencia corresponden a las recurrentes
fluctuaciones de expansión y contracción, que
caracterizan a ciertas variables proxies de los
agregados económicos, cuyos movimientos cíclicos
interesa observar y anticipar. En la mayoría de los
sistemas desarrollados la cronología de referencia
es univariada, pero también existen sistemas de
indicadores cíclicos con cronologías de referencias
multivariada (p.e. en los Estados Unidos) que toman
la forma de un indicador compuesto como serie de
referencia.
Uno de los principales supuestos en que se apoya la
teoría de indicadores líderes, es que las fluctuaciones
de la actividad económica son recurrentes en el
largo plazo por lo que si existe la posibilidad de
identificar series macroeconómicas que muestran
un adelanto con respecto a la evolución actual del
producto, entones será también posible utilizar
estas mismas series para identificar tempranamente
fluctuaciones futuras de la actividad económica.
Sin embargo, las fluctuaciones en la actividad
económica no son necesariamente constantes y los
factores explicativos de los ciclos no precisamente
se mantienen a lo largo del tiempo. De ahí surge
la necesidad de utilizar indicadores compuestos
Banco Central de la República Dominicana
322
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
(agregación de indicadores adelantados) para
anticipar más acertadamente el ciclo.
negocio, hacia Alemania, Inglaterra, Japón, Korea,
Francia, México, Australia y España.
Estos indicadores resultan muy útiles para seguir el
comportamiento de cada ciclo en particular debido
a que tienen la ventaja de que capturan bastante
información que permiten explicar los ciclos desde
diferentes causas.
En los Estados Unidos existe además, el sistema
de indicadores cíclicos del Center for International
Business Cycle Reasearch (CIBCR) que monitorea
los ciclos de crecimiento de 11 países industrializados
y utiliza como ciclo de referencia un indicador
compuesto por las siguientes variables: PIB o PNB,
producción industrial, ingreso personal, tasa de
desempleo invertida, empleo no agrícola y ventas
de la industria manufacturera y el comercio.
2. EXPERIENCIAS INTERNACIONALES:
2.1 Indicadores Líderes Compuestos en los
Estados Unidos
The Composite Index of Leading Indicators, es
un reporte publicado mensualmente por The
Conference Board de los Estados Unidos, donde
se publican los resultados de un índice compuesto
que pronostica la dirección de las fluctuaciones
cíclicas de la economía norteamericana en el corto
plazo. Este índice compuesto está conformado por
10 indicadores individuales cuyas fluctuaciones
y cambios de tendencia se adelantan a los de la
economía global.
Este es muy utilizado y solicitado por los economistas
y analistas que dan seguimiento continuo a la
coyuntura económica y los resultados que revela
sobre las condiciones del ciclo de negocio y de
la economía en general, conduce a los hacedores
de política, inversionistas y el empresariado, a
tener expectativas más definidas sobre la situación
económica global, lo cual favorece sus decisiones
de planificación.
The Conference Board asumió la responsabilidad
de calcular y publicar este índice a finales de 1995
(anteriormente era calculado y publicado por el
Departamento de Comercio de los Estados Unidos).
Esta corporación calcula y publica además, un
índice coincidente, el cual replica los movimientos
de la economía global y un índice rezagado que
ayuda a confirmar los ciclos de la economía
norteamericana En Junio del 2000 esta institución
expandió el cálculo y publicación de estos índices
dentro de su programa de estudio de los ciclos de
2.2 Sistema de Indicadores Líderes Compuestos
de la OCDE
El Sistema de Indicadores Líderes Compuestos
(SILC) de la OCDE es compilado y calculado
individualmente en 23 países miembros, más
6 países no miembros (estos últimos empezó
a calcularlos a partir de 2006). Además, esta
entidad calcula indicadores regionales en 7 zonas
geográficas distintas. El Directorio de Estadísticas
de la institución, los ha publicado desde 1981
usando una versión modificada del método de
indicadores cíclicos desarrollado por el NBER de
Estados Unidos. Los datos del SILC se publican
mensualmente en el Main Economic Indicators de
la OCDE.
El objetivo principal del SILC de la OCDE es
anticipar los movimientos del ciclo de actividad
económica de los países y de las regiones miembros y
de manera más específica identificar tempranamente
los puntos de quiebre. Los SILC se diseñan
para proporcionar información cualitativa de los
movimientos económicos de corto plazo, es decir,
que lo interesante es observar la dirección de la
tendencia más que los niveles. La OCDE usa el
enfoque del ciclo de crecimiento o de desviaciones
de tendencia, que permite aislar los movimientos
cíclicos de mediano plazo de los movimientos
en la tendencia de largo plazo. La metodología
utilizada incluye los siguientes procedimientos:
(1) determinación de la cronología del ciclo de
1
Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE).
Oeconomia
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
referencia; (2) selección de los indicadores líderes
apropiados y (3) construcción de los indicadores
líderes compuestos nacionales y regionales.
La selección de indicadores líderes que conforman
el indicador compuesto en cada país es distinta. Esto
se atribuye a las particularidades que caracterizan
los ciclos en cada país y por tanto, unas variables
son específicamente más explicativas de los ciclos
en un país que en otro. Entre los indicadores líderes
más usados en el SILC de la OCDE se destacan
en términos generales: indicadores cualitativos de
encuestas de confianza empresarial, indicadores
cuantitativos de variables monetarias y financieras,
índices de comercio exterior e indicadores
cuantitativos de inventarios y órdenes de pedidos.
Los países seleccionan las variables integrantes
de los indicadores compuestos, de acuerdo a los
siguientes criterios estándares: a) Si el indicador
mide la actividad económica en un estado
temprano del proceso de producción, b) Si el
indicador es causa típica de fluctuaciones en la
actividad económica, c) Si el indicador expresa las
expectativas de los agentes económicos y d) Si el
mismo se ajusta rápidamente a los cambios en la
actividad económica.
La OCDE se propone que los indicadores
seleccionados en cada país tengan un
comportamiento cíclico que anticipe el ciclo de
actividad y procura además, que no tengan ciclos
extras o faltantes respecto del ciclo de referencia.
Adicionalmente, la longitud del adelanto respecto
de los puntos de quiebre debe ser homogénea a lo
largo de todo el período de análisis y la correlación
con el ciclo de la serie de referencia debe ser alta
para todo el período de análisis.
2.3 Sistema de Indicadores Líderes Compuestos
en América Latina
Varios países de América Latina se han preocupado
por desarrollar indicadores adelantados o líderes,
con la finalidad de dar seguimiento al ciclo de la
323
actividad económica y anticipar sus movimientos
en el corto plazo.
La Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL) ha sido la única institución en
dar los primeros pasos para desarrollar un sistema
regional de indicadores líderes compuestos para
Latinoamérica. La idea de desarrollar un proyecto
de esta magnitud, resulta de una iniciativa
impulsada por Naciones Unidas, con apoyo de la
OCDE y la Comisión Europea (CE).
La primera etapa del proyecto consistió en revisar el
trabajo realizado por los países en lo concerniente a
indicadores líderes. Se procedió además a estudiar
las distintas metodologías existentes a nivel
internacional para definir la más apropiada para la
región latinoamericana. En ese orden, se optó por
la metodología de la OCDE debido a que la misma
permite combinar la información disponible en las
encuestas de confianza empresarial llevada a cabo
por los países, con información de tipo cuantitativo,
además permite la inclusión de variables financieras
lo cual mejora el desempeño de los indicadores
líderes.
Otra razón tomada en cuenta para optar por esta
metodología, es que la misma permite integrar las
diferencias estructurales existentes en los países
de la región, y en ese aspecto, acepta indicadores
líderes compuestos distintos de cada país, los que se
agregan luego en un indicador líder regional.
En una investigación llevada a acabo por PedersenGallardo 2007 en el marco del proyecto REDIMA
(fase II), se describe detalladamente cómo se
determinaron las series de referencia de los países y
de la región, cómo se seleccionaron los indicadores
líderes individuales y cómo se construyeron los
indicadores líderes compuestos, tanto para los países
como para la región.
Ver: Gallardo y Pedersen. “Un sistema de indicadores líderes compuestos
para la región de América Latina”. División de Estadísticas y Proyecciones
Económicas. CEPAL, Santiago de Chile, mayo 2007.
Consultores de la División de Estadística y Proyecciones Económicas de
la CEPAL.
Banco Central de la República Dominicana
324
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
De manera muy incipiente, esa investigación muestra
el cálculo de indicadores líderes compuestos para
once países y tres grupos regionales. Según los
resultados de la investigación, todos los indicadores
elaborados tienen buena capacidad de anticipar los
movimientos de los ciclos de referencia, no obstante
aquellos que concentraron los países cuya estructura
económica es muy similar entre si, lograron
representar mejor el ciclo de la región.
3. Indicadores líderes en la región
Centroamérica y República Dominicana
de
La experiencia de esta región en el diseño y
construcción de sistemas de indicadores líderes no
es muy abundante, aunque en algunos de los países,
la inquietud por desarrollar un sistema de esta
naturaleza viene desde hace más de dos décadas.
Las razones que podrían explicar el poco desarrollo
de estos indicadores en estos países en el pasado,
podrían atribuirse por un lado, al carácter anual
que existía en muchas de las series relativas a los
sectores productivos, lo cual era un impedimento
para detectar las variaciones de la economía en
el corto plazo, y por otro, a la discontinuidad que
prevalecía en la publicación de las mismas. En años
más recientes, muchos de los países han tratado de
desarrollar indicadores adelantados compuestos
ya sea para el pronóstico del ciclo inflacionario o
para el de la actividad económica. A continuación
se citan los siguientes casos:
A finales de 1999 el Banco Central de Costa Rica
desarrolló un “índice Sintético Adelantado de la
Inflación Costarricense” como alternativa adicional
para complementar los demás instrumentos de
pronóstico de que disponían. Se realizaron dos tipos
de estudios: En el primero, la variable de referencia
fue el IPC y en el segundo, se tomó el índice del
núcleo inflacionario.
Ver: Blanco O, Carlos / Azofeifa G, Ana. “Indicadores adelantados cómo
técnica de pronóstico”. Aplicación de la técnica en Costa Rica. Rev. Cien.
Econ. Vol IV, No. 1 71/81, 1984.
Banco Central de Costa Rica. “Pronóstico de los Ciclos Económicos” Agosto,
1986.
En el año 2000, el Departamento de Investigaciones
Económicas del Banco Central de Guatemala,
realizó una investigación en la que se elaboró un
índice adelantado del ciclo de la inflación en el corto
plazo, tomándose como referencia, la variación
porcentual de la tendencia-ciclo del IPC.
En ambos países este proyecto ha tenido un avance
limitado debido, a que estos indicadores han
demostrado ser mucho más eficientes pronosticando
el ciclo de la actividad económica que el de la
inflación. En vista de esto, sería interesante que en
estos países se retomara el proyecto, utilizando esta
vez como referencia el ciclo del IMAE en lugar de
la inflación. Esto tiene su importancia, debido a que
en todos los países de esta región, son precisamente
los Bancos Centrales las instituciones responsables
de calcular, evaluar y proyectar el desempeño de la
actividad económica agregada conjuntamente con
su objetivo principal.
Por su parte, la División de Análisis de Coyuntura
del Banco Central de República Dominicana,
ha estado trabajando en los últimos años, en el
desarrollo de un sistema de indicadores adelantados
del PIB, para cuyos fines se recibió entrenamiento
de un experto estadístico de la OCDE en 2006,
específicamente en lo relacionado al análisis
cíclico de las series y la conformación de los
indicadores compuestos adelantados. Actualmente,
los indicadores elaborados están en etapa muy
preliminar, por lo que su difusión sólo se limita a
nivel interno, hasta tanto se fortalezca la confianza
de su predicción.
En Honduras, el Instituto Nacional de Estadísticas
(INE) ha estado trabajando en la elaboración de un
sistema de indicadores adelantados del IMAE.
Dentro de las ventajas que existen hoy día y que
de hecho facilitarían la implementación de un
sistema de indicadores adelantados para la región
de Centroamérica y República Dominicana, se
pueden citar:
Ver: “Indice Sintético Adelantado para predecir la inflación de Guatemala”.
Calderón Cifuentes, Gustavo Adolfo. Banguat. Julio, 2000
Oeconomia
325
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
• En primer lugar, tanto los países como la región
disponen en la actualidad de un indicador mensual
de actividad económica (IMAE e IMAER,
respectivamente) mismos que se utilizarían
como variable de referencia a la que se intentaría
pronosticar su ciclo en el corto plazo
• Existe mayor empeño en los países por desarrollar
estadísticas económicas y financieras más oportunas
y al mismo tiempo hay una mayor preocupación por
la calidad de las mismas. Respecto a esto último,
existen en la actualidad proyectos de organismos
internacionales encaminados a lograr ese objetivo,
como es el caso del Marco para la Evaluación de
la Calidad de los Datos (MECAD) que sirve de
apoyo al FMI en su proyecto de armonización de
las estadísticas macroeconómicas. El mismo, es
internacionalmente aceptado para la promoción de
la calidad de las estadísticas.
• Adicionalmente, en los países de la región se
realizan actualmente encuestas de expectativas
económicas y encuestas de opinión a empresas
y consumidores, las cuales arrojan información
importante sobre el clima de negocio y la situación
general de la economía desde el punto de vista del
empresariado y del consumidor. Estas encuestas
permiten el cálculo de “índices de confianza”, que al
ser incluidos dentro de los indicadores compuestos,
aumentan, según el criterio de los iexpertos, su
poder de predicción.
•Por último, en la región se está desarrollando
actualmente un proceso de armonización de
estadísticas macroeconómicas y financieras, lo
que facilitaría aún más los trabajos de agregación
de los indicadores líderes de los países, dentro
de un Sistema Regional de Indicadores Líderes
Compuestos.
En Rep. Dominicana está en proceso de construcción por parte del Banco
Central.
Comentarios finales:
Debido a la importancia que conlleva el hacer análisis
y pronósticos sobre las condiciones regionales en
un entorno cada vez más globalizado, es necesario
seguir impulsando de manera sistemática en los
países de la región la construcción de indicadores
adelantados, que faciliten la creación de un sistema
de indicadores líderes que reúna las condiciones de
eficiencia y oportunidad requeridas para proveer las
señales anticipadas de los puntos de quiebre de los
ciclos de la actividad económica regional.
En virtud de lo anterior, es necesario seguir
ampliando la cobertura de aspectos importantes de
la actividad económica agregada, de forma que se
pueda entender con más detalles el desarrollo de los
ciclos económicos de Centroamérica y República
Dominicana como bloque regional. Un sistema de
indicadores como el propuesto, podría ser muy útil
para los generadores de política económica así como
para los agentes económicos interesados en tomar
decisiones con fines de inversión.
Es necesario que se siga afianzando en los países,
el uso de encuestas tanto a las empresas como a
los consumidores, debido a que las mismas han
resultado ser muy útiles en los indicadores líderes
Al mismo tiempo, deben ampliarse las estadísticas
relativas al mercado laboral y procurar información
más oportuna en este aspecto.
Realizando los esfuerzos pertinentes, este proyecto
podría convertirse en algo viable y de mucha
utilidad analítica para la región.
Bibliografía:
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Leading Indicators: a Comparison of two
different Methods.” octubre del 2000.
OECD ((1999). “Composite Leading Indicators: a tool for short-term analysis.”
Banco Central de la República Dominicana
326
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Version 3 .
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Reyes B. y H. Meléndez (2003), “Indicadores adelantados de inflación y actividad
económica”. Serie Documentos de Trabajo
No. 47, Banco Central de Venezuela.
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