Pichl - Castro

Anuncio
Mercosur/sul 2000
4° Jornadas Educación a Distancia
1° Jornadas de Educación a Distancia Rural
Buenos Aires, 21 al 24 de Junio 2000
LA SALUD: UN TEMA DE LA AGENDA DE
LA EDUCACIÓN A DISTANCIA DEL NUEVO MILENIO
Patricia Viviana PICHL
Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación.
Docente Ordinario de las Cátedras de Didáctica II y Didáctica General de la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Integrante del Equipo de Trabajo de la Dirección de Educación a Distancia. Coordinador del Programa de
Posgrado en Cirugía y Traumatología Bucomaxilofacial (UNPSJB – FOUBA).
Flavio CASTRO
Profesor y Periodista.
Director del Núcleo de Educación a Distancia del CEAD de la Universidad de Brasilia.
Núcleo Temático
La Educación a Distancia y las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información:
experiencias, resultados y aportes.
Resumen
En los numerosos encuentros de la modalidad se reconoce a la educación a distancia como un
lugar privilegiado para la formación continua, la actualización o el perfeccionamiento
profesional. Desde esta perspectiva se inscribe este escrito que abarca proyectos de tres
universidades públicas –Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de la Patagonia
San Juan Bosco y Universidad de Brasilia- de dos países integrantes del Mercosur/sul
–Argentina y Brasil-.
Las experiencias que sustentan este escrito están desarrolladas en el campo de la salud
(Programa de Posgrado en Cirugía y Traumatología Bucomaxilofacial realizado en convenio
cooperativo entre la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires y la
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el Curso de Prevención al uso
indebido de drogas. Diga si a la vida de la Universidad de Brasilia)
Ambas experiencias nos han mostrado que la universidad sigue funcionando como uno de los
espacios para la reflexión y la construcción de conocimiento. Al mismo tiempo se ve que para
la construcción de estos programas y sus prácticas de la enseñanza se necesitó contar con
profesionales preocupados por la actualización en los temas de su campo así como en la
comprensión de los alumnos.
LA SALUD: UN TEMA DE LA AGENDA DE
LA EDUCACIÓN A DISTANCIA DEL NUEVO MILENIO
Patricia Viviana PICHL
Flavio CASTRO
En los numerosos encuentros de la modalidad se reconoce a la educación a distancia como un
lugar privilegiado para la formación continua, la actualización o el perfeccionamiento
profesional. Desde esta perspectiva se inscribe este escrito que abarca proyectos de tres
universidades públicas –Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de la Patagonia
San Juan Bosco y Universidad de Brasilia- de dos países integrantes del Mercosur/sul
–Argentina y Brasil-.
Las experiencias que sustentan este escrito están desarrolladas en el campo de la salud
(Programa de Posgrado en Cirugía y Traumatología Bucomaxilofacial realizado en convenio
cooperativo entre la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires y la
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el Curso de Prevención al uso
indebido de drogas. Diga si a la vida de la Universidad de Brasilia)
Ambas experiencias nos han mostrado que la universidad sigue funcionando como uno de los
espacios para la reflexión y la construcción de conocimiento. Al mismo tiempo se ve que para
la construcción de estos programas y sus prácticas de la enseñanza se necesitó contar con
profesionales preocupados por la actualización en los temas de su campo así como en la
comprensión de los alumnos.
Podríamos decir entonces que desde este marco es desde donde se intentó dar respuesta al
desafío constante de la democratización de la enseñanza basada en principios solidarios y
cooperativos para la construcción del conocimiento que recuperaron el igual valor académico
de la oferta de formación de modalidad a distancia y presencial.
A continuación se presentarán una serie de reflexiones que surgieron del intercambio de dos
experiencias en la modalidad, ubicadas geográficamente a miles de kilómetros de distancia y
con destinatarios diferentes. Los puntos de unión que existen son dos. Por un lado el interés
por la enseñanza y el aprendizaje en la modalidad en propuestas implementadas por
universidad públicas. Y por el otro el pensar que en el “desarrollo” del campo de la salud la
educación a distancia tiene altas posibilidades.
La agenda de la educación superior en los noventa a la espera del nuevo milenio
Las estructuras de escolarización y de enseñanza latinoamericanas se establecieron en otros
tiempos y con otros fines. Al mismo tiempo no podemos olvidar que vivimos en una época en
donde es preciso establecer delicados equilibrios tanto dentro como fuera de la escuela.
Muchos autores coinciden que en el centro de esta situación está la globalización de la
actividad económica, las relaciones políticas, la información, las comunicaciones y la
tecnología.
Según Hargreaves (1998) en la actualidad la enseñanza se encuentra con paradojas tales como
una educación integrada pero diversificada, local y global, autónoma pero sujeta, que anhela
el cambio pero que también necesita –imperiosamente- cotinuidad y “estabilidad”. A estas
podemos agregar las propias del trabajo en el nivel superior caracterizado históricamente
como la conjunción de las funciones de docencia, investigación y extensión –o servicio-.
El trabajo de los docentes del nivel se define por la enseñanza y la investigación. Sin embargo
sabemos que este tipo de relación queda muchas veces –generalmente la mayoría de ellassubsumida por la docencia, que poco espacio deja para el desarrollo de la investigación.
No deberíamos perder de vista aquí que esto se ha constituido en un problema de matriz
histórica. Por ejemplo, la universidad argentina es heredera de la española y de la francesa que
fomentaban modelos altamente profesionalistas en donde la investigación quedó relegada y en
manos de instituciones consideradas de menor jerarquía. La Reforma del 18 dio un viraje a
esta situación propiciando algunos cambios y la revisión de actitudes que a través del tiempo
permitieron reflexionar críticamente acerca del sentido de la universidad como institución
social.
En las puertas del 2000 los cambios que se están produciendo a escala mundial global -están
obligando a los países a adecuarse y adecuar las instituciones y sus modos de funcionamiento
a los nuevos escenarios que se configuran. En esta etapa la universidad tiene ante sí el planteo
de una encrucijada. Si erigirse como una institución de y con valor para la sociedad por su
tarea de producción y reflexión acerca del conocimiento, entre otros, o si se resigna a
quedarse como está. Esto significaría morir poco a poco y llegar a desaparecer –tal vez no
completamente, aunque si con el formato histórico actual-.
Es importante aquí no olvidar que el estado actual de las universidades latinoamericanas es el
producto de una serie de opciones y no opciones que se han ido realizando a lo largo de los
tiempos. Algunas agencias internacionales han realizado muchas opciones, de antemano, para
la educación superior. Analicemos brevemente algunas de ellas.
En la década del 80 cuando el Banco Mundial ya había iniciado su “cuidadosa” intervención
en la educación superior Latinoamericana, se plantearon las primeras líneas políticas para los
procesos de achicamiento y ajuste de recursos en las universidades públicas que en la
actualidad han llevado a plantear un sistema de educación superior con ofertas diferenciadas
y estratificadas. De esta manera el Banco Mundial planteó para los 90 la necesidad de
reformas académicas y administrativas como un medio para disminuir los costos por
estudiante.
Durante 1993 y 1994 el Banco Mundial centra su atención en la educación superior diciendo
que “las instituciones de educación superior tienen una responsabilidad básica en el
equipamiento de los individuos con conocimientos avanzados, requeridos para las posiciones
de responsabilidad en el gobierno, los negocios y las profesiones” (Banco Mundial; 1994).
Al mismo tiempo considera que la crisis de la educación superior se debe a que el
financiamiento es fundamentalmente gubernamental. Por esto “el mejoramiento de la calidad
y expansión en las inscripciones en educación superior debe ser lograda con un mínimo o
con ningún incremento en los gastos públicos” (Banco Mundial; 1994).
A esto se une un diagnóstico que habla de masificación; facilidades físicas deterioradas;
ausencia de recursos para gastos no reembolsables; aumento del desempleo de los graduados
a causa del crecimiento de la matrícula y no de la falta de generación de nuevos puestos de
trabajo; caída de los estándares académicos por políticas de crecimiento de las inscripciones
insostenibles físicamente; y bajas tasas de estudiantes por personal docente, alta deserción
estudiantil, repeticiones en los cursos y amplios gastos no educativos1.
De aquí surgen las estrategias que el Banco Mundial propone a los países en vías de
desarrollo para la reforma de la educación superior, que dicen: “ enfrentar la gran
diferenciación de instituciones, incluyendo el desarrollo de instituciones privadas; incentivar
a las instituciones públicas para diversificar recursos de financiamiento, incluyendo costo
compartido con los estudiantes y relaciones financieras con el gobierno; redefinir el rol del
1
Basado en Paviglianitti y Otros; 1996.
gobierno en educación superior; introducir políticas explícitamente diseñadas para dar
prioridad a los objetivos de calidad y equidad” (Banco Mundial; 1994).
Hasta acá la agenda de la educación superior parece estar delineada por las políticas del
Banco Mundial. Pero además quedan algunos interrogantes, tales como: ¿en manos de quién
queda la “programación” de la agenda de las universidades nacionales?, ¿De sus propios
protagonistas o de agentes externos tales como financistas y gobiernos?, ¿Están todavía a
tiempo las universidades nacionales para acometer la tarea de racionalización, reorganización
y perfeccionamiento de la calidad de su oferta educativa, combinando la demanda crítica con
la construcción institucional?, ¿Podemos olvidarnos de que la educación es uno de los
fundamentos de la libertad: derecho inalienable del ciudadano y patrimonio colectivo de la
sociedad, que no es reducible a un simple cálculo económico?.
Haber hecho este recorrido nos permitirá ahora, puntear los temas de la agenda universitaria
de los 90, que han sido incorporados al debate acerca del sistema educativo universitario
latinoamericano. Estos son:






Funcionamiento del gobierno de las universidades: en este ítem se incluyen la
articulación entre lo universitario y lo no universitario, lo público y lo privado, creándose
una nueva arquitectura educativa; y el establecimiento de que las universidades acreditan
la formación recibida y habilitan para el ejercicio profesional, a través de títulos y grados
que expiden.
Toda esta situación lleva a una redefinición de las relaciones entre el Estado y la
universidad, estableciendo “un nuevo contrato” en donde se reajusten las modalidades de
conducción y coordinación, entre otras.
Redefinición del concepto de autonomía: el concepto de autonomía se instaló América
Latina desde la Reforma de 1918, entendiéndose que esta implicaba una universidad
independiente de la injerencia del poder político.
Calidad y evaluación: este ítem incluye la definición de criterios de calidad desde
parámetros de eficiencia y competitividad, que muchas de las universidades no
comparten; y la creación de organismos oficiales que tienen como función la evaluación
externa en forma periódica de las universidades y la acreditación de las carreras.
La realización de evaluaciones externas e internas supondría de una relación de
cooperación entre el Estado y las universidades, y no de enfrentamiento como ha venido
sucediendo hasta el momento.
Órganos de control: se centraliza el control en el funcionamiento del sistema
universitario y se descentraliza económicamente, esto limita el principio de autonomía
universitaria. Al mismo tiempo se crean nuevos órganos que cumplirán diferentes tareas:
fijar la política, fiscalizar, evaluar y asesorar a las universidades.
Regímenes laboral docentes y económico financiero: la política de financiamiento se
caracteriza por la escasez de recursos del Tesoro Público.
Formación de una nueva generación de académicos
Lo visto hasta ahora nos lleva a elaborar el argumento desarrollado aquí: nos encontramos en
la región latinoamericana frente a la imperiosa necesidad de cambiar nuestra forma de
concebir la organización de la enseñanza superior y sus relaciones con la sociedad y el
Estado.
Pero, ¿cuáles son entonces, los principales asuntos que se hallan en debate hoy en día en
América Latina respecto de los cuales se manifiesta esta tendencia a cambios y readaptaciones
en la educación superior?, ¿por qué puede decirse que la estructura tradicional de relaciones
entre la enseñanza superior y el estado ha entrado en crisis en América Latina?
Entonces, pareciera que la base para una solución alternativa sería generar un nuevo contrato
social entre el estado y la educación superior, en donde se sustituya la débil relación de poder
de control administrativo por una relación de evaluación y se sustituya la relación basada en
el compromiso estatal de proporcionar aportes automáticos de recursos a las instituciones por
una relación más diferenciada y compleja donde las instituciones diversifican sus fuentes de
ingreso y el estado maneja las suyas en función de objetivos y metas convenidos. De esta
manera se cambiaría el contexto en el cual operan las instituciones de educación superior,
elevarían su calidad, mejorarían su desempeño e introducirían innovaciones en función de la
satisfacción de demandas y necesidades de desarrollo de cada país y la región.
Así como se puede observar los cambios en la política universitaria latinoamericana están
inmersos en la problemática de las propuestas neoconservadoras de recomposición de la
economía y de la sociedad. Esto también ocurre en el área de la salud.
Algunos temas de la agenda de salud en Argentina y Brasil
La salud en la actualidad no sólo es un derecho fundamental de las personas, sino que a la vez
es un elemento valioso de los países, que no pueden dejar de comprometerse en el
mejoramiento de los servicios de salud.
Podemos decir que en los últimos tiempos en América Latina y en particular en nuestro país,
se han producido cambios en las políticas educativas y de salud. Estos cambios están
asociados a la implantación de programas de ajuste a través de créditos externos y sin leyes de
financiación, así como a la generación de diferentes formas nacionales de evaluación de la
calidad de tipo centralizado, asociada a la desprofesionalización de las diferentes tareas que
los profesionales llevan a cabo.
Por otro lado sabemos que tanto la salud como la educación no sólo son un derecho
fundamental de las personas, sino que también se constituyen en un elemento valioso para el
desarrollo y economías de los países. En los últimos tiempos se han producido cambios en las
necesidades y demandas de servicios de salud como consecuencia de la alteración de las
distintas estructuras demográficas y epidemiológicas, de las innovaciones producidas por la
investigación biomédica y de la investigación aplicada a los sistemas de salud. Al mismo
tiempo se han erradicado algunas enfermedades y han aparecido nuevas patologías que
generan nuevos perfiles vinculados con los cambios en las condiciones de las familias, la
comunidad y el lugar de trabajo.
Teniendo en cuenta esto es que creemos que la inversión en educación del personal de salud y
de los particulares es esencial y justificada para el mejoramiento de la calidad de vida de la
población.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (1998) en Argentina el número de
graduados en ciencias médicas descendió entre 1980 y 1990, pasando de más de cinco mil
egresos por año a tres mil egresos en 1990, manteniéndose hasta 1998 alrededor de esta cifra.
Durante los años 80, los egresos en las carreras de odontología y enfermería se han mantenido
estables. En el primer caso se observaron alrededor de mil egresos anuales con tendencia al
incremento en la matrícula. Al mismo tiempo se sabe que la formación en salud pública y
administración en salud se realiza en una amplia gama de instituciones. Mientras que en
Brasil el número de médicos por cada 10.000 habitantes se mantiene estable.
Con respecto al financiamiento y gasto en salud en Argentina en 1994 el gasto total en salud
per cápita fue de USD 810, representando el 9,8% del producto bruto interno. En 1995, la
distribución porcentual del gasto público en salud fue: Nación 4,8%; ANSSAL, 2,6%; el
Instituto Nacional de Servicios Sociales para jubilados y pensionados, 22,6%; transferencias
de la Nación a las provincias, 0,8%; provincias y municipalidades, 36,1%; obras sociales
nacionales, 20,9%; y obras sociales provinciales, 12,2%. Mientras que en Brasil el gasto
público per cápita en salud aumentó de USD 92,23 en 1987 a un total estimado en USD 125
en 1997, representando en 1995 el 4,35% del producto bruto interno.
En ambos países a partir de la década del 90 se comenzó con una reforma en el sector de la
salud, coincidente con la reforma del estado. En este momento comienzan a circular en el
campo de la salud una serie de palabras-concepto, tales como equidad, efectividad, calidad,
eficiencia, sostenibilidad, participación y evaluación.
Tema de Agenda: las propuestas en salud
En el campo de la educación a distancia se plantean hoy nuevos desafíos. Uno de ellos es la
relación de la modalidad con el campo de la salud.2 Históricamente se la “ha utilizado” en
instancias de formación de grado y de posgrado, así como de extensión-servicio; de
capacitación y de perfeccionamiento En algunos casos se decide recurrir institucionalmente a
esta modalidad debido a la gran matriculación de interesados en la temática, tal es el caso de
la Universidad de Brasilia con treinta mil alumnos en el Curso de extensión titulado
“Prevención en el uso indebido de drogas. Diga si a la vida”; y en otros a la dispersión
geográfica de los destinatarios como en el Programa de Posgrado en Cirugía y Traumatología
Bucomaxilofacial de la Universidad Nacional de la Patagonia y la Facultad de Odontología de
la Universidad de Buenos Aires-.
En ambos casos estas casas de altos estudios, están inmersas en la realidad latinoamericana,
con contextos, al mismo tiempo, similares y diversos. En el caso de la Universidad de Brasilia
el Sistema de Educación a Distancia se genera a partir de la década de 1960, intentando
replicar los modelos desarrollados hasta el momento, pero también generando propuestas
diferentes a las tradicionales de la universidad presencial. Mientras que el Sistema de
Educación a Distancia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y las
experiencias de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires comenzaron
en la década de 1980, con la apertura democrática de Argentina.
Veamos a continuación algunas apreciaciones conceptuales, derivadas del análisis efectuado a
ambas propuestas de enseñanza, realizadas en el campo de la salud en el contexto
latinoamericano.
1.- Actualmente, ¿cuáles son las causas de “padecimiento” en las diferentes regiones de
Latinoamerica?. Pregunta difícil de contestar, pero a una conclusión llegamos facilmente:
tanto para pobres como para ricos los virus y bacterias, así como la violencia y la
criminalidad, los accidentes, la angustia, la depresión, el stress, el deterioro ambiental, las
intoxicaciones, las drogas –lícitas e ilícitas-, el sedentarismo, la alimentación y los
comportamientos de riesgo, atacan por igual. Así es como el concepto de salud se ha
ampliado y se intenta aproximar cada vez más al concepto de calidad de vida.
La formación de personas en el área de salud, en este caso en particular para abordar
temáticas referidas a las drogas y a la cirugía y traumatología bucomaxilofacial ha estado
pensada como permanente, con carácter integrador, y que debe contar con la participación
continua de toda la sociedad. De esta manera se trata de no trabajar en la adquisición
2
Cabe aclarar que no se planteará cada proyecto y/o programa en particular. Se sugiere recurrir a los Anales de
las II y III Jornadas de Educación a Distancia Mercosur/sul (1998 y 1999).
individual de saberes sino en una adquisición compartida. Esto nos llevaría a pensar en una
población o un país que progresa en materia de salud, economizando procesos cognitivos de
los sujetos involucrados, además de economizando recursos.
Así las profesiones del área de la salud no se verán como aplicativas y tecnológicas, sino que
necesitan de la investigación de la realidad concreta a fin de establecer modelos de servicios
que se prueben útiles y que sean congruentes con el contexto social. Esto llevaría a modificar
la práctica profesional individual por el trabajo en equipo, y la realización de otro tipo de
práctica que implique la desmonopolización de las acciones de la salud.
2.- A partir de la aparición de la primera Universidad Abierta (Open University en Inglaterra)
en la década del ´60 esta propuesta se extendió a los cinco continentes. En la actualidad
constituye una modalidad que permite organizar proyectos educativos de acuerdo a las
necesidades de grupos poblacionales diversos.
El rasgo esencial de la educación abierta es la ruptura con las notas de presencialidad y de
recinto. Esta ruptura genera un espacio para la resignificación de algunos aspectos que hacen
al aprendizaje en la modalidad.
En función de ello se trata de evitar la generación de un estereotipo en la relación alumnomaterial.docente, procurando revalorizar cada encuentro de estudio (individual, pequeños
grupos y tutorías presenciales, telefónicas y postales).
En cada propuesta se programaon estilos de relación docente-alumno, teniendo en cuenta la
situación socio-histórico particular y las características lógicas del campo disciplinar a
abordar, recuperando lo mejor del encuentro entre docente-alumno y los pares entre sí.
Aquí debemos señalar qué entendemos por aprendizaje en el marco de la modalidad a
distancia. Partimos de la idea que el aprendizajes es idiosincrásico. “Aprender, en más de una
oportunidad, es volver a aprender algo viejo, pero de manera diferente. Aprender lo
aprendido en una nueva dimensión, en una nueva perspectiva. Aprender es construir un
objeto diferente de nosotros y que se construye cuando somos conscientes de que lo estamos
construyendo. Aprendemos muchas veces, cuando encontramos una propuesta ya aprendida,
una contradicción o una paradoja que obliga a reconsiderar todo lo que ya sabíamos.
Implica, en otras oportunidades, simplemente lograr una nueva inclusión en clases. Es decir
aquello ya clasificado, puede volver a clasificarse mediante un proceso de mayor nivel de
especificidad” (Litwin; 1991).
Todos los aprendizajes para que sean aprendizajes, son autónomos. Lo que los sujetos
vivencian de diferente entre el sistema presencial y la modalidad a distancia es la propuesta
didáctica o propuesta de enseñanza.
El alumno del sistema presencial y el de la modalidad a distancia realizan tareas similares de
estudio y de reflexión. Pero comenzamos a notar una diferencia en cuanto a la posibilidad que
el docente tiene de orientar y reorientar los procesos de construcción del objeto de
conocimiento. Por esto las propuestas didácticas que se generan para esta modalidad deben
ser adecuadas al objeto de enseñanza y aprendizaje y a las circunstancias particulares de cada
uno de ellos.
La investigación evaluativa se ha constituído en un eje vertebrador de las propuestas de
educación a distancia para atender no sólo sus orígenes, sino también sus necesidades,
procesos, producciones y resultados. Aquí la psicología cognitiva, las teorías de la
comunicación y los nuevos desarrollos tecnológicos han aportado material suficiente a la
educación a distancia. Podríamos decir que la educación a distancia se ha transformado en la
actualidad en deudora de estos campos de conocimiento.
Otra de las características importantes de esta modalidad es su potencialidad proyectiva.
Potencialidad que es preciso desarrollar sin olvidar que cada propuesta educativa debe estar
comprometida con el proceso de democratización de la enseñanza, tratando desde sus
orígenes de hacerse responsable del aprendizaje de los alumnos, buscando incrementar la
calidad de la enseñanza y por ende la del aprendizaje, favoreciendo los estilos más diversos de
vínculos y de propuesta didáctica acordes con las necesidades que los propósitos educativos –
enmarcados en los campos disciplinares- planteen.
Si tuviéramos que buscar una característica propia de la educación a distancia y altamente
identificadora, diríamos que es una modalidad que se reconoce como creadora de espacios de
mediatización destinados a generar, promover e implementar situaciones en las que los
alumnos aprendan, en los que no interesa la asistencia regular a clases sino que el docente
enseñe y los alumnos aprendan en situaciones no convencionales, en espacios y en tiempos
que no son compartidos.
3.- El contexto de la enseñanza universitaria latinoamericana – que ya fuera descripto- nos
lleva a pensar en el reto que tienen los currícula. Siguiendo a De Alba (1991) podemos decir
que se destacan por la ausencia de una utopía social; la crisis ambiental y la amenaza nuclear
como situaciones límite; la pérdida de sentido o el problema de la indiferencia que caracteriza
a las sociedades contemporáneas; la pervivencia de la pobreza; el impacto de la tercera
revolución industrial; las nuevas formas de comunicación; las luchas de liberación nacional ;
las luchas de las minorías étnicas en las naciones y la muerte del socialismo real. Aparecen
nuevas formas de marginación social, mientras se redefinen los límites de lo público y lo
privado, lo urbano y lo rural, y se acrecienta la brecha entre riqueza y pobreza.
Al mismo tiempo la globalización se destaca en las sociedades de fin y principio de siglos,
aunque no signifique homogeneización.
Por otro lado el conocimiento aparece disperso y fragmentado, hay exceso y saturación de
información, se renuevan los interrogantes acerca de cómo generar propuestas didácticas que
favorezcan modos cualitativamente diferentes de construcción del conocimiento, y genuinos
desde la experticia disciplinar. Mientras tanto el síndrome del conocimiento ataca a nuestras
sociedades y a los sistemas educativos.
Aquí surge la pregunta acerca de cuál es el soporte tecnológico más adecuado ante esta
situación. Una respuesta rápida, y no por ello impensada, sería que el soporte tecnológico que
se elija debe, necesariamente, estar integrado en los modos en los que el conocimiento se
produce. Al decir de Maggio (1998) “ello implica desplazar la preocupación por impactar en
el aprendizaje en términos de resultados para recuperar, desde las prácticas de la enseñanza,
el impacto que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ya han tenido y
tienen sobre los modos en los que construyen conocimiento los docentes, los investigadores y
los propios alumnos, como modo de promover formas de comprensión más genuinas. En este
sentido afirmamos que, en la actualidad, la no inclusión de nuevas tecnologías, ya sea como
referencia o como aspecto sustantivo de la enseñanza podría estar favoreciendo versiones
simplificadas o banalizadas del campo disciplinar.”
En síntesis podríamos decir que sumarse y adaptarse a las nuevas tecnologías y a sus
continuos desarrollos implica poder identificar y desplegar variadas actividades cognitivas,
muchas veces nuevas, en tanto las tecnologías son herramientas. “La colaboración que
prestan permite a los estudiantes trascender la idea de eficiencia, en tanto implica menos
tiempo y menos esfuerzo, pero además posibilita nuevas relaciones con el conocimiento en el
marco de las mediaciones con los contextos culturales” (Litwin; 2000).
4.- Una primera conclusión nos podría llevar a pensar en que estos proyectos basados en la
modalidad de educación a distancia están dirigidos a una población adulta variada –titiulados
y no titulados- permitiendo resolver de esta manera los múltiples intereses convocantes.
Tratando de dar respuesta a los intereses que se generan. Por consiguiente podemos decir que
son propuestas flexibles, que permiten cambios en las orientaciones, técnicas y estrategias
sugeridas. Por otro lado están atentas a los cambios en las orientaciones laborales, atento a los
intereses de la producción y de los desafíos científicos y tecnológicos.
Como dijimos anteriormente la educación a distancia tiene entre sus supuestos la
democratización de la oferta, por consiguiente se transforma en una opción válida para la
población dispersa en los territorios latinoamericanos, que al mismo tiempo tiene un fuerte y
fundamental compromiso con el país o la región y con la educación pública.
La modalidad de educación a distancia en estas propuestas para la salud privilegió más que la
reducción de costos la producción de buenos materiales para el estudio, la fluidez en la
comunicación con los docentes para favorecer los procesos comprensivos y el intercambio
entre pares a fin de alentar la prosecución de los estudios. En estos casos se ve un profundo
sentido democratizador, por los alcances en torno de la matrícula y por la atención brindada a
la satisfacción de las necesidades de los destinatarios y de las regiones.
5.-. Las propuestas en salud de estas casas de estudios se sustentaron en soportes diversos.
Páginas web y módulos conviven en la realidad de cada propuesta. También conviven los
contenidos y las actividades que buscan generar buenos aprendizajes.
También confluyen la figura de un orientador de los procesos de los estudiantes. Éste ha
recibido diversos nombres. Nosotros lo nombramos como tutor. “La tarea de los tutores
desde la perspectiva del aprendizaje de los estudiantes consiste en orientar y reorientar los
procesos de comprensión y de transferencia” (Litwin; 2000).
Todo esto nos lleva a pensar en que en la educación a distancia existen lugares de encuentro,
que tratan de evitar el aislamiento del alumno, al mismo tiempo que enseñar a valorar la
solidaridad, la participación y la cooperación.
Para concluir creemos oportuno retomar a Litwin (2000) cuando dice “ necesitamos que en el
futuro la educación a distancia se piense como parte de las políticas instauradas para paliar
las desigualdades y no como instrumento para ahondarlas”. Este es el problema que nos
debe interesar abordar. Al mismo tiempo es un desafío que nos queda por delante.
A los que siguen enseñando produciendo señas
y para los que aprenden prendiéndose a ellas.
Referencias bibliográficas
- BANCO MUNDIAL (1994), La Educación _Superior en América Latina. Cuestiones sobre
eficiencia y equidad. Washington .
- CASTRO, F. (1999), “Educação via Rede: evolução da EAD ou novo modelo de ensino
aprendizagem?” en Revista Participação. Brasília-DF Universidade de Brasília /Decanato de
Extensão.
- DE ALBA, A. (1991), Currículum: crisis, mito y perspectivas.CESU UNAM, México.
- HARGREAVES, A.(1998), Profesorado, cultura y postmodernidad. (Cambian los tiempos,
cambia el profesorado). Ediciones Morata, Madrid.
- ITURRIOZ, G., PICHL, P. y FERRERÍA, J. (1999), “Una experiencia cooperativa de
actualización académica: evaluación de la implementación desde una perspectiva estratégica”
en Anales III Jornadas de Educación a distancia Mercosur/sul, Chile.
- LITWIN, E. (1991), La educación a distancia. Deseos y realidades. OEA.
- LITWIN, E. (2000), La educación a distancia. Temas para el debate en una nueva agenda
educativa. Ediciones Amorrortu, Buenos Aires.
- MAGGIO, M. (1998), “Las nuevas tecnologías en las prácticas de la enseñanza universitaria
y en la modalidad educación a distancia” ponencia presentada en el III Seminario
Internacional de Educación a Distancia “Acerca de la distancia”, RUEDA-Universidad
Nacional de Córdoba.
- ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (1998), “Perfil de los sistema de
servicios de salud”.
- PAVIGLIANITI y Otros ( 1996), Recomposición neconservadora. Lugar afectado: la
universidad. Editorial Miño y Dávila, Buenos Aires.
- PICHL, P. (1997), “La agenda y el Estatuto”. Maestría en Didáctica, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires.
- PICHL, P. y FERRERÍA,J. (1998), “La cooperación como alternativa. El caso del Programa
de Posgrado en Cirugía y Traumatología Bucomaxilofacial” en Anales II Jornadas de
Educación a distancia Mercosur/sul, Brasil.
- UNESCO (1997), “Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación
para el Siglo XXI”. MEC, Brasilia.
Agradecimientos
Al Profesor Doctor José Luis Ferrería de la Facultad de Odontología de la Universidad de
Buenos Aires.
Al Profesor Jorge Cordón del Departamento de Odontología de la Universidad de Brasilia.
Descargar