comunicado - Grand Palais

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comunicado
Velázquez
25 de marzo – 13 de julio de 2015
Grand Palais
galeries nationales
entrada plazza Jean Perrin
Exposición coproducida por Réunion des musées
nationaux – Grand Palais, el Museo del Louvre, en
colaboración con el Kunsthistorisches Museum, Viena.
Una primera etapa de la exposición, en un formato
reducido, se presentó en Viena, en el Kunsthistorisches
Museum, del 28 de octubre de 2014 al 15 de febrero de
2015.
Velázquez, nacido en Sevilla en 1599, es una de las figuras más importantes de la historia del arte, sin distinción de
estilos ni épocas. Cabecilla de la escuela española, pintor habitual del rey Felipe IV, en el momento en que España
domina el mundo, es el contemporáneo estricto de Van Dyck, Bernini y Zurbarán, su arte le eleva a un rango de
intemporalidad que solo pueden disputarle nombres como Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Ticiano, Caravaggio y
Rembrandt.
Formado a una edad temprana en el taller de Francisco Pacheco, influyente pintor y letrado de la capital andaluza, no
tarda en imponerse y, animado por su maestro, convertido también en su suegro, decide probar suerte en la corte de
Madrid. Tras un primer intento infructuoso, finalmente es nombrado pintor del rey en 1623, lo que marcará el inicio de
una ascensión artística y social que le llevará hasta los más altos cargos de palacio y lo más cerca posible del soberano.
Su carrera está marcada por dos viajes determinantes a Italia, el primero en torno a 1630, el segundo en torno a 1650,
y por el nacimiento y la muerte de los herederos al trono. Maestro en el arte del retrato, cuyo género libera y renueva,
no destaca en menor medida en el paisaje, la pintura histórica o, en su juventud, en la escena de género y la naturaleza
muerta.
A pesar de ser uno de los artistas más famosos y admirados tanto en épocas pasadas como en la actualidad, hasta
ahora ninguna exposición monográfica en Francia había mostrado el talento de aquel que Manet consagró como
«pintor de los pintores». La rareza de sus cuadros (pocos más de un centenar) y su legítima concentración en el Museo
del Prado (Madrid) hacen que la organización de una retrospectiva completa sea especialmente difícil. No obstante,
este es el desafío planteado por el Museo del Louvre y el Grand Palais, que unen sus fuerzas en colaboración con el
Kunsthistorishes Museum de Viena, y con el apoyo generoso del Museo del Prado. Así, se han podido obtener algunos
préstamos totalmente excepcionales como La fragua de Vulcano (Prado), además de auténticas obras maestras como
la Venus del espejo (Londres, National Gallery) o el Retrato de Inocencio X (Roma, Galleria Doria Pamphili) — tan
apreciado por Francis Bacon—, dos iconos universales de la historia del arte.
La exposición pretende presentar un panorama completo de la obra de Diego Velázquez, desde sus inicios en Sevilla
hasta sus últimos años, y la influencia que su arte ejerce en sus contemporáneos. Asimismo, tiene la misión de presentar
los principales interrogantes y descubrimientos sobrevenidos durante estos últimos años, exponiendo, en algunos
casos por primera vez, obras descubiertas recientemente [La educación de la Virgen (New Haven, Yale Art Gallery);
Retrato del inquisidor Sebastián de Huerta (colección privada)].
Una primera sección se centra en evocar el clima artístico de Andalucía a principios del siglo XVII, poniendo en
perspectiva las primeras obras de Velázquez y emulando el taller de Pacheco con pinturas y esculturas de Alonso
Diego Velázquez, Portrait de Pablo de Valladolid (détail), vers 1635, huile sur toile, 209 x 125 cm
Madrid, Museo Nacional del Prado © Madrid, Museo Nacional del Prado
Cano y Juan Martínez Montañés.
A continuación, llega el momento de abordar la vena naturalista y picaresca de la pintura de Velázquez en torno a
escenas de cocina y bodegón, insistiendo especialmente en los conceptos de variación y declinación de los motivos.
En torno a 1620, el estilo del pintor evoluciona hacia un caravaggismo más franco. Este periodo corresponde a los
primeros contactos del artista con Madrid y la pintura que allí se encuentra y se produce. Esta parte de la exposición,
que enlaza la transición entre los años de formación en Sevilla y la primera época madrileña, presenta las obras del
pintor entre las de sus contemporáneos, españoles e italianos, que compartieron esta adhesión a una pintura más
«moderna». Finalmente, los inicios del pintor en la corte ven evolucionar su concepción del retrato, pasando de un
naturalismo efervescente a formas más frías y solemnes acordes con la tradición del retrato de corte español.
El primer viaje a Italia del artista, momento crucial de su arte y de su carrera, se ilustra mediante obras que podría haber
realizado en Roma o justo después de su regreso (Vista del jardín de la Villa Médicis, Rixe devant une auberge…).
Asimismo, estas obras de arte de su primera madurez ofrecen la oportunidad de abordar un aspecto poco explorado
de su obra: el paisaje. Motivado por el ejemplo de Rubens, Velázquez confiere un aire de frescura y libertad a los
segundos planos de sus retratos en exteriores realizados para las distintas residencias reales.
La parte central de esta segunda sección está dedicada a la figura de Baltasar Carlos. Hijo venerado y heredero
esperado de la Corona, encarna todas las esperanzas dinásticas de los Habsburgo de España en el momento en que
el reino de Felipe IV está en su apogeo. A medio recorrido, la exposición hace un alto en la pintura mitológica, sagrada
y profana de Velázquez, en la que la Venus del espejo constituirá el punto culminante.
La tercera y última parte está dedicada al último decenio del pintor y a su influencia en los denominados velazqueños.
Esta sección consagra ampliamente la importancia del pintor como retratista, en la Corte de Madrid en un primer
momento, y más tarde en Roma en torno al papa Inocencio X, con motivo de su segundo viaje a Italia. En esta ocasión
se aludirá a dos importantes colaboradores que permanecieron a la sombra del maestro: el italiano Pietro Martire Neri
y Juan de Pareja, liberto y asistente del pintor.
Finalmente, se presentan los últimos retratos reales realizados por el maestro español, frente a los de su yerno y más
fiel discípulo, Juan Bautista Martínez del Mazo. Una sala dedicada a este último es testimonio de las últimas ascuas
del estilo de Velázquez, en torno al cuadro de La familia del pintor de Viena y la versión reducida de las Meninas
de Kingston Lacy, antes de que se ejercieran otras influencias, especialmente la de Van Dyck, en los pintores de la
siguiente generación (entre los que Carreño de Miranda destaca por ser el más virtuoso), nos proporciona las últimas
e impresionantes imágenes de los Habsburgo de España.
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comisario : Guillaume Kientz, conservador en el departamento de pintura del Museo del Louvre
escenógrafo : Atelier Maciej Fiszer
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apertura : Domingo y lunes de 10h a 20h, de
miércoles a sábado de 10 a 22pm
Cerrado los martes
publicaciones en las ediciones de la
Réunion des musées nationaux - Grand
Palais, Paris, 2015
tarifas : 13 €, reducida 9 € (16-25 años,
personas en paro, familias numerosas).
Gratis para menores de 16 años, beneficiaros
del ingreso de solidarisdad activa RSA y
beneficiarios de la pensión mínima
- catalogo de la exposición, 24.5 x 29 cm,
432 p., 300 ill., €49 (co editato con Le
musée du Louvre)
• album de la exposición, 21 x 26.5 cm,
48 p., 40 ill., €10
• Velazquez, l’expo, 15 x 20 cm, 280 p.,
123 ill., 18,50 €
• e-album de la exposición, 3,59 € (Appstore y Google Play)
acceso : lineas de metro 1 y 13 «ChampsElysées-Clemenceau» o 9 «Franklin D.
Roosevelt»
Para mas informacion y reservaciones :
www.grandpalais.fr
contacto de prensa
Réunion des musées nationaux Grand Palais
254-256 rue de Bercy
75 577 Paris cedex 12
Florence Le Moing
[email protected]
Julie Debout
[email protected]
#Velazquez
GRAND MÉCÈNE DE L’EXPOSITION
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