PREPARACIÓN DEL PROCESO EJECUTIVO Noticia previa al demandado – Aspectos teórico – prácticos relacionados a la diligencia de reconocimiento de firma, el protesto personal y la intimación de pago 1. INTRODUCCIÓN “Cuando no exista diligencia judicial de reconocimiento o protesto personal, la ejecución no podrá decretarse sin previa intimación de pago al deudor, con plazo de tres días, la que podrá efectuarse por telegrama colacionado. Esta intimación no será necesaria en los casos que las leyes especiales así lo dispongan” (Art. 354.5 C.G.P). ABAL OLIÚ sostiene que el presupuesto del proceso ejecutivo es una pretensión para cuyo trámite está previsto el proceso ejecutivo. Señala, además, que dicha pretensión ha de reunir los requisitos siguientes: la existencia de un título ejecutivo, la noticia previa al obligado y el cumplimiento de las obligaciones correspectivas que pudiera tener el actor. En cuanto a los dos últimos requisitos – noticia previa y cumplimiento- han de resultar debidamente acreditados.1 Por su parte TARIGO, si bien dice no discrepar con lo afirmado por ABAL, entiende preferible referirse a “requisitos del título”, como lo ha hecho tradicionalmente la doctrina nacional o bien a “presupuestos de la pretensión ejecutiva”. Siguiendo a GUASP, distingue entre requisitos relativos a los sujetos y requisitos relativos al objeto y entre estos últimos incluye la autenticación de los instrumentos privados y la intimación de pago -institutos que analiza al referirse a la “Preparación del proceso ejecutivo”-.2 ABAL OLIÚ, Alejandro – Estudios del Código General del proceso – Tomo III – FCU – 2ª. Edición – Año 2000 – Págs. 178 y ss. 2 TARIGO, Enrique E. – Lecciones de Derecho Procesal Civil – Tomo IV – FCU – 3ª. Edición Actualizada - Enrique TARIGO (h) – Año 2005 – Págs. 197 y ss. 1 1.1. Delimitación del tema El objeto del presente trabajo monográfico tiene por finalidad analizar los institutos de citación a reconocimiento de firma, protesto personal e intimación de pago, como etapas que, según los casos, deben preceder a la instauración del proceso ejecutivo. 1.2. Enfoque del tema Se pretende poner especial énfasis sobre aquellos aspectos que refieran a la práctica procesal. 2. CITACIÓN A RECONOCIMIENTO DE FIRMA 2.1. Marco Normativo La citación a reconocimiento de firma procede como diligencia preliminar (Art. 309.4 C.G.P) y de conformidad con lo establecido por el Art. 173 del mismo cuerpo normativo. 2.2. Procedencia 2.1.1. Regla General Por regla general, la citación a reconocimiento de firma está prevista para el supuesto en que el título ejecutivo es un instrumento privado cuya firma no se halla autenticada por escribano público. 2.1.2. Algunas situaciones especiales 2.1.2.1. Reconocimiento de las firmas para acción ejecutiva contra endosantes de un vale Los vales, pagarés o conformes se presumen auténticos sin perjuicio de la prueba contraria y constituirán título ejecutivo sin necesidad de protesto ni diligencia judicial de reconocimiento de firmas. Como consecuencia de ello, en caso de promover demanda de proceso ejecutivo contra el librador de un vale, y de conformidad con la previsión normativa del Art. 354.5 del C.G.P., corresponderá la intimación de pago al deudor. 2 Cabe reseñar dos posiciones doctrinarias contrapuestas, que se deducen de la hipótesis de promover el proceso ejecutivo contra los endosantes de un vale. Por su parte, el profesor TEINTELBAUM3 considera que la presunción de autenticidad sólo juega contra el librador, pero no abarca a los demás suscriptores del título, los cuales deben ser citados a reconocimiento de firma. Entiende que la presunción legal es excepcional y debe ser de interpretación restrictiva. A criterio del citado autor, el Art. 124 del Decreto Ley 14.701, al decir que los vales se presumen auténticos, se refiere al documento inicial con la firma del librador y no a su posterior circulación y agregado de firmas de endosantes. Aduce TEINTELBAUM que, en la práctica comercial, se presume que el primer tomador del vale controla la firma del librador, pero que no hay contralor de firmas de los endosantes. Por su parte, la Doctora Nuri RODRÍGUEZ discrepa de la interpretación que nos ofrece TEINTELBAUM, ya que el Art. 124 presume la autenticidad del vale, todo él se presume auténtico: sus estipulaciones y sus firmas. Asimismo, a juicio de la mencionada autora, cada endosatario debe controlar la firma de su endosante; entre endosante y endosatario existe una relación extracartular, de modo que ambos se conocen o deben conocer y pueden hacer efectivo los contralores. La cadena de endosos supone un encadenamiento en los contralores; cada cual confía en quien le precede en la tenencia del título y se asegura de la autenticidad de la firma de quien se lo endosa. 4 TEINTELBAUM, Jaime W. – Juicio Ejecutivo Cambiario – Ediciones Idea – 2ª. Edición – 1993 – Pág 27 y ss. 4 RODRÍGUEZ OLIVERA, Nuri E. – Manual de Derecho Comercial Uruguayo – Volumen 5 – Tomo I – Títulos Valores - F.C.U. – 1ª. Edición – 2005 –Pág. 256. 3 3 2.1.2.2. Reconocimiento de las firmas para acción ejecutiva contra endosantes de un cheque El Art. 39 de del Decreto Ley 14.412 establece que la constancia de presentación y falta de pago del cheque tendrán carácter de protesto por falta de pago y que sin más requisito aparejará ejecución. Esto significa que en caso de acción ejecutiva por cobro de un cheque no será necesaria la intimación de pago que exige el Art. 354.5 del C.G.P. En consecuencia, se configura una excepción de las previstas por el propio Art. 354.5 del C.G.P. in fine. El fundamento –afirma TEINTELBAUM–, probablemente, se encuentre en el Art. 68 del Decreto Ley 14.412 que obliga al Banco a avisar al librador. En lo que se refiere a la necesidad de reconocimiento de firma de los endosantes de un cheque tanto en doctrina como en jurisprudencia ha tenido lugar una discusión similar a la planteada en el numeral anterior con relación a los endosantes de vales. El profesor TEINTELBAUM5, en posición a la que adhieren la mayoría de la doctrina procesalista y actualmente la mayoría de nuestra jurisprudencia, sostuvo que no existe respecto a los endosantes presunción de autenticidad y, por lo tanto, se requiere respecto a ellos, la diligencia preparatoria de reconocimiento de firma. La presunción de autenticidad contra el librador se basa en que el Banco realiza un control de firma del librador, porque tiene un registro de firmas de los clientes del Banco. El Banco tiene, además, forma de controlar el número de cheque, si coincide con el de las libretas entregadas al librador. Esto significa que el Banco realiza un contralor que no puede realizar sobre los endosantes. Es del caso señalar que el Art. 8 del Decreto Ley 14.412, establece que 5 TEINTELBAUM, Jaime W. – Ob. Cit. Pág. 46 y ss. 4 “el Banco no está obligado a verificar la autenticidad de firmas con excepción de la del librador”. Asimismo, cabe agregar que si no se pide reconocimiento de firma como diligencia preliminar, en todo caso habría que intimar al endosante al pago. Como expresa el autor antes mencionado, el endosante es un fugaz tenedor del cheque, desconoce los fondos depositados en la cuenta, ignora el rechazo del cheque. Coincidente con la posición expuesta, el Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 1er. Turno en sentencia 40/96 sostuvo: “No obstante la falta de fundamentación de la recurrida, el Tribunal en su actual integración entiende que se ha resuelto adecuadamente la cuestión relativa a la necesidad de citar a reconocimiento de firma al endosante de un cheque devuelto por falta de provisión de fondos en la cuenta de su librador. … Es adecuado sostener que cuando el inciso 3° del Art. 39 del D. L. 14.412 refiere a la constancia del Banco aparejará ejecución sin ningún otro requisito, se está refiriendo al caso del librador. El alcance excepcional de la norma que convierte en título ejecutivo el documento con la sola constancia bancaria (no hay limitación, no hay protesto, no hay reconocimiento de firma) debe recibir una interpretación de carácter estricto. Los aspectos formales y las garantías procesales que la norma elimina tienen sustitutos respecto del librador, los mecanismos internos del Banco en que controla la firma y existe una comunicación fluida entre la institución y el titular de la cuenta. Además, cabe sostener que el librador debe saber por sí mismo si tiene o no fondos con qué responder en su cuenta y al librar el cheque, en estas condiciones sin el respaldo debido, no caben dudas que la constancia puesta al dorso del cheque, tiene matices de sanción al facilitar la inmediata ejecución del documento. 5 Por supuesto que ninguna de estas razones, se puede invocar respecto a los endosantes, de quienes el Banco girado no controla la autenticidad de la firma sino tan solo la regularidad de la serie de endosos y cuya firma no puede presumirse auténtica por cuanto el art. 126 del Decreto Ley 14.701 no incluye – entre las aplicables a los cheques – las normas relativas a los vales. Entonces, el endosante, antes de la ejecución debe tener la posibilidad de tomar conocimiento, por alguna vía de la falta de fondos en la cuenta del librador, pudiéndose utilizar alguna de las formas de preparación de la ejecución, ya sea el reconocimiento de firma o la intimación, pero sin cuyos requisitos se entiende que no se puede considerar configurado el título ejecutivo, a su respecto”. 6 Por su parte, Nuri RODRÍGUEZ OLIVERA7, adhiriendo a la posición sustentada por la doctrina mercantil mayoritaria, entiende que no se requiere reconocimiento de firma de los endosantes de un cheque. En su exposición la autora precisa que el Banco, en realidad, tampoco autentica la firma del librador dado que, según establece el Art. 37 del Decreto Ley 14.412, el Banco sólo responde en caso de firma “visiblemente falsificada”. Asimismo, sostiene RODRIGUEZ que la citada ley en su Art. 39 establece que “puesta la constancia de presentación y falta de pago, el cheque, sin ningún otro requisito, aparejará ejecución”; la presunción de autenticidad funciona contra el librador y endosantes por igual. Sobre este último argumento invocado TEINTELBAUM arguye que la presunción de autenticidad es excepcional y la interpretación de las normas que deroguen la necesidad de autenticación debe ser BUGALLO, Beatriz – Títulos Valores – Ediciones Del Foro SRL. – 1998 – Pág. 44. RODRÍGUEZ OLIVERA, Nuri E. – Manual de Derecho Comercial Uruguayo – Volumen 5 – Tomo 2 - Cheques - F.C.U. – 1ª. Edición – 2005 – Pág. 162. 6 7 6 restrictiva y, en todo caso, la necesidad de reconocimiento de firma de los endosantes no colide con el hecho que el cheque sea título ejecutivo. La jurisprudencia en su momento adhirió a esta posición defendida principalmente por la doctrina mercantilista, y además de los argumentos ya citados el TAC 4° Turno agregaba que “el Art. 41 de la ley 14.412 preceptúa que “todas las personas obligadas en virtud de un cheque responden solidariamente hacia el tenedor”, constituyendo, en su integración armónica con el inc.3° del Art. 39 en cuestión, un fuerte respaldo a la posición sustentada por el Tribunal” (LJU caso 10.107 – setiembre 1983).8 2.3. Finalidad La diligencia de reconocimiento tiene una doble finalidad: 1° Determinación de la autoría a efectos de completar el título ejecutivo. Cabe tener en cuenta que, si bien los Arts. 173 y 309 C.G.P. se refieren a reconocimiento de documento privado emanado de la contraparte, como en el proceso ejecutivo sólo los instrumentos privados suscriptos por el obligado o su representante pueden constituirse en título ejecutivo, corresponde citación a reconocimiento de firma, sin perjuicio de que al reconocer la firma quede reconocido el cuerpo del documento (Art. 1582 C.C.). 2° Tácito preaviso de iniciación del juicio.9 2.4. Procedimiento 2.4.1. Petición La solicitud de reconocimiento se formula por escrito, con las mismas formalidades generales de todo acto procesal de esa forma, teniendo presente, además, que se trata de la primera comparecencia al proceso. BUGALLO, Beatriz – Títulos Valores – Ediciones Del Foro SRL. – 1998 – Pág. 38 y ss. ABAL OLIÚ, Alejandro – Estudios del Código General del Proceso – Tomo III- FCU – 2ª. Edición – Año 2000 - Pág. 210. 8 9 7 A dicha solicitud debe adjuntarse el original del documento a reconocer, más una copia que ha de ser entregada a la contraparte al tiempo de ser citada. Si bien el documento puede incorporarse mediante facsímil autenticado, según lo autoriza la norma general del art. 72.1 C.G.P., ha de tenerse presente que el citado podrá solicitar la exhibición del original según lo que prevé esa misma disposición en su inciso 1 in fine. 2.4.2. Citación Al presunto autor del documento se le cita10 en su domicilio (Art. 87.1 C.G.P.) por única vez con plazo de 6 días perentorios, que se computan según las reglas generales de los artículos 93 y ss. C.G.P., pudiendo, en su caso, operar la extensión por emplazamiento fuera de la ciudad (Art. 125 C.G.P.) o por fuera del país (Art. 126 C.G.P.). Si el documento emanara del apoderado o representante legal, se podrá citar indistintamente al representante o al representado. Si se cita al representante, deberá probarse la representación al tiempo del otorgamiento del documento. Dicha calidad podrá acreditarse, por ejemplo, mediante una constancia notarial de aquella época, exhibiendo testimonio del poder con un certificado negativo de revocación del Registro de Poderes, etcétera. Si se tratara de poder escrito, puede facilitarse esa prueba por el mecanismo del Art. 168 inc. 2° C.G.P.11 para supuestos de documentos en poder de la contraparte.12 Citación: llamamiento para un acto determinado y por un tiempo determinado. Art. 168 C.G.P.: Documento en poder del adversario – La parte que quiera servirse de un documento que según su manifestación se halla en poder de su adversario, podrá pedir al tribunal que intime a aquél a su presentación en el plazo que determine. Cuando por otros elementos del juicio, la existencia y contenido del documento resultare manifiestamente verosímil, la negativa a presentarlo podrá ser estimada como reconocimiento de ese contenido. 12 VÉSCOVI, Enrique y otros - Código General del proceso – Comentado, anotado y concordado – Tomo V – Editorial Ábaco – 1998 - Pág. 249 10 11 8 2.4.3. Cargas del citado El citado tiene dos cargas: 1° Comparecer La primera carga que grava al citado -sea el propio obligado firmante, su sucesor o su representante-, es la de comparecer. La comparecencia del citado puede ser escrita o verbal, registrándose, en este último caso, por constancia actuarial o acta labrada por el tribunal. Es del caso señalar que, cualquiera de las formas mencionadas, es idónea al efecto y que el legislador no exige forma especial alguna (Art. 64 C.G.P.). Asimismo, cabe mencionar que puede producirse en cualquier horario hábil dentro del plazo, según las normas generales y, naturalmente, ha de tener lugar en la oficina del tribunal citante. La consecuencia que se deriva del incumplimiento de esta carga es en todos los casos idéntica: se tiene por reconocido el documento. 2° Pronunciarse categóricamente sobre la autenticidad o no del documento Esta carga alcanza al citado señalado como firmante, ya sea el obligado o el representante, pues se trata de un hecho personal, aunque en el segundo caso haya producido efectos respecto de otro sujeto. Para estos dos citados, la ley prevé que si concurren y dan respuestas evasivas se tendrá por reconocida la autenticidad del documento. Esta solución está en consonancia con la regla de pronunciamiento categórico, establecida en el Art. 130.2 C.G.P. para la contestación, en aplicación de los principios de lealtad y buena fe. Cabe señalar que en Art.173 no se prevé, como en el Art. 130. 2, inciso 3° C.G.P., la excepción de responder que no se recuerda el hecho, en cuyo caso el tribunal, atendiendo a razones debidamente fundadas, puede no aplicar la regla general de admisión de los hechos y de la autenticidad de los documentos en caso de silencio o 9 respuestas ambiguas. Ante la imposibilidad de extender por analogía las excepciones, precisamente por su calidad de tales, el rigor de la carga de pronunciamiento categórico en la citación a reconocimiento del propio firmante o autor, o su representante o apoderado, es total y absoluto.13 La ley no grava al citado con esta segunda carga cuando el mismo fuera un sucesor. De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 173.1 en su inciso 3°, el sucesor podrá manifestar que no le consta que la autoría del documento corresponda a su causante. Esta solución se compadece perfectamente con la calidad de hecho ajeno al citado que tiene la suscripción por la que se le interroga. En hipótesis análoga, el Art. 135 C.G.P. admite la respuesta de expectativa del heredero. Ahora bien, si el documento emanara del apoderado o representante legal, se podrá citar indistintamente al representante o al representado (Art. 173.2 C.G.P.) y si se cita al obligado la ley no prevé las consecuencias de la no concurrencia o de las respuestas evasivas. A este respecto TARIGO sostiene que en la hipótesis de no concurrencia se tiene por reconocido el documento, incluyéndose en ese reconocimiento la admisión de la existencia de la representación. No obstante, si el obligado concurre y dice que no sabe si la firma que luce en el documento es la de su representante, no se puede tener el documento por reconocido: 1° Porque ello no está establecido en la ley. 2° Porque no se trata de un acto personal y, perfectamente, conforme a ello, puede suceder que el representado ignore el otorgamiento del documento por parte de su representante. En consecuencia, no puede imponérsele la carga de pronunciarse categóricamente sobre la firma. 13 VÉSCOVI, Enrique y otros – Ob. Cit. - Pág.249 10 En definitiva, TARIGO concluye que el problema se soluciona citando al representante y no al representado, aunque en este caso habrá que probar la representación a la fecha del otorgamiento. 14 2.5. Resolución del Tribunal Los resultados posibles de la citación a reconocimiento de firma son los siguientes: - El documento se tiene por reconocido (por incomparecencia, respuesta afirmativa o evasiva). - El documento se tiene por desconocido (en forma expresa o, excepcionalmente, por respuesta de ignorancia en el caso del sucesor). 2.6. Consecuencias de tener el documento por desconocido Según la doctrina mayoritaria, la consecuencia que se deriva de este supuesto es que se le cierra al acreedor la vía del proceso ejecutivo y no le queda otro camino que el de la instauración de un proceso ordinario por cobro de deuda, en cuyo decurso, si se mantuviere el desconocimiento de su firma por el deudor demandado, podrá el acreedor solicitar una pericia caligráfica para demostrar su autenticidad. TEINTELBAUM ha sostenido la posibilidad de la pericia caligráfica como diligencia preparatoria, con base en las siguientes consideraciones:1° El C.G.P. no impone, como sí lo hacía el C.P.C., el juicio ordinario en caso de desconocimiento de firma. 2° El cotejo de letras o firmas está previsto en el Art. 174 C.G.P. como medio de prueba dentro del proceso y, si bien no está previsto como diligencia preparatoria, tampoco está prohibido como tal. 14 TARIGO, Enrique - Ob. Cit. – Pág. 219. 11 3° El Art. 352.1 C.G.P. se refiere a una “etapa preliminar respectiva” que bien puede ser el peritaje como forma de autenticación, encarado como diligencia preparatoria. TARIGO rechaza la posición de TEINTELBAUM en atención a los argumentos siguientes: 1° El diligenciamiento de prueba anticipada como diligencia preparatoria, sólo es admisible cuando “pudiera perderse si se espera otra etapa” (Art. 306.2 C.G.P.) y en el caso, ni la prueba caligráfica podría perderse ni existe en el proceso ejecutivo otra etapa en la que pudiera diligenciarse. 2° El Art. 352.1 C.G.P. no se refiere a una etapa preliminar respectiva sino a la etapa preliminar respectiva y ésta no es otra que la prevista en Art. 309.4 C.G.P. Concluye TARIGO que la solución es la misma que en el C.P.C., aunque éste tuviere la virtud de expresarlo con claridad: desconocida la firma del instrumento privado el acreedor deberá demandar el pago de su crédito en un proceso ordinario.15 En el mismo sentido se pronuncian los autores del C.G.P. anotado quienes sostienen: “En supuestos de desconocimiento, la prueba de la autenticidad no puede ya obtenerse en la vía preliminar o mecanismo breve del proceso en trámite, porque ambas quedan agotadas, sino que se tratará e instruirá como cualquier otra cuestión de mérito del asunto principal, resoluble en la sentencia definitiva (al igual que la impugnación por falsedad ideológica).” 16 3. PROTESTO PERSONAL 3.1 Procedencia Para que una letra de cambio se constituya en título ejecutivo debe ser protestada. 15 16 TARIGO, Enrique E. – Ob. Cit. – Pág. 218. VÉSCOVI, Enrique y otros – Ob. Cit. - Pág. 174. 12 El protesto es un acto solemne por el cual se deja constancia de la presentación de la letra de cambio para la aceptación o el pago y, simultáneamente, de la falta de aceptación o del pago de la letra de cambio o de otro acto cuyo acaecimiento está impuesto por la ley.17 Para el caso de los vales, el Art. 124 del Decreto Ley 14.701 excluye la necesidad del protesto para formar el título ejecutivo y debe entenderse que aún sin protesto el tenedor conserva todas y cualquiera de las acciones cambiarias. En el caso de los cheques, el Art. 39 de la ley 14.412 impone a los Bancos la obligación de hacer constar la negativa de pago en el propio cheque, estableciendo que tal constancia tiene el carácter de protesto por falta de pago. Si el Banco girado se negara a poner tal constancia, sería procedente el protesto, de conformidad con lo establecido por el Decreto Ley 14.701, para dejar constancia de la falta de pago y, concomitantemente, de la omisión del Banco en poner la constancia referida.18 3.2. Finalidad El protesto desempeña una triple función:19 - Probar que el tenedor cumplió con la carga que le impone la ley de presentar la letra de cambio a la aceptación y al pago; - dejar constancia fehaciente de la falta de aceptación o de pago en su caso; - conservar las acciones cambiarias que competen al tenedor contra los obligados cambiarios, en los casos de falta de aceptación o de pago. BUGALLO, Beatriz – Títulos Valores – Ediciones Del Foro SRL. – 1998 – Pág. 5. RODRÍGUEZ OLIVERA, Nuri E. – Manual de Derecho Comercial Uruguayo – Volumen 5 – Tomo I - F.C.U. – 1ª. Edición – 2005 –Pág. 169. 19 PÉREZ FONTANA, Sagunto F. – Títulos Valores – Tomo 3 – F.C.U. – Pág. 175. 17 18 13 3.3. Situaciones que se pueden plantear20 La Dra. Nuri RODRÍGUEZ plantea las siguientes hipótesis: - El portador presenta la letra a la aceptación y el girado aceptó. En este caso el portador debe presentarla nuevamente al vencimiento para requerir el pago. Si el girado no paga se debe protestar. - El portador no presenta la letra a la aceptación por ser ésta facultativa o por haberse prohibido. En este caso, la letra debe presentarse al vencimiento a requerir el pago. Si no se paga se protesta. - El portador protestó por falta de aceptación y ejerce la facultad de exigir el pago por anticipado (Art. 99 Decreto Ley 14.701). - El portador protestó por falta de aceptación, pero decide esperar al vencimiento. Si no se paga, debe protestar nuevamente (Art. 89 Decreto Ley 14.701).21 - En las letras a cierto plazo desde la vista, si la letra no se acepta, se protesta por falta de aceptación, pero en esta hipótesis, no se puede exigir el pago al librador o endosante ya que a partir de la fecha del protesto corre el plazo de vencimiento. La letra deberá presentarse al girado al vencimiento requiriéndole el pago y, si no paga, se protesta nuevamente. - En la letra de cambio con la mención no aceptable, si se protestó, a pesar de la mención, no se produce el vencimiento anticipado. Deberá presentarse la letra al vencimiento al girado para requerir el pago y protestarla si no se paga. 3.4. Formalidades del protesto El protesto es un acto solemne que se formaliza mediante la actuación de escribano público y que se encuentra regulado en los Arts. 91 a 95 del Decreto Ley 14.701. 20 21 RODRÍGUEZ OLIVERA, Nuri E. – Ob. Cit. Pág. 174. La letra tendrá dos protestos. 14 El plazo de presentación ante escribano público para realizar el protesto es de dos días hábiles siguientes a aquél en que la letra debió haber sido aceptada o pagada. El protesto debe ser formulado en los dos días hábiles siguientes a la presentación ante escribano. En caso que el girado en esos plazos se presentase a pagar o a aceptar, haciéndose además cargo de los gastos, el protesto quedará sin efecto. Las diligencias del protesto deben realizarse con la persona a cuyo cargo esté girada la letra. Si no se encuentra el girado la ley establece cuáles son las personas con quienes debe realizarse la diligencia (Art. 92 Decreto Ley 14.701). En el Art. 94 Decreto Ley 14.701 se establece el contenido de las actas notariales: - Acta de solicitud del protesto: deberán indicarse los datos de la letra, pudiendo ser esto sustituido por una copia fotostática de ésta; - Acta de protesto: deberá contener la intimación de aceptar o pagar, la conminación de gastos y perjuicios, la mención de haber entregado la copia de la letra protestada y la interpelación para que el protestado firme el acta o la constancia de que no puede hacerlo o se hubiere negado a hacerlo. - Acta de protocolización: El escribano deberá protocolizar las dos actas anteriores al día siguiente de transcurridos los dos días hábiles que tiene para formalizar el protesto. La disposición que determina la protocolización de la diligencia al día siguiente del transcurso del plazo para la formalización del protesto, no debe interpretarse como que deba ser ése preceptivamente el día de la protocolización. Por el contrario, se trata, sencillamente, del mayor plazo posible que otorga la ley para la protocolización de las actas correspondientes a la diligencia. Así lo ha entendido la jurisprudencia nacional: “Es inadmisible la 15 pretensión de que en virtud de que la protocolización se haya efectuado el mismo día que se protestó la letra y no al día siguiente de transcurridos los dos días hábiles de que dispone el escribano para realizar la diligencia de protesto, se haya perjudicado la ejecutividad de la letra” (Sentencia 404/86 – TAC 3er. Turno)22 3.5. Protesto personal El protesto puede ser personal –el que se realiza en presencia del deudor-, cuasi personal –el que se realiza en el domicilio del deudor con las personas que se encuentran en el mismo- o ficto -el que se realiza en la Sección Policial-. El protesto sustituye la intimación previa sólo si es personal (Art. 354.5 C.G.P.). Asimismo, el protesto personal autentica la firma, no siendo necesario tampoco su reconocimiento.23 La intimación sólo cumple con el requisito de previo aviso, no autentica la firma y, obviamente, no sustituye al protesto para mantener las acciones cambiarias regresivas.24 La doctrina mercantilista ha entendido que, sea o no personal el protesto, la ley confiere a la letra de cambio la calidad de título ejecutivo (Art. 107 Decreto Ley 14.701) pues “donde la ley no distingue no debe distinguir el intérprete”. Asimismo, se sostiene la autenticidad como un principio general, rector del derecho cambiario.25 Claro está que, si el protesto no fue personal y no se realiza reconocimiento de firma porque al documento se le presume auténtico, la ejecución –acorde a lo establecido en Art. 354.5 del C.G.P.- no podrá decretarse sin previa intimación de pago al deudor. 22 23 24 25 BUGALLO, Beatriz – Ob. Cit. Pág. 8 y 9. TEINTELBAUM, Jaime W. – Ob. Cit –Pág 176 TEINTELBAUM, Jaime W. – Ob. Cit. Pág. 175 RODRÍGUEZ OLIVERA, Nuri E. –Ob. Cit. Pág. 229 y ss. 16 3.6. En caso de dispensa legal del protesto Ante una letra de cambio con dispensa de protesto, la doctrina procesalista mayoritaria considera que es menester solicitar el diligenciamiento de una medida de reconocimiento de firmas, ya que todo documento privado, previamente a la ejecución, debe ser reconocido judicialmente26. También Sagunto PÉREZ FONTANA considera que no es suficiente la dispensa del protesto y que la letra debe ser igualmente protestada para conservar acciones de regreso.27 Por otra parte, la posición mayoritaria en la doctrina mercantilista estima que nada necesita la letra de cambio a efectos de ser presentada en juicio para su cobro, pues cualquier exigencia en ese sentido desvirtúa los fines propios de la inclusión de dicha expresa dispensa. 28 Nuestra jurisprudencia, en Sentencia Nº/1995 del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 6° Turno, entendió suficiente la intimación de pago a efectos de ejercer la acción ejecutiva: “El protesto tiene por finalidad acreditar – en forma indubitable – la falta de aceptación o falta de pago de una letra de cambio (art. 89 del Decreto Ley N° 14.701). …No tiene por finalidad autenticar firmas de la cambial gozan de una presunción legal de autenticidad. … Tal posición es refrendada por la jurisprudencia nacional que consideran suficiente la intimación de pago en caso de omisión de protesto, para no perder la acción ejecutiva. …Estima pues la Sala que en el caso en que no se omitió el protesto sino que éste fue dispensado por la libradora, es posible ejecutar a ésta, admitiendo la tesis de la presunción legal de autenticidad de las firmas en la acción cambial.”29 26 27 28 29 TEINTELBAUM, Jaime W. – Ob. Cit. Pág. 176. PÉREZ FONTANA, Sagunto – Ob. Cit. – Pág. 221. BUGALLO, Beatriz – Ob. Cit. Pág. 11. BUGALLO, Beatriz – Ob. Cit. Pág. 13. 17 4. INTIMACIÓN DE PAGO 4.1. Procedencia Según el Art. 354.5 C.G.P., procede la intimación de pago cuando no exista diligencia judicial de reconocimiento o protesto personal, siempre y cuando no haya una ley que exima de realizarla. Si analizamos los documentos citados por el Art. 353 del C.G.P., resulta que procederá la intimación de pago en los siguientes casos: - Transacción instrumento no público aprobada o en judicialmente instrumento privado otorgada en autenticado notarialmente. - Instrumento privado cuyas firmas se hallen certificadas o autenticadas notarialmente, pues en tal hipótesis no habrá existido ni diligencia judicial de reconocimiento de firma ni protesto personal. - Instrumento público, salvo que fuera uno de los previstos en el Código Tributario. - Vales, ya que el Art. 124 del Decreto Ley 14.701 establece que los vales, pagarés o conformes, se presumirán auténticos, sin perjuicio de la prueba contraria, y constituirán título ejecutivo sin necesidad de protesto ni de diligencia judicial de reconocimiento de firma. 4.2. Finalidad Si no había mora automática pactada, la intimación tendrá una doble finalidad: - Hacer caer en mora al demandado; - Cumplir el requisito de preaviso al demandado, exigible para poder iniciar un proceso ejecutivo.30 “La naturaleza real de esta diligencia preparatoria por excelencia es una manifestación de voluntad recepticia tendiente a constatar la posible mora y dar oportunidad formal de cumplimiento a los 30 ABAL OLIÚ, Alejandro – Ob. Cit. – Pág.210. 18 deudores, a la que se accede sin que importe prejuzgamiento sobre el derecho sustancial que se invoca (ARLAS - Ley de Abreviación de los juicios)” – TAT 2° Turno – Sentencia 121/99).31 4.3. Formas de practicar la intimación de pago 4.3.1. Judicial Se trata de un procedimiento muy sencillo, que debe realizarse en la forma que indica el Art- 406.3 C.G.P.: - solicitud del futuro actor ante el tribunal competente; - providencia del tribunal disponiendo la intimación; - ejecución de la intimación (la intimación la practica el alguacil de la sede o alguacil ad hoc); - eventual comparecencia del intimado para dejar las constancias que estime del caso, sin que ello habilite la apertura de un contradictorio posible, o sea una impugnación de la providencia que dispuso la intimación. 32 También puede realizarse la intimación sin mandato judicial, directamente solicitada ante el Alguacil y practicada por éste en las circunscripciones en que no existe Alguacilato centralizado. Este medio está habilitado por el art. 132 nral. 2 de la Ley 15.750 y ha caído en desuso por dificultades de registro del expediente. La acordada 7405, previó, especialmente para Montevideo, una Sección Alguacilatos de la Oficina Central de Notificaciones. Por tanto en el interior, mientras no exista Alguacilato centralizado, se puede solicitar la intimación de pago ante el Alguacil de la Sede competente sin mandato judicial.33 RUDP 4/00 – Pág. 607 ABAL OLIÚ, Alejandro – Estudios del Código General del Proceso – Tomo III– FCU – 2° edición – Año 2000 – Pág. 212. 33 BIURRUN BERMERÓN, Rafael - Temas prácticos de derecho procesal – Preparación del Proceso Civil – Diligencias preparatorias extraprobatorias – FCU – 1° edición – 2006 – Pág. 33. 31 32 19 4.3.2. Extrajudicial 4.3.2.1. Telegrama colacionado certificado El telegrama, como medio para cumplir la intimación de pago, está previsto específicamente en el proceso ejecutivo en el Art. 354.5 del C.G.P., en el Decreto Ley 14.412 -en la redacción dada por ley 17.542- y en el Decreto Ley 14.701. El telegrama se puede enviar por ANTEL 34 o a través de correos privados autorizados (Dec. 197/92). Mientras el Art. 131 de la ley 16.002 requiere “telegrama colacionado – certificado”, por su parte, el Art. 354.5 C.G.P. y la Ley 17.542 prevén el “telegrama colacionado” y el art. 124 del Decreto Ley 14.701 se refiere a “telegrama certificado o colacionado”. Dado que la ley 16.002 es posterior al Decreto Ley 14.701 y al C.G.P., es indudable que debe primar sobre los textos precedentes por ser ley posterior. Su exigencia, además, es la única que puede demostrar al tribunal el cumplimiento efectivo de este presupuesto procesal del juicio ejecutivo.35 El telegrama colacionado certificado se diferencia del simple telegrama colacionado en que, una vez entregado el telegrama, el telégrafo envía al remitente una constancia de entrega. Cuando se trata de telegrama colacionado simple, el telégrafo solamente envía constancia al remitente cuando no se entregó, pero obviamente éste no acompaña dicha constancia a su demanda, de donde con el simple telegrama colacionado el Juzgado no tiene forma de saber si efectivamente el telegrama fue o no entregado.36 BIURRUN aduce que la categoría es TCCPC, es decir se trata de un telegrama colacionado con copia, que se obtiene al momento de su envío, y constancia de entrega; pero entiende el autor que si se ANTEL: Administración Nacional de Telecomunicaciones. TARIGO, Enrique - O b. Cit. –Pág. 223. 36 ABAL OLIÚ, Alejandro – El presupuesto habilitante del proceso ejecutivo en RUDP 2/95 – Pág.177 34 35 20 trata de la categoría TCCPC y se envía al domicilio contractual, aunque no se pueda realizar la entrega (porque la dirección no se encuentra, no está la persona o no retira el telegrama) igual se cumple el requisito legal.37 En términos similares se pronuncia la Dra. BUGALLO, quien expresa: “En definitiva, debe enviarse un telegrama que se categoriza como TCCPC, con copia para adjuntar a la demanda acreditando los términos del envío y con constancia de recibido para acreditar la recepción del mismo. La exhibición del acuse recibo en la interposición de la demanda no es considerado requisito legal, sino una exigencia de la práctica para dotar de mayor certeza al accionamiento, tal como se ha sostenido en la jurisprudencia nacional. “38 En este sentido cabe mencionar la sentencia de la Dra. Nilza SALVO39 donde se afirma que “la intimación fue correctamente dirigida al domicilio contractual y la circunstancia que no fuera entregado el telegrama no enerva su validez. En efecto tal como lo sostiene la parte actora no existe norma legal que reclame el acuse de recibo para que la medida se entienda cumplida.” También a nivel Tribunal de Apelaciones se sostuvo: “El requerimiento legal de pago se satisface hábilmente mediante envío de telegrama colacionado, habitualmente utilizado con “acuse de recibo”, con la finalidad de mayor certeza sobre el efectivo conocimiento del destinatario del requerimiento de pago, en rigor, no se hallan ínsitos en la operativa o concepto del telegrama colacionado, y el oficio no puede crear o adicionar requisitos o presupuestos no exigidos legalmente para dar andamiento a la vía ejecutiva. Conforme a ello, el art. 124 del Decreto Ley 14.701, no exige que el intimante acredite en autos la recepción por el destinatario de dicho telegrama o el acuse recibo, por lo que no cabe exigir el mencionado recaudo, máxime si se tiene en cuenta que 37 38 39 BIURRUN BERMERÓN, Rafael – Ob. Cit. – Pág. 34. BUGALLO, Beatriz – Ob. Cit. Pág. 17. Sentencia Nº 75 – 11/12/97 – Lex, año II, Nº 4 – Pág. 252. 21 no perfecciona el título ni constituye forma idónea de constituir en mora al deudor” (sentencia 93/91 - TAC 5° Turno). Sin embargo, es de tener en 40 consideración que vasta jurisprudencia requiere que la entrega se realice en forma efectiva y, a falta de ésta, se debe hacer una intimación judicial. Otro aspecto importante a tener en cuenta, es el inconveniente que se puede dar con la intimación por telegrama, dado que, si el acreedor no desea percibir extrajudicialmente su crédito, si opta simplemente por no resultar ubicable durante los tres días siguientes a la intimación por telegrama a su deudor, éste no podrá cancelar su obligación y podrá iniciarse contra él, abusivamente, el proceso ejecutivo. Por el contrario, con la intimación judicial, el deudor tiene en su poder el correspondiente cedulón en el que constan la denominación o carátula del expediente respectivo y el número de IUE (Identificación Única de Expedientes); datos imprescindibles para que en el breve lapso de tres días pueda concurrir al Banco de la República Oriental del Uruguay y consignar la suma adeudada a la orden del Juzgado y bajo el rubro de autos.41 Por su parte BIURRUN entiende que, como el texto de comunicación del telegrama es el que surge del cuerpo del formulario de envío (no comprende los datos de quien lo envía que están en cuadro debajo del texto), se debe incluir en el texto del telegrama el nombre del legitimado activo y su dirección para posibilitar que el intimado pueda cumplir.42 4.3.2.2. Intimación notarial El ilustre maestro Eduardo J. COUTURE, en su reputado “Vocabulario Jurídico” define intimación como “Acción y efecto de requerir a una persona, mediante un acto del alguacil, escribano y 40 41 42 Anuario de Derecho Comercial – Tomo IV – Caso 196 – Pág. 230. TARIGO, Enrique - O b. Cit. – Pág. 223. BIURRUN BERMERÓN, Rafael – Ob. Cit. – Pág. 34 22 oficial judicial (cumplido a petición de parte o de oficio) para que haga o omita algo.” 43 Según sostiene parte de la doctrina especializada, una forma de practicar la intimación es por intermedio de un Escribano Público. Conforme a lo dispuesto por el Reglamento Notarial (Acordada de la Suprema Corte de Justicia N° 7533 de 22/10/2004) en el título IV “De los instrumentos notariales”, Capítulo II “Actas Notariales”, Sección III “Actas de notificación e intimación”, (Arts. 183 a 187), la intimación se hará en la persona y en el domicilio o sitio designado por el requirente; si no se encontrare se hará con cualquier persona mayor de edad; dejándose constancia en caso de que se negare a dar su nombre, indicar su estado o su relación con el requerido; y en tal caso deberá actuar con testigos instrumentales idóneos. Cuando no se encontrare persona alguna en el domicilio o sitio indicado por el requirente, lo hará constar en el acta que se levante, no siendo necesaria la intervención de testigos instrumentales.44 A su vez, en consulta evacuada por las Comisiones de Técnica Notarial (Esc. Nelly PERDOMO), Derecho Comercial (Esc. Daniela CIANCIARULO) y Derecho Procesal (Dra. Nelly DELASCIO) de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Expediente N° 22.236/01 –y que no fue aprobada por la Comisión Directiva-, se sostuvo que la intimación es válida en todos los casos. Sin embargo, gran parte de la jurisprudencia y doctrina mayoritaria ha entendido que solamente es viable la intimación notarial en los casos expresamente previstos por la ley: a) protesto personal como noticia previa (Arts. 89 y ss. Decreto Ley 14.701 y 354.5 C.G.P.); b) a los efectos de constatar la mora (Art. 1.336 C.C.) siempre que no sea de arrendamientos c) las hipótesis del Art. 14 de COUTURE, Eduardo J. – Vocabulario Jurídico. Con especial referencia al Derecho Procesal Positivo Vigente Uruguayo – Ediciones Depalma – 3ª. Reimpresión – Buenos Aires – 1988 – Pág. 348. 44 TARIGO, Enrique - O b. Cit. –Pág. 223. 43 23 Ley 17.228 y Art. 3 de ley 17.542 que modificó lo previsto por el Art. 36 del Decreto Ley 14.412.45 4.4. Domicilio del intimado La intimación se debe realizar en el domicilio contractual y, a falta de éste, en el domicilio real del intimado. 4.5. Consecuencias de la omisión de la intimación de pago TARIGO sostuvo que –dado que el Art. 354.5 es una norma prohibitiva- en caso de omisión de la intimación de pago, cabe concluir la nulidad de los actos procesales cumplidos sin haber estado precedidos de la intimación de pago previa; en todo caso puede resultar discutible si se trata, en el caso, de una nulidad absoluta –por consiguiente, insubsanable- o de una nulidad relativa que quedaría convalidada si, en oportunidad de la citación de excepciones, el demandado no opusiera la excepción de nulidad. El mencionado autor agrega: “En todo caso sí, lo que cabe descartar en nuestra opinión, es el criterio seguido por buena parte de la jurisprudencia en el sentido que la falta de intimación de pago previa no invalida el proceso ejecutivo ni genera nulidad alguna, y que su único efecto es que el deudor podrá pagar su deuda hasta el vencimiento del plazo para oponer excepciones sin necesidad de satisfacer las costas y costos que se hubieran devengado.”46 Entre quienes entienden que la omisión de la intimación de pago acarrea la nulidad relativa, cabe mencionar a URIARTE47 y ABAL OLIÚ48 quien a su vez remite a la opinión de CARBAJALES MARGINET49 en un trabajo anterior al C.G.P. BIURRUN BERMERÓN, Rafael – Ob. Cit. – Pág. 36. URIARTE, Gonzalo – Vía de Apremio – Algunos títulos y preparación de la misma – en Estudios sobre el proceso de Ejecución en Homenaje a Enrique E. TARIGO – F.C.U. – 1ª. Edición – 2006 – Pág.118. 46 TARIGO, Enrique - Ob. Cit. – Pág. 226. 47 URUARTE, Gonzalo – Ob. Cit. - Pág. 119. 48 ABAL OLIÚ, Alejandro – Estudios del Código General del Proceso – Tomo III – FCU – 2ª. Edición – Año 2000. Pág 214. 49 CARBAJALES MARGINET, Eduardo A – La intimación previa a la promoción del juicio ejecutivo común y cambiario. Consecuencia de su omisión – en RUDP 3/1987 – Págs. 276 a 283. 45 24 La jurisprudencia ha entendido que “a lo sumo lo que podrá invocar el deudor si tal acto no se cumplió, es que estaba dispuesto a abonar la deuda, pero como ignoraba que se pretendía promover el procedimiento correspondía que se le exonerara de abonar los gastos que el juicio ocasionara, pero nada más.” (TAC 2° Turno – Sentencia 172/97).50 4.6. Impugnación de la intimación La única finalidad de la intimación de pago es autenticar la manifestación de voluntad de quien la solicita y dar fecha cierta. En consecuencia, la contraparte no puede oponerse, ni recurrir, pero sí comparecer para hacer una manifestación, sin abrirse discusión sobre el fondo. Por eso, se suele usar la locución “en cuanto haya lugar por derecho”, equivalente a la que se usa en la jurisdicción voluntaria; es decir, se toma prima facie, sin prejuzgar, sin perjuicio de ulterioridades.51 El Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 3er. Turno, en Sentencia 139/2004 sostuvo que “no es apelable la sentencia que desestima una pretensión de nulidad en sede de diligencias preparatorias de reconocimiento de firma e intimación de pago preparatorias de un proceso ejecutivo, pues las diligencias se integran a este proceso y en el mismo la apelabilidad es limitada.” En ocasión que el intimado, frente a una diligencia preparatoria de intimación, promovió recurso de apelación contra la sentencia que la dispuso y que ante el rechazo del recurso por el a quo promovió recurso de queja por denegación de apelación, el TAC 6° Turno sostuvo “que el recurso de queja no procede, porque, tal como unánimemente lo ha sostenido la jurisprudencia, al agotarse la intimación en sí misma, el intimado no puede oponerse ni recurrir, 50 51 RUDP 3-4/98 – Pág. 439 TAT 2° Turno – Sentencia 197/99 en RUDP 4/00 – Pág. 607. 25 siendo inaplicable al caso lo dispuesto por el art. 308 C.G.P.” (Sentencia 166/2001).52 5. CONCLUSIONES 5.1. Los títulos ejecutivos que consten en documentos privados incluso transacción no homologada judicialmente (Art. 353 nral.1) y facturas (Art. 353 nral.2) - con firmas no autenticadas por escribano público, requieren ser autenticados judicialmente. Acorde a la posición jurisprudencial actualmente mayoritaria, también es conveniente promover la diligencia preparatoria de reconocimiento de firma cuando se pretende ejercer acción ejecutiva contra endosantes de vales y cheques. Si el título ejecutivo fuera una letra de cambio la misma debe ser protestada. Si el título ejecutivo consta en instrumento público o en instrumento privado con firmas autenticadas por escribano público procede la intimación de pago, siempre y cuando no haya una ley que exima de realizarla, como sucede por ejemplo en el caso del proceso ejecutivo tributario o en el proceso ejecutivo por cobro de un cheque contra su librador. 5.2. La citación a reconocimiento de firma procede como diligencia preliminar (Art. 309.4 C.G.P) y de conformidad con lo establecido por el Art. 173 del mismo cuerpo normativo. Cuando el documento emana de un apoderado o representante legal, si bien es posible citar indistintamente al representante o al representado, resulta conveniente citar al representante (que es el firmante) teniendo presente que en este caso habrá que acreditar la representación al tiempo del otorgamiento del título. 5.3. En caso de incomparecencia del citado o en caso de reconocimiento expreso o tácito de la suscripción del documento en que consta el título ejecutivo, queda habilitada al acreedor la vía 52 RUDP 4/2002 – Caso 227 Pág 535. 26 ejecutiva, pudiendo deducir demanda ajustándose a las previsiones normativas de Art. 117 y s.s. del C.G.P.; se comparecerá en autos debiendo solicitarse el cambio de carátula. En caso de desconocimiento del documento por el obligado, siguiendo doctrina y jurisprudencia mayoritaria, entiendo que se cierra al acreedor la vía del proceso ejecutivo y que no le queda otro camino que la instauración de un proceso ordinario por cobro de deuda, en cuyo decurso podrá solicitar una pericia caligráfica para demostrar la autenticidad del título. 5.4. Para que una letra de cambio se constituya en título ejecutivo debe ser protestada salvo en aquellas hipótesis de dispensa legal o convencional. El protesto personal autentica la firma, por lo que no es necesario proceder al reconocimiento y sustituye la intimación previa, habilitando la vía ejecutiva. Si el protesto no ha sido personal o en caso de dispensa de protesto, entiendo conveniente citar a reconocimiento de firma antes de promover el proceso ejecutivo. 5.5. En cuanto a la intimación de pago previa, y acorde a lo que hemos desarrollado ut supra en parágrafo 4.3., la intimación judical aparece como el medio más seguro y confiable. Si se procede a la intimación por telegrama cabe recordar: a) la categoría es TCCPC; b) es necesario incluir en el texto del telegrama el nombre del legitimado activo y su dirección para posibilitar que el intimado pueda cumplir; c) se debe adjuntar a la demanda copia del telegrama enviado acreditando los términos de envío y es conveniente acompañar constancia de recibido para acreditar la recepción del mismo. No es recomendable la intimación notarial salvo en los casos expresamente previstos por ley. 27 5.6. En caso de omitirse la intimación de pago puede el deudor oponer excepción de nulidad; pero entiendo es una nulidad relativa y en todo caso el intimado deberá demostrar su disposición a pagar; ya que no parece lógico y sería contrario al principio de economía procesal, permitirle al deudor oponerse alegando la nulidad de lo actuado por falta de intimación previa de pago, y que luego de ser intimado no cumpla su obligación dando lugar al proceso ejecutivo a cuya prosecución se había opuesto. 28