L. FERNANDEZ NAVARRO 56 gues ó las dislocaciones pudieran haber determinado la primita va línea de menor resistencia, origen del valle, éste no puede ser debido más que á un descenso en la vertical, del amplio paquete terrestre que le forma, así como á Mar Chica, al suelo cuater­ nario que la rodea, y á la playa tendida que frente á ella se des­ arrolla. Ejemplos de esta clase de hundimientos los hay muy numerosos en nuestra península (Mar Menor de Cartagena) y fuera de ella. De Canarias hemos descrito, con todo detalle, algu­ no muy bien caracterizado, como el de Caldera de Valverde, en la isla de Hierro ( i ) . A, B, C, p a q u e t e s de la p r i m i t i v a roca v o l c á n i c a . MM, mar M e d i ­ terráneo. M-lCh. Mar Chica D. D u n a s d e la l e n g u a d e tie­ rra. D'. D i l u v i u m del valle d e l r í o Üixan. NN'. Perfil del domo volcáni­ c o a n t e s del hundimiento. A FIGURA 4 . — E x p l i c a c i ó n t e ó r i c a de la d e p r e s i ó n d e Mar C h i c a . La figura adjunta indica esquemáticamente la manera cómo suponemos nosotros originada la depresión de Mar Chica. A y B son paquetes descendidos en la vertical, y C el macizo primitivo. Sobre el borde más elevado del paquete A se han depositado las arenas que hoy constituyen la lengua de tierra, consolidadas en gran parte por presión y algo por depósitos de sedimenta­ ción química, para que tan favorable, es el clima de la región. Sobre el paquete B, donde no alcanzaron las aguas marinas, se (1) L . FERNÁNDEZ NAVARRO: Observaciones geológicas en la Isla de Hierro. (Mem. de la R. S o c . e j p . de Hist. n a t , t o m o v, M e m . 2 . Madrid, 1908.) a