ASPECTOS ECONÓMICOS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII

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ASPECTOS ECONÓMICOS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII
Los gastos de la corte, de la burocracia administrativa y, sobre todo, de los ejércitos
obligaron de una parte a aumentar los ingresos y de otra a organizar un complejo
sistema de crédito, que objetos de constante perfeccionamiento a lo largo de S. XVI y
XVII, pese a lo cual permaneció el déficit.
SIGLO XVI
Las bases financieras
No existió una Hacienda única en el Imperio de Carlos V. Cada territorio tenía ingresos
diferentes y, salvo Castilla, solo se aplicaban a sus propias necesidades. Castilla,
además de afrontar sus gastos, fue el único reino que contribuyó a los gastos generales
del Emperador. Las únicas excepciones se produjeron en Italia, cuando ayudó al
Imperio en su lucha contra los turcos, y Flandes al combatir con sus propios recursos a
los ataques franceses en su frontera, aunque con la colaboración castellana.
El Imperio –y con posterioridad la Monarquía Hispánica- marcaba los gastos y después
buscaba los recursos. Como lo primero generalmente superaba lo segundo se hizo
necesario buscar partidas de carácter extraordinario y, cuando éstas no eran suficiente,
acudir a los préstamos bancarios.
Ingresos
En la época de los Austria los impuestos fueron:
a) Rentas procedentes de impuestos:
a. Propiedad real sobre salinas, minas y almadrabas
b. Rentas de los Maestrazgos
b) Rentas de naturaleza impositiva (impuestos)
a. Impuestos distribuidos por vía de repartimiento, atendiendo a las
circunstancias personales de los contribuyentes:
i. Servicio ordinario y extraordinario
ii. Moneda forera: cantidad pagada `por todos los vasallos en
reconocimiento del señorío real.
iii. Chapín de la Reina: 150 millones de maravedíes por cada boda
real
Estos impuestos los pagaban los “pecheros” y no los nobles y clérigos. Éstos sí
pagaban el subsidio eclesiástico
c) Impuestos sobre el consumo
a. Derecho de tránsito de mercancías o derechos de aduana: diezmos de la
mar, rentas de puertos secos, renta de lanas, almojarifazgo de Sevilla e
Indias -impuesto aduanero que se pagaba por el traslado de mercaderías
que ingresaban o salían del reino de España, o que transitaban entre los
diversos puertos peninsulares o americanos equivalente al actual
Arancel. Fue creado por Alfonso X junto a la alcabala para gravar la
actividad generada con el desarrollo del comercio interior y exterior-,
venta de pasas de Málaga y el 1 % de las aduanas de Cádiz y Málaga.
b. Impuesto universal de consumos:
i. Alcabala: 10 % de todo lo que se vendía
ii. Cientos: cuatro recargos del 1 % establecidos en 1626, 1639,
1656 y 1663. En 1686 se rebajó.
d) Consumos especiales:
a. Establecidos en forma de estanco o monopolio de venta de un artículo:
sal, azogue, tabaco, naipes, chocolate…
b. Establecidos en forma de contribución que podía ser de “sisa” –reserva
en beneficio del fisco de una parte de la mercancía- o de “impuesto” –
pago por unidad de medida del artículo gravado.
Gracias a estos impuestos de consumos especiales se obtenían ingresos para
pagar los servicios de millones, llamados así por contarse por millones de
ducados. Estos servicios se concedían por las Cortes, después de oír la
proposición del Rey que explicaba el estado de la Hacienda y sus necesidades.
Las Cortes señalaban la suma a conceder y los impuestos mediante los cuales se
iba a recaudar. Era obligatorio invertir el dinero recaudado en los gastos por los
que se solicitó. Los servicios de millones fueron:
- 1590: 8 millones de cucados a pagar en seis años
- 1600: 18 millones a pagar en seis años
- 1608-1610: 2,5 millones anuales
- 1612-1632: 2 millones anuales
- Desde 1632: 4 millones anuales
e) Impuestos subrogatorios o diversificadotes sobre patrimonios y rentas:
a. Bula de la Cruzada, cedida en 1500 por el papa Julio II.
b. Subsidio de Galeras: 420.000 ducados procedentes de las rentas
eclesiásticas, concedido por Pío IV en 1561.
c. Excusado: diezmo de la mayor casa de cada parroquia, otorgado por Pío
V en 1567
d. Tercias reales, de origen medieval, consistente en el 2/9 de los diezmos
A finales del Imperio -1554- los ingresos de la Corona de Castilla fueron los siguientes:
- Rentas ordinarias (alcabalas, tercias, aduanas…)
1.365.000 ducados
- Subsidios votados en Cortes
400.000
- Rentas de gracia pontificia:
a) Bula de la Cruzada
324.000
b) Subsidio eclesiástico
147.000
c) Rentas Maesttrazgos
279.000
Total de ingresos
2.515.000 ducados
Los ingresos ordinarios no variaron con respecto al reinado de los Reyes Católicos.
Entre ellos se encontraban las alcabalas, tercias reales, derechos de aduana, como
portazgos o almojarifazgos, montazgo y diversas rentas y monopolios -salinas, estancos
de negros, pólvora, et.- más las regalías de extracción minera -hierro, azufre, etc.Los extraordinarios, siguieron sustentados sobre todo en el servicio, al que se unió el
servicio de millones, que más tarde se convirtió en impuesto regular.
Por su parte los ingresos eclesiásticos aumentaron gracias a la incorporación a la Bula
de la Cruzada el subsidio y el excusado.
A estos hay que sumar las rentas maestrales de las Órdenes Militares cuyo titular era el
rey y, finalmente, la quinta parte de los tesoros americanos.
La cuantía de todos estos ingresos era enorme, pero en la práctica las condiciones de
recaudación disminuían las previsiones.
Las urgencias, sobre todo militares, requerían la transferencia inmediata de fondos a
una plaza determinada, por lo normal fuera de las fronteras. Esta operación sólo era
posible a través de la firma de un asiento, un contrato en el que se estipulaba todas las
característica y condiciones del préstamo, con un consorcio financiero.
Los asentistas variaban en cada asiento. En el reinado de Carlos V fueron los banqueros
alemanes –Fugger y Welter-. Tras su retirada a causa de la crisis financiera de 1557,
Felipe II recurrió a la banca genovesa que sirvió a la corona hasta la crisis de 1627.
Gastos
Los presupuestos de gastos entre 1544 y 1555 ascendieron a 1.475.365 ducados,
repartidos de la siguiente manera:
- Casas Reales
362.000 ducados
- Gobierno (Consejos)
98.000 ducados
- Diplomacia
50.000 ducados
- Ejército
508.000 ducados
- Marina
455.000 ducados
En este presupuesto los gastos militares –ejército y marina-, que representan 2/3 del
total, no incluyen los extraordinarios en tiempos de guerra. Tampoco se incluye en el
presupuesto el pago de los intereses de las deudas.
Los ingresos fijos eran aproximadamente 1.500.000 ducados que solo servían para
afrontar los ingresos fijos. Cada vez que había guerras o que abonar los intereses de las
deudas era preciso buscar ingresos extraordinarios.
La principal compensación del déficit provenía de las remesas americanas. La Corona
recibía 1/5 de todo lo producido en América. Desde 1530 –conquistas de Cortés y
Pizarro- las remesas fueron creciendo pero a partir de 1542 comenzaron a decrecer y ya
no eran suficientes para cubrir los déficit. En 1554 la deuda acumulada llegaba a
4.500.000 ducados.
Además de las remesas americanas estaban:
a) Los juros, primera versión de la deuda pública establecida desde el siglo XIII y
que se sacaron de forma masiva en el reinado de Felipe II.
b) Venta de oficios
c) Préstamos de particulares
d) Venta de lugares de señoríos eclesiásticos o de Órdenes Militares
e) Venta de hidalguías
f) Trata de negros
La trayectoria de la economía en los diferentes reinados fue la siguiente:
a) Carlos I
- El Imperio de Carlos V no tenía unidad económica. El Consejo de Hacienda sólo fue
eficaz en Castilla. Junto a él estaba el Consejo de Indias que proporcionaba los recursos
esenciales. En los demás reinos sólo consiguió algunos subsidios extraordinarios
como la alcabala y el servicio. El endeudamiento comenzó a ser una realidad pese a las
remesas americanas. A largo plazo el endeudamiento consistió en los juros con los
particulares y a corto plazo los préstamos de los asentistas y banqueros imperiales.
b) Felipe II
- Buscó el robustecimiento de la Hacienda con nuevos impuestos -Excusado, Bula de
Cruzada y Subsidio eclesiástico, del clero- el aumento de la alcabala, los monopolios de
la Corona como las salinas, los Diezmos del mar, los Derechos aduaneros en los puertos
cantábricos y Puertos secos, la barrera aduanera que rodeaba a Castilla y los Servicios
de los Millones.
c) En el siglo XVII
- Felipe III no quiso agravar la presión de la Hacienda, pero con Felipe IV sus límites se
sobrepasaron. En este reinado se produjeron ventas de cargos y de pueblos de realengo,
se gravaron los artículos de uso corriente y se desvalorizó la moneda. La venta de
cargos creó una burocracia incompetente y nociva. La alteración de la moneda, por su
parte, creó una duplicidad de sistemas monetarios: el de vellón (símbolo de una
economía agraria) y el de plata (urbana y capitalista).
Evolución de la economía
La España del Quinientos vivió una prolongada época de expansión debida tanto al
crecimiento interno de las fuerzas productivas -aumento de la población y despegue de
todos los factores- como a la llegada de metal precioso de América.
Sólo al final del siglo empezará a observarse síntomas de una depresión económica
generalizada, que debe atribuirse a los efectos nocivos que a la larga produjo la propia
abundancia de numerario sobre una economía poco desarrollada.
Se produjo un aumento de la población en todos los reinos, aunque muy desigualmente
repartidas siendo Mallorca y Valencia seguida de Cataluña las que más aumentaron.
Aunque el predominio rural era absoluto en todas partes, en Castilla existía una nutrida
red urbana, si bien estas ciudades presentaban un esquema económico, social y político
rural.
La agricultura seguirá siendo la base económica, no apreciándose cambios
significativos en la estructura de la propiedad, formas de explotación a nivel
tecnológico, de manera que la producción creció por el simple aumento de las tierras
cultivadas, resultado de una mayor presión demográfica que llevó a poner en cultivo
zonas abandonadas, montes, dehesas o baldíos reales.
Las únicas novedades a lo largo del XVI fueron la creación de los pósitos -depósitos
municipales de cereales, que realizaban préstamos a los vecinos en condiciones
módicas- impulsados por Felipe II y la puesta en funcionamiento de los nuevos
instrumentos de riego como el Canal Imperial de Castilla.
Favorecida constantemente por los privilegios de la Mesta, la ganadería se mantuvo
como la base de un importante comercio lanero, que el estallido de las guerras en
Flandes durante el último tercio del X VI hizo decaer.
A parte de la industria pañera, también destacó la sedera con zonas muy prósperas
como Granada o Córdoba. Tras la industria textil, siguió en importancia la del hierro
desarrollada en el País Vasco y Cataluña y dedicada a la fabricación de armas. También
destacó en el País Vasco su industria naval tanto civil como de guerra.
La minería se desarrolló fundamentalmente en la extracción de plata en las colonias
americanas, sobre todo en el virreinato del Perú; la de alumbre en Mazarrón o la de
mercurio de Almadén.
El comercio exterior mantuvo a lo largo del XVI los siguientes rasgos:

El del Cantábrico seguía basado en el intercambio de materias primas
castellanas -lana y hierro- frente a las manufacturas -tejidos, productos
metalúrgicos, suministros navales- En el reinado de Felipe II se produjo la
ruptura del eje Medina del Campo y Burgos con Amberes debido a la
inseguridad por la revuelta de Flandes, al conflicto con Inglaterra y a la
intervención en las guerras de religión en Francia.
 En el del Mediterráneo, las explotaciones se redujeron a las materias primas aceite, hierro, lana, azafrán o seda- mientras que se importaba trigo. El nivel de
tráfico se mantuvo en niveles modestos debido al lento desplazamiento hacia el
Atlántico y al entorpecimiento producido por el corso berberisco.
 Una de las mayores novedades de la centuria fue el despegue del Atlántico
andaluz. La carrera de Indias quedó perfectamente articulada, con la
consolidación de la Casa de la Contratación y con Sevilla acaparando el
monopolio mercantil. El sistema comercial de la Carrera de las Indias quedo
regulado por el Proyecto de Flotas y Galeones -octubre 1564-. Los
intercambios consistieron en la exportación de productos agrícolas andaluces vino y aceite- y la importación de metales preciosos- especialmente plata- y
colorantes.
El comercio interior siguió adoleciendo de falta de integración debido a las barreras
geográficas -falta de caminos, barreras aduaneras, etc-.
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