1º Grado en Derecho Historia del Derecho Curso

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Curso:
Asignatura:
Tema:
1º Grado en Derecho
Alumno: Haidar Najem Gª de Vinuesa
Historia del Derecho
Los reinos cristianos hispánicos en la Edad Media, tema 10 – Bloque 6
10.1-Bases de gobierno. Los territorios y su administración
Debemos destacar tres fechas importantes dentro de la gran empresa que supuso la
Reconquista (722-1492), iniciada en el reino de Oviedo de manos de don Pelayo:
-1085: conquista de Toledo, en la que el Cid jugó un papel importante.
-1212: batalla de las Navas de Tolosa, de manos de Alfonso VIII y Sancho III el Grande.
-1492: conquista de Granada, de manos de los Reyes Católicos.
En el año 1002 muere Almanzor en la batalla de Calatañazor. Almanzor había acabado con
todo signo de vitalidad entre las ciudades de Barcelona y Santiago. Su muerte supuso el avance
seguro de los cristianos. En 1197 tiene lugar la batalla de Alarcos, un auténtico choque entre
tropas cristianas y musulmanas. Alfonso VIII se enfrentó sin éxito a los almohades; la derrota
cristiana fue estrepitosa. La reina Leonor de Aquitania ordenó construir el Hospital del Rey,
actual sede de la Facultad de Derecho de Burgos. Alfonso VIII, rey de Castilla, ayudado por
Sancho III de Navarra, logra una aplastante victoria en 1212. A partir del año 1412 comienza el
principio del fin. Castilla se extendió por toda la Península, amenazando a los desestructurados
reinos de taifas. Finalmente solo persiste el reino nazarí de Granada, bajo el mando de Boabdil
el Chico. En 1492 los Reyes Católicos conquistan Granada, controlan la presencia musulmana y
decretan la expulsión de los judíos.
La vieja organización hispano-goda se rompió. Persistieron vestigios muy pobres de la
organización municipal romana. Los límites territoriales son variables; los distritos
administrativos del reino asturleonés fueron territoria, mandatoria, comisa y civitatis. El rey
confiaba estos distritos a un magnate.
10.2-Condados, merindades y reinos
La estructuración de los reinos cristianos hispánicos tuvo lugar entre los siglos X y XV. No
hubo en esta estructuración vestigios de la organización municipal romana, desaparecida
durante la invasión musulmana.
10.2.1-Condados
Al frente de cada una de estas circunscripciones figuró un conde con amplias atribuciones
militares, gubernativas, judiciales y financieras. El rey cedía estas tierras a magnates laicos o
eclesiásticos para que las rigieran y gobernasen en su nombre.
Con el tiempo, y dada la extensión del territorio y la dificultad para mantener contacto entre el
monarca y sus delegados, muchos condados comenzaron a regirse al margen de la voluntad
real. Algunos condados, como el de Castilla, se independizaron a partir del siglo X.
El título de conde era una dignidad vitalicia, mientras que el imperium o mando era
temporal, pudiendo ser retirado o trasladado por el rey. Los condes o comes gobernaron
distritos mayores, actuando en representación del monarca en la defensa y la tutela del orden
público: recaudaban impuestos, administraron justicia como propios jueves y dirigieron al
ejército.
10.2.2-Merindades
Los merinos o mayordomos surgieron en los reinos cristianos del siglo XI. Sobre ellos recayó
inicialmente el cuidado de los grandes dominios regios. Pero el merino pronto trascendió su
quehacer doméstico y asumió otras tareas de índole financiera, militar o judicial.
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Tanto el rey como estas autoridades territoriales hicieron ejecutar sus órdenes mediante
alguaciles o sayones, quienes tenían delimitada la comarca del condado donde podían
intervenir.
Otros oficiales subalternos fueron los adelantados mayores, oficiales que el rey designaba
para regir en territorios lejanos y fronteras. A finales del siglo XIII sustituyeron a los merinos.
Los merinos aseguraban el cumplimiento de la prenda, una garantía de contrato que
quedaba en manos del demandante o acreedor. Durante la Edad Media se utilizó cuando los
ganados se instalaban en tierras de otros propietarios (abigeato).
Las merindades fueron sobre todo circunscripciones de la vieja Castilla. Durante la Baja
Edad Media, Castilla quedó dividida en honores, tenencias, municipios y 18 merindades para su
gobierno: Cerrato, Campos, Castilla Vieja, Rioja, Saldaña, Santillana…
Navarra se dividió a su vez en 6 merindades.
10.2.3-Reinos
La monarquía no siempre fue patrimonial. Es una institución que supone un poder
dominical (dominus), un poder sobre un territorio y sus habitantes, que se convierten en
patrimonio del monarca con el paso del tiempo. En los Estados de la Reconquista, la
monarquía llegó a ser fundamentada en el compromiso del rey de hacer cumplir la justicia y la
verdad. El pueblo debía por su parte guardar fidelidad y acatamiento al soberano.
La obra de San Isidoro de Sevilla refleja esta concepción de la monarquía hispano-cristiana de
la Reconquista.
10.3-Los señoríos territoriales y jurisdiccionales
Junto a los grandes dominios formados por la repoblación señorial o la de las Órdenes
Militares, buena parte de los latifundios surgen debido a la integración de tierras de pequeños
propietarios al patrimonio de gentes poderosas.
Los factores que concurren en la constitución de este régimen señorial son:
-Donaciones reales. Favorecieron principalmente a iglesias y monasterios, pero también
incrementaron el patrimonio de los magnates laicos. Estas donaciones fueron importantes en
Galicia y en el valle del Duero.
-Entrega de tierras en compensación por préstamos impagados. Monasterios o particulares
prestaban dinero o alimento a los campesinos; si éstos no podían frente a la devolución del
préstamo, debían responder con sus tierras.
-Despojo por la fuerza. En ocasiones, los eclesiásticos instaban a los fieles a que cediesen sus
tierras por motivos religiosos; otras veces, eran terratenientes laicos quienes ocupaban tierras
por la fuerza.
-Donación de tierras del pequeño al gran propietario. Un minifundista cede voluntariamente
sus tierras, pero sigue trabándolas en régimen de usufructo: precaria oblata y precaria
remunerata. El acto jurídico que reguló esta situación fue la donatio reservato usufructum.
-Entrega de tierras como pena o arancel judicial. Las penas pecuniarias podían pagarse con
ganado o bienes raíces (fincas, fundos). El bajo valor de las tierras hizo que para pagar una
simple multa fuese necesario ceder gran parte de las mismas.
-Cesión voluntaria por motivos religiosos. Clérigos y laicos ofrecían su patrimonio a la Iglesia
para salvar su alma, por lo que se conoce a estas cesiones como donaciones pro anima, en las
que se transmitía inmediatamente la propiedad.
10.4-La Repoblación. Etapas, modalidades y consecuencias
10.4.1-Despoblación y repoblación
La Reconquista se realiza mediante la repoblación de los territorios recuperados al Islam;
dicha repoblación presupone la previa “despoblación” de aquello que se trata de “repoblar”. El
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valle del Duero representa el paradigma de la actividad repobladora, pues allí tuvo lugar un
auténtico colapso demográfico que convirtió a esos territorios en un gigantesco yermo.
Dos son las posturas que interpretan la despoblación: Menéndez Pidal sostiene que la
despoblación fue relativa, es decir, que el término “despoblación” hace referencia al
empobrecimiento económico, al hundimiento de la administración y a la reducción de la
población musulmana; Sánchez Albornoz, por su parte, defiende que la despoblación fue
absoluta, es decir, que el valle del Duero quedó completamente desierto y los cristianos se
vieron obligados a repoblar lo que no era más que un páramo vacío.
Esta despoblación se debió a las campañas musulmanas que provocaron la huida de los
indígenas pobladores; a las rebeliones bereberes; a las campañas de Alfonso I; al hambre y a
las epidemias.
10.4.2-Etapas, modalidades y consecuencias
La repoblación fue inicialmente una consecuencia de la política expansiva de los núcleos
cristianos de resistencia y más delante de las conquistas a gran escala de los reinos cristianos.
Debemos distinguir dos etapas:
-1ª Etapa. Destaca la repoblación de carácter oficial y la repoblación de carácter privado.
-2ª Etapa. Destaca la repoblación concejil y la llevada a cabo por las Órdenes Militares.
10.4.2.1-La repoblación primitiva del norte de la Meseta
La franja del norte quedó desolada por las constantes incursiones militares por parte de
ambos bandos. Fue la zona elegida para la expansión del reino asturleonés, que se extendió
hasta el norte de Portugal y sur de Galicia, la Rioja y Burgos, ciudad en que nació el condado
independiente de Castilla, que luego sería reino.
El Duero constituyó la frontera natural entre el reino asturleonés y Al-Ándalus, siendo
repoblada la ribera superior.
-Repoblación oficial. Dirigida por el propio rey o por los condes. Era planificada y estaba
acompañada de determinadas solemnidades y ceremonias. Los repobladores llegaban a su
destino y ocupaban tierras tras colocar el estandarte regio, como símbolo de la nueva
autoridad. Con el reparto de tierras y la fortificación de los límites quedaba acotado el lugar.
Su ordenamiento jurídico se plasmaba en la carta puebla, que recogía los derechos, privilegios
y cargas de los nuevos pobladores.
-Repoblación privada. Surgió de forma espontánea y popular, fruto del dinamismo de la
población cristiana. La repoblación privada fue estrictamente familiar e inorgánica, aunque
también se realizó al amparo de algunas iglesias y monasterios.
En el primer caso, las familias ocupaban las tierras construyendo luego una aldea cuyo nombre
recordara a los fundadores (Villagallegos, Villavascones, Villadiego…).
En el segundo caso, la gente ocupaba las tierras que rodeaban a un determinado monasterio.
Los abades, clérigos y monjes se convirtieron en dirigentes e impulsores de la repoblación.
10.4.2.2-La repoblación en la zona sur
En esta segunda etapa no se trata de ocupar páramos desiertos, sino de integrar zonas
pobladas y asegurar el efectivo dominio en las ciudades que se conquistan.
A través de la minoría cristiana, los dirigentes deben controlar las grandes urbes recuperadas
al Islam: Toledo, Zaragoza, Tarragona, Sevilla. Esta segunda fase de la repoblación se llevará a
cabo sobre zonas prósperas.
-Papel de los concejos y de las Órdenes Militares. Las cartas pueblas dan paso a fueros más
extensos. Las tierras del alfoz se dividen en seis partes o sesmos, y cada una de ellas en lotes
de tierra o veintenas, de cuya adjudicación se encargan los funcionarios concejiles (sesmeros y
veintenarios).
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Las Órdenes Militares, surgidas en el siglo XII, cuidaron de la defensa del territorio
comprendido entre el Tajo y el Guadiana, convirtiéndose en factores decisivos del proceso
colonizador. Sus grandes posesiones, o maestrazgos, fueron pobladas por colonos.
-Los repartimientos. En amplias zonas de Andalucía, Murcia, Mallorca y Valencia fue frecuente
arbitrar un sistema de reparto de tierras y casas entre los conquistadores. Ciertamente era
inviable, ya que la ocupación directa de las tierras y la retención de la soberanía fueron lentas.
El conjunto de operaciones de partición de heredades, fincas, casas del centro urbano y
mansiones rurales fue recogido en los llamados Libros del Repartimiento, una concesión real
que facilitaba el asentamiento fijo y en consecuencia generaba derechos permanentes
mediante títulos individuales de propiedad.
Los repartimientos se llevaron a cabo a través de un largo proceso; incluso llegó a preverse el
perjuicio que podrían ocasionar quienes abandonasen las tierras que les habían sido
adjudicadas, instituyéndose en Sevilla un órgano de intervención y control denominado Juntas
de Consolidación. El repartimiento trató de resolver los problemas propios de aquella
población tardía y compleja, originándose una honda castellanización de los territorios
meridionales.
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