EL “ASCENSO DEL SUR”: EQUIDAD Y PARTICIPACIÓN DOS CLAVES PARA SU SOSTENIMIENTO Por: Armando Durán Durán 1 Recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó el informe sobre Desarrollo Humano 2013, denominado “El ascenso del Sur: progreso humano en un mundo diverso”. El estudio resalta que un importante número de países en desarrollo mejoran rápidamente sus condiciones de educación, salud y empleo, dinámica que la publicación designa como el “ascenso del Sur”. El informe señala que el mejoramiento del Índice de Desarrollo Humano (IDH) no sólo se presenta en los países más grandes del Sur sino también en países más pequeños. Según la investigación, cuando se subraya el Sur se va más allá de las economías emergentes, a menudo representadas con las siglas como BRICS (Brasil, Federación Rusa, India, China y Sudáfrica), IBSA (India, Brasil y Sudáfrica), CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica) y MIST (México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía). Sin embargo, el PNUD advierte la importancia de disminuir las desigualdades en los países de la región: “La desigualdad reduce el progreso de desarrollo humano y, en algunos casos, podría impedirlo por completo”, asegura el informe. En las últimas décadas, si bien se viene reduciendo las desigualdades, principalmente en términos de salud y educación, en términos de ingresos la 1 Profesor del programa de Gestión y Desarrollo Urbanos, Ekística, de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales, de la Universidad del Rosario. reducción es todavía baja. La investigación muestra que en casi todos los estudios que se han realizado al respecto, se advierte que la desigualdad en ingresos, no sólo a nivel del Sur, sino en todo el mundo, es alta. Además, insiste en que no es suficiente, para avanzar hacia una vida social con más libertades y justicia, países con sólo mejores Índices de Desarrollo Humano, si las sociedades y estados persisten en patrones insostenibles de consumo, en elevados gastos en defensa y en escasa cohesión social. Quizá uno de los tópicos más interesantes del citado informe tiene que ver con los derroteros que indica frente al siguiente interrogante: ¿cómo pueden los países del Sur mantener su ritmo de progreso en desarrollo humano? En la investigación se presentan cuatro aspectos centrales a tener en cuenta: a) garantizar una mayor equidad, b) permitir la libre expresión y participación, c) manejar el cambio demográfico, y d) hacer frente a las presiones ambientales. Con respecto al primer aspecto, garantizar una mayor equidad, se establece que el grado de educación de las madres es más importante para la supervivencia infantil que los ingresos o la riqueza del hogar. Con relación a permitir la libre expresión y participación, se realza la necesidad de formular políticas públicas que aseguren que las personas participen de manera significativa en los eventos y procesos que dan forma a sus vidas. Frente al tercer aspecto que vincula el informe, manejar el cambio demográfico. El estudio alerta sobre el proceso de envejecimiento de la población de las regiones más prósperas del Sur, lo que sin duda reduce la proporción de las personas económicamente activas. Sin embargo, las tendencias demográficas, advierte el informe, pueden modificarse, al menos indirectamente, por medio de políticas con ambiciosos objetivos educativos, en particular, focalizadas hacia las poblaciones más vulnerables. En torno al último aspecto a tener en cuenta para que los países del Sur eleven sus respectivos índices de desarrollo humano, y que alude a hacer frente a las presiones ambientales, el PNUD asegura que en la actualidad las amenazas ambientales, como el cambio climático, la deforestación, los desastres naturales, y la contaminación del agua y del aire, están afectando a todo el mundo, no obstante, las principales víctimas de tales fenómenos son los países y comunidades pobres en ingreso. “El cambio climático exacerba los peligros ambientales crónicos, mientras que las pérdidas de ecosistemas limitan las oportunidades de subsistencia, en especial de los más pobres”. El informe llama la atención sobre la necesidad de cambios estructurales que unifiquen los objetivos de desarrollo humano y de cambio climático con estrategias de baja emisión de dióxido de carbono y de construir el sector de energía renovable, todo ello soportado con innovadores mecanismos de financiación público-privada. Por último, el estudio introduce una reflexión pertinente para los tiempos presentes, ésta refiere a que la búsqueda de mejoras permanentes en el desarrollo humano es una tarea que reviste una complejidad creciente. Tal como lo plantea Amartya Sen en el informe, la complejidad intrínseca del desarrollo humano debe reconocerse. Quizá, en este sentido, el debate público sea un camino idóneo para comprender los logros y carencias de la vida humana, tal como lo afirma Sen: “Solo quien tiene puesto el zapato puede saber dónde le duele, por lo que solo podremos evitar los dolores si damos a los demás la posibilidad de opinar y participar ampliamente en el debate público”. Es por ello, que el “ascenso del Sur” que presenta el informe, puede significar, no sólo, la oportunidad para ir mejorando sostenidamente en el tiempo el bienestar de más poblaciones en el mundo, sino de manera fundamental, la oportunidad para que los gobiernos y la ciudadanía en general promuevan caminos reales que auspicien sociedades más equitativas y justas en las presentes generaciones sin menoscabar las venideras.