SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

Anuncio
155-028835 del 14 de junio de 2002
Ref: No son ineficaces las restricciones que los pliegos de condiciones de una licitación pública hacen a
las empresas en reestructuración.
Acuso recibo de su comunicación radicada en esta Superintendencia el pasado 21 de mayo de 2002 con el número
2002-01-068063 por medio de la cual pone en conocimiento de esta Entidad el pliego de condiciones de la licitación
pública abierta por la Secretaría de Infraestructura del Departamento del Meta para el diseño y construcción de la
intersección vehicular Maizano en el municipio de Villavicencio. En su opinión, dicho pliego resulta a todas luces
violatorio de la ley de reactivación empresarial, pues el mismo, al referirse a la capacidad financiera que debe
acreditar el proponente, exige que éste "no se encuentre adelantando (i) procesos concursales (concordato), (ii) en
liquidación, (iii) en acuerdo de reestructuración o cualquier otro de los mecanismos previstos en la ley 550 de
1999", de suerte que en el evento de incurrir el proponente en alguna de tales situaciones, su propuesta sea
considerada como no elegible. Por esta razón, solicita se tomen las medidas del caso para prevenir la flagrante
violación de la ley de 550 de 1999 y al espíritu que ella persigue.
Este Despacho tuvo ocasión de pronunciarse por medio del oficio 155-044602 del 26 de octubre de 2001 sobre la
posibilidad de incluir en los pliegos de condiciones de los procesos de contratación estatal, restricciones para la
participación en las licitaciones a las sociedades que a la fecha de la presentación de la propuesta se encuentren en
proceso concursal o en el trámite de un acuerdo de reestructuración, al manifestar que "el pliego de condiciones
constituye un documento que elabora la entidad interesada en contratar, en el que se detallan los aspectos relativos
al objeto del contrato, su regulación jurídica, los derechos y obligaciones de las partes, la determinación y
ponderación de los factores objetivos de selección y todas las demás circunstancias de tiempo, modo y lugar que se
consideren necesarias para garantizar reglas objetivas, claras y completas (art. 30, num. 2 de la ley 80 de 19993),
y constituye verdadera una invitación a contratar que hace la entidad estatal"; razón por la cual la entidad estatal
interesada en contratar, en ejercicio de la autonomía privada que le asiste, puede establecer las limitaciones que
estime pertinentes sin desconocer en ningún momento las disposiciones de la Ley 550 de 1999.
La ley de intervención económica, en el inciso segundo de su artículo 15, se refiere tan sólo a la ineficacia, sin
necesidad de declaración judicial, de "las estipulaciones que formen parte de cualquier acto o contrato y que tengan
por objeto o finalidad impedir u obstaculizar directa o indirectamente la promoción, negociación o la celebración de
un acuerdo de reestructuración mediante la terminación anticipada de contratos, la aceleración de obligaciones, la
imposición de restricciones y, en general, a través de cualquier clase de prohibiciones, solicitud de autorizaciones o
imposición de efectos desfavorables para el empresario que negocie o celebre un acuerdo de los previstos en esta
ley".
Por consiguiente, tal ineficacia no se extiende a los pliegos de condiciones que se redacten con el fin de ser
entregados a los interesados dentro de un proceso de licitación y a las cláusulas que restrinjan la participación de
las empresas en reestructuración dentro de tales procedimientos, razón por la cual tal situación no viola lo
establecido en la ley de intervención económica.
Descargar