1 491-2007 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

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491-2007
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las diez horas
con cincuenta y dos minutos del día quince de octubre de dos mil diez.
El presente proceso de amparo constitucional ha sido promovido por el Doctor José
Domingo Méndez, actuando en calidad de apoderado de los señores Jesús Romero Alfaro,
Ovidio Villegas Chacón, Eduardo Enrique Barrientos Zepeda, José Alberto Bondanza
Góchez conocido por Alberto Bondanza, Jackeline Guadalupe Matus de Sánchez, Eustacio
Mata Sánchez, Álvaro Remberto Guardado Gálvez, Vidal Antonio Zelada Pereira, Adin
Oved Posada Ochoa, Daniel Posada Guillén, Pedro Enrique Salguero Gutiérrez, Carlos
Alberto Mancía Solís, José Luis Valdivieso Guevara, Carlos Mauricio Valdivieso González,
Nuario Abder Vásquez Mancía, José Tulio Esequias Guardado Gálvez, Armando Felio
Criado y Fernández, Rafael Antonio Huezo Quijada, Gladis Argentina Lazo Chiriati, Luis
Alfredo Mata Zúñiga, Maximiliano Valdivieso Pinto, Pablo Antonio Solórzano Solórzano,
Ramón Wilfredo Valdivieso Ochoa, Miguel Ángel Valdivieso Ochoa, Irma Marisela Handal
de Sevilla, Wilfredo Quijada Rodríguez, Mario Amílcar Ayala Cruz, Fredis Emilio Arias
Mejía, Sonia Inés Morales de Larrazabal, Mario Núñez Landaverde, Juan Humberto
Gutiérrez Guillén, Santos Chávez Gutiérrez, José Saúl Rivera Guillén, José Armando
Portillo Ramírez, Cesar Augusto Chacón Machado, René Bonilla Canales, Saúl Quijada
Murillos, Eduardo Edmundo Santos, Roberto Enrique Castaneda Cornejo, Alfredo Tito
Portillo Tejada, José Mario Paredes, Carlos Humberto Quijada Rodríguez, José Saúl
Escolero Sánchez, Ignacio Salguero Rivera, Alfonso Posada Ochoa, Salvador Ernesto
Sánchez Hernández, en su carácter personal y como representante de la sociedad Proyectos
y Construcciones Sánchez Hernández, Sociedad Anónima de Capital Variable, y el señor
Héctor Eduardo López Harrison Rauda, como representante de la sociedad El Esfuerzo,
Sociedad Anónima de Capital Variable; contra omisiones del Superintendente del Sistema
Financiero, de la Presidenta del Banco Central de Reserva y del Presidente del Banco
Multisectorial de Inversiones, por considerar que se le han vulnerado sus derechos
fundamentales de propiedad, seguridad jurídica, libertad económica y el derecho al medio
ambiente sano, así como el principio de legalidad.
Previo a entrar al fondo de la pretensión planteada, es menester realizar las
siguientes consideraciones:
I. 1. De la lectura del presente proceso, se advierte que el abogado de los
peticionarios, en relación a las autoridades demandadas y las omisiones atribuidas a cada
una de ellas, reclama en contra del Superintendente del Sistema Financiero, por la falta de
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vigilancia y fiscalización de las autoridades ejecutoras del Convenio de Donación AID
número 519-0307 y sus instrumentos de aplicación; en contra de la Presidenta del Banco
Central de Reserva, por incumplir el deber impuesto por el Convenio citado de dictar
normas crediticias para la ejecución del mismo, lo que implicó la ausencia de fijación de las
tasas de interés y la falta de adecuación de los medios de pago de los créditos a los
destinatarios del Convenio; y, finalmente, en contra del Presidente del Banco Multisectorial
de Inversiones, por incumplir la aplicación del Convenio en su fase de ejecución, al ser este
Banco el designado por el Convenio como administrador de los fondos de la donación
efectuada.
Asimismo, según el abogado de los actores, los conceptos de violación y el agravio
que les ocasionan las omisiones señaladas radican en la imposibilidad de que sus
representados gocen de los beneficios de subsidio, vía tasa de interés, que les concede el
Convenio de Donación, lo cual conlleva –en su opinión– un detrimento económico en la
esfera jurídica de lo demandantes, vulnerando sus derechos de propiedad, seguridad
jurídica, libertad económica y al medio ambiente sano, así como al principio de legalidad.
2. Por su parte, las autoridades demandadas, luego de expresar que las omisiones que
les atribuyen no eran ciertas, efectuaron las siguientes consideraciones:
a) Los apoderados del Presidente de la Junta Directiva del Banco Multisectorial de
Inversiones manifestaron que “… la pretensión en referencia carece de sustento
constitucional…”, puesto que se “… alega por la parte actora que hay, por omisión,
violación al derecho a la seguridad jurídica, lo cual no parece sustentado. Y no es cierto que
podría haberla, porque las reglas, normas y requerimientos a que están sometidas las
operaciones crediticias de las que se han derivado las pretensiones de los supuestos
agraviados, están establecidas en los documentos respectivos y no dependen de nuestro
mandante…”.
Asimismo, alegan que “… no puede haber violación al derecho constitucional de
propiedad, cuando ninguna resolución u omisión ha privado de algún bien a los que se
pretenden agraviados…” y, además, su “… libertad económica no ha sido limitada en
ninguna forma o medida, [puesto que] ninguna autoridad o funcionario les ha impuesto
conductas, modos o formas de actuar o les ha impedido hacerlo como les convenga…”.
Del mismo modo, argumentan que su “… derecho al medio ambiente, a dedicarse a
actividades que lo protejan no ha sido obstaculizado, y el principio de legalidad tampoco ha
sido alterado o violado…”.
En conclusión, manifiestan que “… no hay actos u omisiones violatorios de la
normativa constitucional, no hay, como es lógico concluir, agravio constitucional…”.
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b) El Superintendente del Sistema Financiero expresó que “… lo que los impetrantes
reclaman en este Amparo no es sino más que el cumplimiento o adecuada interpretación del
contenido de los Contratos que individualizadamente cada quien ha de haber suscrito con
los bancos particulares o comerciales […], de tal manera que en los indicados Contratos se
han de haber convenido los términos y condiciones particulares del caso, relaciones
jurídicas individualizadas que, surgidas de los Contratos respectivos, son propias y
diferentes de las relaciones jurídicas que pudieron haber existido entre el Banco Central de
Reserva de El Salvador y el Banco Multisectorial de Inversiones…”.
c) El apoderado de la Presidenta del Banco Central de Reserva manifestó, luego de
realizar las argumentaciones tendientes a desvirtuar las omisiones atribuidas por los actores,
que en el presente caso existe “… una mera inconformidad con las condiciones pactadas en
la Línea de Crédito, la cual […] ha contado con el beneplácito del Donante, de tal suerte que
si los deudores, especialistas todos en cultivos permanentes, estaban consientes de que las
tasas de interés no son compatibles con este tipo de actividades agrícolas, no debieron
aceptar el crédito ofrecido, por las mismas razones que ahora exponen […], es decir porque
los cultivos forestales requieren mayor tiempo y la falta de comercialización, hace que la
recuperación de lo invertido esté sujeta a períodos más largos, plazos mayores, etc., …”
(resaltado suplido en el texto original).
II. Expuesta la delimitación básica del reclamo que es objeto de conocimiento en
este proceso, es necesario realizar una breve referencia a los siguientes aspectos: (1) los
asuntos de estricta legalidad ordinaria o asuntos de mera legalidad; y (2) determinar las
consecuencias derivadas del descubrimiento de vicios en la pretensión de amparo.
1. Esta Sala ha sostenido –Sobreseimientos Ref. 521-2007 del 22-IX-2010,
Considerando II a; Ref. 567-2008 del 11-VIII-2009, Considerando 2; Ref. 323-2007 del 2IX-2009, Considerando I 1, entre otros– que, en el proceso de amparo, las afirmaciones de
hecho de la parte actora deben justificar que el reclamo planteado posee trascendencia
constitucional, esto es, deben evidenciar la probable violación a derechos fundamentales;
pues, si por el contrario, aquéllas se reducen al planteamiento de asuntos puramente
judiciales o administrativos, consistentes en la simple inconformidad con actuaciones u
omisiones, o con el contenido de las decisiones dictadas por las autoridades y que
vagamente se enlacen con derechos fundamentales, ello implica que la cuestión traída al
conocimiento de este tribunal constituye un asunto de mera legalidad.
Los asuntos de mera legalidad están constituidos por todas aquellas cuestiones o
situaciones que no son propias de la materia constitucional por carecer de fundamento
objetivo en la Constitución misma, es decir, por tener un fundamento legalista que no
trasciende al ámbito constitucional, al no ser capaz de demostrar posibles vulneraciones a
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los derechos que reconoce la Constitución. Por ejemplo, el planteamiento de cuestiones
puramente administrativas o judiciales, que bien se reducen a una simple inconformidad con
el contenido de las resoluciones o al examen del caso planteado desde la normativa
infraconstitucional.
De lo anterior se deriva que en la queja ante la jurisdicción constitucional, debe
exponerse y fundamentarse una posible transgresión directa a los derechos fundamentales
que se derive de las actuaciones u omisiones cuyo control se solicita, pues la proposición de
una cuestión que es propia y exclusiva del marco de la legalidad, limitada al conocimiento y
decisión de las autoridades jurisdiccionales o administrativas ordinarias, importa un defecto
en la causa de pedir de la pretensión de amparo, que se traduce en la imposibilidad de juzgar
desde la óptica constitucional el reclamo formulado.
Y es que, desde el punto de vista de la competencia material de esta Sala, lo que la
Ley de Procedimientos Constitucionales y la jurisprudencia han calificado de forma
genérica como asuntos de mera legalidad, se interpreta como un defecto absoluto en la
facultad de juzgar, que representa un óbice para enjuiciar el fondo de la queja planteada, ya
que este tribunal se halla normativamente impedido para conocer aquellas cuestiones que,
por su naturaleza, tienen un exclusivo fundamento en la ley –por quedar circunscrita su
regulación y determinación con carácter único e inmediato en normas de rango inferior a la
Constitución–.
Dicha situación motiva el rechazo de la pretensión por falta de competencia objetiva
sobre el caso, ya que decidir al respecto de lo planteado en la demanda significaría invadir la
esfera de la legalidad y obligaría a esta Sala a revisar desde una perspectiva
infraconstitucional las actuaciones de los funcionarios o autoridades que actúan dentro de
sus atribuciones, lo cual no le corresponde.
2. Establecido lo anterior, corresponde ahora precisar que, ante la existencia de
vicios o defectos en la pretensión –cualquiera que fuese su naturaleza–, que generen la
imposibilidad por parte del tribunal de juzgar el caso concreto o tornen inviable la
tramitación completa de todo el proceso, la demanda de amparo puede ser rechazada al
inicio –in limine litis– o en el transcurso del mismo –in persequendi litis–.
En virtud de ello, dependiendo de la etapa procesal en que tal vicio se advierta, el
pronunciamiento de este tribunal será distinto. En ese sentido, si dicho vicio es manifiesto al
momento de la presentación de la demanda, se tendrá que declarar improcedente la
pretensión, de conformidad con el artículo 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales;
pero si dicho vicio no pudo ser apreciado al inicio, siendo manifiesto en la prosecución del
mismo, a través de cualquier medio probatorio o análisis posterior, habrá que terminar el
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proceso constitucional de amparo anormalmente mediante la figura del sobreseimiento, de
conformidad con el artículo 31 número 3 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
III. Al respecto, del análisis de los hechos planteados se advierte que la queja
formulada por los demandantes en contra de las supuestas omisiones del Superintendente
del Sistema Financiero, de la Presidenta del Banco Central de Reserva y del Presidente del
Banco Multisectorial de Inversiones, va dirigida a reclamar sobre cuestiones de estricta
legalidad ordinaria y no por violación a sus derechos constitucionales, aunque se intente
hacer alguna vinculación con la Constitución.
Tal afirmación se justifica en el hecho que los actores –por medio de su apoderado–,
desde la interposición de su demanda, han insistido en que las omisiones de las autoridades
demandadas les impiden gozar de los beneficios de subsidio, vía tasa de interés, que les
concede el Convenio de Donación número 519-0307, lo cual les ha ocasionado una
vulneración a sus derechos de propiedad, seguridad jurídica, libertad económica y el
derecho al medio ambiente sano, así como el principio de legalidad.
De lo anteriormente expuesto, se aprecia que el propósito primigenio de los
peticionarios, desde la incoación de su queja, ha sido que esta Sala se pronuncie sobre las
supuestas omisiones cometidas por las autoridades demandadas, relativas al control y
ejecución del Convenio de Donación número 519-0307, para lo cual intentan darle a su
pretensión una cobertura constitucional de la cual carece.
En ese sentido, subyace una evidente inconformidad de los peticionarios con la
manera en que las autoridades demandadas han aplicado el Convenio de Donación y sus
instrumentos de ejecución, conforme a preceptos legales secundarios que regulan sus
funciones y competencias, lo cual no refleja, en ningún momento, la trascendencia
constitucional de su reclamo.
Ante ello, se infiere que no es posible conocer y decidir sobre la pretensión planteada
ya que no se dirige, en realidad, a que este tribunal analice si existen irregularidades de
trascendencia constitucional, sino a que entre a sopesar las actuaciones u omisiones de las
autoridades demandadas conforme al ordenamiento infraconstitucional que rige sus
competencias; cuestiones que evidentemente corresponden determinarse y decidirse en las
vías pertinentes, a través de las instancias adecuadas, y no a esta Sala, cuya función es
estrictamente constitucional.
En consecuencia, la pretensión sometida al conocimiento de esta sede jurisdiccional
implica una inconformidad con la aplicación que las autoridades demandadas hicieron del
Convenio de Donación antes citado y sus instrumentos de ejecución, conforme a preceptos
legales secundarios que regulan sus funciones y competencias. Es decir, no hay en el
presente caso razones que pongan de manifiesto la violación directa o indirecta a lo
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normado en la Constitución, sino argumentos de insatisfacción con las actuaciones u
omisiones que efectuaron las autoridades demandadas.
Así las cosas, si bien en determinados casos la infracción a la normativa secundaria
puede afectar –de manera refleja– principios, derechos o garantías fundamentales, el
conocimiento de cada violación infraconstitucional convertiría a esta Sala en una tercera
instancia o tribunal supracasacional, esto es, en un cuarto grado de conocimiento, que
distorsionaría su verdadera naturaleza institucional.
Ello implica que la demanda incoada fue admitida indebidamente, al tratarse la
queja planteada de un asunto basado en legislación secundaria, así como en
inconformidades con las actuaciones u omisiones de las autoridades demandadas. Tales
situaciones evidencian la existencia de un defecto en la pretensión que impide la tramitación
normal del presente proceso, volviendo necesaria la terminación anormal del mismo a través
de la figura del sobreseimiento.
Por tanto, con base en lo expuesto en los acápites precedentes y de conformidad con
el artículo 31 número 3 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala
RESUELVE: (a) Sobreséese este proceso de amparo, por existir vicios en la pretensión; y,
(b) Notifíquese.---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ--- E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E.
SOCORRO C.---RUBRICADAS.
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