Mundial 78 – Espectacular pórtico de Hormigón Pretensado en el Estadio Mendoza Concebido para sostén de la cubierta de la tribuna principal y como recinto para alojar las cabinas de transmisión de radio y televisión, este pórtico está compuesto por una viga, con dos voladizos simétricos, que apoya libremente, mediante placas de neopreno, sobre dos pilares macizos inclinados. El vano central de la viga de este inmenso pórtico es de 82 m y los voladizos alcanzan a cerca de 20 m, fuera de los ejes de los pilares de apoyo. Presúmese, con fundamento, que esta estructura debe ser una de las mayores en su tipo aplicadas hasta ahora a una obra de arquitectura. Por ello abre un panorama de impredecibles perspectivas a las construcciones del porvenir. Su interés es tal que supera el aspecto anecdótico de su ubicación en un estadio ya que la misma concepción estructural puede encontrar aplicaciones en otros casos de obras civiles de diverso tipo. De no menor interés es el hecho de que ha sido construida con un equipo relativamente simple, sólo significativo por su volumen como, por ejemplo, el andamiaje tubular metálico. El peso propio de la viga es de 100 toneladas en términos groseros, pero las cargas sobre los pilares pueden alcanzar hasta las 90 al sumarse el peso de la cubierta y la acción del viento sobre la misma. Los pilares macizos y también de hormigón pretensado, están sometidos a esfuerzos de flexo – compresión por la inclinación de sus ejes. A la viga se le ha dado una sección transversal análoga a un perfil doble T y sus alas tienen sus extremos quebrados, la superior hacia abajo y la inferior hacia arriba; con esta disposición se ha logrado la rigidez horizontal necesaria para el caso de sismo. La altura del alma es de 4,80 m y el ancho de las alas de 4,50 m. La totalidad de la estructura ha sido verificada a las cargas de peso propio, viento, sismo y temperatura. El hormigonado se efectuó dividiendo la viga en un sector central y dos laterales. Estos últimos incluyeron toda la parte de la viga sometida a momentos flexores negativos sobre los apoyos. Una vez alcanzada la resistencia suficiente por el hormigón, los esfuerzos de pretensado se aplicaron por medio de 28 cables envainados de 150 toneladas cada uno, de acero nacional, con tensión de trabajo de 12 toneladas/cm2. Todas las armaduras complementarias son de acero conformado, fluencia 4700 kg/cm2. Por su emplazamiento en zona sísmica se verificó la estructura a los esfuerzos emergentes y se aseguró la viga a los pilares por medio de dos cables transversales de pretensado sobre cada uno de ellos. Esta interesante obra, que mediante el pretensado, ha hecho realidad la tan buscada liviandad arquitectónica para las estructuras, fue concebida por el Estudio Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Viñoly – Arquitectos, con el asesoramiento estructural del Estudio Soubié, Fernández y Galay – Ingenieros Civiles, y en el aspecto sísmico por el Estudio Japaz, Mayol y Reboredo. La construcción estuvo a cargo de las Empresas Asociadas José Cartellone y Petersen, Thiele y Criz, siendo el Jefe de las obras el Ing. Juan Salmaso.