Breve Historia de Caguas

Breve
Historia
de Caguas
La historia de Caguas se inició con la vida indígena. Fue
una vida pacífica, tranquila y fructífera como la vida de
nuestros indios, sumisos dóciles y sencillos. Caguax era el
jefe supremo en el valle del Río Turabo, en cuyos
márgenes estaba ubicada la aldea indígena. Era una aldea
privilegiada ya que recibía tributo de las aldeas limítrofes
más pequeñas. Su tierra fértil, regada por las aguas de
varios ríos, propiciaba el cultivo principalmente de maíz y
yuca. Muy poco se sabe de esos tiempos, pero sí que
junto al Cacique Caguax vivía su sobrina María
Baguanamay, quien maravilló a los soldados españoles por
su
belleza.
Cuando la isla fue atacada por los ingleses y holandeses,
muchas personas, temerosas de perder sus vidas y sus
haciendas, comenzaron a moverse hacia el centro de la isla
hasta llegar al Valle del Turabo. Este valle comprendía
desde Aguas Buenas hasta los linderos del litoral oriental.
Esta situación trajo consigo que surgiera el núcleo de lo
que hoy es la gran Ciudad de Caguas.
La primera aldea cristiana que se estableció en el Valle del
Turabo estaba radicada junto a la ermita de San Sebastián
en un paraje denominado El Barrero, dentro del hato
grande de don Sebastián Delgado de Rivera. Ese era el
centro de lo que se conocía como el Hato Grande de los
Delgado, que hoy incluye a Caguas, Gurabo, San Lorenzo,
Juncos, Las Piedras, y que se dedicaba al labrantío de
tierras y cuido de animales. Luego otros grupos llegaron al
Valle estableciéndose en el lado oriental del Río Grande en
el sitio que fue conocido como “El Piñal” y allí se establece
la segunda población cristiana en el Valle del Turabo, junto
a la Iglesia del Dulce Nombre de Jesús del Piñal. Las actas
o partidas sacramentales de esa época se encuentran
conservadas en la Catedral de Caguas.
Los vecinos de Caguas, atacados por la epidemia del
cólera, no volvieron a preocuparse por el proyecto de la
nueva Casa del Rey pero el 1ro. de abril de 1856, se
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presentó ante la Junta de Visita una proposición para que
se tasara una de las dos casas que poseía Don Marcos
Ximénez frente a la Plaza, para ampliar el solar que se
escogió para la nueva Casa del Rey. Se nombró el General
Don Gonzalo Cotoner como Gobernador de Puerto Rico en
el 1857 quien realizó una visita a Caguas el 28 de abril de
1857 y presidió la reunión que la Junta de Visita celebra
ese día. Renovaron los cagüeños en esa ocasión, la
petición para que se construyera la nueva Casa del Rey,
decía el acta de aquella sesión. Volvió a tratarse el asunto
de la necesidad imperiosa que había de proveer a Caguas
de una nueva Casa del Rey, que ya esos días empezaba a
llamarse Alcaldía, en la sesión que celebró la Junta de
Visita el 22 de marzo de 1858. Por fin el 10 de enero de
1866 se celebró en Caguas la primera subasta para la
construcción del nuevo edificio municipal.
Dos años más tarde, don Ydelfonso Sotomayor, al
adjudicársele el contrato para la construcción de la nueva
Casa del Rey o Alcaldía, solicitó a las autoridades
municipales un anticipo de 5,800 escudos proponiendo
también tomar a cuenta la vieja Casa del Rey en 2,200.
La nueva construcción dio comienzo para el 1869. Don
Yldefonso Sotomayor abandonó la obra definitivamente sin
haberla terminado. Al comenzar el año 1887 se estaban
dando ya los pasos necesarios para dar término definitivo
a la obra que llevaba más de veintiún años en proceso de
construcción. Ya en ese año, se le llamó Alcaldía al edificio
que normalmente se conocía como la Casa del Rey.
El último Teniente a guerra de la aldea del Piñal lo fue Don
Rafael Delgado. Al mudarse los vecinos alrededor de 1770
al margen occidental del Río Grande de Loíza, Don Rafael
Delgado continuó siendo el Teniente a guerra, esta vez
alrededor de la antigua ermita de San Sebastián del
Barrero. Como representante del Gobernador Don Miguel
de Muesas le ordenó al Teniente a guerra, Don Rafael
Delgado, reunir los vecinos que deseaban formar el nuevo
pueblo
de
Caguas.
La
historiografía
nos
da
consistentemente la fecha de 1775 como el año en que los
vecinos hicieron su solicitud de declaratoria del pueblo y
fundación al Gobernador Muesas y nos dice que los vecinos
tardaron cuatro años en recibir una contestación a su
petición. En el 1779, Caguas recibe la declaratoria de
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pueblo.
Al empezar a regir en Puerto Rico la Constitución de Cádiz
en 1812 el Gobernador Meléndez Bruna ordena a los
habitantes de Caguas a que el pueblo se constituya en
ayuntamiento. En 1820, Caguas recibe el título de Villa,
siendo cabeza de distrito de Provincia de España y esto le
daba a los cagüeños los mismos derechos que poseían los
españoles del Reino y poder ejercer de inmediato los
deberes y obligaciones que la Constitución defendía para
ellos.
En el 1812 se reunieron los habitantes más
destacados en la antigua Casa del Rey, hoy la oficina del
telégrafo, frente a la Plaza Palmer, para elegir a los
candidatos a alcalde, de los cuales resultó electo el señor
Don
Sebastián
Ximénez
Ramos,
primer
alcalde
constitucional bajo el régimen español. No fue hasta el
1894 que Caguas adquiere el título de Ciudad.
En 1897 se establece en Puerto Rico un nuevo régimen
político distinto a las formas que habían operado en la isla
durante
los
cuatrocientos
años
después
del
descubrimiento. Este era un gobierno de autonomía
administrativa, la soberanía española continuaba pero
habría una cámara de representantes y un consejo de
administración para bregar con todos los asuntos de orden
local.
El 5 de octubre de 1898 en Caguas, fue sustituída la
bandera española por la de los Estados Unidos. El alcalde
de Caguas era Don Vicente Muñoz Barrios, nombrado en
febrero de ese año por el gobierno autonómico para
sustituir al último alcalde bajo la dominación española,
Don José María Solís (1897-1898), convirtiéndose así en el
primer alcalde bajo la dominación americana.
En el 1952, Don Luis Muñoz Marín creó el Estado Libre
Asociado de Puerto Rico y el primer alcalde de Caguas bajo
esta Constitución fue don Ángel Rivera Rodríguez.
Desde que se le nombró “Villa” al pueblo hasta que se le
distinguió como ciudad, nuestro vecinos se han estado
preocupando por mejorar y hacer crecer más a nuestra
Ciudad de Caguas.
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