Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx MANUEL ROMERO SANCFíE2.-La revocación de los actos realizados en frande de acreedores. (Estudio en laa legislaciones civil, mercantil y procesal mexicanas, y en el derecho comparado).-Tesis para obtener el grado de licenciado en Derecho.-M6xic0, D. F., 1941. 275 p6gs. 1. No es cosa extrafia que la selección de un tenia para una tesis de licenciatura revele por s í sola la seriedad y vocacióii del candidato. Son escasos los aspirantes a la abogacía atraídos hacia ella por una verdadera vocación jurídica. Son incontables los que buscan el título pa.ra fincs ajenos, cunndo no opuestos a1 Derecho. Y sin afición, ni severo propósito formativo, es mhs hacedero pergeiíar un estudio sobre cualquiera de esas cuestiones, aptas para laa conversaciones de caf4, que son l a presa f h i l de la incompetencia. Un tema concreto, de verdadera enjundia jurídica, impropio para la arurenn divagación, obliga a consultar las normas del ordenamiento positivo, de manejo no siempre llevadero, y a explorar una bibliografía cuyo conocimiento requiere firmeza y constancia. Exige wduas reflexiones por cuenta propia, para laa que es imprescindible un dilatado entrenamiento. Llova consigo adem5s un gasto, rayano con l a prodigalidad, de ese tiempo en el que el vulgar af&n arde en impaciencia de conseguir un puesto o andar a la caza de una clientela. 11. Concreto, esencialmente jurídico y poco apto para la superficialidad, e6 un estudio acerca de l a revocación de los actos realizados en fraude de acreedores. Por el inter6s de las doctrinas con 61 colindantes, y por su propia sustancia, hace presumir en quien se enfrenta con 61, severo propósito y orientación escelente. Tal es el q s o del licenciado Manuel Romero Sánchea, cl cual por añadidura ha consagrado al problema atención esmerada y perseverante, ha escogido con acierto sus materiales informativos y revela en su trabajo juicio certero y tecnica precisa Circunstancias confirmativaa de la presunción; y pronda aegurs de que, en su caso, la consecución del grado final de la carrera he sido un honor bien merecido. Suficientes por otra parte para pronosticar, sin peligro de error, que el graduado, si circunstancias adversas no lo malogran, oonaolidartí e n obras de aun mayor madurez, eu prestigio de maesltro. A Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx condición ciertrimcntr de que no olvide, como puede augurarse no olvidar5, que la maestría no sc alcanza de una vez para siempre, y hay que reconquistarla todos los días con un esfuerzo %in prisa y sin pausa". 111. E n el desarrollo de su fundamental propósito el licenciado Romero Sgachez tras de consagrar un capítulo al planteamiento del problema, otro a l examen de las acciones que tienen por objeto defender a los acreedores contra el empobrecimiento del deudor y un tercero a la justificación del estudio de la acción revocatoria en el derecho civil y mercantil en relación con la quiebra, dedica sendos capítulos a la evolución de la accibn antedicha, en rl derecho romano y medieval y a sus normas en las legislaciones aleman:), francesa, italiana y española. L a parte principal de la tesis so refiere al derecho mexicano y de sus antecedentes, con anhlisis de sus disposiciones en vigor y referencia al proyecto sobre las quiebras. Con vista de su derecho nacional, aborda el autor los aspectos cardinales de su tema, refiriéndose con especialidad al fundnmento y naturaleza de la acción revocatoria o pauliana, a sus elementos, rCLqaisitos y efectos y a otras cuestiones particulares de sumo interbs. Lo hace siempre con adecuado suministro de doctrinas autorizadas, y sin e q u i v a r la critica de la opinión ajena ni eludir el juicio propio, antee bien formulánIándolo con una decisión que le honra y que constituye una de las cualidadrs más estimables de su trabajo. Por los datos reunidoa, por el análisis y coordinación de los textos lrgales, por el enlaee de la norma positiva con la teoría' y por los indudables aciertos de interpretación que contiene, la monografía del licenciado -mero Sánchez constituye una valiosa aportación a la dogmhtica de los actos en f rande. IV. Las elucidaciones del autor, en su interesante monografía, se m trelazan con puntos fundamentales del derecho de obligaciones,' harto problemáticos e incitadores a nueva reflexión. Sobre los cuales los más atinados dictkmenes no excluyen la controversia; pues nadie h a llegado a conelusioncs maduras y sólo puede aspirar cada uno a un nuevo ensayo. Y a echarle, dr vez en vez, una mano con af&n de pulidea y acicalamiento. L a obra de Romero SPnches invita a meditar en .torno a tales asuntos y sobre todo acerca de uno de muy acusado realce, cual ea el de la afectación de loa bienes del deudor al cumplimiento de sus deudas; aonaignado dentro del CCDF. de 1928, en su artículo 2964. Con motivo de ese precepto y de otros similares ae ha iaablado de una responsabilidad del patrimonio del deudor, en el sentido de que el patrimonio, como totalidad, es el objeto de una situación jurídica. Se h a ido ad, evidsntemente, demasiado lejos; y cometido l a falta t a n aoihfin, que advierten FADDA Y BENSA (Note dei tradnttori al Libro Suamüo del -SCHEID, p. 191) de haber atribuído al concepto del patrtmonio'"una importancia mayor que 1s que la ley le asigna y requieren loa fines oientfficbs y prhticos". Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Ni el artículo citado, ni sus concordantes extranjeros, conciernen a l patrimonio como una univeraitas iuris, sino a los bienes presentes y futuros del ileudor. Menos aun imponen un derecho de prenda ni otro derecho real sobre la unidad patrimonial, n i tampoco sobre los bienes determinados. L a tesis contraria ha sido destruida con tan decisivos argumentos que atacarla, cuando r o lo exige una exposición objet,iva, arguye casi el ensañamiento de alancear a un muerto. L a adscripción de los bienes del deudor al cumplimiento de sus deudas, en la que los autores franceses ven una reiteración del viejo adagio qui S' obiige, oblige le sien, no crea un vínculo inmediato con los bienes, ni menos con el patrimonio. Origina una relación mediata: a través del deudor como un elemento de la deuda de éste; y condicionada: pues depende de que el acreedor quiera crearla concretamente y de que (salvo hipótesis excepcionalea) loa bienes sigan pcrt,~neciendoal deudor. V. A las maneras con las que, juristas muy autorizados, califican la traba de los crSditos con los bienes del deudor, cabe hacerles serias objeciones. Los créditos miran hacia los bienes del deudor, pero no lo hacen en busca de una garantía; pues si así fuera l a responsabilidad de lo8 bienes constituir í a un añadido, un algo superpuesto a cada crédito. L a responsabilidad de los bienes no es por otra parte un deber adicional. Ee por esencia un irradiación de la deuda, como lo confirma el tenor del artieulo 2964 CCDF. según el cual el deudor responde del cumpiimiento d e sus obligaciones con todos sus bienes. L a posibilidad de actuar sobre los bienes no arguye tampoco una sanción, enando es t a n s61o un modo de cumplimiento. Sanción lleva en 8i idea de castigo y de culpa; y hay veces que el deudor responde con sus bienes incluso de un incumplimiento no culposo. Aquella posibilidad, en cambio, es sólo la de aferrar determinadas cosas para la ejecutividad de una ohiigacidn. Precisamente en ese carácter embargahle de los bienes de la pertenencin del deudor, es donde hay que buscar el exacto diagnóstico del entronque entre el cr6dito y los bienes. La responsabilidad de éstos no es una responsabilidad pura y simple. Aunque arranca de la deuda depende de una doble eondición: que el deudor tenga bienes y que el acreedor los embargue. El aegundo de tales requisitos es en verdad el ejercicio de uno do esos derechos a los que la doctrina moderna califica de potestativos o de formación jurídica, suya finalidad característica es mear, modificar o extinguir situaciones jurídicas. L a responsabilidad así condicionada no es iin algo distinto del cródito. E s una modalidad del crédito mismo. Con fino análisis la dogmática germánica ha distinguido como elementos integrantes de la obligación, el débito y la responsabilidad. SegGn GIERRE (Deutsches Privatrecht, 111, p. 20) la responsabilidad patrimonial no da lugar a ningún derecho real ni a ninguna gewere, ni siquiera a una expectativa de ~efioríoreal sobre el patrimonio. Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx L a ultima aseveración es sin duda aplicable al derecho moderno a condición de que se puntualice el significado de Ia voz expectativa: pues por medio del embargo y la anotación, la voluntad del acreedor, amparada por el titulo obligatorio, tiene fuerza para crear una situación de privilegio sobre le cosas por lo menos en cuanto a créditos posteriores (n. 9 del art. 2993 del CCDF.); y para proteger al acreedor contra actos posteriores de disposición de la cosa embargada por el deudor. Añádase a lo anterior, que la responsabilidad es connatural al crédito civil; y que, no obstante las agudas distinciones de ISAY, ni hay deuda civil sin responsa%ilidad, ni responsabilidad sin deuda civil. Ello no impide que cuando no existen bienes no pueda existir responsabilidad de los bienes: el propio Perogrullo confirmaría este aserto. Con lo cual no puede asegurarse que la responsabilidad no exista, ya que incluso para el caso de adqiiirir nuevas cosas tiene la naturaleza de una expectativa; y además la responsabilidad del deudor no se agota en la responsabilidad de sus bienes. De ella nacen también vlnculos personales, de mayor o menor fuerza según las legislaciones. VI. Desde antiguo se ha enlazado la acción pauliana con la llamada responsabilidad patrimoninl del deudor. E n Francia, entre otros civilistas, AUBRY y RAU (Cours de Droit civil frangais, t. IV, año 1902, Q 313) fundan aquélla en ésta. E n Alemania sostuvo la conexión COSACK, en 1884 y posteriormente la Iian afirmado otros muchos. A ellos alude el profesor DE CASTRO, en un interesante y bien informado artículo (La acei6n panllana la responsabilidad patrimonial, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1938 p. 193 SS.). La relación entre la acción revocatoria y la norma de que el deudor responde con sus bienes, es incuestionable; sin embargo, basar esencialmente aquella en este principio es extralimitarse. Conduciría en efecto tal punto de vista a la conclusión de que los bienes del deudor sólo podrían ser ejecutados mientras fueran propiamente bienes del deudor; o haciéndolos retornar a formar parte de su patrimonio; o en el caso de que la afectación de dichos bienes tuviera carácter real y existiera, por lo tanto. el derecho de persecución (que, naturalmente cuando es emanación de los derechos reales no exige otro requisito que la relación entre el titular y los bienes). Ninguna de las mencionadas eonclusiones es, en el CCDF. de 1928, presupuesto de la impugnativa de los aetos en fraude; por medio de la cual se actúa contra bienes que y a no pertenecen al deudor, ni se hacen retornar al patrimonio de éste para perseguirlos, ni son objeto de un derecho real de acreedor. L a accíón correspondiente no recae en derechura sobre bienes; ataca ciertos actos. E s revocatoria y no reipersecutoria. Para que prospere no se exige que los bienes pertenezcan actualmente al deudor. Tampoco basta probar que le pertenecieron. Con exactitud se ha escrito que ' l a revocaci6n colabora desde fuera a la efectividad de la responsabilidad, pero no eurge ex subs- Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx tantia de esta" ( D E CASTRO, p. 198). Para que aparezca, precisa otro SUpuesto de hecho, en e1 que está el fundamento principal y del que se infiere SU esencia. VII. Lanzar una mirada retrospectiva al derecho romano es, en general, en materias de derecho civil, un seguro medio de hallar fértiles orientaciones y aclarar puntos oscuros. L a secular evolución de aquel derecho, en el que los institutos jurídicos cambian sus requisitos y transmutan su sentido, alimentan sin embargo muchos equívocos y no dejan de ocasionar errores im. portantes. ROMERO SANCHEZ pone de relieve en el capítulo de su libro eonsagrado al "origen, desarrollo y evolución de la acción revocatoria" cómo, en Roma, se pasa desde la ejecución real a la personal: alude a la distinción entre la actio pauliana y la actio i n factum y entre aquélla y el interdictum f r a u d a torium; y considera establecido que en la época justiniánea pierde aquélla su carácter penal y toma el de restitutoria. Entra con ello en un área eutremadamente opinable y resbaladiza. LENEL (Das Edictum perpetuum, 23 edic. 1907, pp. 481-476 y SS.) seguido por K I P P (impugnación de los actos in fraudem creditorum, en el derecho romano y en el moderno derecho alemán, con referencia a l derecho español. Revista de Derecho privado. Madrid. Número 124) opina que los compiladores justiniáneos refunden en un único recurso los dos que ofrecía el derecho clásico, es decir la i n integrum restitutio y el interdictum fraudatorium; así como la actio i n factum (si es que se acepta que también existía con independencia de los otros dos). El nombre de actio pauliana no aparece jamás en los textos originales al tratar ex profeso de los recursos contra el fraude de los acreedores (KIPP, op. cit., n. 15): según ingeniosa y probable conjetur a de COLLINET (en su artículo acerca del origen bizantino del nombre de la ncción Pauliana, publicado en la Nouvelie Revue Historique du Droit, 1919 p. 187 SS.) es creación de la Glosa. En el complejo y todavía no bien esclarecido desenvolvimento de lae defensas contra el fraus creditorum, en la legislaci6n romana, la i n integrum restitutio llevaba a reputar el acto fraudulento como no ejecutado (KIPP, n. 5 ) : y rescindida la tradición, (recissa traditione), los bienes se consideraban bienes del deudor (Instituciones, libro IV, t. VI, Q 6). E l interdictum pretorio reintegraba también los bienes a los acreedores o, según KARLOWA (Romische Rechss geschichte, al patrimonio del deudor. Sin embargo no cabe decir, que en derecho justiniheo tuviera la acción impugnativa carácter restitutorio, al menos sin ciertas aclaraciones; aunque algunas expresiones de loa textos lo autoricen, t a l vez como vestigio histórico. K I P P (p. 32), puntualiza que "tendiendo esta acción a proteger a los acreedores, el adquirente de mala f e se podrh sustraer a sus efectos si se ofrece a reintegrar a los acreedores de cuanto se les debe". "La impugnación, por otra parte, no procede, según el Digesto (fr. 10, $ 1, tít. VII, libro XLIT), si el fraude no lleg6 a tener resnltado. De lo cual resulta que la revocación sólo es procedente para obtener una reparación; y si ésta ha tenido ya lugar pierde su finalidad sustanei al. Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx E n todo caso, el propio K I P P reconoce que, en lo que atañe a su natnraleza, no es posible %onstruir una teoría clara y precisa sobre la acción de impugnación en derecho justiniáneo, porque los compiladores no lograron llegar a un resultado armónico al unificar los tres recursos del derecho clásico" (P. 39). Viíi. Bobre l a naturaleza y fundamento de la acción pauliana reina entre loa autores una enorme variedad de criterios. ROMERO BANCHEZ los clasifica y examina con excelente juicio; y con laudable decisión, reveladora de nn nable afán de originalidad, no escatima el suyo propio. Por lo que respecta a l a naturaleza de la acción la califica de restitutoria y no de resarcimiento. Sin menospreciar los argumentos que lo abonan, no me convencen. Estoy más de acuerdo con la crítica que hace el autor a la tesis de l a nulidad, sustentada según DEMOGUE (Traitd des Obligations en g6n6rale, t. VII, n. l l l l ) , por D E RUGGIERO, JOSSERAND, BAUDRY-BARDE, PLANIOL y PAC- CEIONI. DE CASTRO (1. c., pp. 204-205) discierne, dentro del derecho español, la acción pauliana como rescisoria (precisando que emplea esta palabra en sentido diferente del usado por GOMEZ DE LA BERNA). "El acto revocado diceserá revocado como ineficaz, pero sólo para el demandante?' E n cambio no procura l a reintegración del patrimonio en el estado en que se hallaba. Viene a ser la misma -a tenor de la exposicidn de KIPP- la eficaein de l a impugnación de los actos en fraude, según el derecho alem&n moderno; pues s i es cierto que en 61 se opera una restitución de las cosas al patrimonio del deudor es "una restitución de hecho simplemente" y que sólo tiene efecto8 en lae relaciones del impugnante y del impugnado (1. c., p. 20). Bin duda, en el derecho español l a acción pauliana es una acción rescisoria. Tambi6n CASTAN lo reconocc así, con su gran autoridad (Derecho civil espaflol común y foral (Notarías), Madrid, 1942, t. 11, p. 535) Lo comprueba el mímero 3 del articulo 1291 del CCE. Conviene, no obstante, consignar que en aquel derecho los actos rescindibles suponen un perjuicio, y la rescisión es un medio extraordinario de repararlo siendo, por lo tanto, la acción rescisoria reparatoria, si se atiende a su fin. E n Francia ESMEIN, RADOUANT y GABOLDE (Trait6 pratique de Droit Civil irancais de PLANIOL RIPERT, t. VIII, 29 parte, n. 967) dicen que no se puede excluir en absoluto la revocatoria de las acciones de indemnisación, si bien presenta irreductibles particularidades, entre ellas la de que la indemnización consiste habitualmente en l a nulidad del acto fraudulento. DEMOGUE (op. cit., n. 1112), acentúa su carácter predominante de acción reparadora. E n Chile ALESSANDRI (Teoria de las obligadones, 1939), le reconoce dicho carácter (pp. 126 y 137) y el de subsidiaria (p. 130). & A qu6 multiplicar las citas? Otras contrarias podrían ciertamente aducirse. Aunque tenga un alto valor la opinión ajena y el antecedente en la ciencia jurídica, ésta no es un mero espigue0 de pareceres ni de preceptos extraños. . - Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx El jurista debe principalmente buscar la buena solución, con h4bil estilo a a p tatorio de conceptos, entre la maleza de las disposiciones de cada país. E n México o1 CCDF. de 1870, en su artículo 1809, y el CCDF. de 1884, e a su artículo 1696 estatuyen con claridad "que el adquirente demandado puede también hacer cesar la acción satisfaciendo el importe de la deuda1,. MATE08 ALARCON refiere a este articulo las siguientes palabras: "en t a l caso falta uno de los requisitos esenciales para su ejercicio, el perjuicio de sus aereedores, toda vez que óstos reciben el importe de sus respectivos créditos." Dentro del CCDF. de 1928 se califica repetidamente la acción impugnativa como acción de nulidad. No hay que dar, sin embargo, excesiva significación a la terminología. E n verdad resulta tratarse de una "nulidadr1 muy particular, concedida para obtener la reparación de un perjuicio, y dentro de loa límites eu que t a l reparación lis hace necesaria. Los artículos 2174, 2175 y 2176, CCDF. lo demuestran. Conformo a. ellos viene a ser una "nilidadn reparativa. Contra la calificación de acción restitutoria puede en definitiva oponerse un importante argumento. No hay huella, en el capítulo del CCDP. que trata. "de los actos celebrados en fraude de acreedores'' de que l a acción consiguiente obligue :L restituir, cn sentido propio. Para. que así fuera, los bienes tendrían que volver al patrimonio del deudor; y esto eti precisamente lo que no sucede. Revocado el acto, el demandado no reintegra los bienes a l patrimonio de donde salieron. Dicho patrimonio no se acrecienta con el óxito. La revocación sólo es pronunciada "en interés de los acrcedores que la hubieran ~ 2175 CCDF.). pedido y hasta el importe de sus ~ r ó d i t o s ' (artículo Cierto es, en cambio, que la acción pauliana cumple sus fines por modios técnicos que tienen algo de rescisión y de nulidad relativa; pero siempre sin menoscabo de B U fundamental propósito reparador de un perjuicio, del que so deriva su naturaleza. Es, por lo tanto, una acción compleja, cuyas caracteristiens, forjadas por una larga evoluci6n histórica. justifican un nombre p una regulación especial. IX. Lau anteriores reflexiones llevan, como por lu iiiano, a un temtt de mayor eiivergaaura, cual es el de la clasificación de los negocios jnríilicos impugnable~,acerca del cual toda.vía. no se ha consolidado una doctrina segura. Así 10 rcconoce COVIELLO (Doctrina general del Derecho Civil, trad. del Lic. FETAPE DE J . TENA, n. 105). el cual propone "ttdcndo en c u m t a la más reciente y autoriza,da, doc.trina", clasificar dentro del concepto general de actos ineficaces (denominacih, por cierto impropia) los actos inválidos (nulos o anulablos), los actos simplemente ineficaces (que no producen efectos o producen efect,os limitados, como sucede entre otros casos con las enajenaciones en fraudr do acreedores) v. los actos irregulares (cuya sanci6n no es ln. ineficacia sino una multa). Reflexiones personales me Iian conducido a propouw (en el Anteproyecto de P a r t e General del C. C. panameño, donde tengo el honor de colaborar), 1s categoría de los actos corregibles, es decir, de aquellos actos que adolecen de falta de algún requisito subsanable, a voluntad dp eunlquiera de los autores, Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx o de a w n defecto o exceso que admita enmienda; y que una vez subsanado aquel o mediante la corrección de éstos, son plenamente vfilidos y eficaces. Dentro de ese tipo de actos tendrían acogimiento los actos en fraude, cuya validez se corrobora si el exceso de que adolecen (el perjuicio de los acreedores), es corregido, o en cuanto lo sea. Admitido t a l concepto la pauliana seria una a c d 6 n correctiva. X. Al inquirir el fundamento de la acción revocatoria, ROMERO SANCHEZ lo encuentra en l a violadon del deber de responsabilidad del sujeta pasivo, distinto de la obligación y constitutivo de una sanción de la misma. Teoria sin duda ingeniosa y atrayente; pero poco arm6nica con las premisa8 sentadas en lo que precede, sobre todo con las desarrolladas bajo los números rv) v y VI. El maestro GUAL VIDAL (según cita del autor, en la página 178), radica dicho fundamento en el incumplimiento de la obligación. Doctrina a mi juicio acertada, si bien con un aditamento. No basta cualquier incnmplimiento, sino una manera (o ciertas maneras) de él, con caracteres especiales. E n su origen, aparecen los medios impugnativos, entre los qne l a pauliana se halla comprendida, como instrumentos de ataque contra el frans creditorum. 8e dan, pues, a consecuencia de un fraude y para enmendarlo. Esto equivale a decir que su fundamento está en el dolo; toda vez que como apunta WINDR CHEID (Diritto delle Pandette, 11, año 1930, p. 744), el fraude (Betrug), es una forma particularmente importante del dolo; sin que pueda objetarse que el fraude no consiste a veces en la intención maliciosa, sino en la conciencia de causar un daño, por ser doctrina recibida la de que cabe un dolo mo intencional sino de conciencia. Verdad es, sin embargo, que en su desarrollo histórico se le agregan a la revocatoria, como por accesión, otras razones. Se revelan. por ejemplo, en el CCDP. cuyo articulo 2165 declara que "si el acto fuere gratuito, tendrá lugar l a nulidad aunque haya habido buena f e por parte de ambos contratantesn. No sin motivo, por ello, ciertos autores buscan también normas anfilogas en la doctrina del enriquecimiento indebido (tal vez fuera mejor decir <'menos de'bido" o "menos justificado"). L o cual lleva a afirmar que el fundamento do la acción, objeto de estudio, no es único, aunque ofrezca un aspecto predominante. Aquélla, como tantos otros institutos jurídicos, no es producto de una teoría acabada, surgida .de una ves. S u formación obedece a un proceso en que influyen vicisitudes históricas, experiencias de los prficticos, equilibrios de intereses, que se amparan en una fórmula ya conocida, en un tipo jurídico ya construído, adaptfindolo a nuevas funciones, seguramente imprevistas en el instante de su aparición histórica XI. Otras muchas reflexiones, la mayor parte acordes con las tenis sustentadas por el autor, quisiera añadir como expresión de simpatía y como alient o al joven colega que ha iniciado su obra científica con un notable esfuerzo y una revelación de enalidades poco corrientes. De intento omito, en cambio, tratar de ciertos puntos, en los que con franqueza laudable, ROMERO SANCHEZ muestra su disconformidad con juicios por m% ~ustentados. Ello daría Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx a esta nota una apariencia polémica de la que quiero estar desvestida. L s s sugestiones criticas que anteceden pretenden sólo ser un incentivo al espíritu de revisión, al afán de expurgo y de constante mejoramiento de conclusiones propias o ajenas que constihpe una de las más fecundas calidades de todo investigador. No quiero, sin embargo, dar fin ;L esta nota, s i n itii:ih palabras a las quc presta oportunidad la dedicatoria de la monografía. Con devoción de discípulo ROMERO SANCHEZ la obsequia a1 doctor JOAQUIN RODRIGUEZ Y RODRIQTJEZ, Director del Seminario de Derecho Privado de ln Escileln Nacional de Jurisprudencia. E l doctor RODBIGUEZ, con actividad infatig:iblr, con r.utr;~ordinariaroniyetenr.ia, con juvenil entusiasmo, que le convierk cn gran :mimador de muchos graduandos, merece los mayores encomios por sil tarea. Además de su obrn propia, dc singular valía, por inspiración ~ u y ay eon so ayuda inteligente. no sólo se ha publicado el estudio de ROMERO SANCHEZ, sino otros que constituyen un honor para el Seminario que dirige. SANCHEZ MEDAT, (Bienes de la esposa en la quiebra del marido); T \ M E Z OANEZ (Algunos efectos de la quiebra del marido en el régimen patrimonial del matrimonio), y AGUILAR GUTIERBEZ (Los contratos mixtos y los contratos innominados), hasta lo que ::onozco, han revelado en sus tesis seria vocación y orientación excelente. 'Cal resultado es posible, porqup la tarea del Director del Seminario, taii meritoria, actúa sobre 11113. juventud estudiosa e int.eligente, formada por iluw tres maestros del Derecho Privado, cuyas cmseñanzas y cuyo desinteresado cjenip l i , cobran e 3 d ~día riirpvo prest,igio parn la ciencia jurídica mexicana. Demófilo DE BUEN, I'rofeaor dr la TJniversidad Nacional dc Pxnsmk. Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, núms. 18, 19 y 20, México, 1943. DR © Escuela Nacional de Jurisprudencia