///ta, 30 de diciembre de 2011.- AUTOS Y VISTO: Esta causa nro

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///ta, 30 de diciembre de 2011.AUTOS Y VISTO:
Esta causa nro. 639/11 caratulada “Arias, Elida
Noemí s/Infracción a la ley 26.364 –competencia-” con trámite en el Juzgado
Federal Nro. 1 de Salta (expediente nro. 668/10), y
CONSIDERANDO:
I.Que se elevan las actuaciones de referencia a
conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto
por la defensa técnica de Elida Noemí Arias y Jaime Rafael Acosta en contra
del auto de fs. 555/556 por el que el Juez Instructor declaró la incompetencia
material y ordenó la remisión de las actuaciones a conocimiento del Juzgado
de Instrucción Formal en turno de la Provincia de Salta (artículo 33 y cc. del
Código Procesal Penal de la Nación).
II.Que las presentes actuaciones se iniciaron el
día 27 de setiembre de 2010, en virtud de la denuncia formulada por Elisa
Belén Trobiani ante la Fiscalía Federal N° 1 de Salta, en la que indicó que en
el local denominado Blue Sky, habilitado como bar confitería sin espectáculo,
se facilitaba y ejercía la prostitución de mujeres menores y de mayores de
edad y se cometía el delito de trata de personas con fines de explotación
sexual.
A fs. 76/77 el juez instructor libró orden de
allanamiento en el inmueble ubicado en calle San Luis N° 437 de esta ciudad,
informando el personal preventor a fs. 83/85 que en oportunidad en que se
ingresó al local denominado Blue sky se identificó a Elida Noemí Arias y
Jaime Rafael Acosta, quienes manifestaron ser los encargados del lugar.
Asimismo, se constató la presencia de I.G., A.C., B. A., R.E.G., R.R.,
A.I.V.G., C.G., A.G.B., M.R., C.S., M.J.M., M.B., M.S.V. y J.I., quienes
manifestaron ser mayores de edad y trabajadoras sexuales o damas de
compañía.
Posteriormente, personal preventor informó
que la mujer que se había identificado como A.G.B., al ser interrogada
manifestó que su nombre real era G.F.B. y que tenía 17 años de edad,
aclarando que los datos que había proporcionado anteriormente eran los de su
hermana mayor.
A
fs.
328/340
el
a
quo
dispuso
el
procesamiento de Elida Noemí Arias y Jaime Rafael Acosta como autores
prima facie responsables del delito de acogimiento de persona menor de 18
años de edad con fines de explotación, hecho del que resultó víctima G.F.B.
(artículo 145 ter, primer párrafo, agravado por el inciso 1, ley 26.364),
procesamiento confirmado por esta Cámara en fecha 23 de mayo del corriente
año, modificando la calificación legal de su conducta como autores prima
facie responsables del delito de facilitación de la prostitución de menores de
dieciocho años (artículo 125 bis del Código Penal).
Profundizada las investigaciones, a fs. 555/556
el Juzgado Instructor declaró la incompetencia material y dispuso la remisión
de las presentes actuaciones a conocimiento del Juzgado de Instrucción
Formal en turno de la Provincia de Salta (artículo 33 y cc. del Código Procesal
Penal de la Nación), descartando la posible aplicación de la ley 26.364 a los
hechos investigados.
III.-
Que a fs. 588/592 la defensa técnica de Elida
Noemí Arias y Jaime Rafael Acosta se agravió de la resolución recurrida por
cuanto consideró que habiéndose comprobado la inexistencia de pruebas en
contra de sus defendidos y que los hechos no constituían delito de trata de
personas, correspondía sobreseerlos, toda vez que la duración indefinida del
procedimiento provoca una lesión a derechos de rango constitucional.
Sobre este punto manifestó que esta Cámara
determinó que no existía delito de trata de personas en ninguna de sus
modalidades, por lo que a su entender correspondía se dicte el sobreseimiento
sin más trámite, respecto de todas las imputaciones contenidas en la causa.
Señaló que al disponer la remisión de las
actuaciones a la Justicia Ordinaria para que se reinicien las investigaciones
bajo otras calificaciones legales, se afecta el principio non bis in idem,
manteniéndose abierto sine die el proceso para ser nuevamente sus defendidos
sometidos a investigación, indagados y juzgados por el mismo hecho.
Consideró que la recomendación efectuada por
este Tribunal respecto a que una vez que se concluya la labor instructora se
proceda a revisar la competencia para continuar entendiendo en las presentes
actuaciones, únicamente se refería a la imputación en la que resultaba víctima
B. pero no a las imputaciones por la que se dictó falta de mérito respecto a las
cuales sólo debía concluir la instrucción y resolver el sobreseimiento o
procesamiento.
Se agravió por cuanto consideró que la
resolución omite considerar los pedidos formulados en los puntos IV y VII del
escrito de fecha 25 de julio del cte. año, violando el derecho a la propiedad por
cuanto no se restituyó la fianza a pesar de haber desaparecido la causa fuente
por la que fue impuesta.
Finalmente, manifestó que la resolución
apelada viola el derecho de defensa y a la doble instancia en la medida que no
permite a los imputados conocer los fundamentos por los cuales se rechaza lo
peticionado en contravención con lo dispuesto por el art. 123 del CPPN, por lo
que solicitó se declare su nulidad absoluta y se sobresea la causa por falta de
pruebas y/o atipicidad.
IV.Que a fs. 593/595 y vta. el Fiscal General
señaló que profundizada la pesquisa y descartada la posible aplicación de los
tipos penales previstos en la Ley de Trata de Personas, la investigación debe
permanecer en el marco de la competencia ordinaria. En consecuencia, señaló
que el dictado del sobreseimiento vinculado a los hechos de la causa
imposibilitaría su posterior remisión al Juzgado de Instrucción por afectación
al principio de la doble persecución penal.
Aclaró que el dictado del sobreseimiento
importaría un desdoblamiento de hecho único y una clara vulneración contra
la doble persecución penal.
Por lo expuesto consideró que no corresponde
hacer lugar al pedido de sobreseimiento formulado por la defensa toda vez que
se efectuó otra lectura típica de la misma plataforma fáctica acaecida en las
presentes actuaciones que llevaron al magistrado a declarar la incompetencia
material.
V.-
Que corresponde analizar en primer lugar la
deficiencia formal a la que aludió la defensa de Elida Noemí Arias y Jaime
Rafael Acosta respecto de la falta de motivación del auto en crisis.
Al respecto debe señalarse que este Tribunal
no comparte las afirmaciones expuestas, entendiéndose por el contrario que la
decisión a la que se arribó es una derivación razonada de las constancias de la
causa, por lo que no se advierte en la ilación lógica del fallo, en su coherencia
interna o en la correlación entre las pruebas y las conclusiones, un defecto que
pudiese generar una violación al derecho de defensa que justifique su nulidad.
En este punto bueno es resaltar que, tal como
lo sostiene la Cámara Nacional de Casación Penal, el requisito de la
motivación de los actos jurisdiccionales se cumple siempre que guarde
relación con los antecedentes que le sirven de causa y sean congruentes con el
punto que decide, suficientes para el conocimiento de las partes y para las
eventuales impugnaciones que se le pudieran plantear (confr. C. Nac. Cas.
Penal., Sala II, “Gaete Martínez, Rufo Edgar s/recurso de casación”, sentencia
del 03/06/99).
Cabe destacar en este sentido que en los
considerandos de la resolución el magistrado reseñó las distintas contingencias
procesales y las constancias probatorias colectadas en el expediente,
exponiendo las consideraciones fácticas y jurídicas que estimó pertinentes y
esgrimiendo los fundamentos en virtud de los cuales adoptó la decisión de
mérito, con lo cual puede concluirse que se encuentran cumplidas las
exigencias de motivación contenidas en el art. 123 del CPPN.
Por las razones expuestas, no puede prosperar
en esta instancia la crítica genérica que reposa en la falta de motivación de la
resolución apelada.
VI.Que sentado ello, cabe señalar que esta
Cámara en fecha 23 de mayo del corriente año confirmó el procesamiento de
Elida Noemí Arias y Jaime Rafael Acosta dispuesta por el Instructor,
modificando la calificación legal de su conducta como autores prima facie
responsables del delito de facilitación de la prostitución de menores de
dieciocho años (art. 125 bis del Código Penal) del que resultara víctima G.F.B.
y encomendó al Juez de primera instancia que una vez finalizada su labor
instructoria revisara la competencia para continuar entendiendo en las
presentes actuaciones, toda vez que el delito contra la integridad sexual
corresponde sea juzgado por la justicia ordinaria, salvo los casos
excepcionales de conexidad con ilícitos de competencia federal (ver fs. 397).
Una vez finalizada la pesquisa y habiéndose
descartado la posible aplicación de los tipos penales previstos en la ley 26.364,
el a quo declaró la incompetencia material del Juzgado, disponiendo la
remisión de las actuaciones a conocimiento del Juzgado de Instrucción Formal
en turno de la Provincia de Salta.
En función de ello, cabe adelantar que lo
solicitado por la defensa en cuanto a que se declare el sobreseimiento de los
imputados no tendrá acogida favorable en esta instancia, toda vez que una
decisión en tal sentido impediría, en virtud de la garantía del ne bis in idem, la
posibilidad de cumplir con lo dispuesto por el Instructor, esto es la remisión de
la causa a la justicia ordinaria para continuar con la investigación de los
hechos denunciados. Es decir, la cosa juzgada emergente del sobreseimiento –
acto que cierra definitiva e irrevocablemente el proceso-, sería óbice para que
el Juez penal provincial intervenga sobre los mismos hechos. De igual modo,
en el hipotético caso de que el Juez provincial declinara su competencia y
devolviera la causa a la justicia federal, esta jurisdicción no podría intervenir
nuevamente en virtud de que al haber sobreseído a los imputados finalizó la
posibilidad de perseguir penalmente a los encartados por dichos hechos.
Por lo demás, el sobreseimiento debe recaer
sobre hechos y no respecto de calificaciones que puedan darse a un mismo
acontecimiento, exigencia que viene impuesta por la concepción o efecto
negativo de la cosa juzgada que emerge del principio ne bis in idem. Al
respecto, no resulta difícil advertir –a tenor de la resolución de fs. 555/556 y
de fs. 389/398 a la que la primera hace referencia-, que el a quo sólo descartó
que los hechos investigados pudieran constituir delito de competencia federal,
es decir que el accionar de los imputados no encuadraba en alguno de los tipos
previsto por la ley 26.364, y no, como erróneamente indica la defensa, que los
hechos indagados no constituían delito, supuesto en el que sí hubiera
correspondido dictar el sobreseimiento de los imputados en los términos del
artículo 336 del CPPN. Pues bien, en la presente causa no existe un
desdoblamiento del hecho único sino una distinta calificación legal de ese
mismo hecho que amerita la remisión de la causa a la Justicia Provincial.
Asimismo, cabe aclarar que la garantía
constitucional antes mencionada funciona sólo en caso de identidad total del
hecho, la que existirá cuando entre la primera y la segunda persecución penal
exista una triple identidad de persona, de objeto y de causa de persecución.
Entendiéndose en ese sentido que existirá identidad de causa de persecución
cuando el tribunal del primer proceso hubiese tenido atribuciones para
examinar el hecho en que se basó la imputación frente a todos los
encuadramientos jurídicos penales posibles, es decir cuando tuvo libertad para
aplicar el derecho a los hechos propuestos, circunstancia que claramente no se
verifica en la presente causa.
En tales condiciones, resulta aplicable el
criterio consagrado por la Cámara Nacional de Casación Penal en el sentido de
que “si en el anterior proceso el tribunal no agotó el examen de la pretensión
punitiva por carecer de jurisdicción o competencia material, a la luz de todo el
derecho penal, es posible una segunda persecución por aquél que las tenga y
pueda confrontar el hecho con el derecho que el primer juez no pudo aplicar”
(Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, “Tejerina, Jorge René s/recurso
de casación, 11/07/1997), sin que ello implique un supuesto de doble
persecución penal.
Finalmente, y a mayor abundamiento cabe
señalar que conforme es doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
la competencia para juzgar un hecho es presupuesto para el dictado de la
resolución que recaiga sobre el fondo del pleito (Fallo: 305:1502; 306:1681;
321:248), ello de conformidad con la regulación procesal de los artículos de
previo o de especial pronunciamiento.
Conforme lo expuesto, y no encontrándose
controvertida la incompetencia de la justicia federal para continuar
interviniendo en la presente causa, no corresponde hacer lugar al pedido de
sobreseimiento ni a la restitución de la caución constituida al concederse la
excarcelación de los imputados (ver fs. 353), lo que deberá ser requerido ante
la autoridad provincial a cuya disposición se encuentran los imputados.
En consecuencia, se
RESUELVE:
I.- RECHAZAR el recurso de apelación
interpuesto por la defensa técnica de Elida Noemí Arias y Jaime Rafael Acosta
y, en consecuencia, CONFIRMAR el auto de fs. 555/556 en cuanto declaró la
incompetencia material de la justicia federal y ordenó la remisión de las
actuaciones a conocimiento del Juzgado de Instrucción Formal en turno de la
Provincia de Salta (art. 33 CPPN).
II.- DEVOLVER la causa al Juzgado de
origen.REGISTRESE y notifíquese.El Dr. Rabbi-Baldi Cabanillas no suscribe la presente por encontrarse en uso
de licencia, dejándose constancia que no participó de las deliberaciones (art.
109 Reglamento de la Justicia Nacional y art. 396 del CPPN).
Fdo. Dres. Villada y Loutayf Ranea.
Secretario: DR. Guillermo Elías.
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