Que reforma los artículos 11 y 89 de la Ley Federal de Radio y

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Que reforma los artículos 11 y 89 de la Ley Federal de Radio y Televisión, a cargo del diputado
Román Alfredo Padilla Fierro, del Grupo Parlamentario del PRI
El diputado Román Alfredo Padilla Fierro y los que suscriben, diputados del estado de Sinaloa del
Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LXII Legislatura del Congreso de
la Unión, con fundamento en lo establecido en el artículo 71, fracción II, 72 y demás relativos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6o., numeral 1
fracción 1; 76, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración del
pleno de esta honorable Cámara de Diputados iniciativa con proyecto de decreto por el que se
modifica la fracción VI del artículo 11 y el artículo 89 de la Ley Federal de Radio y Televisión, al
tenor de los siguientes
Antecedentes
En México desde el año 1919 se realizan transmisiones experimentales de radiodifusión, el
ingeniero Constantino de Tárnava es considerado el iniciador de la radio. El proyecto de Tárnava
se consolida al inaugurar la emisora CYO, posteriormente identificada como XEH.
El trabajo de los pioneros de la radio se lleva a cabo simultáneamente en diversos lugares de
México, a veces con apoyo gubernamental o respondiendo a solicitud expresa de alguna
dependencia del Poder Ejecutivo, y en otras ocasiones por la iniciativa de particulares interesados
en investigar sobre lo que en el primer lustro de los años veinte se conoce como radiotelefonía o
telefonía inalámbrica.
Se ha convenido en establecer oficialmente el inicio de la radio en México en el año de 1921, por lo
que desde esa misma fecha debieron existir personas que realizaron las funciones de locutor. El
año de 1922 es conocido como el año de la radio mexicana, ya que un número impresionante de
radioaficionados iniciaron sus actividades, buscando comunicarse con sus similares en todas
partes del mundo; además de la capital de la república, en diversas regiones del país también
comenzaron a instalarse aparatos receptores-transmisores: Guadalajara, Jalisco; Pachuca,
Hidalgo; Toluca, estado de México; San Luis Potosí; Monterrey, Nuevo León; Cuernavaca,
Morelos; y Oaxaca.
Durante el gobierno del general Álvaro Obregón, se autorizó la emisión de las primeras estaciones
radiodifusoras y es, el 8 de mayo de 1923, cuando se inaugura la primera estación de radio, la
CYL, surgida de una asociación entre periódico El Universal Ilustrado (dirigido por Carlos Noriega
Hope) y la Casa de la Radio (de Raúl Azcárraga y Félix F. Pavalicini) y la CYB, hoy conocida con
las siglas XEB.
La denominación que recibieron los trabajadores de esta nueva actividad apareció en la Ley de
Comunicaciones Eléctricas, genéricamente aparecen como operadores; en realidad en este
término se incluyó a los técnicos operarios de los telégrafos, los teléfonos y de los primeros
aparatos de radio. Esta ley fue aprobada por el Congreso de nuestro país y fue dada a conocer por
el presidente Plutarco Elías Calles, el 26 de abril de 1926. En este documento apareció la
reglamentación de todo lo concerniente con la tecnología que funcionaba con electricidad, sus
operarios y los concesionarios.
En el año de 1932 fue publicada la Ley de Vías Generales de Comunicación, y en su Libro Quinto,
Capítulo VI, se trató lo relacionado con las instalaciones radiodifusoras comerciales, de
experimentación y culturales, esta ley fue promulgada por el presidente Pascual Ortiz Rubio.
En julio de 1933, aparecieron diversas modificaciones a esta Ley de Vías Generales de
Comunicación, aquí se hicieron varias precisiones acerca de los diferentes tipos de estaciones
radiodifusoras, así como de las obligaciones de los operadores (Telegrafistas, radiotelefonistas,
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experimentadores y aficionados); quedó establecido como obligatorio que poseyeran un certificado
y que lo hubieran obtenido mediante examen. Estas modificaciones fueron promulgadas por el
presidente Abelardo L. Rodríguez.
Ya durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río, fue promulgado el Reglamento de
las Estaciones Radioeléctricas Comerciales, Culturales, de Experimentación Científica y de
Aficionados, el 30 de diciembre de 1936. En este documento se mencionaron, por primera vez en
la historia del país, aquellos trabajadores de la radio cuyo instrumento de trabajo es la voz: se les
llamó anunciadores. Este reconocimiento a los hablantes de la radio se alcanzó por la intensa
participación que tuvieron durante este sexenio, ya que el gobierno federal utilizó los medios
impresos y electrónicos para justificar la política profundamente nacionalista.
El 20 de mayo de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, ante la demanda que imperaba en
esos tiempos por la emisión de las estaciones, había que regular los procedimientos en materia de
concesiones, permisos y contenido de las transmisiones de Radio y Televisión y es cuando se
hace indispensable implementar el Reglamento de las Estaciones Radiodifusoras, Comerciales,
Culturales, de Experimentación Científica y de Aficionados, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 6 de febrero de 1942 por el presidente Manuel Ávila Camacho. En este reglamento
aparecieron varias denominaciones de los hablantes de la radio: anunciadores, narradores,
cronistas, conferencistas y críticos. Esto evidenció el avance de la radio en México y de los
profesionales del lenguaje oral. También quedó establecido que los respectivos certificados de
aptitud se expedirían por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Publicas, previo examen . Este
reglamento estuvo vigente hasta el 19 de enero de 1960.
Después de terminada la Segunda Guerra Mundial la humanidad encaminó sus esfuerzos a la
reconstrucción material y espiritual de las naciones, y desde la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), se convocó a la actualización de los reglamentos de radio, para dar cabida a los
asuntos de la recién llegada televisión.
Después de ese conflicto mundial los gobiernos de la república, abarcando los de Manuel Ávila
Camacho, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, habían realizado grandes
esfuerzos para emprender el camino del desarrollo industrial, el impulso a la educación, etcétera.
Por lo que, gradualmente, sus medidas en este último terreno, fueron incorporando la utilización de
la radio y la televisión, para alcanzar sus propósitos.
A lo largo de esta etapa surgen las figuras de dos secretarios de Educación Pública: Jaime Torres
Bodet y Agustín Yáñez, que emprendieron grandes acciones para tratar de erradicar el
analfabetismo e impulsar la educación en el país, en todos sus niveles. En diferentes momentos de
su carrera de funcionarios, ambos secretarios comprendieron la necesidad de incorporar como
apoyos complementarios el uso de la radio y la televisión. Baste decir que el licenciado Torres
Bodet fue llamado a colaborar en dos ocasiones en que existían muy serios problemas educativos:
durante los tres últimos años del sexenio del general Manuel Ávila Camacho y el gobierno del
licenciado Adolfo López Mateos. Durante este último sexenio trabajó para que la certificación de
aptitudes de locutores, cronistas y comentaristas, pasara a ser facultad de la Secretaría de
Educación Pública, ya que llegó a comprender que la base de los hablantes de estos dos medios
es la cultura general. Por lo que respecta al licenciado Yáñez, comenzó a utilizar el poder de la
radio, desde que fue director de la estación que actualmente conocemos como Radio Educación,
en el año de 1932. Cuando le tocó desempeñarse como secretario de Educación Pública, de 1964
a 1970, durante el gobierno del licenciado Gustavo Díaz Ordaz, reitera su interés y convencimiento
en los medios de difusión masiva, ya que instituye la telesecundaria, con lo que da un novedoso
impulso a la educación en México. En el año de 1964 se reinicia la certificación de aptitudes para
los locutores, cronistas y comentaristas mexicanos en la, entonces, Dirección General de
Materiales Didácticos y Culturales, siendo director de la misma el licenciado Álvaro Gálvez y
Fuentes. Hoy esta institución se denomina Dirección General de Televisión Educativa.
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Consideraciones
Como podrá observarse, las políticas nacionales en materia de educación han venido tomando
cada vez más en cuenta la certificación de aptitudes de locutores, cronistas y comentaristas, ya
que el trabajo de los profesionales de la voz repercute de manera muy importante en la educación
de los integrantes de la sociedad mexicana; la cultura general que posean les permite ser el puente
eficaz entre los organismos generadores de la información y la sociedad (Artículo 6o.
constitucional: libertad de expresión y el derecho a la información); la propiedad del uso del
lenguaje, así como su emisión de la voz, establece un marco de referencia obligado para los
distintos estratos sociales de las regiones de México.
El Poder Ejecutivo federal ha promulgado dos reglamentos, después de la aparición de la Ley de
Radio y Televisión. En el año de 1973 el presidente Luis Echeverría Álvarez promulgó el primero
que estuvo vigente hasta el 10 de octubre de 2002, en que fue promulgado el segundo:
Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, en materia de Concesiones, Permisos y
Contenido de las Transmisiones de Radio y Televisión, por el presidente Vicente Fox Quesada.
En los reglamentos antes mencionados no se modifica lo relativo a la obtención del certificado para
locutores, cronistas y comentaristas previo la presentación de un examen, pero es importante
señalar y de ahí la parte medular de la presente iniciativa, que en el acuerdo número 169, relativo a
la expedición de certificados de aptitud de locutores, de cronistas y de comentaristas, publicado en
el Diario Oficial de la Federación de fecha 14 de octubre de 1992, por el doctor Ernesto Zedillo
Ponce de León, secretario de Educación Pública, en su considerando manifiesta:
“Que para obtener un certificado de aptitud de locutor actualmente es necesario, además de
cumplir con los requisitos establecidos en los preceptos legales aplicables, aprobar un examen
escrito y otro oral, lo que representa limitaciones para quienes no pueden trasladarse a las plazas
donde dichos exámenes se realizan en las fechas señaladas para su celebración”.
“Que es el propósito de esa administración continuar avanzando en la simplificación y reducción de
trámites, que permitan mayor agilidad y oportunidad en el despacho de los asuntos”.
“Que un régimen en el que las empresas difusoras coadyuven con las autoridades componentes
en la corroboración del cumplimiento de los requisitos correspondientes, permite establecer
procedimientos más agiles y sencillos”.
“Que las empresas radiodifusoras han ofrecido, por conducto de la Cámara de la Industria de la
Radio y la Televisión, realizar actividades de capacitación y actualización constante y permanente
para locutores, en coordinación con las autoridades competentes”, y
“Que cualquier procedimiento para la obtención de los certificados de aptitud de locutor que se
implante, debe respetar íntegramente las relaciones jurídico laborales que se hayan establecido
con las empresas difusoras”.
Aunque si bien es importante la simplificación y reducción de trámites, así como que las empresas
difusoras coadyuven para establecer procedimientos más ágiles y sencillos, y fundamentalmente
realizar actividades de capacitación y actualización constante y permanente para locutores, en
coordinación con las autoridades competentes; debe restituirse a la Secretaría de Educación
Pública la atribución de certificar la aptitud de los aspirantes a locutores, cronistas y comentaristas
de radio y televisión, que le confiere la Ley Federal de Radio y Televisión, en su artículo 11,
fracción VI.
En la época actual en la que vivimos en un mundo globalizado y por tal razón de alta
competitividad, es fundamental la profesionalización de todos los sectores y ramos de una nación,
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máxime cuando se trata de los medios de comunicación que son de sobremanera una forma
directa de persuadir e influir incluso en el comportamiento de su auditorio.
Razón por la cual se hace indispensable que los aspirantes a la locución deben por exigencia
contar con una vasta gama de conocimientos de cultura general comprobada, primordialmente de
la radio y la televisión, la locución y del contexto nacional e internacional, como lo establecen el
artículo 4o. de la Ley Federal de Radio y Televisión, que a la letra dice La radio y la televisión
constituyen una actividad de interés público, por lo tanto el estado deberá protegerla y vigilarla para
el debido cumplimiento de su función social y el artículo 5o., fracción II, de la Ley Federal de Radio
y Televisión que contempla: Contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las
características nacionales, las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a
exaltar los valores de la nacionalidad mexicana , por lo que el acuerdo 169 contraviene a este fin.
Señoras y señores legisladores de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión es nuestro
deber ante nuestra nación, coadyuvar en la construcción de políticas que propicien los
instrumentos óptimos con una visión integradora del contexto socio cultural, que permitan construir
el andamiaje profesional requerido en las múltiples disciplinas del ámbito laboral, con miras a lograr
el nivel de competitividad a la altura de los países desarrollados.
Por lo anteriormente expuesto, se somete a consideración del pleno de esta honorable Cámara de
Diputados el siguiente proyecto de
Decreto
Primero. Se modifica la fracción VI del artículo 11 de la Ley Federal de Radio y Televisión, para
quedar como sigue:
Artículo 11. La Secretaría de Educación Pública tendrá las siguientes atribuciones:
I. a V. ...
VI. Extender certificados de aptitud al personal de locutores que eventualmente
permanentemente participe en las transmisiones, mediante examen correspondiente.
o
Segundo. Se modifica el artículo 89 de la Ley Federal de Radio y Televisión, para quedar como
sigue
Artículo 89. Los cronistas y los comentaristas deberán ser de nacionalidad mexicana y presentar
un certificado que acredite su capacidad para la actividad especial a que se dediquen, expedido
por la Secretaría de Educación Pública, mediante examen correspondiente.
Transitorios
Primero. La entrega del certificado de aptitud de locutores, cronistas o comentaristas que
eventualmente o permanentemente participen en las transmisiones de las estaciones de radio y
televisión, se realizará previo el pago de los derechos respectivos.
Segundo. El examen para verificar la aptitud de los aspirantes a locutor, cronista y comentarista de
radio y televisión lo realizará la Secretaría de Educación Pública, con la participación de las áreas
de su estructura que estime pertinentes y a las cuales se les dotará de los elementos
presupuestales, humanos y materiales que sean necesarios para realizar la aplicación de los
exámenes a nivel nacional.
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Tercero. Publicada la presente iniciativa en el Diario Oficial de la Federación, quedará derogado el
acuerdo 169 relativo a la expedición de certificados de aptitud de locutores, de cronistas y de
comentaristas publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de octubre de 1992.
Cuarto. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 28 de noviembre de 2012.
Diputados: Heriberto Manuel Galindo Quiñones, Román Alfredo Padilla Fierro, Francisca Elena
Corrales Corrales, Raúl Santos Galván Villanueva, Alfonso Inzunza Montoya, Blas Ramón Rubio
Lara, Sergio Torres Félix, Jesús Antonio Valdés Palazuelos, (rúbricas).
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