No hay en Europa una cuenca más árida que la del Segura. De

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No hay en Europa una cuenca más árida que la del Segura. De hecho, con 365 mm de precipitación
media anual, es el área que menos lluvias recibe de todo el continente. A pesar de lo que pudiera
parecer, se trata de una región líder en lo que se refiere a exportación de frutas y vegetales gracias al
agua del río Segura. La entrada de España en la Unión Europea, allá por el año 1986, supuso un
incremento de la producción agrícola y conservera, lo que a su vez conllevó un aumento de la
contaminación debido a los vertidos. Por si fuera poco, la industria reclamaba más agua por lo que la
escasez se acentuó y todos los ecosistemas ligados al río se vieron afectados. La sociedad, mientras
tanto, observaba con descontento la deriva de los acontecimientos.
Acciones que se llevaron a cabo
En España, son varias las administraciones con responsabilidad en la gestión del agua. Es por eso que
el proyecto de recuperación del río Segura fue llevado a cabo por el Gobierno de la Comunidad
Autónoma de Murcia, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Segura (organismo
dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y los ayuntamientos de
la Región. El objetivo: restaurar la calidad de las aguas del río Segura y suministrar recursos extra de
agua depurada a la agricultura.
Entre 2001 y 2010 se construyeron 100 plantas de depuración de aguas residuales y 350 kilómetros
de sistemas para recoger estas aguas contaminadas. Además, se estableció una tasa bajo el principio
“el que contamina paga”, con el objetivo de financiar la puesta en marcha, mantenimiento y
monitorización de estos sistemas.
Resultados y lecciones aprendidas
Gracias a estos esfuerzos compartidos entre administraciones, en 2003 la calidad de las aguas del río
Segura comenzó a mejorar paulatinamente y desde 2010 la contaminación ha sido imperceptible,
propiciando la recuperación de la fauna y la flora y el regreso de las poblaciones de nutria a los
tramos bajos del cauce, que había abandonado a causa de la contaminación. Asimismo, las aves
migratorias anidan ahora en dos importantes humedales conectados a sendas depuradoras y que
han sido incluidos en la Convención Ramsar. Por otro lado, alrededor de 110 millones de metros
cúbicos de agua depurada son reutilizados todos los años por los agricultores de la cuenca.
De esta manera, el río ha recuperado su vitalidad gracias a un proyecto de recuperación que consiste
fundamentalmente en la aplicación de tratamientos avanzados de depuración de aguas que ahora
nutren a la agricultura, un sector que a su vez se ha beneficiado de un rápido crecimiento desde la
entrada de España en la UE.
El Segura, que antes sufría la contaminación y la falta de agua en la cuenca más árida de Europa, ha
sido transformado en un río sano y vibrante, hogar de la nutria, de aves migratorias y de multitud de
especies de fauna y flora. Además, la reutilización del agua de regadío ha conllevado un incremento
de la producción agrícola, así como de las actividades recreativas y de ocio.
Durante los años en los que el río Segura sufría la peor etapa de contaminación, la opinión pública
demandaba a los gobiernos una solución. Sin embargo, a medida que los resultados positivos fueron
Global Water Partnership (GWP), Global Secretariat, PO Box 24177, 104 51 Stockholm, SWEDEN
Visitor’s address: Linnégatan 87D, Phone: +46 (0)8 1213 8600, Fax: + 46 (0)8 1213 8604, e-mail: [email protected]
siendo visibles, la población comenzó a participar en actividades y proyectos para colaborar en la
recuperación de los ecosistemas, conservarlos y también disfrutarlos. La implicación de los vecinos
que viven cerca del río y de los agricultores ha sido además esencial para garantizar la conservación
de todos los avances logrados.
Las políticas que se han llevado a cabo en el río Segura son un gran ejemplo de cómo integrar las
actividades de restauración ambiental y social con la recuperación económica. El marco de gestión
establecido incluye una base científica sólida y la gestión compartida entre diferentes
administraciones públicas, mientras que el proceso de planificación de la gestión de cuencas se
adelantó a las exigencias de la legislación europea.
La cuenca del Segura es la más árida de Europa. Con 365 mm de precipitación media anual, es la
cuenca que menos lluvias recibe de toda la Unión Europea continental. Y sin embargo, es también
una región líder en exportaciones de frutas y vegetales, regadas por las aguas del río Segura. En
1986, cuando España entró en la Unión Europea, la producción agrícola y conservera se vio
fuertemente incrementada y como consecuencia aumentaron los vertidos al cauce y la escasez de
agua, en un río ya de por sí estresado hídricamente. Consecuentemente, los ecosistemas ligados al
Segura se vieron afectados por la contaminación, lo que produjo un fuerte descontento social.
Acciones que se llevaron a cabo
El proyecto de recuperación del río Segura fue llevado a cabo por el Gobierno de la Comunidad
Autónoma de Murcia, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Segura (organismo
dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y los ayuntamientos de
la Región, con el objetivo de restaurar la calidad de las aguas del río Segura y suministrar recursos
extra de agua depurada a la agricultura.
Entre 2001 y 2010 se construyeron 100 plantas de depuración de aguas residuales así como 350
kilómetros de sistemas para recoger estas aguas contaminadas. Además, se estableció una tasa bajo
el principio “el que contamina paga”, con el objetivo de financiar la puesta en marcha,
mantenimiento y monitorización de estos sistemas.
Este proyecto de recuperación fue llevado a cabo por diferentes administraciones públicas (Gobierno
de la Región de Murcia, Confederación Hidrográfica del Segura y ayuntamientos) debido a que en
España la responsabilidad en las políticas de agua es compartida entre diferentes organismos.
Resultados y lecciones aprendidas
En 2003 la calidad de las aguas del río Segura comenzó a mejorar, lo que supuso un gran avance.
Desde 2010, la contaminación en el río es imperceptible, propiciando la recuperación de la fauna y la
flora, y el regreso de las poblaciones de nutria a los tramos bajos del río, que había abandonado a
causa de la contaminación. Asimismo, las aves migratorias anidan ahora en dos importantes
humedales conectados a sendas depuradoras y que han sido incluidos en la Convención Ramsar. Por
otro lado, alrededor de 110 millones de metros cúbicos de agua depurada son reutilizados todos los
años por los agricultores de la cuenca.
El proyecto de recuperación del río Segura ha servido para restaurar de manera satisfactoria la salud
del río gracias a la aplicación de tratamientos avanzados de depuración de aguas que ahora nutren a
la agricultura, que se ha beneficiado de un rápido crecimiento desde la entrada de España en la UE.
El Segura, que antes sufría la contaminación y la falta de agua en la cuenca más árida de Europa,
ahora ha sido transformado en un río sano y vibrante, hogar de la nutria, de aves migratorias y de
multitud de especies de fauna y flora. Además, la reutilización del agua de regadío ha conllevado un
incremento de la producción agrícola, así como de las actividades recreativas y de ocio.
Durante los años en los que el río Segura sufría la peor etapa de contaminación, la opinión pública
demandaba a los gobiernos una solución. Sin embargo, a medida que los resultados positivos fueron
siendo visibles, la población comenzó a participar en actividades y proyectos para colaborar en la
recuperación de los ecosistemas, conservarlos y también disfrutarlos. La implicación de la población
local y los agricultores fue además esencial para garantizar la conservación de todos los avances
logrados.
Las políticas que se han llevado a cabo en el río Segura son un gran ejemplo de cómo integrar las
actividades de restauración ambiental y social con la recuperación económica. El marco de gestión
establecido incluye una base científica sólida y la gestión compartida entre diferentes
administraciones públicas, mientras que el proceso de planificación de la gestión de cuencas se
adelantó a las exigencias de la legislación europea.
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