MODALIDADES DE LA EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS UNIDAD 4: LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN A DISTANCIA Índice 1. Concepto de evaluación ......................................................................................... 3 1.1. Principios básicos de la educación............................................................ 4 2. Tipos y momentos de evaluación. .......................................................................... 5 2.1. Evaluación inicial....................................................................................... 5 El proceso de valoración inicial del alumno (VIA) .............................................. 10 2.2. La evaluación formativa. ........................................................................ 13 2.3. La evaluación sumativa........................................................................... 19 3. La autoevaluación de la actividad docente ........................................................... 21 4. La evaluación de los materiales ........................................................................... 29 2 1. Concepto de evaluación El término evaluación es uno de los más utilizados por los profesionales de la educación. En buena parte de las ocasiones dicho uso está asociado a los exámenes y las calificaciones, es decir, a la valoración de los productos del aprendizaje. Esta utilización tiene que ver con la concepción de la evaluación que tiene la mayoría de la población. El propio Diccionario de la Real Academia Española da dos definiciones de la voz evaluación: “1. Señalar el valor de una cosa. 2. Estimar, apreciar, calcular el valor de una cosa”. La concepción estática de la evaluación que se encierra en estas definiciones, en las que se resalta el hecho de valorar resultados responde a una concepción de la educación también estática y centrada en los productos y no en los procesos. Puede decirse que según se ha ido entendiendo la educación como un proceso en el que intervienen distintos agentes y circunstancias que influyen en sus resultados, se ha ido modificando también la idea de evaluación. Esta modificación sitúa a ésta en el interior de un proceso (de enseñanza-aprendizaje), no al final del mismo como elemento de verificación de sus resultados. Así (Joint Comité, 1988), entiende la evaluación como un “enjuiciamiento sistemático sobre el valor o mérito de un objeto, para tomar decisiones de mejora”. Tres cuestiones pueden resaltarse en esta definición. La primera es que la idea de enjuiciamiento sistemático nos lleva a una concepción procesual de la propia evaluación. La segunda es la que otorga verdadera potencia a la concepción educativa de la evaluación, definida aquí en su objetivo último, cual es la toma de decisiones de mejora. La tercera que el enjuiciamiento no se refiere exclusivamente al producto (valor) sino que se extiende al mérito, es decir a los condicionantes de diversa índole que han intervenido en el proceso. Otra definición del concepto de evaluación que, además de incidir en su carácter procesual, de mejora de la situación actual y de toma en consideración de todos los elementos intervinientes en el proceso, subraya su carácter técnico es la de (Pérez Juste, 1995): 3 “Proceso sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información, que ha de ser valorada mediante la aplicación de criterios y referencias como base para la posterior toma de decisiones de mejora, tanto del personal como del propio programa”. 1.1. Principios básicos de la educación Las definiciones anteriores parten de una serie de principios básicos, según los cuales la evaluación: • Es un proceso, cuyas fases son las siguientes: planificación, obtención de la información, formulación de juicios de valor y toma de decisiones. • Debe estar integrada en el currículo. • Debe ser continua. Si la evaluación educativa no fuera continua no sería posible tomar decisiones de mejora en el momento adecuado. • Debe ser criterial, es decir debe referirse a criterios establecidos previamente, para lo cual es imprescindible que los objetivos educativos estén claramente definidos. • Deber ser flexible, vinculándose tanto a los referentes y criterios de evaluación como a las circunstancias propias de cada proceso de enseñanza-aprendizaje. • Debe ser sistemática, por lo que deberá atenerse a normas y procedimientos minuciosamente planificados y desarrollados. • Debe ser recurrente, reincidiendo en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje para tratar de perfeccionarlo. 4 • Debe ser decisoria, en cuanto que la obtención y el tratamiento de la información se ha hecho con este fin. • Debe ser formativa, ya que el objetivo principal de la evaluación educativa es mejorar tanto el proceso de enseñanza-aprendizaje como sus resultados. • Debe ser cooperativa, en cuanto afecta a un conjunto de personas (alumnos y profesores) cuya participación activa en las distintas fases del proceso mejoraría el desarrollo de éste y sus resultados. • Debe ser técnica, pues los instrumentos y sistemas que se utilicen deben obedecer a criterios debidamente contrastados. 2. Tipos y momentos de evaluación. El proceso evaluador es único. No obstante existen diferentes fases o momentos que se desarrollan a lo largo del mismo. Estas fases o momentos abordan la evaluación desde diferentes perspectivas y con objetivos específicos. Podría decirse que a cada uno de estos momentos corresponde un tipo de evaluación. Existen tres tipos de evaluación: inicial, formativa y sumativa. A continuación, definiremos cada uno de ellos. 2.1. Evaluación inicial. La evaluación inicial tiene por objeto el conocimiento del marco general en el que va a tener lugar la acción docente. Esto significa tener en cuenta no sólo el punto de partida de los alumnos, sino el punto de partida (es decir las posibilidades y las potencialidades) de la institución docente. En el caso de la educación a distancia, la evaluación inicial debería tener en cuenta específicamente (además de los aspectos generales relacionados con la naturaleza del currículo) la atención tutorial, los sistemas de comunicación y los recursos tecnológicos y didácticos disponibles. El 5 objetivo de este tipo de evaluación podría resumirse sencillamente de la siguiente forma: conseguir saber lo que tenemos para actuar en consecuencia. En relación con la evaluación inicial de los alumnos podríamos preguntarnos en primer lugar: ¿qué evaluar?. Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes: ASPECTOS A EVALUAR Materia de estudio Tecnologías y sistemas de comunicación El conocimiento previo específico Las características circunstancias personales El conocimiento previo específico y Las características circunstancias personales Las aptitudes Las aptitudes La actitud La actitud y Es posible (y hasta probable) que los adultos puedan tener determinados conocimientos previos específicos, obtenidos en procesos educativos no formales e informales, sobre determinadas cuestiones que vayan a ser objeto de estudio. Descubrir esto puede proporcionar un excelente punto de partida para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por otra parte, las características y las circunstancias personales de los adultos que estudian a distancia suelen tener una importancia decisiva en lo que se refiere a las probabilidades de éxito-fracaso, que en muchas ocasiones están estrechamente interrelacionadas con las probabilidades de continuidad-abandono. Características como la edad y el sexo, y circunstancias como el estado civil, la ocupación, los horarios y las disponibilidades de todo tipo, deben ser conocidas claramente desde el principio. 6 También es relevante el conocimiento de las aptitudes (habilidades intelectuales) y la actitud hacia el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo que proporciona información sobre las motivaciones con las que los abordan. Todas estas cuestiones a evaluar respecto de la materia de estudio deben ser extendidas al manejo de las tecnologías informativas y sistemas de comunicación que serán habitualmente utilizadas en la educación a distancia. Muchas de las disfunciones y dificultades para la construcción de aprendizajes en los procesos de educación a distancia pueden ser achacables a una escasa destreza en la utilización de este tipo de medios tecnológicos digitales. Pese a la creciente simplicidad en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, muchas personas –incluso con elevados niveles de instrucciónencuentran problemas para manejarse adecuadamente con ellas. Esta es una cuestión capital para la evaluación inicial en educación a distancia, que debe discernir sobre el grado de competencia del participante en el manejo de las herramientas de comunicación y sobre la influencia de este nivel de competencia sobre el aprendizaje de la materia. La segunda pregunta que cabría hacerse en relación con la evaluación inicial de los alumnos es: ¿cuándo evaluar? Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes: En el momento de la incorporación Al comienzo de cada nueva fase de aprendizaje La evaluación inicial debe realizarse con anterioridad al comienzo del proceso de enseñanza-aprendizaje. En el caso de las personas adultas que quieren estudiar a distancia, la evaluación inicial debe comenzar en el momento de la incorporación, es decir en el mismo momento en que la persona entra en contacto con la institución para solicitar información sobre los cursos. Sería muy necesario que en esos momentos previos se encontraran dos procesos de evaluación de orígenes muy divergentes: el de la persona adulta que después plantearse la posibilidad de estudiar, recaba información para decidir, y el del profesorado de la institución que la 7 recibe, que trata de obtener información relevante sobre diferentes aspectos de la persona, con objeto de facilitarle los elementos de juicios suficientes para una toma de decisiones ajustada. Pero la evaluación inicial no debe limitarse exclusivamente a estos momentos previos a la incorporación al proceso de enseñanza-aprendizaje. Al comienzo de cada nueva fase de aprendizaje debería llevarse a cabo una nueva evaluación inicial. En la educación a distancia esto resulta más dificultoso. No obstante, pueden utilizarse las tutorías colectivas dedicadas a la planificación de cada unidad didáctica para llevar a cabo una comprobación de los prerrequisitos necesarios para llevar a cabo el proceso de aprendizaje de una forma adecuada. La tercera pregunta que puede hacerse en relación con la evaluación inicial de los alumnos es: ¿cómo evaluar? Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes: Mediante un sondeo de prerrequisitos Mediante el análisis de las reacciones frente al nuevo material o situación de aprendizaje Mediante el proceso de desarrollo de la Valoración Inicial del Alumno (VIA) La realización de un sondeo de prerrequisitos para abordar cualquier proceso de aprendizaje es uno de los procedimientos clásicos de cualquier evaluación inicial. Aparte del sondeo de tipo genérico, previo a la incorporación a un determinado curso (que abordaremos a continuación dentro del proceso de valoración inicial), es preciso realizar sondeos específicos antes del comienzo de cada nueva fase del proceso de aprendizaje. En la educación a distancia, el marco idóneo para llevar a cabo dicho sondeo lo constituyen las tutorías colectivas de planificación dispuestas al comienzo de cada unidad didáctica. El sondeo puede hacerse por escrito, mediante una pequeña prueba que muestre la disponibilidad o no de determinados capacidades o destrezas necesarias para el estudio que se inicia. La dificultad mayor de esta fórmula reside en que si la prueba no está bien diseñada para ser corregida inmediatamente, no sería posible 8 aprovechar esa tutoría colectiva para tratar de remediar las dificultades que aparezcan. Otra posibilidad es tratar de realizar el sondeo tratando de observar las respuestas del alumnado a preguntas o cuestiones concretas planteadas para que sean puestas en común en la sesión de tutoría colectiva. También puede preguntarse directamente a los alumnos sobre su conocimiento o dominio de determinados conceptos o procedimientos. Para realizar una evaluación inicial sobre la posición relativa de cada participante respecto de las tecnologías de la información y la comunicación –en el caso de que éstas constituyan una herramienta fundamental para el desarrollo del curso- puede utilizarse una herramienta como ésta: SONDEO DE PRERREQUISITOS PARA EL ACCESO A CURSOS DE EDUCACIÓN A DISTANCIA EN SOPORTE VIRTUAL Nunca Con dificultades A menudo Habitualmente Indicadores Dispongo de ordenador en casa Dispongo de ordenador en el lugar de trabajo Dispongo de acceso a Internet en casa Dispongo de acceso a Internet en el lugar de trabajo Manejo los periféricos habituales (impresora, escáner, ratón ...) Uso la barra de tareas, el escritorio y el menú de inicio Uso herramientas de ayuda Uso procesadores de texto Uso bases de datos Uso hojas de cálculo Uso programas de gráficos, presentaciones Uso navegadores Uso buscadores Realizo descargas de datos a través de Internet Envío y recibo mensajes de correo electrónico Puedo crear cuentas de correo electrónico Uso programas de mensajería instantánea Me resulta difícil utilizar el ordenador Me desoriento cuando tengo que buscar algún dato o documento Tardo más en realizar una tarea con el ordenador que sin él 9 Me aburre utilizar el ordenador Internet me proporciona la información que necesito Paso muchos ratos de ocio usando el ordenador Sólo utilizo el ordenador por motivos laborales El análisis de las reacciones frente al nuevo material o situación de aprendizaje es otro procedimiento muy útil de evaluación inicial en educación a distancia. El marco para dicho análisis lo proporcionan las tutorías individuales y el contenido las reacciones del alumnado, expresadas en términos de dificultades, dudas, satisfacciones, etc. Por su especial relevancia y significado, el proceso de valoración inicial del alumno lo analizaremos en el apartado siguiente El proceso de valoración inicial del alumno (VIA) El paradigma del aprendizaje a lo largo y a lo ancho de la vida supone la integración de conocimientos y destrezas procedentes de los tres ámbitos en los que se desarrolla el aprendizaje: el formal, el no formal y el informal. Esta integración se produce naturalmente y contribuye a la construcción de la persona. La naturalidad de este proceso es desconocida habitualmente por los sistemas formales de enseñanza, que tienden a clasificar a las personas en los distintos grados o niveles en los que se organizan, en función del éxito que hayan obtenido anteriormente en el interior de los mismos. Quiere esto decir que la práctica tradicional en la mayor parte de los sistemas formales de enseñanza relega la idea del aprendizaje permanente al ámbito de los grandes principios y niega el reconocimiento de las competencias adquiridas fuera de sus muros. Esto es particularmente contradictorio e injusto en el caso de la educación de personas adultas. La adultez puede proporcionar en muchos casos un bagaje de saberes y destrezas adquiridos fuera de la escuela que pueden resultar de gran utilidad también en el contexto académico. 10 Aunque la mayor parte de los países ha optado en buena lógica por acortar los currículos académicos destinados a los adultos, reconociendo implícitamente que la experiencia vital aprovechamiento también académico, proporciona apenas existen habilidades susceptibles mecanismos formales de de reconocimiento de estas competencias. La puesta en marcha de este tipo de mecanismos, que se configuran como herramientas de evaluación inicial de gran repercusión, puede evitar a las personas adultas un recorrido ritual por cursos y niveles para los que se requieren destrezas inferiores a las que tienen. Teniendo en cuenta lo indicado anteriormente, podríamos señalar que: La valoración inicial del alumno es un proceso de evaluación que se inicia en el momento en el que el alumno adulto accede por primera vez al centro y concluye con la emisión de un juicio sobre la adecuación de su adscripción a un determinado nivel, tras un periodo significativo de clases. Dicho juicio debe tener en cuenta la opinión del alumno. Es importante subrayar la idea de proceso (lo cual supone una serie de acciones que se desarrollan a lo largo de un tiempo significativo) para evitar ciertas concepciones confusas que tienden a equiparar la valoración inicial del alumno con una prueba de nivel. Esta confusión del todo con la parte, suele convertir una evaluación necesariamente procesual en evaluación sumativa. Sobre todo porque la parte que se confunde con el todo es la que se refiere al nivel de conocimientos académicos. El proceso de valoración inicial del alumno debería tener las siguientes fases: 1) La entrevista inicial. Su objetivo es facilitar y obtener al/del futuro alumno información coherente sobre la oferta del centro y sobre sus demandas y necesidades. Debería dar paso al proceso administrativo de matriculación. 2) El análisis de la documentación académica aportada. Puede hacerse en presencia del alumno en el contexto de la entrevista inicial. Dicho análisis, junto con las necesidades y expectativas que manifieste, puede ofrecer los 11 primeros indicios significativos para orientarle sobre las primeras alternativas a su alcance. 3) La prueba de prerrequisitos debe determinar cuales son las capacidades y destrezas de las que el alumno adulto dispone efectivamente. Debe ser valorada por varios profesores con experiencia. 4) La adscripción a un determinado nivel debe tener en cuenta la documentación académica y aportada y la valoración de la prueba de nivel. Dicha adscripción debe considerarse provisional. 5) La entrevista de orientación puede llevarse a cabo cuando existan discrepancias significativas entre los resultados de la prueba de nivel y la documentación aportada. Debe realizarse por personal cualificado – preferentemente por orientadores o en su defecto por profesores con acreditada experiencia en la educación de personas adultas- con el objetivo de clarificar la situación del alumno en cuanto a su adscripción a un determinado nivel. El resultado de la entrevista deberá confirmar o modificar la adscripción provisional realizada. 6) La observación durante el proceso de enseñanzaaprendizaje a efectos de evaluación inicial, debe llevarse a cabo por todos los profesores del grupo bajo la coordinación del tutor. El periodo de observación debe finalizar con una primera sesión de evaluación, en la que el equipo docente, teniendo en cuenta los resultados de la observación y la opinión del alumno, tomará la decisión sobre la adscripción definitiva a un determinado nivel. La duración idónea de este periodo de observación es de unas cuatro semanas. Dadas las especiales características de la educación a distancia, en las primeras sesiones tutoriales debería llevarse a cabo la comprobación de que el alumno se encuentra en condiciones de seguir el curso con aprovechamiento, tanto en lo que se refiere a la naturaleza de la 12 materia cuanto a lo relativo al manejo de las herramientas y sistemas de comunicación. 2.2. La evaluación formativa. La evaluación formativa tiene como finalidad principal conseguir el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje en un momento en el que todavía puede producirse. Por tanto, deberá aplicarse a través del desarrollo del propio proceso didáctico. No puede equipararse la evaluación formativa con las pruebas realizadas a la finalización de cada unidad didáctica, porque en este caso se trata de evaluaciones sumativas, cuyo objetivo básico es comprobar a posteriori los aprendizajes adquiridos. La evaluación formativa tiene que ver más con los procesos de aprendizaje que con los productos del mismo. Al igual que hicimos anteriormente en relación con la evaluación inicial, podríamos preguntarnos en relación con la evaluación formativa de los alumnos: ¿qué evaluar?. Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes: Conviene evaluar los progresos, las dificultades, los bloqueos, etc. que aparecen durante el proceso de aprendizaje. Las características específicas de la educación a distancia dificultan la contestación a la siguiente pregunta relacionada con la evaluación formativa de los alumnos: ¿cuándo evaluar?. La respuesta sería inequívoca si se tratase de educación presencial: durante el proceso de aprendizaje. La cuestión es que, en la modalidad de educación a distancia, el proceso de aprendizaje tiene lugar básicamente en solitario, lejos del profesor tutor. Esto complica la evaluación formativa. ..\RECURSOS\DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA\De la evaluación por plantilla a la evaluación integrada.pdf 13 El hecho de que en la educación a distancia sea más complicado llevar a cabo la evaluación formativa no significa de ningún modo que sea imposible. Tal vez no sea posible una evaluación continua, pero es claramente posible y deseable llevar a cabo una evaluación de tipo formativo. Las ocasiones para llevarla a cabo, que responderían a la pregunta que nos hemos formulado, son las siguientes: En las tutorías individuales: respondiendo a dificultades y dudas planteadas, proponiendo alternativas de búsqueda de información, recuperación o refuerzo, orientando al alumnado en función de demandas expresadas y necesidades detectadas. En las tutorías colectivas: comprobando los aprendizajes adquiridos, los procedimientos utilizados y los bloqueos o problemas específicos de los alumnos. En la corrección de las actividades enviadas por los alumnos La tercera pregunta que puede hacerse en relación con la evaluación formativa de los alumnos es: ¿cómo evaluar? Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían la realización de: Análisis de los procesos de aprendizaje Análisis de tareas Pruebas Para llevar a cabo un análisis de los procesos de aprendizaje es preciso evaluar las estrategias cognitivas que el alumno utiliza para resolver problemas. Se trataría de conocer qué tipo de estrategias utiliza, cuándo las utiliza y cómo lo hace. Las estrategias cognitivas para la resolución de problemas pueden agruparse en las siguientes categorías: • Adquisición de la información • Interpretación de la información 14 • Análisis de la información y realización de inferencias • Comprensión y organización conceptual de la información • Comunicación de la información Es importante que el profesor-tutor conozca qué hacen, cuándo lo hacen y cómo hacen sus alumnos para adquirir la información, para interpretarla una vez adquirida, para analizarla y realizar inferencias; para comprenderla y organizarla adecuadamente, y por último para comunicarla a otros. El conocimiento de todas estas estrategias cognitivas facilita enormemente al profesor la posibilidad de señalar al alumno determinados procedimientos concretos de mejora o modificación de determinadas estrategias cognitivas aplicadas en distintos momentos del proceso de aprendizaje. La dificultad mayor es que este tipo de estrategias no puede observarse directamente a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ello pueden llevarse a cabo dos tipos de acciones. El primero de ellos consiste en la utilización de las tutorías colectivas para observar las estrategias que utilizan los alumnos para adquirir, administrar, incorporar y comunicar la información objeto de estudio, en qué ocasiones usan unas u otras y cómo lo hacen. Aunque no pueden sustituir en duración al conjunto de las clases de la enseñanza presencial, las tutorías colectivas sí pueden proporcionar indicios sobre el modo en que los alumnos manejan la información. El segundo tipo de acciones tiene que ver con la indagación directa y su marco natural son las tutorías individuales. Teniendo en cuenta que determinados aspectos (sobre todos los relativos a la fase de adquisición de la información) presentan dificultades para la observación directa, el tutor debe recurrir a las preguntas directas sobre el modo de actuar de sus alumnos cuando estudian. A continuación se incluye un instrumento para evaluar las estrategias cognitivas para resolver problemas. Se trata de una escala para determinar las frecuencias con las que el alumnado lleva a cabo determinadas estrategias. Puede ser utilizada 15 como escala de observación (en las tutorías colectivas e individuales) o como guía para realizar entrevistas con los alumnos en la tutoría individual. 16 EVALUACIÓN DE ESTRATEGIAS COGNITIVAS PARA RESOLVER PROBLEMAS ALUMNO/A:____________________________ CURSO:____ FECHA:______ Criterio de evaluación: Estrategias Siempre Casi siempre A veces Nunca 1. Adquisición de la información: Recurre a distintos medios y fuentes documentales Toma apuntes Subraya lo importante Realiza esquemas-resúmenes Sigue algún procedimiento para sintetizar/memorizar la información 2. Interpretación de la información: Traduce la información a lenguajes con los que puede operar Atribuye sentido a la situación mediante analogías y metáforas 3. Análisis de la información y realización de inferencias: Sabe comparar la información relativa a objetos diversos Sabe comparar la información procedente de distintas fuentes Predice consecuencias Busca las causas Explica casos particulares a partir de un principio general 4. Comprensión y organización conceptual de la información: Diferencia los tipos de discurso Identifica la estructura de los textos Diferencia las ideas principales de las secundarias Integra informaciones procedentes de diversas fuentes Clasifica los conceptos Establece relaciones jerárquicas entre conceptos 5. Comunicación de la información: Realiza guiones previos a su exposiciones orales Utiliza un lenguaje adecuado a la temática de la que habla Argumenta sus opiniones en sus intervenciones orales Realiza esquemas previos al desarrollo escrito de un tema Realiza sus escritos de forma estructurada Procura que sus escritos sean inteligibles, utilizando letra clara, esquemas y gráficos… 17 Junto con el análisis de los procesos de aprendizaje, es interesante llevar a cabo un análisis de las tareas o trabajos escritos que realiza el alumno. La evaluación de los productos escritos realizados por los adultos es uno de los procedimientos más clásicos de evaluación en la educación a distancia. Lo que sucede es que a menudo sólo se han buscado en ellos los productos del aprendizaje. El procedimiento de evaluación que proponemos aquí es claramente procesual pues, a pesar de que actúa sobre los trabajos remitidos por los alumnos, busca conocer la forma en que se han desarrollado. La siguiente pauta permite al tutor el análisis sistemático de los distintos ejercicios y actividades escritos que le envíen sus alumnos. ANÁLISIS DE LOS TRABAJOS ESCRITOS DEL ALUMNO. ASPECTOS FORMALES ASPECTO DESCRIPCIÓN OBSERVACIONES Hojas sueltas Material del alumno pautado (no editado) no Cuadernos Razones Hojas archivables de su adecuación o inadecuación Otros Hábitos gráficos: - títulos - fechas - márgenes - distribución del espacio Regularidad - subrayados - separación de párrafos - distinción de preguntas y respuestas Orden y organización - otros: Trabajos inacabados: - sí - no Cantidad, frecuencia, justificación Impresión general: - limpieza-descuido - calidad-desinterés Posibilidad de uso para el estudio - orden-desorden - otra: - enlaces entre grafías : sí/no - trazo: seguro-inseguro Escritura y grafismo - tamaño letra: grande/proporcionada/ Circunstancias de la realización de pequeña los trabajos - letra legible-ilegible - otras: 18 El análisis procesual de los trabajos enviados por los alumnos no puede obviar la comprobación de los productos del aprendizaje. Como es sabido, este tipo de evaluación ha sido y es el más utilizado en educación. No nos detendremos por tanto a analizar los distintos procedimientos para llevarla a cabo (que hemos denominado con el término genérico de pruebas) por ser sobradamente conocidos. Únicamente ofrecemos a continuación un instrumento para el análisis de los trabajos escritos enviados por los alumnos. Esta pauta es obviamente genérica, por lo que animamos al lector a que, en función de sus circunstancias concretas (enseñanza, materia y nivel que imparte) la adecue convenientemente a sus necesidades. ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DE LOS TRABAJOS ESCRITOS ASPECTOS SÍ NO Parte de un esquema previo Establece una organización jerarquizada Enlaza y ordena las partes entre sí Cada una de las partes tiene coherencia interna Utiliza material de apoyo Hace explícita la separación entre el material de apoyo y su propia argumentación El material de apoyo utilizado es variado Argumenta adecuadamente sus opiniones Utiliza un razonamiento sólido Usa un lenguaje correcto y adecuado a su nivel formativo Utiliza adecuadamente los signos de puntuación Comete faltas de ortografía Es creativo en el planteamiento del tema Cuida la presentación del trabajo 2.3. La evaluación sumativa La evaluación sumativa coincide con lo que tradicionalmente se ha entendido por evaluación. Es la más utilizada en las instituciones docentes y la que se conoce con mayor precisión. Su característica fundamental es que se utiliza al final de cada periodo de aprendizaje. La evaluación sumativa puede ser periódica y hasta muy frecuente, pero la mencionada característica de ser utilizada después del proceso de enseñanza-aprendizaje la distingue con claridad de la evaluación formativa. 19 La finalidad de este tipo de evaluación es determinar el grado de consecución de los objetivos de aprendizaje por parte del alumnado. Este grado determina la posición relativa de cada alumno en el grupo y lo sitúa en determinados niveles de eficacia, marcados habitualmente (y establecidos normativamente) por una escala de calificaciones conocida. Una característica muy destacada de la evaluación sumativa es que el juicio que en ella se formula es muy genérico. Dicho juicio asigna a los aprendizajes obtenidos una determinada categoría de la escala de calificación, sin discriminar sobre el tipo de capacidades, habilidades o destrezas obtenidas en mayor o menor grado. Sus efectos didácticos no se producen sobre la unidad o el contenido que se ha desarrollado, dado que la evaluación sumativa siempre tiene lugar a posteriori. Puede tener efectos sobre la unidad didáctica o los contenidos siguientes, en cuyo caso actuaría como evaluación inicial, pero no sobre el proceso de enseñanzaaprendizaje cuyo producto evalúa. Al igual que hicimos anteriormente en relación con la evaluación inicial y la formativa podríamos preguntarnos en relación con la evaluación sumativa de los alumnos: ¿qué evaluar?. La respuesta a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes: Conviene evaluar los tipos y grados de aprendizaje necesarios para promocionar a la siguiente unidad didáctica, bloque de contenidos, nivel, curso, etc. La segunda pregunta que cabría hacerse en relación con la evaluación sumativa de los alumnos es: ¿cuándo evaluar? La respuestas a esta pregunta es clara: la evaluación sumativa debe llevarse a cabo al final de una determinada fase de aprendizaje. La tercera pregunta que puede hacerse en relación con la evaluación sumativa de los alumnos es: ¿cómo evaluar? Podría responderse a esta pregunta, en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas, señalando los siguientes procedimientos: 20 Acumulando información procesual (recopilada a lo largo de la evaluación formativa). Realizando pruebas. Confrontando la información obtenida mediante los procedimientos anteriores con la autovaloración del alumno. Analizando las características personales y el proyecto vital del alumno. Para la conformación de un juicio perteneciente a una evaluación de tipo sumativo, sean cuales sean las consecuencias del mismo (desde el paso de una a otra unidad didáctica, a la aprobación de una materia o a la promoción al curso siguiente), es muy conveniente acumular información referente a los procesos y a los productos del aprendizaje. También es importante confrontar la heteroevaluación llevada a cabo por el tutor con la autoevaluación del propio alumno adulto, tanto desde el punto de vista de los resultados del proceso de aprendizaje, cuanto desde la consideración de los logros y dificultades aparecidos durante el mismo. Por último es conveniente tener en cuenta las características de la persona que aprende, así como sus intenciones y motivaciones en relación con el aprendizaje. Es importante subrayar que el hecho de que la evaluación sumativa se realice a posteriori del proceso de enseñanza-aprendizaje, no implica necesariamente que se trate de una evaluación puntual que sólo tenga en cuenta los productos del aprendizaje medidos estrictamente a través de una prueba. Una adecuada evaluación sumativa debería tener un carácter polifacético, incluir elementos procesuales y de producto, comprender además de las apreciaciones del profesor, las de la persona adulta que protagoniza el proceso de aprendizaje, y tener en cuenta las características de ésta. 3. La autoevaluación de la actividad docente La tradición educativa general ha enfocado la evaluación sobre el discente. Éste ha sido el objeto preferente (y aún exclusivo) de atención durante siglos. En las últimas décadas este enfoque tradicional ha dado paso a la consideración del 21 proceso de enseñanza-aprendizaje como un sistema global cuyos elementos constituyentes (docente, discente y contexto) influyen poderosamente entre sí, por lo que la mejora de cualquiera de ellos contribuye a la mejora del proceso general. Este nuevo enfoque ha permitido concebir al docente (y también al contexto o situación de aprendizaje) como objeto de evaluación. Esta consideración de los docentes como objetos de evaluación se ha plasmado en numerosas ocasiones en procedimientos de heteroevaluación de aquellos llevadas a cabo por sus alumnos. Muchas de estas apreciaciones se han centrado en los resultados de la actuación de los profesores. En pocas ocasiones se ha intentado un proceso de evaluación procesual de la acción docente, que permita la mejora de ésta a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Dado que la acción didáctica es un ejercicio profesional, la evaluación de su desarrollo (no la de sus productos) debe realizarse con criterios técnicos. Un buen procedimiento para la mejora (evaluación formativa) de la acción docente es la autoevaluación sistemática. Primero porque es el profesor el primer interesado en la mejora de su trabajo, después porque es el que mejor conoce las particularidades de su actuación en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que participa. Como contribución a esta idea incluimos una escala de autoevaluación de la actividad docente, centrada en los procedimientos más idóneos para realizar las tutorías colectivas. La escala trata de ayudar a apreciar (en términos de frecuencias en las conductas descritas) el grado de realización de determinadas rutinas profesionales necesarias para llevar a cabo adecuadamente las tutorías colectivas. Las mencionadas rutinas se refieren a la planificación de la unidad didáctica, las actividades de inicio de la sesión de tutoría colectiva, la presentación de los contenidos, la comprobación de la comprensión de los contenidos, las actuaciones que permitan la mejora del autoconcepto entre los alumnos y las actividades de evaluación. 22 Instamos al lector a utilizar esta escala a lo largo del curso, en la idea de que podría ayudarle a conocer mejor muchos aspectos de su práctica profesional y a mejorar ésta. 23 AUTOEVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD DOCENTE ASPECTOS SIEM PRE CASI SIEM PRE A VE CES NUN CA A. PLANIFICACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA Planifico cada unidad didáctica Preparo cada una de las sesiones de tutoría colectiva B. ACTIVIDADES DE INICIO DE LA SESIÓN DE TUTORÍA COLECTIVA Informo a los alumnos sobre el objetivo de la unidad Relaciono cada unidad didáctica con otros contenidos del campo y de otros campos de conocimiento Realizo actividades para sondear la existencia de conocimientos y requisitos previos en relación con los contenidos a trabajar Pongo en marcha las actividades programadas si detecto lagunas importantes entre el alumnado Compruebo la representación que se hacen los alumnos de los objetivos de trabajo que se persiguen C. PRESENTACIÓN DE LOS CONTENIDOS Estructuro la presentación respetando, tanto la lógica de los contenidos como las características y necesidades de los alumnos Destaco los contenidos nucleares en relación con los complementarios Utilizo mapas conceptuales, esquemas, cuadros.. Utilizo los materiales curriculares de los alumnos para trabajar con ellos la comprensión de los contenidos Fomento la toma de apuntes por parte del alumnado En las explicaciones utilizo ejes organizadores que abarcan contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales Priorizo la dimensión práctica, funcional y de aplicabilidad de los contenidos Analizo las modificaciones introducidas en lo que había programado Organizo el tiempo de exposición y el de atención a las demandas y trabajo del alumnado En las sesiones de tutoría colectiva predomina un clima relajado Me considero receptivo a las intervenciones de los alumnos 25 D. COMPROBACIÓN DE LA COMPRENSIÓN DE LOS CONTENIDOS Las actividades y preguntas que propongo permiten obtener información valiosa sobre qué y cómo está aprendiendo el alumno Tomo alguna medida cuando los alumnos no han aprendido lo propuesto, tienen dificultades o necesitan profundizar más Compruebo regularmente el grado de aprendizaje de los alumnos Dialogo sobre los aprendizajes propuestos con todos los alumnos Organizo el aula de forma que permita el trabajo cooperativo Planteo actividades que implican distinto grado de complejidad, a fin de responder a distintas necesidades y competencias de los alumnos Ofrezco ayudas distintas de las previstas a determinados alumnos para facilitar su progreso E. ACTUACIONES QUE PERMITAN LA MEJORA DEL AUTOCONCEPTO ENTRE LOS ALUMNOS Propongo algunas actividades que puedan desarrollar todos los alumnos Las actividades propuestas a los alumnos con mayores dificultades responden a sus necesidades, evitando las puramente repetitivas o de mera reproducción El feed-back que proporciono a los alumnos enfatiza sus logros y no sólo sus limitaciones F. ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN Tengo en cuenta el tipo de conocimientos procedimentales específicos que el alumnado debe utilizar en su tarea Tengo en cuenta el tipo de capacidades que el alumnado debe utilizar para resolver las tareas (recuerdo, comprensión, expresión..) La evaluación que llevo a cabo permite obtener información sobre el origen de los fracasos del sujeto, de modo fácil y preciso Utilizo distintos métodos, contextos e instrumentos de evaluación Los criterios de evaluación que utilizo son suficientemente claros Comunico los resultados de la evaluación mediante mensajes relevantes para facilitar el aprendizaje Evito la comparación entre alumnos Promuevo actividades de autoevalución 26 La atención personalizada es, seguramente, el aspecto más característico de la educación a distancia. La propia naturaleza de ésta permite que los participantes avancen cada uno a su ritmo, lo que obliga al profesor tutor a desarrollar una serie de estrategias dirigidas a ofrecer apoyos y soluciones a personas que parten de muy distintas circunstancias y que se encuentran en diversos momentos del itinerario común que, respecto a la construcción de un determinado tipo de aprendizajes, representa un curso. Un panorama tan complejo como el apuntado obliga a que la atención tutorial individualizada sea de alta calidad, pues de otro modo se propiciarían muchos momentos de ansiedad y desencanto, que han sido considerados tradicionalmente como consustanciales a la educación a distancia. La necesidad de que los propios profesores tutores evalúen su propia actuación en el desarrollo de la atención tutorial personalizada a sus alumnos resulta evidente. Con este fin se incluye a continuación un instrumento para la autoevaluación de las tutorías individuales. La autoaplicación sistemática de esta herramienta, al menos mensualmente, permitiría a cada tutor ir ajustando su práctica docente a las necesidades de sus alumnos. Con alguna leve adaptación este instrumento podría ser pasado a los alumnos para que evaluaran la atención recibida. 27 AUTOEVALUACIÓN DE LAS TUTORÍAS INDIVIDUALES NUNCA A VECES CASI SIEMPRE SIEMPRE TIPOS DE TUTORÍA INDICADORES PRESENCIALES TELEFÓNICAS TELEMÁTICAS: CHATS-MENSAJERÍA CORRRES PONDENCIA TELEMÁTICAS: CORREO ELECTRÓNICO Atiendo a mis alumnos utilizando un sistema de cita previa Soy puntual en los horarios de atención Preparo previamente la documentación sobre cada alumno al que voy a atender Llamo a cada alumno por su nombre Recibo a los alumnos en un contexto relajado y poco jerárquico Aseguro la confidencialidad de lo tratado Tengo una estructura tipo para las sesiones tutoriales Dejo la iniciativa al alumno Cito a los alumnos que han perdido el contacto con el curso Atiendo el teléfono durante la totalidad del tiempo programado Uso el teléfono para concertar citas para las tutorías presenciales Trato de resolver telefónicamente dificultades puntuales Trato de resolver telefónicamente grandes dificultades o conflictos Integro la tutoría telefónica con la tutoría presencial Atiendo a mis alumnos utilizando un sistema de cita previa Soy puntual en los horarios de atención Preparo previamente la documentación sobre cada alumno al que voy a atender Trato de que mis alumnos se familiaricen previamente con la tecnología que van a utilizar Planteo la necesidad de utilizar un lenguaje correcto, no abreviado Respondo con rapidez a todos los envíos Incluyo documentación complementaria en mis respuestas Explico exhaustivamente las correciones de los trabajos Señalo la necesidad de cuidar la presentación formal de los trabajos Contesto a diario los mensajes recibidos Escribo individualmente a cada alumno, evitando los mensajes genéricos Señalo con claridad el asunto del que tratan los mensajes Insisto en que los alumnos planteen con claridad el asunto del que tratan sus mensajes Planteo la necesidad de utilizar un lenguaje correcto, no abreviado 28 4. La evaluación de los materiales Uno de los elementos más decisivos de los que configuran el contexto del proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia es el material didáctico impreso. Lo es tanto que de su calidad y adecuación a las circunstancias en que se desarrolle el estudio dependen la dificultad y el éxito en el mismo. Por ello es uno de los elementos del sistema de educación a distancia cuya evaluación resulta más necesaria. Los materiales impresos para la educación a distancia pueden ser evaluados en muy distintos aspectos. Debido a las características de esta unidad nos fijaremos aquí en la autosuficiencia de los mismos (que es una característica esencial en los dedicados a la educación a distancia), concretamente en los aspectos formales de la misma, por entender que resultan de utilidad tanto para los tutores como para los alumnos usuarios de los mismos. Incluimos a continuación una escala de evaluación tomada de (Benavente, J. M., Peña, M. J. y Rogero, A., 1994: 25) Evaluación de la autosuficiencia de materiales escritos. Aspectos formales NO INDICADORES 1) Las orientaciones son motivadoras 2) Los materiales facilitan el aprendizaje significativo 3) Los términos técnicos o científicos están explicados claramente 4) Los términos técnicos o científicos se introducen gradualmente 5) La información esencial está destacada 6) Las partes del material están relacionadas 7) Existen conexiones entre el material y el contexto del alumno 8) Las referencias a autores y obras son las necesarias SÍ Ponde A B C D E ración (5) (4) (3) (2) (1) Total 1 3 3 2 2 1 1 1 1 1 La calificación de cada indicador se calcula multiplicando la valoración asignada en la escala de 1 a 5 por el factor de ponderación que aparece en la segunda columna. 29 9) Estas referencias están debidamente contextualizadas TOTAL 1 1 Como puede observarse, esta escala plantea 9 indicadores relevantes en relación con la autosuficiencia de los materiales didácticos. Dichos indicadores están debidamente ponderados. La escala permite, en primer lugar, señalar la presencia o ausencia en los materiales de cada uno de los indicadores. Permite, en segundo lugar, valorar el grado en que se produce lo marcado en el indicador, en una escala de cinco grados de calidad. Proporciona, por último, la posibilidad de llevar a cabo una valoración cuantitativa. La importancia de evaluar aspectos tales como el grado de autosuficiencia de materiales dedicados a la educación a distancia, está fuera de duda. Sobre todo en momentos en los que los materiales de muchas enseñanzas de esta modalidad no parecen estar muy consolidados. Tan importante es la participación de los profesores-tutores en esa evaluación como la de los alumnos que, en última instancia son los que mantienen una relación más estrecha con los materiales. 30