Medicamentos: originales y copias Parecido no es lo mismo Una sentencia judicial reconoció que, los medicamentos originales y sus “copias”, aunque éstas estén registradas por el Ministerio de Salud Pública, no siempre son iguales. La Justicia señaló, además, que no debe recaer sobre los pacientes la carga de probar que los productos no tienen la misma seguridad y eficacia. N o es verdad, para todos los casos, que los medicamentos originales y los llamados “copias” posean la misma seguridad y eficacia. Los motivos, principalmente, son de carácter técnico. Esto significa que los medicamentos copia, aún los registrados por el MSP y con ello habilitada su comercialización, pueden tener, en muchos casos, efectos diferentes a los del medicamento original. Según el tipo de producto del que se trate, el estado de la técnica requiere una serie de requisitos para acreditar que un medicamento original es “intercambiable” con una copia del mismo. Dichos requisitos varían según la complejidad del producto, lo que determina que no es posible aplicar una regla general para todos los casos. Por otra parte, para ciertos 1 tipos de productos, por sus particulares características, aún no existe un consenso respecto a cuáles son los estudios que deben realizarse para garantizar la intercambiabilidad. En ese caso, cada producto debe contar con sus propios datos de prueba que avalen su eficacia y seguridad. La sentencia 230/2009 del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Segundo Turno del 2 de diciembre pasado, aborda varios de estos aspectos y llega a la conclusión que, en este caso, el Fondo Nacional de Recursos, no puede variar la prescripción realizada por el médico tratante sustituyendo el medicamento indicado por otro supuestamente igual. Para arribar a esta conclusión, la sentencia del Tribunal analiza en forma clara y precisa diversas dimensiones de este problema. No son los pacientes los que deben probar si el medicamento copia funciona igual que el original A priori la conclusión parece obvia. Sin embargo, en la primera instancia de este caso se rechazó la acción promovida porque los pacientes no lograron probar que el medicamento copia a ser suministrado tenía menor eficacia que los originales prescriptos. A la misma conclusión había arribado la sentencia 16/2008 del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Quinto Turno sobre un caso de medicamentos copias para el tratamiento de pacientes portadores de VIH. Sin embargo, no son los pacientes los que deben probar la seguridad y eficacia de un producto. Es el organismo regulador el que debe garantizarla. El problema es que, en muchos casos, el MSP, que admite el registro de los medicamentos copia, no tiene las pruebas necesarias que requiere el estado de la técnica para poder asegurar la intercambiabilidad. Se llega así al absurdo de exigirle al paciente que demuestre su deterioro para acreditar que el producto suministrado no funciona igual que el medicamento inicialmente prescripto. La sentencia resuelve muy bien este punto y pone la carga de la prueba en el lugar correcto. Es el regulador el que tiene que dar las garantías y certezas, no el paciente. 3 El derecho a recibir lo mejor La sentencia entra por último en un aspecto que tampoco resulta menor. El derecho que tenemos todos a acceder a la mejor medicación posible. En ese sentido la sentencia se pregunta ¿por qué no recibir lo mejor?, ¿por qué deben [los pacientes] aceptar copias de medi- Agustín Mayer West [email protected] camentos?, ¿por el solo hecho de vivir en Uruguay? La sentencia deja planteada una serie de preguntas que ameritan un debate sobre el tema. ¿Hasta qué punto debemos resignarnos y aceptar que “es lo que hay, valor”? 2 Debe respetarse la prescripción médica “Si el médico tratante como sucede en autos, entiende que el mejor tratamiento y medicamento que debe tomar su paciente es uno original es una decisión técnica y científica que debe respetarse… La decisión del o los médicos de indicar determinados medicamentos no puede considerarse una decisión menor o caprichosa, ni menos aún sujeta a cambio o condicionamiento de tipo algúno” (Sent. 230/2009 TAC 2°). La prescripción médica debe respetarse, no por ser un capricho, sino porque obedece a una decisión técnica. Somos concientes que no todos los casos y las patologías son iguales. Sabemos también la dimensión que puede tomar este tema. Sin embargo, al menos para ciertas patologías complejas, lo expresado por el Tribunal en la sentencia no puede ser desestimado. W W W . F E R R E R E . C O M