Los humanos de Atapuerca ya tenían rasgos neandertales

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EL PAÍS, viernes 20 de junio de 2014
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Un grupo de científicos trabaja en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). / javier trueba-madrid scientific films
Los humanos de Atapuerca
ya tenían rasgos neandertales
Los científicos presentan siete nuevos cráneos de hace 430.000 años hallados en
el yacimiento de la Sima de los Huesos P La evolución empezó por la masticación
ALICIA RIVERA
Madrid
Ningún yacimiento paleontológico en el mundo se acerca siquiera a la riqueza de la Sima de los
Huesos, en Atapuerca (Burgos).
Si un diente de un homínido supone todo un descubrimiento en
cualquier sitio, en esa cueva se
han recuperado ya 17 cráneos, algunos de ellos completos, y un
total de casi 6.500 fósiles con
unos 430.000 años de antigüedad. Un festín para los científicos
que aporta conocimientos profundos. “Los hombres de la Sima
de los Huesos son el comienzo de
la evolución neandertal, son los
más antiguos de ese linaje”, expli-
ca Ignacio Martínez, profesor de
la Universidad de Alcalá y científico de Atapuerca. “Los rasgos de
la cara y los dientes de los individuos de la sima son típicos neandertales, mientras que la forma
de su cráneo sigue siendo arcaica”, continúa. “Todo apunta a
que la primera evolución hacia el
linaje neandertal está relaciona-
da con la masticación, y son modificaciones que tenían que ver con
el uso intensivo de los incisivos,
como si utilizaran los dientes como tercera mano para ayudarse
en múltiples tareas”, asevera.
Los científicos presentan hoy
en la prestigiosa revista Science,
en un artículo de investigación
destacado, sus últimos descubri-
mientos de la Sima de los Huesos,
incluidos siete nuevos cráneos,
que han elevado a 17 la cifra de
estas piezas del esqueleto claves
para los paleontólogos del yacimiento. “Es la mayor colección de
fósiles humanos antiguos recuperados en una excavación y su estudio arroja luz sobre el origen y
evolución de los neandertales”,
destaca la revista.
“Basándonos en la morfología, pensamos que la gente de la
Sima de los Huesos forman parte
del linaje neandertal, aunque no
tienen por qué ser necesariamente ancestros directos de los clásicos neandertales”, avanza Juan
Luis Arsuaga, codirector de la excavación.
La evolución humana en el
continente europeo de hace unos
500.000 años supone una encruci-
El rompecabezas de reconstruir los fósiles
“Los fósiles de la Sima de los
Huesos… Es como tener 28 rompecabezas de 206 piezas cada
uno”, dice Ana Gracia, especialista en la reconstrucción de
huesos de esta colección de fósiles de Atapuerca. 28 porque es
el número, como mínimo, de individuos de los que los investigadores han recuperado ya restos
en el yacimiento; 206 piezas, explica Gracia, porque es el número de huesos del esqueleto humano... de los individuos de la
sima también. No es que estén
los 28 completos, pero a la hora
de investigarlos hay que tener
en cuenta ese grupo de individuos diferentes, de ambos sexos
y de todas las edades, desde
preadolescentes.
Gracia, investigadora Ramón
y Cajal en la Universidad de Alcalá, lleva casi 30 años trabajando en el equipo de la Sima de los
Huesos y los homínidos son para ella su “otra familia”, dice. Ha
visto crecer este tesoro paleonto-
Ana Gracia reconstruye cráneos de la Sima de los Huesos en su laboratorio. / javier trueba-madrid scientific films
lógico desde los primeros trocitos de hueso descubiertos —una
decena— hasta más de 6.500 en
la actualidad, recuerda. “Intentas tener todos los fósiles en la
cabeza para ir averiguando a
quién puede corresponder cada
uno, a medida que los vamos sacando”, apunta.
Hay huesos humanos de todos los tamaños en la sima, explica Gracia, y las fracturas que
presentan son muy limpias. Además, no están deformados. Ella
se ocupa, sobre todo, de los cráneos. Se han recuperado ya 17:
“El número 4, apodado Agamenón, apareció entero; el número
5 casi, pero está muy completo y
tiene su mandíbula. Tenemos
cráneos en todas las fases de reconstrucción”, añade.
El balance de todos estos
años de dedicación científica a
la Sima de los Huesos es rotundo para Ana Gracia: “Apasionante. Un lujo, un privilegio, un
placer”.
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jada para los estudiosos. En líneas generales, el escenario que
emerge a la vista tras los últimos
descubrimientos es que los humanos que salieron del continente
ancestral de la humanidad, África, por Oriente Medio, se extienden por Eurasia. Hace 1,2 millones de años ya estaban en Atapuerca, como atestigua la presencia de los fósiles del yacimiento
de El Elefante. “Se forman poblaciones aisladas que van separándose evolutivamente y de vez en
cuando hay extinciones, creemos
que condicionadas por las glaciaciones”, explica Martínez. “Desde
luego es un período más complejo de lo que pensábamos”.
Hace en torno a 500.000 años
se sitúa en el norte de la Península Ibérica la población de la Sima
de los Huesos, “que serían como
una tía materna de los posteriores neandertales, no necesariamente la madre”, añade este científico. Es decir, que el ancestro directo de los neandertales sería alguna de esas poblaciones próximas a los humanos de la Sima de
los Huesos, ya con rasgos que serían luego distintivos del linaje.
“Lo que está claro es que no había
entonces una única especie humana, sino varias conviviendo en el
territorio”, remata.
Los neandertales viven en el
continente europeo desde hace
200.000 años hasta que, hace
unos 30.000 o 40.000, desaparecieron. Con su territorio se habían hecho los humanos actuales,
nuestra especie, entrados también desde África como una nueva oleada por Oriente Medio, hace en torno a 50.000 años. Estos
se cruzaron “ocasionalmente con
los neandertales, pero los dos grupos tenían ya algunos rasgos de
incompatibilidad”, comenta en
Science Jean Jaques Hublin, experto del Instituto Max Planck de
Antropología Evolutiva (Alemania). Por esa escasa probabilidad
de tener crías viables al cruzarse
las dos especies, o porque los cruces fueron muy escasos, hay genes neandertales en nuestro genoma, pero no muchos. Hublin califica la Sima de los Huesos como un
“tesoro paleontológico”.
Una de las primeras conclusiones que presentan en Science Arsuaga y sus colegas —firman el
artículo científicos de cuatro continentes y de varias generaciones,
desde los veteranos de la excavación a los becarios actuales— es
que las modificaciones faciales de
tipo neandertal que identifican
en los cráneos apuntan hacia una
evolución de tipo mosaico. Es decir, surgieron grupos de rasgos
anatómicos funcionales en diferentes momentos de la evolución,
descartando así la hipótesis alternativa, es decir, que la evolución
fue un continuo más o menos uniforme en el tiempo.
La Sima de los Huesos es una
pequeña cámara en el fondo de
un sistema de cuevas en la sierra
de Atapuerca, recuerdan los investigadores. Los fósiles humanos están mezclados con restos de carnívoros, sobre todo osos. La acumu-
lación de cadáveres debió de producirse en un episodio único y no
en un proceso prolongado en el
tiempo. Los expertos no tienen
una explicación definitiva sobre
este punto. Lo cierto es que están
ahí, que hay campañas de excavación desde 1984 y que el tesoro
crece cada año, cuando en julio el
Los científicos
están estudiando
si se trata de
una nueva especie
Los homínidos
usaban los dientes
como tercera mano
en múltiples tareas
equipo que lidera Arsuaga regresa a la cueva para continuar la
delicada labor durante un mes.
La datación del yacimiento ha
sido difícil. Primero se dio una antigüedad de 300.000 años, luego
se subió hasta 500.000 y ahora se
ha establecido en algo menos.
“Las fechas más convincentes proceden de los análisis de series de
uranio, de luminiscencia y de paleomagnetismo”, explica desde
EE UU Warren Sharp, especialista del Centro de Geocronología de
Berkeley, quien ha trabajado en
la sima y es uno de los firmantes
del artículo de Science. “La
datación por series de uranio de
los carbonados adheridos al cráneo número 4 indican un rango
de edad entre 410.000 años y
470.000 años con la edad más probable de 434.000 años”, precisa. Y
los otros dos métodos citados dan
resultados compatibles, apostilla.
Con todo lo completo que es el
nuevo trabajo sobre los humanos
de la Sima de los Huesos, deja en
el aire una cuestión importante:
¿de qué especie de trata? Los 28
individuos preneandertales se habían clasificado como Homo heidelbergensis, una especie europea
algo anterior en el tiempo. Pero
Arsuaga y sus colegas lo descartan ahora en su artículo, a raíz del
estudio de tan abundante material fósil. Desde luego, todavía no
son neandertales, aunque presenten ya algunos de sus rasgos, junto con otros primitivos. “En evolución humana, nombrar una especie es un paso delicado que hay
que hacer aportando suficientes
pruebas”, comenta Martínez. “Así
que lo estamos valorando, pero, si
hay un lugar en el mundo donde
se puede nombrar bien una especie por la abundancia de fósiles es
la Sima de los Huesos”, concluye.
Cráneo número 17 de la Sima de los Huesos (Atapuerca). / javier trueba-madrid scientific films
‘Juego de tronos’ en el Pleistoceno Medio
ANÁLISIS
Juan Luis Arsuaga
La publicación de este último artículo en
la revista Science culmina muchos años de
trabajo en el yacimiento de la Sima de los
Huesos de Atapuerca, cerrándose así un
ciclo que comenzó hace ahora 20 años…
cuando éramos jóvenes. En efecto, el año
1993 se publicaron, ocupando la portada
de la revista Nature —la otra grande, con
Science—, tres cráneos encontrados en la
campaña del año anterior. Henry Gee, el
editor de la revista, aún nos recuerda cada
vez que nos vemos su sorpresa y asombro
cuando abrió el sobre que contenía las fotos de los tres cráneos junto con el texto
del artículo el día de Nochebuena de 1992.
Desde entonces se ha continuado trabajando en el yacimiento y en el laboratorio, reconstruyendo pacientemente otros
cráneos, porque son muchos, casi 30, los
esqueletos que se acumularon en la sima
hace más de 400.000 años, según las nuevas dataciones que también se presentan
en este artículo. El resultado es verdadera-
mente espectacular, sin precedentes. Esta
es la única población que podemos decir
que realmente conocemos de una especie
extinguida de homínidos —ahora se suele
escribir homininos, pero prefiero mantener el término clásico—. Los demás fósiles de su época, en todo el mundo, son
restos aislados y, por lo general, incompletos. Prácticamente no se sabe nada del
esqueleto del cuerpo, y los cráneos son
muy raros.
Además de describir los fósiles y compararlos con otros, en el trabajo publicado se
presenta una interpretación de síntesis de
la evolución humana en Europa y del origen de los neandertales, con los que los
fósiles de la sima están relacionados, como venimos diciendo desde finales de los
años ochenta.
Y es que esta fantástica colección permite conocer cosas importantes sobre el
patrón evolutivo. Dos en particular. La
primera es que el desarrollo de los rasgos
típicos de los neandertales no se dio a la
vez en todas las regiones del cráneo, sino
que empezó en la cara y el aparato masticador, con el que está muy relacionada, y
luego se extendió a otras partes del cráneo. Gracias a que se dispone de tantos
cráneos es posible conocer el volumen de
los encéfalos de la población y varía entre poco más de 1.000 y 1.400 centímetros cúbicos. El promedio es más bajo
que el actual, pero los cerebros más grandes de la sima superan a los de muchos
de nosotros. Luego, los neandertales de-
Los cerebros más grandes
de los humanos de
la sima superan a los
de muchos de nosotros
sarrollaron cerebros aún más grandes pero su forma era distinta —más alargada y
más baja— que la de la especie a la que
pertenecemos. Tal vez su mentalidad fuera también distinta.
Por otro lado, y esto es lo más emocionante, de nuestro estudio parece deducirse que a lo largo de Europa, y más allá,
existía no una, sino muchas poblaciones
locales (o paleo-demes, como las llamamos), que se extendían y se encogían según les fuera, disputándose el territorio.
Muchas de ellas, en el tiempo de la sima,
pertenecían a la gran familia neandertal,
pero parece que convivían con otras estirpes más arcaicas, si las dataciones que se
atribuyen a ciertos fósiles europeos son
correctas. Incluso es posible que intercambiaran genes. Así podría explicarse que no
sea del tipo neandertal el ADN mitocondrial de un fémur de la Sima de los Huesos
publicado el año pasado.
Y de tarde en tarde llegaba el apocalipsis en forma de glaciación que hacía inhabitable gran parte del continente. Las poblaciones que vivían en territorios que quedaron cubiertos por el hielo tendrían que
emigrar o extinguirse. Algo parecido a la
saga Juego de tronos que vemos en la televisión. Con su “llega el invierno” y todo.
Juan Luis Arsuaga es catedrático de la Universidad Complutense y director del Centro Mixto
UCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Humanos.
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