Técnicas de los grabados rupestres y su relación con el estilo y motivos: El caso del Oued Tarna Nezha EL KAMALI Universidad Ibn Zohr, Facultad de Ciencias, Departamento de Geología, B.P.8106, 80 000 Maroc de Agadir. Correo electrónico: [email protected] El sur de Marruecos es muy reputado por su riqueza en yacimientos de arte rupestre. El Oued Tarna, situado en la región de Aït Ouazik (Tazarine), es un buen ejemplo de ello, siendo los grabados muy abundantes, especialmente sobre losas de arenisca de la edad Ordoviciana (Paleozoico). Este yacimiento se conoce desde hace mucho tiempo como característico del estilo de Tazina, pero se ha constatado que dichos grabados sacusan a más de un estilo, motivos y técnicas. Nuestra clasificación se basa en la distinción entre los grabados del estilo de Tazina y aquéllos que no pertenecen a él. El estilo de Tazina no debe ser confundido con alguno de los períodos establecidos en el arte rupestre del Sahara. Se caracteriza por una técnica de incisión profunda con pulido; por el contrario, en estos grabados no se ha empleado el picado, ni a nivel del contorno, ni en el interior. Las incisiones profundas son utilizadas principalmente para representar a los animales en perfil con formas curvas, deformando y estirando las extremidades anatómicas: cuellos, cuernos, trompas y las patas son exageradamente largas, estos últimos están terminados generalmente en punta. Geográficamente, los grabados del estilo Tazina están ampliamente extendidos en África del Norte y el Sahara: la densidad es muy alta en todo el sur de Marruecos y en el Atlas sahariano en Argelia, pero también en algunos reductos en el centro del Sahara. Los animales del estilo de Tazina son numerosos y variados representando antílopes, gacelas (fig. a), avestruces, carnívoros, rinocerontes, bóvidos, caballos y jirafas, un búbalo (Buffle antique), etc. A menudo se ha observado asociado a estos animales trampas; las del estilo de Tazina son, en su mayoría, un tipo de lazos, igualmente muy variados (fig. b), óvalos y los denominados como “Radnetze”. Estos últimos están a menudo junto a animales, pero en el único ejemplar que hemos podido identificar en nuestro yacimiento, éste no ha sido el caso. Algunos motivos geométricos están hechos también con la misma técnica. Paralelamente a los grabados del estilo Tazina, se ha observado a otras representaciones que pertenecen a varias épocas (no clasificados como de estilo Tazina), sobre todo, bajo el punto de vista de la técnica utilizada. Todos estos grabados están realizados bien por picado continuo o discontinuo o por incisiones superficiales, poco profundas o algo más profundas. La mayoría de los motivos no pertenecientes al estilo de Tazina están grabados mediante incisiones muy superficiales a moderadamente profundas (fig. entre ellos figuran animales, antropomorfos y algunos objetos tales como el carro, flechas, alabardas, podomorfos, juegos, motivos geométricos, inscripciones diversas (líbico-bereber, romanas y árabes), etc. También se reconoce la presencia de varios grabados realizados mediante un picado de diversa profundidad, con incisiones profundas, pulidas o sin pulir posteriormente, de superficiales a moderadamente profundas. Las formas geométricas se corresponden con diversas ornamentaciones en base a líneas paralelas, reticulados y espirales (fig. c), algunas formas son consideradas como decorativas. Los temas del resto de los motivos son también muy variados: animales, antropomorfos, podomorfos, figuras geométricas, trampas, armas, un carro, inscripciones de líbico-bereber, juegos, etc. La técnica del picado está muy diversificada en los diferentes motivos. En ciertos grabados solo se ha trabajado sólo el contorno, en otras sobre toda la superficie (fig. d) mostrando animales, objetos, así como representaciones geométricas simples y complejas (fig. e). Un intento de datación relativa del yacimiento del Oued Tarna, ha sido posible a partir de unos excepcionales carros de Marruecos hechos con incisiones poco profundas y sabiendo que el caballo con el carro llegó al Sahara aproximadamente 1.500 años A.C. Un segundo intento de datación del yacimiento es la escritura líbico-bereber cuyos orígenes no se remontan a más de últimos siglos antes de nuestra era. Teniendo en cuenta la diversidad de la técnica en nuestro yacimiento y la identificación de los temas señalados, se testifica la presencia de representaciones rupestres de varios periodos. Los resultados detallados de nuestro trabajo se comunicarán en el Congreso.