HOMICIDIO EN OCASION DE ROBO

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HOMICIDIO EN OCASION DE ROBO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA PROVINCIA DE BUENOS
AIRES.
En el Acuerdo P. 36.212 (Ac. y Sent. 1987-I-228) se sostuvo por
mayor’a que si el homicidio se produce "con motivo u ocasi—n" de un robo, el
mucho mayor da–o jur’dico derivado de la pŽrdida de una vida no disminuye
porque en el contexto del robo (que es su causa decisiva) se intercale una
justificante en favor del autor del homicidio. El homicidio justificado -como lo
fuera en el caso, los cometidos por personal policial-, no deja de ser homicidio
pues este vocablo del art. 165 del C—digo Penal simboliza el hecho de matar a
otro.La SCJBA en los casos 36.212 y otras en cuanto a que la figura del
art’culo 165 del C—digo penal se refiere a un complejo de delitos y que la ley no
distingue cuando habla de homicidio; que no se puede separar el
desapoderamiento de la muerte porque hubo continuidad entre el primer
enfrentamiento y el segundo y que aquella se produjo en el proceso ejecutivo
del robo.Que la citada doctrina legal se reproduce por el Tribunal Superior de
esta Provincia en P. 50.142, 49.935 y otras donde se ha sostenido que el art.
165 del C. Penal no distingue, en tanto se refiere a un homicidio, de modo que
por medio de esta calificante se pena m s severamente el robo del cual resulta
una muerte.75,%81$/'(&$6$&,Ï13(1$/:
MUERTE DE UNO DE LOS COAUTORES POR PARTE DE UN TERCERO
SALA PRIMERA:
...Mendez no fue la autora de la muerte de su compa–ero, y esta fue
colocada en cabeza de un integrante de la comisi—n policial que participara en
el enfrentamiento, y dicha evento da–oso -muerte- result—. por otra parte,
justificado por el ordenamiento jur’dico vigente, pues se caus— por el
funcionario policial en cumplimiento de su deber.Por lo tanto, como no hubo soluci—n de continuidad entre el robo y la
resistencia a la autoridad en la que perdiera la vida el coautor del il’cito
mencionado, aprecio que el homicidio que aparece en el tramo de esta
conducta -aparte de que evidentemente debi— ser materia de un
pronunciamiento definitivo formal distinto y fuera colocado en cabeza de otra
persona- excede lo descripto como elemento normativo del tipo del art. 165 del
C—digo Penal: "muerte de una persona".&R Q IR UP H 6DOD , V HQ WHQ F LD G HO HQ F DX V D Q ž 0 HQ G H] 0 DUF HOD 1HOO\
s / Rec u rs o d e Cas ac i— n (Reg is tro 69/1999), El el m is m o s en tid o d el 3/12/99 en
c au s a 186: Go n zalez, id em d el 10/5/2000 en c au s a 655: L ag ar
SALA SEGUNDA:
Cabe desechar la posibilidad de encuadrar la conducta sub examine en
la figura del art. 165 del C—digo Penal si el resultado homicidio fuese accidental
e independiente de la culpabilidad del autor, so pena de infringir la disposici—n
del art. 19 de la Constitucional Nacional y el denominado principio de
culpabilidad.
Estos delitos no son simples sumas de delitos base m‡s la
consecuencia, porque si as’ fuera todos los delitos tendr’an que verse
calificados por una consecuencia grave, sino son aquellos que pueden importar
la realizaci—n de un riesgo espec’fico, la materializaci—n de un peligro que
frecuentemente se observa realizado en el curso de ciertas actividades
delictivas, de una consecuencia que surge directamente de la acci—n base por
ser el riesgo que este genera cuantitativamente incontrolable...
Las figuras calificadas requieren que el resultado sea provocado directa
e inmediatamente por el hecho doloso base, sin que la mediaci—n del
comportamiento imputable de un tercero o de la v’ctima, alteren el sentido de la
causalidad proveniente de aquel peligro, que est‡ referido a otros como
v’ctimas de esas acciones que conforman la conducta y no a los autores de la
conducta...
En el caso de autos la muerte igual se hubiera producido no s—lo si el
imputado hubiera ido a robar sin arma (y no viene probado que la hubiera
tenido) sino tambiŽn si no hubiera ido a robar, porque la causa de la muerte fue
la acci—n defensiva de un tercero generada en la utilizaci—n de un arma de
fuego por el autor.
&R Q IR UP H 6DOD ,, V HQ WHQ F LD G HO G HO HQ F DX V D Q ž 2WD]R (s en ten c ia. Reg is t ro 747/2000), en el m is m o s en id o d el 11/10/01 en c au s a 4193:
En c in a, c r is tian Clau d io s / Rec u rs o d e Cas ac i— n (r eg . 827/01), id em d el 13/05/2003
en c au s a 3066: L o p ez, Carlo s A lb erto s / Rec u r s o d e Cas ac i— n (r eg . 279/03)
SALA TERCERA:
En puridad, la figura hist—rica del latrocinio no apreci— el complejo
cuando resultaba muerto alguno de los autores del robo, e incluso algœn vejo
c—digo de los Cantones Suizos lo excluy— expresamente, existiendo un
DQWHFHGHQWH KLVWyULFR OHJLVODWLYR D WUDYpV GHO OODPDGR 3UR\HFWR &RYLiQ ±
Landeira (1912) que establec’a en su art’culo 702, que el culpable de robo con
violencia o con intimidaci—n en las personas era castigado con pena de 24 a 30
a–os, cuando para facilitar o consumar el robo o asegurar la impunidad, se
cause la muerte de alguna persona, que no haya tenido participaci—n en el
delito, o lo que es igual, contemplaba espec’ficamente la muerte de un extra–o,
y la mismo tiempo exclu’a la de alguno de los culpables.
A prop—sito de algunas decisiones del Tribunal Supremo Espa–ol
similares a la de la Suprema Corte, de anterior integraci—n, de la que se aoya la
Fiscal’a ante el Tribunal, se ha dicho que las mismas desconocen cual es la
relaci—n t’pica del robo con homicidio, cual es la ratio del precepto y a quien va
dirigida su protecci—n, record‡ndose que las cr’ticas llegan incluso a revestir
PDWULFHV LUyQLFRV FRPR HO H[SUHVDGR HQ ³'RPLQJXH] \ *DOYiQ´ FXDQGR VH
quiere llevar la postura que no comparto a sus œltima consecuencias, como si
en el aborto con resultado muerte o lesiones (de la embarazada) debiera
responder el abortador, por aborto con lesiones graves, si despuŽs de realizar
la acci—n, tropieza, cae y se lesiona (Gimbernat Ordeig), siendo
dogm‡ticamente incorrecto hacer responsable al resto de los ladrones de la
muerte de uno de ellos producida en la persecusi—n, y por disparos del que
persigue.
Exigir en estas situaciones, expresa Quintano RiollŽs, plena
responsabilidad por homicidio a los autores del robo, constituye un defecto
imperdonable de tŽcnica jur’dico penal y hasta de falta elemental de equidad,
por no decir de estricta justicia material, ya que nadie es responsable mas que
de sus propios actos o de los que de ellos derivaren de una forma normalmente
SUHYLVLEOHFIUHQGHWDOOH0DULD,VDEHO0DUWLQH]*RQ]DOH]³(OGHOLWRGHURERFRQ
KRPLFLGLR´%RVFK%DUFHORQD
...Luego, como no se puede decir que lo que es jur’dico para unos, no lo
sea para otros, ya que las causas de justificaci—n eliminan el injusto para todos,
de manera que quienes se encuentran en el c’rculo de los acontecimientos, no
pueden ser perjudicados posteriormente, y por el principio de legalidad tampoco
es factible independizar el homicidio del sujeto activo y pasivo, pues todo delito
los tiene, propongo al acuerdo se asuma competencia positiva a nivel de la
calificaci—n, estableciendo que el hecho del juicio por el cual quedan
condenados como coautores H.J.F y R.O.A configura el delito de robo con
DUPDVHQJUDGRGHWHQWDWLYDDUWV\LQFžGHO&3
Co n fo rm e Sala Terc era, s en ten c ia d el 19/06/2003 en c au s a 7024: Fig u ero a,
Ho rac io Y A r c e, Ro b erto Os v ald o s / Rec u r s o d e Cas ac i— n . (r eg . 384/03). En s im ilar
s en tid o d el 5/06/2003 en c au s a 5233: Can tero , Ro b erto s / Rec u rs o d e Cas ac i— n .
(reg . 337/03):
MUERTE DE UN TERCERO:
SALA PRIMERA:
No cabe duda alguna, que en caso de resultar muerto un tercero ajeno a los
autores del robo, estos deben responder, en su caso por el robo agravado por
el resultado "homicidio" (art. 165 del C—digo Penal) en concurso ideal con el
homicidio simple del art. 79 del C—digo Penal, para el autor de la muerte,
porque tales dos encuadramientos no se suplen, rec’procamente.&R Q IR UP H 6DOD , V HQ WHQ F LD G HO HQ F DX V D Q ž 0 HQ G H] 0 DUF HOD 1HOO\
s / Rec u rs o d e Cas ac i— n (Reg is tro 69/1999)
SALA SEGUNDA
³/D DJUDYDQWH TXHGD GHELGDPHQWH FRQILJXUDGD FXDQGR TXLHQ UHVXOWD
muerto es la propia v’ctima del robo a ra’z de la violencia ejercida en el
GHVDSRGHUDPLHQWR´
Tiene dicho nuestra corte Provincial y ello fue receptado por esta sala en
FDXVDQžFDUDWXODGD³=DU]D*DEULHO0DQXHO´TXHODILJXUDFRQWHQLGDHQ
el art. 165 del CP constituye un robo y no un homicidio y que basta que la
muerte se produzca con motivo u ocasi—n de aquel para que queden incursos
en la figura todos los part’cipes del desapoderamiento violento, siendo
irrelevante el grado de participaci—n en el homicidio puesto que la misma solo
debe analizarse con respecto al robo (Co n f. S.C.B .A . c au s a P 37.633 y 41.1469
en tre o tras ), debiendo solo excluirse de la citada figura aquellos supuestos en
los que el resultado cualificante aparezca como un hecho accidental
subjetivamente desvinculado del autor pues lo contrario implicar’a violar el
precepto contenido en el art. 19 de la CN al prohibir la causaci—n de un
resultado que no se haya podido siquiera prever.
...Si bien el tipo agravado del art. 165 del CP no resulta aplicable cuando
se produce la muerte de uno de los coautores del robo a manos de la v’ctima
cuya intervenci—n altera el sentido de la causalidad ese fue el supuesto de
KHFKR HQ ³RWD]R´ OD DJUDYDQWH TXHGD HQ FDPELR GHELGDPHQWH FRQILJXUDGD
cuando quien resulta muerto es la propia v’ctima del robo a ra’z de la violencia
ejercida en el desapoderamiento.
Si la muerte no puede atribuirse al dolo del imputado, la subsunci—n en
los tŽrminos del art. 165 del C.P. requiere la comprobaci—n de un nexo de
antijuridicidad segœn el cual la violaci—n del deber de cuidado debi— ser la causa
determinante de aquella, extremo Žste que en el caso aparece debidamente
configurado toda vez que el deceso se produjo como consecuencia de la
violencia ejercida por quienes violaron el debido cuidado al decidir ir a robar con
un arma de fuego.
La ley no exige ninguna relaci—n subjetivamente condicionada y la œnica
limitaci—n que cabe hacer al aspecto subjetivo de la conducta proviene de la
consideraci—n a nivel de la tipicidad del principio de culpabilidad, en virtud del
cual ninguna conducta deviene t’pica si no es actuada con dolo o, al menos,
con culpa, excluyŽndose los supuestos de muertes accidentales...
Precisamente cuando el tipo requiere como elemento de naturaleza
normativa que el homicidio sea resultante del robo, utiliza un lenguaje propio de
las figuras preterintencionales, donde las conductas comienzan siendo dolosas
y concluyen en un resultado culposo no deseado.
³HOKHFKRTXHGDLJXDOPHQWHFRPSUHQGLGRGHQWURGHODVSUHYLVLRQHVGHO
art. 165 del CP, pues en el robo agravado por el resultado homicidio este puede
VHUWDQWRGRORVRFRPRFXOSRVR´
disidencia Dr. Mancini:
...deseo aclarar que no participo de la postura que tolera que esa base
m’nima de culpabilidad sea la que se ha dado en denominarse de la
culpabilidad culposa. Y ello puesto que en la figura penal que estamos
considerando el dolo es el œnico modo comisivo, por el cual dentro de la
sistem‡tica general adoptada por la ley penal argentina, no encuentro modo de
provocar dogm‡ticamente el corrimiento
Co n f. Sala II, p o r m ay o r’a, s en ten c ia d el 27/12/2001 en c au s a:4116 Dep eller, Hu g o
J o el s / Rec u rs o d e Cas ac i— n . (reg . 1040/2001).
SALA TERCERA:
...tanto la muerte violenta del damnificado en el robo, de alguno de los
policias intervinientes o de un tercero ajeno al mismo..reciben la entera
protecci—n de la ley, ya que todos ellos son sujetos pasivos del delito.
Por cierto que el tema guarda relaci—n con el principio causalista en
FX\DYLUWXGODQRFRQFXUUHQFLDGHOKRPLFLGLRWLHQHYDORU³HUJDRPQHV´DORTXH
se suma, que desde la —ptica del injusto personal en una perspectiva finalista,
no se advierte el dolo reclamado por el tipo, y tambiŽn, que el mayor reproche
del latrocinio responde a la cancelaci—n del bien jur’dico vida de las v’ctimas o
de terceros inocentes, y no de la perteneciente a los autos del conato de robo
enjuiciado...
Co n fo rm e Sala Terc era, s en ten c ia d el 19/06/2003 en c au s a 7024: Fig u ero a,
Ho rac io Y A r c e, Ro b ero Os v ald o s / Rec u rs o d e Cas ac i— n . (r eg . 384/03). En el
m is m o s en tid o d el 5/06/2003 en c au s a 5233: c an tero , Ro b erto s / Rec u rs o d e
Cas ac i— n .
ART. 165 DEL C.P. Y TENTATIVA DE ROBO
SALA PRIMERA:
El tipo del art. 165 del C.P. admite tentativa. Si como se ha se–alado en
la Causa Mendez el homicidio a que se alude en esa figura constituye elemento
normativo del tipo, no hay raz—n para sostener que esa figura escape a las
QRUPDVGHODSDUWHJHQHUDO\±GHWDOVXHUWHGHEDQUHJLUVHSRUODVGHWHQWDWLYD
cuando el hecho contra la propiedad no se ha consumado. La objeci—n relativa
al supuesto beneficio que se acordar’a a los homicidas que tentaran un robo en
desmedro de autores de esa nuda tentativa no reconoce que las pautas de
se–alizaci—n de la sanci—n y las de reducci—n de la pena en el supuesto de
delito frustrado, permiten arribar a una razonable ponderaci—n de la sanci—n.
Ese es el camino de la Doctrina legal de la Suprema Corte local en el
fallo Estigarriba. Creo de tal suerte que la figura que atrapa los hechos de autos
HVODGHODUWSHURFRQODSULVPDGHODUWDPERVGHO&3´
Co n f. Sala I, Sen ten c ia d el 16 d e A g o s to d e 2001: Cau s a 733: B ib b o , Ru b Žn
M arc o s s / Rec u rs o d e Cas ac i— n , en ig u al s en tid o d el 11/06/2002 en c au s a: 2560:
Fran zo n , J o rg e L eo n ard o s / Rec u r s o d e Cas ac i— n . (Reg is tro 267/2002), en el
m is m o s en tid o d el 21/12/1999 en c au s a 139: Ob reg — n , J o rg e Om ar y Riq u elm e.
J u an Ram — n s / Rec u r s o d e Cas ac i— n .
SALA SEGUNDA:
Si bien en principio podr’a decirse que los homicidios dolosos
perpetrados por quien est‡ ejecutando un robo, en caso de no existir las
ILQDOLGDGHV FLWDGDV SRU HO LQFLVR ž GHO DUWtFXOR GHO &3 RUGLQDULDPHQWH
debieran tipificarse en el marco del art’culo 79 del C—digo sustantivo, con las
consecuentes reglas concursales que pudieran corresponder, no menos cierto
es que, en el ‡mbito del art’culo 165 del C.P. pueden encerrarse algunos
sucesos en los que un homicidio doloso resulte del robo emprendido.
Este caso as’ lo muestra.
En efecto, cuando quien est‡ robando pasa sœbitamente a tener en
peligro su vida y sin ninguna otra finalidad que defenderla (no leg’timamente,
claro est‡) agrede mortalmente en forcejeo a quien puede matarlo, entonces su
proceder violento y en definitiva homicida, es directo resultado de esa
necesidad emergente de la que a su vez se sigue, en forma inescindible, el
obrar agresivo, el cual por ende, no devino de una plenamente libre
determinaci—n de matar, sino de una elecci—n (si bien sabida, querida y
YROXQWDULDFRQPHQRVPDUJHQGH³SRWHVWDWLYLGDG´
As’ las cosas propicio que el hecho objeto de juicio se califique
legalmente como configurante de un Robo con resultado de Homicidio en grado
de Tentativa en concurso ideal con Homicidio, en los tŽrminos de los art’culos
42, 54, 79 y 165 del C—digo Penal.
Co n fo rm e Sala Seg u n d a, s en ten c ia d el 29/03/2000 en c au s a 1699: M o is Žs ,
Grac iela M ab el s / Rec . De Cas ac i— n .
El art. 165 del c—digo sustantivo prescribe un robo calificado que, como
tal, debe ser vinculado, cuando sea menester del caso, con el art. 42 del CP.
6X XELFDFLyQ VLVWHPiWLFD ±D FRQWLQXDFLyQ GHO DUW GHO &3 \ HQ HO PLVPR
cap’tulo- as’ lo indica.
/RV WLSRV SUHYLVWRV HQ OD ³SDUWH HVSHFLDO´ GHO &3 GHVFULEHQ DFFLRQHV
consumadas que, sin que existan motivos que lo impidan, deben ser
directamente relacionadas con las extensiones de los tipos previstos en la
³SDUWHJHQHUD´GHOPLVPRFyGLJRFRPRRFXUUHFRQODGHODUWGHO&3
El homicidio que contiene el robo calificado del art. 165 del C.P.
constituye un elemento normativo del tipo y no puede aceptarse que se tenga
por consumado un robo que en realidad fue tentado, por el solo hecho de
haberse perfeccionado no la acci—n sustractora, sino un elemento normativo de
ODILJXUDHQFXHVWLyQ´
&R Q I6DOD6HJ X Q G D&DX V DQ ž5R P HUR V HQ WHQ F LDG HOU HJ 394/02), id em d el 1/08/2000 en c au s a 1224: M o lin a (reg . 651/00), en el m is m o
s en tid o d el 13/05/2003 en c au s a 3066: L o p ez, Carlo s A lb erto s / Rec u rs o d e
Cas ac i— n (reg . 279/03)
SALA TERCERA
La norma del art. 165 del CP, en opini—n de Nœ–ez (Tratado de Derecho
Penal, T IV, parte Especial, pag. 229 y ss Cordoba, 1989), comprende los
homicidios que son un resultado accidental de las violencias ejecutadas con
motivo u ocasi—n del robo (...). El homicidio es aqu’ un suceso eventual que
altera el designio del ladr—n y que resulta, o de las violencias f’sicas ejercidas
por el para facilitar o cometer el robo o para preparar su impunidad; o de las
violencias f’sicas que, sin ser las propias del robo, son ejercidas a causa de
este por el ladr—n o, en fin, de las violencias desenvueltas de la v’ctima o por
terceros a raiz de las violencias del autor, pues la ley, a diferencia de lo que
dispone respecto de las lesiones (art. 166 inc. 1), no requiere que el homicidio
sea causado por las violencias ejercidas para realizar el robo, sino lo que tiene
PXFKRPDVDPSOLWXGTXHHOKRPLFLGLRUHVXOWHGHOURER´
Co n f. Sala III, Cau s a 4075: Go d o y , J av ier M ax im ilian o s / Rec u r s o d e Cas ac i— n ,
s en ten c ia d el 25/09/2001 (Reg is tro 369/2001)
Destaco, sobreabundando y v’a arguendi, en compa–’a de Carlos Creus
(doctrina de la Suprema Corte de Buenos Aires sobre el Homicidio como
DJUDYDQWH GHO URER´ HQ OD /H\ ( TXH OD FLUFXQVWDQFLD GH TXH HO
homicidio sea un elemento normativo del tipo que califica el robo, simplemente
significa que debe tratarse de uno de los homicidios t’picos, pero en este delito
complejo e indisoluble, cuando ese resultado se verifica en ocasi—n del
despliegue de una acci—n tendiente al apoderamiento de la cosa ajena con
fuerza en la misma o violencia f’sica en las personas, o se produce con motivo
de ella, sin perjuicio de que el resultado responda a una normatividad, el robo
es el elemento circunstancial del tipo que pune el resultado de homicidio, con lo
que, va de suyo, para la punibilidad del art. 165 del C—digo Penal aplicado en
origen, el resultado homicidio se tiene que haber verificado, aunque el robo
haya quedado en grado de tentativa.
Co n f. Sala III, s en ten c ia d el 5/12/2002 en c au s a 5530: Piriz, L u c ian o Dam i‡n s /
Rec u r s o d e Cas ac i— n . (Reg . 412/2002), en el m is m o s en tid o , d el 14/11/02 en
c au s a 3718: B alb u en a, A n to n io L u is s / Rec u r s o d e Cas ac i— n (reg 362/02)
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