Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guaman Poma de Ayala

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mugen Visual de las Mujeres
'ario Español. Madrid 1947.
a en comparación con la pintura
',lo/. Madrid 1990.
34.
roca" en VV.AA. Las mujeres en
Imágenes de mujeres en Duby- al
1992. VV.AA. La imagen de las
• a y España. Oviedo 1982. P.
TI. Valladolid 1992.
,n. Madrid 1956.
3iblioteca Nacional. M.s 1713.
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culturas del pueblo español de
oca. Madrid 1995. J. Delumeau.
e: en Sevilla. Sevilla 1974.
WARMIN, MESTIZAS Y CRIOLLAS EN LA OBRA DE
CUAMAN POMA DE AVALA'
Pilar Pérez Cantó
Universid Autónoma de Madrid
Escribir una Historia de la humanidad menos androcéntrica y por
tanto más real, trabajo en el que estarnos empeñadas muchas historiadoras e
historiadores en las últimas tres décadas. lleva aparejada la tarea no sólo de
releer fuentes ya leídas sino la de buscar nuevas fuentes y es en este aspecto
en el que las ilustraciones nos han proporcionado testimonios de gran valor
para recuperar aspectos de la vida de la mujeres que en muchas ocasiones el
lenguaje de los documentos escritos oculta o enmascara.
En este breve trabajo, tratamos de analizar el papel reservado a las
mujeres, fuesen éstas indígenas, warmin, mestizas o criollas en las representaciones gráficas que Felipe Guaman Poma de Ayala nos ha legado como
ilustración de su obra la Nueva Crónica y el Buen Gobierno fechada en Lima
en 1615. A través de sus dibujos el autor amerindio nos transmite no sólo su
concepción sobre las mujeres sino las relaciones entre éstas y los hombres
establecidas en su época y la proyección que de las mismas hace sobre etapas anteriores, convirtiéndose así en una fuente muy especial aunque compleja para conocer el protagonismo de mujeres y hombres en el Altiplano
peruano antes y después de la llegada de los españoles.
Felipe Guaman Poma de Ayala, corno buen súbdito, se creyó
autorizado para dar consejos a su Rey y en ese sentido escribió una
carta-crónica a Felipe III en la que le indicaba cómo debía organizar su
Reino del Perú. La extensión de la citada crónica es de mil ciento ochenta y nueve páginas de las cuales trescientas noventa y ocho son ilustraciones a pluma con las que trata de reforzar el relato. No es nuestra
intención detenernos en el estudio de la tradición pictórica andina ni en
las posibles influencias y códigos culturales utilizados por el autor en
257
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
sus ilustraciones, no pretendemos analizar los dibujos en sí mismos sino
utilizar la información que éstos nos transmiten para evidenciar el papel
de las mujeres en las etapas por él historiadas'.
ción, no cuzcocéntrica
como descendiente de
líos que trasladaron, ut
detentada por el Inca al
1.- El autor y su obra.
Para completar s
do Ayala. F. Pease
facto de su estatus de m
Antes de ocuparnos del objeto de nuestra investigación: La representación gráfica de las mujeres en la obra de Guaman Poma, conviene que presentemos brevemente al autor y a su obra.
Utilizando los datos proporcionados sobre sí mismo por el autor y los
hallados en documentos ajenos a su obra, admitimos como posible su nacimiento en torno a 1550 en San Cristobal de Suntunto, provincia de los
Lucanas en el actual departamento de Ayacucho. Se presentaba a sí mismo
como heredero de dos dinastías reales del Perú prehispánico. Su padre:
..capac apo don Martin Mallqui de Avala, Yaro Bilca, segunda persona del
`. A su madre Juana Curi °cito, coya, hija de Topa Ynga Yupanqui,
la entronca con la dinastía imperial de los Incas. Guaman Poma destacaba la
relevancia de su padre como Señor de los Yarovilcas, étnia anterior a la
dominación incaica, así como la asimilación de éste al entorno del Inca como
capac apo o segunda persona. Sin quiebra en el relato, enfatiza sobre la conversión de su progenitor al cristianismo y su lealtad al Rey de Castilla tras la
llegada de los españoles al altiplano.
Si Guaman Poma estaba dispuesto a hacerse un hueco en el ámbito colonial, su doble ascendencia, de los Yarovilcas y de los Incas, le permitía mayores posibilidades de legitimación a la hora de reivindicar el
Señorío de los Indios Principales". Su ascendencia yarovilca le situaba
fuera de la contaminación de idolatría que él mismo había adjudicado a
los Incas, se colocaba así entre los indios civilizados, creyentes en un Dios
bíblico, con un pasado semejante al de los españoles antes de la venida del
cristianismo y por tanto acreedor de todos los derechos correspondientes
a un pueblo cuya organización no repugnaba a los principios de civilidad
exigidos por los europeos. Contra él y los suyos, Señores étnicos anteriores a la dominación incaica, no estaba justificada la " guerra justa " ni
siquiera para hacer posible la evangelización. Pero por si esta legitima-
258
Pilar Pérez Cantó: tIzartni
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Pilar Pérez Cantó: Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guaman Poma de Ayala
ción, no cuzcocéntrica, no bastare, a través de su madre se presentaba
como descendiente de los Incas, los últimos Señores de los Andes, aquellos que trasladaron, utilizando a su padre como embajador, la soberanía
detentada por el Inca al emperador Carlos V.
Para completar su legitimidad cubrió el flanco español con su apellido Ayala. F. Pease señala que este patronímico establecía una legalización de
facto de su estatus de mediador entre la sociedad andina y la colonial'.
A pesar de todas las dudas que presenta su origen, su tarjeta de visita para el rey, verdadera o falsa, no podía ser más convincente: Don Felipe
Guaman Poma de Ayala, heredero de dos dinastías reales, cristiano viejo,
"emparentado" con un conquistador y leal a la Corona. Desde esta perspectiva podía acometer cualquier tipo de reivindicación para él y su pueblo. La
yuxtaposición de apellidos era la forma más visible de su condición de
mediador entre dos culturas, y la expresión más simplificada de lo que representaba su obra. Llegados a este punto lo que menos nos importa es la veracidad de los datos, lo realmente significativo para nosotros es la intencionalidad del autor, en definitiva cómo quiso él presentarse ante el Rey.
Nuestro autor, uno de los siete hijos que componían su familia, convertido en indio ladino con la ayuda de su hermano mayor Martín de Ayala,
debió pasar su niñez y primera juventud entre Guamanga y Cuzco. Más tarde
continuó su formación al lado de otros eclesiásticos de los que aprendió la
técnica del sermón que, como señalará R. Adorno, utilizó reiteradamente en
su obra. Por documentos ajenos a la crónica sabemos que practicó el oficio de intérprete para la administración civil colonial en casos de composición de tierras. La citada autora ha señalado la posibilidad de que actuase
también como "indio lengua" en la comisión traductora del Tercer Concilio
Limense, - 1582-1583 .
Su posición social no se percibe con claridad, no obstante parece
que esta sufrió altibajos a lo largo de su vida. Su actividad le permitió
cierta movilidad, sobre todo por la región de Guamanga y Cuzco y conocer la capital del virreinato a la que viajó al menos en dos ocasiones. Su
relación con los funcionarios coloniales tanto civiles como eclesiásticos
no estuvo exenta de problemas ya que según sus propias palabras fue des-
259
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
terrado en dos ocasiones. En torno a 1600 debía vivir en Lima, durante
este período intentó según sus propias informaciones, que sus protestas
acerca del comportamiento de los corregidores con los pobres yndios llegaran al Virrey Velasco.
Y que demás del s
dicha historia, comeizsanek
grandes señores antepasad
Guaman Poma, por tanto, llevó una vida marcada por su doble
condición de andino desde el punto de vista étnico y ladino por su formación cultural. Estas características darán a nuestro autor una perspectiva muy especial para valorar su mundo e intentar cambiarlo. A ese fin
dedicará, según sus propias palabras más de treinta años de su vida y el
medio escogido para conseguirlo fue su obra. Creemos, sin embargo,
que la suerte de la obra de Guaman Poma no fue excepcional sino que
por el contrario corrió pareja a la de tantos autores que como él estaban
convencidos de poseer los remedios para "sanar el cuerpo de la
Monarquía" y nunca llegaron a las manos del Soberano, muchos de
estos memoriales acabaron en el cajón de algún funcionario que los
desestimó por considerarlos irrelevantes.
El primer objeti'
súbdito de aconsejar al 1
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copiosa literatura didáci
Guaman Poma, a nuestr
tristas de fines del siglo
todos los territorios de 1
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la reforma moral y socia
de la sociedad colonial, a
propuestas para cada un,
Nuestro autor quiso conseguir con su obra varios fines, probablemente no todos presentes al inicio de la misma, pero que se fueron
haciendo patentes a lo largo de sus numerosos capítulos en los que a la
vez que ofrecía su visión de la sociedad, desgranaba sus preocupaciones
ante el lector y explicitaba sus intenciones de forma paulatina. El primero de sus objetivos fue expresado en las primeras páginas de la crónica. Mediante una ficción, Guaman Poma convirtió a su padre en el
autor de una carta de presentación dirigida al Rey y en ella después de
poner en boca de su progenitor su propia filiación, daba cuenta al
monarca de uno de los fines de su obra:
„que a escrito unas 'Monas de nuestros antepasados agüelos y mis
padres y señores rrevs que fueron antes del Ynga.... y todo el gobierno de los
Yngas hasta su fin y acanamiento. Y la dicha conquista de estos nuestros n-evnos
y despues como se alsaron contra vuestra corona real y de todas las dichas ciudades y trillas, aldeas y prouincias v corregimientos y pueblos.... y que el estilo es
lazil y grane y sustancial y provechoso a la santa fe católica y a la dicha historia
es muy uerdadera como conbiene al supgeto y personas de quien trata.
260
Pilar Pérez Cantó: Warmi,
A través de su ere
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Pilar Pérez Cantó: Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guanum Poma de Apila
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El primer objetivo, por tanto, nacía de la obli gación de todo buen
súbdito de aconsejar al Rey y ayudarle a "descargar su conciencia", principio que era común entre los tratadistas de la época y que daría lugar a una
copiosa literatura didáctico-moral en el barroco español, lo que coloca a
Guaman Poma, a nuestro entender, entre los reformadores políticos o arbitristas de fines del siglo XVI y principios del siglo XVII que proliferaron en
todos los territorios de la Monarquía. Así mismo podía ser utilizada como
guía de confesores, en ella el sacerdote español podría encontrar un catálogo
de errores, relatados en la primera parte de la obra y que seguramente él
conoció en sus viajes corno intérprete al lado del visitador general y extirpador de idolatrías D. Cristóbal de Albornoz. Una especie de guía práctica para
la reforma moral y social de su mundo dirigida a la totalidad de estamentos
de la sociedad colonial, adquiriendo así la categoría de una enciclopedia con
propuestas para cada uno de sus grupos.
la marcada por su doble
nico y ladino por su forJestro autor una perspecatar cambiarlo. A ese fin
lima años de su vida y el
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ley y en ella después de
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A través de su crónica, el autor andino pretendía hacerse un lugar en
la sociedad colonial, sus críticas hacia aquella sociedad fueron, según nuestra opinión, las de un marginado desde dentro del sistema. Para conseguir ese
lugar tuvo que reescribir la historia de su pueblo de tal forma que le permitiese presentar al Monarca una probanza de méritos que minimizando los
costes de la Conquista le proporcionara a él y a los suyos un puesto relevante
en el nuevo orden que propone al Monarca. No importa si para conseguirlo
debe negar la existencia de la Conquista si con ello consi gue anular las mercedes concedidas a los Conquistadores.
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2.- La imagen de las mujeres en la Nueva Crónica y Buen Gobierno.
Desde la primera vez que trabajé en la Nueva Crónica... me llamó
la atención la proliferación de mujeres en sus ilustraciones y sobre todo la
variedad de situaciones en las que ellas protagonizaban el espacio ilustrado o acompañaban a los hombres en el mismo. De los trescientos noventa y ocho dibujos, ciento diecisiete recogen escenas en las que las muje-
261
Representación. Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
Pilar Pérez Cantó: Warnih
res están presentes de forma clara, lo que supone un número muy apreciable si consideramos que no todas las ilustraciones se refieren a la actividad humana sino que un buen número de ellas describen lugares geográficos. Son ligeramente más frecuentes en la parte dedicada a la Nueva
Crónica o historia del Perú antiguo, antes de la llegada de los castellanos,
que en la dedicada al Buen Gobierno en la que se relata la convivencia
entre población autóctona y conquistadores. Sin embargo lo más interesante no es, a mi modo de ver, la frecuencia sino la información que suministra sobre situaciones diferentes antes o después de la llegada de Pizarro
y los suyos al Altiplano andino.
brimiento de América
res indígenas antes y I
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ello la Historia debe a
intentaremos una apro,
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Quisiéramos hacer algunas salvedades que servirán para matizar
nuestras apreciaciones: No debemos olvidar que la obra es una probanza
de méritos que pretende conseguir un fin, que se trata de un amerindio
profundamente aculturado, capaz de escribir en castellano, si bien mezclado con abundantes vocablos quechua, pero también con citas en latín,
que el autor conoce a otros cronistas de los que copia episodios y no siempre cita. que confiesa haber leído historias universales y sobre todo que no
le importa reescribir la historia de su pueblo, forzando la verdad hasta
límites en ocasiones inverosímiles con tal de dar a los suyos un lu gar en
una historia universal equiparable a la de los pueblos europeos.
Finalmente no podemos olvidar que tiene siempre presente a la iglesia y a
los principios del cristianismo y adapta su narración a patrones asumibles
por una religión que confiesa como la suya y que su contestación al sistema colonial es la de un marginado desde dentro del sistema. Incluso desde
un punto de vista formal. la técnica esco gida por el autor para escribir e
ilustrar su obra limita la interpretación que podamos hacer de sus dibujos,
su retórica es la del sermón y corno tal pretende de forma breve y contundente mostrar el problema y señalar el remedio despreciando en muchas
ocasiones los matices. Sus gráficos refuerzan el texto y por tanto no se
pueden estudiar independientemente de él.
Este preámbulo es importante porque de algún modo condicionará nuestra información. La primera pregunta que nos hacemos al leer y
contemplar la obra de Guaman Poma es cuales eran las relaciones
entre hombres y mujeres en la época anterior a la llegada de los castellanos? era la sociedad andina una sociedad patriarcal antes del descu-
262
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Pilar Pérez Cantó: llaman. mestizas y criollas en la obra de Guaman Poma de Avala
brimiento de América por los europeos?, ¿qué papel tuvieron las mujeres indígenas antes y después de la conquista?. Responder a éstas y otras
preguntas sobre las sociedades precolombinas no es tarea fácil y para
ello la Historia debe acudir a préstamos interdisciplinares, no obstante
intentaremos una aproximación.
Las mujeres indígenas o warmin, como se refiere a ellas el autor
utilizando su lengua quechua, aparecen en las ilustraciones de Felipe
Guaman Poma de Ayala desempeñando papeles diferentes, de los que nos
ocuparemos más tarde, no obstante, en general, debemos señalar que al
igual que en la sociedad patriarcal europea, sólo de forma excepcional las
mujeres ocupan la centralidad de la escena y esto sucede cuando se trata
de series paralelas a otras similares en las que los hombres desempeñan el
protagonismo y que han sido expuestas con anterioridad, lo habitual es
que formen parte de relatos cuyos protagonistas son hombres o al menos
esta es la visión que trasmite nuestro autor. El aserto anterior vendría a
contradecir tendencias historigráficas que reconocían la existencia del
matriarcado entre los pueblos preincaicos e incaicos, tomando por tal
unas relaciones de género que tenían su base en los vínculos de parentesco a través de la descendencia paralela de mujeres y hombres y unas
reglas de sucesión matrilineales practicadas por el Inca y entre los Señores
Naturales de etnias preincaicas'".
Las primeras mujeres que ilustran la narración de Guaman Poma, como
no podía ser de otra manera en un relato omnicomprensivo como lo es el suyo,
son las de la Virgen María y la de Eva y para ellas reproduce los estereotipos
de la literatura más tradicional. Por la primera la humanidad fue salvada enmendando de alguna manera la deuda contraída en el origen por la segunda.
La narración que el autor amerindio realiza del pasado andino, no
es necesariamente un relato incaico, él hace referencia a etnias preincaicas y distingue entre ellas diferentes grados de civilidad, no hay que olvidar, como ya se ha señalado, que busca la similitud con los pueblos más
antiguos de Europa. Así remontándose a la creación del primer mundo,
Adan y Eva son representados en un paraíso andino en el que el primer
hombre utiliza como instrumento agrícola el palo plantador de los Andes,
ambos se revisten de pieles y habitan un paisaje montañoso". En las refe-
263
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
Pilar Pérez Cantó: Warn
rencias a Eva la misoginia del autor nos recuerda toda la literatura europea, en gran parte eclesiástica, que responsabiliza a Eva de todas las desgracias del género humano, para Guaman Poma ella introdujo la idolatría,
gran pecado del que se les acusaba y que había justificado, junto a su incivilidad, la conquista hispana y la posterior pérdida de preeminencia de la
población autóctona. Parece claro que para este episodio su información
es prestada y que no hace otra cosa que reproducir de forma acrítica patrones misóginos europeos.
i)
Las ilustraciones, al i g ual que el texto, de la Nueva Crónica y
Buen Gobierno nos remiten a una cierta concepción de la sociedad:
poder político, religión, familia, trabajo, fiestas costumbres....antes y
después de la conquista.
Respecto al poder político en el Incario es destacable el relato
paralelo Incas/Coyas como ocupantes de la cúspide del poder político con
un cierto trato igualitario. Aunque la serie de las Coyas aparece en un
segundo lugar sus descripciones no difieren de las de sus parejas, los
Incas, son hermosas pero también sabias, hijas del sol y de la luna, hechiceras, con gran poder, respetadas por su pueblo al que se dice gobernaban
(Fil. U'. A ellos se les reconoce con exclusividad la guerra y a ellas dar
hijos al mundo pero el resto de virtudes y defectos son similares corno lo
es el protocolo. si exceptuamos la guerra, ambos comparten las andas de
paseo y participan en las ofrendas y fiestas junta al Inca'. El relato de los
Capitanes o capac apo, segundas personas del Inga es acompañado, también en paralelo del relato de las señoras principales sus esposas, aunque
en esta ocasión sólo cuatro de ellas, una por cada suyo o parte del imperio, merece representación gráfica frente a quince de los capitanes o señores principales". Las ilustraciones refuerzan la imagen de una sociedad
muy jerarquizada en la que el Inca ejerce el poder sobre los pueblos vencidos mediante el recurso a la fuerza, al saber y a la instrumentalización
de lo sa g rado. En esa sociedad las mujeres de las capas sociales superiores tienen un papel destacado corno hermana/esposa y más tarde madre
del Inca sobre todo porque la transmisión de la herencia fue matrilineal,
sin embargo, si tenemos en cuenta otras fuentes, su protagonismo político
fue siempre adjunto al de su pareja o hijo. (Fi2. 1)
264
a
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Pilar Pérez Cantó: Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guaman Poma de Ayala
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Ontfá
P11
3
Fig. 1
Lejos de los grupos sociales superiores, con acceso a un cierto grado
de propiedad privada, las mujeres del ayllu, a través de sus madres, gracias
a los derechos de transmisión paralela tenían acceso a la tierra, al agua y a
los rebaños de la comunidad. Silverblatt opina que la conquista incaica no
alteró drásticamente el control tradicional ejercido por las mujeres campesinas sobre los medios de subsistencia'.
La conquista supuso la reestructuración política, social y económica del
espacio andino y desaparecida la organización incaica sólo sobrevivió cierto
poder de las indios e indias principales a los que se les reconoció. colaboración
mediante, sus derechos de preeminencia entre los suyos y en ocasiones mercedes
de la Corona. Los encomenderos, en una región como la del Cuzco donde la burocratización fue lenta, entendieron que el éxito de sus encomiendas dependía de las
alianzas que fuesen capaces de establecer con los indios principales únicos capaces de manejar las intrincadas redes de prestaciones en trabajo/tributo propias del
altiplano. En este contexto las mujeres, según el autor, estaban llamadas a jugar
265
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Usual de las Mujeres
Pilar Pérez Cantó: Warn,
un papel o bien por que contrajeran matrimonio con un español o , sobre todo por
que debían liderar junto a sus maridos, Indios principales, a los de su etnia. Las
principalas son representadas corno indias aculturadas, vestidas a la europea y con
elementos que indican su conversión al cristianismo'. Es interesante señalar el
paralelismo que el autor establece entre civilización, cristianismo y adopción de
costumbres castellanas como el vestido, la lectura y escritura...
aparentes y si bien pi
contraían matrimonio
desarrollaron a lo lar;
apegados a sus cultos
resa el papel de las m
siempre secundario.
En las ilustraciones que hacen referencia a aspectos religiosos existen
notables diferencias entre el papel jugado por las mujeres antes y después de la
conquista. En el período prehispánico, el Inca, Hijo del Sol, presidía las actividades a g rícolas y las ofrendas y peticiones al astro-rey encargado de dar vida a
animales y plantas. En todas las ceremonias las mujeres acompañan a los hombres, si bien ocupando un lugar secundario, tañendo la pandereta. preparando
las ofrendas, pidiendo la lluvia, preparando la tierra..." Mención especial merecen las hechiceras a las que el autor menciona desde su cristianismo en tono
peyorativo o las una o vírgenes del sol a las que hace referencia como vírgenes de los ydolos o monjas haciendo gala, una vez más, de su cristianismo y su
formación castellana. El trabajo de las unas, además de atender al culto, consistía en hilar y tejer el cumbi, tejido finísimo, destinado a las necesidades ceremoniales y al vestido del Inca y su linaje'. Eran severamente casti gadas si quebrantaban su virginidad mientras permanecían al servicio del templo.
Guaman Poma (
las que se confiesa fiel
excepción hecha de los.
res indígenas ora corno
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adultos en la doctrina, r(
en la confesión...'-" En tc
discriminación por ser
El código moral aplicado a las mujeres en la época del Incario era,
según el autor, más igualitario que el implantado por el cristianismo, las
mujeres adúlteras eran castigadas igual que los hombres, a ambos se les
apedreaba y se les exponía a la vergüenza pública o si eran jóvenes se les
colgaba por los cabellos ( Fig. 2)'". No obstante, este planteamiento sexual
tan estricto, más propio de la moral cristiana, nos ofrece dudas hasta el
punto de no poder distinguir qué es propio del Perú antiguo y qué parte
es fruto de la reelaboración de Guaman Poma. Otros cronistas más tempranos, Cieza de León entre ellos, nos indican que fuera del templo no se
tenía gran aprecio por la virginidad. Sin embargo lo que parece relevante
es la igualdad de trato a mujeres y hombres.
El cristianismo introducido por los conquistadores supuso para la
población indígena un cambio profundo en los aspectos religiosos, sin
embar g o las conversiones indígenas en muchas ocasiones fueron sólo
266
Fig. 2
rgen Visual de las Mujeres
Pilar Pérez Cantó: Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guaina'? Poma de Ayala
1 español o sobre todo por
ales, a los de su etnia. Las
vestidas a la europea y con
Es interesante señalar el
:ristianismo y adopción de
;critura...
aparentes y si bien públicamente acudían a la doctrina, se bautizaban o
contraían matrimonio cristiano, las campañas contra las idolatrías que se
desarrollaron a lo largo de la época colonial demostraron que seguían
apegados a sus cultos antiguos. No obstante y en lo que ahora nos interesa el papel de las mujeres, indígenas o no, en la religión cristiana fue
siempre secundario.
Ispectos religiosos existen
¡eres antes y después de la
lel Sol, presidía las activiy encargado de dar vida a
res acompañan a los hom1 la pandereta, preparando
17 Mención especial merele su cristianismo en tono
£e referencia como virgeís, de su cristianismo y su
s de atender al culto, conido a las necesidades cereramente castigadas si que3 icio del templo.
Guaman Poma que distingue entre las verdades del cristianismo, de
las que se confiesa fiel creyente, y los Padres de la Doctrina de los cuales,
excepción hecha de los jesuitas, tiene la peor opinión, representa a las mujeres indígenas ora corno buenas cristianas o sometidas a todo tipo de vejaciones por los curas de la doctrina en multitud de situaciones: niñas y niños o
adultos en la doctrina, recibiendo el sacramento del matrimonio, maltratadas
en la confesión..." En todos los casos las mujeres se ven sometidas a la doble
discriminación por ser indígenas y mujeres. (Fig. 3)
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267
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
La representación de las mujeres criollas tanto si se refiere a mujeres
casadas o a monjas estará marcada por el contexto colonial, ellas ostentan
una superioridad social respecto al mundo indí gena que se hace patente en
sus vestidos y en las situaciones que protagonizan aunque en su ámbito aparezcan como supeditadas al varón'. El autor hace un relato distante de todo
lo que se refiere a la vida cotidiana de los españoles excepto cuando desea
destacar las virtudes o los vicios de los funcionarios coloniales respecto a la
población autóctona y de modo especial cuando pretende evidenciar la superioridad de los encomenderos, corregidores o padres de la doctrina sobre los
indios y los abusos de todo tipo cometidos contra ellos.
No hay que olvidar que los castellanos tomaron posesión del territorio en nombre de la Corona y esperaron que ésta recompensase sus esfuerzos y hazañas con mercedes a costa de las propiedades y el trabajo de la
población indígena, la apropiación de las mujeres por los castellanos se hizo,
por tanto, en un contexto de conquista y ellas se convirtieron en ofrenda a los
recién llegados, en encomendadas para trabajar en las haciendas, servidoras
domésticas, tejedoras de sus obrajes o sujetos de sus abusos sexuales, en
cualquiera de los casos en personas doblemente subordinadas a los hombres
como indígenas y como mujeres y Guaman Poma no escatima esfuerzos para
reforzar con sus dibujos los relatos de dichos abusos, en especial los cometidos por los eclesiásticos". ( Fig. 4 )
Pilar Pérez Cantó: Warmi
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Pilar Pérez Cantó: Warmin, mestizas y criollas en la obra de Guaman Poma de Ayala
El contraste mayor entre la situación anterior y posterior a la
Conquista lo encontrarnos en las ilustraciones que hacen referencia al mundo
del trabajo. Guaman Poma.que dice tomar corno fuente la visita y consiguientes informaciones recopiladas por el virrey Don Francisco de Toledo a
partir de las voces autorizadas de los indios más ancianos, nos transmite con
todo detalle la organización del trabajo en el mundo andino antes de la llegada de los españoles. Según estas informaciones la población autóctona
estaba organizada en diez calles o tramos de edad y todos prestaban su trabajo a la comunidad según sus posibilidades, nadie estaba ocioso. El trabajo
era concebido como una prestación comunitaria, estatal o divina de la cual
se esperaba la correspondiente contraprestación por parte del curaca o jefe
local, el Inca, o el Sol. Contraprestaciones que adquirían la forma de intercambio de trabajo, protección y bienes materiales y espirituales. Las mujeres, divididas en diez calles se ocupan de todo tipo de trabajos: tejen e hilan
en sus edades adultas. hilan si la enfermedad las incapacita para el telar, cuidan del rebaño cuando son adolescentes, recogen frutos y realizan recados
desde los cinco años y sólo son improductivas cuando son bebes de menos
de un año o cuando la ancianidad se lo impide. Al margen de estos trabajos
que parecen propios de las mujeres, nuestro autor las representa compartiendo con los hombres los trabajos agrícolas y las ceremonias relacionadas con
la siembra, cuidado y recolección de las cosechas. Lo más destacable es el
ambiente idílico en el que transcurre la actividad de mujeres y hombres, los
dibujos representan una sociedad idealizada en la que las tensiones están
ausentes y cada miembro de ella ocupa el lugar que le corresponde. La realidad histórica, transmitida por otros cronistas y por Guaman Poma en parte
del texto no habla, sin embargo, de unos pueblos vencidos por los Incas que
aceptan el poder del Incario no siempre de buen grado y de el uso de la fuerza para someterlos.
Por contraste el trabajo de las mujeres y hombres en el tiempo de
la colonia está dibujado y descrito como trabajo compulsivo en beneficio
del conquistador pero sobre todo lo que llama la atención es el grado de
crispación que las ilustraciones trasmiten. Creemos que el objetivo finalista de la obra tiene mucho que ver con el modo de representar la actividad antes y después de la conquista. No negamos que el trabajo compulsivo tuvo lugar y que los curas doctrineros, frailes, encomenderos y corregidores cometieron los abusos que se les adjudican, especialmente con las
269
Representación, Construcción e Interpretación de La Imagen Visual de las Mujeres
mujeres indígenas, (Fig. 5 ) lo que llama la atención es la escasa representación de escenas en las que la población indígena conviva con la criolla,
negra o mestiza sin actos de fuerza'. No obstante, como señala Stern recogiendo otras fuentes a la altura de 1600 eran muchos los indígenas que
vieron en la colaboración con los conquistadores la posibilidad de medrar
dentro del sistema colonial'.
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Fig. 5
A pesar de la crudeza del relato gráfico el autor no deja a los suyos
inermes ante los conquistadores y representa a las indígenas utilizando la
capacidad de recurrir al visitador general reclamando los derechos de su hijo
o al cabildo por creerse injustamente explotada por un clérigo'.
La aportación más relevante, como fuente, es visualizar la presencia
de las mujeres en todo tipo de actividades y con presencia en la sociedad
andina prehispánica y colonial en un grado muy superior a lo que el propio
texto de Guaman Poma expresa. La Nueva Crónica y el Buen Gobierno al
utilizar en su texto el masculino como universal enmascara la presencia
explicitada por los ilustraciones.
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Pilar Pérez Cantó: Warmi
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8 Adorno R., "Wuaman Puma
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9 Guaman Poma de Ayala, F.,
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11 Guaman Poma. F., Nueva
12 Ibidem, p. 115.
13 Ibidem. p. 335.
14 Ibidem. p. 169. La abuela
15 Silverblatt. Irene, Luna, Sc
viales, Cuzco, Perú,1990, p.3.
16 Guaman Poma, F., Nueva
815 y 817.
17 Ibidem, pp. 235. 239, 243
18 Ibidem, p. 397.
19 Ibidem.pp.305 y 307.
20 Ibidem. pp. 625 y 627. 45
21 Ibidem. 403 y 571.
22 Ibidem, pp. 387, 581, 569,
23 Ibidem. pp. 681 y 931.
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1987.
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Pilar Pérez Cantó: Warrant, mestizas y criollas en la obra de Gratinan Poma de Ayala
NOTAS
1 Warmin es el plural de warini, mujer en Quechua y así se refiere siempre en su obra
Felipe Guaman Poma de Ayala a las mujeres indí glenas, que ocupan un papel relevante en
su relato e ilustraciones.
2 Guaman Poma. F.. Nueva Crónica y Buen Gobierno. Madrid. 1987.
3 Sobre la Iconografía de Felipe Guaman Poma de Ayala ver López-Baralt. Mercedes.
Icono y Conquista: Guaman Poma de Ayala, Madrid 1988.
4 Un estudio más detallado en Pérez Cantó, Pilar, El "Buen Gobierno" de Don Felipe
Guamán Poma de Avala. Quito-Ecuador, 1996.
5 Guaman Poma de Ayala, F.. Nueva Crónica y Buen Gobierno. Madrid 1987. p.70
6 Compartimos la opinión expresada por autores como : Adorno.R.. ( 1978 ), CastroKlaren, S.. (1981 ). Chang-Rodriguez.R., ( 1982 ) y Stern. S. J.. ( 1978 ).
7 Pease, F.. Prólogo a Nueva Crónica y Buen Gobierno, de Felipe Guaman Poma de
Ayala, Caracas 1980. págna. XV.
8 Adorno R.. "Wuaman Puma : el autor y su obra" en Guaman Poma T., Nueva Crónica y
Buen Gobierno, Madrid 1987. página. XXXI.
9 Guaman Poma de Ayala, F., Nueva Crónica y Buen Gobierno. Madrid 1987. palmas. 5 y 6.
10 Las tesis sobre el matriarcado, hoy superadas, son reivindicadas por Manuel Ballesteros
en las notas al pié de las ediciones de Cieza de León Y., "La crónica del Perú" y "El Señorio
de los Incas" p.p. 117, 135 y otras. Ver Pérez Cantó. Pilar, "Las crónicas bajo otra mirada:
Las mujeres indígenas en Cieza de León" en Actas del IX Congreso de la Asociación de
Americanistas Españoles, Badajoz, Septiembre, 2000.
11 Guaman Poma. F., Nueva Crónica y Buen Gobierno, Madrid. 1987, Torno 29 a. p.21.
12 Ibidem, p. 115.
13 Ibidem. p. 335.
14 Ibidem. p. 169. La abuela del autor.
15 Silverblatt. Irene, Luna. Sol y Brujas. Género y clases en los Andes prehispánicos y coloniales. Cuzco. Perú,' 990. p.3.
16 Guaman Poma. F., Nueva Crónica y Buen Gobierno, Madrid. 1987. Tomo 29 b. pp.813.
815 y 817.
17 Ibidem, pp. 235. 239, 243 y 251.
18 Ibidem. p. 397.
19 Ibidem.pp.305 y 307.
20 Ibidem, pp. 625 y 627. 451 y 609. 613.
21 lbidem. 403 y 571.
22 Ibidem. pp. 387, 581. 569, 693 y 515,
23 lbidem. pp. 681 y 931.
24 Stern. J.S., Los pueblos indígenas del Pera y el desqfío de la conquista española, Madid.
1987.
25 Guaman Poma. F., Nueva Crónica y Buen Gobierno, Madrid. 1987. pp. 417 y 703.
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