platón - Filoranca

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PLATÓN
Πλάτων
Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus
ideas, o no vale nada el hombre
"El cuerpo es la cárcel del alma inmortal."
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un
buen ciudadano."
"La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por
la multiplicación de los deseos."
BIOGRAFÍA
Platón, que realmente se llamaba Aristocles Podros, y cuyo seudónimo Platón significa el de los hombros anchos, era hijo de una familia que
pertenecía a la aristocracia ateniense, concretamente a la familia denominada Glaucón. Algunas fuentes declaran que su nacimiento ocurrió en
el séptimo día del mes Targelión, equivalente a nuestro actual 7 de mayo. Su padre se llamaba Aristón y su madre Perictione. Durante su
juventud vivió las consecuencias de la guerra del Peloponeso. A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el cual produjo un gran
cambio en sus orientaciones filosóficas. Tras la muerte de Sócrates en el 399 adC, Platón se refugió en Megara durante un breve espacio de
tiempo, donde comenzó a escribir sus diálogos filosóficos. Platón fue discípulo de Sócrates en su juventud y de acuerdo a sus propias
palabras, estuvo presente durante su juicio, pero no en su ejecución. El trato que Atenas dio a Sócrates afectó profundamente a Platón y
mucho de sus primeros trabajos registran la memoria de su maestro. Se dice que muchos de sus escritos sobre la ética estaban dirigidos a
evitar que injusticias como la sufrida por Sócrates volvieran a ocurrir. Después de la muerte de Sócrates, Platón viajó extensamente por
Italia, Sicilia, Egipto y Cirene en busca de conocimientos.
En el 396 adC emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e Italia. En Cirene conoció a Aristipo y al matemático
Teodoro. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquites de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides. En el 388 adC viajó a
Sicilia y en Siracusa, donde quiso influir en la política de Dionisio I y aprendió mucho de las formas de gobierno que plasmaría después en La
República (en griego politeia que significa ciudadanía o forma de gobierno). Sus manifestaciones políticas, que en algunos casos eran
irreverentes con la clase dominante, lo llevaron a prisión. Anníceris de Círene reconoció a Platón en la venta de esclavos y le compró para
devolverle la libertad.En el 361 adC, tras recobrar su libertad, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, donde fundó un centro
especializado en la actividad filosófica y cultural, al cual llamó Academia. El nombre procede de que en dicha finca existía un templo dedicado
al antiguo héroe llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente hasta su clausura por Justiniano I en el 529 dC, pues veía
en esta una amenaza para la propagación del cristianismo. Muchos filósofos e intelectuales estudiaron en esta academia, incluyendo a
Aristóteles.
OBRAS

Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud. Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente
influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología de Sócrates, Critón, Protágoras, Cármides, Laques y Eutifrón.

Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la
Teoría de la Reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Crátilo, Menéxeno, Eutidemo,
Hipias Menor e Hipias Mayor.

Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y
desarrolla con más detalle la de la Reminiscencia. Igualmente se trata de distintos mitos. Destacan: y Fedro.
 Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus El Banquete, Fedón, La Repúblicaideas anteriores e introduce
temas sobre la naturaleza y la medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo y Leyes.
CRONOLOGÍA
Siglo V a.C –IV a.C.
LUGAR
Atenas
DOCTRINA FILOSÓFICA
METAFISICA
La teoría de las Ideas es el núcleo central de la filosofía platónica: ontológicamente las Ideas son los únicos objetos
verdaderamente reales; epistemológicamente son los objetos del conocimiento auténticamente tal; desde el punto de vista de la
moral y político, son el fundamento de la conducta justa, y antropológicamente están a la base del dualismo platónico y le
permiten incluso la demostración de la inmortalidad del alma.
Platón defendió un claro dualismo ontológico, creyendo en la existencia de dos tipos de realidad o tipos de mundos: el mundo
sensible y el mundo inteligible o mundo de las Ideas. El Mundo Sensible consta de realidades particulares, en él que se da la
multiplicidad, el cambio, la generación y la destrucción; es el conjunto de cosas perceptibles por los sentidos, cosas materiales,
temporales y espaciales. Por su parte, el Mundo Inteligible consta de realidades universales, en él se da la unidad; es el mundo de las
Ideas (o "Formas"). Las Ideas no están sometidas a cambio, son eternas, invisibles, no materiales, atemporales y aespaciales. Se
conocen por la razón. Es la auténtica realidad. Las Ideas o Formas no son conceptos o sucesos psíquicos, algo que exista en la
mente; son entidades extramentales, con entidad objetiva e independiente del hombre. Las Ideas son causas de las cosas:
aunque ellas sean el auténtico ser, Platón, a diferencia de Parménides, no negará toda realidad a lo que se da a los sentidos (mundo
sensible); lo sensible, aunque ontológicamente inferior a las Ideas, poseerá también cierto tipo de ser, y éste le vendrá dado por la
imitación o participación de las Formas. La tarea del Demiurgo será precisamente hacer que la materia informe, existente desde
siempre, tome rasgos semejantes a las Ideas.
El mundo de las Ideas está ordenado jerárquicamente pues hay distintos tipos de Ideas y no todas son valoradas del mismo
modo. La lógica interna de los argumentos que utiliza para la defensa de las Ideas tendría que llevarle a mantener que hay Ideas de
todos aquellos términos lingüísticos de los cuales podamos encontrar algún ejemplo, es decir, de todos los términos universales:
"justicia", "bien", "hombre"; pero también "mesa", "pelo", "barro", etc. A pesar de ello, la población de las Ideas postulada por Platón
queda bastante limitada a causa de consideraciones valorativas. Géneros de Ideas que se incluyen en el mundo inteligible: Idea de
Bien, otras Ideas morales (Justicia, Virtud, etc.); Ideas estéticas (especialmente la de Belleza), Ideas de Multiplicidad, Unidad,
Identidad, Diferencia, Ser, No Ser,. Ideas matemáticas y otras Ideas (Idea de Hombre, etc.). Platón sitúa a la Idea de Bien en la
cúspide de ese mundo; a veces la identifica con la Idea de Belleza e, incluso, con Dios. La Idea de Bien causa lo real pues la conducta
humana se hace con vista a ella y todo lo real tiende a ella (finalidad intrínseca en la naturaleza).
TEORIA DEL CONOCIMIENTO
La realidad se nos muestra plural, efímera, múltiple, en un devenir constante de seres heterogéneos e, incluso,
contrarios. ¿Cómo poder conocer esa realidad tan inestable? ¿Cómo poder aprehenderla si se halla en continuo cambio?
Ha de haber algo que permanezca siempre, que sea estable y que nos permita diferenciar a unos seres de otros para poder
pensarlos y reconocerlos. Si no, ¿Cómo podríamos saber, por ejemplo, que un acto es valeroso o que un objeto es azul?
Tiene forzosamente que existir el valor mismo, el valor en sí, absoluto, para que yo pueda referirlo a las distintas acciones que
se realicen y que sean tales. Tiene que existir lo azul en sí para que yo pueda reconocer como azul un objeto cualquiera.
Estos conceptos absolutos (lo Azul en sí, el Valor en sí, lo Justo en sí), son denominados por Platón IDEAS y éstas responden a
la pregunta socrática ¿Qué es? Es decir, preguntan por la determinación o esencia de de cada cosa: el ser propio de cada cosa,
lo que hace que cada cosa sea lo que es (valerosa, azul, justa, etc. ).
Pues bien, precisamente para Platón la verdadera realidad son las ideas, también llamadas FORMAS, ya que no sólo hacen que
podamos conocer las cosas, sinó que son las responsables de que esas mismas cosas existan materialmente, tal y como las
conocemos. Las ideas son las causas directas de la existencia de todas las cosas: lo material o natural y lo moral.
Con ello Platón intenta conciliar lo absoluto (el ser de Parménides), con lo múltiple: la realidad material siempre cambiante que
es nuestro mundo (Heráclito), la naturaleza, lo cual producirá una profunda escisión, un dualismo entre dos realidades
irreconciliables entre sí:
A. Mundo inteligible o de las ideas : eterno, inmutable, inmaterial, imperecedero. Es la región de las ideas o formas. Estas
constituyen la verdadera realidad, el ser de lo real, las esencias de todo lo existente, no perceptibles por los sentidos, sino
sólo cognoscibles por el entendimiento humano.
B. Mundo sensible : mundo material, mudable, perecedero, de la mera apariencia. Adquiere su ser participando de lo absoluto
de la idea. Las cosa imitan a las ideas, participan, para ser, de las esencias inmutables. Si las ideas están separadas de las
cosas ¿Cómo es posible conocer éstas a través de las cosas mismas? Platón abordará este problema desde tres aspectos u
ópticas diferentes: LA REMINISCENCIA , LA DIALÉCTICA , EL AMOR
LA REMINISCENCIA
El alma, antes de unirse a un cuerpo, habitaba el mundo de las ideas, dedicándose a su contemplación. Una vez en el cuerpo, el
alma olvida todo lo que conocía. Con ocasión del conocimiento sensible va recordando ese mundo eidético, reduciendo la
multiplicidad de los objetos a la unidad de la idea. Por lo tanto, conocer es recordar. Hacer memoria de lo ya sabido.
LA DIALÉCTICA
La dialéctica platónica se puede entender en dos sentidos:como el auténtico conocimiento del filósofo, es decir, dedicado a la
intuición pura de las ideas; y como el método de la filosofía: el camino para alcanzar el verdadero conocimiento.
En "La Republica" nos dice Platón que en el conocimiento es posible distinguir diversos grados que se correlacionan con
distintos grados de realidad:
Por una parte tenemos el mundo de la doxa, opinión, que es el conocimiento sensible de las cosas corpóreas y sus sombras y
reflejos. Abarca la creeencia y la imaginación. Estos grados de conocimiento versan sobre la pura apariencia, y por lo tanto, no
proporcionan un conocimiento verdadero ni fiable.
Otro grado de conocimiento sería la episteme, es decir, el conocimiento científico de la realidad. Abarcaría la diainoia o razón
discursiva del matemático y la nóesis o dialéctica propiamente dicha, que es el conocimiento puro de las ideas.
La imaginación (Eikasia) es el conocimiento menos cierto, pues versa sobre copias (el mundo físico) de una copia o reflejo de lo
real (las ideas).
El reflejo de un pájaro en las aguas de un lago sería una imaginación y ontológicamnte este tipo de entidad no tiene casi ser.
La creencia (Pistis) es el grado de conocimiento que se corresponde ontológicamente con el mundo físico y abarca tanto los
seres orgánicos e inorgánicos como los seres artificiales y creados por el hombre. La física no es una ciencia de lo real, sino de
la apariencia de realidad y, como tal, no aporta verdades necesarias y absolutas. Platón no otorga el título de ciencia a la física,
sino de opinión (doxa).
Lo real es lo invisible para los ojos carnales, pero visible para los del alma. El conocimiento verdadero es únicamente inteligible:
accedemos a él a través de la razón, del entendimiento y no de la sensación. Por eso Platón es considerado un idealista: porque
en su filosofía prima lo formal (esencial, eidético) sobre lo material y físico propio de la sensación (aísthesis).
Si queremos conocer algo con verdad (alétheia) debemos alejarnos lo más posible de la información obtenida a través de los
órganos sensoperceptuales. Todo lo que de universal y necesario encontramos en las cosas no lo aprehendemos a través de
nuestra experiencia sensible, sino mediante el ejercicio puro de la razón (nous). En esto consiste la ciencia o episteme
platónica: salvar las apariencias buscando principios absolutos y permanentes donde detenerse. Sin ciencia (basada en
esencias, ideas) no sería posible establecer leyes y el mundo sería como un barco a la deriva en el Caos. La existencia de las
ideas no sólo salva nuestro conocimiento de la realidad frente a las apariencias, sino que salva al mundo del Caos, otorgándole
orden y racionalidad: Las cosas son como tienen que ser, esto es: como la idea determina y condiciona que sea.
Al tener que contar con la materia, las ideas no se realizan perfectamente en este mundo nuestro, sino de una manera torpe y
aproximativa: aquí no hay "lo azul" en sí, sino miles de tonos y matices que intentan realizar la idea de "lo azul" sin lograrlo. La
imperfección no es de la idea, sino de la copia materializada que nosotros percibimos.
EL AMOR (EROS)
Eros, el amor, es un daimon, un ser intermedio entre dioses y hombres. Por su genealogía, Eros se halla en una situación
parecida a la que tiene el hombre respecto al conocimiento, situado entre la ignorancia y la sabiduría.
De la misma manera que sólo ansía saber aquel que no es absolutamente ignorante (y por lo tanto no sabe de qué carece) ni
absolutamente sabio (pues ya no tendría necesidad de saber nada más), el amor es aspiración al saber y apetito de belleza.
Hijo de la pobreza y de la riqueza, el amor es un impulso hacia aquello que le falta: es pobreza de todo lo bueno y bello que
existe, y por ello impulso hacia aquello de lo que se carece.
¿Por qué Eros es amor a la belleza?
Para un griego como Platón lo bello no es "lo bonito". No es este un asunto meramente estético. La belleza es el resplandor de
la idea en la cosa. Es «presencia», aparecer de la presencia misma de la idea en la cosa misma (mero reflejo de una idea). Esto
es, precisamente, lo que la hace bella "estéticamente". Las cosas son bellas porque nos transportan fuera de lo inmediato y
material, a través de ese resplandor de la idea en lo material. Por eso, Eros implica una ascensión desde las cosas materiales
hasta las ideas mismas. Las cosas hacen de peldaños, de escalones hasta las ideas, ya que reflejan a las ideas mismas y nos
permiten su contemplación y desocultación, mostrándonos la diferencia misma entre el mundo material y el mundo inteligible.
El amor une el mundo divino y el humano; comunica el "espacio", el vacío que media entre el mundo sensible y el inteligible, de
tal manera que todo queda ligado.
En este sentido es un ser intermedio de la misma manera que lo es el alma: aquello que media entre el mundo inteligible y el
mundo sensible: el alma comunica a los hombres con la región divina de las ideas. Con sus idas y venidas, lo eidético se hace
visible a los ojos del alma.
Eros es por eso una desmesura: una locura que nos muestra la fractura de nuestra propia realidad.
ANTROPOLOGÍA CONCEPCIÓN DUALISTA DEL HOMBRE

El hombre esta formado por dos sustancias: alma y cuerpo (una sustancia espiritual y una corporal)

Prioridad y predominio del alma sobre el cuerpo: el hombre es su alma.

Estatus ontológico del alma: una realidad intermedia entre el mundo físico y el mundo ideal.

Platón recibe una influencia directa de las doctrinas pitagóricas sobre la naturaleza del alma y la transmigración de las almas ( o
metempsicosis ).
PSICOLOGÍA PLATÓNICA:
1. Es racionalista: el alma es la sede de todas las facultades racionales
2. Posee claras intenciones éticas: el hombre tiene la necesidad de controlar todas las tendencias instintivas del cuerpo y asegurar una
retribución futura al que practica la justicia contra el inmoralismo. La función del alma es moral: enseñar al hombre a dominar sus deseos,
instintos (relacionados con su cuerpo) y desarrollarse virtuosamente.
3. Posee, también una intención gnoseológica. Gracias al alma el hombre puede acceder al conocimiento de las ideas. Y también la idea del
supremo bien.
TEORÍA DEL ALMA
Platón concibe al hombre como formado por dos partes separadas: alma y cuerpo. Esta unión es accidental:
CUERPO:
1. Es la parte material, y por tanto, perteneciente al mundo físico y sensible.
2. La concepción de lo corporal es negativa y peyorativa: “El cuerpo es la cárcel del alma”, el sepulcro del alma. Es malo porque obliga al alma a
sucumbir a las necesidades materiales: los deseos, las pasiones, los sentimientos, las enfermedades , los miedos o temores...
3º. El cuerpo, por consiguiente, es el responsable del mal en el mundo: de las guerras, la violencia ,de causar deseos o ambiciones en el mundo
por cosas materiales.
4º. Es una pesada carga que obliga al alma a someterse a un proceso de purificación para que tenga acceso al mundo de las ideas.
ALMA
1.Es lo que define al hombre, ya que el cuerpo no es más que una apariencia. Lo que hace que el hombre viva en el mundo físico. El alma
constituye la esencia de lo humano, su parte espiritual.
2. Fue creada por el Demiurgo, tomando como modelo el mundo de las ideas eternas. NO pertenece a este mundo, pero una vez creada por el
Demiurgo ha podido contemplar las ideas y obtener el máximo conocimiento .
ÉTICA
La ética platónica mantiene una estrecha relación con su visión antropológica y metafísica. Alma y cuerpo constituyen dos
elementos no sólo distintos, sino irreconciliables entre sí: el cuerpo es la cárcel del alma, el lugar donde ésta se hace esclava
de lo material y lo pasional. Mientras el hombre permanezca ligado a su cuerpo, se encontrará incapacitado para la felicidad y
para el verdadero conocimiento. Alcanzar estos sólo será posible si dominamos nuestra parte material.
LA VIRTUD COMO SABIDURÍA
A la doctrina que equipara sabiduría y virtud se la denomina intelectualismo ético y ya fue formulada por Sócrates, en un
intento de superación del relativismo de los Sofistas. Los conceptos morales no son fruto de una convención o pacto entre
hombres, ya que se refieren a realidades existentes y permanentes (ideas) que son independientes de la razón y la voluntad
humanas. Sin embargo, es a través de la razón como el hombre puede tomar contacto con la realidad moral, realizándola en su
persona.
A la manera socrática, Platon afirma que sólo el sabio es el virtuoso, porque únicamente conociendo qué es la virtud, es decir, la
idea a la que se refiere el concepto "virtud", hay posibilidad de serlo en la vida práctica. El saber y la virtud coinciden y se
necesitan recíprocamente. Lo Justo en sí, la bondad en sí, la prudencia, etc., esto es, los valores morales existen por sí mismos,
y por ello es posible definirlos objetivamente y, una vez conocidos, llevarlos a cabo en la vida práctica. El sabio no podrá ser
malo, ya que el mal es fruto de la ignorancia, un defecto que no radica en nuestra naturaleza sino en el no cumplimiento de lo
esencial de nuestra naturaleza (la racionalidad).
LA VIRTUD COMO PURIFICACIÓN
Aquí reaparece con toda violencia el antihedonismo platónico: los placeres materiales y corporales no sólo no coducen a la
felicidad, sino que incluso nos la impiden. Virtuoso y feliz será aquel que purifique su alma de las pasiones y "desórdenes" del
cuerpo y se vuelque hacia el mundo eidético, el único capaz de realizar humanamente a el hombre.
LA VIRTUD COMO ARMONÍA ENTRE LAS TRES PARTES DEL ALMA
La virtud puede entenderse tambien como un equilibrio y armonía entre las distintas partes del alma. Debe desarrollarse tal
acuerdo entre ellas que se unifiquen los distintos elementos que conforman el compuesto humano, sometiéndolos a la razón. Es
esta la única que puede regir esta armonización:
Esta división del alma le permitirá justificar la desigualdad social: ésta tiene un origen natural. Los hombres deben pertenecer
a una clase social u otra dependiendo de la clase de alma predominante en ellos. En el cuadro de arriba se muestra un esquema
de la correspondencia entre las clases de alma, sus virtudes inherentes y la clase social a la que pertenecen.
DEL ALMA
CARÁCTER
SITUACIÓN
VIRTUDES
CLASES
SOCIALES
RACIONAL
(nous, lógos)
Inmortal
Cabeza
Prudencia, sabiduría
(Phrónesis, sophía)
Gobernantes-filósofos
IRASCIBLE
(Thymós)
APETITIVA
(epithymía)
Mortal
Mortal
Tórax
Estómago
Fortaleza, valor
(andreía)
Templanza
(Sophrosyne)
Guardianes
Productores
POLÍTICA
¿Cómo sería, pues, la ciudad ideal? Dado que la ciudad debe existir para satisfacer las necesidades de los hombres, ya que éstos no son
independientes unos de otros ni autosuficientes para abastecerse, el primer fin que debe garantizar toda sociedad es un fin económico. Los
hombres tienen diferentes capacidades y habilidades, siendo preferible que cada uno desarrolle las que posee por naturaleza, lo que introduce
la división del trabajo en la organización de la sociedad. En una ciudad ideal deberán existir, por lo tanto, todo tipo de trabajadores: granjeros,
carpinteros, labradores, herreros, etc., de modo que todas las necesidades básicas que de garantizadas, posee una ciudad ideal no puede faltar
de nada. Sin embargo, continúa Sócrates, una sociedad que sólo atendiera las necesidades materiales básicas sería una sociedad demasiado
dura, pues el hombre necesita también satisfacer otras tendencias de su naturaleza relacionadas con el arte, la poesía, la diversión en general,
etc.. El fin de la ciudad, que comienza siendo estrictamente económico, no se limita a la producción de bienes, sino que se encamina más bien a
hacer posible una vida feliz para el hombre.
A medida que la sociedad aumenta en número de ciudadanos, los recursos necesitan ser ampliados, lo que puede dar lugar a la conquista de
territorios vecinos para satisfacer las necesidades de todos, conduciendo a la guerra; pero si seguimos el mismo principio de división del
trabajo tendrá que haber especialistas en la guerra, que sean los encargados exclusivamente de las actividades bélicas, a los que Sócrates
llamará guardianes de la ciudad. Falta todavía algo en esta ciudad ideal: determinar quiénes serán los encargados de gobernarla. A la clase de
los artesanos y de los guardianes hemos de añadir una tercera clase, la de los gobernantes. Éstos serán elegidos de entre los mejores de los
guardianes, que serán llamados desde entonces "auxiliares", reservando el de guardianes para la clase de los gobernantes.
Del análisis de las necesidades sociales que debe cubrir una sociedad ideal deduce Sócrates, pues, la necesaria existencia de tres clases
sociales: la de los artesanos, la de los guerreros o auxiliares, y la de los gobernantes o guardianes. Pero cada una de estas clases ha de tener
unas características distintas a las que poseen en la sociedad actual dice Sócrates. La clase de los artesanos, que generalmente realiza las
actividades productivas pero no obtiene los beneficios económicos de su producción, lo que es fuente de conflictos, ha de ser en la ciudad ideal
la poseedora de la riqueza; del mismo modo será la única clase que tenga derecho a la propiedad privada y a la familia; y ha de permitírsele
disfrutar de los goces materiales que derivan de la posesión de la riqueza. La clase de los guerreros o auxiliares, por el contrario, no puede
tener acceso la riqueza, para evitar la tentación de defender sus intereses privados en lugar de los intereses colectivos, y terminar utilizando
la fuerza contra los ciudadanos; estarán desprovistos de propiedad privada, y tampoco tendrán familia, debiendo vivir en unos barracones en
los que tengan todo lo necesario para realizar sus actividades, en los que vivirán de forma comunitaria, compartiéndolo todo hombres y
mujeres, pues no hay ninguna razón para excluir a las mujeres de ningún tipo de actividad, ya que tanto en el hombre como en la mujer se
encuentran similares dones o cualidades naturales, igualmente útiles para la ciudad. Tampoco la clase de los verdaderos guardianes o
gobernantes tendrá acceso a la propiedad privada ni a la familia, debiendo velar únicamente por el buen gobierno de la ciudad; deberán
centrarse en el estudio a fin de conocer lo bueno para gobernar adecuadamente la ciudad, por lo que su vida estará alejada de todas las
comodidades innecesarias para cumplir su función.
¿Cómo se determinará quiénes han de pertenecer a una u otra de estas clases sociales? Será necesario para ello establecer un proceso
educativo en el curso del cual se podrá determinar qué tipo de naturaleza tiene cada hombre y, por lo tanto, a qué clase social ha de
pertenecer. Aquí establece Sócrates una comparación entre la naturaleza del Estado y la naturaleza del individuo: del mismo modo que en el
estado encontramos tres clases sociales, encontramos en el individuo tres partes del alma, correspondiéndole una virtud a cada una de ellas. El
paralelismo entre la moral individual y la moral del Estado permite establecer que la virtud que corresponde a cada clase social ha de
corresponder a los individuos que la constituyen. La virtud de la clase los artesanos es la templanza, es decir, el disfrute con moderación de los
bienes materiales; la virtud propia de la clase de los guerreros o auxiliares es la valentía o coraje; y la virtud propia de los verdaderos
guardianes gobernantes es la sabiduría. Ahora bien, estas tres virtudes pertenecen, cada una de ellas, a una parte del alma: la sabiduría al alma
racional; la valentía al alma irascible y la templanza al alma concupiscible. Aquellos en quienes domine el alma racional han de pertenecer, por lo
tanto, a la clase de los verdadero guardianes o gobernantes; en quienes predomine el alma irascible, a la clase de los guerreros o auxiliares; y
en quienes predomine el alma concupiscible, a la clase de los artesanos. Habiendo determinado la virtud que corresponde a cada clase social
estaremos en condiciones de determinar en qué puede consistir la justicia en la ciudad ideal: la justicia consistirá, no pudiéndose identificar
con la sabiduría, ni con el coraje, ni con la templanza, en que cada clase social (y cada ciudadano ) se ocupe de la tarea que le corresponde. La
injusticia consistirá en la injerencia arbitraria de una clase social en las funciones de otra: que los auxiliares o los artesanos pretendan
gobernar, por ejemplo.
COSMOLOGIA
La cosmología platónica trata de ofrecer una "narración verosímil" acerca de la formación del cosmos, utilizando para ello tanto elementos
míticos (que hagan accesible a la mayoría la adquisición de estas "conjeturas") como doctrinas y explicaciones propias de otras escuelas
filosóficas: el pitagorismo, el atomismo (Empédocles), etc.
A diferencia de la idea de creación, prropia del cristianismo, los griegos no podían concebir que algo pudiera surgir de la nada (ex nihilo), por lo
que presuponían la preexistencia de ciertos elementos (eternos o fuera del tiempo) a partir de los cuales pudiera originarse el mundo.
El Demiurgo es "dios" porque es bueno y sabio, a diferencia de los hombres que sólo son filósofos. Pero, en contraposición al cristianismo, no es
omnipotente porque no crea el mundo a partir de sí mismo, utilizando únicamente su inteligencia y saber hacer (techné): ha de contar con tres
elementos preexistentes y distintos de él:
1. Las ideas, perfectas y eternas, verdadero modelo que el Demiurgo intentará plasmar (materialmente) con su saber hacer.
2. una masa material, caótica, indiferenciada y móvil. La materia, por sí misma, no es nada más que negatividad, indeterminación, limitación. No
puede ser asimilada a "material" ya que éste supone estar determinado por una idea o forma que lo haga ser algo (madera, carbono, Hidrógeno,
etc. Todos ellos ya son algo determinado, es decir, poseen de hecho una esencia que podemos identificar).
3. El espacio preexistente, receptáculo universal que albergará la diversidad de los seres generados:
Así pues, el Demiurgo, teniendo como modelo el mundo de las ideas, ordena la materia en el espacio siguiendo el Modelo eterno, reproduciendo
el mundo inteligible materialmente de la mejor manera posible, teniendo en cuenta que ha de contar con la indeterminación y negatividad que
introduce lo material: causa de la imperfección, el devenir, la muerte y la inestabilidad propias de todo lo sensible.
Este mundo es por ello, copia e imitación del verdadero mundo de las ideas, que es eterno, perfecto e inmaterial: un "viviente inteligible" como
lo denomina Platón, característica que le otorga más perfección aún, si cabe:
El cosmos es concebido como un gigantesco ser vivo, animado por un alma inteligente que es su principio de movimiento y de orden: el Alma del
Mundo, primera producción del Demiurgo.
De todo ello se desprende que Platón rechazara el mecanicismo de ciertos filósofos presocráticos, que explicaron la formación del cosmos a
partir de causas exclusivamente materiales (fuego, agua, átomos, etc.).
El Demiurgo creó el cosmos de acuerdo con un fin: las ideas, el mundo inteligible. Son estos los que explican por qué el mundo es así y no de
otra manera. Su explicación teleológica considera que las ideas son la causa y el fin del cosmos: las ideas no sólo determinan el ser y el orden
del mundo (puesto que son su determinación, su modelo) sino también su fin: la idea está presente como meta, fin, en "la mirada" del Demiurgo
cuando éste produce el mundo.
INFLUENCIAS Y REPERCUSIÓN POSTERIOR
Podemos sistematizar las influencias que recibe Platón en la elaboración de su doctrina:
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De Heráclito, a través de su maestro Crátilo, admite que la realidad física es puro devenir, y por tanto, es imposible tener un auténtico
conocimiento si nos atenemos exclusivamente a nuestras percepciones sensibles.
De la Escuela pitagórica, su teoría del alma, la trasmigración y la reminiscencia, así como la importancia de las matemáticas, la música, la
astronomía y las ciencias. Durante su estancia en Siracusa también acogió la idea de vida comunitaria de todos los filósofos consagrados
al cultivo de la razón y el fomento del estudio para alcanzar el pleno conocimiento. Ejemplo de este modo alternativo de vida es la
Academia que fundó en Atenas después de su regreso de Sicilia.
De la Escuela de Elea, y en especial de Parménides, aceptará la distinción entre conocimiento inteligible (la vía de la verdad) y el
conocimiento sensible (vía de la opinión). Coincidirá en caracterizar a las Ideas con los mismo atributos que el Ser parmenídeo: unicidad,
inmutabilidad, indivisibilidad, limitación…De Zenón utilizará el método de la dialéctica como modo de avanzar en el conocimiento del
mundo de las ideas.
De Anaxágoras asimilará el concepto de Nous como mente ordenadora del Universo, creando el Demiurgo como configurador de la
materia primigenía tomando como modelo el mundo de las ideas.
De Sócrates, su maestro por excelencia, recibirá la necesidad de buscar la esencia de las cosas y, por tanto, la posibilidad de enunciar
definiciones universales, frente al relativismo gnoseológico de los sofistas. Influye también en su método filosófico, que consiste en
inducir al alumno a que por sí mismo sea consciente de su ignorancia y busque en comunidad dialogada la verdad (mayeútica socrática).
De él recibirá también el interés por el ser humano desde una perspectiva moral: la necesidad de conocer lo que son las virtudes y su
intelectualismo ético.
De los sofistas, aunque hay una crítica a sus métodos y a su relativismo cultural, asume el ideal de la paideia griega (la sabiduría a través
de la enseñanza para convertir al hombre en ciudadano excelente), la reflexión sobre el ser humano en la polis, la ética y la política.
Temas presentes en la época que le tocó vivir a Platón y el profundo deseo de renovar la sociedad reformando a sus miembros a través
de una educación programada.
La repercusión posterior o vigencia actual del pensamiento de Platón en la cultura occidental es difícil de sistematizar. Whitehead,
filósofo y lógico matemático del siglo XIX y XX, afirmó que la influencia de Platón es tan grande que todo lo que se ha escrito,
reflexionado o planteado posteriormente se podría considerar como “simples notas a pie de página de los diálogos de Platón. En líneas
generales a Platón ha ejercido una influencia decisiva en:
1.
En su discípulo Aristóteles, aunque se distanció de su doctrina de las ideas, prosigue la labor de Platón y abriendo nuevas vías de
investigación científica de la realidad.
2. En el cristianismo durante los primeros siglos en los que se fijó el dogma católico. La doctrina cristiana, al carecer de conceptos
propios para explicar la realidad humana, natural y sobrenatural tomará prestado de la filosofía platónica aquellos términos que se
adaptaban mejor a esta religión. El Neoplatonismo como doctrina filosófica y religiosa asumirá esta síntesis, en las figuras de Plotino
y de Orígenes.
3. En Agustín de Hipona quién tomará prestado conceptos platónicos como dualismo alma/cuerpo, el dualismo cielo/tierra, la
infravaloración del mundo sensible, el concepto de Dios como demiurgo...
4. Durante el Renacimiento hay una voluntad por retornar al mundo clásico y de manera indirecta Platón está en la mente de astrónomos
como Copérnico y Kepler cuando pretenden describir el universo en términos matemáticos.
5. Idealismo, en cuanto que propone la tesis de que la realidad es conocida a través de las ideas. Influirá, por tanto, en todo los
racionalistas del siglo XVII (Descartes, Leibniz,), en Kant y en Hegel. Se opone a una concepción materialista y empirista
6. En el Innatismo, puesto que admite que el hombre posee desde su nacimiento ideas sobre la realidad, antes de cualquier experiencia
o aprendizaje posterior. Oponiéndose al empirismo.
7. En el racionalismo en tanto que es la doctrina que afirma que podemos conocer racionalmente la realidad.
8. En el ámbito de la política, su utopía social sirvió para inaugurar un nuevo género literario: la novela utópica, e influirá en autores
como Tomás Moro (“Utopía”). Así los socialistas utópicos del siglo XIX, Fourier, Saint Simon intentan aplicar en la realidad su idea de
sociedad justa.
9. Nietzsche critica duramente a Platon considerando que su metafísica y su concepción del ser humano, excesivamente racional
representaron durante veinticinco siglos los valores de la cultura occidental, olvidando otros aspectos del ser humano de vital
importancia como es la imaginación, el sentimiento, las emociones...
10. En Lógica y filosofía del lenguaje del siglo XX
11. Popper, filósofo de la ciencia del siglo XX, critica duramente a Platón en su obra “La sociedad abierta y sus enemigos”, por considerar
que su modelo de sociedad es un alegato contra la democracia y a favor de una sociedad totalitaria e injusta.
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