LAS VILLAS OLIMPICAS

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LAS VILLAS OLIMPICAS
La regla 37 de la Carta Olímpica, estipula que el Comité Organizador
proporcionará una villa para hombres y otra para mujeres en que los
competidores y oficiales de equipo puedan ser acomodados juntos y
alimentados por un precio razonable”; que las Villas estén localizadas “tan
cerca como sea posible de¡ estadio principal, de los campos de práctica y de
las otras instalaciones”; y, asimismo, que deben hacer los arreglos necesarios
“para acomodar a los jueces, árbitros, inspectores, tomadores de tiempo, etc.
que sean designados por las Federaciones Deportivas Internacionales según las
reglas de¡ COI.”
A fin de dar cumplimiento a estos requerimientos y después de realizar los
estudios correspondientes, el Comité Organizador determinó la necesidad de
construir dos conjuntos: a) uno para competidores y oficiales -considerando
separadamente a hombres y mujeres- y para reporteros acreditados por los
Comités Olímpicos Nacionales y agencias de noticias, b) otro para jueces
y árbitros, participantes en actos del programa Cultural e informadores no
acreditados. El primero de estos conjuntos fue denominado, por acuerdo del
presidente de la República, Patrono de los Juegos, Villa Olímpica libertador
Miguel Hidalgo”, y el segundo también por disposición presidencial, “Villa
Narciso Mendoza”.
las obras se empezaron el 2 de mayo de 1967 e iniciaron sus servicios el 12
de septiembre de 1968. Fueron inauguradas oficialmente por el presidente
Gustavo Díaz Ordaz el 17 del mismo septiembre.
VILLA OLIMPICA LIBERTADOR MIGUEL HIDALGO
Erigida al sur de la ciudad, en la Delegación de Tlalpan, D.
F., ocupó una superficie de nueve hectáreas propiedad del
Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, ampliadas
posteriormente con 20 mil prestados a las autoridades
municipales por una empresa privada. Aun que el
proyecto arquitectónico quedó a cargo de la Secretaría de
Obras Públicas, fue el Banco citado el que, por disposición
presidencial, financió la construcción de
la parte
habitacional del conjunto, quedando el correspondiente a
las demás instalaciones a cargo de la referida Secretaría. Por
su parte, el Departamento del Distrito Federal se encargó
de los servicios municipales correspondientes. Al Comité
Organizador tocó la ejecución de los trabajos de adaptación
para el servicio olímpico y el pago, por concepto de renta,
del interés correspondiente a la inversión realizada. Al
concluir los Juegos los departamentos fueron puestos a la
venta en régimen de propiedad en condominio.
Los veintinueve edificios -de los cuales 24. Se destinaron
a los varones- reunían un total de 5044 habitaciones
y 2572 baños en 904 departamentos. La sección
femenina constaba de tres edificios y los dos restantes
se destinaron al Centro de Prensa. Estos tres conjuntos
estaban construidos independientemente como exige el
reglamento. las otras instalaciones de la Villa Olímpica se
describen a continuación.
El edificio de administración, control y registro, al igual
que la mayoría de las construcciones que se describen
más adelante, fue proyectado y construido por la
Secretaría de Obras Públicas con carácter desmontable
y sirvió de acceso a la Villa. Contó con un área cubierta
para estacionar 100 vehículos y varios andenes para el
movimiento simultáneo de 40 autobuses; vestíbulo de
entrada y oficinas para la acreditación de las delegaciones;
barras de información incluyendo servicios bancarios,
de correo y telégrafos; salas para entrevistas de prensa,
radio y televisión, y estancias para reuniones de los
participantes. Su construcción se realizó entre el 15 de
julio y el 13 de septiembre de 19,68. Los comedores
constaron de seis unidades desmontables, compuestas
cada una por dos salones comedores, cocina, patio de
maniobras, cuarto de máquinas, frigorífico, comedor
para empleados, servicios sanitarios, almacén general y
oficina. Para el efecto, los comedores fueron asignados
a las delegaciones agrupadas de la manera siguiente: el
Número 1, para las de Europa Oriental; el 2 para las de
174
África y Asia; el 3, para las delegaciones latinas; el 4 para
las de Europa Occidental; el 5, para las de habla inglesa, y
el 6 tuvo carácter internacional. Estas instalaciones fueron
construidas entre junio y septiembre de 1968.
El Club Internacional, contiguo a la plaza central de la Villa,
contó con lugares de reposo y recreo para los atletas; su
capacidad fue para 1500 personas simultáneamente y
para 800 espectadores en su auditorio. Tenía además salas
de descanso y de billar, cafetería y alberca exterior. Fue
construido entre junio y septiembre de 1968. Dos clínicas
médicas construidas y operadas por el Instituto Mexicano
del Seguro Social dispensaron los servicios médicos y
fisiátricos. Los gimnasios para entrenamiento de box y
lucha contaban con oficina administrativa, vestidores,
lockers, sanitarios, baños sauna, baños de vapor y bodega.
Fueron realizados entre julio y septiembre de 1968. El
Centro de Prensa, ubicado al suroeste de la Villa, contó
con todos los servicios detallados en el capítulo X, más
estacionamiento para 200 vehículos. Su construcción,
desmontable, ocupó un mes de trabajos.
Las obras ejecutadas en el exterior de la Villa, con carácter
permanente, fueron las siguientes: teatro al aire libre;
pistas de tartán y áreas de entrenamiento similares a las del
Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria. Finalmente,
fueron reconstruidas dos pirámides y explorada otra más,
que fueron encontradas al iniciarse los trabajos de esta
Villa, colindante con la riquísima zona arqueológica de
Cuicuilco.
Otros edificios provisionales se enumeran a continuación:
el que albergó el laboratorio de Genética y Biología
Humanas; el destinado a la administración de Villa Prensa;
el empleado para la edición W libro de resultados; los
que alojaron los talleres de mantenimiento, almacenes
generales, estación de bomberos, centro de lavado; los de
la zona comercial y las habitaciones para el Destacamento
Militar Olímpico.
Un lienzo charro, al suroeste de la Villa, se utilizó para
festivales folklóricos en honor de los huéspedes de la
misma. Además el día 8 de octubre de 1968 se abrió al
culto la Capilla Olímpica dirigida por dignatarios católicos,
evangelistas, ortodoxos, judíos y budistas, quienes oficiaron
conforme a un horario convenido.
Nestor Escalante, del Banco Nacional de Obras Públicas
(arriba), explica algunos detalles del proyecto de
construcción de la Villa Olimpica al licenciado Gustavo
Díaz Ordaz. los acompañan (de izquierda a derecha)
Carlos Garcia, el director del citado Banco Jesús Robles
Martínez y Carlos Humberto Chávez.
Ubicada en el extremo sur de la capital, la Villa Olímpica
Miguel Hidalgo sumó 5044 habitaciones con 2572 baños
distribuidos en 904 departamentos. De sus 29 edificios de
diez niveles, 24 constituyeron la sección masculina, 3 la
femenina, y 2 fueron ocupados por la prensa. Entre otras
Instalaciones de la Villa Olímpica se contaron: la Administración, el edificio de Control y Registro, seis edificios
temporales donde se alojaron los comedores, el Club
Internacional, el Centro de Prensa, un anfiteatro, pistas de
tartán, dos gimnasios y campos de entrenamiento, oficinas
de mantenimiento, almacenes, estación de bomberos, lavandería y locales concesionados. La construcción, empezada el 2 de mayo de 1967, se terminó el 12 de septiembre de 1968. El proyecto fue desarrollado por un equipo
de arquitectos encabezado por Héctor Velázquez.
VILLA NARCISO MENDOZA
Enclavada al sureste de la ciudad (en Coapa) ocupó los
bloques 1 y 3 de un gran conjunto habitacional propiedad
del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos. Sumaron
686 casas y 470 departamentos, con 3474 cuartos y
1314 baños, y fueron construidos entre agosto de 1967
y septiembre de 1968. A diferencia de la Villa Olímpica,
la Narciso Mendoza estuvo constituida por viviendas para
una o varias familias, pero siempre en edificios bajos. En
este caso también el Comité Organizador pagó al Banco
citado, por concepto de renta, el interés de la inversión
en la zona ocupada y los gastos correspondientes a las
adaptaciones.
Dicha Administración General tuvo tres departamentos:
Administrativo y Contable, de Relaciones de Personal
y de Control de Información. Además, creó 6 jefaturas
y se formaron grupos de supervisión para vigilar el
funcionamiento de los servicios concesionados.
Las Villas alojaron 13 835 huéspedes con una estancia
promedio de 20 días atendidos por más de 6 mil
personas.
La cuota cobrada por el Comité Organizador a las
delegaciones deportivas por persona, que comprendía
habitación, comidas y transportes, fue de $ 100 diarios
entre el 12 y el 27 de septiembre; gratuitamente del 28 de
septiembre al 11 de octubre, de acuerdo con la obligación
Para hacer posibles otros servicios que el Comité contraída por el Comité Olímpico Mexicano en BadenOrganizador brindó a los huéspedes, se construyeron Baden, de $ 50 diarios por persona, del 12 de octubre
con carácter desmontable las siguientes instalaciones: bar, al 7 de noviembre. Los demás huéspedes pagaron $ 50
cafetería, restorán y cocina; salón de ensayos, equipado diarios en habitación compartida y $ 100 si la ocuparon
con los implementos necesarios para la práctica de la solos. Las cuotas cubrían el alojamiento, desayuno y
danza; auditorio con pantalla gigante de televisión, unidad servicio de transportes. La comida y la cena tuvieron un
de servicios telefónicos y de comunicación; comedor para precio nominal de $ 25 cada una. A los participantes del
el Destacamento Militar Olímpico, y centro comercial con Programa Cultural no se les confirió el tiempo de cortesía
del periodo de adaptación.
siete locales.
Para su operación fue dividida en cinco secciones, la Villa
Árbitros y Jueces, a la cual se destinaron 356 casas y 110
departamentos; Villa Conjuntos Culturales, con 156 casas
y 150 departamentos; Villa Prensa, con 174 casas y 210
departamentos; la Sección Militar y, finalmente la de Oficinas
Generales. Para la operación de las dos Villas, el Comité
Organizador otorgó en concesión a empresas privadas de
prestigio los siguientes aspectos: alimentación, hotelería,
aseo y servicios generales, operaciones bancarias, venta
de mercancías, peluquería y otros servicios. La atención
médica fue confiada al Instituto Mexicano del Seguro
Social, y las oficinas de correos y telégrafos a la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes.
El esfuerzo de organización y el volumen del trabajo
desarrollado se ponen de relieve con las siguientes
estadísticas: se atendieron diariamente 8 500 cuartos;
se sirvieron 1.2 millones de raciones alimenticias; se
distribuyeron 10 mil piezas de correspondencia postal,
28 151: telegramas y 303 mil piezas diversas (libros,
programas, invitaciones, álbumes, guías, etc.), se duplicaron
481 mil documentos a partir de 1855 originales; se dio
acceso a 20 mil personas del público diariamente y se
atendió a un total de 57 mil visitantes oficiales.
Los principales artículos que se consumieron en los
comedores de las delegaciones, en kilogramos, fueron
los siguientes: 62 115 de nueve clases de aderezos; 9
Por su parte, el Comité Organizador se reservó los 925 de tres tipos de azúcar; 76 780 de carnes de aves
aspectos administrativos y la coordinación y supervisión de (pollos, pavos y patos); 118 706 de carne de res, ternera,
todos los servicios. La administración se planeó en tal forma carnero, cerdo y fiambres; 31811 de pescados y mariscos
que permitió el manejo independiente de cada Villa -y aun frescos y enlatados; 9 568 de flanes, gelatinas y pudines;
de cada edificio- en cuanto a su funcionarniento cotidiano 214 694 de frutas frescas; 17 275 de frutas en almíbar;
y al control del conjunto. La dirección U sistema estuvo a 14938 de granos y semillas; 9567 de cinco variedades de
cargo de una Administración General, responsable ante la harina; 3 102 de crema y 10 827 de ¡eches condensada,
Presidencia, dependiente de la Secretaría general y de la descremada, evaporada y en polvo. Se utilizaron, además
836040 huevos y 68855 litros de leche pasteurizada y
Oficialía Mayor.
homogeneizada.
178
El Club Internacional, inaugurado el 15 de septiembre
de 1968, presentó 24 funciones de¡ Festival Mundial de¡
Folklore; 25 veladas ofrecidas por la Asociación Nacional
de Actores y 9 representaciones organizadas por la
Dirección de Acción Social de¡ Departamento de¡ Distrito
Federal.
Para las competencias de vela escenificadas en el puerto
de Acapulco, la Villa Olímpica se localizó en el Hotel
Caleta. En ella se alojaron 503 atletas, entrenadores,
capitanes de equipo y jefes de delegación de 43 países que
contaron además con servicios médicos. El subcentro de
prensa funcionó en el Hotel Club de Pesca, en donde se
proporcionó alojamiento y alimentación a los reporteros.
Para las pruebas ecuestres, llevadas a efecto en Avándaro,
Valle de Bravo, el Motel Avándaro constituyó la Villa
Olímpica para los 139 miembros de las 13 delegaciones
inscritas. Contaba con Casa Club, en donde se instalaron
las oficinas administrativas, locales comerciales, baños,
vestidores, bar cubierto, terrazas, sala-comedor e
instalaciones de cocina; el edificio “Aquarine”, fue adaptado
como Subcentro de Prensa. Estuvieron a disposición de
los huéspedes canchas de tenis, alberca, chapoteadero,
así como “greens” de golf. Los reporteros fueron alojados
en el Motel Refugio del Salto, próximo al escenario de
competencias.
Las ciudades de Puebla, león y Guadalajara, contaron
con servicios similares a los descritos. Los precios de
alojamiento, en todos los casos, fueron igualados con los
de las Villas de la Ciudad de México.
179
A la llegada de cada delegación deportiva a la Villa se
celebraba una ceremonia de izamiento de banderas. J.
Miranda, gobernador de ésta (enfrente, abajo izquierda)
acompañado por M. Andrade de] Rosal, jefe de la
sección femenina y de un grupo de edecanes (arriba)
dan la bienvenida a los atletas de uno de los 113 países
participantes. El Destacamento Militar Olímpico tomó
parte en las ceremonias y una banda militar tocó el himno
nacional de la delegación.
La Villa Olímpica fue proyectada como un complejo
autosuficiente capaz de proveer a todas las necesidades
de los participantes. En la capilla (derecha) se celebraban
los ritos de las principales religiones. Los locales
concesionados, S, sujetos a un severo control de precios,
vendían diversos artículos, mientras que el servicio de
información dispuso una mesa para cada deporte.
Todos los días, un gran número de invitados visitaba
la Villa. Enfrente, el Príncipe Harald de Noruega y su
esposa (arriba izquierda), María Félix, actriz mexicana
(arriba derecha), el estupendo atleta Jesse Owens (abajo
izquierda) y los príncipes de Mónaco (abajo derecha)
departen con los atletas mientras hacen el recorrido del
enorme complejo arquitectónico.
El personal de una de las 6 grandes cocinas “respira” entre
dos avalanchas olímpicas (3 comidas diarias, más “piscolabis”) de 6 mil atletas y varios miles de participantes. Los
1230 empleados de los restoranes de autoservicio contaron con las instalaciones más modernas. El Centro de
Control de Calidad instaló en la Villa un laboratorio para la
supervisión de los alimentos e higiene general.
Los seis restoranes sirvieron muy variados platillos
-chutney indio, palmitos, almejas importadas-. Un total de
350 variedades. Más de 214 toneladas de frutas frescas,
118 toneladas de carne, 31 de pescados y mariscos y 68
mil litros de leche fresca se consumieron durante las 84947
comidas servidas a los residentes de Villa Olímpica.
Las excavaciones hechas en la Villa Olímpica descubrieron
una parte del centro ceremonial de Cuicuilco, cubierto
por la lava del Xitle desde el primer milenio A.C. Una
de las pirámides, restauradas bajo la dirección de los
arqueólogos, preside los entrenamientos de los atletas.
(Estos campos de entrenamientos estaban equipados
exactamente igual que los de competencias).
Al parejo de los otros escenarios de entrenamiento de
la capital, la Villa Olímpica fue testigo de los rigurosos
ejercicios que se llevaban a cabo en casi todos los
deportes. Un mes antes de verificarse los Juegos, los
atletas entrenaban ya en los gimnasios, pistas, campos
e incluso en las avenidas (prohibidas a la circulación de
coches) de la Villa Olímpica.
Lo suficientemente alejada “del mundanal ruido”, la
Villa Olímpica Miguel Hidalgo fue el marco ideal para el
ejercicio físico y para el descanso. Después de un duro
entrenamiento los atletas regresan con alegre trote a
su residencia, o bien se tumban sobre el mismo tartán
de la pista. Otros, más sibaritas, prefieren los céspedes
salpicados de rocas volcánicas y la tranquila sombra de los
pirulíes (páginas siguientes).
Entre los entrenamientos y competencias, los atletas
jugueteaban y se divertían dentro y alrededor de la alberca
de agua tibia del Club Internacional. Las instalaciones de
este popular club, en constante uso durante los juegos,
patrocinaron la amistad entre los participantes de tan
diversos países.
Si las salas de juego del Club Internacional fueron escenario
de competencias extra-olímpicas, el clima de alegría de
los salones dio pie a encuentros más significativos. Tenía
también este Club, una cafetería, dos auditorios, o incluso,
un pequeño museo con las piezas rescatadas en las
excavaciones de Cuicuilco.
La Villa Olímpica contó con un programa de diversiones
muy variado, en el que se incluían eventos de la Olimpiada
Cultura En su anfiteatro (arriba), próximo a las restauradas
pirámides de Cuicuilco, se presentó el Ballet ldla de Suecia.
El auditorio principal -con cupo para 800 espectadoresfue escenario de funciones nocturnas de grupos de “rock”,
teatrales, o de músicos populares (enfrente).
El evento más sensacional en la vida de la Villa Olímpica fije
la recepción ofrecida a los recién casados Vera Caslavska y
Josef Oldozil. Después de la ceremonia religiosa, celebrada
en la Catedral Metropolitana, la espléndida gimnasta
olímpica y el elegante corredor checo se tapan con un
sarape mexicano, en el salón del Club Internacional.
A 9.6 kilómetros de la Villa Miguel Hidalgo, y conectada
a ésta por el Anillo Periférico, estaba ubicada la segunda
Villa, conjunto residencial totalmente nuevo construido
por un grupo de arquitectos bajo la dirección de Martínez
Ostos (arriba). Durante los Juegos, una sección de Villa
Coapa fue reservada a los 1668 jueces y oficiales, otra
a los 1150 participantes de la Olimpiada Cultural, y una
última a los 555 miembros de la prensa. Como en el caso
de la Villa Miguel Hidalgo, Coapa constituyó un complejo
autosuficiente con restorán, auditorio, tiendas, servicios
médicos y salones de ensayo para uso de los grupos
culturales, como es el caso del Ballet ldla (derecha).
Los residentes de Villa Coapa se reúnen en la explanada
central en la que se colocó una plataforma para los
espectáculos culturales. Los edificios que rodean la plaza
alojaron 3474 habitaciones disponibles para el periodo de
los
Juegos. En un salón de ensayos (arriba) las bailarinas del
Ballet de Dinamarca hacen los ejercicios de barra previos
al ensayo.
Los pintorescos conjuntos folklóricos se reunían en Villa
Coapa antes y después de las numerosas funciones que
daban en la ciudad. Aparecen en esta página (arriba, izquierda) un grupo de huicholes del norte de México; otro de
peruanos (izquierda, centro), de la República Dominicana
(izquierda abajo), cantantes de Nigeria (arriba) y una bailarina del Ballet de Guinea (enfrente).
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