Nivel inicial: 1. El se como un pronombre de objeto indirecto: Se la entregué a la profesora. En este caso hay que aclarar que se emplea el pronombre “se” para referirse a las personas gramaticales: Él, ella, usted, ustedes, ellos y ellas, sólo cuando está presente el pronombre de objeto directo y ambos pronombres están sustituyendo los complementos respectivos. Es importante mencionar que el orden sintáctico es inalterable, o sea, el pronombre de objeto indirecto siempre se coloca antes del pronombre de objeto indirecto, si bien, pueden ir antepuestos o pospuestos en las perífrasis verbales: Se la está entregando / Está entregándosela O pospuestos en el modo imperativo: Entrégasela 2. El se recíproco. Para este uso, se sugiere emplear un esquema como éste, aclarando que no todos los verbos pueden indicar una acción recíproca. 3. El se reflexivo. En este caso, es importante ubicar que los verbos en verdad indiquen una acción reflexiva, en la que el sujeto manifiesta voluntad de llevar a cabo la acción descrita por el verbo. Conviene presentar ejemplos contrastados: Juan bañó al perro / Juan se bañó Nivel intermedio: 4. El se “cuasirreflejo” (llamado así antes) o se intransitivador con sujeto voluntario (llamado así ahora). En este caso, es importante mencionar que los verbos parece que indican una acción reflexiva (su estructura es idéntica a los de se reflexivo), pero la acción descrita por el verbo no manifiesta que la acción del sujeto recaiga sobre sí mismo, si bien el sujeto realiza la acción: Juan siempre se sienta en el sofá azul Juan siempre se levanta a las 6 de la mañana 5. El se “cuasirreflejo” con verbos de emoción (llamado así antes) o se intransitivador con sujeto no voluntario (llamado así ahora). En este caso, es importante acotar que al igual que en el caso anterior, los verbos parecen indicar una acción reflexiva (la estructura es idéntica a los de se reflexivo), pero la acción descrita por el verbo no manifiesta que el sujeto haya ejercido su voluntad respecto a la acción descrita por el verbo. Normalmente remite a verbos que semánticamente expresan emociones, reacciones o estado de ánimo. Juan se alegró con tu llegada. Juan se asustó por el ruido. Cabe destacar que aquí hay un cruce muy interesante con el uso del pronombre de objeto indirecto con verbos que expresan emociones o sentimientos y que se construyen con el modo subjuntivo, como vimos en la unidad anterior. Con excepción de las terceras personas, que emplean le o les, el resto emplea los “mismos” pronombres –morfológicamente hablando. Observa los siguientes ejemplos: (Yo) Me alegro de que hayas venido / Juan se alegra de que hayas venido Me alegra que hayas venido / A Juan le alegra que hayas venido O.I. O.I. 6. El se de voz media (que algunos autores lo incluyen en el anterior, pero tiene sus particularidades, por ello es que lo ponemos en otro apartado) o el se accidental, con el que se da una doble pronominalización. La ventana se cerró. La ventana se le cerró a Juan / A Juan se le cerró la ventana. No es necesario decirles estos términos gramaticales a los alumnos, pero sí es importante hacer notar la diferencia que hay entre una oración como: Juan se baña, en donde existe voluntad o decisión de realizar la acción descrita, y la de La ventana se cerró, en donde no hay tal voluntad o deseo, sino que se trata de un hecho accidental o casual. De ahí se deriva el hecho de que los hispanohablantes recurramos a la doble pronominalización, añadiendo los pronombres de objeto indirecto (me, te, le, nos, les) a acciones que describen accidentes o acciones no planeadas pero, además, se desea indicar al responsable de* los hechos o a quién le afectó la situación. La ventana se me cerró nos da a entender que yo provoqué -sin desearlo- que la ventana se cerrara porque no me di cuenta que había una corriente de aire, por ejemplo. Por eso, los verbos que hacen uso de esta doble pronominalización casi siempre describen situaciones que remiten a este tipo de casos: quemarse, mojarse, olvidarse, declararse, caerse, desmoronarse, derretirse, enfriarse, calentarse, etc. 7. El se pasivo. La pasiva refleja se puede identificar porque el sujeto concuerda en número con el verbo, y puede aparecer en diferentes ubicaciones dentro de una oración: El acuerdo se firmó en Londres / Se firmó el acuerdo en Londres Los acuerdos se firmaron en Londres / Se firmaron los acuerdos en Londres Es importante mencionarles a los alumnos esto de la concordancia y contrastar este tipo de pasiva con la pasiva “verdadera” con ser + participio, con la que la principal diferencia es que no admite la presencia de agente. O sea, puede decirse: Los acuerdos fueron firmados en Londres por el grupo de los ocho Pero no: *Los acuerdos se firmaron en Londres por el grupo de los ocho. Conviene tener en cuenta que las oraciones pasivas reflejas con sujeto oracional son consideradas por algunos gramáticos como impersonales, porque comunicativamente es lo que expresan y nunca se emplean en plural, pero otros autores opinan que se trata también de pasivas ya que admiten la transformación de sujeto a complemento directo: Se dice que van a cerrar la frontera (Que van a cerrar la frontera es el sujeto → “Eso” –que van a cerrar las fronteras- es dicho o “eso” lo dicen). Es útil tener en cuenta esto en el momento de diseñar los ejercicios o dar explicaciones a los alumnos, ya que las verdaderas impersonales con se siguen una estructura diferente y tienen ciertas particularidades, como veremos en seguida. 8. El se impersonal El uso de se impersonal y su distinción con la pasiva refleja no siempre es clara, lo cual explica el hecho de que en ocasiones se empleen preposiciones donde no debería haberlas si se siguiera un régimen gramatical estricto. El se impersonal siempre se construye en singular sin importar si remite a uno o varios elementos; no obstante llega a usarse en forma plural y es cuando se confunde con la pasiva refleja, sobre todo si se emplea con sujetos animados. Al decir: Los invitados se recibieron en la entrada , podría leerse como un se recíproco –con lo que podría haber confusión- por eso normalmente se prefiere decir: Se recibió a los invitados (quizá más de una persona los recibió aun cuando no es importante decir ni saber quién lo hizo). Por ello, es útil aclararles a los alumnos que el se impersonal se emplea en forma singular y que para evitar ambigüedades en español se añade la preposición a en muchos casos. Lo importante es el hecho que se comunica o describe, no quién lo ejecuta. Una vez afianzados estos usos de se, es aconsejable continuar con los otros valores pronominales. Nivel avanzado: 9. El se aspectual. Los verbos que cambian de significado según se usen con se (o el pronombre correspondiente: me, te, se, nos) o no. Acordó la cita por teléfono = Se puso de acuerdo. Se acordó de la cita por casualidad = Recordó En este caso hay varios verbos para los que la única estrategia de aprendizaje parece ser la memorización y la ejercitación. Los más comunes son: recibir / recibirse, dormir / dormirse, discutir / discutirse, quedar / quedarse, estar / estarse, reunir /reunirse, aprovechar / aprovecharse, despedir / despedirse, encontrar / encontrarse, referir / referirse a. 10. El se dativo de interés (enfático o emotivo). Es cuando el uso del se no altera el significado del verbo pero sí añade una sentido enfático a lo comunicado. El uso de se manifiesta que la acción descrita por el verbo se realizó de una sola vez o por completo. Juan leyó la novela. Juan se leyó la novela (en una sola noche). Otros verbos que siguen este comportamiento son: tomar-se, comer-se, tragar-se, aprender-se, saber-se, etc. Lo recomendable es hacer ejercicios de práctica con verbos de este tipo para que los alumnos puedan darse cuenta de la diferencia comunicativa entre ellos. 11. El se componente de verbo pronominal. Es el caso de verbos que siempre usan se (o los correspondientes, según el caso). Los más empleados son: quejarse de, suicidarse, jactarse de, atreverse a, arrepentirse de, abstenerse de, esforzarse en, etc. Juan se arrepintió de su comportamiento. Se recomienda desarrollar ejercicios en los que quede claro el significado de verbos de este tipo, que obligatoriamente deben llevar el pronombre se –o los correspondientes- para no incurrir en fallas gramaticales –o comunicativas- al empelarlos.