xxvi – atributos o adyacentes atributivos

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ESPAÑOL. TEORÍA GRAMATICAL I
Profs. Carmen Acquarone – Alicia Gil
UNIDAD 5
LECTURA 10
Emilio Alarcos Llorach:
GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA
Espasa Calpe, Madrid, 1994
XXVI – ATRIBUTOS O ADYACENTES
ATRIBUTIVOS
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Atributo, participio y voz pasiva
363. Como atributo puede aparecer el derivado verbal llamado participio, que se ha visto (§ 206-207)
funciona como los adjetivos. Las estructuras atributivas con participio se conocen tradicionalmente como
oraciones pasivas. Desde el punto de vista designativo de la experiencia comunicada es cierto que las
oraciones de pasiva se caracterizan por tener un sujeto explícito que en la realidad sugerida se corresponde
con el ente afectado por la noción léxica del participio. Pero sintácticamente, no hay ninguna diferencia
respecto de las oraciones atributivas. Cotejando la oración pasiva El campeón fue vencido y la activa El
campeón venció se observa que comunican contenidos diferentes. La segunda equivale, por su referencia, a
El campeón fue vencedor. Esta y la primera oración se distinguen entre sí solo por el último término: vencido
y vencedor.
En lo demás su estructura es común: un núcleo verbal (fue), un sujeto explícito (el campeón) que
concuerda con los morfemas de persona y número del verbo («tercera singular»); el último término (vencido
y vencedor) concuerda en número con el núcleo y en género y número con el sujeto léxico. Se comprueba
sustituyendo esos morfemas (singular por plural, o masculino por femenino), y al decir Los campeones
fueron o La campeona fue, se modificaría concordantemente la unidad final: fueron vencidos, fue vencida;
fueron vencedores, fue vencedora. Y, en fin, si esos términos se eludiesen por consabidos, su representante
en todos los casos sería el invariable lo: Lo fue, Lo fueron.
En resumen, tanto vencido como vencedor cumplen la función de atributo. La noción de «pasivo»
pertenece solo a la estructura interna del término vencido, no a la de la oración, e incluso a veces lo «pasivo»
depende del contexto, como en los casos de ambigüedad referencial: Los concejales fueron honrados es una
estructura única aplicable a dos situaciones reales diferentes («se honró a los concejales» o bien «los
concejales fueron probos»).
Adyacente preposicional del participio
364. No invalida el carácter atributivo de las llamadas oraciones pasivas el hecho de poder llevar el
participio un adyacente preposicional que se refiere en la realidad al agente de la actividad designada por el
signo léxico del participio, en tanto que el atributo en los otros casos puede ir determinado por adyacentes
preposicionales que no se refieren a ningún agente. De todos modos, la estructura sintáctica es idéntica,
según se nota en el paralelismo de las siguientes parejas oracionales:
La noticia es divulgada por la prensa (Lo es).
La noticia es confidencial por su trascendencia (Lo es).
Las negociaciones fueron interrumpidas por la policía (Lo fueron).
Las negociaciones fueron laboriosas por su dificultad (Lo fueron).
El edificio será derribado por los bomberos (Lo será).
El edificio será suntuoso por su decoración (Lo será).
En todos los ejemplos, el segmento que encabeza por forma unidad con el participio o el adjetivo que le
precede, como demuestra la posibilidad de ser, ambos en conjunto, representados por lo como cualquier
atributo. La diferencia entre el sentido agentivo y el sentido causativo es cuestión que no afecta a las
relaciones sintácticas.
Tampoco repercute en estas el hecho de que la experiencia comunicada por las oraciones con participio
pueda ser manifestada con otras estructuras en las que el signo léxico del participio se convierte en signo
léxico del núcleo verbal, mientras el sustantivo adyacente pasa a ser sujeto explícito y el primitivo sujeto se
muda en objeto directo: La prensa divulga la noticia, La policía interrumpió las negociaciones, Los
bomberos derribarán el edificio. En los otros ejemplos con adjetivo, el signo léxico de este no puede formar
parte de un verbo, pero sí puede aparecer incrementando un verbo de referencias amplias como es hacer; en
este caso, pueden darse también las inversiones funcionales de los otros términos: Su trascendencia hace
confidencial la noticia, Su dificultad hizo laboriosas las negociaciones, Su decoración hará suntuoso el
edificio. Las diferencias de sentido agentivo y causativo no dependen de las relaciones sintácticas, ni del
sentido de la preposición por sino de las particularidades semánticas de la unidad que funcione como
atributo. Compárese el comportamiento de los atributos elogiado, elogiable, elogioso (unidades todas,
derivadas con sufijos de valor referencial diferente, de un mismo signo léxico que manifiesta la noción
«elogio»):
El discurso es elogiado por el público.
El discurso es elogiado por su claridad.
El discurso es elogiable por su precisión
El discurso es elogioso por las circunstancias.
Son, sin duda, los sufijos ado, able y oso los responsables de que el adyacente se refiera a una u otra
noción (agente o causa). Sin embargo, todas esas oraciones son estructuras atributivas. Agente y causa son
sentidos no distinguidos por la estructura y las relaciones sintácticas. Su diferencia procede de las diversas
referencias léxicas que evocan los signos presentes; su diversidad resultaría solo patente en la lengua
sustituyéndolos por otras estructuras, por ejemplo, diciendo El público elogia el discurso, Su claridad hace
elogiar el discurso; Su precisión hace elogiable el discurso; Las circunstancias hacen elogioso el discurso.
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