La Corte Penal lnternacional: sanci6n para las mas graves

Anuncio
La Corte Penal lnternacional:
sanci6n para las mas graves violaciones
de los derechos humanos
Joana Abrisketa
Sumario: 1. lntroducci6n. 2. La salvaguarda de Ia humanidad. 3. La adopci6n del Estatuto de Ia Corte Penal lnternacional: un proceso intrincado. 4. Los derechos humanos en
el Estatuto de Ia Corte Penallnternacional. 5. La competencia material de Ia Corte: el.crimen de genocidio, los crimenes contra Ia humanidad y el crimen de guerra. 6. La competencia jurisdiccional y el principia de complementariedad.
7. Las carencias de Ia Corte. 8. Conclusiones
1. lntroducci6n
La aprobaci6n del Estatuto de Ia Corte Penal lnternacional en julio
de 1998 en Roma representa uno de los grandes hitos en Ia historia de
los derechos humanos. En este apartado analizaremos sus rasgos caracterlsticos.
La Corte Penal lnternacional es el 6rgano judicial, permanente e internacional, encargado de juzgar Ia responsabilidad penal individual
par Ia comisi6n de los mas graves crfmenes. Goza de competencia para
investigar y procesar a las personas responsables de haber perpetrado
a) crrmenes de genocidio, b) crlmenes contra Ia humanidad y c) crlmenes de guerra. Par el momenta, no podra conocer del crimen de agresi6n puesto que todavfa no se ha alcanzado un consenso sabre Ia definicion de tal crimen.
La funci6n basica del Derecho internacional tradicional era regular las
relaciones entre los Estados soberanos. La responsabilidad internacional,
si existfa, era estatal. El control se dirigfa al aparato del Estado entendido
de forma abstracta y no se tenia en cuenta el comportamiento de los individuos, puesto que no eran sujetos de Derecho internacional.
Las reglas del Derecho internacional humanitario que se redactaron
a finales del siglo XIX y durante el siglo xx fueron rotundamente originales desde el punta de vista de Ia responsabilidad penal individual. Desde entonces se contemplan par primera vez nuevas categorras de sujetos del Derecho internacional: las fuerzas armadas disidentes, los
'',
641
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
movimientos de liberaci6n y los grupos armadas organizados, los organismos humanitarios y los individuoso De modo que a traves del Derecho internacional humanitario se regulan las relaciones entre los Estados y las personas privadaso Mas aun, los Convenios de Ginebra de
1949, que constituyen el nucleo sustancial del Derecho internacional
humanitario, recogfan Ia figura de las «infracciones graves» que pudieran cometer los individuos y que debfan ser conocidas par los tribunales nacionales 1 Entonces, en el plano de los tratados internacionales
nace Ia idea de sancionar los danos causadoso
AI Derecho internacional humanitario, aplicable unicamente en las
situaciones de conflictos armadas, hemos de sumar los avances del Derecho lnternacional de los Derechos Humanoso Durante los ultimos cincuenta anos este cuerpo de normas ha concentrado sus esfuerzos en
enunciar los derechos humanos que han de ser respetadoso Aunque
apenas alude a Ia responsabilidad individual par Ia violaci6n de los derechos humanos, sin Ia fuerza de los principios enumerados en el Derecho lnternacional de los Derechos Humanos nunca se hubiera alcanzado un texto jurfdico como el del Estatuto de Ia Corte, cuya conexi6n,
como veremos, es evidenteo
Posteriormente, gracias a Ia constituci6n de los Tribunales ad hoc
para Ia Antigua Yugoslavia (1993) y para Ruanda (1994) y especialmente del Estatuto de Ia Corte Penal lnternacional (1998), Ia responsabili~
dad internacional del individuo se integr6 definitivamente en el arden
jurfdico internacional, lo que constituy6 un salta definitivoo A Ia enunciaci6n de los derechos humanos a proteger se anadieron las normas
relativas a Ia responsabi!idad del individuo en el caso de Ia comisi6n de
los mas graves crfmenes de interes internacional.
Desde Ia perspectiva del Estatuto de Ia Corte Penal lnternacional
(en adelante «Ia Corte»), en este apartado abordaremos Ia conexi6n
entre Ia responsabilidad penal individual y el principia general de respeto de los derechos humanos, Ia evoluci6n hist6rica del Estatuto de Ia
Corte, el modo en que los derechos humanos se recogen en el Estatuto
y los principios que refuerzan Ia obligaci6n interna de los Estados de
juzgar a los responsables de las mas graves vulneraciones de los derechos humanoso
640
0
20 La salvaguarda de Ia humanidad
La raz6n que justifica Ia inclusion de Ia responsabilidad penal individual en el Estatuto de Ia Corte va mas alia de Ia protecci6n de los derechos humanos en sf mismao En Iugar de aludir a los derechos humanos,
el Preambulo del Estatuto se refiere expresamente a Ia humanidad y a
Ia comunidad internacional:
«Teniendo presente que, en este siglq, millones de ninos, mujeres
y hombres han sido vfctimas de atrocidades que desaffan Ia imaginaci6n y conmueven profundamente Ia conciencia de Ia humanidad,
Reconociendo que esos graves crfmenes constituyen una amenaza para Ia paz, Ia seguridad y el bienestar de Ia humanidad,
Afirmando que los crfmenes mas graves de trascendene~a para Ia
comunidad internacional no deben quedar sin castigo [ .. o]»o
0
Par lo tanto, el bien jurfdico protegido es Ia humanidad, Ia comunidad internacional en su conjuntoo El Estatuto parte de Ia distinci6n entre Ia violaci6n de los derechos humanos de manera aislada e individualizada y Ia violaci6n grave y masiva de los derechos humanoso A Ia
Corte le interesa justamente Ia segunda, Ia violaci6n grave y masiva de
los derechos humanos, esto es, los crfmenes de mayor transcendencia
para Ia comunidad internacional, puesto que su protecci6n es Ia mas
esencial para Ia salvaguarda de Ia humanidado
Sin embargo, el Estatuto no reconoce a Ia humanidad, en sf misma
considerada, Ia personalidad jurfdica necesaria para hacer valer sus derechoso A pesar del referido alegato a Ia poblaci6n mundial en ~I preambulo, se concede legitimaci6n activa a los Estados partes, al F1scal y
al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero no a Ia humanidado
Tampoco las vfctimas, citadas expresamente en Ia primera linea del
preambulo -«millones de ninos, mujeres y hombres han sido vfctimas
de atrocidadeso »-, gozan de legitimaci6n activao De todas formas,
como expresa Carrillo Salcedo, en el contexto del Estatuto de Ia Corte
Ia noci6n de humanidad abandona el campo de Ia discusi6n etica y
comienza a buscar su sitio en el campo del Derecho 2
0
1
Cassese afirma que las provisiones relativas a Ia jurisdicci6n nacional respecto a las
infracciones graves del Derecho internacional humanitario han sido siempre «letra
muerta». Durante los conflictos armadas, los Estados son reticentes a procesar a supersonal, especialmente si resultan vencedoreso Las motivaciones polfticas llevan a los Estados a preferir Ia amnistfa frente a Ia persecuci6n, par lo que Ia jurisdicci6n internacional
sera Ia mas efectiva, en CASSESE, A.: «On the Current Trends towards Criminal Prosecution and punishment of Breaches of International Humanitarian Law», European Journal
of International Law 9, 1998, po 5.
0
0
2 CARRILLO SALCEDO, J.A.: «La Cour penale internationale: l'humanite trouve une place
dans le Droit international», Revue Generate de Droit International Public, 1999-1 (val. 103),
ppo 23-280
•,I
642
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
3. La adopci6n del Estatuto de Ia Corte Penallnternacional:
un proceso intrincado
A diferencia del proceso de reconocimiento de los derechos humanos en los tratados internacionales, que es en gran medida dinamico,
Ia integraci6n de Ia responsabilidad penal individual en el Derecho internacional se caracteriza parser un camino tenido par Ia pasividad y el
recelo de los Estados. La raz6n es sencilla, Ia cuesti6n relativa a Ia responsabilidad penal individual conlleva Ia negociaci6n y Ia cesi6n del intocable ius puniendi -el poder de los Estados de sancionar penalmente-, cuidadosamente protegido a traves del principia de soberanfa.
Como afirma Cassese, el establecimiento de una Corte Penal lnternacional constituye Ia mayor intromisi6n en Ia tradicional omnipotencia
de los Estados soberanos 3 .
En el Tratado de Paz de Versalles de 1919 posterior a Ia I Guerra
Mundial se formularon par primera vez los elementos que configuran
Ia responsabilidad penal individual (artrculos 227, 228 y 229 del Tratado). En Ia practica no se reconocieron estas disposiciones4 . El temor al
comunismo, en palabras de Bassiouni, hizo que las preocupaciones polfticas prevalecieran sabre las exigencias de Ia justicia y asr se justifica
que los Aliados solicitaran a Alemania que fuera ella quien procesara a
un numero limitado de criminales de guerra ante Ia Corte Suprema
Alemana en Iugar de establecer el Tribunal aliado previsto par el Tratado de Versalles 5 .
De modo que una formulaci6n mas precisa sabre Ia responsabilidad
internacional del individuo se consolid6 tras Ia II Guerra Mundial a traves del Acuerdo de Londres de 1945 y el Estatuto del Tribunal Militar
lnternacional de Nuremberg para enjuiciar a los criminales de guerra.
A este le sigui6 el Tribunal Militar lnternacional para el Extrema Oriente
con sede en Tokyo y constituido en 1946. En suma, antes de Ia aprobaci6n de Ia Declaraci6n Universal de los Derechos Humanos de 1948 ya
habra emergido Ia necesidad de sancionar a los responsables de los
mas graves crfmenes.
Estos primeros Tribunales ad hoc, aunque supusieron Ia incorporaci6n de una serie de valores, no respetaron dos principios basicos de un
CASSESE, A.: «On the Current Trends ... », op. cit., p. 11.
ABELLAN HoNRUBIA, V.: «La responsabilite internationale de l'individu», Recueil des
Cours, T. 280, 1999, p. 173.
5 BASSIOUNI, Ch.: «From Nuremberg to Rwanda in 75 years», en Harvard Human
.. Rights Journal, vol. 10, 1997, pp. 19-20.
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
643
Derecho eminentemente garantista como es el Derecho Penal: el principia de legalidad y el principia de irretr?actividad d_e .las ·!eyes pena.les.
Se castigaron comportamientos no prev1amente def1mdos como del.ltos
par las normas vigentes y las penas impuestas no estaban determmadas par Ia ley.
En 1946, ana en que se constituy6 el Tribunal de Tokyo, y pocos
meses despues de finalizar el juicio de Nuremberg, Ia Asamblea General de Ia Organizaci6n de las Naciones Unidas plante6 Ia necesidad de
iniciar tres proyectos relacionados con los derechos humanos: Ia aprobaci6n de una Declaraci6n Universal de Derechos Humanos, Ia elaboraci6n de una Convenci6n para Ia represi6n y sanci6n del delito de genocidio y Ia creaci6n de una Corte Penal lnterna_cional. Como vimos, los
dos primeros proyectos fueron concluidos en 1948. Sin embargo, Ia
propuesta para el establecimiento de una Corte penal r~sult6 ser Ia mas
controvertida, necesitando cincuenta anos para que fmalmente fuera
aprobada en 19986 .
En el marco del proyecto de establecer una Corte penal, el 11 de
diciembre de 1946, Ia Asamblea General de Ia Organizaci6n de las Naciones Unidas aprob6 Ia primera Resoluci6n relativa a Ia responsabilidad internacional del individuo titulada: «Confirmaci6n de los Principios del Derecho internacional reconocidos par el E~t~tuto del ~rib.u~al
de Nuremberg» (Resoluci6n 95 (1)). Ademas de rat1flcar los pnnCiplos
jurfdicos contenidos en el Estatuto del Tribunal de N~remberg, dicha
Resoluci6n confi6 a Ia Comisi6n de Derecho lnternaCional Ia tarea de
estudiar el proyecto de constituci6n de una Corte Penal lnternacional.
Sin embargo, Ia guerra frfa provoc6 Ia paralizaci6n del proceso tendente a Ia constituci6n de Ia Corte y no fue hasta 1992 cuando Ia
Asamblea General manifesto a Ia Comisi6n de Derecho lnternacional
Ia necesidad prioritaria de elaborar un proyecto de Estatuto para su establecimiento (Resoluci6n 47/33, de 25 de noviembre de 1992). Un
ana despues, en 1993, se constituy6 el Tribunal para Ia Antigua Yugoslavia, el primer tribunal ad hoc basado en una Resoluci6n del Consejo
de Seguridad y al ano siguiente el Tribunal para Ruanda. lmpulsada e
inspirada par estos Tribunales ad hoc, en 1.9~6 Ia As~mblea General
decidi6 que debra celebrarse una ConferenCia mternaCional para el. establecimiento de Ia Corte. La Conferencia tuvo Iugar en Roma los meses
de junio y julio de 1998 (del 15 de junio al 17 de julio) culminando con
3
4
6 Sobre el proceso de constituci6n de Ia Corte, vease, entre otros, LEE, R.S.: The International Criminal Court. The Making of the Rome Statute, Kluwer Law International,
La Haya, 1999.
644
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
Ia adopcion del Estatuto de Ia Corte Penal lnternacional par 120 votos
a favor frente a 7 en contra y 21 abstenciones. El Estatuto entro en vigor el 1 de julio de 2002 tras haber sido ratificado par mas de sesenta
Estados.
Autores como Sur !levan cierta razon al afirmar que ni los Tribunales de Nuremberg y de Tokyo ni los Tribunales para Ia Antigua Yugoslavia y para Ruanda constituyen exactamente los precedentes de Ia Corte. Su diferencia radical de origen es que estos conservan un caracter
puntual, su constitucion se vincula al restablecimiento de Ia paz tras un
conflicto armada. Se trata de jurisdicciones de excepcion que desapareceran una vez agotadas sus tareas. La Corte Penal lnternacional es diferente: una jurisdiccion permanente que debe asegurar el castigo par
Ia comunidad internacional de los mas graves crimenes 7 . Ademas, Ia
competencia de Ia Corte es mas amplia que Ia de cualquier otro tribunal ad hoc establecido hasta el momenta.
Ahara bien, siendo el origen distinto, lo cierto es que con Ia constitucion de dichos Tribunales se plasma Ia tendencia a reconocer Ia responsabilidad penal individual que culmina precisamente con el Estatuto
de Ia Corte.
A esto hemos de ariadir que el Estatuto nunca hubiera llegado a
ser lo que es sin ese mar de fonda compuesto par los sucesivos tratados internacionales de derechos humanos que, paralelamente a Ia constitucion de Ia Corte, se han ida adoptando. Gracias a dichos tratados
internacionales se ha identificado y completado el contenido de los crimenes competencia de Ia Corte.
4. Los derechos humanos en el Estatuto de Ia Corte Penal
lnternacional
El analisis de los derechos humanos en el Estatuto de Ia Corte
Penal lnternacional no puede ceriirse unicamente a las alusiones expresas a los mismos en dicho Estatuto. El proceso historico al que
hemos aludido en el apartado precedente, las condiciones de aplicacion de las penas y los crimenes de competencia material de Ia Corte
ponen de manifiesto que Ia convergencia entre los derechos humanos y Ia Corte es mucho mayor que Ia que se podria deducir si nos
7
SuR, S.: «Vers une Cour Penale lnternationale: La Convention de Rome entre les
ONG et le Conseil de Securite», Revue Generale de Droit International Public, 1999-1
(vol. 193), p. 29.
645
atuviesemos solamente a las alusiones expresas a los derechos humanos en el Estatuto.
En primer Iugar, Ia nocion «derechos humanos» aparece formalmente citada en el Estatuto solo en dos ocasiones. El articulo 21, que
alude al Derecho aplicable, seriala en su parrafo tercero que «Ia aplicacion e interpretacion del Derecho de conformidad con el. presen~e articulo debera ser compatible con los derechos humanos lnternae~onal­
mente reconocidos». Como expone Salado Osuna, los derechos humanos
sirven de limite en Ia aplicacion e interpretacion del Derecho aplicable 8 .
En el articulo 69(7) se mencionan los derechos humanos como limite
para Ia admisibilidad de las pruebas: «No seran admisibles las pruebas
obtenidas como resultado de una violacion del presente Estatuto o de
las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidos». La
exigua referenda explicita a los derechos humanos nos reenvia a los
principios generales del Derecho. Se trata en ambos casas de normas
sabre interpretacion del Derecho y prueba.
En segundo Iugar, como defiende Salado Osuna, a dichas referencias expresas hemos de ariadir las referencias implicitas a los derechos
humanos que aparecen en el Estatuto: las normas relativas al Der~ch?
aplicable (Ia Corte aplicara, «cuando proced~, los tra~ado~ y los pnn.CIpios y normas de Derecho internacional aplicables, 1nciU1d?s los pnncipios establecidos del Derecho internacional de los confl1ctos armadas»); las normas las relativas a las garantias procesales (articulos 17.2
y 20.3.b); las normas relativas a Ia ejecucion de Ia pena (articulo 103) .Y
Ia facultad de Ia Corte de supervisar Ia ejecucion de Ia pena y las condiciones de reclusion (articulo 106) 9 .
En relacion con las normas relativas a las garantias procesales y al
cumplimiento de Ia pena es de destacar que en Ia Conferencia de
Roma, el Grupo de Trabajo encargado de Ia aplicacion de las penas
tuvo que afrontar posiciones claramente divididas, en especia.l en lo relativo a Ia pena de muerte. Un numero relevante de delegae~ones sostuvo que sino se reconocfa Ia posibilidad de ~plicar !a.pena de .m~erte
el fin persuasivo se reduciria y Ia Corte perdena credibilidad. lns1st1eron
en que Ia prohibicion absoluta de aplicar Ia pena de muerte no se podia derivar del Derecho internacional consuetudinario. Estados como
s SALADO OsuNA, A.: «EI Estatuto de Roma de Ia Corte Penallnternacion.al Ylos der~­
chos humanos» La criminalizaci6n de Ia barbarie: Ia Corte Penal lnternactonal, Prem1o
«Rafael Martine~ Emperador» 1999, Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2000,
p. 278.
9
Ibid., p. 280.
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
646
64 7
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
Ruanda, Arabia Saudf y otros Est d
, b
.
Trinidad y Tobago, Jamaica otro a os ara es,_ SJ~rra Leona, Singapur,
sores de Ia inclusion de dich~ pe s1~stados canbenos fueron los defenP I
na .
d
or e contrario otro importante n ,
dicalmente a Ia inc'lusion de Ia
umero e Estados se oponfa raparte en el Segundo Protocolo fa~n~ d~ muerte. El grupo de Estados
les y Polfticos de 1989 dej, I
u atJvo del Pacta de Derechos Civipudiera imponer Ia ena ~e c~ro que nunca apoyarfan una Corte que
tados americanos p~rte en Ia ~~~~~~g.~almente_, se opusieron los EsHumanos de 1969 En el
d Cl?n Amencana sabre Derechos
·
marco e d1cha conv
·,
1
que hayan optado por Ia abolicion d I
enCion, . os Estados
restablecerla.
e a pena de muerte no pueden
t
Finalmente, el Estatuto no
. ..
·
1
pena de muerte lo ue su o c?n e_~P a 1a poslblildad de aplicar Ia
derecho a Ia vid'a p~ enci~an~ l~p~lcJtam~~te el rec~nocimiento del
nexion con el actual marco jurid~ o. at sanCI?n y refleJa una clara coma nos tendente a suprimir totalm'ceonltn etrnl acJonal de los derechos huP , It'
e a pen a
·
or u lmo, el articulo 5 del Estat t
tencia de Ia Corte: el genocidio I
u ,o enumera los crfmenes compecrfmenes de guerra el crime~ ~s cnme.~es contra _Ia_ ~~manidad, los
primeros crfmenes
recoge en lo~ :~:es;on. La definiCion de los tres
gaciones presentes en Ia Conferencia ~ IC~ os 6 a 8. Dado que las deledo sabre Ia definicion de Ia a
. , e om~ no alcanzaron un acuerCorte no ejercera su jurisdiccio~r~~~~r~' eelt artJ~ulo 5(2) dispone que Ia
sea definido.
s e cnmen hasta que el mismo
s:
t'
·,
Por otra parte como veremos a
en Ia actualidad podra conocer Ia Ceo~ muaCion, lo;; tres crfmenes que
de Ia violacion masiva de los derecho~rhe no son ma_s que Ia expresion
~malno~
matlzada en cada caso
por una serie de caracterfsticas
_ que los smgu
anzan.
5. La competencia material de Ia C t . I .
los crlmenes contra Ia human·d odr e. el c.nmen de genocidio,
1 a Y e cnmen de guerra
El crimen de genocidio
En 1995, durante las discusio
d 1
· .,
ria de los Estados su irieron u nes e, a _ComlsJon Ad hoc, Ia mayodio en el Estatuto y qgue Ia definfci~e ~e~Ja !ncluir el crir:nen de genocin e cnmen se deb1a recoger de lo
10 LEE,
R.S.: The International Criminal Court, op. cit., p. 331.
dispuesto en el articulo 2 del Convenio para Ia Represion y Sancion del
delito de Genocidio de 1948:
«se entiende por genocidio cualquiera de los aetas mencionados a
continuaci6n, perpetrados con Ia intenci6n de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, etnico, racial o religioso como tal:
a) matanza de miembros del grupo; b) lesion grave a Ia integridad
ffsica o mental de los miembros del grupo; c) sometimiento intencional del grupo; d) medidas destinadas a impedir nacimientos en
el seno del grupo; e) traslado por Ia fuerza de nif10s del grupo a
otro grupo».
En Ia Conferencia de Roma pronto se acordo que Ia definicion de
genocidio debfa ajustarse a lo dispuesto en el Convenio para Ia Represion y Sancion del delito de Genocidio. Las negociaciones sabre los
elementos del crimen de genocidio fueron las menos controvertidas, si
las comparamos con las relativas a los crfmenes contra Ia humanidad y
el crimen de guerra. Ella se debe a que el Convenio sabre Genocidio
proveia una solida referenda y sus elementos no debian sustraerse del
mismo.
La definicion convencional sabre el crimen de genocidio viene reflejado tambien en el Derecho internacional consuetudinario, tal y como
fue reconocido por Ia Corte lnternacional de Justicia en Ia Opinion
Consultiva sabre las Reservas al Convenio sabre Ia Prevencion y Represion del Crimen de Genocidio, de 1951.
En Ia Conferencia de Roma, algunos Estados sugirieron que se ampliara Ia lista de los grupos identificados en el umbra! del crimen, anadiendo las razones «sociales y polfticas». La sugerencia fue rechazada
por los Estados, que argumentaron que Ia ampliacion de Ia lista de los
grupos iria mas alia del Derecho consuetudinario. De modo que Ia lista
de los aetas prohibidos es limitativa. El genocidio se restringe a los aetas intencionales dirigidos contra un grupo nacional, etnico, racial o religioso y se excluyen los atentados a los grupos sociales y politicos. Los
crimenes cometidos contra los grupos sociales y politicos podran ser
considerados crfmenes contra Ia humanidad, pero no genocidio.
Uno de los elementos mas criticos de Ia definicion de genocidio es
Ia «intencion de destruir» a los grupos -que puede ser total o parcial-, por su nacionalidad, etnia, raza o religion. En este ambito, podemos concluir que Ia imposicion de obstaculos reproductivos a traves de Ia
esterilizacion forzada durante las decadas de los anos sesenta y setenta
en India o las continuas restricciones en China no constituyen aetas genocidas. En dichos ejemplos, Ia intencion es reducir el numero de los
grupos, no destruir a los grupos en todo o en parte. Por el contrario, Ia
•.!
LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE .. ·
648
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
polftica llevada a cabo por los turcos contra los armenios en 1915, por
el Tercer Reich contra los grupos judfos y gitanos o por los tutsis contra
los hutus en 1994 en Ruanda sf que fue claramente genocida, puesto
que existfa Ia intencion de destruir sobre Ia base de planes coordinados. Los miembros de tales grupos eran enviados a campos de exterminio, eran sometidos a condiciones que conllevaban su destruccion ffsica
y se aplicaron medidas para impedir el nacimiento de los miembros de
dichos grupos.
Dicho esto, hemos de concluir que el crimen de genocidio guarda
unas proporciones diferentes y mayores a las que puedan guardar el
crimen contra Ia humanidad y el crimen de guerra. Los grupos son perseguidos y destruidos no solamente por su calidad de enemigos, sino
tambien por pertenecer a uno de los grupos que componen Ia humanidad. Sin mas razon que esa. Representa por tanto un peligro para Ia
supervivencia y diversidad de Ia humanidad. Es un ataque al derecho a
Ia vida y un ataque al derecho a Ia existencia de un grupo. De ahf que
se haya afirmado que el genocidio es un «tipo agravado» de crimen
contra Ia humanidad.
Los crfmenes contra Ia humanidad
El concepto de crfmenes contra Ia humanidad surgio por primera
vez en el Derecho internacional a rafz de Ia aprobacion del Estatuto del
Tribunal Militar lnternacional de Nuremberg en 1945. Conforme al articulo 6(c) de dicho Estatuto, constitufan crfmenes contra Ia humanidad: «el asesinato, el exterminio, Ia esclavitud, Ia deportacion y otros
actos inhumanos cometidos contra Ia poblacion civil, antes o durante Ia
guerra, y las persecuciones por motivos politicos, raciales o religiosos».
El Tribunal de Nuremberg, para salvar el problema de Ia aplicacion ex
post facto del Derecho, solo entrarfa a conocer aquellos crfmenes «COmetidos como consecuencia de o en relacion con un crimen respecto
del que el Tribunal Militar lnternacional fuese competente». De forma
que no conocio los hechos cometidos en tiempo de paz. Una formulacion similar fue establecida en el articulo S(c) de Ia Carta del Tribunal
Militar lnternacional de Tokio.
Dicha definicion fue tomada posteriormente por Ia Convencion sobre Ia imprescriptibilidad de los crfmenes de guerra y de los crfmenes
de lesa humanidad de 1970, en Ia que se anadio otro tipo al crimen
contra Ia humanidad: «Ia expulsion por ataque armado u ocupacion y
los actos inhumanos debidos a Ia politica de apartheid y el delito de
genocidio definido en Ia Convencion de 1948 para Ia Prevencion y Ia
Sancion del Delito de Genocidio aun si esos actos no constituyen una
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA
649
.
d I a is don de fueron cometidos». El
violacion del Derech_od. mter.nnocluy~r~n en los tipos del crimen contra \a
apartheid y e\ genoc1 10 se 1
.
T 'b
s
ad
hoc
para
Ia
Antigua
Yugoslavia
Y
humanidad.
1
Los Estatutos de 1os n .una e
estab\ecer Ia distincion entre los
para Ruanda fueron los pr.~~~os ~ngenocidio. En dichos Estatuto~ Ia
crimenes contra Ia ,human!
t y I humanidad no es exhaustiva smo
definicion de los cnn:enes con ra ?a en ultimo termino a «los otros acque comprende una \Jstad qf~e. r~:nv~e genocidio si que es exhaustiva,
. humanos» 11. La e JniCJOn
tos Jn
1
encion de 1948
dado que retoma a onv
R ma. de 1998 reconoce su compeDefinitivamente, e\ E~tatuto de toa Ia humanidad, el crimen de getencia respecto de los cnmenes con r rma se arada. Ademas, a difenocidio y los crfm.e~~s de guerra.ges f~nterior~ente en los Tribuna!es
rencia de las defmJcJones recogl a
en los Tribuna!es ad hoc,
Militares (elaboradas p~r los .ven~~odso~~~)Cyonsejo de Seguridad), Ia de(elaboradas por los Esta os mJem
consensuada gracias a las negofinicion del Estatuto de Rom~ fue
E tados Por esta razon, las
ciaciones mu!tilate.rales entre Cle.nto ~es:t~ri~enes .son mas detalladas
disposiciones rel.atJvas a\ contenJdo ~ado el interes de los Estados parque las estableCJdas hasta ento.n~,es,las obligaciones que se disponfan a
ticipantes en conocer con. precJSIO~ se podrfa entender que las definiasumir12. Pero por est~ ~Jsma razon~nteriores Sin embargo, afortunaciones sean mas restnctJvasdqued !af.s .. nes m~s detalladas, reflejan un
damente, aunque se trata e e JnJCJO
c
13
desarrollo positivo .
b d
n 1998 es el primer texto inter0
El Estatuto de Ia Cort~ ~pro .~
i~tematizada de los crfmenes connacional que .recoge una, tlp\lflc7a~oln ~statuto define el crimen contra Ia
tra Ia humanJdad. El artJcu o
e
humanidad:
,
" .
tra Ia humanidad" cualquiera de los
«se entendera por cnmen con t
mo parte de un ataque generaaetas siguiente~ ~uando se come ab~~ci6n civil y con conocimiento de
lizado o sistematiCO c~ntra .u~) P~ minio· c) esclavitud; d) deporta~ e~, n· e) encarcelaci6n u otra pndicho ataque: a) asesmat~,
ci6n o traslado fo.rzoso ~ po ac!~la~ion de normas fundamentales
1
vaci6n grave de Ia lib~rtad .f 1 f5) c~ e~u~~· g) violaci6n, esclavitud sexual,
de derecho mternacJona ,
or
,
1
.
11
Artfculo 5 del Estatuto del Tribunal para Ia Antigua
y goslavia y articulo 3 del Esu
.
h
'ty" at the Rome Conference», The
tatuto del Tribunal para Ruanda..
12 RoBINSON, D.: «Defining "cnmes against umanl
43.
American Journal of International Law, vol. 93, 1999, p.
13
Ibid.
'·'
650
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
651
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
prostituci6n forzada, embarazo forzado, esterilizaci6n forzada u
otros abusos s~xuales de wavedad comparable; h) persecuci6n de un
grupo o_ colectiVI~ad con 1?e~tidad propia fundada en motivos politicos,. rae~ales, nac1onales, etn1cos, culturales, religiosos, [ ... ], u otros
mot1vos un1versalmente reconocidos como inaceptables con arreglo
al derecho 1nternae~onal, en conexi6n con cualquier acto mencionado
e~ el presente par~a}? o con cualquier crimen de Ia competencia del
Tnbunal; 1) desapane~on forzada de personas; j) el crimen de apartheid;
k) otros aetas 1nhumanos de caracter similar que causen intencionalment~. gran des sufrimientos o atenten gravemente contra Ia integridad f1s1ca o Ia salud mental o fisica».
, El «Umbral». del crimen esta recogido en el parrafo primero del arttcui? 7 al. refenrse a los aetas que constituyen crfmenes contra Ia humantdad .s1em~r~ que. ~e .cometan «como parte de un ataque generaliz~do o ststemattco dmgtdo a Ia poblacion civil con conocimiento de
dtch? ataque». Los rasgos determinantes de este umbra! son: a) Ia ausenCia del .nex~ co.n ~n conflicto armada y b) Ia ausencia del requisito
de un mottvo dtscnmmatorio.
a) La ausencia del nexo con un conflicto armada. Frente a Ia minorfa de las delegaciones participantes en Ia Conferencia de Roma
que d_efendieron que los crfmenes contra Ia humanidad se come~
ten solo en. el contexto de los conflictos armadas, Ia mayorfa de
las delegaCiones creyeron que tal exigencia convertirfa a los crfmenes contra l.a, humanidad en un crimen redundante, puesto
que se subsumtnan en Ia mayorfa de los casas con los crfmenes
~e.g.~erra. Finalmente, uno de los rasgos caracterfsticos de Ia deftntCion del ~statuto es que no hace referenda alguna al nexo
con los c?nflictos armadas. De manera que los crfmenes contra
Ia humant?ad se pueden cometer no solo durante los conflictos
armadas smo tambien en tiempo de paz o de tensiones internas
b) La ausencia del requisito de un motivo discriminatorio. Durant~
Ia Conferencia de Roma se planteo si Ia definicion de crimen
contra Ia humanidad exige un motivo discriminatorio esto es
que. el crime~. se ~on:eta co.n el fin. ~e discriminar a ~n grup~
nactonal, poltttco, et~1co, raCial o reltgtoso. Mientras que el Estatut? de Nuremberg mcluyo Ia exigencia del motivo discriminat?no ~n Ia definicion del crimen contra Ia humanidad, en Roma
dtcha Interpretacion fue generalmente rechazada. En el Estatuto, el mot!~o discriminatorio solamente se exige para el acto de
«persecuCion» (letra ~) c.ontenido en dicho crimen, pero no para
todos los aetas constttuttvos de crimen contra Ia humanidad.
El articulo 7 del Estatuto incorpora un listado de aetas inhumanos
tales como el asesinato, Ia tortura 14; Ia violacion, Ia esclavitud sexual, Ia
prostitucion forzada, el embarazo forzado, Ia esterilizacion forzada u
16
otros abusos sexuales de gravedad comparable 15 y el apartheid . El extenso listado muestra el caracter evolutivo de este crimen cuyo contenido, si lo comparamos con el recogido en el Estatuto del Tribunal de Nuremberg, se ha ida ampliando. La ampliacion de los tipos del crimen
contra Ia humanidad obedece al propio desarrollo del Derecho lnternacional de los Derechos Humanos. Este ha servido de guia a Ia hora de
concretar el contenido del crimen contra Ia humanidad.
La expresion «crimen contra Ia humanidad», afirma Carrillo Salcedo, constituye una calificacion que puede aplicarse a «importantes
17
violaciones graves y sistematicas de los derechos humanos» . En
efecto, con esta afirmacion, el profesor recalca Ia idea de Ia identificacion de las violaciones graves de los derechos humanos con Ia nocion de crimen contra Ia humanidad. La proteccion de los derechos
humanos y Ia funcion de Ia Corte convergen gracias a Ia integracion
del crimen contra Ia humanidad -y tambien los crimenes de genocidio y de guerra- entre los crfmenes susceptibles de ser conocidos
par Ia Corte.
El crimen de guerra
Par lo que se refiere al crimen de guerra, Ia proteccion de los derechos humanos esta condicionada par Ia existencia de un conflicto armada entre Estados o en el interior de un Estado. No cubre Ia proteccion de todas las victimas, sino que Ia proteccion se establece en
funcion de su posicion en el conflicto armada.
14 Que supone Ia concreci6n de Ia responsabilidad penal por Ia violaci6n de Ia Convenci6n contra Ia tortura de 1984, salvo que Ia definicion del Estatuto de Ia Corte no se
lim ita a los actos cometidos por funcionarios publicos. Seran crfmenes contra Ia humanidad tanto los actos cometidos por las autoridades estatales como por los actores no
estatales.
1s Que implica Ia concreci6n de Ia responsabilidad penal por Ia violaci6n de Ia Convenci6n sobre Ia Eliminaci6n de todas las Formas de Discriminaci6n contra Ia Mujer de
1979 y cuya incorporaci6n se debe en gran medida a Ia jurisprudencia de los Tribunales
ad hoc para Ia Antigua Yugoslavia y Ruanda.
16 Que supone Ia concreci6n de Ia responsabilidad penal por Ia violaci6n de Ia Convenci6n internacional sobre Ia Eliminaci6n de todas las Formas de Discriminaci6n Racial
de 1965.
17 CARRILLO SALCEDO, J.A.: «LaCour Penale lnternationale: l'humanite trouve une place dans le Droit International»,
op. cit., p. 24.
.
)
652
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
Los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos Adicionales de
1977 recogieron Ia primera definicion convencional de los crfmenes
de guerra. En los mismos se previo un sistema de sanciones estableciendo que determinadas categorfas de delitos restrictivamente enumeradas en los artfculos 50, 51, 130 y 147 de los Convenios I, II, Illy IV
respectivamente y 11.4 y 85.3 y 4 del Protocolo I constituirfan «infracciones graves». Tales infracciones se considerarfan crfmenes de guerra y
quedarfan sujetas a Ia jurisdiccion universal. La definicion de los crfmenes de guerra se completa por una segunda definicion internacional de
caracter consuetudinario: «constituyen crfmenes de guerra las violaciones de las /eyes y costumbres de Ia guerra».
La expresion «!eyes y costumbres de Ia guerra» ha sido considerada
durante largo tiempo como una referenda al Reglamento anexo a Ia
Cuarta Convencion de La Haya de 1907 sobre las /eyes y usos de Ia guerra
terrestre. Dicho Reglamento contiene un conjunto de reg/as que regulan Ia conduccion de las hostilidades y el tratamiento de los beligerantes cuyo valor consuetudinario ha sido reconocido por Ia Corte lnternacional de Justicia en el Caso de las actividades militares y paramilitares
en Nicaragua y contra Nicaragua, de 26 de junio de 1986, y en Ia Opi-
nion consultiva sabre Ia licitud de Ia amenaza a del usa de las armas
nucleares, de 8 de julio de 1996. Ahora bien, el Tribunal Penal para Ia
Antigua Yugoslavia ha recogido una definicion de «/eyes y costumbres
de Ia guerra» aun mas amplia, al extender tambien Ia nocion a Ia violacion de ciertas reg/as del Derecho de los conflictos armadas no internacionales18.
Definitivamente, Ia definicion mas amplia de los crfmenes de guerra
recogida hasta el momenta es Ia contenida en el Estatuto de Ia Corte,
en Ia medida en que incluye, entre otros, los actos de dirigir intencionalmente ataques contra los componentes de las misiones de mantenimiento de Ia paz, Ia comision de actos de violacion sexual a el hecho
de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro. Aun mas, el
crimen de guerra conforme al Estatuto alcanza una amplitud inusitada
puesto que reune el denominado Derecho de Ginebra -tendente a prateger a las vfctimas de los conflictos armadas- y el Derecha de La Haya
-que limita los medias de combate- en un solo crimen. Finalmente,
sigulednd~
.
653
ten~=~~~e~ad
.
arcada or el Estatuto del Tribunal para
Ia
de esfe crimen es Ia incorporacion de los
Ruan
a,
a
segudn
.
t
como
ambitos en los que el Estatuto es
conflictos arma os In ernos
apli~~b~~nclusi6n, Ia lectura ~on~~~~a~~~~';;e '~';:5 ~~~~:~e~o~~~~~~~~
dentro de I~ competenoa ma ~~~ernacional de los Derechos Humanos,
convergenoa
entre el Dfr~c~anitario y el Derecho Penal lnternacional.
0
~~ ~~~~~~ dl~tl~sn~~~~~~ime~os campos del Derecho internacional ya ha
E~eg:~=~~ocl~~~~~~~:~nacional es ~I terc~r invitad_oten e~t~ic~~v:r~~
sido
,
recientes n1 los tnbuna 1es m erno
gencia. ~asta ep_ocasl muy h
. to obligados a someterse a las intrind
eracion penal para
bunales mternaoona es :~, an VIS
~~~=~ ~~~~;;:;';,~:se~~=~~~~; c~~~~~:~~~~=: p~tftic~ y d~~~~!~~~~~~~
00
r~~~~~il!~t~~u~:;~~cf~n~~~n~~:~~~gda~f~~arrollo del De-
persedguir
gran o enae11oos
recho Penal lnternacional.
5. La competencia jurisdiccional y el principio de complementariedad
Pueden presentar
denunc~as ante Ia Car~~~o:rr~st~d~s~~~~~~~;st~
~~u~o~~~eb~ 1: ~~;t~r~:fa;~~~~~~s
~
(a~tfcdu-
Estat1ucto,
Unidas el Fiscal
en e ap
d
los Estados y el ConseJO e
Ia 13 del Esta~uto). Se_pr~te~ e ~~egs=~annticen Ia legalidad internaSeguridad qu1enes pnnopa men
cional.
b"
. pre han de concurrir las condiciones previas para
, lo odra actuar cuando el EstaAhora 1en, :1e~ . . , .
el ejercicio de la_Jur!sdiCCI~n. Ia Cort~i~~ elpcrimen o, alternativamente,
~~ E~~a~~Y~e~~;~~~~,i~~=lidi~~d~JJ~ss~t~eh:r~~~~~~~~:dP~;:aE:!~i~~~o~
aceptad~ lad~o~p~;:and~aqu~ ~o
s~r i~­
ha ratificado el Estatuta pueden
naoona es
ternacionalmente
persegu1.d os po r los crfmenes cometidos en terntono
18
El Tribunal ha declarado que es apropiado identificar Ia expresi6n «violaciones de
las /eyes y costumbres de Ia guerra» con las violaciones graves (serious violations) del
Derecho lnternacional Humanitario, de modo que comprende el Derecho que rige durante los conflictos armadas no internacionales. Tribunal Penal lnternacional para Ia
Antigua Yugoslavia, Sala de Apelaci6n, Caso Tadic, Decision de 2 de octubre de 1995,
·· IT-94-1-AR72, p. 76.
uede aceptar Ia jurisdicci6n de Ia Corte
Un Estado que no es parte en el Estatuio pt ·a o del cual es acusado un nacional
para un crimen determinado cometido en su _ern o~ r o los nacionales de los Estados
de ese Estado (articulo 12, parrafos 2 y 3). Sin emc:pie~ Ia jurisdicci6n de Ia Corte no
que no sean parte en el_ Estatuto y ~ue ta~poco ~ denuncia ante el Fiscal de Ia Corte
podran ser sometidos a JUIC!o ante esta sa vo que a
Ia haga el Consejo de Segundad.
19
654
lA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
lA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA lAS MAS GRAVES VIOlACIONES DE ...
extranjero. ~entro de este supuesto entrarfan los soldados que sirven
en el extranJero y cuyo Estado no ha ratificado el Estatuto. Este aspecto
preocupa a Estados Unidos, ya que los ciudadanos estadounidenses
por hechos ejecutados en el extranjero, podrfan ser juzgados por I~
Corte sin su consentimiento 20 .
A dichas condiciones previas hemos de anadir que el Consejo de
Segurida.d .n? h~ya ejercido su facultad de suspender una investigaci6n
o .un enJUICiamlento por doce meses. Parad6jicamente, los Estados
m1embros del Consejo de Seguridad gozan de esta facultad aun sin ser
partes en el Estatuto.
Aun. trattmdose de un modelo jurisdiccional amplio, Ia Corte Penal
lnternaCional no excluye las jurisdicciones penales nacionales21. AI contra:io, Ia competencia de Ia Corte no sera prioritaria sino complementana respecto de los tribunales internos. La Corte solamente actuara si
los Estados no pueden o no quieren investigar o juzgar los crfmenes. Si
el autor de un crimen es juzgado por un tribunal interno Ia Corte no intervendra. Tanto el parrafo decimo del preambulo del Estatuto como
los artfculos 1, 17, 18 y 19 reconocen el caracter complementario de Ia
Corte. El principia de complementariedad implica que Ia responsabilidad y el deber principal en Ia defensa de los derechos humanos recae
sobre las jurisdicciones internas de los Estados, siendo Ia Corte s61o «Ia
ultima parada»22.
II
Entonces, ~que temen los Estados reticentes a ratificar el Estatuto
de Ia Corte si siempre sera su jurisdicci6n nacional Ia que en primer Iugar pued~ conocer del caso? Basta que los tribunales internos juzguen
a sus naCionales para que Ia Corte no entre a conocer del caso. lncluso
Ia decision de un tribunal interno de no procesar a un presunto culpable debera ser respetada si su argumentaci6n se considera justificada y
hecha de buena fe. El problema surge cuando los crfmenes son cometidos por las personas pertenecientes al aparato del Estado. En tal caso,
los tribunales internos evitaran el juicio o juzgaran benevolamente a los
2
° CASSESE,
A.: «The Statute of the International Criminal Court: Some Preliminary
European Journal of International Law, 10, 1999, pp. 144-171, p. 160. Por
este mot1vo, Estados Unidos ha procedido a Ia firma de acuerdos con diferentes Estados
co~ el fin de que esos Estados no entreguen a ciudadanos estadounidenses a Ia Corte.
Mas de 30 Acuerdos de esta naturaleza han sido firmados entre otros con Israel Rumania, Tayikistan o Timor Oriental.
'
'
'
Reflect1o~s»,
655
responsables, quedando Ia Corte sin competencia para conocer de dichos casos.
6. Las carencias de Ia Corte
Una parte significativa de los Estados del mu~do han ~atificado el Estatuto. Sin embargo, este aparente respal.do mas1vo. del nu.me~o de Estados ratificantes choca con su verdadera 1mportanC1a en termmos cuantitativos y cualitativos. Cuantitativamente, puesto que los Estados no
ratificantes -Estados Unidos, Rusia, China, India e Israel, e~tre otro:representan a Ia mitad de Ia poblaci6n mundial. Y en termmos cualitativos, Ia mayorfa de los Estados referidos goz~n del derecho d~ veto en
el Consejo de Seguridad. Asf, podemos dem que se ha ab1erto una
brecha entre los Estados que han ratificado el Estatuto y los Est~dos
que no lo han ratificado. Una jus~ici~ ~o ~niversal h~ra q.ue su~s1;ta~
las discriminaciones. No se trataran 1dent1camente s1tuaC1ones id~ntl­
cas. De igual modo, los Estados que hayan acept~do Ia compe~~nCia de
Ia Corte pueden verse tentados a no cooperar s1 tal coo~eraCion comporta para ellos perjuicios que ~tros Estados no han asum1d.o.
.
Otra de las grandes carenCias del Estatuto es que se ref1ere a lo~ mdividuos mas como objetos que como sujetos de las normas conten1das
en el mismo. Como vimos, gozan de legitimaci6n activa los Estados
partes, el Consejo de Segurid~? y ~~ Fiscal -en palabras de Sur, .s~ trata
de un mecanismo de culpabiliZaCion latente rev~la?o~ del esp1ntu .d~l
Estatuto23_. No cabe Ia acusaci6n particular, n1 s1qu1era d~ las VICtlmas. La unica vfa indirecta de legitimaci6n activa de las vfc~1;nas es a
traves del envfo de pruebas al Fiscal. ~Por que no se reco~oCio el der~­
cho de las vfctimas a recurrir a Ia Corte Penal? De haber s1d<? r~conoCI­
do, hubiera supuesto Ia culminaci6n del proceso de reconoCimle~to de
los individuos como sujetos activos para reclamar en el plano ~n1versal
por las violaciones masivas de los derechos human~s. La negat1va a reconocer legitimaci6n a las vfctimas supone una qu1ebra en Ia senda d~
los derechos humanos en un momenta hist6rico en el que el acceso directo a los tribunales internacionales parecfa que se iba consolidando~ 4 .
Finalmente, Ia Corte no podra conocer ni de los actos de terronsmo, ni de narcotrafico, ni del crimen de agresi6n. Pero no solo tales
21
• Sobre Ia cuesti6~ vease EscoBAR, C.: «La progresiva institucionalizaci6n de Ia jurisd1co?n pe~al lnternaoonal: La Corte Penal lnternacional», Crimen internacional y jurisdtccton
umversal. El caso Pinochet, Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, p. 234.
22
RoTH, K.: «The Court the US doesn't want», New York Review Books 19 de noviembre de 1998, p. 45.
'
.
n SuR, S.: «Vers une Cour ... », op. cit., p. 31.
.
..
.
Vease CANC,:ADO TRINDADE, A.: E/ acceso directo del mdtvtduo a los Tnbunales lnternacionales de derechos humanos, Universidad de Deusto, Bilbao, 2002.
24
656
LA PROTECCION INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS ALBORES DEL S. XXI
crfmenes no podran ser enjuiciados por Ia Corte, ya que salvo los crfmenes de genocidio, de guerra y contra Ia humanidad, Ia Corte no sera
competente para investigar las restantes violaciones de los derechos
humanos. El final de Ia impunidad llegara cuando se constituya un Tribunal lnternacional de Protecci6n de los Derechos Humanos con amplias competencias, ya que todas las violaciones de los derechos humanos son lo suficientemente graves.
7. Conclusiones
El establecimiento de Ia Corte Penal lnternacional supone el avance
mas coherente en el discurrir del Derecho lnternacional de los Derechos
Humanos, el Derecho lnternacional Humanitario y el Derecho Penal lnternacional. La Corte pretende ser Ia soluci6n a Ia tradicional debilidad
que ha mostrado el Derecho lnternacional a Ia hora de sancionar a los
responsables de los mas graves crfmenes. He aquf el eslab6n perdido
de Ia justicia penal internacional.
Hasta hoy, tanto Ia falta de voluntad polftica internacional como las
insuficiencias de los sistemas legales internos han provocado Ia impunidad de los mayores criminales. En el futuro, Ia Corte, al actuar de forma
complem~ntaria a los tribunales nacionales, sera el mejor instrumento
para termrnar con ambas deficiencias. En el ambito internacional obliga a
los Estados a colaborar con Ia Corte y en el ambito interno obliga a los
Estados a desarrollar Ia legislaci6n necesaria al efecto.
A esto se aflade Ia funci6n disuasoria de Ia Corte. La existencia de
Ia Corte no representara precisamente un acicate para los perpetradores de los crfmenes, mas bien al contrario. En este sentido, sera incluso
un media para Ia prevenci6n de los conflictos armadas que a menudo
van acompanados de Ia comisi6n de los mas graves crfmenes.
Los mayores impulsos en el Derecho lnternacional de los Derechos
Humanos se han producido gracias a Ia aplicaci6n de los tratados internacionales por los 6rganos competentes. El revestimiento judicial de tales
6rganos -Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Corte lnteramericana de D~re~hos Humanos- contribuye con el mayor rigor a Ia eficacia y
al cumplrmrento del Derecho lnternacional de los Derechos Humanos25 .
25 MENDEZ, J.: «International Human Rights Law, International Humanitarian Law
and International Criminal Law and Procedure: new relationships», en SHELTON, D. (Ed.);
International Crimes, Peace, and Human Rights: The Role of the International Criminal
Court, Transnational Publishers, Nueva York, p. 73.
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL: SANCION PARA LAS MAS GRAVES VIOLACIONES DE...
657
Algo similar ocurre con el Derecho lnternacional ~umanitari?, cuyas interpretaciones mas progresistas se deben ~I t:abaJO de. los Trr_bun~les ad
hoc. Nuevamente Ia Corte, a traves de su JUrrsprudenCia, ser~. el organa
«responsable» de consolidar las normas sabre Ia responsabrlrda? penal
internacional. En este sentido, Ia Corte representa otro de los srmbolos
de esperanza para Ia humanidad.
Descargar