4. Las vías para asegurar la eficacia en el ordenamiento español de

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4.
Las vías para asegurar la eficacia
en el ordenamiento español
de las sentencias
del Tribunal Europeo
de Derechos Humanos
Una vez expuesto el cuadro general referido a la
eficacia de las sentencias del TEDH, es especialmente interesante desde el punto de vista del Derecho procesal un examen más concreto de la problemática que se plantea en el Derecho español ante
una sentencia del TEDH cuyo contenido sea desfavorable a la posición mantenida por nuestro país.
Se ha aludido ya a las dos consecuencias que se
pueden derivar de la jurisprudencia del Tribunal
Europeo: efectos directos e indirectos'. Se trata
ahora de pormenorizar cómo se producen tales
efectos en España.
I
Vid. D.
LlÑÁN
NOGUERAS,
«Los efectos ... », op. cit.,
p. 356, Y J. M. MORENiLLA RODRíGUEZ, «La ejecución ... »,
op. cit .• pp. 64-68.
135
I.
EFECTOS INDIRECTOS
Las resoluciones del TEDH no sólo resuelven
el caso concreto que se les plantea satisfaciendo
de forma irrevocable los intereses jurídicos que
se derivan del Convenio europeo en relación con
los directamente interesados, obligando en ocasiones al Estado demandado a que, en la medida
de lo posible, repare las consecuencias
de una
resolución o medida internas o, en caso contrario, satisfaga una prestación equitativa sustitutoria; sino que, por otro lado, el Tribunal interpreta
las disposiciones
del Convenio de Roma con
efectos sobre todos los Estados parte. Este último es el efecto indirecto de las sentencias del
TEDH, que se deriva del propio artículo 45 del
Convenio y tiene un cierto efecto uniformador
de los distintos ordenamientos
de los Estados
parte, que tienden a alinearse en torno a un orden público europeo de los derechos humanos
[SS. TEDH de 27 de noviembre de 1987 (Caso
Ben Yaacoub)(§ 15) y de 23 de marzo de 1995
(Caso Loizidou)(§
75)].
Hemos adelantado ya en cuanto a este efecto indirecto de cosa interpretada de las sentencias de
Estrasburgo la referencia a su consagración constitucional en el artículo 10.2 CE2, por el cual, la in-
"2 Como afirma F. REY MARTINEZ, «El criterio interpretativo
de los Derechos Fundamentales conforme a normas internacionales (Análisis del artfculo 10.2 CE»>, RGD. núm. 537, julio,
1989, pp. 3616-3617, no debe entenderse esta «constitucionalización» de las normas internacionales sobre derechos humanos
como una recepción material de estos textos en la Constitución,
sino más bien referida a su consideración como instrumentos
136
terpretación de las normas relativas a los derechos
fundamentales y a las libertades reconocidas por la
Constitución debe llevarse a cabo de conformidad
con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre
las mismas materias ratificados por España, y también, aunque no 10 exprese literalmente el mencionado precepto, cabe incluir el amplio acervo interpretativo de los órganos cuya función es la
interpretación y aplicación de estos textos jurídicos
(art. 45 CEDH)3.
Es claro que la virtualidad de esta norma se hace
patente cuando sea necesario aportar claridad a la interpretación de una norma constitucional española",
actuando de este modo como cláusula de garantía' a
valiosos para la interpretación de los derechos constitucionales.
En este sentido, J. DELGADOBARRIO,«Proyección de las decisiones del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos en lajurisprudencia española», RAP, núm. 19, 1989, p. 244, afirma que
«el Convenio es desde luego contexto de la Constitución».
3 E. LINDE, «Eficacia de la Convención
en el Derecho español», El sistema europeo de protección ..., op. cit. (coord.
GARcfA DE ENTERRIA),pp. 153-154. E. GARdA DE ENTERRíA,
"El valor en Derecho español de la Jurisprudencia del TEDH»,
BICAM, núm. I, 1987, p. II, destaca que el art. 45 CEDH
«constituye la base para sostener el valor interpretativo del propio Convenio que, por decisión de los Estados partes del
mismo, tiene la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos».
4 A. MANGAS MARTIN, "Cuestiones
... », p. 150, afirma, en
este sentido, que «la técnica prevista en el párrafo segundo del
art. 10 cobra virtualidad sólo en el caso de que una norma
constitucional sobre esta materia no sea suficientemente
clara» (cursiva en el original).
5 E. LINDE, «Eficacia ... », op.
cit.; p. 152, «en el sentido de
que las dificultades interpretativas de los derechos y libertades
fundamentales deben salvarse inicialmente en favor de la inter137
norma de mínimos", que puede ser invocada por
los particulares ante los poderes públicos, incluidos por supuesto los órganos jurisdiccionales, y,
en su caso, por esta vía puede invocarse la inconstitucionalidad de la leyes contrarias a las interpretaciones en materia de derechos humanos
que se deriven de la jurisprudencia del TEDH7.
pretación que suministran los referidos tratados a convenios en
materia de derechos humanos». Como afirma O. ALZÁGA
VILLAAMIL,Comentario sistemático de la Constitución Española de 1978, Madrid, 1978, p. 157: «el apartado que nos ocupa
alcanza todo su sentido en la hipótesis de que nuestra Constitución no niegue derechos fundamentales, pero los recoja tacañamente, o lo haga de forma insuficiente o confusa y, sin embargo,
tales derechos fundamentales estén claramente protegidos en dichos Pactos». Lo cual, debemos añadir, no es frecuente en principio respecto a los derechos proclamados por el CEDH, pero
que adquiere importancia si se atiende al desarrollo jurisprudencial de estos derechos a través de la labor del TEDH.
6 J. DELGADOBARRlO,«Proyección de las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la jurisprudencia española», El Poder Judicial en Europa, Conferencia en Madrid de
los Presidentes y Fiscales Generales de los Tribunales Supremos de los Estados miembros de las Comunidades
Europeas, t. JI, Madrid, 1989, p. 329. En este sentido, E. GARCiA
DE ENTERRIA,«El valor en Derecho español.;», op. cit., p. 11:
«Prácticamente, todos los Estados europeos que firmaron tranquilamente el Convenio con la idea clara de que sus respectivos
Derechos internos sobrepasaban largamente los standards mínimas de protección que el Convenio imponía, han podido verse
sorprendidos con condenas (declaraciones de infracción del
Convenio, más bien), como consecuencia de esa profundización
de dicha carta; que es la gran obra del Tribunal Europeo».
7 Vid. J. DELGADOBARRIO,«Proyección ... », op. cit., p. 241.
Como afirma M. MARTINEZ SOSPEDRA, «El Convenio de
Roma ... », QP. cit., p. 904, destaca que cuando el TC decida
apartarse de la jurisprudencia de Estrasburgo viene obligado a
explicitar y a motivar las discrepancias con ella, y además, tal
decisión debe ser tomada por el Pleno.
138
Por otra parte, se hace especialmente interesante
la jurisprudencia del TEDH para llenar de contenido los conceptos jurídicos indeterminados que
los órganos jurisdiccionales españoles tengan
qiie aplicar en materia de derechos y libertades
fundamentales.
Este efecto indirecto, a través del instrumento
integrative-interpretativo de los derechos fundamentales que es el artículo 10.2 CES, se extiende
incluso a los casos en que España no ha sido parte
en el litigio del que ha resultado la sentencia aplicable, por el efecto erga omnes de la jurisprudencia
de1 TEDH, hasta e1 punto de que puede afirmarse,
con DELGADO
BARRI09,que se ha abierto una vía
para la permanente actualización de la Constitución. Así, las sentencias del TC y, en menor medida, del TS y de los órganos jurisdiccionales inferiores se han valido de las argumentaciones del
TEDH para concretar sus interpretaciones de las
normas de la parte dogmática de nuestra Constitución'"; e incluso, aunque de forma un tanto tardía,
las sentencias de Estrasburgo han dado lugar a alguna importante reforma legislativa. Ejemplo muy
conocido en nuestro ámbito procesal del ejercicio
de esta función de orientación legislativa es la influencia de los casos Piersack (STEDH de 1 de octubre de 1982) y De Cubber (STEDH de 26 de octubre de 1984) sobre la separación orgánica de la
Cfr. F. REY MARTÍNEZ, «El criterio interpretativo ... », op.
8
p. 3615.
cit.,
J. DELGADO BARRIO, «Proyección ... », op. cit .. p. 331.
Vid. E. GARciA DE ENTERRÍA, «El valor en Derecho españoL)"op. cit .• pp. 9-16.
9
10
139
función de instruir y la de juzgar en el procedimiento penal para asegurar la imparcialidad objetiva del juez!', que dieron lugar a la declaración de
inconstitucionalidad
del artículo 2.1 de la LO
1011980, de II de noviembre, y que tuvo como
consecuencia la derogación de esa ley y la reforma
de la LECr por la LO 711988, de 28 de diciembre.
II.
EFECTOS DIRECTOS
Pasando al núcleo de este capítulo, la verdadera
problemática sobre la eficacia de las sentencias del
TEDH se plantea respecto a los efectos directos de
estas resoluciones: cuando constatan la infracción
del Convenio por parte del Estado demandado y,
por tanto, como ya hemos visto, se refieren a la posibilidad de obtener en el ámbito interno una reparación íntegra del derecho o la libertad violadas".
Para este examen distinguiremos las consecuencias
de la mencionada constatación atendiendo al origen de la violación 13: es preciso, por tanto, fijamos
en las vulneraciones del Convenio debidas a una
norma de Derecho interno; en la causada por actos
administrativos y, especialmente, en aquellas causadas por actos jurisdiccionales,
cuestión central
II Vid. al respecto
M. C. CALVO SÁNCHEZ, «El derecho al
juez imparcial en la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos: necesidad de encomendar la instrucción y el enjuiciamiento a órganos diferentes», RevlA LEY, 3 de noviembre
de 1989, pp, 1-6.
12 D. LlÑÁN NOGUERAS,
«Los efectos ... », op. cit., p. 356.
13 Sigue este esquema tripartito J. M. MORENILLA
RODRiGUEZ, "La ejecución .. », op. cit., pp. 70 Y ss.
140
esta última, que se encuadra necesariamente en el
debate más amplio sobre la pretendida impugnación de sentencias firmes, precisamente por las exigencias del artículo 26 CEDH, donde se establece
la regla del previo agotamiento de los recursos internos para que se pueda iniciar el procedimiento
ante los órganos del Convenio de Roma.
l.
EN RELACIÓN CON LAS NORMAS
DE DERECHO
INTERNO
Cuando se interponga una demanda estatal a través de la vía prevista en el artículo 24 CEDH, ejercitándose una acción popular internacional,
se
puede pretender un control abstracto de la legislación interna del Estado demandado. Sin embargo,
cuando se siga la habilitación del artículo 25, como
ya se ha visto, es preciso acreditar con mayor a
menor concreción la condición de víctima, con lo
cual ya no se trata de una pretensión en defensa del
Derecho objetivo sino más directamente de la protección de una posición individual o colectiva. Pero
incluso en estos casos puede deducirse que una
norma interna, que ha producido en el caso concreto la violación del derecho o la libertad fundamental, sea contraria a las disposiciones del Con-
venio".
14
El propio Tribunal, en la STEDH de 13 de junio de 1979
(Caso Marckx¡ (§ 58), declaraba que «es evidente que la deci-
sión del Tribunal producirá efectos que excedan los límites de
este caso concreto, sobre todo si se tiene en cuenta que las supuestas violaciones de derechos que aquí se plantean derivaron
141
En cualquier caso, en cuanto se deduzca de la
sentencia del TEDH que la infracción del Convenio procede de una norma del Derecho interno, se
impone cumplir la obligación del artículo 53
CEDH pDf la que los Estados parte en el litigio deben conformarse a las decisiones del Tribunal",
asegurando a las personas dependientes de su jurisdicción los derechos y libertades que el Convenio
reconoce a través de la interpretación y aplicación
del TEDH. Está claro que la resolución de este órgano no deroga ni modifica directamente la norma
interna contraria al Convenio, pero de la obligación
de conformarse con ella puede derivarse para el Estado infractor la necesidad de la reforma -siempre
que ello se deduzca claramente de la fundamentación de la sentencia-e-"; 10 cual sería una especificación de un principio más general del Derecho internacional por el cual un Estado debe respetar sus
de preceptos jurídicos generales y no de medidas concretas de
ejecución».
Vid. G. COHEN-JONATHAN,
La Convention ...
op. cit., pp. 207-211.
15 Cfr.
J. A. FROWEIN,
Europiiische Menschenrechts ... ,
op. cit., pp. 473-475.
16 Cfr. J. A. FROWEIN, «La protección europea ... », op. cit.,
p. 984 Y en la doctrina española, especialmente,
P. A.
FERNÁNDEZ
SÁNCHEZ, Las obligaciones ... , op. cit., p. 121. Matiza G. COHEN-JONATHAN,
La Convention ..., op. cit., pp. 210211, que más que una imposición «directa» de la reforma, del
art. 53 CEDH se deriva el objetivo principal de poner fin a la
violación y, en la medida de 10 posible, hacer desaparecer sus
consecuencias,
con lo que es normal que el Estado tome las
medidas adecuadas en relación con las normas generales que
pueden ser fuente de violaciones potenciales para el futuro,
medidas que se refieren más a las víctimas eventuales que a los
reclamantes en cuestión.
r
142
obligaciones internacionales adaptando su Derecho
interno".
En estos casos, por consiguiente, la reparación
debe incluir un cambio legislativo dirigido a la modificación o derogación del precepto en cuestión,
sin que en este sentido se pueda sustituir por una
prestación equitativa porque el órgano legislativo
interno no está afectado en principio por ninguna
imposibilidad de reforma legislativa!", Refuerzan
esta exigencia meras razones prácticas de evitación
de nuevas demandas ante los órganos de garantía
colectiva del Convenio (STEDH de 29 de noviembre de 1991 -Caso Vermeire-)19, que en caso de
reiterarse podrían dar lugar a la exigencia de res-
17 Así G. COHEN JONATHAN, Aspects européens.... op. cit.,
p. 50, señala que la fuente de esta obligación de adaptar el derecho interno sobrepasa el marco del art. 53 Y se apoya en una
práctica consuetudinaria del Consejo de Europa, anclada en la
«jurisprudencia» del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y sobre todo en los principios generales del Derecho internacional.
En la Sentencia del TPn núm. lO, de 21 de febrero de 1925
se mencionaba ya la existencia de este principio «d'apres lequel un État qu'a valablement contracté des obligations internationales est tenu d'aporter
sa legislation les modifications
nécessaires pour assurer I'exécution des engagements pris».
18 En cualquier caso, es muy probable que la reforma legislativa por sí sola no satisfaga los intereses de la víctima y que
para una reparación perfecta sea preciso acompañarla de una
prestación equitativa por la que se compensen daños y perjuicios derivados de la infracción (ex art. 50 CEDH).
19 G. COHEN JONATHAN, Aspects européens..., op. cit., p. 50,
afirma que la adaptación del derecho interno a las enseñanzas
del Tribunal Europeo es la única forma de evitar violaciones similares en el futuro, en relación más con futuras víctimas potenciales que con los demandantes del caso.
a
143
ponsabilidad internacional al Estado-", con lo cual
estas razones favorecen la aplicaci6n efectiva de
las disposiciones del Convenio.
Existen ejemplos diversos en que una sentencia
del TEDH ha ocasionado, a por lo menos acelerado, una reforma legislativa en el Estado demandado!': la STEDH de 18 de junio de 1971 (Caso
De Wilde, Ooms y Versyp) en el también conocido
por Caso de los vagabundos, dió lugar en Bélgica a
la ley de 6 de agosto de 1971; la STEDH de 21 de
febrero de 1975 (Caso Golder) provoc6 una revisi6n del Derecho penitenciario del Reino Unido; la
STEDH de 28 de noviembre de 1978 (Caso Luedicke, Belkacem y KOf) dio lugar en Alemania a la
modificación de la regulación de la materia de costas judiciales; la STEDH de 26 de abril de 1979
(Caso Sunday Times), hizo que se promulgara en el
Reina Unido la Contempt of Court Act de 1981; la
STEDH de 13 de agosto de 1981 (Caso Young, James y Webster), motivó cambios en la regulación
laboral también del Reino Unido; a partir de la
STEDH de 22 de octubre de 1981 (Caso Dudgeon)
se produjeron cambios en la legislaci6n penal sobre homosexualidad
en Irlanda del Norte; la
STEDH de 9 de octubre de 1979 (Caso Airey) hizo
que se estableciera un sistema de justicia gratuita
en Irlanda, etc.22• Hemos aludido sin embargo a
Vid. unas consideraciones similares en G. COHEN-JONALo Convention ... , op. cit., p. 110, si bien mostrándose reservado en relación con la existencia de una obligación estricta
de los Estados en este sentido, basada en el art. 53 CEDH. Vid.,
asimismo, A. SÁNCHEZ LEGIDO, Lo reforma ... , op. cit., p. 103.
21 Vid. M. A. EISSEN, El Tribunal.s.. op. cit., pp. 101-104.
22 Por ejemplo, en el Caso Dudgeon la mencionada senten20
ruAN,
144
cierta lentitud o resistencia pasiva en la aplicación
de estas medidas que constituyen ciertas sombras
en este panorama".
Por otra parte, el TEDH se ha preocupado de determinar que la obligación de modificar la legislación puede operar únicamente con efectos ex nunc
por elementales exigencias de seguridad jurídica.
Así, en el caso Marckx, resuelto por STEDH de 13
de junio de 1979, se declararon contrarias al Convenio algunas normas del Código civil belga que
regulaban la filiación materna natural ya sus efectos en relación con la familia y con los derechos
patrimoniales del hijo y de la madre; tal vulneración se fundamenta en la discriminación legal de
los hijos naturales y de las madres solteras respecto de los hijos legítimos y las madres casadas.
El mencionado principio de seguridad jurídica
«necesariamente inherente al derecho del Convenio», según el Tribunal, «dispensa al Estado belga
de la revisión de los actos o situaciones jurídicas
anteriores al pronunciamiento de la presente sentencia» (§ 59)24.
Por 10 que se refiere a España, ninguna de las
sentencias que han declarado la violación por parte
cia de 22 de octubre de 1981 (§ 45) advierte que «con su mantenimiento en vigor, la legislación atacada representa una injerencia permanente en el ejercicio del derecho del reclamante al
respeto de su vida privada (en la que se comprende la vida sexual) en el sentido del artículo 8.1. En la situación personal del
interesado, repercute de manera constante y directa por su sola
existencia en la vida privada del mismo».
23 Vid. M. A. EISSEN, El Tribunal.s., op. cit., pp. 102-104, Y
también la nota núm. 102 del capítulo tercero.
24 Vid. J. VELU, Les effets directs ..., op. cit., pp. 150-152.
145
de nuestro país de derechos proclamados en el
Convenio ha exigido directamente la alteración de
normas jurídicas. Debe mencionarse, no obstante,
la STEDH de 23 de junio de 1993 (Caso RuizMateos) en que se declaró, aparte de la violación
del artículo 6.1 por la excesiva duración del procedimiento, la infracción de la misma disposición en
cuanto al carácter equitativo de los procedimientos
seguidos en el caso en cuestión ante el Tribunal
Constitucional por la infracción del principio de
igualdad de armas.
Hay que partir de la consideración objetiva de la
cuestión de inconstitucionalidad, en la que se pretende simplemente la confrontación de una norma
con rango legal con las exigencias de la Constitución, sin tener en cuenta, en principio, intereses y
derechos subjetivos concretos", Sin embargo, el
¡:¡ l. ALMAGRO NOSE1'E Y P. SAAVEDRA GALLO. Lecciones de
Derecho Procesal. Laboral. Contencioso-administrativo.
Constitucional, Valencia, 1990, p. 172, entienden que la cues-
tión de inconstitucionalidad es el «proceso que se instaura ante
el Tribunal Constitucional para que este decida a requerimiento
de un órgano de la jurisdicción ordinaria si una determinada
Ley o norma equiparada, de cuya constitucionalidad
se duda,
debe o no ser estimada como constitucional a los efectos de su
aplicación en un proceso pendiente ante el mismo». Vid.
arts. 163 CE, 5.2 LOP] Y 35,36 Y 37 LOTe. Por otra parte, el
art. 40 LOTe establece que «las sentencias declaratorias de la
inconstirucíonalidad
de las Leyes, disposiciones a actos con
fuerza de Ley no permitirán revisar procesos fenecidos mediante sentencia con fuerza de cosa juzgada en los que se haya
hecho aplicación de las Leyes, disposiciones o actos inconstitucionales, salvo en el caso de los procesos penales a contencioso-administrativos
referentes a un procedimiento sancionador en que, como consecuencia de la nulidad de la norma aplicada, resulte una reducción de la pena o de la sanción o una
exclusión, exención o limitación de la responsabilidad».
146
carácter singular de la Ley 7/1983, de expropiación
de Rumasa, determinaba la existencia de intereses
legítimos que afectaban únicamente a los recurrentes, los cuales no podían defenderlos adecuadamente si no se les permitía su participación directa
en la tramitación de la cuestión de inconstitucionalidad, de ahí la infracción del artículo 6.1 CEDH
cuando el TC no permitió a los interesados la presentación de observaciones acerca de la mencionada ley ni la posibilidad de recusar a dos magistrados. Como afirma el TEDH esta ley se refería a
un círculo restringido de personas, para las que había que garantizar el libre acceso a las observaciones de las otras partes y una posibilidad real de comentarlas (§ 63).
Por otra parte, en este caso, el trámite de audiencia del artículo 35.2 de la LOTC, previo a la eventual decisión del órgano jurisdiccional de plantear
la cuestión ante el TC, había servido para que los
interesados presentaran sus observaciones de fondo,
mientras que el Abogado del Estado se había limitado a cuestiones formales, para, una vez iniciados
los trámites de la cuestión de inconstitucionalidad,
plantear sus alegaciones sobre el fondo, sin posibilidad de contestación. No obstante, según establece
la sentencia que comentamos, aun en el caso de
que el Abogado del Estado hubiese planteado previamente sus observaciones de fondo, la familia
Ruiz-Mateos no las hubiera podido combatir ni
ante los tribunales civiles, ni ante el TC; en cambio, aquél conocía previamente los argumentos de
los interesados y los pudo discutir ante el Alto Tribunal (§ 67).
.
La especificidad del caso ha servido de justificación para no generalizar las conclusiones que He147
varían a exigir, por derivación de esta sentencia,
una reforma legislativa de la LOTe que estuviese
dirigida a introducir un trámite de audiencia ante el
Te para las partes del proceso principal. Sin embargo, ha habido voces autorizadas que han propugnado tal reforma para permitir que los derechos
subjetivos e intereses legítimos debatidos en el
proceso principal, que ha dado lugar a la cuestión
prejudicial ante el Te, puedan ser defendidos también en esa instancia por los que alegan ser sus
titulares'",
2.
EN RELACIÓN CON LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
Por lo que se refiere al segundo supuesto al que
nos referíamos antes, puede que la violación
que constata el TEDH proceda directamente de
26 Para C. ESCOBARHERNÁNDEZ,«Sentencia
del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, de 23 de junio de 1993, en el
asunto Ruiz-Mateos
c. España», RED/, vol. XLV, 1993,
pp. 578-579, la vinculación de la cuestión de inconstitucionalidad con un procedimiento principal seguido ante la jurisdicción ordinaria, en el que se dirimen derechos de particulares,
obliga a tener en cuenta los intereses legítimos de éstos, que
subyacen en la cuestión sometida al TC y que no encuentran un
adecuado cauce de actuación ante la jurisdicción constitucional, por lo que «una modificación de la LOTC en la línea de las
reflexiones antes formuladas ofrecería la ventaja de impedir futuras sentencias condenatorias similares a la que nos ocupa».
Por su parte, V. FAIRÉN GUILLÉN, Proceso equitativo, plazo ra-
zonable y Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Variaciones sobre la sentencia de 23 de junio de 1993, Asunto «RuizMateas v. España», Granada, 1996, passim, se muestra partidario reiteradamente de introducir en la cuestión de inconstitucionalidad el trámite de audiencia a los interesados.
148
una práctica administrativa interna, sin que haya
habido posibilidad de su revisión ante órganos jurisdiccionales, bien porque tal práctica en el ordenamiento en concreto esté exenta de control jurisdiccional, bien porque, aun sometida a este control,
en algún caso, como ya se ha señalado, la aplicación de la regla de agotamiento de los recursos internos se muestre demasiado rígida. Como recuerda COHEN-JONATHAN,
los recursos internos que
han de ser agotados deben cumplir una serie de requisitos para evitar que su exigencia sea excesiva:
debe tratarse de recursos accesibles, con 'posibilidades de éxito, adecuados y eficaces .. :27. Se ha
planteado el caso respecto a malos tratos e incluso
torturas en un Estado parte del Convenio, de forma
repetida y con tolerancia por parte del poder público; en estos supuestos se excluye la aplicación
de la regla de subsidiariedad aludida (STEDH de
28 de enero de 1978 -Caso Irlanda contra Reino
Unido-, § 159)28.
Cuando, en estas circunstancias, se haya permitido el acceso a los órganos del Convenio y haya
resultado una sentencia desfavorable para el Estado demandado, éste, evidentemente, está también
obligado a conformarse con las resoluciones del
Tribunal de Estrasburgo a través de las medidas internas que permitan cumplir la obligación de resultado que se le plantea. La reparación no presenta
27
G.
COHEN-JONATHAN,
La Convention Européenn e...,
op. cit., pp. 112-132.
28 Vid. H. DIPLA, La responsabilité de l' État pour violation
des droits de l'homme. Problémes d'imputation, París, 1994,
pp. 26-30.
149
dificultades pues la práctica administrativa que hubiera infringido el Convenio no goza de fuerza de
cosa juzgada y el órgano administrativo de la que
procede no precisa del concurso del poder legislativo, ni de los órganos jurisdiccionales para acatar
la resolución del TEDH y reparar -por lo menos
parcialmentela vulneración del modo que le
exige implícitamente
el artículo 50 CEDH, por
tanto debe acordar en su caso la modificación a
anulación del acto administrativo a través de un
nueva disposición de la misma naturalcza-". Téngase en cuenta, por ejemplo, el artículo 66. I de la
Ley federal suiza sobre procedimiento administrativo, por el cual en caso de que el Comité de Ministros a el TEDH constaten una violación del Convenio, la autoridad administrativa, de oficio a a instancia de parte, debe revisar su resolución. En el
caso de que la legislación no permitiera esta actuación nos encontraríamos en el caso previsto en el
mencionado artículo 50 CEDH y la satisfacción de
la víctima debería limitarse a la obtención de una
prestación equitativa por los daños y perjuicios derivados de la infracción del Convenio.
3.
ESPECIALCONSIDERACIÓN
DELAEFICACIA
DELASSENTENCIAS
DELTEDH RESPECfO
A LOSACTOSJURISDICCIONALES
El problema más complejo y al que vamos a dedicar mayor atención se refiere al tercer supuesto,
29 En este sentido, J.
ción ... », op. cit., p. 71.
150
M. MORENILLA
RODRIGUEZ, «La ejecu-
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