4. Las vías para asegurar la eficacia en el ordenamiento español de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Una vez expuesto el cuadro general referido a la eficacia de las sentencias del TEDH, es especialmente interesante desde el punto de vista del Derecho procesal un examen más concreto de la problemática que se plantea en el Derecho español ante una sentencia del TEDH cuyo contenido sea desfavorable a la posición mantenida por nuestro país. Se ha aludido ya a las dos consecuencias que se pueden derivar de la jurisprudencia del Tribunal Europeo: efectos directos e indirectos'. Se trata ahora de pormenorizar cómo se producen tales efectos en España. I Vid. D. LlÑÁN NOGUERAS, «Los efectos ... », op. cit., p. 356, Y J. M. MORENiLLA RODRíGUEZ, «La ejecución ... », op. cit .• pp. 64-68. 135 I. EFECTOS INDIRECTOS Las resoluciones del TEDH no sólo resuelven el caso concreto que se les plantea satisfaciendo de forma irrevocable los intereses jurídicos que se derivan del Convenio europeo en relación con los directamente interesados, obligando en ocasiones al Estado demandado a que, en la medida de lo posible, repare las consecuencias de una resolución o medida internas o, en caso contrario, satisfaga una prestación equitativa sustitutoria; sino que, por otro lado, el Tribunal interpreta las disposiciones del Convenio de Roma con efectos sobre todos los Estados parte. Este último es el efecto indirecto de las sentencias del TEDH, que se deriva del propio artículo 45 del Convenio y tiene un cierto efecto uniformador de los distintos ordenamientos de los Estados parte, que tienden a alinearse en torno a un orden público europeo de los derechos humanos [SS. TEDH de 27 de noviembre de 1987 (Caso Ben Yaacoub)(§ 15) y de 23 de marzo de 1995 (Caso Loizidou)(§ 75)]. Hemos adelantado ya en cuanto a este efecto indirecto de cosa interpretada de las sentencias de Estrasburgo la referencia a su consagración constitucional en el artículo 10.2 CE2, por el cual, la in- "2 Como afirma F. REY MARTINEZ, «El criterio interpretativo de los Derechos Fundamentales conforme a normas internacionales (Análisis del artfculo 10.2 CE»>, RGD. núm. 537, julio, 1989, pp. 3616-3617, no debe entenderse esta «constitucionalización» de las normas internacionales sobre derechos humanos como una recepción material de estos textos en la Constitución, sino más bien referida a su consideración como instrumentos 136 terpretación de las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades reconocidas por la Constitución debe llevarse a cabo de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España, y también, aunque no 10 exprese literalmente el mencionado precepto, cabe incluir el amplio acervo interpretativo de los órganos cuya función es la interpretación y aplicación de estos textos jurídicos (art. 45 CEDH)3. Es claro que la virtualidad de esta norma se hace patente cuando sea necesario aportar claridad a la interpretación de una norma constitucional española", actuando de este modo como cláusula de garantía' a valiosos para la interpretación de los derechos constitucionales. En este sentido, J. DELGADOBARRIO,«Proyección de las decisiones del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos en lajurisprudencia española», RAP, núm. 19, 1989, p. 244, afirma que «el Convenio es desde luego contexto de la Constitución». 3 E. LINDE, «Eficacia de la Convención en el Derecho español», El sistema europeo de protección ..., op. cit. (coord. GARcfA DE ENTERRIA),pp. 153-154. E. GARdA DE ENTERRíA, "El valor en Derecho español de la Jurisprudencia del TEDH», BICAM, núm. I, 1987, p. II, destaca que el art. 45 CEDH «constituye la base para sostener el valor interpretativo del propio Convenio que, por decisión de los Estados partes del mismo, tiene la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos». 4 A. MANGAS MARTIN, "Cuestiones ... », p. 150, afirma, en este sentido, que «la técnica prevista en el párrafo segundo del art. 10 cobra virtualidad sólo en el caso de que una norma constitucional sobre esta materia no sea suficientemente clara» (cursiva en el original). 5 E. LINDE, «Eficacia ... », op. cit.; p. 152, «en el sentido de que las dificultades interpretativas de los derechos y libertades fundamentales deben salvarse inicialmente en favor de la inter137 norma de mínimos", que puede ser invocada por los particulares ante los poderes públicos, incluidos por supuesto los órganos jurisdiccionales, y, en su caso, por esta vía puede invocarse la inconstitucionalidad de la leyes contrarias a las interpretaciones en materia de derechos humanos que se deriven de la jurisprudencia del TEDH7. pretación que suministran los referidos tratados a convenios en materia de derechos humanos». Como afirma O. ALZÁGA VILLAAMIL,Comentario sistemático de la Constitución Española de 1978, Madrid, 1978, p. 157: «el apartado que nos ocupa alcanza todo su sentido en la hipótesis de que nuestra Constitución no niegue derechos fundamentales, pero los recoja tacañamente, o lo haga de forma insuficiente o confusa y, sin embargo, tales derechos fundamentales estén claramente protegidos en dichos Pactos». Lo cual, debemos añadir, no es frecuente en principio respecto a los derechos proclamados por el CEDH, pero que adquiere importancia si se atiende al desarrollo jurisprudencial de estos derechos a través de la labor del TEDH. 6 J. DELGADOBARRlO,«Proyección de las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la jurisprudencia española», El Poder Judicial en Europa, Conferencia en Madrid de los Presidentes y Fiscales Generales de los Tribunales Supremos de los Estados miembros de las Comunidades Europeas, t. JI, Madrid, 1989, p. 329. En este sentido, E. GARCiA DE ENTERRIA,«El valor en Derecho español.;», op. cit., p. 11: «Prácticamente, todos los Estados europeos que firmaron tranquilamente el Convenio con la idea clara de que sus respectivos Derechos internos sobrepasaban largamente los standards mínimas de protección que el Convenio imponía, han podido verse sorprendidos con condenas (declaraciones de infracción del Convenio, más bien), como consecuencia de esa profundización de dicha carta; que es la gran obra del Tribunal Europeo». 7 Vid. J. DELGADOBARRIO,«Proyección ... », op. cit., p. 241. Como afirma M. MARTINEZ SOSPEDRA, «El Convenio de Roma ... », QP. cit., p. 904, destaca que cuando el TC decida apartarse de la jurisprudencia de Estrasburgo viene obligado a explicitar y a motivar las discrepancias con ella, y además, tal decisión debe ser tomada por el Pleno. 138 Por otra parte, se hace especialmente interesante la jurisprudencia del TEDH para llenar de contenido los conceptos jurídicos indeterminados que los órganos jurisdiccionales españoles tengan qiie aplicar en materia de derechos y libertades fundamentales. Este efecto indirecto, a través del instrumento integrative-interpretativo de los derechos fundamentales que es el artículo 10.2 CES, se extiende incluso a los casos en que España no ha sido parte en el litigio del que ha resultado la sentencia aplicable, por el efecto erga omnes de la jurisprudencia de1 TEDH, hasta e1 punto de que puede afirmarse, con DELGADO BARRI09,que se ha abierto una vía para la permanente actualización de la Constitución. Así, las sentencias del TC y, en menor medida, del TS y de los órganos jurisdiccionales inferiores se han valido de las argumentaciones del TEDH para concretar sus interpretaciones de las normas de la parte dogmática de nuestra Constitución'"; e incluso, aunque de forma un tanto tardía, las sentencias de Estrasburgo han dado lugar a alguna importante reforma legislativa. Ejemplo muy conocido en nuestro ámbito procesal del ejercicio de esta función de orientación legislativa es la influencia de los casos Piersack (STEDH de 1 de octubre de 1982) y De Cubber (STEDH de 26 de octubre de 1984) sobre la separación orgánica de la Cfr. F. REY MARTÍNEZ, «El criterio interpretativo ... », op. 8 p. 3615. cit., J. DELGADO BARRIO, «Proyección ... », op. cit .. p. 331. Vid. E. GARciA DE ENTERRÍA, «El valor en Derecho españoL)"op. cit .• pp. 9-16. 9 10 139 función de instruir y la de juzgar en el procedimiento penal para asegurar la imparcialidad objetiva del juez!', que dieron lugar a la declaración de inconstitucionalidad del artículo 2.1 de la LO 1011980, de II de noviembre, y que tuvo como consecuencia la derogación de esa ley y la reforma de la LECr por la LO 711988, de 28 de diciembre. II. EFECTOS DIRECTOS Pasando al núcleo de este capítulo, la verdadera problemática sobre la eficacia de las sentencias del TEDH se plantea respecto a los efectos directos de estas resoluciones: cuando constatan la infracción del Convenio por parte del Estado demandado y, por tanto, como ya hemos visto, se refieren a la posibilidad de obtener en el ámbito interno una reparación íntegra del derecho o la libertad violadas". Para este examen distinguiremos las consecuencias de la mencionada constatación atendiendo al origen de la violación 13: es preciso, por tanto, fijamos en las vulneraciones del Convenio debidas a una norma de Derecho interno; en la causada por actos administrativos y, especialmente, en aquellas causadas por actos jurisdiccionales, cuestión central II Vid. al respecto M. C. CALVO SÁNCHEZ, «El derecho al juez imparcial en la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos: necesidad de encomendar la instrucción y el enjuiciamiento a órganos diferentes», RevlA LEY, 3 de noviembre de 1989, pp, 1-6. 12 D. LlÑÁN NOGUERAS, «Los efectos ... », op. cit., p. 356. 13 Sigue este esquema tripartito J. M. MORENILLA RODRiGUEZ, "La ejecución .. », op. cit., pp. 70 Y ss. 140 esta última, que se encuadra necesariamente en el debate más amplio sobre la pretendida impugnación de sentencias firmes, precisamente por las exigencias del artículo 26 CEDH, donde se establece la regla del previo agotamiento de los recursos internos para que se pueda iniciar el procedimiento ante los órganos del Convenio de Roma. l. EN RELACIÓN CON LAS NORMAS DE DERECHO INTERNO Cuando se interponga una demanda estatal a través de la vía prevista en el artículo 24 CEDH, ejercitándose una acción popular internacional, se puede pretender un control abstracto de la legislación interna del Estado demandado. Sin embargo, cuando se siga la habilitación del artículo 25, como ya se ha visto, es preciso acreditar con mayor a menor concreción la condición de víctima, con lo cual ya no se trata de una pretensión en defensa del Derecho objetivo sino más directamente de la protección de una posición individual o colectiva. Pero incluso en estos casos puede deducirse que una norma interna, que ha producido en el caso concreto la violación del derecho o la libertad fundamental, sea contraria a las disposiciones del Con- venio". 14 El propio Tribunal, en la STEDH de 13 de junio de 1979 (Caso Marckx¡ (§ 58), declaraba que «es evidente que la deci- sión del Tribunal producirá efectos que excedan los límites de este caso concreto, sobre todo si se tiene en cuenta que las supuestas violaciones de derechos que aquí se plantean derivaron 141 En cualquier caso, en cuanto se deduzca de la sentencia del TEDH que la infracción del Convenio procede de una norma del Derecho interno, se impone cumplir la obligación del artículo 53 CEDH pDf la que los Estados parte en el litigio deben conformarse a las decisiones del Tribunal", asegurando a las personas dependientes de su jurisdicción los derechos y libertades que el Convenio reconoce a través de la interpretación y aplicación del TEDH. Está claro que la resolución de este órgano no deroga ni modifica directamente la norma interna contraria al Convenio, pero de la obligación de conformarse con ella puede derivarse para el Estado infractor la necesidad de la reforma -siempre que ello se deduzca claramente de la fundamentación de la sentencia-e-"; 10 cual sería una especificación de un principio más general del Derecho internacional por el cual un Estado debe respetar sus de preceptos jurídicos generales y no de medidas concretas de ejecución». Vid. G. COHEN-JONATHAN, La Convention ... op. cit., pp. 207-211. 15 Cfr. J. A. FROWEIN, Europiiische Menschenrechts ... , op. cit., pp. 473-475. 16 Cfr. J. A. FROWEIN, «La protección europea ... », op. cit., p. 984 Y en la doctrina española, especialmente, P. A. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Las obligaciones ... , op. cit., p. 121. Matiza G. COHEN-JONATHAN, La Convention ..., op. cit., pp. 210211, que más que una imposición «directa» de la reforma, del art. 53 CEDH se deriva el objetivo principal de poner fin a la violación y, en la medida de 10 posible, hacer desaparecer sus consecuencias, con lo que es normal que el Estado tome las medidas adecuadas en relación con las normas generales que pueden ser fuente de violaciones potenciales para el futuro, medidas que se refieren más a las víctimas eventuales que a los reclamantes en cuestión. r 142 obligaciones internacionales adaptando su Derecho interno". En estos casos, por consiguiente, la reparación debe incluir un cambio legislativo dirigido a la modificación o derogación del precepto en cuestión, sin que en este sentido se pueda sustituir por una prestación equitativa porque el órgano legislativo interno no está afectado en principio por ninguna imposibilidad de reforma legislativa!", Refuerzan esta exigencia meras razones prácticas de evitación de nuevas demandas ante los órganos de garantía colectiva del Convenio (STEDH de 29 de noviembre de 1991 -Caso Vermeire-)19, que en caso de reiterarse podrían dar lugar a la exigencia de res- 17 Así G. COHEN JONATHAN, Aspects européens.... op. cit., p. 50, señala que la fuente de esta obligación de adaptar el derecho interno sobrepasa el marco del art. 53 Y se apoya en una práctica consuetudinaria del Consejo de Europa, anclada en la «jurisprudencia» del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y sobre todo en los principios generales del Derecho internacional. En la Sentencia del TPn núm. lO, de 21 de febrero de 1925 se mencionaba ya la existencia de este principio «d'apres lequel un État qu'a valablement contracté des obligations internationales est tenu d'aporter sa legislation les modifications nécessaires pour assurer I'exécution des engagements pris». 18 En cualquier caso, es muy probable que la reforma legislativa por sí sola no satisfaga los intereses de la víctima y que para una reparación perfecta sea preciso acompañarla de una prestación equitativa por la que se compensen daños y perjuicios derivados de la infracción (ex art. 50 CEDH). 19 G. COHEN JONATHAN, Aspects européens..., op. cit., p. 50, afirma que la adaptación del derecho interno a las enseñanzas del Tribunal Europeo es la única forma de evitar violaciones similares en el futuro, en relación más con futuras víctimas potenciales que con los demandantes del caso. a 143 ponsabilidad internacional al Estado-", con lo cual estas razones favorecen la aplicaci6n efectiva de las disposiciones del Convenio. Existen ejemplos diversos en que una sentencia del TEDH ha ocasionado, a por lo menos acelerado, una reforma legislativa en el Estado demandado!': la STEDH de 18 de junio de 1971 (Caso De Wilde, Ooms y Versyp) en el también conocido por Caso de los vagabundos, dió lugar en Bélgica a la ley de 6 de agosto de 1971; la STEDH de 21 de febrero de 1975 (Caso Golder) provoc6 una revisi6n del Derecho penitenciario del Reino Unido; la STEDH de 28 de noviembre de 1978 (Caso Luedicke, Belkacem y KOf) dio lugar en Alemania a la modificación de la regulación de la materia de costas judiciales; la STEDH de 26 de abril de 1979 (Caso Sunday Times), hizo que se promulgara en el Reina Unido la Contempt of Court Act de 1981; la STEDH de 13 de agosto de 1981 (Caso Young, James y Webster), motivó cambios en la regulación laboral también del Reino Unido; a partir de la STEDH de 22 de octubre de 1981 (Caso Dudgeon) se produjeron cambios en la legislaci6n penal sobre homosexualidad en Irlanda del Norte; la STEDH de 9 de octubre de 1979 (Caso Airey) hizo que se estableciera un sistema de justicia gratuita en Irlanda, etc.22• Hemos aludido sin embargo a Vid. unas consideraciones similares en G. COHEN-JONALo Convention ... , op. cit., p. 110, si bien mostrándose reservado en relación con la existencia de una obligación estricta de los Estados en este sentido, basada en el art. 53 CEDH. Vid., asimismo, A. SÁNCHEZ LEGIDO, Lo reforma ... , op. cit., p. 103. 21 Vid. M. A. EISSEN, El Tribunal.s.. op. cit., pp. 101-104. 22 Por ejemplo, en el Caso Dudgeon la mencionada senten20 ruAN, 144 cierta lentitud o resistencia pasiva en la aplicación de estas medidas que constituyen ciertas sombras en este panorama". Por otra parte, el TEDH se ha preocupado de determinar que la obligación de modificar la legislación puede operar únicamente con efectos ex nunc por elementales exigencias de seguridad jurídica. Así, en el caso Marckx, resuelto por STEDH de 13 de junio de 1979, se declararon contrarias al Convenio algunas normas del Código civil belga que regulaban la filiación materna natural ya sus efectos en relación con la familia y con los derechos patrimoniales del hijo y de la madre; tal vulneración se fundamenta en la discriminación legal de los hijos naturales y de las madres solteras respecto de los hijos legítimos y las madres casadas. El mencionado principio de seguridad jurídica «necesariamente inherente al derecho del Convenio», según el Tribunal, «dispensa al Estado belga de la revisión de los actos o situaciones jurídicas anteriores al pronunciamiento de la presente sentencia» (§ 59)24. Por 10 que se refiere a España, ninguna de las sentencias que han declarado la violación por parte cia de 22 de octubre de 1981 (§ 45) advierte que «con su mantenimiento en vigor, la legislación atacada representa una injerencia permanente en el ejercicio del derecho del reclamante al respeto de su vida privada (en la que se comprende la vida sexual) en el sentido del artículo 8.1. En la situación personal del interesado, repercute de manera constante y directa por su sola existencia en la vida privada del mismo». 23 Vid. M. A. EISSEN, El Tribunal.s., op. cit., pp. 102-104, Y también la nota núm. 102 del capítulo tercero. 24 Vid. J. VELU, Les effets directs ..., op. cit., pp. 150-152. 145 de nuestro país de derechos proclamados en el Convenio ha exigido directamente la alteración de normas jurídicas. Debe mencionarse, no obstante, la STEDH de 23 de junio de 1993 (Caso RuizMateos) en que se declaró, aparte de la violación del artículo 6.1 por la excesiva duración del procedimiento, la infracción de la misma disposición en cuanto al carácter equitativo de los procedimientos seguidos en el caso en cuestión ante el Tribunal Constitucional por la infracción del principio de igualdad de armas. Hay que partir de la consideración objetiva de la cuestión de inconstitucionalidad, en la que se pretende simplemente la confrontación de una norma con rango legal con las exigencias de la Constitución, sin tener en cuenta, en principio, intereses y derechos subjetivos concretos", Sin embargo, el ¡:¡ l. ALMAGRO NOSE1'E Y P. SAAVEDRA GALLO. Lecciones de Derecho Procesal. Laboral. Contencioso-administrativo. Constitucional, Valencia, 1990, p. 172, entienden que la cues- tión de inconstitucionalidad es el «proceso que se instaura ante el Tribunal Constitucional para que este decida a requerimiento de un órgano de la jurisdicción ordinaria si una determinada Ley o norma equiparada, de cuya constitucionalidad se duda, debe o no ser estimada como constitucional a los efectos de su aplicación en un proceso pendiente ante el mismo». Vid. arts. 163 CE, 5.2 LOP] Y 35,36 Y 37 LOTe. Por otra parte, el art. 40 LOTe establece que «las sentencias declaratorias de la inconstirucíonalidad de las Leyes, disposiciones a actos con fuerza de Ley no permitirán revisar procesos fenecidos mediante sentencia con fuerza de cosa juzgada en los que se haya hecho aplicación de las Leyes, disposiciones o actos inconstitucionales, salvo en el caso de los procesos penales a contencioso-administrativos referentes a un procedimiento sancionador en que, como consecuencia de la nulidad de la norma aplicada, resulte una reducción de la pena o de la sanción o una exclusión, exención o limitación de la responsabilidad». 146 carácter singular de la Ley 7/1983, de expropiación de Rumasa, determinaba la existencia de intereses legítimos que afectaban únicamente a los recurrentes, los cuales no podían defenderlos adecuadamente si no se les permitía su participación directa en la tramitación de la cuestión de inconstitucionalidad, de ahí la infracción del artículo 6.1 CEDH cuando el TC no permitió a los interesados la presentación de observaciones acerca de la mencionada ley ni la posibilidad de recusar a dos magistrados. Como afirma el TEDH esta ley se refería a un círculo restringido de personas, para las que había que garantizar el libre acceso a las observaciones de las otras partes y una posibilidad real de comentarlas (§ 63). Por otra parte, en este caso, el trámite de audiencia del artículo 35.2 de la LOTC, previo a la eventual decisión del órgano jurisdiccional de plantear la cuestión ante el TC, había servido para que los interesados presentaran sus observaciones de fondo, mientras que el Abogado del Estado se había limitado a cuestiones formales, para, una vez iniciados los trámites de la cuestión de inconstitucionalidad, plantear sus alegaciones sobre el fondo, sin posibilidad de contestación. No obstante, según establece la sentencia que comentamos, aun en el caso de que el Abogado del Estado hubiese planteado previamente sus observaciones de fondo, la familia Ruiz-Mateos no las hubiera podido combatir ni ante los tribunales civiles, ni ante el TC; en cambio, aquél conocía previamente los argumentos de los interesados y los pudo discutir ante el Alto Tribunal (§ 67). . La especificidad del caso ha servido de justificación para no generalizar las conclusiones que He147 varían a exigir, por derivación de esta sentencia, una reforma legislativa de la LOTe que estuviese dirigida a introducir un trámite de audiencia ante el Te para las partes del proceso principal. Sin embargo, ha habido voces autorizadas que han propugnado tal reforma para permitir que los derechos subjetivos e intereses legítimos debatidos en el proceso principal, que ha dado lugar a la cuestión prejudicial ante el Te, puedan ser defendidos también en esa instancia por los que alegan ser sus titulares'", 2. EN RELACIÓN CON LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS Por lo que se refiere al segundo supuesto al que nos referíamos antes, puede que la violación que constata el TEDH proceda directamente de 26 Para C. ESCOBARHERNÁNDEZ,«Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de 23 de junio de 1993, en el asunto Ruiz-Mateos c. España», RED/, vol. XLV, 1993, pp. 578-579, la vinculación de la cuestión de inconstitucionalidad con un procedimiento principal seguido ante la jurisdicción ordinaria, en el que se dirimen derechos de particulares, obliga a tener en cuenta los intereses legítimos de éstos, que subyacen en la cuestión sometida al TC y que no encuentran un adecuado cauce de actuación ante la jurisdicción constitucional, por lo que «una modificación de la LOTC en la línea de las reflexiones antes formuladas ofrecería la ventaja de impedir futuras sentencias condenatorias similares a la que nos ocupa». Por su parte, V. FAIRÉN GUILLÉN, Proceso equitativo, plazo ra- zonable y Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Variaciones sobre la sentencia de 23 de junio de 1993, Asunto «RuizMateas v. España», Granada, 1996, passim, se muestra partidario reiteradamente de introducir en la cuestión de inconstitucionalidad el trámite de audiencia a los interesados. 148 una práctica administrativa interna, sin que haya habido posibilidad de su revisión ante órganos jurisdiccionales, bien porque tal práctica en el ordenamiento en concreto esté exenta de control jurisdiccional, bien porque, aun sometida a este control, en algún caso, como ya se ha señalado, la aplicación de la regla de agotamiento de los recursos internos se muestre demasiado rígida. Como recuerda COHEN-JONATHAN, los recursos internos que han de ser agotados deben cumplir una serie de requisitos para evitar que su exigencia sea excesiva: debe tratarse de recursos accesibles, con 'posibilidades de éxito, adecuados y eficaces .. :27. Se ha planteado el caso respecto a malos tratos e incluso torturas en un Estado parte del Convenio, de forma repetida y con tolerancia por parte del poder público; en estos supuestos se excluye la aplicación de la regla de subsidiariedad aludida (STEDH de 28 de enero de 1978 -Caso Irlanda contra Reino Unido-, § 159)28. Cuando, en estas circunstancias, se haya permitido el acceso a los órganos del Convenio y haya resultado una sentencia desfavorable para el Estado demandado, éste, evidentemente, está también obligado a conformarse con las resoluciones del Tribunal de Estrasburgo a través de las medidas internas que permitan cumplir la obligación de resultado que se le plantea. La reparación no presenta 27 G. COHEN-JONATHAN, La Convention Européenn e..., op. cit., pp. 112-132. 28 Vid. H. DIPLA, La responsabilité de l' État pour violation des droits de l'homme. Problémes d'imputation, París, 1994, pp. 26-30. 149 dificultades pues la práctica administrativa que hubiera infringido el Convenio no goza de fuerza de cosa juzgada y el órgano administrativo de la que procede no precisa del concurso del poder legislativo, ni de los órganos jurisdiccionales para acatar la resolución del TEDH y reparar -por lo menos parcialmentela vulneración del modo que le exige implícitamente el artículo 50 CEDH, por tanto debe acordar en su caso la modificación a anulación del acto administrativo a través de un nueva disposición de la misma naturalcza-". Téngase en cuenta, por ejemplo, el artículo 66. I de la Ley federal suiza sobre procedimiento administrativo, por el cual en caso de que el Comité de Ministros a el TEDH constaten una violación del Convenio, la autoridad administrativa, de oficio a a instancia de parte, debe revisar su resolución. En el caso de que la legislación no permitiera esta actuación nos encontraríamos en el caso previsto en el mencionado artículo 50 CEDH y la satisfacción de la víctima debería limitarse a la obtención de una prestación equitativa por los daños y perjuicios derivados de la infracción del Convenio. 3. ESPECIALCONSIDERACIÓN DELAEFICACIA DELASSENTENCIAS DELTEDH RESPECfO A LOSACTOSJURISDICCIONALES El problema más complejo y al que vamos a dedicar mayor atención se refiere al tercer supuesto, 29 En este sentido, J. ción ... », op. cit., p. 71. 150 M. MORENILLA RODRIGUEZ, «La ejecu-