LAS ENSEÑANZAS OFICIALES DE LA IGLESIA CATOLICA NO SON VERDADES ABSOLUTAS. Aide Peralta Zambrano* "No tenemos manera de concebir la existencia humana sin cuerpos. Nuestros cuerpos somos nosotros mismos. Ellos son llamados al bien en todo lo que son y hacen, incluyendo el sexo."1 En este documento damos a conocer el proceso de formación de la enseñanza oficial de la iglesia católica y también las concepciones alternativas sobre sexualidad, reproducción, anticonceptivos y aborto, con lo cual pretendemos evidenciar que la prédica oficial de la iglesia católica sobre estos temas también es una construcción histórica susceptible de ser modificada, tanto es así que en su interior ya existen teólogos y teólogas que desde una nueva lectura bíblica presentan posiciones alternativas acordes al desarrollo de la vida en la sociedad actual. Si bien no toda la población ecuatoriana es católica y no todas las personas bautizadas en esta iglesia son practicantes, es importante conocer la posición de la iglesia católica sobre estos temas ya que sus principios han influido en la vida de las personas a través de la historia. 1.- EL PLACER Y LA REPRODUCCION. La iglesia católica sostiene que la sexualidad y la reproducción no pueden separarse. Por tanto, el ejercicio de la sexualidad ha de tener como objetivo la procreación dentro del matrimonio, única institución donde es lícito tener vida sexual. Estas enseñanzas han sido construidas por la iglesia desde los primeros siglos y se han mantenido hasta la actualidad, a pesar del progreso científico y del divorcio existente entre la prédica y la práctica de los católicos y católicas. Algunos datos históricos2 En los primeros cuatro siglos del cristianismo la iglesia aceptó la idea negativa del placer sexual, lo bueno del alma y lo diabólico del cuerpo que mantenía cautiva el alma. La procreación y el nacimiento son sagrados, pero el deseo y la pasión son animalescos y pecaminosos. El matrimonio deja de ser sagrado para convertirse en un compromiso permitido entre el pecado y la virtud, mientras que el acto sexual era la forma de transmitir el pecado original de generación en generación. 1 2 GUDORF Christine. GUDORF Christine, "Etica Sexual Feminista" CESEP. Brasil 1996 Luego del Siglo IV, durante 1500 años la iglesia católica se dedicó a la perfección espiritual y consideraba la virginidad como el camino superior que guía a la santidad de las personas. “Se entiende así que alcanzarán la santidad en un 100% las mujeres vírgenes, las viudas lo serán en un 60% y las casadas en un 30%”. 3 Por su parte la ley natural estaría inmersa en la Creación de Dios, escrita en los corazones y sería observada a través de la razón. En el campo de la sexualidad se entiende que el coito permite la procreación y este es el fin último de las relaciones sexuales. Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio es pecaminoso tanto como tener relaciones dentro del matrimonio evitando la concepción. La iglesia dictó algunas reglas para ayudar a las parejas a vivir una sexualidad virtuosa: a) Prohibe el sexo marital 3 días antes del sacramento, durante el embarazo, la menstruación, la crianza de los niños, después de la menopausia, en cuaresma, adviento, domingos y días de fiesta. b) No es permitido el juego sexual antes de la cópula porque causa placer. c) El coito no puede darse en otra posición que no fuera cara a cara con el hombre encima. Quienes infringían estas reglas eran sancionadas con penitencias de 20 a 40 días a pan y agua, se decía que los hijos concebidos en los días prohibidos nacerían poseídos del demonio.4 Las mujeres debían incumplir estas normas para evitar la infidelidad y estaban obligadas a mantener relaciones sexuales aún durante el puerperio. A diferencia de ellas, los hombres habían sido facultados por la iglesia a reprimir con ayunos y golpes a las mujeres que demanden sexo en los días prohibidos. La sexualidad y la reproducción en la actualidad5. Las enseñanzas de la iglesia católica han llegado hasta nuestros tiempos, con discretas modificaciones. En el documento "Sexualidad Humana. Verdad y Significado. Guía para la educación en la Familia." Emitido por el Concejo Pontificado en 1995, el Vaticano ofrece una guía de educación sexual para los padres; entre las enseñanzas se encuentran las siguientes; 3 4 Idem. Pág. 3. En: Ob. Cit. CESEP. 1996. Pontificio Consejo Para la Familia. "Sexualidad Humana. Verdad y Significado. Guía para la educación en la Familia." Vaticano. 1995 5 1.- La sexualidad y la reproducción no pueden separarse. Se comete un acto inmoral al acudir a la anticoncepción artificial y la concepción asistida. 2.- Los padres deben alegrarse y guiar a sus hijos cuando expresen signos del llamado de Dios a la "más alta vocación"(vida religiosa o sacerdotal)6 3.- Los adolescentes se deben educar con principios morales como la indisolubilidad del matrimonio. Es inmoral tener relaciones antes o fuera del matrimonio, la contraconcepción, el aborto y la masturbación, esta última constituye un grave e ilícito desorden que da cuenta de una visión egoísta de la sexualidad. 4.- La homosexualidad puede ser innata, contraria a la Ley Natural y puede ser resuelta con terapia. "Están llamadas a la castidad". 5.- La educación sexual debe ser dada por los padres, quienes tienen el derecho de rechazar y hasta separarse de la educación secularizada y antinatalista que ponga a Dios al margen de la vida. Se han de oponer a la enseñanza sobre sexo seguro que difunda el uso del condón para evitar el SIDA ya que de este mal se protegen las personas con la continencia fuera del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio ES POSIBLE SER CATÓLICO, VIVIR LA SEXUALIDAD Y ADECUADO PARA SER PADRE O MADRE? DECIDIR EL MOMENTO El placer también fue creado y querido por Dios Hombres o mujeres fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Hemos sido dotados de un cuerpo que entre los múltiples placeres produce placer sexual, el mismo que siendo obra del creador no puede ser calificado de malo o pecaminoso. Si Dios habría considerado que el placer es malo y en particular el placer sexual, no permitiría que nuestros cuerpos generen placer y menos placer sexual. El mismo Jesucristo hijo de Dios disfrutó y gozó de los placeres inherentes al ser humano, por tanto, el placer así como todas las realidades humanas son intrínsecamente buenas. Fuentes bíblicas. En cuanto a la "vinculación de la procreación con el ejercicio de la genitalidad no se encuentra en las fuentes bíblicas ningún postulado explícito "7 que haga pensar que es ilícito el ejercicio de la sexualidad sin fines de reproducción humana. Por el contrario "San Pablo propone el ejercicio de la sexualidad como necesidad de satisfacción mutua de los cónyuges."8 Si nos remitimos al Cantar de los Cantaras encontramos un desborde de 6 Esta afirmación se relaciona con la convicción de que la virginidad o celibato son el camino superior que guía que a la santidad, convicción surgida en los primeros siglos del cristianismo 7 Alberto Múnera D. S.J. "Sexualidad, reproducción, anticoncepción y aborto. Montevideo. 1993. Pág.8 8 Idem. Pág.9 sensualidad. Lo cual nos lleva a concluir que es lícito el ejercicio de la sexualidad sin fines de procreación. Siguiendo estas reflexiones hemos de concluir que los católicos y católicas pueden vivir su sexualidad sin fines de procreación y vivir una maternidad o paternidad responsable, sin necesidad de renunciar a la iglesia. 2.- SE PROHIBE EL USO DE ANTICONCEPTIVOS ARTIFICIALES. Los anticonceptivos, constituyeron una revolución en la vida de las personas, pero particularmente en la vida de las mujeres, quienes descubrieron que gracias a éstos pueden controlar su fertilidad. A partir de su descubrimiento la humanidad ha podido concebir la sexualidad y la reproducción por separado, la sexualidad puede ser vivida con placer y ha permitido que mujeres y hombres decidan el momento oportuno para ser madres o padres. Posición de la iglesia católica frente a los anticonceptivos9.Los anticonceptivos generaron un nuevo estado de cosas frente a la cual la iglesia reaccionó reafirmándose en su doctrina construida varios siglos atrás y dispuso que el acto sexual debe estar siempre abierto a la procreación, por tanto es ilícito regular los nacimientos. Posteriormente condenó la esterilización y la anticoncepción artificial y permitió la anticoncepción natural (ritmo). La iglesia ha llegado a esta convicción luego de un largo proceso que se describe a continuación. a) Se condena el uso de los anticonceptivos. Durante le S. XX el Papa Pío XI en la encíclica Casti Connubbi afirma:" Cualquier uso del matrimonio en el que maliciosamente quede el acto destituido de su propia y natural virtud procreativa va contra la ley de Dios y contra la ley natural y los que tal comenten se hacen culpables de un grave delito"10 b) Se permite la anticoncepción natural. En 1964 El Papa Pablo VI en la encíclica Humano Vitae reafirma la ley natural, condena los métodos anticonceptivos artificiales y permite el uso de métodos naturales como el método del ritmo y reafirma que la procreación es el primer objetivo del matrimonio y las relaciones sexuales. c) Aparece el concepto de maternidad y paternidad responsable. 9 VARIOS AUTORES. "El Gran Libro de la Sexualidad". Fascículo 12. Salud reproductiva. Diario HOY e INNFA 1997. Pág. 15. 10 Idem. El Concilio Vaticano II introduce la noción de paternidad y maternidad responsable y aunque suprime la repulsión por el sexo, ya que coloca al matrimonio en el plano de la intimidad y al acto sexual como expresión de amor, continua sosteniendo que la procreación es el fin de las relaciones sexuales. d) La anticoncepción natural se corresponde con la Ley Natural. El Papa Juan Pablo II en el Sínodo de la familia ha dicho que los cónyuges se sirven de los ritmos naturales porque con ellos Dios, autor de la naturaleza, determina que en ese momento no haya lugar a una nueva vida. Paternidad y maternidad responsables. La procreación es el acto más sublime de la creación porque permite que hombres y mujeres participen del poder creador de Dios. El Concilio Vaticano II y la Constitución Pastoral Gozo y Esperanza le da al matrimonio carácter de intimidad, aborda la falta de descendencia como un hecho posible de suceder pero que en ningún momento se convierte en una causa para disolver el matrimonio. "El matrimonio y el amor conyugal están dotados por su propia naturaleza a la procreación...en el deber de transmitir la vida humana, ...los esposos cristianos con responsabilidad humana y cristiana cumplirán su misión...atendiendo su propio bien personal como el bien de los hijos, ya nacidos o todavía por venir, discerniendo las circunstancias de los tiempos y el estado de vida ...los esposos cristianos deben regirse por la conciencia, la cual ha de ajustarse a la ley divina... cumpliendo con responsabilidad su misión procreadora... aunque la descendencia falte, sigue en pie el matrimonio como intimidad y comunión total de vida y conserva su valor e indisolubilidad. 11 Así, se convoca a los esposos cristianos a cumplir su misión creadora con responsabilidad y de esta manera se introduce la noción de maternidad y paternidad responsable, para lo cual deberán considerar aspectos que garanticen el bienestar personal y de la pareja, de los hijos nacidos o por venir, de la familia, de la comunidad y de la iglesia. Criterios que no son posibles de observarse si no se cuenta con la información adecuada y con los medios necesarios para ello. Guiarse por la consciencia. 11 En: MUNERA Alberto. "Concepciones Alternativas Sobre Sexualidad, Reproducción, Anticoncepción, y Aborto." Montevidio.1993. A decir de varias teólogos, todos los documentos emitidos por el Vaticano no exigen una adhesión absoluta y su observancia está sujeta a lo que la consciencia y el discernimiento determine. Los obispos belgas afirman que: "..La última regla práctica es dictada por la consciencia debidamente esclarecida siguiendo el conjunto de criterios que se exponen en Gaudium Et Spes (n.50, &2, n.51, &3), es que el juicio sobre la oportunidad de una nueva transmisión de la vida pertenece, en última instancia a los esposos, quienes deben decidir sobre la cuestión, en la presencia de Dios"12 "Es doctrina común de los teólogos morales de la Iglesia Católica, que en caso de conflicto de la conciencia personal con proposiciones no infalibles del Magisterio, el cristianismo tiene la obligación de seguir su propia consciencia y tiene pleno derecho a disentir del mismo, si sus motivos para ello son suficientemente ponderados13. Por tanto hombres y mujeres católicas podemos disentir de las enseñanzas de la Iglesia Católica, si nuestra conciencia así lo determina, sin que eso signifique ser pecadores o inmorales. 3.- EL ABORTO.El aborto durante los primeros siglos del cristianismo era considerado como una consecuencia del adulterio, las mujeres eran censuradas porque con este acto negaban la misión procreadora y habrían tenido relaciones sexuales por placer. El aborto rompía la naturaleza del acto marital entre la sexualidad y la reproducción, pero en ningún momento lo concebían como un homicidio pues "...de acuerdo con la ley no existe una alma viva en un cuerpo porque todavía no se forma la carne y no está dotada de sentidos"14 Los teólogos consideraban que el feto pasa a ser persona 40 días después de la concepción en los hombres y 80 días después en las mujeres. Teoría conocida con el nombre de homonización tardía. Pensaban también que la persona es la unión del cuerpo y el alma y que el alma no podía unirse al cuerpo cuando este no se había formado. Santo Tomás de 12 Ob. Cit. SOAREZ. Web. 2000. MUNERA Alberto. "Concepciones Alternativas Sobre Sexualidad, Reproducción, Anticoncepción, y Aborto." Montevidio.1993.pag.12. 13 14 SOAREZ Regina. "Algunas Concepciones Sobre la Cuestión del Aborto" tomado de la página web; www.católicas.org. en octubre del 2000. Aquino afirmó que habría aborto pecaminoso solo cuando el feto estuviera totalmente formado.15 A pesar de las discusiones teológicas no acabadas, en el S. XIX el Papa Pío IX, declara que el aborto es pecado y un homicidio en cualquier situación y en cualquier momento ya que "desde el momento en que el óvulo es fecundado por el espermatozoide existe una nueva persona humana"16. Desde entonces no ha cambiado la posición de la iglesia sobre este tema. ¿Desde cuándo existe la persona humana en el proceso vital de desarrollo embrionario? Para determinar cuando existe la persona humana durante el proceso de desarrollo embrionario hace falta el concurso de varias ciencias, como la biología, el derecho psicología, entre otras. Todas tienen una posición diferente sobre el tema. Lo que demuestra que las ciencias no han alcanzado la certeza. Por tanto, cuando la doctrina de la iglesia sostiene que la vida de la persona humana empieza con la fecundación reemplaza a las ciencias y da respuesta a una pregunta que estas no se han atrevido a responder. Autonomía de las ciencias. Ante la situación expuesta en torno al aborto, es importante recordar que el Concilio Vaticano II en la Constitución Gaudium et Spes declaró la autonomía de las ciencias de tal manera que las verdades científicas solo pueden provenir de ellas y no de las instancias religiosas17: Si por autonomía de la realidad se quiere decir que las cosas creadas y la sociedad misma goza de propias leyes y valores, que el hombre ha de descubrir, emplear y ordenar poco a poco, es absolutamente legítima esta exigencia de autonomía. No es solo que la reclamen imperiosamente los hombres de nuestro tiempo. Es que además responde a la voluntad del Creador. Pués, por la propia naturaleza de la creación, todas las cosas están dotadas de consistencia, verdad y bondad propias y de un propio orden regulado, que el hombre debe respetar con el reconocimiento de la metodología particular de cada ciencia o arte" (GS 36)18 Cuando la iglesia condenó el aborto la ciencia no había determinado el momento en que inicia la vida de una nueva persona humana, cuestión en la que las distintas ramas de la ciencias no han llegado a un consenso. Por tanto, existiendo el compromiso de respetar el conocimiento científico, la iglesia católica no puede imponer sus dogmas ni reemplazar a la ciencia, porque eso significa desacatar sus propios mandatos. 15 Idem. Alberto Múnera D. S.J. "Sexualidad, reproducción, anticoncepción y aborto. Montevideo. 1993. Pg.10. 17 Alberto Múnera D. S.J. "Sexualidad, reproducción, anticoncepción y aborto. Montevideo. 1993. Pág 18 Concilio Vaticano II. Constitución Gaudium et Spes. 16 Más allá de la prédica oficial de la iglesia católica hay una realidad. Las mujeres abortan y mueren a causa de embarazos no deseados, lo que exige respuestas prácticas y humanas a fin de garantizar la vida de las ya nacidas. Lo ideal es que las mujeres no tengamos que enfrentarnos a embarazos no deseados que nos obliguen a tomar una decisión tan drástica como el aborto. Sin embargo, para que ello no ocurra es necesario que contemos con las condiciones adecuadas para poder decidir el momento oportuno en el que queremos embarazarnos. La imposibilidad de decidir obliga a las mujeres a tomar estas decisiones. Si queremos que eso no suceda, se debe garantizar a las mujeres el derecho a decidir. ALGUNAS REFLEXIONES FINALES. Las enseñanzas oficiales de la iglesia católica no son verdades irrefutables, son una construcción histórica susceptible de cambiar. Tanto es así, que frente a temas tan "delicados" como la sexualidad, la reproducción, los anticonceptivos y el aborto al interior de la propia iglesia se ha forjado un proceso de desconstrucción de sus enseñanzas oficiales para traernos un entendimiento alternativo, acorde a la realidad. Todos las personas hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos un cuerpo sexuado con capacidad de producir múltiples placeres, entre ellos el placer sexual. Por tanto, el placer sexual no es malo y no es pecado, tanto es así que dentro de la Biblia no existe disposición alguna donde se establezca que la sexualidad tiene como único fin la procreación. Hemos sido creados libres, con voluntad y conciencia, con capacidad para leer la ley de Dios escrita en nuestros corazones, por tanto la consciencia es la regla última que nos permite tomar decisiones sobre nuestra sexualidad y reproducción. Siendo así, hemos de seguir los dictados de la consciencia, no estamos obligados a seguir las enseñanzas oficiales y podemos disentir de estas. Si la ciencia afirma que los anticonceptivos artificiales no son abortivos, que permiten vivir la sexualidad con placer sin procreación y que gracias a ellos podemos elegir el momento oportuno para ser madres o padres; la iglesia católica no puede sostener lo contrario, porque eso significaría desobedecer sus propios mandatos. Mientras la iglesia católica continua censurando el cuerpo y condenando los anticonceptivos, hombres y mujeres, católicos y católicas de todo el mundo y de manera particular de Ecuador, buscan controlar su fecundidad, prevenir enfermedades de transmisión sexual como el VIH/SIDA y otras afecciones. BIBLIOGRAFIA. GUDORF Christine, "Etica Sexual Feminista" CESEP. Brasil 1996. MUNERA, Alberto. ""Sexualidad, reproducción, anticoncepción y aborto. Montevideo. 1993. Pontificio Consejo Para la Familia. "Sexualidad Humana. Verdad y Significado. Orientaciones Educativas en Familia." Vaticano. 1995. Sexualidad, Reproducción, Anticoncepción, y Aborto." Montevidio.1993 Sexual Feminista" CESEP. Brasil 1996. SOAREZ, Regina. "Algunas Concepciones Sobre la Cuestión del Aborto" tomado de la página web; www.católicas.org. en octubre del 2000. VARIOS, Autores, "El Gran Libro de la Sexualidad" . Diario el Hoy e INNFA, Quito, 1997. * Aidé Peralta Zambrano: Es abogada de derechos humanos, especializada en derechos administrativo, su tesis doctoral fue sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, situación jurídica y social en Ecuador, ha elaborado 8 módulos de educación para jóvenes con temas de Género. Realizó el curso de formación pastoral en el Centro Ecuménico de Servicios a la Evangelización y Educación Popular, CESEP, Brasil. Obtuvo certificado académico otorgado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos IIDH.