Es necesario prevenir el uso inadecuado de las armas por la policía

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Nuevo informe sobre normas de derechos humanos para fuerzas de seguridad
Es necesario prevenir el uso inadecuado de las armas
por la policía
Madrid.- En muchos países, la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley ejercen
indebidamente su derecho al uso de la fuerza, lo que tiene consecuencias mortales. La mayoría de las
fuerzas policiales están armadas pero no han sido entrenadas adecuadamente para valorar cómo y
cuando deben utilizar sus armas; sin embargo, con voluntad política este hecho puede ser corregido y
pueden salvarse muchas vidas.
Estas son las principales conclusiones del informe Armas y mantenimiento del orden : Normas de
derechos humanos para los agentes de policía, que se centra en cómo los gobiernos deberían actuar
para controlar el uso de las armas por la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
El informe ha sido elaborado por Amnistia Internacional dentro de la campaña “ Armas bajo Control
” y es el primero de una serie de informes temáticos que serán elaborados por Amnistia Internacional,
Intermón Oxfam e IANSA durante la campaña. “ Armas bajo Control ” es una campaña global que
pretende contener el comercio de armas para que la población esté a salvo de la violencia armada.
El informe de Amnistía Internacional es una llamada a la rendición de cuentas en el uso de armas de
fuego por policías y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. El papel de la policía en sus
comunidades es servir al bien público y la utilización de sus armas debe ser acorde con este papel.
Las normas internacionales son claras: las armas de fuego deben ser la excepción en el
mantenimiento del orden y no la regla. Sólo deben ser utilizadas cuando resulte estrictamente
necesario para proteger la vida. La facultad de llevar armas de fuego conlleva una enorme
responsabilidad en asegurar que sean utilizadas de manera legítima. “Este informe debería ser leído
por la policía en cada país” ha dicho Bárbara Frey, Relatora Especial de Naciones Unidas sobre
armas ligeras y Derechos Humanos.
Normas para regular el uso de armas
“Existen normas internacionales que regulan el uso legítimo de armas y otros métodos empleados por
la policía y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, pero en muchos países estas normas
no se están respetando” –ha declarado Amnistía Internacional. Entre ellas, se encuentran el Código de
Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley y los Principios Básicos sobre el
Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la
Ley , ambos de Naciones Unidas.
“A la policía se le debe autorizar en algunos casos el uso de la fuerza, incluida la fuerza letal, para
permitir que cumpla con su deber de proteger a las personas y también para protegerse a sí misma y a
los demás de ataques que pongan en riesgo su vida. Sin embargo, la fuerza no puede ser arbitraria,
sino que debe emplearse de forma proporcionada, lícita y cuando sea necesaria. Y, lo que es más
importante, sólo debe utilizarse en defensa propia o frente a un peligro inminente de muerte o
lesiones graves”- declara un policía experto en armas de fuego que ha asesorado en esta campaña.
Para que la policía pueda cumplir con este principio fundamental es imprescindible que reciba una
capacitación exhaustiva en materia de evaluación táctica del peligro, de modo que pueda determinar
en cada situación si el uso de la fuerza, incluida la fuerza letal, es proporcionado, necesario y lícito.
“Muchas policías en el mundo son entrenadas para saber como disparar un arma de fuego, pero no
para decidir si el arma debería ser disparada o cuándo. Y muy pocos gobiernos han incorporado las
normas de Naciones Unidas en su legislación nacional, o muestran respeto por ellas en la práctica” –
ha declarado Amnistía Internacional.
Formación en derechos humanos
En muchos casos, esto es debido a que los recursos disponibles para formación son insuficientes. Sin
embargo, el uso indebido e impune de las armas por parte de los cuerpos de seguridad es muy
peligroso. Cuando la sociedad no puede confiar en que la policía ejerza responsablemente su derecho
al uso de la fuerza, es probable que quiera conservar las armas y que incluso las utilice, perpetuando
así la espiral de proliferación de armas y violencia.
Abundan los ejemplos de falta de observación por la policía de las normas del uso de armas:
En Timor Oriental las Naciones Unidas crearon y entrenaron un nuevo servicio de policía, pero la
formación inicialmente se limitó a tres meses. Mientras que los oficiales eran formados en
habilidades técnicas que les permitieran apuntar y disparar un arma, recibieron poca o ninguna
formación para evaluar las amenazas o utilizar las armas de acuerdo con las normas de Naciones
Unidas. Más aun, no hay una supervisión efectiva y mecanismos de rendición de cuentas para la
policía.
El Código de Conducta de Naciones Unidas establece que, entre otras cosas, las policías y
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley “deben ser representativas de la comunidad, y rendir
cuentas ante ella”. Sin embargo, diversos testimonios de las comunidades más pobres de Río de
Janeiro, Brasil , muestran como la práctica policial es discriminatoria contra ellos, frecuentemente
con consecuencias mortales.
Los Principios Básicos de Naciones Unidas establecen que las armas de fuego deberían ser utilizadas
por la policía en casos de defensa propia o en situaciones de peligro eminente contra la vida. En
Jamaica , que tiene el más alto índice de disparos de la policía per capita en el mundo, las pruebas
repetidamente contradicen las afirmaciones policiales de que ellos fueron disparados primero, e
indica por el contrario un preocupante patrón de ejecuciones extrajudiciales.
Sin embargo, hay algunos ejemplos alentadores de buenas prácticas que el informe destaca:
Sudáfrica ha cambiado recientemente una ley de tiempos del apartheid que permitía a la policía
disparar a sospechosos de robo, tráfico de drogas, de fugas y otros sin que hubiera una amenaza
directa para las vidas de la policía o la población.
En Camboya , un proyecto financiado por la UE está mejorando la seguridad en el almacenamiento
de las armas de la policía.
Llamamiento de las ONG a todos los gobiernos del mundo
Amnistía Internacional, Intermón Oxfam e IANSA hacen un llamamiento a todos los gobiernos del
mundo para:
Apoyar y promover la incorporación tanto en la legislación como en la práctica de las Normas de
Naciones Unidas sobre el Uso de la fuerza y de las Armas de Fuego por los Funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley, como ha pedido Bárbara Frey, Relatora Especial sobre Armas Ligeras y
Derechos Humanos. En el caso de España , dichas normas deberían aplicarse a todos los cuerpos y
fuerzas de seguridad del Estado: policía nacional, guardia civil, policías autonómicas y policías
locales.
Promover la adhesión a las Normas de Naciones Unidas sobre el Uso de la Fuerza y de las Armas de
Fuego por los Funcionarios Encargados de hacer cumplir la ley , en el Programa de Acción para la
Prevención, Combate y Erradicación del Comercio Ilícito de pequeñas armas y armas ligeras en todos
sus aspectos, el cual será discutido en el año 2005 y revisado en el 2006.
Tener en cuenta el respeto de las normas de Naciones Unidas en el momento de autorizar la
exportación o la venta de armas a fuerzas o agentes de seguridad. Ningún gobierno debería
suministrar armas de fuego, munición u otras armas si hay un riesgo de abuso por parte de los
destinatarios finales.
“Los países e instituciones donantes pueden desarrollar un papel clave para asegurar que la policía se
adhiere a las normas internacionales para el uso de las armas de fuego, así como garantizar que
cualquier proyecto internacional de asistencia a la policía que ellos financian cumple con estos
principios” – declara Amnistía Internacional.
En este sentido, es necesario recordar que España tiene diversos proyectos de asistencia y formación
de policías en terceros países, como Albania , Bosnia-Herzegovina, Guatemala, Irak, Kosovo,
Mozambique, Timor Oriental, etc .
Llamamiento de las ONG al gobierno de España
Amnistía Internacional e Intermón Oxfam hacen también un llamamiento a España para que, junto a
las anteriores:
Promueva la aprobación de normas que regulen el uso de las armas y la fuerza por parte de las
fuerzas de seguridad. independientemente de su carácter civil o militar, y se ajusten a los estándares
internacionales y las normas de Naciones Unidas.
Promueva la formación de las fuerzas de seguridad en el uso de armas, en especial, sobre cuándo
deben usarse y en qué grado e intensidad, en base a los principios de proporcionalidad, inevitabilidad,
legalidad y último recurso.
Aseguren que en la formación y asistencia a policías de terceros países se tomen medidas para
asegurar el cumplimiento de los estándares internacionales y la aplicación de medidas de control de
los arsenales para evitar robos o su mala utilización.
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