Murió la nena de 7 años que había sido golpeada y

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La Plata, sábado 24 de diciembre de 2005
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia
Trama URBANA
7
NO RESISTIO TANTA BRUTALIDAD
Murió la nena de 7 años que había sido
golpeada y violada en Pablo Nogués
Se llamaba Brenda Frías. El 14 de diciembre, un vigilador privado la encontró en un descampado, moribunda y envuelta en una frazada. Permaneció
internada 9 días. Y falleció a raíz de una falla multiorgánica. Ahora, la fiscal pedirá la preventiva de los dos detenidos por homicidio críminis causa
La nena de siete años que fue encontrada violada
y golpeada el 14 de este mes en la localidad bonaerense de Pablo Nogués falleció ayer a la madrugada a raíz de una falla multiorgánica, informaron
fuentes médicas y judiciales.
La pequeña Brenda Giuliana Frías murió tras
nueve días de agonía, a la 1.30 de ayer en el Hospital Municipal de Malvinas Argentinas Ramón Carrillo de Los Polvorines, ubicado en el kilómetro
32,500 de la ruta 8.
Este final trágico complicó todavía más la situación procesal de los dos detenidos por el caso, ya
que no sólo quedarán imputados por violación, sino además por “homicidio críminis causa”, es decir, perpetrado para ocultar otro delito.
El jefe de terapia intensiva pediátrica del hospi-
EVIDENCIAS
La frazada, un
auto y el identikit
Uno de los detenidos es el padre
de una amiguita de Brenda.
Creen que la nena estuvo en
su casa el día que la atacaron
tal, Gustavo Caprota, detalló que “la paciente falleció a raíz de una descompensación hemodinámica producida por una falla multisistémica”. “Si
bien habíamos realizado una serie de cirugías por
el severo traumatismo encefálico que presentaba,
luego comenzaron a aparecer complicaciones en
los órganos y comenzaron a fallar el corazón, los
pulmones y los riñones”, explicó el profesional.
Brenda fue encontrada en un descamapado de
Pablo Nogués la mañana del 14 de este mes, moribunda y envuelta en una frazada, con signos de haber sido violada y golpeada sin piedad. El cuerpo lo
descubrió José Cancino, vigilador privado de una
empresa cuya planta está ubicada a pocos metros
de ese baldío, que además observó la sospechosa
llegada de un Peugeot 504 color negro, a un hombre que se bajaba, y que se metía en un pastizal.
Eso convirtió a Cancino en un testigo clave.
Según los investigadores, la nena salió de su casa
cerca de las 9.30 del día anterior al hallazgo, aparentemente hacia la vivienda en la que vive un amigo del barrio.
Pero nunca llegó a destino y la sospecha es que
cambió de idea cuando estaba en camino y fue directamente a la casa que está enfrente de la suya,
donde vive otra nena de su edad con la cual pasaba muchas horas del día.
Justamente, por el caso fue detenido el papá de
esa amiguita, un remisero al que la policía identificó como Héctor Servín y que es dueño de un Peugeot 504 negro, muy similar al observado por el vigilador privado en el descampado de Pablo Nogués. La Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín arrestó también a un
mecánico llamado Marcelo Torres, amigo del remisero, quien responde a las características fisonómicas aportadas por Cancino.
Servín, de 34 años, y Torres, de 37, quedaron
acusados en prinicipio de violación y tentativa de
homicidio “críminis causa”, pero con la muerte de
la menor, la fiscal de San Martín Patricia Kaplis
pedirá la prisión preventiva de los dos por el mismo delito, sin el atenuante de la tentativa. Si van a
juicio y un tribunal los declara culpables, podrían
ser condenados a prisión o reclusión perpetua.
En definitiva, su situación no es nada fácil y las
pruebas en su contra, a juzgar por los investigadores, son contundentes (ver aparte).
Ambos fueron sometidos a extracciones de sangre para comparar su ADN con el de los restos de
semen encontrados en las prendas de vestir de la
nena y en sus genitales.
Si el cotejo es positivo, nada podrá desvincularlos de este aberrante caso.
En la puerta de la casa de Brenda hay una bandera colgada: dice Justicia. Ojalá.
Fuentes cercanas a la causa que
se abrió por la violación y
asesinato de Brenda aseguraron
que las evidencias recolectadas
contra los dos sospechosos son
“contundentes”.
Al remisero Héctor Servín lo
comprometen el hallazgo del
Peugeot 504 negro similar al
que se usó para llevar a la nena
hasta el descampado donde la
encontraron; la frazada en la
que fue envuelta antes de ser
arrojada allí fue reconocida por
la mujer del acusado y por él
mismo como de su propiedad,
aunque en la indagatoria dijo
que había sufrido un robo en
su casa. En un allanamiento en
su domicilio, los pesquisas
encontraron en las paredes
de un ambiente manchas que
podrían ser de sangre. Alguien
las había lavado, pero fueron
detectadas gracias al reactivo
“Luminol”. Resta saber si esa
sangre es humana y, en tal caso,
si se corresponde con la de la
chiquita atacada.
En cuanto al otro detenido,
Marcelo Torres, la principal
prueba en su contra es que
su fisonomía coincide con la
descripción que hizo el vigilador
privado que encontró a Brenda.
Sería el hombre que bajó del
Peugeot y se internó en los
pastizales cargando el cuerpo.
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