PREVENCIÓN DE RESPONSABILIDADES EN TIEMPOS DE CRISIS Si la prevención de responsabilidades y el cumplimiento normativo son recomendables en el ámbito empresarial en cualquier momento, se convierten en necesarios e imprescindibles en tiempos de crisis como los que ya nos hallamos. Así como en tiempos pasados en situaciones de crisis empresariales muchos empresarios decidían cerrar la puerta y olvidarse de la empresa, dejando un problema detrás suyo que nunca terminaba de resolverse, hoy en día la situación es muy distinta y aquellos que pretendan seguir aquellas prácticas hallarán ante sí toda la regulación legal y su aplicación judicial que conduce a exigir la responsabilidad de los administradores, directivos y/o socios y accionistas, así como de sociedades matrices o del grupo, cuando la deudora no tiene suficiente activo con el que responder de sus obligaciones. Sin duda, el mejor remedio a la responsabilidad es la prevención mediante el cumplimiento normativo. Un empresario y un administrador o directivo diligente y responsable debe conocer las obligaciones legales de su empresa y actividad y debe intentar cumplirlas. No obstante, estos empresarios, administradores y directivos también deben conocer los riesgos y las responsabilidades derivadas del incumplimiento de aquellas obligaciones y saber de dónde derivan las responsabilidades más acutes. Así, por ejemplo, vemos como el artículo 164.2 de la Ley Concursal establece una lista cerrada de casos en los que un concurso se considerará culpable y, por lo tanto, derivarán responsabilidades directas para sus administradores, de derecho y de hecho, así como para los liquidadores y el artículo siguiente, el 165 de la Ley Concursal establece otro listado de casos en los que se presumirá dolo o culpa acute del deudor y también se considerará culpable el concurso salvo prueba en contrario. Conviene también conocer el texto del artículo 48 de la Ley Concursal, que permite a la administración concursal y al Juez del concurso solicitar y ordenar, respectivamente, el embargo de bienes y derechos de los administradores y liquidadores de derecho y de hecho y de quienes hubieran ostentado aquel cargo durante los dos años anteriores a la declaración del concurso. No está de más que se conozca también que tanto la Ley de Sociedades Anónimas como la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada prevén causas de disolución obligatorias y en ambos casos el incumplimiento por parte de los administradores de convocar la Junta General de accionistas o socios para disolver y liquidar la compañía o para adoptar las decisiones necesarias para hacer salir a la sociedad de aquellas causas obligatorias, comporta la responsabilidad solidaria y personal de los administradores por todas las deudas de la sociedad y se trata de una responsabilidad objetiva, o sea, que no es necesario que exista mala fe, dolo o culpa acute o leve para ser responsable. También seria bueno que los empresarios, administradores y directivos, supieran que los Juzgados Mercantiles en general y también el de Girona en particular, pueden acordar y de hecho acuerdan la reintegración de bienes y derechos que han salido del patrimonio de la deudora durante los dos años anteriores a la declaración del concurso y que el Juzgado puede rescindir y de hecho rescinde actos y contratos realizados durante los dos años anteriores a la declaración del concurso, con las consecuencias que ello comporta para todas las partes relacionadas con aquellos actos y/o contratos resueltos Éstos son sólo algunos ejemplos del panorama normativo y judicial en relación a las responsabilidades de empresarios (socios y accionistas), administradores, directivos y empresas de grupo, que hoy en día opera; no obstante, existe abundante normativa general y sectorial de la que pueden derivar y derivan responsabilidades para las personas indicadas y que conviene que quienes pueden verse afectados conozcan. El hecho de conocer bien la normativa de la que, en una situación de crisis, puede acabar derivando la responsabilidad de empresarios, administradores, directivos y empresas del grupo, permite adoptar las medidas adecuadas para cumplir con las obligaciones que establece aquella normativa y no permitir incurrir en los supuestos de responsabilidad. El empresario que haya adoptado una actitud previsora en relación al cumplimiento normativo y a la prevención de la responsabilidad de su empresa y de sus administradores y siga el camino marcado legalmente para el cierre de una empresa en crisis, bien sea disolviéndola y liquidándola si es posible o bien solicitando la declaración de concurso de una forma ordenada, responsable y diligente, no tiene porqué sufrir por las responsabilidades personales de sus socios, accionistas, administradores o directivos y su responsabilidad terminará en el patrimonio de la propia empresa En situaciones de crisis como la que ya nos encontramos, es recomendable que los empresarios afectados por la misma busquen el asesoramiento de profesionales para revisar el cumplimiento normativo de su empresa y el riesgo de responsabilidades de sus socios, accionistas, administradores y directivos y adopten las medidas necesarias para evitar o, por lo menos, reducir aquellos riesgos, para estar preparados para un final ordenado de la empresa si no hubiera más remedio. En todo caso, por si la prevención mediante el cumplimiento normativo no fuera suficiente, conviene recomendar a los empresarios que suscriban una póliza de seguro que cubra la responsabilidad personal de los administradores y directivos de la empresa. Girona, 1 d'Abril de 2008 Jordi Bellvehí Socio-Director de Bellvehí Advocats [email protected] www.recuperalia.net www.bellvehí.com