VENUS Y ADONIS

Anuncio
C V
N urn,
59
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T R A G E D IA :
VENUS Y ADONIS
Y BELONA ENAMORADA;
EN TRES ACTOS.
ACTO R ES.
t^ enuu
B tlo n a ,
F lo r a .
N in fa s .
A d o n is.
■J
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A CTO
P'Iarte.
IHÀÉÜABÆ“
IMPREN='
'ADBORGAJ
CALLE DELAS]
BARCAS,
S ilv io .
P^ulcano.
Fauno.
Ciclopes.
v ^ m c iá ¿
P R IM E R O .
M o n te con la v is to d e l mar , y e l B in a respirando llam as : «« árbol en
medio d e l Thecdro,
V e n . * ^ 1 m onte , F lo ra , salimos
para a liv ia j,,m is triscezasi
que aunque so y D e id a d , tam bién
e sto y padeciendo penas;
d e tal suerte F lo ra herm osa,
d e ta l suerte F lo ra bella,
qu e el tirano de C u p id o
hasta e a su m adre se venga^
paraqu e en confuso llan to ,
m al confundida, m i idea,
ven ga ha p e d ir á este m o n t e é
duro em brión de- la tierra;
n iev e y a r d o r ; paraque
y a que es h ip o crito e l E tn a ,
co n su n ieve y con su a rd o r
(da.
m i fu ego a p a g u e,y la n iev e encien-.
F io . Pues j S e ñ o r a , tu d e m i
^
porque recatas tus penas?
P^en. P orque en d ecirlas y a , F lo ra ,
nada se a liv ian las penas.
F io . Y o sé que s i ; porque un Uia
tu ve un pesar , de m anera,
que si F lo ra no lo d ice ,
creo que F lo ra rebien ta;
y lo m ism o fue co n ta rle
que quedar del todo buena.
l^en. Pues el m ió si se dice
en m a y o r grad o se aumenta.
F io , Y o sé que no. P^en^ Y o que sií
V
y acabem os la contienda;
porque contienda es m i pecho
div id id a en conseqüencias,
que en e l th eatro de am or
han con ven cido á m í .mesma;
y asi F lo ra : mas se h a ydo?
m e jo r es de esta m an era,
porque un tris te jam as qu iere
testigo s de su tristeza;
y asi sentada estaré
en tre aquesta fresca hierba,
p o r v e r si el sueño al cansancio
m e concede alguna tregua.
A d o n is de P a sto r muy galan^
^dOH. E s te bosque frondoso
que convecino a l E tna
en verdes pasadizos
laberintos enreda,
es el parage en donde
goloso m i ganado se apacienta.
£ 1 m ar tam bién diviso
escam ada vid riera
que de ovas de esm eralda
viste la piel a l p e í , y á la S iie n a .
M as como d iv ertid o •
e sto y , quando debiera
llo ra r el hado im p io
(fuerza?
que a l in flu xo de am or m o rir me
P e ro si e l sabio puede.
p arar erran te estrella,
A
ha«
hados no habrá que fu e rícrí, (zan.
y hados habrá crueles que m e fuer—
P e ro d orm irm e q u ie ro ,
(d a s.
y a que el sueño m e rin de las p o te n D u erm ese a l otro lado d e l árbol y que
poco ó poco ven g a á c i e r dormido
ju n to ó yenxis. D esa p a rece e l Mar^
y e l E tn a . D e tcu b re se lo fr a g u a
d e l^ulcano , y E s te r o p e y B ro n te
que a l son de los m artillos cantan.
C e r c a d e V e n u s bella
un pastor duerm e;
m as que m ucho que duerm a
s i V en u s duerm e?
rep etida.
D e s p ie r ta P^enus fu rio sa , y prepara
e l arco.
V e n . M on struo a trev id o , que ciego;;M a s que m iro ! esto y sin m i!
u^don. T ira n a m uger::- que veo?
V e n . P a s t o r , que en m irarte solo
suspendes m i enojo a y r a d o , •
d im e quien eres?
^ d o n . Y o s o y ::S a le M a r te , y no repara en A d o n is.
M a r t. A tus pies postrado
e s to y : mas ten te , Sefiora,
no dispares , ten e l arco ;
qu e están de por mas las flechas
en dondé asestan los rayo s
d e tus ojo's ; quien te ofende?
ySdon. C ie lo s que confuso cahos ap.
entra en m i pecho al m irar
que la está diciendo alhagos!
M a r t. N o respondes ? so y y o el que
aq iñ te h a a graviad o acaso?
S a le F a u . A si estáis am igos m íos,
de esa suerte articu la n d o ?
V iilc a n o lleg a j mas y a
p o r' aq u ella puerta ha entrad^.
S a le V u lc . E s posible , esposa m ia ::m as que m iro? C ie lo s Santos!
V e n u s m udado el color;
M a rte > y un P a s to r! despacio
zelo s , que á m i corazon
estáis haciendo pedazos.
M a r t. T ira n a , ven gar sabré
ap.
lo que y o hasta aqui he ignorado.
^ d a n . M il dudas padece el pecho,
»^ue y o hasta ahora no alcanzo.
V e n . A q u í es preciso enmendar
accidentes de un acaso.
C o m o V u l c a n o ,m i esposo,
de aquesta suerte has quedado,
faltándote el colór
p arece que algún d esm ayo
te a flig e ? ‘ que tienes? di?
V u lc . Q u é h e de ten er, ser y o anciano'
y no es m ucho qu e el co lo r
m e fa lte , si en ti está falto :
y que estrañ as que padezca,
si en ti'sen tim ien to s hallo?
V e n . Y o te d iré lo qu e ha sid o ,
y a p a rta todo cu yd ad o ;
qu e no es bien qu e estés zeloso
de accidentes de un acaso.
E l m otivo porque aqui
de aquesta suerte has hallado
á M a rte , y á ese P asto r
(a y ! P a sto r que en b reve rato ap.
m e has h e c h o , cruel , sen tir
á m illares los cuidados!)
h a sido porque dorm ida
.*
en esta fald a , soñando
e s ta b a , que un J a v a lí
benign am en te tirano
m e daba m u erte ; con que
d is p e r té , y poniendo al arco
una f le c h a , y dando vo ces,
sale este P a sto r .bizarro,
luego M a rte á v e r la causa
y el m o tivo de m i íjspanto:
suceso qu e á los tres pudo
a l p rim er viso turbarnos.
^ í/ o .Q u e quede bien m e con viene, ap,
M a r t. A que quede bien m e allan o, «/r.
u4do. Y d e que asi sucedió
te lo d ice m i recato.
M a r t. Y de que es verd ad no dudes,
jjto o rq u e y o lo he visto claro.
F a u . Y que todos tres m entís
ap.
lo sé y o m u y bien , seo M a rto ,
V e n . Ñ o lo ves? luego pensáis
de qualquiera cosa agravios:
pero aquesto y a es m al vie jo
en hom bre de tantos afios.
V u l . Perdon a , Esposa , que á m i
e l m ucho am or que te tra y g o ,
es la causa de que esté
im pertinente y cansado.
F a u . E sto y a es p ropio de viejos:
pase usté á delante , herm ano.
V u lc . Y asi perdonad los tres,
que y o m e v o y á m i quarto. vase»
F a u . Y se han quedado los tres
com o uno , dos , tres y quatro«
V e n . V i l recelo!
M a r t. A m o r terrib le!
^ dü* Hado im p lo!
Faun,
F io . Y sabes si y o te quiero?
F a u n . A n d a guapo::
F aun . A h ! si lo sé j m entecato
í^en. Q uien pudiera::y a no fu era , paraque
M a v t. Q u é m i o fen sa:;q u iiiera s tu m ucho á F au n o .
^ d o n . Q u e mis penas.
F /o. P u es cree que no te quiero^
F a u n . Q ue m il diablos..
porque solo te id o latro ;
f^en. Y o esto y m uerta...
y quisiera que un dolor
^ d o n . E s to y sin a lm a::, de tripas te h iciese calvo .
M a r t. N o so siego ::F a u n , A y ! y com o in vo caría
F aun , M e n te ca to s;;á todos mis A bo gad os,
f^'en. S i el m iedo;:á so P lu to n , á San J o rg e ,
^ d o n . S i m i hado tti& te;:á so J o v e , á San M a ca rio ,
M fír t. A quien tem o::á so M e r c u r io , á San L esm es,
h able la vo z y rom pa y o el silencio.
á so M om o , á San C ip ria n o ,
S eñora , y a no temáis^
á so N eptuno , á San R o q u e,
y a V u lca n o a l fia se ha ido,
á M in o s , á R adanianto,
y ves se llev a creido
á un E n eas , á un V a le rio ,
los engaños que form áis.
á N e ró n , é so V u lca n o
H abla ; no respondes? di?
p or quien h o y se hace esta fiesta
f^en. M a rte , respondo que si
aqueste dia , en los cascos
a q u i m i pecho m iraras,
poniéndose por corona
y m i corazon tu viera s,
las insignias de los. guapos,
ó pasm ado te quedaras
paraque todos invoque»
ó aquello no m e dixeras:
p o rq ae no quede y o calvo:
satisfaciones no quieras;
y asi , F lo ra , ten por cierto
p orque "en aquesta ocasioa
que si y o quedase ca lvo ,
la m ejor satisfacio a
ca lva serias , com o el
es. M a rte , que no la quieras, vasem arido de gata , gato.
M a r t. E sp era , aguarda , den ten te,
F io . A y ! a m ig o , y que arenga
q u e satisfech o no esto y
echaste de garavatos.
de lo que padece el alm a,
S a le A d o n . D e cid m e por vid a vuestra,
y sien te m i corazon .
v a se.
una gallarda Señora
^ d o n . E s p o sib le , cruel hado,
que D eidad la reveren cia
que porque tu lo quieres,desdichado
m i am or , pues su gallardía
he de ser y zeloso,
no es menos , que su belleza,
dos veces desdichado , y tem eroso?
que ha salido h ácia estos montes
Q u é H e ro y a a es aquesta,
en trage de N in fa bella;
q u e d e g o z o ,y tem or el pecho in festa
Soberana cazadora,
con tan m entido a lh ago ,
mas de hom bres , que de fíerasj
qu e am enaza la d ich a y el estrago?
á quien antes de m irarla
ó cruel hado impio!
tu v e la d icha de ve rla j
piadoso fu e ra s,situ no fueras m ió.
pero coa tanta zozobra::Y
entre tantos ríc e lo s ,
pero aqui calle m i lengua.
to m a m iv id a ,ó q u ita m e lo s ze lo s. va.
decidm e quien es?
F a u n . ,A qui entro y o , y a qu e solo
S a le V e n . Y o soy.
he quedado:;- pero noj
A d o n , Y o soy dice::- el alm a atent»
que hasta aqui se entrado el diablo.
á este y o so y ha quedado
S a le F io . F au n o m ió , tiem po ha y a
tan sin b r i o , tan sin fuerza
que y o no te había hablado:
que si no e sto y á tus pies,
dim e a lgo de aq u ello que
jDeídad que el alm a venera,
tu sabes que gusto , y gasto.
es por no m anchar lo puro
F aun . Pues am o r m i ó , y o iré
de tu a lta D eidad suprem a.
aquesta noche á tu q u a rto ,
V e n . L a fineza hos agradezco:
en donde en dulces coloquios
mas pregunsaros quisiera
pasarem os a lii un rato.
A a
per«
p ero antes m ejo r será
q u e aquestos se v a y a n fu e ra j
y asi despejad.
F a u . Y a vam os
cargadas d e una e x p e rle n c^ ,
que quedándote aquí sola
es para nos m ala seña.
v a se,
I^en. N o sois vos un P a sto r que
ayer- con ' acción m u y fea,
m u y cerca de m i dorm ido
h os encontré?
y íd o n ,. E s cosa cierta.
l^ en. Pues com o tan a trev id o
d e aquella suerte hos encuentran?
4^dón. N o fue atre%'imiento m ío ,
acaso fue , á lo que piensa
m i razón , porque saliendo
á d iv e r tir una idèa
d e l hado que m e am enaza
la mas infausta tragedia ;
cansado quise asentarm e
sobre aquella fresca h ie rb a .
Junto al lado de aquel árbol)
y poco á poco la inmensa
p esad ez del sueño hÍ 70
que cerca de ti c a y era ;
y asi per::i^en. N o prosigáis:
d e vos satisfech a queda
m i opinion*; y asi decidm e
si alguna D am a os desvela.
jíd o n . Si Señora , á lo que veo.
l^en. Y podré saber qual sea?
y^don. S i S e ñ o ra , si se atiende
que la poKtica enseña,
que quanto pidan las D am as
a l punto se les conceda;
diciendo que á la presente
e n tre todas prevalezca;
L u e g o vem os claro que
vo s so ys la que me desvela^
y perdonando el erro r
la p eiitica os acuerda.
J^en. M enos p o litico y o
ap..
y mas am ante os quisiera:
mas p or todas partes hoy
he de probar su fineza:
y h a m ucho que m e quereisS
^ d o n . A n tes de veros, m i idea
h i¿o un retrato ea el alm a,
donde quedasteis im presa,
tom ando y o los perfiles
d e tu fam a p or imprenta.
S o y s entendido.
iéídon. N o es mucfio
delante de tu belleza:
si con solo el respirar
discreto que su a y r e lle v a ,
ve o un dilatad o m apa,
q u e alum bra la vista ciega;
que m ucho que m is palabras
sean del todo discretas?
l^ en.O Í pese à la adulación ,
ap^
y com o alhaga y recrea!
m irad que os haré prendér
s i asi habla vu estra lengua.
j 4don. P a ra que m andar prenderm e
Señ ora , si y a está presa
ra í alm a en la prisión dulce
d e tus doradas cadenas?
V e n . O la C iclo p es : prendedle.
uidon. N o g rite a s i , herm osa K e y n a ,
porque si manda prenderm e,
escusada es la acción v u estra ,
pues y a m ucho que e sto y preso
en la cárcel mas estrecha,
que puede el rig o r de am or
fab ricar á una alm a tiern a. •
P^'en. P u es com o teneis amor
si esperanza n o hos a lie n ta ?
P o rq u e el que am a en esperanza
h a lla prem io en lo que espera;
y no quiero y o m as prem io
en a m a r o s , mas que sepa,
que á vu estro tem p la un P asto r
candidam ente ven era;
donde pretende ofrecer
m il ca b ritillo s y o vejas,
p araqu e en dulces obsequios
se preparen m is ofrendas
á ser gratas á tus A r a s ,
paraque ablanden tus quexas.
V e n . R indióse m i voluntad
á lo puro de tu ofrenda:
y asi en m uestra de tu am o r,
y de mi cariñ o en m uescraj
ven á m i jardín , en donde
verás tantas ninfas bellas,
que coronadas de flores
penachos que el vie n to p e y n ^
en donde un sonoro a rro y o
sirvién doles de vig ü ela,
siendo trastes el m arfil,
y el bello crista l las cuerdas,
cantan en dulces niOtetes
tan bien concertadas letras,
• que puedan pagar lo m ucho
• gue y o debo á tus finezas.
^don*.
'Jtdo. V a m o s a llá , Wen sabido,
V a n s e entrando.
S eñ ora , que tu belleza
e n tre las ninfas hermosas
h a de lu c ir por mas bella.
T heatro en jardín', y estarán a l ul­
tim o sentados f^enus y A d o n is a l
lado de una fu e n te con la comparsa
de la s ninfas. S a le M a r te con la
carroza , y B elon a sirviéndole de
cochera. A p e a , y desaparece la
carroza.
S e l , E s posible ¡ herm ano m ío ,
que siendo in vencible , estés
del ciego D io s tan vencido?
dim e que tienes?
M a r t. N o es
am or el que m e h l ven cido;
zelos son los que m e acabaii
lan benignam ente im píos,
que á pesar de m i valo r
surcando m ontes de vid rio ,
pisando tum bas de plata
en baybenes de zafiros,
en la espalda de un D elfín
qu e de todo e l m ar se h izo ,
h a llegado á estas riberas
un Buevo A r io n p eregrin o,
que usurpando m i poder
disputa con m i aJvedrio.
B e l . D ich o sa y o que del vulgo
del am or y zelos v iv o
can apartada , que nunca
h a sabido e l gusto m ió
a i lo que causa el am or,
(d e quien el m undo es ca u tiv o )
x i lo que causan los zelos:
lu ego es de anim o abatido
el rendirse á una D eidad
que no tiene mas dom inio
en aosotros , que el querer
estarnos en su donñnio.
jffa r t. N o asi blasones , Belona)
porque e l am or h a sabido
h acer que amase una p iedra,
B un ra y o tener cariñ o,
y á una fiera , voluntad;
luego cese tu d elirio ,
que quiza sentirás h o y
lo que hasta aqui no has sentido.
£ e l . N o será ; porque e l deber
siem pre va consigo m ism o,
y , quien por n o rte le lle v a ,
jam ás n aufragar se ha visto.
J^ a rf. C u y d a d o , qu e ese alen tar
no se co n vie rta en suspiro.
B e l. N o podrá ; pues puro e l a y re
es siem pre el que y o resp iro .
M a r t. E s verd ad , mas la::—
Canta N i n f a prim era. R e cita d o , y
la A r i a á duo.
R e d . A g u ila coronada
que á la región del fuego desalada
con ecos re rem ontas,
sirvien do tus dos a la sd e d o s trom pas;
donde al son de las plumas
surcas del a y r e zefíras espum as,
paraqu e en cada acen to
del a y r e hagas sonoro el 'elemento.
A r ia .
S a la m a n d ra , m ariposa,
donde , donde lig e ra
)
te encaminas?
N o ves que esos ardores
no ves que aquestas llam as
asquas ardientes son?
M as a y que asquas!
J
T u no te quetuas? no.
N o te incendias? si.
• A rd e s a l fu e go ? si.
Y no te abrasas ? no.
S a le S i l . Suspendido de un acen to
que en este jardin he oído, •
a v e que desde su nido
está enam orando a l vie n to ;
h a salido aqui m i intento
á v e r si la puedo v e r,
p ara lleg ar á entender
y a d v e rtir en la n ce tal,
que ha de ser bello anima!
si quien canta::- M u s i, es la m uger.
Suspéndese S ilv io .
S i es la m uger la que canta;
com o cruelm ente enam ora,
que aflige siendo sonora
y siendo sonora , espanta?
todo m i v a lo r quebranta
que debe ser la m uger
que no llegu é á c«'nocer
en m i v id a : y que sin verla
he llegado y a á quererla
y no la puedo q'uerer.
T o rp em en te m is sentidos,
esfán en penosa calm a;
la m uger alm a del alm a
la exám inan m is oídos;
a l a y r e de m il gem idos
benevola la idolatro;
mas
o tra v e i en m i presencia
m as no 5 que engaña su trat®
qu e es acciden te lo que
según l e í ; n o , que a d v ie rto ,
tu livian dad atropella?
que al dorm ido hace d esp ierto,
v iv e J o v e que en P a la cio
si con elJa esrá algún rato. V é á É e L
t e he de c e r r a r , d e m anera,
C ie lo s ! que herm oso anim al
qu e n i e l so l veas salir,
m ira m i atención! pasmada
n i am anecer á tu estrella.
la vo z se m e queda elada
Q u e d irás á esto , que Ingrata?
en lance tan sin igual:
V e n . Q u e he de d e c ir ; que una fiera
id o latra racio n al
baxando de esa m ontaña
''
so y y a , pues adoracion
en la in trin cada m aleza,
le ofrece m i corazon
h e rid a del a cica te ,
desde h o y , con seguridad
iba arrojando la arena
qu e es la p rim era D eid a d
a l C ie lo ;:qu e conoce m i afición.
S a le n huyendo y g ritan do C iclop es : y
Q u e ciegam ente he v iv id o ,
Fauno dice dentro: guarda el L eón .
b ella D e id ad , hasta aq u i!
F a u . A trevesando las selvas
m as ahora sé de m i
baxa un L eó n m al h erid o ;
sabiendo de mi sentido:
en salvo hos p o n e d , porque echa
de m irarte d ivertid o
fu ego por la b o ca ,y ts::mira á dentro,
e s t o y , m a s ó ! quien p udiera
a lia v a , alia vie n e , alia entra.
h a b larte ; que d icha fuera
H u yen to d o s , menos S i l v i o , que a l
p ara m i! que solo aspiro
irse ó entrar B elon a , la detiene.
á m erecerte un susp iro,
S i l . D e ten te , s a c r a , d ivin a
b e lla de estos m ontes fiera.
D e id a d del olim p o b ella,
L c jo n t o s e A d o n is furiosam ente^y S i l ­
no con tu ausencia te lleves
vio se quedará detrás de un árbol*
el Sol que en tus ojos llevas:
A d o u . O! Hado cruel , n o cum plas tu
si so ys D e id a d de estos m ontes,
amenaza:
ó la D io sa de estas selvas,
Ce':« el incendio,que m i pech o a b ra ss,
que temes ? que aunque inhum ana
á D io s,S eñ o ra ,a l m onte m e encam ino
llegu e acom eter la fiera
á llo ra r de los hados el destino, vas.
se ha de m o rir solo a l verse
V e n . E sp éra te, P asto r , aguarda , ad­
á la lu z de tu belleza.
v ie r te ;;(te;
Y supuesto has de ausentarte
h ía v t. A l tra y d o ra cru el,d a tele m u e r á o tra R e gió n , h az que pueda
seg u iré su cam ino,
C lic ie racio n al seguirte,
y cúm plase de su hado su destino.
donde tu luz am anezca;
H a c e (¡ue se va ^ y V e n u s le detiene.
no desdeñosa m e m ire?,
V e r.. E sp era.
puesto que eres la prim era
M a r t. Suelta tyrana.
V e n . Q u e intentas?
m uger , ó D eidad que he visto ,
' desde que m i vid a alienta.
M a r t. T o m ar venganza
d e el y de t i , de manera
P erm ítem e que á tu T em p lo
q u e en darle m uerte estaré
con la m a yor reveren cia
d e los dos vengado ; un E tna
te acom pañe , paraque
a r r o ja m i p e c h o , in g ra ta ,
en el lin tel de su puerta
á vista de tanta afren ta.
A rg o s mas fe liz m e quede
V e n . N o te has de ir sin que prim ero
de m a y o r J o centinela.
aqui el desengaño veas.
Be/. Q u e bien que suena en el alma
el ren dim ien to! que pueda
M a v t. M a l podrás, ingrato duefio,
ten er fuerza en m i lo que
á v is ta de la evidencia.
E s tá n fe rze ja n d o , y snle V ulcano,
en mi 5amás tuvo fueza?
V u l . Q u e en cada paso que d o y
mas que i.e de hacer , ci me obliga
h a d e tro p ezar mi afrenta?
el rendim iento que m aestrá?
d irás tam bicn , inhumana,
r e n iir m e ? no , no es posible
oue
que B elon a se tin d le rJ j
d espreciarle es tira n ía ,
a m a r le , delito fu eraj '
pues que h e de hacer? persuadirle,
que es su pretencion m u y n ecia,
porque en m i no ha de caber
aquello mas que en m i quepa.
S i l . S e ñ o ra., si suspendida
estáis , de v e r que no a cie rta
o i en alabaros m i vo z,
n i en obligaros mi len gua;
decid el modo , y vereis
qu e sé a certa r : pues quien niega
qu e acerraré en quanto que
vo s m e perm itáis que pueda?
B e l. E l haber estádo y o
d e aquesta suerte suspensa,
es , por v e r que un im posible
tu lo ca am bición pretenda.
S i l . N o entiendo y o e l im posible,
d ecidm e en que está , ó qual sea.
B e l. E n pensar que y o podré
rendirm e á la va ga inmensa
m onarquía del am orj
pues es tanta m i soberbia
que m e enojo de v e r que
tantos rendirse se dexan.
S i l . V o s no habéis am ado nunca?
B e l . N i aun sé la p rim era letra.
S i l . Pues el deciros y o que
hos dexeis s e r v ir , es m uestra
que en dexandose servir
enam orada se queda?
B e l. N o ; pero la que servir
con poca atención se dexa,
agradece j y luego que
agradecida se m uestra,
sabemos que del am or
to ca el lintel ; con que esfuerza
qu e llegando a lli se m ire,
si t r o p ie z a , ó no trop ieza.
S U . A u n qu e es asi , del tropiezo
no siem pre á cre e r se llega.
B e l. E n otras cosas no cae
quien alguna v e z tro p ieza;
mas en am or siem pre he visto
que el tropezar caer fuerza.
S i l . Q u e pronto podia hacer
q«e m udaseis de sentencia,
si apartando las razones
hos m ostrase la experien cia.
S e l . N o es fá cil que vos m ostréis
aquello qu e nadie m uestra.
S i ¡ ‘ N o ? atended , y ver«is
de todo esto fe eviden cia.
A tr a h ld o de un acen to
de una a ve , que lisongera
a v e del vie n to p arlera
e ra a v e del m ism o v ie n to j
sa lí á lo g ra r el intento
d e v e rla , y no p ude ó D io s!
m ira rla ( ó lanze fe r o z )
porque en v e z de e lla á vos suave
hos hallo ; y de a v e , á a re
m ejo r pajaro sois vos.
O s m iré , os h ablé y os v i,
y fué fu e rza el tro p ezar,
sin que por eso el am ar
se apoderase de m i;
luego vem os cla ro a s i,
que el tro p ezar ca er no era^
p orque sino y o estu viera
enam orado , está claro
que en aqueste caso raro
á vos jam as os q u isiera.
B e l. H á ! falso , quan presto hallaste
m ejo r tono y m ejor letra:
el desprecio aunque fingido
que m al en e l ahna suena!
C o n ven cid a y o aun no quedo,
p orque sé bíea que la lengua
d ice una cosa , y el alm a
diferen te sen tir m uestra.
Y asi digo que no es fá c il
que el am or en m i haga m ella
p orque en m i «o ha d e caber
aquello m as quo en m i quepa.
V a s e basta e l paño ¡ y luego v u elve.
S i l . P o rq u e en m i no ha de caber
aquello mas que en m i quepa?
Q u e mas me puede d ecir
de que á am ar está resuelta?
Pues quien n e g a r i que cabe
en la m uger m as atenta
todo un am or en su pecho,
todo un desden en s i mesma?
V u e lv e Belona.
B e l. C o m o os llam ais , S e ñ o r?
S i l . S ilv io .
B e l. V o s soys el D io s de las selvas?
S i l . S i S e ñ o r a ; y de los C ie lo s
tam bién y o serlo qu isiera,
para que todo el O lim p io
obediente á tu belleza,
á ti sola te adorara
siem pre que tu lo quisieras.
B e l . A g ra d e cid a hos estim o
e l fa v o r ; pesie á m i idèa!
que
qu e m e siento va cila r
a llá dentro de m i mesma.
¿y^ase poco á poco.
S iU N o os ausentéis , gran Señora,
porque eso es querer que m uera
á manos de la tem ible
cruel enem iga ausencia,
paraque la s parcas canten
el himno de m is exequias.
A c a b a de entrar B elon a \ y aparece
lo cueva de P arcas ; Clotho con la
r u e c a : Laquesis con e l uso , y
A tr o p o s con las tixera s.
C/of. A y l d e aquel su v id a m irando
y v e que p eligra,
n o procura con m ucha presteza
b u ir la caída!
(m osa
L a q . A y ! de aquel que m irando una herbeldad peregrina,
n o repara que á vueltas del uso
en uso termina! H a ce menear e l uso.
A t r . Ay\de aquel que m irando la m uerte
no v é su ruina,
y no v é que cortándose el h ilo ,
se co rta la vida! M e n e a la s tix e r a s .
S i l . O C lotho! • que en tu rueca
el tiem po m e lim itas,
dexa tu que y o goze
el tiem po de la vid a.'
(rando
T o t. 3. A y ! de aquel que su vid a m i y v é que peligra;
no procura con m ucha presteza
h u ir 'Ja caidal
S i l . L a q u e s is , ese uso
co n que delgado h ila s,
h a z llene la m azorca
á vueltas de la dicha.
Cantan la s tres.
(mosa
A y i de aquel que m irando una h e r beldad p eregrin a,
no repara que á ‘vueltas del uso
en uso term inal
S i l . O ! A tro p o s , p u fs tien e
ta mano la cu ch illa ,
h a z que no co rte el hil»
tem prano de la vid a.
Cantan la s tres.
A y ! de aquel que mirando la m uerte
no v é su ruina,
y no v é que cortándose el hilo
se co rta la vida.
S I L A ten d ed , ó m ortales al vando
qu e aquestas publican,
que se acaba la vid a , cortando
del
h il« la vida.
Cantan las tre s.
A y ! de a^uel que su v id a m ira n io
y v é que p e lig ra ,
no procura con m ucha presteza
h u ir la caida.
ACTO
SEGUN D O.
E l tea tro de monte , con un grande
árbol a l lado de un peñasco , que
se abrirá á su tie m p o : a l tronco
habrá unas ramas en donde A d o n is
se mirará dormido ; y sa le P^enus
de cazadora , F lo r a y Fauno por
e l 9tro lado d e l monte.
l^ en . D esm andáda de m is ninfas
esta fald a v o y co rrien d o ,
por v e r «i encuentro una fiera,
qu e á la saña de m i esfuerzo
su v id a acabe ; porque
y a no h a d e haber en m i pecho
sino cru eld a d , qu e no in ten te::A d o n is soñando,
A d o n . T en te.
y e n . C ie lo sl que es esto ?
■ que oráculo ha respondido?
s i alguien estará encubierto?
ó ! tem or lo que m altratas!
A d o n . Q u e m atas.
Ven^ O ! h ado ad verso !
en estas ram as se esconden
algunos ; mas ahora quiero
que la punta de esta üecha;:-'
P e ro que im proviso m iedo
m e d etien e? C in t h ia , Croñis»
A d o n . A d o n is.
P^en. M as m e suspendo:
y si de tantas respuestas
unir las palabras puedo;
ten te que m atas á A d o n is ,
m e dicen t o d a s ; y es c ie rto ,
que entre estas ramas se escondej
y he de ve r::- pero que veo?
i^ e á A d o n i s , y dexa caer e l arco.
N o es este aquel bello Joven
p or quien m il penas p ad ezco,
p or quien tantos males paso,
y tantos dolores siento?
S i es i o l fe lic e y o
que á v e rte otra vez he vuelto!
si tan bello estás dorm ido;
sin d o rm ir estás mas bello;
y‘
9
y tanto , quanto se va
de dorm ido á estar despierto.
D e s p ie r ta , y de aquel ardor
que ha producido m i incendio
d á aumentos á tu herm osura,
si recibir puede aum ento
lo que tocando en lo sumo
se ha extendido hasta lo inmenso,
p araq u e::S a h M a v t. H asta este m onte
gu iado 4 e aquel intento
h e salido ¡ para v e r
si á aquel Pastor hallar puedo,
paraque 'en dandole m uerte
se acaben mis sentimientos;
m as qu e digo ! quien ha visto
qu e con la m uerte los zelos
d e quien los causa se acaben?
si siem pre está padeciendo
el recelo de que hará
lo mismo que hasta aqui ha hecho.
D e n tro C a xa s y Trom petas arrebata­
damente.
D e n t. UH9S. A r m a , arm a.
O tros. G u e rra , guerra.
O tro. A l Sol es á quien prefiero.
O tro. Y o á M arte.
M a r t. M as quien del a y r e
trastornando el elem ento,
co n tantas m arciales voces
h a llevado aqui estos ecos?
S a ie Belona en lo alto d e l peñasco,
y va barando.
B e l. Y o , que com o herm ana tuya^
interesada en tu esfuerzo,
en tu honor y en tus hazailas,
aqui á persuadirte vengo,
que vuelvas por tu opinion;
porque los de D e lf o s , viendo
que a i am or rendido estás,
asaltan con ardim iento
los exercitbs de E gn id o ;
y a s i , ves allá corrien do,
p ara que á tu gente anim es,
para que te tiem ble el C ie lo ,
y castigues á los que
am otinaron al Pueblo,
obligándoles que digan:
D e n t. N o á M a rte, si al Sol queremos.
V o c e s . A rm a , arm a, guerra , guerra.
Unos. V i v a M arte.
O tros. E l Sol prim ero.
B e l . Q ue aguardas?
M a rt. Qt'.e he de aguardar.
si has venido á tan m al tiem po,
qu e rem ora de m i enojo
m e están m atando unos zelos?
P e ro prim ero es m i honor;
vam os allá , y verás presto
que dando fu erza á m i gente
tan aprisa a q u i m e vu elvo,
qu e dudes en la presteza
s i m e parto , ó s i m e quedo, vanse.
F io . Supuesto no nos han v is to ,
podem os ir discu rrien d o ,
que es lo que tiene m i A m a ,
que hace dias que la veo
tan triste , tan furibunda,
que pierde el entendim iento.
F a u . M ientes , F lo ra , que no pierde
tu ama el entendim iento;
pues N em o dat qtiod tton h a te ti
y asentado este p roverbio,
V en u s no puede perder
lo que jam as tuvo V en us.
Pruebo y o fa conseqüencia,
la entim em m a también pruebo,
y creo que el exorcism o
está en darte , pues ad vierto
que V en u s da::- p ég a la .
F io . N o da nada.
H a blan aparte F lo ra y F aun o \ V e ~
ñus coge e l arco y la flech a , que a l
levantarla caerá a l p ie de A d o n is.
V e n . Puesto que pasado el sueno
te perm ite algún descanso,
queda á D io s.
Cae la fle ch a a l p ie de A d o n is , y se
levant!% muy furioso.
A d o iu V aled m e C ie lo s !
Porque m e uiatas , tirana,
con tan grosero instrum ento,
sabiendo que tu herm osura
hace lo luesmo que ha hecho
esta ilech a? mas no en vano,
quando estaba aqui durm iendo,
soñaba , que m e mataba
una f i e r a , y ahora veo *
que en v e z de ella ^ á ti te hailo
para m atarm e tnas presto;
pero m ejor será hu ir,
pues veo que el cum plim iento
del Hado que me am enaza
un trágico fin violento,
se va a cercan d o ::- H a ce qüe se va.
V e n . T n espem ,
qiift 'qu iero saber prim ero,
si el Hado que te amenaza
B
es
'J
30
e s causa de que tu peciio
sien ta en desdenes lo que
eran aates rendim ientos.
U a h la n á p a rte . Suenan ca xa s y trom­
p e ta s , sa le M a r te con carroza , y
B elo n a que le sirv e d e cochera , y
lueg o se apean.
"Bel, M oradores de E g n íd o ,
decid con vo z festiva
en tono repetido
qu e v iv a M a rte e l in ven cible,
D e n t. V iv a .
M a x t. M oradores de E gn id o ,
qu e en trin os de m e t a l, a ve del
v ie n to ,
qu e op rim e al elem ento
p o r los m ontes y va lles rep etid o ,
cese tu justa le y , cese tu alien to,
qu e in vencible no so y , pues soy
ven cid o ;
(sones
qu e im p orta que en b e lifico s b la 6n E g n id o festivo 'm e coronesj
s i C h ip re me ha vencido?
C h ip r e in grata
con crueles recelos
tiran a m e m a ltrata ,
con la cicu ta infiel de infam es zetos;
m as que miro! V e á V e n u s y ^ d o n .
ó me engaña -el deseo
ó á quien m e ^ r a v ia veo:
sea suspiro el a y de o tro suspiro:
y e n tre tanto m i acero
to m e venganza.
A c o m e t e , y V e n u s le detiene.
V e n . A n te s y o prim ero
tran sto raaré la tierra con el C ielo
p ara q u e::J i l r e s e e l peñasco p a ra entrar V e ­
nus y A d o n is,
^ d o n . H orrores piso
en cada planta que m uevo.
^1?». H erirle tu no podrás, entranse,
M a r t. A un qu e te sepulte el centro
del ‘ A bism o , sabrá M a rte
baxar hasta el A bism o , y encon»
tra rte
undese.
S e l . Y o á tu lado seré m onstruoenojado
que acabando con éi , quedes ven­
gado.
undese.
F lo r . E sto y a es m urm uración
de V en us pensar tu tal.
F a u . H ija mia , la señal
es d e m al de corazon.
F io . Paes no tengo y o también
m entecato es& seSal?
F a u . Y por eso y o por tal
y aun peor te tengo y o .
F io . Y que es V enus?
F a u . U n a loca.
F io . Y yo?
F a u . U n a lo ca y m edia,
y solo aquesta com edia
1
se ha hecho p o r ti.
F io . M a la boca:
m e enojo de o írte tanta
locura , v il , m entcfiato.
V u e h a l e la espalda.
F a u . P a re ce que c in g u n plato
h abrá r e to aquesta Santa.
ap,
SI te e n o ja s , y a no digo
verd ad algun a , m i alm a
vu elv e bien m ió , que aquesto
iba de burlas.
F io . A p a rta ,
que verás , com o en tu vid a
has de verm e buena cara.
F n u . E so lo creo y re creo ,
np^
y no h a y que ju rarlo , herm anaj
porque en tu vid a tu has
tenido m u y buena cara:
m as m ir e n , quan fá cil es,
y presto e l desenojarla;
pues t e - p i e n s a s , F l o r a , que
m i vid a no te idolatra?
F io . S i m e idolatras ¡ com o haces,
que tom e enojo?
F a u . R e p a ra ,
qu e e sto es ju g a r , y sabemos
que juegan los que bien am an,
pero con la d iferen cia
que los hom bres jam ás ganan:
antes pierden la p aciencia,
poniendo en p eligro el alm a.
U n d ía s t perdie un ojo,
o tro se pierde la capa,
o tro el som brero , y á fé
que sabes que es una alhaja,
que dos clavos de m adera
Ja detienen en la calva;
otros se pierden pañuelos
de muy, finísim a olanda;
y sabemos que con ellos
ellas rem iendan las sayas:
o tro se pierde el dinero;
que h a y quien perdiera su alma
de mas buena gana , que
e l dinero y las alhajas,
no es verdad ^ hermana F lo ra ?
F /m
F io . Y m u c h o , m i cam arada;
dam e un abrazo.
F a ii. E so noj
porque siem pre que m e abraza
la m uger , me abraso , y luego
se m e vien e e l m al de rabia.
F io , Pues eres un to n to ; á D io s. vase.
F a it .A y F lora! o :ro m al no me hagas;
y c re e que m il favores
recib o quando te apartas,
p orque se aparta un olor
qu e y o siento en la gargan ta,
y quando te vas , él luego
de la gargan ta se aparta;
y a ! si se fuera del todo,
y mas hondo no baxara,
qu e sobrándom e en las piernas
en la cabeza hace falta:
m as tras ti iré , pues no puedo
v iv ir sin ti , prenda am ada, v ase.
S a le S i l . D esde e l dia que y o v i
aquesta m uger , m e llam a
l a atención para que siga
d e aquel incendio la llam a.
C a d a instante que no veo
á la m u g e r , se m e arran ca
e l corazon de su cen tro ;
m as que m ucho si es ^ n a ta
propensión del hom bre , el que
s ig a á la m uger 5 pues quanta
detención se hace sin ella,
se hace p o c o , ó se hace nada:
q u e acción se hace grande que
p o r la m uger no haga?
A p o lo d exa los C ie lo s
p o r C lim en e soberana.
P lu to n e l E t n a escaló
y ladrón de am antes ansias
roba á Proserpln a bella,
y á sus im perios la baxa:
J ú p ite r desde el O lim p o ,
con m etam orfosis rara
y a es T o r o , por v e r á E u ro p a;
p o r M ed a , C isn e que canta;
y por D an ae , á la T o r r e
en llu v ia de oro se baxa.
Y si dexando D ivin as
D eid ad es , á las humanas
apelo ; en ellas encuentro
q u e todas quantas hazañas
se hacen en el mundo , solb
por las m ugeres se trazan.
B a x a B slo n a de lo a lto de un peñas­
co caiitaniio.
B e l. 4. C la r a , sonora vo^ , A v e lig e ra
qu e m anchado e l co lo r , T ig r e del
v ie n to ,
fe stiv a y placentera,
s ig u e , sigue fe liz tu am able in te n to ,
p araqu e en tre las flores,
lo gres d e tu consorte los am ores.
A v ia .
N o puedo am ar ó ! C ie lo s l
porque siento en e l pecho
deliqu ios que enam oran el pensa­
m iento.
A m a ; no puedo:
agrad ece ; a grad ezco ;
’
s i el que agrad ece am a,
y o am ar no puedo.
rep etida,
A c a b a de baxay sin reparar en S ilv iff.
R e p re s. D esd e el d ía que aquel Joven
h izo tantos rendim ientos,
le v i en tantas exp resio n es;
sien to allá dentro del pecho
una inquietud que m e agrada;
im agrado que y o sien to,
que entre a g r a d o , é ia q u ie íu d ,
inquietud se haga mas presto:
si debe ser esto amor?
no ; solo agradecim iento
será ; porque en m i no cabe
e l am or ; mas com o es esto ,
qu e aquel joven no sé aparta
un punto del pensaiñieoto?
L o que he de h acer , es no verle
en m i vid a : mas no puedo,
qu e en no viendoie , á mi mas
m e parece que le^ veo;
de C h ip re m e parto , D ioses!
á E gn id o m e vu elvo , C ielo sl
pues no q u isiera que aqui
rendida al m ortal venena
del am or , d igan que y o ,
• com o las dem ás me ven zo
a l am or , y no es posible
seguir de am or e l incendio.
Cupido, ó lo alto sentado en una nube
d e oro , ein arco y fle ch a s , v a ba—
xa n d O jy caerá en los brazos de B elona. Cupido recitado , 6 represen^
tanda.
Cupi. Belona m i enem iga que blasona
que el y u go del am or ha sacudido,
vasalla la he de v e r de m i coron a,
ó insensible ha de ser en e l sentido;
no Hecha alguna tira ré á Belona,
pues ninguna d e tantas la ha herido;
Ca
y
r
y solo aqxiesta de! etereo Coro
no puede ser herida con las de oro.
O tro modo h a de haber con que
ven cida
(sa
quede aquesta D eidadjqiie jactanciose aparta de m i im perio fugi.civa,
llevando en su sem blante el ser her­
mosa:
h e de fingir furioso una caíd a,
conque caiga en sus brazos y piadosa
abrigándom e tím id a en su seno
del am or en am or beba el veneRO.
cae en los brazos de Belona.
V aled m eC ielo sjm l vid a maltracada;:JBel. E n m is brazos está y a restaurada:
m as apartate Joven , que m© has
muerto.
L e aparta con p resteza .
Q u e blanda fu-ego rae inñama?
Q ue siento dentro del pecho?
Cupi. V en ce r á ‘R elona ha sido
el m a yor triunfo que tengo;
m as quien m e acoge en sus brazos^
V u e la .
qu e a l instante no Je venzo?
B elon a prosigue.
B e i. U n a inquietud
que entretiene
y atorm en ta a l mismo tiem po:
qu3
lo que pasa por mi?
Q ue m al 'es este que siento,
que y o curarle quisiera,
y curarle no pretendo?
M as que he de hacer sí rae acaba?
M a s que he de hacer, si me muero?
M ás no , que qs el m a yor bíenj
y el m a y o r m al que padezco.
E l pecho se m e entristece,
se ma alegra ei pensamiento,
la vo z trém ula desm aya,
y toda en nii misma tiemblo:
se me acaba- el respirar
me apresura ei alien to,
y acosada de un desn;ayO'
y o quisie::Cc.e desynayada en e l suelo.
S ilv . Cay® en el sueio;
y m e adm ira que no ca y g a
en mas p e lig r o , pues veo
que caídas del amor
siem pre son de m a yor riesgo.
S e ñ o ra ::- apenas respira.
Voixe la mano en la ¿oí».
O ! q u ien ' pudiera el incendio
, de m i pecho , txasnasarle
benignamente- i su pecho!
E l tacto j que . blanca mano!
transform ado está en un hielo.
Señora;:Tóm ala y bésala.
B e l. Q uien : a y ! m e llam a.
S i l . A lb ric ia s , C ie lo s , que lia vu elto
el C ie lo á su prim er ser:
quien solam ente por vero s,
y adoraros quiere e l alm a,
paraque en tal dulce em pleo
m e perm itáis , que y o sea
un hum ilde esclavo ru estro j
y en m uestra de qu e lo so y
conducidm e á vuestro T em p lo ,
y verás que en sus paredes
colgados m is grillo s dexo.
B e l. D onde esto y ; C ie lo s D.ivinosl
A som brada.
Q ue m al es el que padesco
desde que tuve en m is brazos
aquel Joven casi m uerto?
Q u e fuego? Q uien está aqui?
S i l . E l que p or vos padeciendo
lle g ó á v e r vuestra caida^
pero en la n ce tan diverso
com o sintiéndola vos
y o soi el que mas la siento:,
y pues y a 'e s t á s recobrada,
dame licen cia.
B e l. Q u e presto,
S i l v io , te quieres partir.
S i l . S i g u s tá is ,, d e c id , que aten to
03 servire..
B e l. E n que peligro
e sto y \ mas no- es bien que luego
m uestre la afición , á quien
no sé si afición le debo.
B ien os podéis ir , que y o
sola quedarm e a q u i quiero.
S i l. E l C ie lo os g u a r d e , Sefiora,
tantos afios co m o e l C ie lo
gu arneze con lineas de oro
sa bruñiÜo pavim ento.
•aase*
B e l. Y a que sola he quedado
solo ha de estar conm igo m i cuidado
siento , y no siento 5 en pánicos l a ­
tidos:
(paréntesis haciendo mis sentidos)
y o no sé lo que sientoj
(to.
p o r mas que no lo sepa,se que s ie n F a tig a d o pensam iento,
aquí descansa entre penas,
y sea e! llan to el a liv io
concedido á la tristeza..
Sienr*-
S te n ia ie 3 suca un pañuelo , pcn$ íelo
en ¡os ojos , y sale M a rte .
M a r t. P o r todo el m onte he co rrid o ,
y no he perdonado quiebi-a
que no registre el ciiydado
ram a á ram a , y peña á peña:
so y de aquestos ori?,ontes
A rg o s continuo que ve la ,
sin que n i V en u s , ni A d o n is
p pr estos m ontes parezcan.
Q u e mal sosiega un celoso!
los zelos á quien sosiegan?
Y mas m irando en agravios
reducidas las finezas.
P e ro B elona está aqui:
d ia s hace que suspensa
la veo , que con el llan to
p ro cu ra a liv ia r sus penas.
S i será am or lo que tiene?
N o es posible que tai tenga.
M as supuesto aqui he llegado,
h e de v e r , (sin quo m e v e a )
si puedo saber lo que
la causa tanta tristeza,
estando atento á sus ojos,
y estando ateato á su lengua.
B e l. Q ue fata l dia fue aquel,
que jactanciosa , y soberbia
d i x e , que am or no podia
h acer en m i alguna mella!
qu e necia a n d u v e , q u e poco
^tuve y o entonces de cuerda,
sabiendo , que todo el mundo
de am or baxo la vandera
m ilit a b a , y que todos
sentían sus influencias!
M a r t. H asta a q u i , ni una palabra
o ir p u d e ; algo mas cerca
m e pondré para escucharla.
£ e l. Y y o sola , mas discreta
que to d a s , y o no sentía
^ e am or las doradas flechasj
h ice burla del am or
lo ca , descuidada , y n ecia,
sabiendo que se vengaba
de la suerte que se venga;
pues deliquios que enam oraa
son ayes que me atorm entan
M a r t. Pues deliquios que enamoran
son ayes que me atorm entan,
solo he oído ; cierto es que
d e enam orada es la seña.
Belona.
^ e ¡. M a r t e , que quieres?
M a r t. C o m o te v i tan suspensa,
e stu ve p arado un ra to ,
p o r v e r si in fe rir pudiera
la c a u s a , porque tan triste
tantos dias h a , que m uestras
tu cuidado , que ju ra ra
que de am or eran ias señas.
B e l. A y ! M a r t e , te has engañado;
que no es capaz que y o pueda,
ten er am or á ninguno,
pues so y para todos piedra.
M a r t. Y a te d ixe que al am or
sabe rendirse una piedra;
si á ayes de los m artillo s,
y del ayunque á Jas quexas
se porfía , que no es m ucho
que tu también te rin d iera^
■ pues deliquios que enamoran
son ayes que íne atorm entan, ra s.
B e l. Sin duda que M a rte sabe,
y conoce m i dolencia;
mas no es m ucho , si el amor
por tantas partes se m uestra;
pues siem pre se está patente
p o r mas que ocultarse quiera:
y aun que la lengua lo ca lle, ■
lo esta diciendo ia lengua
con palabras que se entienden
aun sin querer , que se entiendan.
E l am or todo es suspiros,
es el am or todo quexas;
luego el que siem pre suspira,
y aquel que siem pre se quexa,
siem pre tiene amor j y es cierto,
que si am or no se tuviera
n i al mundo hubiera suspiros
n i a l mundo quexas hubiera;
luego el verm e suspirar
M a rte , es cosa bien c ie rta ,
que he conocido mi am or,
p orque sino , no d ixera,
que deliquios que enamoran
son a ye s que me atorm entan.
M ud a se e l teatro de tuar furiosam en­
te embravecido: veránse algunos-vag e le s á lo lejos , pasará á su tiem ­
p o la D iosa A m fitr ite con e l p e­
queño D io s Palem ón en los brazos^
con carroza tirada de D elfin es '.pa­
sará N e p t u n o s o s e g a r á s e e l mar,
de dónde saldrá V e n u s sentada en
ttn caracol m arino, veránse algunas
S ir e n a s ,y p e c e s que salen d e l agua'.
■í^/ otro lado monte ^y sale ./Adonis,
Adon^
14
A d o n . Y a estás in fe liz A donis
co n tigo : paraque , C íelo s,
d a y s la vid a á un desdichado,
á quien , ni el agua ni el viento
p o r victim a no han querido
de todo el sacr^o decreto
d e los Hados , que m e agüeran,
un tragico fin violento?
p er« y a que irrevocable
es vu estra sentencia , apelo
co n tra vuestra tira a ia
á todo nú sufrim iento.
A estarm e solo he salido:
recentales id paciendo,
y no envidieis mi quietu dj íie n fa te.
que aunque e a e lla ve y s el cuerpo,
co rre torm entas el alm a
e n tre amenazados riesgos.
E l m ar se a ltera furioso, levantase.
y encrespándose soberbio,
m ontes de espuma levanta
d e cristal gigan te horrendo
liá cia el C ie lo , que parece,
que los tira con tra el C ielo :
lo s peces parece que
se apartan de su elem ento,
y quedándose en la playa
m ueren en o tro elem entoj
ó ! si fuera tan dlch«so,
que el m ar en su vasto centro
m e recib iera ! ó ! D eidades!
dad fin á mis sentim ientos!
m as supuesto os m astrais sordos
é lo justo de mis ruegos,
sosegad aquesos mares,
paraque en tránce funesto
tum bas de cristal me sirvan
de perpetuo monumento.
pasa A m fitr ite .
A m ficrite soberana,
que llevas dulce en tu seno
a l pequeño Palem ón,
D io s que sustenta tu pecho,
serena esos m a re s , m ira
que un m iserable estrangero
iu desea , para que
arrojándom e allá dentro,
se acaban tantas desdichas,
fenezcan mis sentimientos.
pasa N ep tuno.
O ! N eptuno , que del m ar
g o b ie r n a s 'e l vasto Im perio,
a p laca sus iras , m ira
que na m isero pasagero
te lo ruega , paraque
finallzen sus torm entos.
Sosieg as^ e l M a r ', va viniendo por
la Grilla P^enut sentada en e l ca ra ­
c o l m arino, y quando j^donis quiera
arrojarse a l M a r , F 'enus le deten­
drá. S a le á lo alto una N i n f a , sen—
tada en una nube de oro ¡ y canta.
N in . E l M a r m ira aplacado;
serenado su ceño m ira a l v ie n to ;
e l im pulso deten , no apresurado
añadas á tu m al m a y o r to rm en to ;
n© da a liv io la m uerte á u s desdichado
a n te s vem os aum enta el sentim iento;
y es un v il p r o c e d e r , y un lance
fu e rte ,
(te,
que por no p erecer busques la m uerA r e a . G u a rd a la vid a,
que el C ie lo la quiere
p a ra m a y o r ' d ich a.
M ira , rep ara , a d vie rte
que de la M a r ren ace
la que se m uere.
A d o n . T o d o so y p rodigios h o y j
p o r todas p artes m il penas
m e com baten , y no paran,
sino que antes bien se aum entan.
M ien te tu v o z , y a que d ice ,
que ua desdichado no encu en tra
a liv io en la m u e r te } en donde
en m ejor p arte se encuentra?
L a m uerte acaba la vid a;
uno sin vid a no pena;
porque el penar es v iv ir ,
y en v i v i r , penar es fu e rz a ;
£Sto nadie h a y que lo n iegu e,
y se ve por exp erien cia;
pues quien no piensa penar,
sin duda v iv ir no piensa.
Y
mas y o que de los Hados
sien to la o jeriza inm ensa,
com o que de am or y zelos
tiranam ente m e m uera;
y y á que mis H ados mas
que no me inclinan , m e fu erza»
á que por cu lp a de M irra
tra g ica m uerte padeaca;
sedm e testigos , m ontañas,
q-ue esparcida la m elena
se esparce los cabellos por los hombros
por el cuello y por los hombros,
m al balbuiente la len gu a,
el pecho todo pasm ado,
toda la faz m acilen ta,
de
¿ e que por culpa de M irr a
h o y su hijo se lam enta,
p ara que su m uerte borre
el renglón de su. torpeza.
V a á arrojarse a l M a r
V e n u s le
detien e.
V e n . D e te n te , A d o n is, qu e intentas?
A d o n . O tra véz queda m i vid a
h o y á ta vista suspetjsa;
y asi paraque se acabe,
y paraque su fin tenga,
d exa tu que aquesos mares
m i tra gica tum ba sean;
porque adm irado de v e rte
contem plo en ti que s e acercan
lo s Hados que m e am en azan ,
coji tantas con trarias señas,
com o que naciendo ^ ie v e ,
en fuego m e haces que m uera,
paraque m i V i d a acabe
S manos de la violencia
d e tu Jiermosura , pues v e o ,
que el influxo de m i estrella,
en ti term ina , y ^si,
y a que mi vid a propensa
hasta ahora te ha seguido,
(( 5 ! mi adorada b e lle za !)
q u a l clicie al Sol , tu perdona
qu e y a segu irte no piensa
m i cuidado , porque en ti
ve o lo que m e atorm enta.
V e n . Pues antes tu no sentías
de los Hados Ja violencia.
A d o n . E s verdad , mas no sentí
la am enaza tan de cerca;
y porque veas Jo m ucho,
qu e me am edrenta m i e strella,
escucha m i historia , y ve
sí debo guardarm e de ella.
M ir r a m i m adre con funesto anhe?o
intenta de su P adre oculto h alago ,
mas aquel n atural grande rezelo
retard a el p re cip icio y el estrago:
m ira irrita d a tim ida h ácia el C ie lo
del castigo tem iendose el am ago;
sin que por eso de sh intento lo co
re tire un p a s o , y se arrep ien ta uo
poco.
N o cesó del tesen qu e pretendía;
aun mas y m asel fuego acrecentaba,
aum entando e l incendio cáda día
e l a y r e m ísm o que e lla respiraba^
y si bien ign oraba y entendía,
e l deseo al d elito apresuraba,
ÍS
y logran do su in tento en noche obs­
c u ra
e l d elito asi m ism o se a p resu ra.
D e scu b re á una tercera su osadia,
qu e segunda m e jo r llam ar se puede,
pues segundo delito co m etía
m a y o r que a q u e l, porque en el
m al le excede;
busca ocasíon , y asi que la ten ia
(con am or la m uger quantose atreve!)
cóm p lice y a la noche del d e lito ,
de su padre lograba el a p e tito .
Q ued ó M ir r a preñada , y aqui fu e ­
ron
las congoxas de M ir r a al o cu lta rlo ;
y lo lo gra hasta el d ía que vin ie ro a
los dolores del parto á publicarlo;
lo s criados , y el P ad re lo sup ieron ,
este se sale ríg id o á vengarlo;
y tom ando la espada con despecho
se la m ete h asta el puño allá en el
pecho.
M irr a c a y ó en el suelo, y rebolcada
en su san gre,á los dioses com padece
ta n to , que fue en un árbol tra s fo r m ada,
que solo para el llanto vem os crece:
siendo en s u til hum or y a destilada,
es un continuo llan to el que padece,
y llam ándose M irr a no te asombre
el llanto se conserve con su nom bre.
H ijo de un tronco y o n ací llo rad o ,
mi de los C ie lo s fui com padecido,
antes bien , irritad o de mi et Hado
salgo á luz de mis Padres m aldecido,
de m odo que de am or fu i condenado
á m o rir 5 y del todo y a cum plido
en ti lo v e o : m ira , Venus beila,
si tengo que sentir contra mi estrella,
Y asi y o d e T rin a c ria e n Jos um braapenas con mi pJant;;(Jes
D isp a ra n un grande trueno , relámpa­
g o s , terremoto , tivanse de repente
ios bastidores , y se acaba la jorna~
da \y se ha de hacer con la mayor
prontitud.
ACTO
TERCERO.
T ea tro de P alacio ; se 'verá e l r e tr e te
de V c n u s hermosamente compuesto,
S a le V e n u s y A d o n is.
A d o n . Suspende , N in fa bella,
tantos dulces alhagos;
v is-
15
v iste que nuestra estrella
infausta nos predice m il estragos}
viste que todo el m undo,
y rafagas del vien to
desde lo mas profundo
se deshacía hasta e l firm am ento.
Y o bien q u isiera am ante
a d o ra rte , o dichosa,
en uno , y o tro instante
pasmo de la beilesa mas liermosá«
Y a veo que en tu aliento
puros arom as tiras,.
p ara que el firm am ento
ten ga incienso fe liz quando respiras.
Y a veo que en tus rizos
el sol á giro s m ueves,
-■p o r los montes pagizos
n o dexando el ofir que no te lleves.
Y a ve o que tu agrado
á m i deseo im ita,
mas mi co n trario Hado
aun desear tu agrado m e lim ita.
L a m uerte me amenaza
esta dulce codicia:
ó ! ii el fuego que abrasa
apartase d^i Hado la m alicia!
hace que se va.
á D io s para siempre;;: llama?
mas a y de m i! que no puedo,
aunque ese fuego me llam a,
seguir llam as de ese fuego.
repara que V en u s tiene e l lienzo en
los ojos , y w telve.
no llo r e s , hermosa V en us,
esas tus ojos serena,
qu e las perlas que derram as
no dicen bien en la tierra.
E n ju g a ese llanto , m ira
que la candida azuzena
y a no es b la n c a , pues por ti
e a lutos toda se anega.
Q u ita esa nube que esconde
á la .m a s herm osa estrella,
qu e quitándonos al dia,
sucederá la noche con tinieblas.
A u n no? Q ué quieres? dilo:
que con cal que no sientas,
y o sen tiré , olvidando
de todo el Hado lá ojeriza inmensa.
A y de mi I
j^don. N o asi suspires,
qu e el corazon me penetras,
,y p slig ra que se acabe
si ty agrado no comienza;
y pues te digo que olvido
de los hados la v io le n cia ,
está segura que y o
s o y el que mas te venera.
f^en. Y a esto y alegre ; una mano;:toma la mono á V e n u s y la besa.
A d o n . E l A lm a m ejor te d iera
con todos cin co sentidos,
p orque la dadiva fuera
un im p e r io , paraque
m is vasallos jurasen tu obediencia.
V e n . Y tus hados?
A d o n , Y a no h a y hados,
va ticin io s los hizo tu bellezaj
pues v a ticin io es am ante herm osa
de oráculo fe liz que te h ace tierna:
S a le F lo ra asustada.
F U . Señora ¿ á V u lca n o he viSto,
que sube por la escaieraj
date p risa porque y a
hácia tu quarto se acerca.
V e n . Q u e he de hacer? C ie lo s dívinosí
nióta la luai,
anda , co rre , v6t« , buela
y trae un vestido hermoso
de Ninfa^y vente con ellas.
V a s e F lo ra y sale V ulcan o ,
l^ u l. Quie'n tienes aqui en tu quarto
que tan obscuro se muestra?
co n quien hablas? que la voz
y o no conozco. V e n . C o n C e lia .
V u ¡. C o n C elia? Y en donde es.ta?
que y o quiero conocerla.
S e va acercando hácia A d o n is como
quien va atientas.
V e n . D e t e n t e , que y e no quiero,
que el menor tacto se atreva
á mis ninfas j si zelo so ,
grosero , villano , piensas
que algún galan escondido
aqui tiene V en u s bella,
m anda que luces se saquen,
y averigua la sospecha.
' V u l , A y ! boba! piensas que y o
no conozco bien tus tretas?
manda pues que tra y g a n luces.
V e n . F lo ra , C in th ia , C l o r i , C e lfa ,
S a le CQn e l vestido de N in fa , y mien­
tras lo ponen ó A d o n is dice F lo ra ,
F io . Q u e m andas?
O tras. Q ue es lo que ordenas?
V e n . A F lo ra que tríiy ga luces;
cerrad vosotras las puertas:
estas vestido?
op. á A d o n is.
A don,
A á o n . A u n no esto y :
ap,
manda que la luz no venga.
f^ e n , F lo ra estará , hasta que y o
o t r a v e z á llam ar vu elva.
í^ u l. Y lo que tardan las luces.
f^en. Y lo que ofende tu lengua.
Y o pienso que alguna traz»
aqui m aquinar intentas.
f^'en. Y o pienso que n i un instante,
has d e verm e ea tu presencia.
F lo ra .
v a se í^enus.
S a le F lo r a con lu z.
Z^ul. E sposa, aguarda, m ira: suspend,
Q uan to e a la vegez se ierra!
y quanto en toda la vid a
en erra r solo se e m p le a !.
y e r r a el niño quando llora;
y e r r a e l m uchacho que piensa^
y e r ra
joven que la vid a
/
la gasta en lo que desea^
y e r ra el adulto en lo que
tiranam ente atro p ellaj
y e rra el vie jo en quanto o b raj
todos quantos viven y e r r a a j
y solo no y erra e l justo,
que de infam e no arrastra la cadena.
Señora , pues que de tantos
te recon ozco por R e y n a ,
ruega á V en us que perdone,
qu e los zelos hicieron que la ofenda.
í^ a se con todas las N in fa s .
A d o n . Q ue bien que dixo aquel sabio:
que los zelos siem pre eran
ios que fom entan los m ales
y m ales que al alm a llegan !
tirana pension del alm a
son los zelos j ó ! quien pudiera
no ten er zelos!
H a z e que se v a j y F lo r a a l paño.
S a le M a r t. E sp era,
dueño de aqueste palacio,
pues te ju ra am or su R e y n a ,
no haciendo falta y a en C h ip re
n i sus arcos , ni sus flechas;
y porque y a no la hace,
donde asiste tu belleza^
h o y se ha ausentado de aquí,
com o quien dice j si dexa
solo m irarse esta N in fa ,
qué falta han de hacer m is flechas?
E n busca de una herm osura,
vin e , y perm itió m i estrella
que en vez de encontrarla herm osa,
á ti ceen quen tra nías que ella.
X7
A d o if, Q uien ha visto,- quien h a v is t o ,
aquesta n aturaleza
tan variable , y engañosa?
que solo porque uno piensa
que es lo que no es , obra y a
sin m as exílmen ni prueba,
qu e e l pensar que e s , y no ser
aq u ella que ve , y que piensa.
M a rte m e cree m uger.
V u lca n o una N in fa bella;
pues y a que el rostro acom paña
v iv iré de esta m anera
en P alacio , puesto que
enam orada y resuelta
V en u s está , con que puedo
ve r á m i bien mas de cerca.
M a r t. N o m e respondéis , Señora?
si sois D eidad que encubierta
v iv is en este palacio
de otra deidad com pañera,
no con desdenes m e pagues
el ren dim ien to; pues sepa
que si s o y s D io sa , so y D io s j
y alom enos lias que pueda
m erecer con tu herm osura,
alcan zar con tu belleza
si com o á galan desdenes,
com o á D io s M a rte finezas.
A d o n . V o s sois M arte? aquel sañudo
sediento D io s de la guerra,
q u e in ven cible en las cam pañas,
vencido en palacio queda?
V o s a q u e l, que entre granizo
de dardos , la n zas, y ñechas
salís ileso , os rendís
á blandos rayo s de cera?
V o s aquel
pero que digo?
ap.
s i tirano am or se m uestra
ra y o , que á los m ontes abre;
d a rd o , que al C ie lo penetra;
fle c h a , que inhumana hiere;
lanza , que sube á la esfera
llena de fu e g o , y a l punto
baxa á la tierra pavesa.
M a r t. Prosigue herm ana , no asi
tanta suspensión te deba.
A d o n . P easais vos que soy tan van a,
pensáis vos que s o y tan necia,
qu e fie de las palabras
que los vien tos se las Uevanj
sabiendo que soys mudable
qual de la n ave v e le ta ,
que á qualquier vien to que sopla,
á qualquier vien to se enireg»?
C
si
i
'i
9
si de d e cir ahorá aeatias
que una herm osura te llev 3
e l pensam iento á p aiacio,
y segan finge tu idea
d ic c s , que porque has hallado
m í herm osura mas p erfecta,
dexas la o tra ; cosa es cla ra ,
y evidente conseqüencia,
que hará lo mismo con m igo,
encontrando o tia mas bella.
M a r t. E l argum ento no h a y duda
que 'salida no tu v iera ,
s i mas herm osa que vos
fu e ra capaz que la hubiera.
jid o n . E n o tro tiem po lo mismo
dirías tu á o tra belleza;
y ahora vem os que tu
Otra has hallado mas b ella.
M a r t. E s verdad que la he h allado,
siendo verdad lo que cuentas;
m as una es belleza hum ana;
vos sois d ivin a belleza.
jSdon. D iv in a es V en us , tan alta
herm osa deidad suprem a,
qu e es lo sumo de lo herm oso,
y tu falso la desprecias.
M a r t. D iv in a es , mas tan hum ana,
que se trata con qualquiera.
uídon. C o n vien e e l disim ular,
puesto que fin g ir es fuerza»
Y serás firme?
M a v t. E so dudas?
T e lo d irá la experiencia.
A d o n . Q uien M a rte , lo afirm a?
M a n . Yo.
A d o n . T u no tnas?
M a r t. Y quien venera
tan to á tu hermosura , que
y a ho h a y p eligro que cre«ca
la v e n e ra ció n ; porque
uias veneraxss a o pueda,
A d o n . M e darás zelos?
M a r t. Q u é es zelos?
n i solo por apariencia.
A d o n . M ira que lo mas herm oso
enfada si se freqiienta.
M a r t. N o enfada el m irar al C ie lo ,
quando Júp iter se muestra
lleno de su M agestad
acom pañado de estrellas,
qu e flores del firm am ento;
de A stro s sirven á la tierra ;
y quanto uno mas lo m ira
aun ica s rtürarlo desea,
sí es capaz el deseaf
m as visión ; porque a llí cess
todo deseo , por ser
sumo lo que se venera;
y com o vos sois un C ie lo
d e m ucha m ejor m ateria
fabricad o , y sois deidad,
no dudo , que aunque estuviera
siem pre con vos , no podría
cansarm e , p orque eso fuera
cansar lo sumo , y no puede
cansar quien siem pre deleita*
A d o n . D exan d o sofisterías,
sin que ninguno lo entienda
vendrás á verm e á p alacio ,
en donde m i am or te espera^
con la adverten cia de que
ía prim era v e z que sepa,
que enam oras á o tra D a m a ,
será la vez que m e pierda.
C o n esto aseguro que
op*
no enam ore á V en u s bella,
con que m is zelos term inan ,
y se acaban mis sospechas.
M a r t. C o n ta l que a tí te enam ore, •tídn*
cu m p liré lo que m e ordenas;
y adm ito el p acto , seguro
de que vos sereis quien pueda
obligar á M a rte á que
se sugete á una belleza.
vanse,
Fa u. Han visto ustedes , Señores,
‘ este A don is , ó d ia b lillo ,
que puede se rv ir d e espía
entre el sexto , y entre el quinto,
com o el borrach o bribón
.d e que es m uger se ha fingido
y lo es tanto , com o e l bru xo
que p arirá a l A n tich rlsto ?
el bribón la ha requebrado,
la ha enam orado; é l le ha dich o
que la prim era vez que
enam ore á o tro prodigio
se ha de perder , y a l instante
o tra v e z le á rep etid o
no le d é zelos ; Señores,
ustedes jam as han visto
des hom bres enamorarse?
p u e s a h o r a y a lo han v is to ,
y no alcan zo com o es,
y no alcanzo com o ha sido
ta l patraña , á no ser que
sean los dos m ofodritos.
Q u e fa lta que hace aqui F au no,
que en tre sahfos, y entre brincos
*
as-
19
íaliera. dp un salto de este
Zíleg a M a f f e a l quarlo de A d o r¡is qt(&
in trincado laberinto.
Dase.
estará dormido reclinado eft una
S a le M a r t. P u esto que la negra noche,
mesa donde habrá escasa lu z,
íie l cóm plice del delito
M a r t. Sol d iv in o ,
o bscu rece co n su manto
qu e en las som bras de la noche
e l m ejor cam po de v id rie j
luces m a s; com o dorm ido
puesto que el P alacio y a c e
estando y o desvelado
en blando sueño dorm ido,
te encuentro?
encam ínese el deseo,
F aun . B u en o ! que lin d o í
com pañero de si mismo
M a rte enam orar a q u i
á v e r si a cu ella m uger
á su m a yor enem igo l
m e cum ple lo prom etido:
s i le debe conocer? .
que si-cum plirá , por ser
ó ! si le habra conocidol
la rauger un apetito
estará lo c o , estará
continuado , y jamas cesa
b o rrach o de beber vino?
de apetecer j y exám ino
si estará , s i ; s i estará,
que a l consentir una v e z
valgam e San L ico d in g o .
á jmuchas ha consentido.
S a le V e n . C íe lo s ! A d o n is no habec
S e encamina M a r te a l re tre te de
aquesta noche ven ido
V e n u s y s e le Fauno.
¿ m i quarto ! no es posible;
F o iu M a rte en P alacio á estas horas?
podrá ser que en e l d istrito
que m ala s e ñ a l, san C iro !
que y o dorm ía llegase,
el se va al quarto de V en u s,
y a l verm e d o rm ir , rem iso
a y ! pobre de V u lca n illo l
en despertarm e habra estado,
encom lendate á P lu to n ;
y com e es tan com pasivo,
que te m uden de a p ellld o j
zelos® de m i quietud
y siendo m arido a y e r,
se habrá vu elto .
b o y no .serás mas m arido.
M a r t. H e sentido
* '
S a le A d o n . Si la am enaza del hado
pasos p or a q u í; la luz \ n a ta la lu z ,
no em bargara mis sentidos:
■m ato , y estaré ad vertid o .
dichoso qual y o , en donde
hasta qu e pase , y despues
jam as ^e hubiera advertido?
desp ertarle determ ino.
porque la m adre de am or
L le g a V e n u s a l quarto de A d o n is,
tiern a com o su ca riñ o ,
V e n . E s te es el dichoso quarto
id ó latra á m is favores
d e aquel joven P eregrlflo ,
h o y v iv e de m is suspiros;
c u y a d iv in a belleza
este es su quarto , á entrar lleg o ;
enam ora aun lo D iv in o ;
pero no : que siento ruido;
y d ígalo y o que so y
V u lca n o será , á mi quarto
cariñ o de sms cariños.
segurida vez m e re tiro .
va ss.
F aun. V a lg am e San N Icodem us,
M a r t. A l quarto llegué de V en us
San Lesm e , San A g a p ito ,
sin haberlo y o advertido;
San Silin drin , so T o rq u a to
vu elvo á salir á buscar
so R u fa s to , so B arcino;
o tro de mas gusto m ío.
vose.
que fiesta ha h a b er aqui:
F a u . S eñ o res, en donde estoy?
alerta a uditorio m ío.
disfraces aqui? que estilo
V e n . A obscuras está , no dudo,
h a y en aqueste Palacio?
que estará al sueño rendidos
A d o n is de hem bra vestido?
llam arle qu iero : A don is
que maJa y m ala señal!
Con la v o z baja,
M a rte lleg ar m iiy.quedito
sin duda estará dorm ido,
a l quarto de V en u s! bueno;
M a r t. E s ta es V e n u s : á tiran a,
Juego el haberse salido
ó pesa á m i ! s i el sonido
é ir al q uarto de Á donisi
d e la vo z m udar pudiese:
xnalo, malo.
un etna en m i pech o m iro,
Ca
ca
5t o
S e s tis horas 5 y l a vela
un volcan , 1:11 m ongibelo
un bulto a p agarla! C ie lo s!
es h o y quanto y o respiro.
que mas evidentes señas?
Z^en. A d o n is.
con la v o z haja.
S a le n los C iclop es con F a m a sta d a i
M a r t. Q u e es lo que mandas.
las manos aira s.
E s ta r á parado un rato.
C ic. I . R egistrando este p alacio ,
la v o z no habré bien
al baxar una escalera
fingido.
este ladrón encontram os.
^ e n . D a m e la m a n o , y no tem as;
F aun. M ien te tu boca , tu lengua
y al instante ven conm igo.
tus dientes , tu paladar
l^ an despacio hacia la p uerta , de nia~
tu peluca , y tu m o llera,
ñera que c^uando saldrá
ulcano , á
que en m i vid a y o jam ás
un mismo tiem po se encuentran.
fu i ladrón , n i y o lo fu era ,
F a un . N o apeo lo que aqui pasa
aunque me dieras un rabo,
aunque el m isterio se apea^
aunque una co la m e dieras
tem er lo que se desea .
de las m uchas que sobraban
es tem er lo que aqui pasa;
á la bru xa de tu A b u ela;
esto es una luz escasa»
ni aunque::«6 ir ados ojos tuerta
C ic. Q ue ni a u n q u e , ni aunque?
sin encon trar con la puerta
F aun . A unque d igo , aunque m e dieras
la im aginación forzada.
todo quanto habra robado
F lo r a que es una taim ada
un M in istro de B oletas,
sabrá algo , sino es m uerta.
no seria y o capaz
A l irse á entrar V e n u s y M a rte , sa­
de ser ladrón ^ Santa T e cla
le P^ulcano con lu z que luego a l en­
ladrón y o ! y o lad ró n ! y o !
contrarse se le cae \ y dice a l salir.
que esto sufra m i paciencia!
P 'u l. Q u e V en u s no esté en su quarto!
si tu dixeras que y o
S e encuentran , y apagase la luz.
he vivid o de m il tretas
F a u n . VaJ’g am e Santa L u cia .
va se,
robando por los cam inos,
^ e n . M u e rta so y .
vase.
por C iu d a d e s , por aldeas;
M a r t. P erd ióse el lance;
que urté un d ia cien doblones^
me v o y rabiando de ira.
vase.
o tro otras tantas pesetas,]
V u l. O la C iclo p es , C riadqs.
y asi , si dixeras ti>
S a le n los Ciclopes.
que soy cobarde , dixeras
Unos. Q u e mandas?
verdad , mas íadron , Señores,
O tvos. Q u e *es lo que ordenas?
quien ha visto tan gran bestia?
V u l . Q u e registréis el P alacio,
V u l . L le va d le preso , en el potro
y llevadm e á m i presencia
d irá la verdad j que pena
a l prim ero que encontréis.
siento en m i pecho!
llevánlo.
Todos. C um plirem os tu obediencia.vtf«.
Ffltt.Tened^Sefiorjhoy de m i clem en cia,
V u l . C o n quanta razón se dice,
que en mi vid a y o jam ás
que los ancianos debieran
fu i ladrón ; pues crea , c r e a ::te c e r la M u g er anciana,
V u l . V o y averigu ar si puedo
y aun con esto algu ien d ix era
lo que el recelo sospecha,
que n o esta rla seguro
s i el d o lo r que m e sufoca
de sus mañas , y sus tretas.
la respiración me dexa.
v a ss.
Ven'tís no' estar en su quarto,
S a le B e h n h suelto e l cabello por los hombros, con un cendal en e l rQsiro,
que se I9 quita fu rio sa a l decir e l prim er verso.
B e l. D on de v o y fa g itiv a entre las sombra ?
el delito m e ap arta de m i m e s ^ :
cncontrém e y o , acaso entre sus ftrazos?
donde me esconderé de m i vergüenza?
Y a m urió la lozana gallardía
del
a i
del candido exp léfld o f de ía azuceaá}
O ! si en la m uerte y o bo rrar pudiese
la linea fata l de tanta a fre n ta !
O ! falso a m o r! que fem entido has sido!
o jala co n m í honor tu no lo fu eras,
pues podias pngar no a tanta costa
la deuda que con traxo una fineza.
B elon a enam orada , d irá el m undo,
quando alguno en sus anales le a ,
estu vo , y despreciada , con que es cie rto ,
que se hará vergonzosa á la vergUenaa.
Q u ise y o i S ilv io , quisele , y piadosa
reparando su f e p or verd adera,
no pensaba que á golpes del cariñ o
se labrase e l tesón de su infidencia.
H u ie , y se ap arta d e m i blando seno,
pues d ice que si M a rte lo su p iera,
ca stig ara la in fam ia con su a zero ,
ru bricand o la punta entre sus venas.
Y o b u r la d a , ofendida y desgraciada
h e de quedar a l torno de la pena:
a y ! S ilv io de m i v i d a , no te apartes^
o y e á B elona que te llam a tierna.
E l d ía rae perdió , que despreciaba
de C u p id o la a ljava , y sus saetas,
que necia anduve , puesto que sabia,
que á todo el mundo penetraban ellas.
A p á rte m e d e C h ip re avergonzada,
no ha de haber en el mundo quien m e vea
pues m úger infam ada , no es bien nadie
en su sem blante su d elito lea.
j í l i r s e á entrar sa le M a r te fu rio so
rodando el m onte se v ie o e
con la espada desnuda.
a l v a lle , y un ja v a li
M a r t. B elon a estas sola?
inhum ano la acom ete:
B e l . S i.
v o y á d e fe n d erla , y luego
iíf/ir/. Pu es sa b e , qu e he de ven garm e
á m i venganza vo lverm e.
vase*
de un tiran o que m e ofende.
B e l. A y C ie lo s! sin duda M a rte
de ijn a a leve que m e a gra v ia .
sabe su afren ta : valedme!
B e l . C ie lo s !. sin duda que sabe
m ontes , valles , riscos , selvas
m i d elito , y ahora vien e
en vu estro centro escondedme,
á m atarm e.
S a le Fauno pisando qu ed o , y F lo r a
M a r t. Y quando uno
p o r la otra p a r te , andaran atien—
lleg a su deshonra i verse::—
ta s , y a l encentrarse esta dará un
B e l . E l lo sabe ; á ! S ilv io m ió ,
grande g r ite , y salen los Ciclopes^
que de tem ores me d e b es!
y V u lca n o con lu z.
M a r t. L a punta de aqueste azero
V u l . Q u ien causa aqueste alboroto?
es bien solo que se vengue,
fu r to .
F io . A y de m i! cai en la tram pa, ap.
B e l . Q u ie ro arrojarm e á sus p ies
F aun . A y cu e llo m ió ! a y gazn ate!
á confesar : mas no ; ten te.
a y pobre de m i gargan ta!
M a r t. E s tá cerrada esa puerta? m iral.
F lo r a , si m entir no sabes.
D en tro V en u s.
h o y has de quedar ahorcada.
^
V e n . V a le d m e , C ie lo s , valedm e.
V u l . P ren d ed aqiiese villa n o .
H a ce que lo mira.
y con las manos atadas
iíf í ííf . Q u e es a q u ello ? una m uger
i la prisloí» le vo lv ed j
pues
t i
pues y o pienso que m e engafía
en todo quanto me dixo.
F a u n . N o Señor , no te he engañado
p o r ningún m otivo y causaj
y o te d iré io que ha sido;
S eñ o r , con V en us , c o a L a u r a ,
qu e es esa m uger que ves,
y á quien y o vengo á buscarla,
qu e es m i m u g e r, m i Señor,
y ha muchos días que falta
de casa como acostum bra,
aquí la encontré , y repara,
que porque y o la decia,
que se v o lv ie ra é m i casa,
com o lo hacia antes j ella
6 la m anera de Ingrata
em pezó á dar gritos fuertes;
diciendo que no gustaba
de v iv ir conm igo, porque
ten g o la barba m uy largaj
y con esto salís vos,
y luego prender m e mandas,
com o si el que está casado
bien prendido no se hallara:
est® en quanto á m i m ugérj
en quanto á V en us , y á M a rta
y A donis , solo d iré,
que aquella es una taim ada,
com o mi M uger , pues veo
que las dos con grande m aña
con quatro palmos de p u n i^
nos dan en roer la espalda:
d e modo que y o he pensado,
( s i es cosa que á ti te agrada)
que m e dexes tu m uger,
y tu quedate con L a u ra ,
y podrá ser , que mudando
de m aridos , nuestras Dam as
L o s versos últim os muy de prissa,
s e com pongan , y sino
lo m ejor será m atarlas.
V u l . D eteneos 5 lo que vos
e l o tro d ia m e hablabais,
es verdad?
F aun. Si , mon S eñ o r,
y 1o es tanto , que jurara
todo quanto a lli te dixe:
y aun sabrás mas , si esa L au ra
haces que á dorm ir se venga
aquesta noche á mi casa.
¡yu J. D ilo , qu e y o te prom eto
que e lla irá de buena gana.
F io . D io s q u ie ra que tu pellejo
no se co n vierta qh badana.
Faun. E l tu y o de cord ovaa
le h ará el zurrador sin falta*
P u es Señor , com o sabéis
que de C e lia disfrazada
m i Señora D o ñ a A d o n is,
e ra m adam a fantasm a
que v iv ía en tu P alacio
de V en u s enam orada:
que aquella noche que vos
m andals á estos cam aradas
urones nocturnos , luego
que me prendan , y m e agarran
v i com o M a rto se entró
a l quarto de V e n u s blanca,
y luego v o lv ió á salir:
con que es la señal m uy cla ra
qu e no h izo nada , p or no
ten er ocasion de nada.
Y que M a rto se encam ina
d e A d o n is h á cla la cam a,
que le enam ora , y le d ice
m il ternezas que alm ibaranj
que V en u s salió á buscar
á A d o n is , que lu ces m ata
M a r t o , y que vos sacais o tras
las quales un bulto apaga:
y quedándonos á obscuras
(que es lo que y o deseaba
para poder encontrar
imas pocas de alcap arras)
das voces , con que me prenden,
y lo mismo executáran
estos C iclo p e s , p or ser
la gente m as desalmada
que y o en mí vid a h a y a visto j
pues cierto no perdonáran
á Jesús si ellos podían
co gefle en semana Santa:
hasra aquí vos .y a sabéis
Señor lo que ’hasta aquí pasa:
lo demas vos lo sabréis,
con tal que hagais que esa L a u r a ,
que es mi m uger , esta noche
la hagais llev a r á mi casa.
V u l . Si ira , s i , y ten por m uy cierto
que m andaré acom pañarla.
F io . Señor , m irad que es un loco,
y en quanto d ice hos engaña,
V u l . O ja la fuese verdad:
no fueran m is penas tantas.
F io . N o so y su m uger , Señor,
ni jam ás fu i y o casada,
ni so y L au ra , pues y o soy
ole V en us una Criada.
V u f,
V u í. E a eallaá , que y a sé
que aqui sois vos la culpada:
proseguid.
“F a un . Í)Íg o S eñ o r,
que han trazado el i r á caza
V en u s , y A d o n is , de m odo
que dexando las enaguas
o tra vez , viste calzones,
atacandose las bragas
á modo de Portugués;
y de esto infiero la causa,
y es , que ellos han sabido
que tu so licito andabas
en busca de ellos , y ah o ra,
aunque tu Jos encon tráras,
com o están sin los efectos
está dudosa la causa:
m i m uger , Señor a l punto,
antes de aqui no se v a y a .
V u l . C iclo p es , á esa m uger
con vos bien acom pañada
la lle v a d , y luego a l punto
ven id , que en esa m ontaña
os espero , donde tengo
de apu rar todas mis ansias.
vass,
F o u . Señ ora no ha visto U sté
com o ha caldo en la tram pa
com o U sté dixo? no v e ,
que la lira bien tem plada,
el v ío lin bien com puesto,
p revenida la gu ita rra,
vu esarcé en aquesta noche
a l com pás de su gargan ta
b a ila rá en abreviatu ra
lo largo de una pavana?
no lo v e ?
jFíp. A p icaron,
bas de pagarm e esta farsa.
C ié. E a vam'os , que V u lca n o
en el m onte nos aguarda.
vanse.
E ¡ T heatro de monte , v erá se bajar
de un collado V e n u s reclinada en
Jos brazos de A d o n is ^y luego p a ­
sará un ja v a li herido.
A d o n . Q u iso mi estrella , Señ o ra,
qu e á tan buen tiem po lleg ára,
que pude daros la v id a j
mas procedeis tan in g ra ta ,
que al paso que os d o y
vid a
vu estra herm osura m e mata:
y pues pude y o lib raro s
d e aquella fiera inhunUtna,
que verdugo de m i vid a
á la tu y a m e qultava^
as
aquí descsflsáf podéis siéntase Venv^
hasta que y a recobrada
v o lv á is á P a la cio : ahora
p erm itid que y o m e v a y a
en busca de aquella fie ra ,
paraque á tus pies p o strad a,
no m enos que con la vid a
pague su acción tem eraria.
V e n . A g u a r d a , A d o n is , bien m ío ,
d e te n te , a l m onte no salgas,
porque rezefa m i pecho
co n tra ti algun a desgracia.
A d o n . N o tem áis , V e n u s , perm it»
que aqui al instante te tr a y g a
quien quiso ofen derte ; y sabe,
que lo mesmo execu tá ra
co n tra todo el mundo , si
el m ando ati te en ojara.
vase*
V e n . P erm ita e l cielo que aqui
lleno de.despojos salgas.
S a le S ilv io por e l otro lado d e l monte*
S i l . D esde aq u ella fe liz noche
que Uelona enam orada
de mi p erm itió á C u pido
descansar entre sus ansias:
desde aquella fe liz noche
que mi ca riñ o se ap arta
de B elon a , por tem er
de M a rte la justa sañ a;
y no la v i , sino un día
donde m e dixo , que traza
M a rte su v e n g a n z a , por
saber su deshonra : ó ! in grata
fortuna! Y qus p resto quitas
la dicha quando se alcan zal
determ ino h u ir del mundo
at centro de estas m ontañas,
p orque jam ás no m e halle
quien fom enta su venganza, váse*
S a le M a r . N o pude hallar en el m onte
aquella M u g er , pues tard a
el socorro á quien le busca,
aun quien socorrerla haya:
v o y á encon trar á B elon a
para decirla , que trazan
m is zelos con tra un A d o n is,
mis zelos con tra la in gra ta
V en u s , que ofenderm e p ien sa,
la m as-sangrienta venganza
qu e á impulsos d e in gratos zelos
h a executado la rabia.
va se.
D en tro A d o n is.
A d á n , V a le d m e , C ie lo s , valedm e.
L ev a n ta se V e n u s.
V en.
Í4
V e n . A y d e m i! que v o z escucho
tan del todo lastim osa,
que el pecho m e ha p eaetrado ,
y ei corazon me zozobra í
v o y á v e r lo q u e « s .
S a le M a r t. N o va y a s,
sino quieres v e r las rosas
despojos de su herm osura
de blancas vo lverse roxas:
pues y a los divin os C ie lo s
ofendidos de t¡ , arrojan
rio s de san gre en las flores
p a ra la v a r m i deshonra:
enojados de que á noche
tu falsam ente tra id o ra
ilegaste al quarto de A d o n is,
y con la vo z b a x a , absorta,
estando y o a lli presente
sirvién dom e á mi de escolta,
llam aste á A don is dorm ido,
y diciendole ale/o sa,
qu e te s ig u ie r a , te sigo,
y aJIi mi pecho qual ro ca
com batida de los vientos^
é im pelida de las ondas,
qu e está si cae , ó no cae:
asi m i pecho , á la som bra
del a gra v io zozobrabaj
y á im itación de la ro ca
estaba para ca er,
á no, ser que se alborota
el P a la cio , por haberse
m uerto á V u lca n o la an to rch aj
hu bieras visto , tirana,
la ira mas horrorosa,
ia mas sangrienta venganza,
^ Ja raas in grata ponzoña,
que el cruel áspid de los zelos
d e sus entrañas arroja:
m as y a los C ielo s vengaron
m is males no á tauta costa,
,con la m uerte de tu AdotiisJ
m íra le pues.
S e v e A d o n is muerto a l lado de un
rosal que estará con rosas.
V e n . A ! tra id o ra
R a sg a se e l vestido y cabello.
ve a ga n za de injusto amanceí
n aciste de alguna roca?
algún roble te h á engendrado?
lech e te dio un a Leona?
te alim entaron los T ig res?
cuidaron de ti las O sas?
las Serpien tes te educaron?
pues de todos la ponzoña
tienes , de todos la saña:
D io ses , pues que m is congojas
m iráis , haced’ que m i A d o n is
transform ado en A m ap o la,
sea en el mundo una e stre lla
y el O lim po una rosa.
L a p a rte superior d e l T ea tro será de
eieh% v er áse Cupido sentado en una
nube de oro y y V e n u s , y A d o n is
sentados en una nube suben y Canta
Cupido.
( mamento
Cup. rec. T u s lam entes escucha ei flró herm osa V e n u s , cese tu cuidado,
pues se sube a l olim po y a tu A donis:
tan to puede lo hernioso en lo sagrado.
M a r t, Y á m i se aum entan los Zelos
en m edio de aqueste encanto, v ase,
F a un . F lo ra , pues qu e aqui ninguno
se casó d e nuestros am os,
puesto que somos so ltero s,
lo m ejor será casarnos.
F io . D ice s bien , que de esta suerte,
y o so y siem pre la que gano.
F a u n . Y aqui la C om edia acaba
ó m uy discreto senado:
si fu ere de gusto , bueno,
y sino es de gusto , malo.
F I N.
Barcslona : P o r Jiian F ra n cisco P iíerrer ^vén d ese en su L i ­
b rería administrada p o r Juan Sellen t j y en M adrid
e n la de Q u jro g a .
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