• LA MORFOLOGÍA Se puede considerar que la morfología se ocupa de la constitución de una unidad menor que es la palabra. Se ha considerado la morfología como el estudio orientado a describir (y caracterizar) las partes constituyentes de las palabras; otra postura se inclina por establecer modelos de formación de palabras atendiendo a sus rasgos gramaticales; una tercera vía pretende describir la estructura de la palabra desde los mecanismos de formación de la palabra. La determinación de las formas constituyentes se basan en su aspecto fónico, relacionando morfología con fonología. Los morfemas flexivos comportan relaciones con otros elementos de la cadena sintáctica. Resulta difícil dar un definición de morfología que integre todo el complejo entramado de aspectos lingüísticos mencionados, aspecto que es compartido por el resto de disciplinas lingüísticas. Los diversos temas morfológicos trascienden a su ámbito y presentan conexiones con otras cuestiones de otros campos; de ahí que su estudio no puede basarse exclusivamente en aspectos de constitución de las palabras sino también desde sus implicaciones con las otras parcelas lingüísticas. La morfología es entendida por un amplio abanico de trabajos como el estudio de la estructura de la palabra, por tanto, centra su atención preferentemente sobre los elementos formantes de una palabra, las relaciones entre los mismos, y las propiedades que derivan de su articulación en un resultado final que es la palabra. (M. Pruñonosa) La morfología es una disciplina lingüística que se ocupa del estudio de la estructura de la palabra y de las relaciones que se producen en el seno de ésta. (E. Martínez) En la morfología existen 2 conceptos−clave: la palabra y el morfema. El primero pertenece a nuestro acervo léxico habitual y el segundo concepto es de carácter técnico y está en la jerga de los especialistas en gramática y en morfología. (J. C. Moreno) • LA ESTRUCTURA DE LA PALABRA La palabra está compuesta por elementos formantes o morfemas. El enunciado se caracteriza por una forma fónica a la que se asocia habitualmente un significado. Si observamos los pares irreal−real, incapaz−capaz, iletrado−letrado, inmortal−mortal, observaremos que los primeros términos de cada par denotan una negación de los segundos, usando formas fónicas parcialmente distintas. En el par inmortal−mortal su sentido es distinto, por lo que se determina una forma distinta homófona. La perspectiva estructural y distribucionalista del lenguaje reconoce como materia de estudio su manifestación fónica y no las cuestiones del significado. En otras ocasiones hay que recurrir a argumentos etimológicos, como ocurre con los términos denominados de formación culta: filología (está formado a partir de términos del griego: filo−logía). (M. Pruñonosa) 1 Siguiendo a P. H. Matthews se puede establecer que el lexema representa el conjunto de formas de palabras caracterizadas por ser manifestación de un mismo elemento léxico, y que, en cierto modo, vienen a representar en el plano significativo un mismo significado. Así canto, canté, cantante, canción, cantata,... son manifestaciones del lexema o elemento léxico CANTAR y niño, niña, niñas, niños lo son de NIÑO; La estructura de una palabra refleja una organización jerárquica entre los componentes o morfemas. Entre un conjunto de palabras pertenecientes a un mismo lexema se distingue en su significante un formante común al conjunto de palabras e irreductible gramaticalmente denominado raíz. El resto de los constituyentes que aparecen unidos a la raíz son los afijos. Estos constituyen un grupo heterogéneo en cuanto a su función en la estructura jerárquica. Algunos morfemas aparecen estructuralmente más cercanos a la raíz que otros, al tiempo que denotan una variación del sentido de la raíz: son los morfemas derivativos. Los flexivos tienden a ocupar una posición más alejada de la raíz y denotan un concepto gramatical. En los ejemplos anteriores, a la raíz cant− se le suman los significantes (−o, −é, −ara), que denotan concepto gramatical de accidente verbal: son morfemas flexivos, y los morfemas (−ante, −ata, −ión) son derivativos. En una palabra con una estructura flexiva, a la porción de significante que permanece inalterable se le denomina tema. El tema coincide con la raíz si a ésta le sigue directamente el formante flexivo: en blanco la raíz blanc− es también el tema, al que le sigue el formante flexivo de género. Cuando coinciden raíz y tema, se denomina tema simple, como en blanc−o; si el tema está constituido por la raíz y afijos, se denomina tema derivado o complejo, como en blanquito (blanc+it); se dice que un tema es compuesto cuando la estructura de la palabra está constituída por dos o más temas, como ocurre en los términos compuestos: salvauñas (tema salva + tema uñas). Con el término base se engloba los conceptos de raíz y tema. Base designa la porción de significante de una palabra que es susceptible de recibir un proceso de formación de palabra. En comunismo, la raíz comun− es la base a la que se añade el afijo −ismo para formar un derivado que es un tema respecto a la formación flexiva de comunismo−s; de la base comunismo también se forma el término anticomunismo con la adjunción del derivativo anti−, no desde una base anticomun−. A diferencia del significado del tema, el significado del morfema no tiene un carácter sustantivo sino relacional. En efecto, el significado de un tema podemos describirlo en sí mismo, sin tener que recurrir a la relación morfológica con otros temas, pero el significado de un morfema sólo puede concebirse como una relación del significado de elementos temáticos. Así, el morfema sufijal (E)dad relaciona predicados con propiedades. El morfema (E)dad es un sufijo derivativo y esto se refleja morfológicamente en el hecho de que bondad es una palabra diferente de bueno, que denota algo diferente. El primer vocablo denota un predicado y la segunda denota propiedad. Características de los morfemas. • Son unidades mínimas con significado. • No tienen autonomía gramatical; deben aparecer siempre afijados a un tema o una palabra. • Su significado es relacional, no léxico. • Son unidades aislables mediante contrastación con otras palabras o temas que también los presentan. • Se pueden realizar fonológicamente de diversas formas según el contexto morfológico. Esas diversas formas de un mismo morfema se denominan alomorfos. Por ejemplo, el morfema afijal del plural (e)s puede realizarse de 3 formas diferentes: mediante el fonema /s/, mediante la sílaba /es/ y mediante un morfema cero. • Se pueden clasificar de acuerdo con su posición respecto del tama en: prefijos, sufijo, infijos o circunfijos. • Pueden ser flexivos o derivativos. Los morfemas flexivos se afijan a temas para obtener palabras y los 2 morfemas derivativos se afijan a temas para obtener nuevos temas, que servirán de base para la formación de nuevas palabras. Características de los temas. • Son unidades mínimas con significado. • No tienen autonomía gramatical; deben aparecer siempre como lexemas. • Su significado es léxico, no relacional. • Son unidades aislables mediante contrastación de diversas palabras que los presentan. • Se pueden realizar de diversas formas según el contexto morfológico. Esas diversas formas de un mismo tema se denominan variantes temáticas. Por ejemplo, el tema bOn puede realizarse mediante /buen/ o mediante /bon/. • Pueden clasificarse según la parte del discurso a que pertenezcan: habrá pues, temas nominales, verbales, adverbiales, adjetivales. • Toda palabra está constituida por un tema y uno o más morfemas (aunque sea el morfema cero). Características de los lexemas. • No son unidades mínimas. Todo lexema consta al menos de un tema y posiblemente algún morfema. • Tienen autonomía morfológica, fonológica y sintáctica. • Su significado es léxico. • Se manifiestan siempre en una forma morfológicamente determinada (por ejemplo en singular o plural, en masculino o femenino). • Son unidades completas o cerradas, a diferencia de los temas o morfemas, que son unidades incompletas o abiertas. Vamos a entender por morfo la realización fonológica de un morfema. Por ejemplo, en bondades la sílaba es realiza fonológicamente el morfema PLURAL. No podemos identificar el morfema PLURAL con la sílaba es sencillamente porque en muchos casos un mismo morfema puede realizarse fonológicamente de diversas formas (por ejemplo, en casa+s observamos que la s final es una realización fonológica del mismo morfema PLURAL). Decimos, por consiguiente, que s y es son alomorfos de un mismo morfema. (J. C. Moreno) Tanto los afijos derivativos como los flexivos son susceptibles de un mismo tipo de clasificación desde el punto de vista de su modo de adjunción. Se tiene en cuenta: a) si el afijo segmenta la raíz o no, b) si el afijo es un segmento continuo o discontinuo. De acuerdo con ello cabe distinguir cuatro tipos: • Confijos: prefijos, sufijos e interfijos. Los confijos son segmentos continuos que no dividen la raíz. Son prefijos derivativos los que, dentro del tema, preceden a la raíz o a otro prefijo derivativo (con− en concentrar y re− en reconcentrar); son prefijos flexivos los que preceden al tema o a otro prefijo flexivo. Son sufijos derivativos los que, dentro del tema, suceden a la raíz o a otro sufijo (−az en vivaz e −idad en vivacidad); son sufijos flexivos los que suceden al tema o a otro sufijo flexivo (−ba− y −mos en cantábamos). Por último, son interfijos los afijos que se insertan entre las dos raíces o temas de un tema compuesto. • Infijo El infijo es un morfo continuo que se inserta dentro de otro morfo, normalmente la raíz, convirtiéndola en un morfo discontinuo. Ejemplos de infijos derivativos: en chamorro, lengua malayo−polinésica, el morfo −in−, que deriva sustantivos de verbos: hasso pensar h −in− asso pensamiento, faisen preguntar f−in−aisen 3 pregunta. • Circunfijo El circunfijo es un afijo discontinuo que rodea la base. Está formado por la combinación de un prefijo y un sufijo mutuamente dependientes: ambos elementos se exigen mutuamente en la constitución del significante de la palabra en cuestión. En español, en−ec(−e)− deriva verbos a partir de sustantivos y adjetivos (sombra: en−sombr−ec−e−r; rojo: en−roj−ec−e−r) • Transfijo El transfijo es un afijo discontinuo que divide la raíz. Es típico de las lenguas semíticas. Dicha raíz, discontinua, necesita de la inserción de vocales (acompañada a veces de otras adiciones y/o modificaciones) para conformarse como palabra, de donde resulta que tanto la raíz como las vocales insertadas aparecen como morfos discontinuos. Ejemplificando con el árabe, tomemos la raíz k−t−b escribir: en el nombre katib (−un) oficinista aparece el transfijo −a−i− con el significado de agente. • LOS MECANISMOS DE FORMACIÓN DE LAS PALABRAS El análisis morfológico consta de una doble vertiente: a) determinar la constitución estructural de las palabras y b) determinar los mecanismos de formación de las mismas. La formación de palabras comporta una relación entre una parte básica (la base) que refleja el significado genérico de la palabra y una segunda parte que expresa una serie de conceptos gramaticales o modificadores del significado genérico. Los mecanismos genéricos de formación de las palabras se clasifican atendiendo primeramente al criterio de modificación de la parte aportadora de sentido gramatical/especificación del significado esnecial sobre el significante de la base. Si la alteración de la base representa un aumento en la extensión de su significante se habla de adición, y si el cambio es distinto del aumento se denomina modificación. El aumento de la extensión del significante de la base puede hacerse mediante un afijo, en cuyo caso se trata del mecanismo de afijación, o añadiendo otra base a la anterior, procedimiento denominado composición. Según los tipos de afijos se habla de modalidades específicas de afijación: prefijación, sufijación, infijación, circunfijación y transfijación. Alterar la base sin aumentar su extensión define el recurso de la modificación. La base puede ser cambiada en parte o totalmente, en cuyo caso se denomina sustitución, o el cambio puede consistir en una repetición de la base, recurso que recibe el nombre de repetición. prefijación sufijación afijación infijación Adición circunfijación transfijación composición 4 repetición Modificación sustitución (M. Pruñonosa) MÉTODOS DE CREACIÓN DE NUEVAS PALABRAS • Derivación: Se utiliza un morfema derivativo que opera sobre una palabra para obtener una nueva palabra. • Composición: Se unen dos o más palabras para formar una nueva palabra. DERIVACIÓN La derivación es un mecanismo, al parecer universal, que sirve para la obtención de palabras nuevas a partir de palabras ya existentes aplicando unos afijos especiales. La derivación se da sistemáticamente en determinados casos. Veamos unos ejemplos en primer lugar, ejemplos de derivación en español: • Derivación efectuadora: • Realizar −−− realización • Retirar −−− retirada • Aplazar −−− aplazamiento • Derivación afectadora: • Leer −−− legible • Destruir −−− destructible • Lavar −−− lavable • Derivación instrumental: • Coche −−− cochear • Copa −−− copear • Martillo −−− martillear Si nos fijamos en el primer grupo, veremos que los sufijos derivativos −ción, −ada, y −miento sirven para obtener una palabra que denota la puesta en práctica y/o el efecto de una determinada acción. A estos elementos los podemos clasificar como individualidades frente a las propiedades o los procesos o acciones. Estos afijos nominalizadores podrían denominarse efectuadores. Si nos fijamos ahora en el segundo grupo, veremos que la palabra obtenida mediante el afijo derivativo −ble sirve para denotar la cualidad denotada por la posibilidad de que algo sea sometido a un determinado proceso o acción. Este afijo derivativo adjetivador podría denominarse afectador. Por último, consideremos el tercer grupo; en este caso, el sufijo derivativo −ar sirve para construir palabras que denotan una acción en la que se halla implicado de modo característico un instrumento. Podemos denominar este uso del afijo derivativo −ar como un ejemplo instrumental del mismo. Clasificación de los adjetivos derivativos: • Tautocategoriales: 5 No cambian la categoría gramatical de la palabra a la que se aplican. • Heterocategoriales: Cambian la categoría gramatical de la palabra a la que se aplican. COMPOSICIÓN En la composición, dos o más palabras pasan a constituir una palabra nueva que denotará una cantidad que se define a través de la denotación de las palabras del compuesto. Dos compuestos españoles: • Rojiblanco • Lavavajillas En el primer caso, componemos dos adjetivos para denotar una propiedad que se define a través de la confluencia de las propiedades, denotadas por los dos adjetivos de partida. Algo rojiblanco es algo que combina los colores rojo y blanco, en el segundo caso, mediante una palabra compuesta definimos un objeto que se define característicamente mediante el verbo lavar aplicado a las entidades denotadas por vajillas. En este caso, tenemos una descripción dinámica frente a la descripción estática del ejemplo que acabamos de considerar. Tipos de compuestos: • Hipotácticos: Un elemento del compuesto está subordinado al otro. • Argumentales: un elemento del compuesto es un argumento del otro (tocadiscos). • Modificativos: un elemento del compuesto es un modificador del otro (gentilhombre, bienpensar). • Paratácticos: Los elementos del compuesto están en pie de igualdad (carricoche, correveidile). (J. C. Moreno) 6