Un loro en casa

instinto
Sin improvisar
Un loro
en casa
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Particularmente despierto
y de cuidados sencillos,
es una mascota muy inteligente
que sabe establecer lazos
afectivos con su dueño / Ileana Matos
Maneras de consentir
En su idioma
• Si desea una caricia, el loro inclinará la cabeza y erizará
las plumas de la frente y del cuello para que lo rasquen.
Puede tomar el dedo con el pico e intentar acicalarlo, como
si tuviera plumas. Es el mismo comportamiento que se da
en la naturaleza cuando una pareja de aves se corteja.
• Pasar el pico sobre la percha es señal de agresividad. También lo son levantar ambas alas sobre la espalda, abrir la
cola, erizar las plumas y contraer las pupilas. En esos casos,
lo mejor es mantener la distancia.
• Si está fuera de la jaula y alguien entra a la habitación,
buscará su mirada, lo verá fijamente y mantendrá el cuerpo
erguido. Si nadie se acerca, descansará de la postura durante
un instante, pero pronto clavará nuevamente su mirada en
el visitante.
• Un loro asustado contrae el cuerpo y mantiene las plumas
muy pegadas. Las pupilas se convierten en dos puntos pequeñitos. Podría abrir el pico y respirar rápidamente.
• Cuando está contento se hace escuchar con sus chasquidos,
y es común verlo sentado sobre una sola pata. Normalmente
rechina el pico antes de dormir o después de comer.
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• La jaula de un loro debe ser más ancha que alta. Un buen
indicador del tamaño es que pueda estirar las alas sin problema,
y que su cola no toque la base cuando esté sobre el posadero.
• Una puerta amplia permite al loro salir fácilmente. Los barrotes
deben estar elaborados con materiales no tóxicos, sin agujeros
pequeños en los que se pueda maltratar las uñas o el pico.
• La base de la jaula debe tener una rejilla para que el loro no
tenga acceso a sus propios excrementos. Es fundamental remover
diariamente el papel con las deposiciones y sustituirlo por uno
limpio y seco.
• El loro debería disponer de al menos dos posaderos, preferiblemente de ramas naturales (permiten el desgaste de las uñas),
colocados de forma tal que no ensucie los platos de agua
y comida. La habitación donde esté la jaula debe ser ventilada
y con buena luz.
• Muy inteligente y más bien dado al aburrimiento, es necesario
encontrar la forma de entretenerlo. Los juguetes más seguros
son los naturales. Ramas de árboles, nueces o avellanas con
cáscara permiten al loro distraerse sin riesgos. ¿El mejor regalo?
Un espejito dentro de la jaula. Las aves se divierten mucho
al verse y reconocerse.
• La dieta ideal para un loro es una mezcla de semillas (deben
constituir 60% de la ingesta diaria), verduras, legumbres y frutas.
Una buena opción es el pienso concentrado, pero debe
combinarse con alimento natural.
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Cuidados
• Para que el plumaje se mantenga en
buen estado es necesario bañar al loro,
bien sea en un recipiente o utilizando un
atomizador de agua fresca.
• A un ave sana se le reconoce por el brillo
de su plumaje. No tiene los ojos llorosos
ni secreción en las narinas, y se muestra
atenta y activa.
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• Como el resto de las mascotas, los loros
deben visitar al veterinario. La consulta es
una buena ocasión para recortar las alas y
limar las uñas.
Especies distintas
Periquitos. Fáciles de amansar y mantener. Muy sociables
si se les da la oportunidad. Acostumbran llamar la atención
por la belleza de su plumaje.
Agapornis. Suelen ser agresivos con otras especies, pero revierten
fácilmente su carácter salvaje si están entre compañeros.
Carolinas. Son muy dóciles, pero se asustan fácilmente. Verdaderamente hermosas, tienen cierta aptitud para imitar sonidos.
Aratingas. Vivarachas y cómicas, son ruidosas y destructoras.
Pueden compararse con pequeñas guacamayas.
Yacos. Una de las especies de loros más inteligentes y con mejor
capacidad para el habla. Sus atributos –bello plumaje, fáciles
de criar y entrenar– la convierten en una mascota muy popular.
Cacatúas. Muy inteligentes, particularmente destructivas
y fantásticas escapistas. Desarrollan una profunda relación afectiva
con sus dueños, a quienes exigen mucho tiempo y atención.
Algunos machos pueden ser agresivos.
Loro real. Aunque la Ley Penal del Ambiente prohíbe su comercialización, es una de las especies más cotizadas en Venezuela por su
fama de habladoras y la facilidad con la que se entrenan.
¿Por qué se arrancan las plumas?
Las causas de tan peculiar comportamiento
pueden ser orgánicas o psicológicas. Se
sabe que cualquier situación que provoque
frustración, miedo, aburrimiento o ansiedad
hará que el loro se arranque las plumas.
También lo hacen las aves que son molestadas constantemente y las que carecen de
atención adecuada. Las variaciones bruscas
en la rutina, el cambio de dieta o de dueño
pueden, igualmente, originar el problema.
Algunas veces, la conducta es resultado
del prurito y las molestias cutáneas que
provocan ciertas enfermedades infecciosas,
parásitos o una mala nutrición. En cualquier
caso, lo mejor es acudir al veterinario.
Si se descartan las causas orgánicas es
necesario tomar otras medidas: dedicar un
tiempo al día a sesiones de juego cortas,
variar la alimentación, rociar el plumaje con
agua diariamente, asegurar un descanso
regular, cambiar la jaula de posición (en un
lugar donde haya actividad) y suministrar
nuevos juguetes (mazorcas de maíz, cuerdas
gruesas o cartones sin tinta ni productos
químicos).
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