EL LENGUAJE HUMANÍSTICO

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EL LENGUAJE HUMANÍSTICO
1. LAS DISCIPLINAS HUMANÍSTICAS
Se agrupan en esta denominación de origen renacentista las especialidades cuyo
propósito es estudiar aspectos relacionados con el espíritu del hombre, con su educación,
su vida de relación, su capacidad para expresarse mediante el lenguaje o a través de las bellas
artes.
Aunque se clasifican en un mismo grupo no forman un todo homogéneo pues existen
entre ellas diferentes grados de abstracción. Poseen, no obstante, caracteres comunes que
las diferencian de las ciencias de la naturaleza o especialidades dedicadas al estudio de las
realidades físicas del mundo. Las más evidentes son:
•
•
•
En el método: las ciencias de la naturaleza obtenían sus conclusiones partiendo de la
experimentación. En las ciencias humanísticas es más común construir doctrinas gracias a
la reflexión.
En la expresión: la manipulación de objetos concretos y de sus circunstancias exige a las
ciencias de la naturaleza manejar nombres concretos; en las humanísticas de lo que hay
necesidad es que definir con exactitud los conceptos, por lo que tienen necesidad de utilizar
en mayor proporción nombres abstractos.
En el resultado: El contenido de las ciencias naturales es fundamentalmente práctico y
verificable; el de las humanísticas se distingue por su carácter teórico y siempre puede
estar sometido a revisiones especulativas e, incluso, a transformaciones más o menos
profundas.
2. EL LENGUAJE EN LAS DISCIPLINAS HUMANÍSTICAS
Coinciden los condicionamientos y características de este nivel con los del lenguaje
técnico-científico.
a) La necesidad de usar la lengua culta, como corresponde a la expresión escrita.
•
Uso de un código elaborado.
•
Corrección o respeto a la norma lingüística.
•
Precisión al codificar los contenidos:
•
Claridad de exposición.
♦ Sencillez sintáctica: predominio de la coordinación y yuxtaposición sobre la
subordinación. Oraciones subordinadas adjetivas explicativas como aclaración de
las anteriores.
♦ Incisos entre comas, rayas y paréntesis.
♦ Aposiciones.
♦ Uso de la conjunción «o» como identificativa: el hombre o animal racional.
♦
Definiciones o aclaraciones tras dos puntos.
♦ Enlaces explicativos (es decir, eso es, a saber, etc.) que consolidan la coherencia
textual.
♦ Repeticiones de palabras. Improcedente en otros escritos, se toleran por su valor
aclaratorio.
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♦ Marcadores discursivos: Son elementos ordenadores del pensamiento, bien
porque lo distribuye en secuencias o bien porque establece relaciones de
consecuencia o conclusión.
b) El uso obligatorio de formas expresivas propias de la materia tratada.
•
Tecnicismos específicos de cada modalidad científica o técnica.
•
Código heterogéneo, ya que junto al código lingüístico está el uso de gráficos,
cromáticos, tipográficos, iconográficos, formulaciones matemáticas, etc.
♦ Tipográfico: uso de tipos de letra (negritas, cursivas, y redondas)
♦ Iconográfico: gráficos, dibujos.
c) El respeto a las cualidades propias del estilo científico.
•
La objetividad. Se consigue:
♦ Diluyendo el sujeto.
a) Oraciones enunciativas en función referencial.
b) Oraciones pronominales con se con valor impersonal o pasiva refleja. Las
impersonales ocultan o prescinden del sujeto oracional y agente. La acción es
anónima. Las pasivas reflejas presentan como sujeto gramatical un sustantivo
inanimado que no puede ser el ejecutor de la acción. Se da desinterés por el C.
Agente. Ej.: Desde ese momento el fenómeno se conoce...
c) Oraciones en pasiva analítica (con ser). Se alternan con las pasivas reflejas. Acción
verbal independiente de quien la realiza. Ej.: Desde ese momento el fenómeno se
conoce
d) Nominalización de frases verbales o sustitución de las construcciones verbales por
nominales. Ej.: La destrucción de la organización imperial de Roma... De este
modo:
- Se diluyen los valores verbales (modo, tiempo, persona), desvaneciendo el sujeto.
- Se sustituye el verbo por un sustantivo postverbal abstracto que transforma la
acción en un hecho ya realizado, puramente mental.
e) Nominalización del infinitivo. Sustituido por un pronombre o por un participio
sustantivado. Ej.: El lento transcurrir de la maquinaria burocrática...
♦ Destacando hechos y datos.
a) La utilización de adjetivos especificativos. Generalmente pospuestos con función de
delimitar el sustantivo.
b) Las oraciones de relativo específicativas, con el valor definido de los adjetivos.
c) Complementos preposicionales del nombre, con idéntico valor que los anteriores.
d) Uso predominante del indicativo, modo de la realidad.
♦ Determinando las circunstancias que acompañan a los procesos.
a) Mediante el uso de los distintos tipos de oraciones adverbiales.
b) Mediante complementos circunstanciales.
c) Mediante la presencia, a principio de frase, con valor circunstancial, de infinitivos,
gerundios y participios.
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•
La universalidad (univocidad). Es el deseo de dar validez universal a la exposición
científica que queda enmarcado en el enunciado de forma lingüística y no lingüística.
Se refiere a la correspondencia de un significado con un significante.
♦
Rasgos lingüísticos
a) Uso del artículo con valor generalizador. Transforma lo particular en general y
predica de la especie lo que se dice del individuo.
b) Presente atemporal. Es el tiempo de afirmaciones y definiciones científicas. Con él
las conclusiones científicas se presentan en el tiempo verbal indefinido con lo cual
estilísticamente se perpetúan y universalizan temporalmente.
c) La presencia de nombres abstractos, confiere categoría gramatical a lo material.
d) Los tecnicismos, que aparecen por su capacidad para precisar el nombre de los
objetos, son también elementos que sirven a la universalidad por la facilidad con que
sus contenidos pueden ser trasladados a cualquier lengua.
♦ Rasgos no lingüísticos. Son los gráficos, fórmulas, demostraciones, etc. que
permiten que las verdades científicas sean aceptadas en cualquier lugar.
d) La consideración de la capacidad del receptor.
Determina la intensidad de los datos científicos y la cantidad de tecnicismos y
formalizaciones recogidos en el enunciado, ya que la diferencia entre un receptor especialista
en la materia y otro ignorante obliga a la redacción de textos diferentes.
En el contenido, los textos humanísticos dan entrada con cierta facilidad a elementos
subjetivos favorecidos por la necesidad de introducir juicios valorativos o por la defensa de
determinadas corrientes de pensamiento. El uso de la argumentación y del ensayo son otros
medios para la incorporación de elementos subjetivos. El entusiasmo dialéctico y el lirismo que
pueden acompañarlos distan mucho de la frialdad expositiva del lenguaje científico.
3. FORMAS DEL DISCURSO HUMANÍSTICO
3.1. EL ENSAYO
Género literario que tiene su origen en la obra de Miguel de Montaigne titulada “Essais
de messire Michel, Seigeneur de Montaigne”. Editada en 1578 con 194 capítulos, fue
aumentada con 13 más en la edición que su propio autor hizo en 1588.
El lema que presenta el libro en su primera edición “c’est moi que je peins”: (me
describo a mí mismo), define con claridad su contenido. Convencido Montaigne de que todo
hombre lleva en sí un ejemplar de la condición humana emplea los ensayos en hablar de sí
mismo, de sus gustos, enfermedades, viajes, experiencias políticas, hábitos; informaciones que
se mezclan con sus reflexiones sobre la vanidad, la experiencia, etc.
CARACTERÍSTICAS DEL ENSAYO
a) Escrito sin extensión definida
Oscila entre el artículo periodístico y el libro más o menos voluminoso. En su origen
tenía tendencia a la brevedad. Posteriormente, ha aumentado de volumen cuando ha
sustituido en muchos casos al estudio científico.
b) Presenta una visión personal
La pérdida de los elementos objetivadores y la mayor libertad elocutiva facilitan el
subjetivismo. Montaigne, en los orígenes del género, ya pretendió entregarse a sí mismo
con su libro. El ensayo se presenta, pues, como un estudio en el que predomina la
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apreciación subjetiva, impresionista y, por ello, provisional. El ensayista contempla el
panorama de la vida y de la cultura desde su corazón (Ortega y Gasset).
c) Sugestiva
En el trabajo científico se buscan conclusiones; en el ensayo predominan las
sugestiones, las nuevas formas de ver cosas, las incitaciones, ángulos y perspectivas
originales.
d) Sin demostración científica
La doctrina expuesta en el ensayo no es menos segura que la del tratado científico,
pues como éste, se fundamenta seriamente, pero el autor no es tan riguroso en las citas e
incluso puede citar de memoria y por aproximación sus propias fuentes informativas y hasta
olvidarse de darnos su referencia.
e) Sobre cualquier materia
Puede tratar cualquier tipo de materia y adoptar una línea crítica o creativa. En
estos últimos, el tema sirve de pretexto para la creación poética.
f) Va destinado a un receptor medio no especializado
Se dirige a un lector medio no especializado, por lo que pone al alcance de un
amplio público temas de interés general y se convierte en instrumento de divulgación
cultural. Su capacidad para ganarse el interés de los lectores reside en la sencillez
expositiva y la amenidad y fuerza del estilo.
ESTRUCTURA Y ESTILO DEL ENSAYO
El discurso combina la exposición y la argumentación y no tiene una estructura definida.
Está abierto a cualquier organización sin tener que referirse a un canon establecido. Quedan,
no obstante, actitudes heredadas de Montaigne, su creador: la presencia de anécdotas que
fluyen en la reflexión, la alusión a alguna lectura realizada, el progreso expositivo gracias a
asociaciones de ideas, la posibilidad de que se reproduzca alguna digresión. Frente a la rigidez
del estudio científico, el ensayo es el género de la máxima libertad.
En cuanto al estilo, combina las características del lenguaje científico y las del literario.
Del primero conserva la abundancia de nombres abstractos, tecnicismos y préstamos, aunque
reducidos a un mínimo compatible con la propiedad; del literario, la riqueza léxica, la capacidad
de sugestión, el empleo de los recursos estéticos. El superior rango estético conseguido con
estos procedimientos no merma las cualidades propias del lenguaje científico.
HISTORIA DEL ENSAYO
Tras Montaigne, Fracis Bacon contribuyó con su obra Essays (1597) a que el ensayo se
difundiese por Europa.
En España hay antecedentes del género en la obra de Pero Mexía, quien en 1540
publica su Silva de varia lección en la que ofrece preciosas noticias sobre sus contemporáneos
y las mezcla con hechos fantásticos e históricos haciendo gala de un estilo en el que coinciden
la amenidad, la erudición y la elegancia.
En el S.XVIII fray Benito Feijoo y Montenegro escribió dos colecciones de ensayos bajo
el título de “Teatro crítico Universal” (1727-1739) y “Cartas eruditas y curiosas” (1742-1760).
Entre los ocho volúmenes de la primera y los cinco de la segunda se agrupan numerosos
ensayos de las más diversas materias.
En el S.XIX: Larra, Leopoldo Alas, Ganivet, Azorín, Unamuno, Maeztu. En el S.XX:
Ortega y Gasset, Eugenio d’Ors, Gregorio Marañón, Francisco Ayala, Dámaso Alonso, Pedro
Salinas, Pedro Laín Entralgo, Julián Marías, José Luis López Aranguren...
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3.2. LA EXPOSICIÓN
En la exposición un emisor presenta un tema a un receptor de forma clara y
ordenada, para darlo a conocer y hacer que lo comprenda.
Es el tipo de texto principal de los textos científicos, técnicos, humanísticos, etc. La
función predominante es la representativa (o referencial). La actitud del emisor es objetiva.
Su finalidad es esencialmente didáctica, lo cual justifica la claridad en la organización de
ideas y en el léxico.
Las ideas aducidas serán verdaderas y fiables: el autor debe fundamentarlas con
rigor, haciendo referencia a sus fuentes de información (cita literal). Además debe precisar
los conceptos.
A. TIPOS. El receptor determina el carácter del texto expositivo:
Los TEXTOS DIVULGATIVOS desarrollan un tema de interés general para un receptor no
especializado en ese tema, evitando, dentro de lo posible los tecnicismos, apoyándose
ejemplos y explicaciones claras.
Los TEXTOS ESPECIALIZADOS desarrollan un tema que exige, del receptor, unos
conocimientos previos. Comportan una mayor PRECISIÓN, con un léxico especializado
(tecnicismos) y puede incluir códigos formales (matemáticas, físicos, biológicos, etc.).
B. ESTRUCTURA
Las estructuras serán variadas, pero tenderán a una ordenación clara y coherente de los
contenidos. La progresión temática es muy importante: el lector ha de ir comprendiendo
paulatinamente las ideas y conceptos.
La estructura suele ajustarse al esquema básico de introducción (o presentación),
desarrollo y conclusión:
1) INTRODUCCIÓN: Presentación del tema
2) DESARROLLO: Exposición ordenada de las ideas. Es la parte más extensa. Hay dos
modos generales básicos, de ordenación lógica:
DEDUCTIVO: Se comienza con una idea general (tesis) y se desarrolla luego( deducción)
esa idea presentando casos particulares, detalles concretos, ejemplos, etc. Permite analizar la
idea inicial en sus diferentes aspectos; por ello, también se habla de estructura analizante. Se
suele utilizar
ENUMERACIÓN, EJEMPLIFICACIÓN, COMPARACIÓN, DEFINICIONES: Aclaran conceptos
complicados (textos científicos), o matizan el significado de conceptos (textos humanísticos) y
DESCRIPCIONES TÉCNICAS: Informan cómo es una determinada parcela de realidad.
IN DUCTIVO: Se presenta primeramente la información de aspectos concretos, para llegar a
la idea general que explica toda la información anterior y que funciona como conclusión. Se
llama también estructura sintetizante. Se asocian otros procedimientos de estructuración:
RELACIONES LÓGICAS: La ordenación viene determinada por una relación lógica entre las
diferentes partes del discurso. La más frecuente es la relación causa- efecto. Otras habituales
son la relación entre el planteamiento de un problema y su solución, afirmación-demostración,
etc. En estos casos, habrá que prestar especial atención a los conectores utilizados.
ARGUMENTACIONES: Se puedan encontrar argumentaciones, e incluso, partes narrativas, en
un texto expositivo.
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RESUMEN DE IDEAS: Se trata de pequeñas recapitulaciones de ideas o conceptos
especialmente complicados
3) CONCLUSIÓN: Resumen de las ideas más importantes.
C. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS. La finalidad práctica de la exposición determina sus
rasgos lingüísticos:
a) Rasgos sintácticos
- Oraciones de carácter enunciativo-explicativo: facilitan la comunicación y comprensión del
mensaje. Raramente, aparecerán en modalidad exclamativa, interrogativa o dubitativa.
- La tercera persona verbal es dominante, ya que se tiende a eliminar la presencia en el texto del
sujeto-hablante. No obstante, principalmente en situaciones académicas, aparece el plural de
modestia (hemos mencionado más arriba) o sociativo (como sabemos).
- Oraciones atributivas (definiciones, explicaciones...) y estructuras nominales (sustantivo
abstracto + complementos: la disminución de la llegada de metales preciosos...).
- Subordinadas adjetivas: tanto especificativas como explicativas; encadenamiento de éstas.
- Subordinadas adverbiales lógicas (causales, finales, consecutivas...) y circunstanciales
temporales o consecutivas.
- Abundantes marcadores discursivos.
- Tiempos verbales: el presente de indicativo con valor intemporal y el imperfecto de indicativo,
cuando se expone algo sometido a un proceso temporal.
b) Caracteres léxicos
- Léxico específico, según el tema y el nivel dado.
- Monosemia y significados denotativos (se trata de exponer ideas con precisión, de modo que
no se caiga en ambigüedades).
- Tecnicismos.
- Escasez de verbos de acción y adjetivos epítetos.
- Sustantivos abstractos.
3.3. LA ARGUMENTACIÓN
La argumentación es una variedad discursiva con la cual se pretende defender una
opinión y persuadir de ella a un receptor mediante pruebas y razonamientos, que están en
relación con diferentes disciplinas: la lógica (leyes del razonamiento humano), la dialéctica
(procedimientos que se ponen en juego para probar o refutar algo) y la retórica (uso de
recursos lingüísticos con el fin de persuadir movilizando resortes no racionales, como son los
afectos, las emociones, las sugestiones...).
Como acto comunicativo un texto argumentativo no es, en su forma básica, más que un
enunciado en él que un emisor dirige a un receptor un argumento o razón para hacerle
admitir una conclusión.
El emisor es el constructor del discurso con el que pretende persuadir al receptor, influir
en él para que modifique su pensamiento o para que actúe de un modo determinado. Su actitud
es subjetiva, pero intenta que su actitud tenga una aparente objetividad. Por otro lado, si la
argumentación quiere ser efectiva, habrá de tener en cuenta el receptor a quien va dirigida.
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A. ESTRUCTURA
En un texto argumentativo aparecerán dos elementos fundamentales: la tesis, el cuerpo
argumentativo y la conclusión.
1) Tesis: la idea fundamental sobre la cual se reflexiona y se argumenta.
2) Cuerpo argumentativo: la aportación de todo tipo de «razones» que permiten al autor
convencer al destinatario. Se denominan argumentos.
Estructuras básicas
Las dos formas básicas en que se estructuran estos elementos coinciden con la exposición:
Estructura inductiva. Se parte de los hechos concretos para establecer una idea general
que los ratifique. La tesis suele aparecer al final y sirve como conclusión de todo el proceso
argumentativo.
Estructura deductiva: Se parte de una idea general (tesis inicial) para llegar a una
conclusión concreta.
Pero se pueden presentar de otras formas:
Estructura encuadrada: Se parte de una idea general, con argumentos que generan, como
conclusión, otra tesis final.
Estructura repetitiva: Se repite la misma tesis a lo largo del texto
Estructura en paralelo: Se presentan diferentes tesis y se van argumentando al mismo
tiempo.
3) La conclusión. En argumentaciones deductivas, es la síntesis, recapitula la tesis y los
argumentos que la apoyan. En las argumentaciones inductivas, es la tesis hallada tras el
razonamiento.
Por su posición final, se trata de producir un efecto último en el lector; de aquí, en
ocasiones, su brillantez retórica.
B. TIPOS DE ARGUMENTOS
1. Según su capacidad persuasiva:
La pertinencia: Los argumentos pertinentes están relacionados con la tesis o la refuerzan.
La validez: Conducen a la conclusión deseada. En caso contrario, son argumentos falaces.
La fuerza argumentativa: Depende de la facilidad con que se rebaten. Se distinguen
argumentos débiles y argumentos sólidos. Si no puede ser rebatido es un argumento
irrefutable.
2. Según su función:
Argumentos de apoyo a la tesis propia.
Concesiones o ideas de la tesis contraria que se admiten provisionalmente.
Refutaciones o argumentos con los que se rebate total o parcialmente la tesis contraria.
Contraargumentos que invalidan los argumentos contrarios a la tesis o las concesiones que
el propio autor ha admitido previamente.
3. Según su contenido: El contenido de los argumentos se basa en los tópicos: los diferentes
valores en que se basa un argumento para establecer su fuerza argumentativa. Son muy
variados
Lo existente es preferible a lo no existente
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Lo útil y beneficioso es preferible a lo inútil: lo no perjudicial es preferible a lo perjudicial.
Lo moral y ético es preferible a lo inmoral.
La cantidad es preferible a la calidad.
La calidad es preferible a la cantidad
Lo bello es preferible a lo feo
Lo tradicional es más valioso que lo reciente
Lo novedoso y reciente es más valioso que lo antiguo
Lo agradable es preferible a lo desagradable
4. Según su finalidad: Las finalidades básicas que tiene una argumentación son la
demostración y persuasión. Para la primera se utilizan los argumentos racionales, que se
fundamentan en los hechos. Para la segunda se utilizan los argumentos afectivos.
Argumentos racionales:
La argumentación lógica se basa en las relaciones causa-efecto, concreto-abstracto,
condición-resultado, concreto-abstracto, individual-general.
El silogismo: es un razonamiento que consta de dos premisas y de una conclusión que se
deduce necesariamente de ellas.
El ejemplo
El uso del sentido común y el uso de refranes y máximas
El argumento de autoridad
La argumentación analógica se basa en las relaciones de semejanza.
La comparación
Argumentos afectivos
La diferencia con los anteriores radica en el uso del lenguaje: se buscan los valores
expresivos, mediante el empleo de recursos estilísticos. Predominan los valores
connotativos, al igual que en los textos literarios. El uso de la argumentación afectiva está
condicionado por el tipo de texto. Es inadecuada en textos científicos, pero aparece con
frecuencia en textos humanísticos.
C. RASGOS LINGÜÍSTICOS
Es difícil encontrar rasgos específicos en textos de tan variado contenido y niveles.
Algunos que pueden señalarse son:
a) Tecnicismos correspondientes a la disciplina y también palabras ordinarias, pero de
significado restringido, p. ej.: actividad lingüística.
b) La sintaxis se caracteriza por su complejidad y los largos períodos oracionales. Predomina
la subordinación con el fin de supeditar una idea a otra, establecer una comparación o una
condición. Por último, abundan los incisos explicativos con el fin de aclarar algún punto.
c) La modalidad oracional enunciativa, para dar impresión de una total objetividad. No obstante,
es frecuente en textos donde se acentúa la actitud personal del autor las modalidades
exclamativas, interrogativas o dubitativas.
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