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PALABRAS DE LA MAESTRA ALEJANDRA NEGRETE MORAYTA, COMISIONADA NACIONAL
PARA PREVENIR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN EL
HOMENAJE EN RETIRO A LA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO
Muy buenas noches a todas y todos.
Agradezco al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje por brindarme el honor de sumarme a este
homenaje a nuestra querida ministra en retiro Olga Sánchez Cordero.
Saludo con mucho afecto de parte del Secretario de Gobernación, licenciado Miguel Ángel Osorio
Chong, a las personas que nos acompañan, y a las y los integrantes de este presídium que hoy recibe
y aplaude a Olga, todas ellas ejemplo de determinación, fuerza y liderazgo en los diferentes espacios
en los que se desarrollan.
Quisiera estructurar estas breves palabras que hoy tengo el honor de compartirles en torno a una frase
que me viene a la mente cuando pienso en Olga: la inspiración hace historia, pues su trayectoria tiene
una relevancia que ha marcado a varias generaciones, dándonos a hombres y mujeres varios puntos
de referencia en el camino.
Pero, ¿Cómo nos ha inspirado la ministra? ¿Cuáles son las enseñanzas que nos ha dejado?
Sin duda, el efecto que ha generado se deja ver en tan diferentes escenarios que me tomarían mucho
más del tiempo del que hoy me está permitido, así que voy a concentrarme en dos de ellos que
quisiera dejarles a la reflexión: el primero, la defensa continua y constante que ha hecho por la
vigencia de los derechos humanos en nuestro país, y el segundo, su personificación del liderazgo y la
determinación de las mujeres mexicanas.
Sobre la primera faceta como defensora de los derechos humanos, vale la pena retomar las palabras
que pronunció el Ministro Zaldívar durante su sesión de despedida, quien la denominó una auténtica
jueza por la libertad. Esto significa mucho pues creo que su labor en los 21 años que estuvo al frente
de nuestro máximo órgano jurisdiccional nos permitió, como sociedad, tener la confianza y seguridad
de que teníamos en ella a una defensora, de una sola pieza, de los valores fundamentales que inspiran
nuestra Ley Suprema y nos unen en comunidad.
Su labor como Ministra en temas como el matrimonio igualitario, los derechos sexuales y
reproductivos, la igualdad de género, y el derecho al libre desarrollo de la personalidad, son una
muestra tangible de los importantes efectos de la interpretación expansiva de los derechos humanos,
que lograron dar vida al espíritu de la reforma constitucional de 2011.
La toga no hace a las y los ministros, tu convicción y tu voluntad inquebrantable son los que envistieron
como tal y dejaron una huella indeleble en el inicio de una nueva época en la impartición de justicia en
nuestro país, mucho más igualitaria y ciudadana.
Íntimamente vinculado con esta labor encontramos la segunda faceta inspiradora de Olga a la que me
he referido antes: aquella mediante la cual nos ha mostrado que la revolución de los derechos
humanos requiere de la participación de las mujeres como agentes activas de cambio.
Así, Olga Sánchez Cordero no sólo ha sido una defensora devota y de vanguardia de los derechos
humanos, y particularmente de los derechos de las mujeres, sino también la prueba fehaciente de que
es posible romper las brechas que mantienen a las mujeres ajenas a la toma de decisiones en torno al
ejercicio del poder político y económico.
La ministra ha sido protagonista fundamental de la agenda de género en nuestro país y, desde
distintas plataformas, ha sido portavoz de las mujeres, logrando cambios sustantivos en México.
Al ser la primera Notaria que tuvo esta ciudad, y luego construir una carrera judicial que la llevó a
convertirse en una de las once personas que integran nuestro Tribunal Constitucional, nos demuestra
que logró romper esas barreras visibles e invisibles de género, y nos invita, mediante su ejemplo, a
que continuemos labrando este camino.
Su trayectoria es, per se, la personificación de ese ideal de igualdad que queremos alcanzar, y de la
férrea lucha por hacer de México un lugar más democrático y justo para hombres y mujeres.
Olga, este homenaje, más allá de una despedida por tu labor en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, es una bienvenida a los registros que desde el feminismo se tienen de las mujeres que nos
inspiran. Tus facetas de defensora de los derechos humanos, de jueza por la libertad, y de mujer líder,
nos las quedamos en esa historia que nos inspiras a cambiar.
Gracias de nuevo por dejarme ser parte de este homenaje a tu trayectoria y enhorabuena por lo que
inicias en esta nueva faceta de tu vida, que estoy segura que será igual de inspiradora.
Recibe los mejores deseos y un fuerte abrazo de parte del Secretario de Gobernación.
Muchas gracias
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