Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera Apuntes Complementarios de las Clases Teóricas Unidad 11: Tormentas y Tiempo Severo Profesor: Pablo L. Antico La definición de tormenta indica que ésta ocurre siempre que un observador escucha truenos, lo cual indica la presencia de al menos una nube cumulonimbus. Justamente este tipo de nubes se caracteriza por tener actividad eléctrica en forma de relámpagos y/o rayos. En inglés, tormentas se dice thunderstorm, vocablo que surge de la combinación de thunder (trueno) y storm (tormenta). Eventualmente, una tormenta puede producir ráfagas de viento en superficie con chaparrones de lluvia y granizo. A veces, un conjunto de tormentas se organizan en aglomerados (en inglés, clusters) o bien a lo largo de una línea de cientos de kilómetros de extensión. Las tormentas en definitiva se originan mediante el proceso de convección que eleva el aire. Es decir, que las tormentas se originan cuando aire húmedo y cálido es forzado a ascender a través de un entorno condicionalmente inestable. La masa de aire que asciende puede tener un volúmen muy variable, desde el tamaño de un globo hasta un millón de metros cúbicos (es decir un cubo cuya base mide una hectárea). A medida que esta parcela de aire asciende debido a que es menos densa que el entorno, actúa sobre ésta una fuerza ascencional dada por el empuje hidrostático (en inglés, buoyant force o simplemente bouyancy). El movimiento ascendente del aire es iniciado por un mecanismo forzante que puede ser un calentamiento diferencial sobre la superficie, el efecto del terreno o el ascenso de aire a lo largo de líneas en donde convergen los vientos de superficie (por ejemplo, frentes de brisa marina). En forma adicional, la divergencia de vientos en altura combinada con convergencia en superficie también provee condiciones favorables para el desarrollo de tormentas. Las tormentas también suelen formarse cuando el aire cálido es elevado a lo largo de superficies frontales. Muchas veces, varios de estos mecanismos actúan en forma combinada con la cortante vertical del viento para generar tormentas severas. La mayoría de las tormentas son de corta duración y provocan chaparrones de lluvia, ráfagas de viento en superficie, truenos y relámpagos y en ciertos casos granizo pequeño. En cambio, algunas tormentas pueden transformarse en tormentas severas. Estas últimas Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera se definen cuando tienen asociado al menos uno de los siguientes fenómenos de tiempo severo: granizo grande (en los EUA se dice que el granizo es grande, y por lo tanto se lo considera con poder destructivo, cuando su diámetro supera los ¾ de pulgada), ráfagas de vientos superiores a 50 nudos o tornados. Entre los fenómenos severos también podrían mencionarse a los rayos y a la ocurrencia de inundaciones repentinas, denominadas aluviones en zonas serranas o montañosas. Sin embargo, en estos últimos casos la ocurrencia de los fenómenos resulta de la interacción entre la tormenta y las características del terreno. La mayoría de las tormentas que ocurren en forma dispersa son las denominadas tormentas de masa de aire o celdas de tormenta ordinarias, dado que tienden a formarse dentro de masas de aire cálido y húmedo bastante lejos de frentes. Este tipo de tormentas son las más simples dado que rara vez se transforman en severas, con una extensión horizontal menor que un kilómetro y cuyo ciclo de vida dura menos de una hora. Sin embargo, cuando éstas se desarrollan bajo ciertas condiciones atmosféricas específicas, puden tornarse más intensas y organizarse en complejos de tormentas tales como las tormentas de múltiples celdas (o multicelulares) o en superceldas de tormenta. Estas últimas consisten en grandes tormentas que pueden persistir por horas y producir tiempo severo. Celdas de Tormenta Ordinarias También denominadas tormentas de masa de aire o tormentas ordinarias, suelen formarse en una región caracterizada por una débil cortante, es decir que tanto la dirección como la intensidad del viento no sufren un cambio abrupto al elevarse desde la superficie. La mayoría de estas tormentas resultan de parcelas elevadas por efecto de la turbulencia ante la presencia de viento. Por otra parte, las tormentas ordinarias suelen formarse a lo largo de zonas en donde ocurre convergencia de vientos en superficie. Éstas se forman debido a irregularidades del terreno, frentes de brisa de mar o el flujo frío de aire que desde el interior de una tormenta alcanza el suelo y se desparrama horizontalmente. Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera Las tormentas de masa de aire evolucionan a través de un ciclo de vida que consta de tres etapas. La primera etapa se denomina etapa cumulus o etapa de desarrollo. A medida que la parcela de aire cálido y húmedo asciende, se expande, se enfría y se condensa en forma de una única nube cumulus o un conglomerado de nubes. Otras parcelas de aire húmedo continúan ascendiendo de manera que la nube crece y su tope alcanza alturas cada vez mayores. A medida que el vapor se transforma en gotas y en cristales se libera calor latente que contribuye con el empuje hidrostático de las parcelas ascendentes. Se establece entonces una corriente ascendente conformada por sucesivas parcelas de aire cálido y húmedo que ingresan por la base de la nube desde superficie y en pocos minutos la nube se transforma en un cumulus potente (cumulus congestus). Estos se caracterizan por presentar una estructura tipo torre con una cima bien definida con forma de cúpulas. Durante esta estapa, el tiempo de residencia de las gotas en la nube no es suficiente para producir precipitación y las corrientes ascendentes mantienen en suspensión a las partículas líquidas y sólidas dentro de la nube. Tampoco ocurren descargas eléctricas, o sea que los cumulus potentes no producen ni relámpagos ni truenos. Una vez que el tope de la nube se encuentra bien por encima del nivel de congelación, las partículas crecen mucho más, tornándose más pesadas. En un determinado momento ocurre que la velocidad del aire ascendente es menor que la velocidad terminal de las partículas y por consiguiente ya no puede mantenerlas en suspensión de manera que éstas comienzan a caer. Una vez iniciado este proceso, aire seco del entorno fuera de la nube es capturado, proceso conocido por su nombre en inglés como entrainment. El entrainment provoca la evaporación parcial gotas en el interior de la nube lo cual causa un enfriamiento del aire. Por lo tanto, el aire siendo más frío que su entorno se torna más denso y se establece una de corriente descendente. Ésta a su vez se potencia a medida que la precipitación arrastra parte del aire en su caída. La aparición de la descendente marca el inicio de la etapa madura. La descendente y la ascendente dentro de la tormenta madura conforman la celda. Algunas tormentas pueden contener más de una celda, cada una de las cuales dura menos de 30 minutos. Durante la etapa madura, la tormenta es más intensa. El tope de la nube normalmente alcanza el nivel de la tropopausa, en donde el aire es estable causando la dispersión Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera horizontal de cristales y otorgando a la nube la clásica apariencia de un yunque. Durante esta etapa ocurre la actividad eléctrica, es decir relámpagos, rayos y truenos. En superficie se registra lluvia fuerte (a veces granizo) y junto con la lluvia irrumpe el aire frío de los niveles superiores. Cuando el aire frío de la descendente alcanza la superficie, éste se desparrama en dirección horizontal. Se establece una superficie denominada frente de ráfagas que separa el aire frío del aire más caliente del entorno. Este mismo frente también fuerza al aire húmedo del entorno cerca de la superficie a ingresar a la tormenta a través de la ascendente. Una vez transcurridos entre 15 y 30 minutos desde el inicio de la etapa madura, la tormenta comienza a disiparse. La etapa de disipación ocurre cuando la ascendente se debilita debido a que el frente de ráfagas la desplaza fuera de la tormenta y deja de sostener a la ascendente. En esta etapa las descendentes dominan la mayor parte de la nube. Este tipo de tormentas no duran demasiado justamente porque la descendente corta el suministro de energía dado por el aire cálido y húmedo que ingresaba a la nube. Las gotas de nube dejan de formarse en esta etapa. En superficie se registra lluvia débil y suaves descendentes. Una vez que la tormenta muere, las gotas que conforman la parte baja de la nube se evaporan rápidamente y únicamente subsisten los cirrus que conforman la parte superior del yunque. Una celda de tormenta ordinaria atraviesa las tres etapas de su ciclo de vida en una hora o menos. En general las tormentas de masa de aire no llegan a convertirse en tormentas severas. Tal como se mencionó previamente, las celdas de tormenta ordinarias se desarrollan en un entorno caracterizado por una débil cortante vertical del viento. Como consecuencia, la descendente generada por la tormenta termina siendo la causa de su propia destrucción al cortar el suministro de combustible que viene dado por la corriente ascendente alimentada desde superficie por aire cálido y húmedo. Sin embargo, cuando en una región existe una fuerte cortante vertical del viento, cuando se desarrollan tormentas éstas se organizan en estructuras más complejas las cuales contienen más de una celda. Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera Tormentas Multicelulares Este tipo de tormentas contienen varias celdas, cada una de las cuales se encuentra en una etapa diferente de su ciclo de vida. Tienden a formarse en regiones con una cortante vertical moderada a fuerte en la velocidad del viento. Esto sucede cuando la intensidad del viento se incrementa rápidamente con la altura en los niveles inferiores. Como consecuencia, la ascendente dentro de la nube se inclina y se monta sobre la descendente. Sobre el frente de ráfagas se van generando nuevas celdas que luego se transforman a su vez en tormentas maduras. A diferencia de las celdas ordinarias, la precipitación no cae dentro de la descendente y por lo tanto el suministro de energía que mantiene a la tormenta no se corta. Este tipo de tormentas pueden sobrevivir por largos períodos. A mayor tiempo de vida de una tormenta, mayor es la probabilidad de que pueda transformarse en severa, por consiguiente las tormentas multicelulares persistentes pueden ser intensas y ocasionar tiempo severo. En aquellos casos en que la convección es intensa y la ascendente también, el aire que asciende penetra las capas más bajas de la estratosfera produciendo lo que en inglés se denomina overshooting top. Éste presenta el aspecto de un racimo de cúpulas por encima de un yunque muy bien delinieado a causa del aire que se desparrama en forma lateral al alcancar la tropopausa. A su vez, parte de este aire se hunde dentro del yunque dando lugar a nubes mammatus. Por consiguiente, para un observador la presencia de un overshooting top y nubes mammatus son indicios claros de convección intensa y por consiguiente de probabilidad de ocurrencia de tiempo severo. Cuando la atmósfera es condicionalmente inestable, la parte delantera del frente de ráfagas pueder forzar el ascenso de aire cálido y húmedo y se forma entonces un complejo de multicelulares, cada uno de los cuales genera a su vez nuevos frentes de ráfagas. Éstos se fusionan entre sí dando lugar a un único y grande frente de ráfagas en inglés denominado outflow boundary (borde del flujo saliente) que delimita el área abarcada por el aire frío proveniente de las descendentes de las tormentas. Muchas veces, a lo largo del outflow boundary el aire es forzado a ascender y se forman nuevas tormentas. Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera Línea de Inestabilidad Las tormentas multicelulares pueden formarse a lo largo de una línea de tormentas, denominada línea de inestabilidad (en inglés, squall line). Las líneas de tormentas pueden formarse a lo largo de un frente frío y alcanzar cientos de kilómetros de extensión o bien dentro de la masa de aire caliente entre 100 y 300 km delante del frente frío. Estas últimas se denominan líneas de inestabilidad prefrontales, y son las más extensas y severas de todas las líneas de inestabilidad en las latitudes medias. Tienen asociadas grandes tormentas que provocan tiempo severo a lo largo de su traza. Si bien no existe consenso acerca de los mecanismos que forman las líneas de inestabilidad prefrontales, se cree que se originan en la convección que tiene lugar sobre el frente frío. Ésta a su vez genera un tipo de ondulaciones (denominadas ondas de gravedad) que afectan al flujo de aire delante del frente frío y disparan la generación de tormentas a lo largo de líneas. Existe otro tipo de líneas de inestabilidad de menor extensión e intensidad denominadas líneas de inestabilidad ordinarias. Si bien pueden tener tormentas que ocasionen tiempo severo, la mayoría son celdas de tormenta ordinarias organizadas en forma de línea. Este tipo de líneas de inestabilidad se forma delante de frentes de ráfagas, cerca de un frente estacionario, en ondas frontales débiles e inclusive sin necesidad de estar asociadas a ningún sistema sinóptico. En las latitudes tropicales también ocurren líneas de inestabilidad con estas mismas características. En algunas líneas de inestabilidad, detrás de la línea delantera de tormentas y lluvia fuerte existe un área extensa con nubes estratiformes y precipitación débil. Las nubes estratiformes se forman bajo los yunques de cirrus que se desprenden detrás de las tormentas localizadas en la parte delantera de la línea de inestabilidad. En la parte posterior de esta región se produce un descenso de aire más seco proveniente del entorno junto con la caída de la lluvia proveniente de las nubes estratiformes. Parte de esta lluvia se evapora y torna más denso el aire descendente, provocando una descendente muy vigorosa a lo largo de una banda bastante estrecha. Se produce entonces una corriente de aire descendente que se caracteriza por generar vientos en Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera superficie con poder destructivo inmediatamente detrás de las tormentas que conforman línea de inestabilidad. Complejos Convectivos de Mesoescala Conocidos también por sus siglas en inglés MCCs (Mesoscale Convective Complexes), se trata de grandes sistemas meteorológicos de forma más o menos circular conformados por un gran número de intensas tormentas multicelulares. Su tamaño supera en ordenes de magnitud al de una celda ordinaria de tormenta, es decir que pueden alcanzar cientos de kilómetros de extensión en la horizontal y cubrir áreas de hasta cientos de miles de kilómetros cuadrados. Dentro de los MCCs las tormentas multicelulares individuales se organizan para conformar un sistema de mayor escala que se caracteriza por su lento desplazamiento (en general menos de 20 kts.) y poseen un tiempo de vida que puede superar las 12 horas. La circulación asociada a los MCCs favorece el desarrollo de nuevas tormentas como así también una extensa área afectada por precipitación. Por un lado, estos sistemas son muy requeridos por los agricultores para proveer agua a sus cultivos. Sin embargo, dentro de un MCCs también suelen ocurrir fenómenos severos. Los MCCs son más comunes en verano bajo condiciones de viento débil en altura, o sea en ausencia de corrientes en chorro de niveles altos y bajo la acción de una cuña. Debajo de ésta se estaciona un frente y del lado del aire caliente se forma una corriente en chorro en niveles bajos (entre 1 y 3 km de altura) que transporta aire cálido y húmedo de origen tropical. Esta corriente en chorro a su vez provee la cortante vertical de viento suficiente para la formación de tormentas multicelulares. La mayoría de los MCCs adquiere su máxima intensidad en horas de la madrugada en coincidencia con la máxima intensidad de la corriente en chorro en capas bajas. Por otra parte, durante la noche el tope de las tormentas irradia energía infrarroja hacia el espacio provocando un enfriamiento adicional en la parte superior del sistema y por lo tanto inestabilizando aún más el entorno. El calor latente liberado en el interior de las tormentas constituye una importante fuente de Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera energía. Una vez conformado el MCCs, éste se regenera permanentemente dando origen a nuevas tormentas multicelulares a medida que la más antiguas se van disipando. En América del Sur este tipo de sistemas aportan una importante fracción de las precipitaciones estivales en la región subtropical del continente al este de Los Andes. Superceldas de Tormenta Este tipo de tormentas se dan a partir de una tormenta intensa que se desarrolla en un entorno con fuerte cortante vertical del viento, es decir un marcado cambio en la dirección y en la intensidad del viento con la altura en los primeros kilómetros desde superficie. Bajo esta condición, en el estado maduro la descendente con aire frío no puede cortar a la corriente ascendente que provee de energía a la tormenta. El cambio de dirección e intensidad del viento con la altura genera un efecto de rotación en la corriente ascendente. A este tipo de corrientes ascendentes con rotación entorno de un eje vertical se las denomina mesociclones, y a las tormentas que las contienen se las denomina superceldas. Este tipo de tormentas son aquellas que pueden producir eventualmente tornados. La estructura de una supercelda es comparable con un sistema termodinámico en estado de régimen capaz de permanecer así durante horas. Este tipo de tormentas pueden producir una corriente ascendentes muy violentas, vientos destructivos en superficie y grandes tornados. Debido a la fuerza de la ascendente, las partículas de granizo pueden residir suficiente tiempo en la nube como para ocacionar caída de granizo del tamaño de una pera. Se han registrado topes de superceldas por encima de 15 km de altitura. Estructura de una supercelda típica Vista desde el noreste en el hemisferio sur, se aprecia el mesociclón en el lado sur como una columna de aire que rota. Debido a la intensa velocidad del aire que asciende, no ocurre precipitación bajo la nube en esta zona denominada base sin lluvia. Los intensos Cátedra de Introducción a las Ciencias de la Atmósfera vientos del noroeste en altura normalmente arrastran la precipitación hacia el sudeste. En general, el granizo de gran tamaño cae justo al sur de la ascendente y la lluvia más intensa al sur de donde cae el granizo, mientras que la lluvia de menor intensidad ocurre en el sector sudeste de la tormenta. Cuando el aire húmedo de niveles bajos es atrapado por la ascendente, suele descender una nube con rotación denominada nube pared desde la base de la tormenta.