Moral y ética

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La diferencia entre conducta animal y conducta humana es que el animal se ajusta a la Naturaleza y esta le da
casi todo hecho, en cambio las personas se encuentran desajustadas y entre ellas y la Naturaleza se interpone
la libertad, es decir, la capacidad de elegir de acuerdo con unas pautas, unos intereses y unos fines personales
y propios por lo tanto, sólo los seres racionales tienen una acción moral.
Cada ser humano es libre pero es verdad que esta condicionado por multiples factores que limitan su libertad.
La libertad implica elección, pero esa libertad debería terminar cuando empieza la del otro. Sin duda, uno
también es libre de eligir seguir mas allá del límite de la libertad del otro o con la libertad o código de una
sociedad.
Capitulo 1: Moral y ética.
¿Que es la moral? Según algunos pensadores como Jolivet, la moral es definida como la ciencia de las leyes
ideales y de la actividad libre del hombre en tanto Faulquié afirma que la moral es la teoría razonada del bien
y el mal...
La moral como contenido se refiere a la existencia de determinados bienes, valores y normas que sirven para
orientar la libertad de los seres humanos, decide lo que nos va a garantizar una buena vida en la cual la propia
conciencia de libertad que tiene el ser humano determina que sus actos sean susceptibles de recibir una
calificación moral, es decir, que puedan ser juzgados como buenos o malos. La moral es normativa ya que
esta establece las normas entre lo que esta bien y lo que es el mal, en otras palabras, lo que se debe o no hacer.
Lo que se prohibe y lo que se permite. Esto se muestra en las distintas costumbres y conductas humanas ya
que cada persona tiene una distinta moral.
En cuanto a la ética, es la disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos conscientes y
voluntarios de los individuos que afectan a otros, a determinados grupos sociales, o a la sociedad en su
conjunto, además del complejo de principios y de normas morales que regulan las actividades humanas. Viene
del griego ethos el cual equivale al término etimológico de moral que proviene del latín mos, moris
(costumbre, modo de comportarse) aunque el primero tiene una característica filosófica mientras que al
segundo se le atribuye una connotación teológica o para los hechos prácticos y la ética crea una reflexión
sobre dicha moral, otra vez, moral es el conjunto de comportamientos y normas que se aceptan como válidas y
la ética reflexiona el por qué de esa moral preguntándose a la vez las morales de otros. La ética, para lo único
que sirve es para tratar de mejorarnos a nosotros mismos.
Los valores morales son los que supuestamente deberían manejar tu comportamiento (para no llegar a la
incoherencia). La primera señal sorprendente que distingue a los valores morales de los demás valores
personales es el hecho de que el hombre es considerado responsable de ellos y la responsabilidad
escencialmente presupone libertad y vicerversa.
La moral es totalmente adquirida, no es que uno nazca con ella, sino que está en función de la sociedad, la
determinación del bien y el mal depende en cada caso de nuestra situación personal. Desde pequeño, uno es
educado moralmente y guarda aquella educación en lo mas profundo de nuestra conciencia, por ejemplo, al
pegarle al gato nuestra madre dice − ¡No, no hagas eso! − y al hacerlo por segunda vez nuestra conciencia
empieza a actuar... − No debo hacerlo porque me castigarán, es malo pegarle al gato... − . Según Sigmund
Freud, cada individuo nace con un ello o un tipo de instinto animal, el cuál viene sin moral alguna a la cual se
le incluye un yo que vendría a ser una base para la moral futura, ya que no es simplemente moral porque el
sólo hecho de implantarle una idea inconscientemente al sujeto deja la cualidad principal de la moral... un acto
elaborado y voluntario.
Sólo disponemos de cuatro principios de la moral:
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• El filosófico: haz el bien por el bien mismo, por respeto a la ley.
• El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
• El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
• El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad de la que formas parte, por amor a la
sociedad y por consideración a ti (Lichtenberg, Aforismos)
Solo el hombre por si mismo puede determinar el criterio sobre virtud y pecado, y no una autoridad que lo
trascienda. (Erich Fromm, Ética y psicoanálisis).
Capitulo 2: Conciencia Moral.
La conciencia es una realidad de experiencia: todos los hombres juzgan, al actuar, si lo que hacen está bien o
mal. Este conocimiento intelectual de nuestros propios actos es la conciencia.
La conciencia no es una potencia más unida a la inteligencia y a la voluntad. Se puede decir que es la misma
inteligencia cuando juzga la moralidad de una acción. La base de ese juicio son los principios morales innatos
a la naturaleza humana.
Es innegable que la inteligencia humana tiene un conocimiento de lo que con toda propiedad pueden llamarse
los primeros principios del actuar. Iluminada por esos principios de ley natural de la inteligencia (o,
propiamente, la conciencia), juzga sobre los actos concretos; el acto de la conciencia es, por tanto, el juicio en
el que esos principios primeros se aplican a las acciones concretas. Un ejemplo: tengo la posibilidad de
robarme un dulce, pero al robarlo siento un remordimiento tan grande que me incita a devolverlo.
Desde el punto de vista psicológico, la conciencia es el conocimiento intimo que el hombre tiene de si mismo
y de sus actos. En moral, en cambio, la conciencia es la misma inteligencia que hace un juicio práctico sobre
la bondad o maldad de un acto:
a) juicio: porque por la conciencia juzgamos acerca de la moralidad de nuestros actos.
b) práctico: porque aplica en la práctica − es decir, en cada caso particular y concreto.
c) sobre la moralidad de un acto: es lo que la distingue de la conciencia psicológica; lo que le es propio es
juzgar si una acción es buena, mala o indiferente.
Este juicio de la conciencia es la norma próxima e inmediata − subjetiva − de nuestras acciones, porque
ninguna norma objetiva puede ser regla de un acto si no es a través de la aplicación que cada sujeto hace de
ella al actuar.
El acto de la conciencia − juicio práctico sobre la moralidad de una acción − puede intervenir de una doble
forma:
a) antes de la acción nos hace ver su naturaleza moral y, en consecuencia, la permite, la ordena o la prohibe.
b) después de la acción el juicio de la conciencia aprueba el
acto bueno llenándonos de tranquilidad, o lo reprueba, si fue malo, con el remordimiento.
Como la conciencia aplica la norma objetiva a las circunstancias y a los casos particulares, se deduce con
facilidad la obligación indeclinable que tiene el hombre de formar su propia conciencia.
La conciencia es susceptible de un mejoramiento continuo, que está en proporción al progreso de la
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inteligencia: si ésta puede progresar en el conocimiento de la verdad, también pueden ser más rectos los
juicios morales que realice. Además, este juicio moral que realiza la inteligencia necesariamente se tiene que
adecuar al progresivo desarrollo del acto humano, lo que hace que la conciencia se vaya formando también de
esa misma manera progresiva: comienza con la niñez, al despertar el uso de razón; debe continuar en la
madurez, cuando el hombre afirma sus responsabilidades ante la sociedad , ante si mismo y ante los demás.
Es necesario, por tanto, que el hombre se vaya haciendo capaz de emitir juicios morales verdaderos y ciertos:
es decir, ha de adquirir, mediante la formación, una conciencia verdadera y cierta.
No es lo mismo estar seguro de algo (conciencia cierta) que acertar o dar en el clavo (conciencia verdadera).
Quizá nosotros mismos hemos tenido la experiencia de hacer algo con la seguridad de estar en lo cierto, y
haber comprobado después nuestro error. En otras ocasiones, en cambio, además de estar totalmente
convencidos de algo, acertamos, damos en el clavo; en el primer caso, cuando estamos seguros, hay
conciencia cierta − seguridad subjetiva −, aunque luego se compruebe que no tenemos razón y no habría, por
tanto, conciencia verdadera sino errónea.
La actitud de fundar la conducta sólo en el criterio personal, pensar que para actuar bien basta el estar seguro
de que mi actuación es buena, es de hecho ponerse en el lugar de otros.
Por eso, la necesidad de formarnos será tanto más imperativa cuanto más nos percatemos de que sin una
conciencia verdadera no es posible la rectitud en la vida misma y, en consecuencia, alcanzar nuestro fin
último.
A esto se dirige precisamente la formación de la conciencia, que no es otra cosa que una sencilla y humilde
apertura a la verdad, un ir poniendo los medios para que libremente podamos alcanzar nuestra felicidad.
Sin tratar de ser exhaustivos, ni de explicar cada uno de ellos, si podemos señalar algunos de esos medios que
nos ayudarán a formar la conciencia:
1) estudio de nuestra moral, considerándola no como carga pesada sino como camino a la consecuencia.
2) hábito cada día más firme de reflexionar si el acto va a favor de nuestra moral antes de actuar.
¡ oh, cobarde conciencia, cómo me afliges!...¡La luz despide resplandores azulencos!...¡Es la hora de la
medianoche mortal!... ¡Un sudor frío empapa mis temblorosas carnes!....¡Cómo! ¿Tengo miedo de mi
mismo?... Aquí no hay nadie...Ricardo ama a Ricardo...Eso es; yo soy yo...¿Hay algun asesino?... No..
¡Sí!...¡Yo!...¡Huyamos pues!...¡Cómo! ¿De mi mismo?...¡Valiente Razón!...¿Por qué? ¡Del miedo a la
venganza! ¡Cómo! ¿De mi mismo contra mi mismo? ¡Yo me amo! ¿Por qué causa? ¿Por el escaso bien
que me he hecho a mí mismo? ¡Oh no! ¡Ay de mí!... ¡Mas bien debería odiarme por las infames acciones
que he cometido! ¡Soy un miserable! Pero miento... Eso no es verdad...¡Loco, habla bien de tí! ¡Loco no
te adules! ¡Mi conciencia tiene millares de lenguas, y cada una repite su historia particular, y cada
historia me condena como un miserable! ¡El perjurio el perjurio en el mas alto grado! ¡El asesinato, el
horrendo asesinato hasta en el mas feroz extremo! Todos los crímenes diversos, todos cometidos bajo
todas las formas, acuden a acusarme gritando todos:
¡Culpable! ¡Culpable!... ¡Me desesperaré! ¡No hay criatura humana que me ame! ¡Y si muero, ningun
alma se apiadará de mí!...¿Y por qué habría de tenerla? ¡Si yo mismo no he tenido piedad de mí!...
(William Shakespeare, La tragedia de Ricardo III).
No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a tí Es uno de los principios más fundamentales de la
ética. Pero es igualmente justificado afirmar: todo lo que le hagas a otros te lo haces tambien a ti mismo
(Erich Fromm, Ética y psicoanálisis).
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Capítulo 3: Grandes teorías éticas.
A) Hedonismo: Fue iniciado por Aristipo de Cirene que nació el 435 a.C. Según él, el placer positivo y
presente es la finalidad de la vida. El hombre debe tener la mayor cantidad de placer posible. Arisripo asemeja
dos extremos; el reposo con la indeferencia y el movimiento el dolor, es por eso que se debe buscar un punto
medio o suave placer (Kinésis). El sabio esta capacitado para elegir entre todos los placeres puros, los que
lleven al menor dolor.
El mayor bien es el placer, el placer es lo deseable indepediente del acto que lo genera. La bondad y la maldad
por lo tanto se medirán únicamente por la cantidad de placer que generen, mencionando sólo el placer
relacionado a los sentidos y no a la felicidad. Poer ejemplo si la embriaguez te genera un placer, significa que
es bueno para tí, al igual el sexo o la amistad etc.
• Teoría de Aristóteles: Al igual que la hedonista, no se preocupa del acto, sino de su finalidad. El fin para él
era la felicidad (aunque felicidad puede darse de maneras distintas como amor, riqueza etc e incluso la
misma persona puede variar en su forma de ver el concepto) y entonces dijo que actuando en vistas a lo
mejor (felicidad) será la virtud. La virtud será el punto medio entre los extremos, ni en exceso ni en
escacez. ÉL decía que todo acto conforme a la razón es virtuoso y ésta se consigue mediante la práctica de
obras virtuosas que más adelante se interiorizan. Por ejemplo:
Sentimiento Acción Exceso Medio Defecto
1. Temor Cobardía Valor (sin nombre)
2. Confianza Temeridad Valentía encogimiento
• Cólera Maltrato Irascibilidad Amabilidad Falta de brío
• Ética Estoica: La base también es felicidad como el último fin de la vida humana. La virtud que conduce a
la felicidad consiste en vivir acuerdo con la naturaleza. Vivir conforme con ella es vivir racionalmente. Lo
natural es racional y vivr conforme a la naturaleza es vivr con virtud.
El primer deber del hombre es la autoconservación en el estado natural y luego ser consecuente para elegir
entre los actos que estan conformes con la naturaleza y aquellos que no. Para los estoicos no hay un bien y un
mal por si mismos, sino que la acción es virtuosa o indiferente, todo depende de la racionalidad en base a la
consecuencia con la naturaleza. Para conseguir el estado de eudemonia el hombre debe liberarse de las
inquietudes, y conseguir la autarquía o independencia deshaciendose del placer, tristeza, deseo, miedo ya que
no son naturales y por ende, irracionales.
D) Epicureísmo: Otro ejemplo de ética teleológica (conjunto de finalidades con finalidad del mundo, del
hombre...) que tiende a la felicidad. Pero a diferencia de los hedonistas, ellos creían que derepente el placer
puede llegar al sufrimiento. Epicuro decía que habían dos cosas que creaban dolor, el temor a los dioses y el
temor a la muerte y para optar una vida feliz, se debía eliminar ambos. La felicidad se obtiene al conseguir la
independencia o autarquía y a través de ella la ataraxia o ausencia de inquietud, para asi alcanzar el estado de
ausencia de temor, dolor, de pena y de preocupación.
E) Moral del Evangelio: Relacionada con la religión basada en la existencia de un ser trascendente y con una
finalidad de salvación. Es teológica y a su vez deontológica ya que establece normas que sirven de medios
para alcanzar un fin. Se podría decir que esta moral es moral del amor, del sentimiento, que es moral de la
dicha, o también que es moral de la severidad. Esta moral decidirá lo bueno según sus dogmas, y el hombre
siguiendolos, consiguirá vida eterna. Dice también que Dios permite el desafío moral y, por consecuente,
explícitamente afirma que sin religión no hay moral, lo cuál es falsa ya que ni ateos, ni agnósticos y ni
cavernícolas dejaron de poseer una moral.
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F) Baruch Spinoza: Filósofo moderno, parte desde el principio de que es propio de todo esfuerzo en
perseverar en su propio ser, y que el deseo de existir es el esfuerzo que rige la vida humana y este constituye
la escencia actual del ser. Pero, el deseo se realiza por medio del conocimiento, la inteligencia es el medio de
la existencia, y, por tanto, habrá grados distintos de perfección según el grado de conocimiento. Según
Spinoza, el hombre es dependiente, etá somoetido a la naturaleza, pero no al vicio ni al pecado. Para él no
existe la idea del bien o del mal, sino que será bien cualquier cosa que favorezaca la tendencia a perseverar en
el propio ser, que nos produzca placer, que satisfaga nuestros deseos, mientras que la cosa que nos frustra, que
no cree la tendencia a perseverar en el propio ser sera dolor. Las cosas no son buenas porque sí, sino porque
las deseamos. El deseo significa perfección y la tristeza, imperfección. Combinando el deseo, la alegria,
latristeza, nacen los afectos como el amor, el odio etc.
• Immanuel Kant: Claro ejemplo de ética deontológica (deber).
La ética kantiana nos muestra una fundementación trascendental, o con condiciónes de experiencias, en
relación a las antiguas teorías trascendentes, o fuera de las experiencias, es decir, algo mas inmediato y no en
un Dios. Para Kant, el deber−ser es un a priori. A priori es como una ley, algo que se debe cumplir aunque
nadie lo haga, que no se puede buscar en la naturaleza humana, sino en la razón pura. Kant dice que lo único
bueno en el mundo es la buena voluntad, una voluntad buena en si misma, no con respecto a otra cosa y para
el una voluntad que obre por el deber es una voluntad buena y todas las acciones realizadas por deber pueden
recibir una valoración moral mientras que las otras pueden ser buenas o malas, pero no serán morales. Obrar
por deber es obrar en reverencia a la ley moral. Esta ley moral tiene como característica primordial la
universalidad, o sea, sin excepciones. La ley moral no te dice si tienes que hacer esto o aquello en
determinadas situaciones, sino que te dice como debes actuar en todas la situaciones creando un imperativo
categórico es decir algo válido en todas las situaciones y completamente ineludible.
H) Friedrich Nietzsche: Intenta trascender la ética. No es propiamente ética, sino una cr´tica a la moral
cristiana y tradicional.
Nietzsche prepara una genealogía de sus valores morales, es decir una raiz, para cuestionar precisamente su
valor. Buscar su origen, el momento de su aparición para descubrir las diferencias entre unos y otros, y
poderles dar un verdadero valor. Luego de esta raiz, él puede diferenciar entre una moral de fuertes y de
débiles, pero ve que hay inversiones en la moral cristiana. Según el cristianismo, el débil, el humilde, encarna
a todos los valores que busca la sociedad y será heredero del mundo de Dios, mientras que el fuerte, a lo malo.
A partir de ésto, Nietzsche critíca al cristianismo, defendiendolo como negador de la vida, de los instintos.
Para Nietzsche, esta diferente concepción de los valores, constituyen la manifestación de la voluntad del
poder que puede expresarse como poder (vitalidad elevada, moral del señor) o como impotencia (moral de
esclavo). La moral de esclavo es la sujeción a Dios. La moral del señor ama la muerte de Dios; su moral se
corresponde a la valoración propia del super−hombre, único capaz de crear nuevos valores. Con la muerte de
Dios se anula la división entre los dos mundos − nuestro mundo aparencial y untrnsmundo divino, verdadero
− y se recupera un sentido de la tierra. Pero con la trascendencia no se puede despedir la eternidad: es preciso
recobrarla para la inmanencia (inherente a un ser o a la experiencia) De aquí surje la idea de un eterno retorno,
sabiduría eterna del super−hombre, qe sabe que todo ha de volver una y otra vez, que en el instante feliz se
encuentra la justificación de todo lo pasado y todo lo futuro, que para decir sí a algo hay que decir sí a todo: el
super−hombre es capaz de querer la eterna repetición de todo por fidelidad a un solo momento de felicidad.
I) El utilitarismo: Bentham fue el primero en iniciar el utilitarismo aunque muchas teorías anteriores lo habían
y su principal representante será J.S. Mill.
El utilitarismo considera como móviles del humano al dolor y al placer; el hombre busca placer y evita el
dolor. Por eso el placer es parte de la búsqueda de felicidad. Ahora se debe determinar que da mas valor a un
placer que a otro. Aquí se introduce el concepto de utilidad, es decir, lo que es mas útil (valor) a la mayoría es
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lo que posee mayor valor. El utilitarismo no busca la felicidad individual, sino colectiva, felicidad para la
mayoría determinado por lo que es más útil.
Es imposible imaginar nada en el mundo o fuera de él que pueda ser llamado absolutamente bueno, excepto la
buena voluntad (immanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres)
Capitulo 4: ¿Cómo utilizarla?
La pregunta es: ¿cómo debe vivir el ser humano?, ¿qué hace falta para que el ser humano pueda vivir feliz? La
respuesta es: el ser humano sólo será feliz si utiliza todas sus actitudes y posibilidades. Uno no debe
preguntarle a nadie que es lo que uno puede hacer con su propia vida, sino que debe preguntarse a sí mismo.
Si uno quiere emplear bien su libertad, que no se malgaste el tiempo en preguntarle a otros que se debe hacer
ubicándose bajo sus puntos de vista. Afírmate, pues ahora viene una contradicción... tu eliges si la tomas o
no....
Cada vez que uno hace lo que quiere es porque busca su felicidad, porque esta siendo consecuente con uno
mismo, pues esa es la clave, hacer lo que uno quiere y darse la buena vida. De repente, los caprichos por mas
satisfactorios que sean, no son lo que te brinda verdadera felicidad, como al famoso Ebenezer Scrooge, de los
cuentos de Charles Dickens, en donde el ciudadano creía encontrar su felicidad en el oro y en el poder usando
a la gente cada vez que era necesario para sus fines monetarios. En consecuencia, su vida se vio solitaria y
funesta comprendiendo que lo único que siempre quiso fue el afecto de la gente. Sin duda el tuvo suerte al
salvarse gracias a estos espíritus que bien podrían ser su propia conciencia moral mientras que en la película
El ciudadano Kane dirigida por Orson Welles, Kane sólo recibió una tomada de conciencia a su vida en los
últimos instantes de su camino. Claro queda que esa pseudo−felicidad creada por los dos hombres no los llevo
mas que a la infelicidad, a engañarse a si mismos.
Dado a que ser humano consiste principalmente en tener relaciones con otros seres humanos, la felicidad
también se basa en las relaciones. De nada sirven la comodidad material si no existen relaciones humanas, o
sea, la buena vida sólo se da entre humanos, de lo contrario no es ni buena ni humana. La buena vida se
obtiene mediante el afecto de otra buena vida, mediante la comprensión de otro humano. Actuando
moralmente o sin contradicciones uno usa bien su libertad, mientras que atentando contra ellos uno sólo recibe
el castigo de la conciencia, el peor castigo de todos.
''La actitud ética es ante todo una perspectiva personal que cada individuo toma, atendiendo solamente a lo
que es mejor para su buena vida, en un momento determinado y sin esperar a convencer a todos los demás de
que es así como resulta mejor y más satisfactoriamente humano vivir. En la ética puede decirse que lo que
vale es estar de acuerdo con uno mismo y tener el inteligente coraje de actuar en consecuencia, aquí y ahora:
no valen aplazamientos cuando se trata de lo que ya nos conviene, que la vida es corta y no se puede andar
dejando siempre lo bueno para mañana...'' (Fernando Savater, conferencia).
La buena vida no es algo general, fabricado en serie, sino que existe a la medida. Cada cual debe ir
inventándosela de acuerdo con su individualidad, única, irrepetible... y frágil. En lo de vivir bien, la sabiduría
o el ejemplo de los demás pueden ayudarnos pero no sustituirnos... (Fernando Savater, Ética para Amador)
Ser capaz de prestarse atención a uno mismo es requisito previo para tener la capacidad de prestar atención a
los demás; el sentirse a gusto con uno mismo es la condición necesaria para relacionarse con otros (Erich
Fromm, Ética y psicoanálisis).
Capítulo 5: Relativismo ético
El bien moral es hipotético en el campo de su autonomía, dado que puede ser vista diversos distintos criterios
como el criterio de utilidad (es mejor que aquello convenga a la mayoría), el criterio de universalidad (es
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mejor aquello que pueda ser querido por todos), el criterio hedonista (es mejor esto porque me produce mayor
felicidad etc, pero si hay tantas formas de vista ¿Habrá actos buenos y malos en si mismos? o serán
considerados buenos o malos según el criterio que se les siga... Todo esto lleva al relativismo ético. Las
acciones consideradas buenas o malas, justas en una sociedad y en una época concreta, varían de valoración
en otra. Más aún, cambian en una misma sociedad entre cada individuo. ¿Cabe pensar ahora que todo es
relativo?
En torno al problema de la relatividad hay otra cuestión de suma importancia: por más que la máxima de
actuación pueda ser universa, no podemos olvidar que cada caso es concreto y particular y puede ser
justificado en cuanto a tal.
Por ejemplo, con respecto a un aderente a un frente racista, para la víctima le parecera un mal comportamiento
mientras que para otro compañero del frente, sus actos le pareceran bondadosos. Para mí, el matar a alguien
me parece malo, inmoral mientras que un canibal no tendrá remordimientos al matar a un humano y mucho
menos en comerselo.
Cada persona posee distintos valores morales según a los filtros a los cuales se expone, primero bajo una
sociedad, luego quizás una religión, una comunidad, una institución a la cuál esté afiliado, un medio
inmediato como su hogar etc.
Sólo hay una moral establecida que es la moral de la sociedad, la cuál todos creamos (esta moral social es
relativa con otras morales sociales) y es ejercida por autoridades, lamentablemente tu ayudaste a formarla pero
eso no quiere decir que concuerden cien por ciento. Las personas que critican sobre actos inmorales, películas
inmorales, placeres inmorales no tienen más derecho que uno a decir que son morales, además es seguro que a
la mayor represión de nuestros actos mayor anhelo crece. Cada uno debe hacer lo mejor para sí, según uno
mismo, porque uno tiene su pauta a seguir, uno es juez de si mismo, siguiendo su moral y no una moral lejana,
incomprensible y convencional, hacer lo que tu estimes más conveniente, no lo que te dicen que hagas, ni la
sociedad, ni la religión, ni nadie.
Si mi intención es salir a la calle desnudo, lo más probable es que me lleven a la cárcel mientras que en la
selva amazónica, el bien vestido y arreglado será mirado como un ser bizarro. Lamentablemente dentro de la
sociedad también se dan estas ambigüedades, como las películas censuradas como inmorales por exhibir a un
Cristo que deseó haber estado con una mujer. Así es como también nuestra cultura se va viendo diezmada por
los diferentes filtros, ya que en una sociedad atea el divorcio ya se habría legalizado mientras que en la
cristiana se siguen rechazando leyes para su aceptación, ya que según ellos el divorcio es un atentado a la
familia. Pero aunque por más que uno quiera lo contrario, su moral es tan válida como la de los otros y
viceversa, lo cuál no siempre se cumple.
Molesto es cuando lo tratan a uno de impío por no ser religioso, por no concordar cien por ciento con los
valores de la iglesia católica como si fueramos descerebrados o insensibles y los cristianos debieran
ayudarnos, como si nos faltara acaso la humanidad y sus valores fueran los más acertados. Pues yo les
recuerdo que no fueron los ateos o agnósticos los que perseguían musulmanes para matarlos (según yo, acto
inmoral) o haber apoyado el nacionalismo (según yo, acto inmoral) o haber cobrado indulgencias para
perdonar (según yo, acto inmoral) o haber apoyado gobiernos tiránicos (según yo, acto inmoral) y que ellos en
sus respectivos contextos encontraron muy natural (claro que siempre hay excepciones).
Parecido es el caso de los puritanos o incluso sujetos de nuestra propia sociedad los cuales se hacen llamar
moralistas y que critican fuertemente los plceres, en especial el placer sexual, algo tan natural. Cuando la
gente habla de algo inmoral, el ochenta por ciento de las veces se refiere al tema sexual. Lo peor de todo es
que creen que esta mal gozar y afirman que mientras que uno goza debería sentirse culpable, algo asi como
labor demoniaca o antisocial para ambos casos. En el sexo no hay nada de inmoral, no es mas inmoral que
salir a andar en bicicleta un domingo por la mañana, aunque claro que alguien puede comportarse
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inmoralmente en el sexo (utilizándolo para el daño de otras personas). Además el sexo además de ser visto por
la gente autodenomindada moral no es un sólo un método de reproducción, tiene muchas más funciones y sin
ellas no hay buena vida que valga. Cuando al uso del sexo se le denomina inmoral, es como si se le
denominara una práctica animal, y aseguro que mucho más animal es el sexo cuando se le usa sólo para
procrear. Aquella gente reprimida posee un miedo al placer, miedo porque nos gusta demasiado, ellos tienen
miedo a que el placer se vuelva irresistible, ya que es verdad que al tener placer nos despreocupamos y eso
puede resultar catastrófico. Como decía Montaigne: Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso
de los placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos uno trás otro.
Al mostrar este relativismo sólo nos queda por concluir que todo quizás es relativo, el cuestionamiento de
cualquier acción, nuestros propósitos ya que no se podrá definir cuál es la verdad de los hechos y vamos a
llegar a decir que no existe una verdad común, sólo una individual.
Concordando con las próximas concluciones, quizás el lector no esté deacuerdo con ellas, saco a relucir este
fragmento. Poniendonos en el caso de un ateo, muestro una de las razones del porqué uno no debe seguir al
paso los puntos de la moral cristiana en que uno no concuerdas con ellos.
Si Dios existe, ¿Puede ser tentado?
Ante esta pregunta, que sin duda va a atraer la ira de los creyentes, les doy como respuesta lo siguiente: SI,
dios puede ser tentado (suponiendo que existe), y para los que me preguntan como puede afirmar eso los
envío a su propio libro sagrado:
−Yavé dijo a Satán "¿de donde vienes?" Satán respondió: "vengo de la tierra, donde anduve dando mis
vueltas." Yavé dijo a Satán "¿No te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él en la tierra. Es un
hombre bueno y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal" Satán respondió: "¿Acaso Job teme a Dios sin
interés? ¿No lo has rodeado de un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido
el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. Pero extiende tu mano y toca sus pertenencias.
Verás si no te maldice en tu propia cara."
Entonces dijo Yavé a Satán: "Te doy poder sobre todo cuanto tiene, pero a él no lo toques" Y Satán se retiro
de la presencia de Yavé. (antiguo testamento Job)
Luego de leer este extracto de la Biblia queda claro algo, Dios puede ser tentado, por lo tanto su perfección
puede ser puesta en duda, (o su libro sagrado) y por lo tanto la religión oficial de este país esta errada.
Algunos me podrán decir: "Dios es perfecto, pero nosotros los humanos lo mal interpretamos." En ese caso
¿Por qué tratan de obligarnos a vivir con su moral, sus leyes y su concepción del bien y del mal? Declaran que
el hombre no puede entender a Dios pero en cambio entiende sus leyes. ¿Qué nos asegura que no se habrán
equivocado en su interpretación y que en verdad lo que dicen es lo contrario de lo que pide Dios? Ante esta
pregunta y tomando lo dicho anteriormente respondemos: nada nos asegura que la interpretación del Hombre
es la correcta.
Luego de ver todo lo anteriormente citado llegamos a las siguientes conclusiones: 1−Dios no existe
(conclusión irrefutable) 2−Dios existe y es imperfecto 3− Dios existe y es tan perfecto que pese a habernos
creado a nosotros, humanos imperfectos, no logra comunicarse con nosotros por que somos muy imperfectos
para él.
Después de ver estas conclusiones podemos ver que nos quedan dos soluciones: 1− Regresar a los antiguos
dioses paganos, solución insatisfactoria. 2−Convensernos de que Dios no existe, solución cruel, pero realista.
El problema es el siguiente. ¿Tenemos el coraje suficiente para llegar a concluir que mundo hay uno solo y
que no hay que buscarle soluciones fuera de este mundo? Creo que si, que la humanidad se puede sacar por
fin las míticas creencias de encima, pero el trabajo es largo y duro. ¿Estamos dispuestos a tomar sobre nuestro
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hombros semejante responsabilidad?
Capítulo 6: La moral y otras formas de comportamiento humano.
A) En la ciencia: La ciencia hoy en día ha perdido una humanidad, transformándola sólo en el simple hecho
práctico. La ética busca una humanización a la ciencia. En el caso de la tecnología, es el progreso tecnológico
o no es llamado progreso, ya que cada uno significa una variada gama de consecuencias. Más claro está en las
ciencias biológicas en donde actúa la bioética. Esta bioética cuestiona el porque de la moral tomada en la
medicina, el se debe usar la eutanasia, el suicidio asistido, el aborto, la clonación, la perfección de la especie,
el uso de fármacos etc. En temas de bioética política, como el actual sentido de marketing que adquirió la
salud estos últimos años, difícil será llegar a un acuerdo porque hay gente que acumula riqueza a base de la
salud y a hecho de ésta un poderoso mercado. Me gustaría resaltar la perfección de la especie, ya que al
perfeccionar se pierde la singularidad, y en el caso de los humanos la humanidad del ser, limitándonos a ser
sólo un proyecto de laboratorio, una estirpe a mi juicio funesta. Quizás para temas bioéticos más personales
sea posible escuchar al paciente, su opinión frente a limitados temas como suicidio asistido o aplicación de
fármacos y optar por la libre opción del sujeto claro que es imposible hacerlo con una persona en estado
vegetal para practicar la eutanasia o con una embarazada porque en este caso sería injusto. Para los casos de
aborto o de eutanasia podría quizás crearse un pequeño sistema judicial especializado claro en bioética para
aprobar o no los diversos casos.
• Moral y política: Sin duda tienen mucho que ver, mientras que la moral regula las relaciónes mutuas de los
individuos, la política comprende las relaciones entre grupos humanos. La gente exige, y los políticos deben
sacar rápidas soluciones, pero derepente se encuentran en el conflicto. Apoyar o no apoyar, esa es la
cuestión; dado a que hay variedad de opiniones éticas es muy difícil llegar a un acuerdo a menos que sean
situaciones que concuerdan con la moral de la sociedad ya que ahí es fácil ver una mayoría notoria. En el
caso del divorcio anteriormente mencionado, es difícil llegar a un acurdo dado que los defensores de la
familia no lo permitirán o en caso de educación estatal tampoco dado a que hay gente que se enriquece y
hace negocio con la educación de las personas logrando así tener el poder de inculcar valores ya que el niño
es maleable, formando así seres a la imagen del formador. También es un tema ético el del progreso ya que
es evolución para algunas cosas y desevolución para otras como en el caso de una represa, la cuál significa
más elctricidad, quizás precios más baratos, sin duda una evolución pero por otro lado significa la
destrucción de un valle, la destrucción estética del paisaje, desplazamiento de las etnias y superficialmente
una alteración en el comercio producido por el turismo, sin duda una desevolución.
C) Otras relaciones.
Existen muchas más relaciones entre moral y actividades humanas, vale la pena resaltar la cultura, cuando
algo debe ser o no apto para esta sociedad, la moral en instituiones educacionales. También resalta la moral
comercial, moral de empresas, relación entre el vendedor y el comprador, procedimientos con materias
primas, etc.
No el Hombre, sino los hombres habitan este planeta. La pluralidad es la ley de la Tierra (Hanna Arendt, La
vida del espíritu)
Conclusión:
Este trabajo surgió gracias a las largas coversaciones que he tenido yo y Ricardo en el café de la esquina.
Después de largas horas de conversación, nunca podemos llegar a un acuerdo sobre la valoración moral de un
hecho, sólo estamos seguros de como es esa moral. Quiero resaltar el punto más importante que quize hacer
en el trabajo el cuál es el relativismo ético, y como todo varía según la sociedad, la religión, las condiciones y
el ser cojo o no o más bien decir el necesitar un bastón, un apoyo.
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Me gusta eso de la autonomía, el ser uno sólo responsable de sus actos y por lo tanto libre dentro de la
libertad, ya que el que nunca asume sus responsabilidades se limita dentro de su libertad y al final siempre es
la víctima de la circunstancia. Además concluyo que, los avances sociales, tecnológicos, jurídicos y todos los
otros se verán insuficientes si no hay un avance ético de transfondo, buscandole un sentido a esta
desevolución generacional o deformación de las disímiles prácticas.
Exactamente, para dejar de ser imbéciles, para dejar de ser cojos, de usar un bastón se puede usar la ética ya
que esta ética nos va a enseñar a caminar, en la búsqueda de la buena vida, de la vida sin sufrimientos, una
herramienta que nos va a ayudar a encontrar lo que más queremos, la consecuencia.
La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en
ciertos momentos a pronunciar dos monosílabos: Sí o No. En su brevedad instantánea, como a la luz de un
relámpago, se dibuja el signo contradictorio de la naturaleza humana (Octavio Paz, La otra voz)
BIBLIOGRAFÍA
−El mundo de Sofía, Jostein Gaarder
Editorial Siruela
−Las enfermedades de la medicina, Reinaldo Bustos
Editorial ChileAmérica
−Humanizar la Tierra, Mario Rodriguez
Editorial Antares
−Ética para Amador, Fernando Savater
Editorial Ariel
−La moral como problema, Octavi Fullat, Gemma Ferrer
Editorial Andrés Bello
−Ética, Adolfo Sánchez Vásquez
Editorial Grijalbo
−Lecciones de Ética, Bruno Rychlowski
Editorial Lahosa
−Conciencia moral, enciclopedia Encarta 99'
−Internet, www.yahoo.com, search ética
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