CARACTERES HEREDITARIOS Son los que se transmiten de una generación a otra, haciendo que los descendientes se parezcan a los progenitores. Ejemplos de caracteres hereditarios en humanos son la forma de la nariz, el color de ojos o de pelo, la altura o la propensión a padecer determinadas enfermedades. En muchos casos estos caracteres también están influidos por factores ajenos a la herencia. Por ejemplo, la altura de una persona depende de su herencia pero también de su alimentación, forma de vida durante la infancia, etc. Cada carácter hereditario está determinado en nuestros cromosomas (y en los de todos los seres vivos) por un trozo del nuestro ADN que se denomina gen. Como heredamos los cromosomas de dos en dos (uno de nuestro padre y otro de nuestra madre), también heredamos dos genes para cada carácter, uno de cada progenitor. Esos dos genes no tienen por qué ser exactamente iguales y a cada tipo se le llama alelo. Por ejemplo, heredamos un gen que dice qué color de pelo tendremos procedente de nuestro padre y otro gen, que también dice el color de pelo que tendremos, procedente de nuestra madre. Pero el de nuestro padre puede decir “pelo oscuro” y el de nuestra madre podría decir “pelo rubio”. Se trata entonces del mismo gen (porque determina el mismo carácter “color del pelo”) pero son dos alelos diferentes: el alelo moreno y el alelo rubio. Si los dos genes que determinan un carácter son iguales, se dice que el individuo es homocigoto o raza pura para ese carácter. Si los dos genes que determinan un carácter son diferentes, se dice que el individuo es heterocigoto o híbrido para ese carácter. Entonces, si los dos genes que porta un individuo para un carácter son diferentes ¿cómo será realmente el individuo? Por ejemplo en el caso anterior, si un gen dice pelo moreno y otro dice pelo rubio ¿de qué color será el pelo? Eso depende de la potencia relativa de cada alelo. En algunas parejas de alelos ambos tienen la misma potencia, en ese caso se dice que son codominantes y el individuo híbrido presentará un carácter intermedio entre ambos o un carácter completamente diferente que no será ni uno ni otro de los progenitores. Por ejemplo, las flores de Sampedro pueden ser rojas o blancas. Si cruzamos plantas con flores rojas con plantas de flores blancas, todas las plantas descendientes tendrán flores de color rosa, lo que nos dice que el rojo y el blanco son alelos codominantes y los descendientes híbridos presentan un carácter intermedio (el rosa, mezcla de rojo y blanco). En otros casos uno de los alelos (se llama dominante) tiene más potencia que el otro (se llama recesivo) y el individuo híbrido manifiesta el carácter dominante como si el recesivo no estuviera presente. Si para el gen que determina el grupo sanguíneo, una persona lleva el alelo A y el alelo 0, su grupo sanguíneo será el A, ya que el alelo A es dominante y el alelo 0 es recesivo, pero si lleva el alelo A y el alelo B, su grupo sanguíneo será AB, ya que ambos son codominantes. Hay un convenio para nombrar los alelos dominantes y recesivos de cada carácter. Si se trata de alelos codominantes, se nombran con una letra mayúscula que corresponde con la inicial del carácter. Ejemplo, en las flores de Sampedro el alelo rojo lo representamos con la letra “R” y el blanco con la letra “B”. Así, un individuo que sea RR tendrá flores rojas, el que sea BB tendrá flores blancas y el híbrido RB o BR tendrá las flores de color rosa. Si un alelo es dominante también se representa con la inicial mayúscula del carácter pero el recesivo se representa con la misma letra en minúscula. Por ejemplo, en los guisantes el color amarillo domina sobre el verde (amarillo dominante y verde recesivo). El amarillo lo representamos con la letra “A” y el verde con la letra “a”. El individuo AA tendrá color amarillo, el aa tendrá color verde y el híbrido Aa tendrá también color amarillo ya que el amarillo domina sobre el verde. CRUCES Para realizar un cruce entre dos individuos de los que sabemos los genes que llevan, seguimos el siguiente método: Primero tenemos que saber cómo son los individuos que se cruzan, supongamos que se trata de las plantas de Sampedro y estudiamos el color de la flor. Cruzamos una planta homocigota de flores rojas con otra plata homocigota de flores blancas. El cruce lo podemos representar así: RR x BB Ahora construimos una tabla y ponemos en la horizontal los genes de un progenitor y el la vertical los del otro R R B B Rellenamos la tabla como en el juego de los barquitos, colocando en cada cuadro el gen que corresponde a la fila y a la columna, en este caso salen todos iguales. R R B RB RB B RB RB Todos los descendientes en este caso llevan los alelos RB, por lo que todos serán de color rosa. Si hacemos el cruce para guisantes amarillos y verdes (ambos homocigotos), lo representamos así: AA x aa Igual que antes, construimos la tabla colocando los genes de los progenitores y rellenando los cuadros. A A a Aa Aa a Aa Aa En este caso todos los descendientes son amarillos ya que el amarillo es dominante sobre el verde, pero todos igual que antes son híbridos. Si hacemos el cruce entre dos plantas con flores rosa (tienen que ser híbridos) lo representamos igual: RB x RB Y el cuadro lo hacemos también de la misma forma. R B R RR RB B RB BB En este caso nos sale una planta con flores rojas (25%), dos con flores rosa (50%) y una con flores blancas (25%). En el caso de los guisantes amarillos híbridos el cruce será el siguiente: A a A AA Aa a Aa aa El resultado es diferente ya que en este caso salen 3 plantas con guisantes amarillos (75%) y sólo una con guisantes verdes (25%). Para cualquier otro cruce podemos utilizar el mismo método, siempre que nombremos bien los alelos y los coloquemos correctamente en la tabla.