37-3CM-12-A CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCION DEL CENTRO: San Salvador, a las catorce horas y cuarenta y cinco minutos del siete de agosto de dos mil doce.El presente proceso ha sido promovido por el Licenciado LUIS EDUARDO ARGUETA TOVAR, mayor de edad, abogado, de este domicilio, en calidad de apoderado de la señora ANABELL BAUTISTA DE SALGADO, conocida por ANABELL BAUTISTA TURCIOS DE SALGADO, mayor de edad, doctora en cirugía dental, del domicilio de Zaragoza, departamento de La Libertad; mediante su apoderado Licenciado LUIS EDUARDO ARGUETA TOVAR, mayor de edad, abogado, de este domicilio; en contra del BANCO HSBC SALVADOREÑO, SOCIEDAD ANONIMA, institución bancaria de este domicilio, a fin de que en sentencia definitiva se declare prescrita la obligación a cargo de la demandante y a favor del demandado, de pagar la suma de ONCE MIL DOSCIENTOS UN DOLARES CON CATORCE CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, más intereses del veintidós por ciento anual a partir de la fecha del otorgamiento, y que venció el día diecisiete de agosto de dos mil cinco.La sentencia recurrida en lo pertinente EXPRESA: “””””””””En el presente caso la pretensión y los términos del debate quedaron fijados en el hecho que se solicitaba por la parte actora (…) la prescripción de la obligación, reiterando el Licenciado Eduardo García Gutiérrez que se ejercía de esa manera y no como prescripción de la acción porque no se había iniciado ningún proceso judicial. En ese sentido (…) por las razones antes apuntadas es procedente declarar sin lugar la pretensión incoada en los términos en que ha sido planteada, pues conforme a nuestra legislación y la doctrina mayoritaria, se ha efectuado por la parte demandante una interpretación errónea de las disposiciones legales que regula el instituto de la prescripción extintiva, lo cual si bien no es causal de improponibilidad(…) si es suficiente motivo para absolver al demandado de lo solicitado en este proceso y además por haber sucumbido en su pretensión para condenar a la parte actora en costas procesales de conformidad al artículo 272 del Código Procesal civil y Mercantil. Por todo lo antes expuesto (…) FALLO: a) Declárese no ha lugar la oposición de improponibilidad de la demanda alegada (…) b) Declárese no ha lugar la declaratoria de prescripción de la obligación (…) c) Declárase no ha lugar a la cancelación de la hipoteca sobre el inmueble inscrito a la matrícula de folio real 01-037443-000 inscripción 3 hoy trasladado a la matrícula 60012092-A0014 del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro; d) Condénese en costas a la parte actora.“”””””””””””””””””””” Han intervenido en ambas instancias el Licenciado LUIS EDUARDO ARGUETA TOVAR, como apoderado de la parte demandante, y el Licenciado EDUARDO GARCIA GUTIERREZ, como apoderado de la parte demandada.La petición que conforma el objeto del presente incidente de apelación, es que se revoque de la sentencia definitiva, y en consecuencia se declare prescrita la obligación consignada en la escritura pública del diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, y se ordene la cancelación del gravamen hipotecario que le sirve de garantía inscrito al folio real 01-037443-000 inscripción tres, ahora trasladado a la matrícula 60012092-A0014 del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro.- LEÍDOS LOS AUTOS, Y CONSIDERANDO: 1. ANTECEDENTES DE HECHO. 1.1. Alegatos de las partes. 1.1.1. La parte demandante manifestó en la demanda de fecha trece de febrero de este año, que en la fecha diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, la señora ANABELL BAUTISTA DE SALGADO conocida por ANABELL BAUTISTA TURCIOS DE SALGADO, recibió a título de mutuo de parte de FINANCIERA CRECE, SOCIEDAD ANÓNIMA, la cantidad de ONCE MIL DOSCIENTOS UN DOLARES CON CATORCE CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, cantidad que sería pagada en un plazo de quince años, mediante cuotas sucesivas, y devengando un interés del veintidós por ciento anual. 1.1.2. Manifestó además que desde la fecha de vencimiento de la obligación de pago de la cantidad mutuada, es decir el día diecisiete de agosto de dos mil cinco, han transcurrido más de cinco años, sin que el actual titular del mismo, BANCO HSBC SALVADOREÑO, SOCIEDAD ANONIMA, haya iniciado ningún proceso de cobro judicial de dicha obligación, por lo cual considera que ha operado la institución jurídica de la prescripción extintiva o liberatoria, por lo que ha solicitado que se declare prescrita la obligación relacionada, y consecuentemente se ordene la cancelación de la hipoteca que la garantiza, la cual grava un inmueble propiedad de la señora ANABELL BAUTISTA DE SALGADO, situado en el Barrio El Calvario de esta ciudad, descrito como Local tres-d del condominio Edificio Centro, inscrito bajo la matrícula 60012092A0014. 1.1.3- Admitida la demanda, y corrido el traslado para contestarla, la parte demandada esencialmente manifestó oponerse a la demanda alegando la improponibilidad de la misma, visto que la demandante solicita la declaratoria de prescripción de la obligación, cuando el articulado que regula la prescripción extintiva, regula la prescripción de las acciones judiciales y no de las obligaciones, lo cual evidencia una falta de presupuestos materiales o esenciales de la demanda formulada. 1.1.4.- La Juez A quo en la sentencia de mérito pronunciada a las nueve horas y veinticinco minutos del veinte de junio de este año, luego del análisis de la pretensión, llegó a la conclusión que no es jurídicamente viable pretender la prescripción extintiva de la obligación, y que existe un error en la interpretación de las disposiciones legales invocadas por la parte demandante, en virtud de lo cual si bien consideró que no hay improponibilidad de la demanda como lo sostuvo el demandado, en virtud del error interpretativo de las disposiciones invocadas como sustrato legal de la pretensión, hay suficientes elementos para absolver al demandado, declarar sin lugar las pretensiones en su contra, y condenar al demandante en las costas procesales.1.2.- SUSTANCIACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN. 1.2.1.- Por auto pronunciado por esta Cámara a las diez horas del cuatro de julio de dos mil doce, agregado a folios 6 del incidente de apelación, esta Cámara, luego de realizar el examen de admisibilidad del recurso de apelación interpuesto, lo admitió y señaló lugar, fecha y hora para la celebración de la Audiencia de Apelación, de conformidad a lo establecido en el Art. 513 inciso 3° CPCM, cuyo resultado consta en acta de las diez horas y treinta minutos del dieciocho de julio de dos mil doce, en la cual vistos en discordia las Magistradas Titulares de esta Cámara, se llamó al Magistrado Suplente Licenciado JOAQUIN FRANCISCO MOLINA LINARES, para ver nuevamente la causa y adherirse a uno u otro de los votos discordante, para lo cual se señaló la audiencia de las catorce horas y treinta minutos de este día.1.2.2.- Los argumentos de la apelación, se basan en la revisión e interpretación del derecho aplicado, concretamente los Arts. 1341 Núm. 2º, 2231 y 2253 CC, y 995 Com. 1.2.3.- Sobre la base de dicho articulado, la parte apelante sostiene que la Juez A quo realizó una errónea aplicación del derecho, ya que en virtud de los artículos relacionados, era procedente la declaratoria de la prescripción de la obligación como fue solicitada. 1.3. Declaración de los hechos que se consideran probados. Esta Cámara considera probados los siguientes puntos: 1.3.1.- La existencia del contrato de mutuo celebrado en esta ciudad, a las diez horas y treinta minutos del diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, la cual consta la escritura pública de esa misma fecha, otorgada ante los oficios del notario José Salvador Molina Orellana, mediante la cual la señora ANABELL BAUTISTA TURCIOS DE SALGADO, recibió a título de mutuo de parte de la financiera CRECE, SOCIEDAD ANONIMA, la cantidad en colones equivalentes a ONCE MIL DOSCIENTOS UN DOLARES CON CATORCE CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, cantidad a pagadera en el plazo de quince años mediante cuotas mensuales sucesivas, devengando el interés no del quince por ciento anual como se manifiesta en la demanda, sino del veintidós por ciento anual, como consta en la respectiva certificación de la inscripción del instrumento notarial relacionado.1.3.2.- Que el actual titular del derecho sobre la obligación relacionada es el BANCO HSBC SALVADOREÑO, SOCIEDAD ANÓNIMA, en virtud de la fusión por absorción que hizo dicho banco sobre FINANCIERA DE CONSTRUCCION Y AHORRO SOCIEDAD ANONIMA, que a su vez fue ente absorbente de FINANCIERA CRECE, SOCIEDAD ANONIMA, titular original de la obligación. 2. FUNDAMENTOS DE DERECHO. 2.1.- La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por no haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales, de conformidad a lo prescrito en el artículo 2231 del Código Civil. 2.2.- De la disposición anotada se deduce que para que opere la prescripción extintiva o liberatoria, deben concurrir determinados presupuestos: el nacimiento de un derecho, la inactividad de su titular ante el ejercicio de ese derecho, y el transcurso del tiempo establecido en la ley, sin que hayan existido interrupciones ni suspensiones. Art. 2253 CC. 2.3- La prescripción extintiva encuentra su fundamento como medio para la consecución de la seguridad jurídica, por cuanto el transcurso prolongado del tiempo respecto de una relación jurídica, hace suponer que se ha abandonado o renunciado a los derechos que de ella se desprenden, convirtiendo así los hechos en derecho, y no dejando la situación de los mismos en una indefinición permanente. 2.4.- En la sentencia de primera instancia, la Juez A quo, sostiene que la declaratoria de prescripción de la obligación solicitada por el demandante, no se encuentra contemplada en la ley, ya que el marco jurídico invocado con la demanda, regula la prescripción de las acciones y no de las obligaciones 2.5.- Sin embargo, como se ha señalado en líneas anteriores, existen disposiciones diversas en el Código Civil, que contienen la regulación relativa a la extinción de las obligaciones, y otras relativas al tratamiento de las obligaciones, las cuales nos hacen desechar la tesis de la Juez A quo, disposiciones tales como: el artículo 1438 de dicho cuerpo normativo que en el ordinal 9° refiere que uno de los modos es a través de la “declaratoria de prescripción”. De igual forma, el artículo 134 inciso 3° ordinal 2° dispone que las obligaciones naturales, entre otras, son las “obligaciones civiles extinguidas por la prescripción”; disposiciones de las cuales fácilmente extraemos que el legislador ha contemplado que la institución de la prescripción extintiva opere sobre la obligación, y no sobre la acción. 2.6.- En ese orden, esta Cámara es del criterio que el término “prescripción de la acción” utilizado por el legislador en el contexto del Art. 995 Com. que a la letra refiere: “Prescribirán en cinco años las acciones derivadas de los contratos de crédito, contados a partir de la fecha del último reconocimiento de la obligación por parte del deudor; en el mismo plazo prescribirán los otros derechos mercantiles”, constituye un error de técnica legislativa, y que el término utilizado con propiedad, es en la sintonía de los artículos apuntados. 2.7.- La referencia histórica es una guía importante para entender el contexto y los alcances de la institución de la prescripción extintiva, puesto que si bien ésta tiene sus orígenes en el derecho romano, sistema en el cual se concebía como una institución aplicable a las acciones judiciales, hay que comprender que el sistema romano, más que sistema de derechos fue un sistema de acciones, el cual le dio más importancia a la discusión judicial en relación a los derechos subjetivos, que a la existencia material de los derechos y obligaciones. 2.8.- Sin embargo la referencia histórica de la prescripción extintiva debe complementarse con las múltiples discusiones teóricas posteriores, pasando de los autores Bernard Windscheid y TeodorMuther, primeros en cuestionar la casi inmutable idea romana, concibiendo al derecho de acción como uno absolutamente independiente del derecho subjetivo material, el que además está dirigido al Estado, a efectos de que este le conceda tutela jurídica a través de una sentencia favorable, posteriormente autores como OSCAR BÜLOW, cuyo aporte mas importante fue desarrollar la tesis del proceso como una relación jurídica de derecho público, independiente de la relación de derecho privado que se presenta entre las personas protagonistas del conflicto de intereses, quienes sentaron las bases para las teorías de GIUSSEPE CHIOVENDA, reconocido como el creador de la ciencia procesal civil, procesalista quien fue el primero en separar el concepto de acción, del derecho material y su conocida teoría que se resume en: "acción es el poder jurídico de dar vida a la condición para la actuación de la voluntad de la ley". Dice además: "La acción es un poder que corresponde frente al adversario, respecto del cual se produce el efecto jurídico de la actuación de la ley. El adversario no está obligado a ninguna cosa frente a este poder; esta simplemente sujeto a él. La acción se agota con su ejercicio, sin que el adversario pueda hacer nada para impedirla, ni para satisfacerla. Tiene naturaleza privada o pública, según que la voluntad de la ley cuya actuación produce tenga naturaleza privada o pública". Está teoría de separación entre el derecho de acción, y el derecho material, ha sido desarrollada por autores como CALAMANDREI hasta los más contemporáneos Carnelutti quien anotó: "Tan lejos están de confundirse el derecho subjetivo procesal y el derecho subjetivo material, que el uno puede existir sin el otro; yo tengo derecho a obtener del Juez una sentencia acerca de mi pretensión, aunque esta sea declarada infundada. La distinción entre los dos derechos atañe tanto a su contenido como al sujeto pasivo de ellos: el derecho subjetivo material tiene por contenido la prevalencia del interés sobre la litis, y por sujeto pasivo a la otra parte; el derecho subjetivo procesal tiene por contenido la prevalencia del interés en la composición de la litis, y por sujeto pasivo al juez, o en general al miembro del oficio a quién corresponde proveer sobre la demanda propuesta por una parte" hasta el más contemporáneo EDUARDO J. COUTURE considerado como la más elevada expresión del aporte sudamericano al pensamiento procesal mundial, quien anotó: "el derecho de acción en una sub especie del derecho de petición, al que considera como un derecho genérico, universal, presente en todas las constituciones de los pueblos civilizados, a través del cual se regula la relación del individuo contra el Estado y le concede al primero el derecho de exigir al segundo el cumplimiento de los derechos básicos que configuran la vida en sociedad". Define al derecho de acción como: "(...) el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una pretensión" 2.9.- Este recuento histórico nos lleva a la conclusión inequívoca que el derecho de ejercer una acción jurisdiccional es el derecho de acceso a los juzgados y tribunales solicitando que ejerzan la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, y no a obtener una respuesta sobre la base del derecho material de fondo, resultando imposible pretender en el ámbito del derecho procesal moderno prescribir la acción ya que lo que prescribe es la pretensión o la obligación civil que luego de prescribir se mutará a una obligación natural que no será posible exigirla civilmente. 2.10.- La acción es un derecho por definición "abstracto" que goza de protección constitucional según los Arts. 2 y 18 Cn., que se satisface con una resolución judicial que imponga de una respuesta satisfactiva al justiciable, sea favorable o desfavorable; es por ello que no podemos considerar que la acción per sé pueda considerarse prescrita cuando constituye un derecho personal que no dependen si asiste o no al solicitante, el derecho a exigir judicialmente una obligación, ya que este siempre podrá ejercer el derecho a la tutela del aparato jurisdiccional, en ejercicio legítimo del derecho de accionar, siendo el demandado a quien se impone el deber de oponerse a la ejecución de la obligación alegando la excepción de prescripción de la obligación, o la excepción de litispendencia o cosa juzgada, en caso de ya existir un pronunciamiento que declaró prescrita la obligación.2.11.- El autor Guillermo Ospina Fernández, sobre la discusión particular sobre si lo que prescribe es la acción o la obligación, sostiene un criterio similar al apuntado supra, al afirmar que una vez transcurrido el plazo para ejercer la acción ejecutiva, así como el de la acción ordinaria, no se extingue la acción, sino la obligación, la cual se extingue civilmente, y degenera consecuentemente en una obligación natural. 2.12.- Siendo entonces que esta Cámara no apoya la tesis de la sentencia de primera instancia, deberá estudiarse la concurrencia de los requisitos de la prescripción apuntados anteriormente. En primer lugar, ha quedado acreditada la existencia de una relación crediticia de la señora Anabell Bautista de Salgado, conocida por Anabell Bautista Turcios de Salgado, a favor de CRECE, Sociedad Anónima; Asociación de Ahorro y Préstamo; y que para garantizar dicha obligación se constituyó hipoteca sobre un inmueble propiedad de la demandante; relación que por las absorciones y fusiones descritas anteriormente ahora es parte del patrimonio de Banco HSBC Salvadoreño, S.A. 2.13.- Que dicha obligación fue asentada en la escritura pública número cinco de las diez horas y treinta minutos del día diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, ante los oficios del notario José Salvador Molina Orellana. 2.14.- Que dentro del contrato que ahí se contiene, en las principales cláusulas establece que la suma mutuada recibida por la señora Anabell Bautista de Salgado, conocida por Anabell Bautista Turcios de Salgado, sería pagada en el plazo de quince años a partir de la fecha en que fue otorgado; reconociendo sobre tal suma el veintidós por ciento de interés anual sobre saldos deudores. Asimismo se estableció en el documento que el plazo de dicha obligación caducaría volviéndose exigible en su totalidad en el supuesto de mora en el pago de las cuotas mensuales, de incumplimiento de cualquier otra de las obligaciones contenidas en el instrumento relacionado; entre otros casos. 2.15.- El plazo otorgado para el cumplimiento de la obligación en comento, venció el día diecisiete de agosto de dos mil cinco; es decir que hasta la fecha de la interposición de la demanda, han transcurrido más de seis años desde el día en que la obligación se volvió exigible, (dieciocho de agosto de dos mil cinco) con lo cual se cumple el primero de los requisitos mencionados, que corresponde al nacimiento de un derecho o acción. 2.16.- Por otro lado, se ha alegado la inactividad del acreedor, por lo que no habiéndose demostrado lo contrario, se desprende que dicha inactividad se ha mantenido (como se dijo en el párrafo anterior) por más de seis años, plazo en el cual no se ha probado que se haya reclamado la obligación. 2.17.- En ese sentido, se desprende que el plazo para ejercer las acciones derivadas del contrato de mutuo que consta en la escritura pública número cinco de las diez horas y treinta minutos del día diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, ante los oficios del notario José Salvador Molina Orellana, ya transcurrió, y siendo que la misma ya no es exigible por ninguna vía judicial, dicha obligación se extingue como civil, y deviene en obligación natural; por lo que habiéndose cumplido con los requisitos exigidos para la prescripción de la obligación derivada del mutuo antes relacionado, la misma deberá declararse prescrita. 3.- FALLO: Por todo lo antes expuesto, disposiciones legales citadas, y los artículos 1, 11 de la Constitución de la República, 2231, 2232, 2253 y siguientes del Código Civil, 1, 2, 12, 217, 240 y 310 del Código Procesal Civil y Mercantil, en nombre de la República de El Salvador, FALLO: REVOCASE LA SENTENCIA DEFINITIVA VENIDA EN APELACION, y en su lugar SE RESUELVE: a) DECLÁRESE HA LUGAR LA PRESCRIPCIÓN de la obligación derivada de la escritura pública número cinco de las diez horas y treinta minutos del día diecisiete de agosto de mil novecientos noventa, ante los oficios del notario José Salvador Molina Orellana, la cual correspondía en un mutuo hipotecario suscrito por la señora Anabell Bautista Turcios de Salgado, a favor de Crece, Sociedad Anónima, Asociación de Ahorro y Préstamo, ahora propiedad de Banco HSBC Salvadoreño, Sociedad Anónima, o Banco HSBC, Sociedad Anónima, o Banco Salvadoreño, Sociedad Anónima, o Bancosal, Sociedad Anónima, que puede abreviarse Banco HSBC Salvadoreño, S.A., o Banco HSBC, S.A., o Banco Salvadoreño, S.A., o Bancosal, S.A., indistintamente; por la suma de noventa y ocho mil diez colones; b) en consecuencia, CANCÉLESE LA HIPOTECA sobre el inmueble inscrito a la matrícula de folio real 01-037443-000, hoy trasladado a la matrícula número 60012092-A0014, Asiento de Inscripción número 2, del Registro de Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro. -Han concurrido con su voto a formar la presente sentencia los señores Magistrados Licenciada y Master ROSA MARGARITA ROMAGOZA DE LOPEZ BERTRAND, y Licenciado JOAQUÍN FRANCISCO MOLINA LINARES.- PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN VOTO EN DISCORDIA DE LA MAGISTRADO CONCEPCION ALVAREZ MOLINA. 4.1.-La prescripción es un instituto jurídico por el cual el transcurso del tiempo produce el efecto de consolidar las situaciones de hecho, permitiendo la extinción de los derechos o la adquisición de los mismos sobre las cosas ajenas. 4.2.- Para el caso que incumbe, la prescripción extintiva o liberatoria, es aquella mediante la cual se pierde el derecho de ejercer una acción por el transcurso del tiempo. Esta se produce por como sanción a la inacción del acreedor por el plazo establecido conforme la naturaleza de la obligación de que se trate y tiene como efecto privar al acreedor del derecho de exigir judicialmente al deudor el cumplimiento de la obligación, procurando la seguridad jurídica del deudor. 4.3.- Así lo establece literalmente el Art. 2231 y 2253 CC que respectivamente establecen “prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales.”…“La prescripción que extingue las acciones y derechos ajenos exige solamente cierto lapso de tiempo, durante el cual no se hayan ejercido dichas acciones” 4.4- La suscrita considera que si bien el Art. 1341 CC, como lo afirma el apelante, establece que las obligaciones civiles en otras son aquellas “que se extinguen por prescripción” según el numeral segundo de dicho artículo, lo cual podría interpretarse como que las obligaciones pueden ser objeto de un proceso declarativo de prescripción extintiva, y no solamente las acciones, hay que decir que esta aparente contradicción de técnica legislativa, en la que el legislador utiliza indistintamente los términos acción y obligación como posibles objetos de la prescripción extintiva, para superar este error que devendría de la interpretación literal y restringida de la norma, este tribunal acude a la interpretación integral del ámbito normativo de la prescripción extintiva, específicamente nos remitimos a lo establecido en el mismo Art. 1341 CC en su inciso 3º, que dice: “”” (obligaciones) Naturales las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento, pero que, cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas.”””””” 4.5.- Lo establecido en este artículo, conlleva a la inequívoca conclusión que la prescripción extintiva, no extingue la obligación propiamente dicha, sino que la convierte en una obligación natural; por lo cual si el deudor voluntariamente la paga no puede reclamar la devolución de lo entregado alegando que se trata de un pago sin causa, porque la obligación ha superado la prescripción, y subsistido posterior a ella como obligación natural y en virtud de ella el legislador autoriza retener lo pagado al acreedor. 4.6.- Y es que las obligaciones naturales si bien carecen de fuerza coercitiva para imponer su cumplimiento, la obligación natural es lícita, y posee asidero legal, aunque no goza de coercitividad, teniendo como único efecto jurídico que de existir el pago voluntario, éste no es luego repetible. 4.7.- Esta postura es la misma que sostiene la Sala de lo Civil de la Honorable Corte Suprema de Justicia, recogida en sentencias como la pronunciada el veintinueve de septiembre de dos mil diez, referencia 14-CAM-2010, la cual al efecto citamos: “”La prescripción es un instituto jurídico de orden público cuyo fundamento se vincula con consideraciones de utilidad y seguridad jurídica, entre ellas la certeza y consistencia de los derechos, por la cual el transcurso del tiempo produce el efecto de consolidar las situaciones de hecho, permitiendo la extinción de los derechos o la adquisición de las cosas ajenas. La prescripción no extingue la obligación sino que la priva del derecho de exigirla judicialmente, convirtiéndola en una obligación natural, por lo cual si el deudor voluntariamente la paga no puede reclamar la devolución de lo entregado alegando que se trata de un pago sin causa.””” (las negrillas son nuestras) 4.8.- Asimismo la sentencia relacionada plasma un argumento que comparte la Suscrita, relativo a que la institución de la prescripción tiene una naturaleza mayoritariamente sustantiva, aunque no puede encuadrarse exclusivamente dentro de este campo, ya que también posee una naturaleza procesal, debido a que si bien es un hecho regulado por el derecho sustancial, la prescripción solo puede alegarse dentro de un proceso ya sea como acción o excepción. 4.9.- Y es sobre esta doble naturaleza sobre la que fácilmente puede confundirse el objeto de una declaratoria de prescripción, sin embargo el texto del Art. 2231 C.C., es claro al disponer que la prescripción es un modo de extinguir las acciones y derechos ajenos por no haberse ejercido dicha acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales; concepto confirmado por el Art. 2253 C.C., el cual agrega en su inciso segundo: “se cuenta este tiempo desde que la acción o derecho ha nacido”; por lo cual, para entender la prescripción como modo extintivo de las obligaciones, debemos tener en cuenta, que las acciones que por ministerio de ley nacen de toda obligación civil, a favor del acreedor, son dos: a) La acción ejecutiva, que la obtiene el acreedor cuando la obligación consta en un documento al cual la ley le reconoce fuerza ejecutiva, otorgándole la facultad de exigir por la vía judicial el cumplimiento forzoso de la obligación; dicha acción nace cuando el deudor cae en mora en el cumplimiento de la obligación; y b) La acción declarativa, antes llamada acción ordinaria por el derogado Código de Procedimientos Civiles, que es la que obtiene el acreedor, en el caso en que la obligación no conste en un documento con fuerza ejecutiva, dándole derecho al acreedor para que pueda obtener mediante sentencia judicial, previa la prueba respectiva, la declaración de existencia de la misma y a su vez, la condena al demandado para el cumplimiento de la misma; o en aquellos casos en que no obstante el acreedor cuente con un documento probatorio de la obligación, este carezca de fuerza ejecutiva, puede mediante la acción declarativa, buscar de parte del Juez, la condena del demandado para el cumplimiento de la obligación; constituyendo la ejecutoria de la sentencia en ambos casos, el instrumento ejecutivo para exigir el cumplimiento forzoso de la obligación, o dicho de otra manera, el cumplimiento de la sentencia. 4.10.- De lo anterior se concluye que, al prescribir la acción, se extingue la obligación, procediendo por ello la cancelación de cualquier garantía, siempre y cuando haya trascurrido el plazo legal de la misma. 4.11.- De allí la imposibilidad objetiva de acceder a la pretensión del demandante, ya que el demandante no ha alegado la prescripción de las acciones que pudieren emanar de la obligación, y de esta última como consecuencia de la primera; sino que únicamente ha alegado la prescripción de la obligación, lo cual consiste evidentemente en un error en la interpretación del derecho que ha invocado la parte demandante como sustrato jurídico de su pretensión. 4.12.- Finalmente para abonar al anterior razonamiento, ya hemos dicho que la legislación civil y la uniformidad de la doctrina, plantea la posibilidad que de una misma obligación, pueden emanar diversas acciones, hay que recalcar que las mismas, por su diversa naturaleza están sujetas a distintos plazos. Por ejemplo, el artículo 2254 CC, establece que el plazo de la prescripción de la acción ejecutiva es de diez años, y veinte años para las acciones ordinarias o comunes. Por lo tanto, en el caso de una acción ejecutiva civil cuyo plazo sería de diez años, puede operar la prescripción sobre esta acción por el paso de esa cantidad de tiempo, y aún subsistir la acción ordinaria o común por otros diez años más, sin que se entienda que la obligación prescribió al paso de los primeros diez. El anterior razonamiento, sin perjuicio de que en el caso de estudio, existan o no acciones sujetas a términos distintos de prescripción. 4.13.- Entonces la Suscrita concluye que es atendible y apegada a derecho la posición de la Juez a quo vertida en la sentencia apelada, en el sentido que la pretensión incoada por el demandante carece de asiento legal, en virtud de que la legislación invocada, no es aplicable para la pretendida declaratoria de prescripción de la obligación, ya que lo que se encuentra regulado en nuestro ordenamiento jurídico es la prescripción de las acciones y derechos ajenos que pudieran emanar de la obligación – Art. 2253 CC.- , y no de la obligación en sí, la cual no es objeto de este instituto jurídico, naturalmente en el entendido que no se pierde el derecho de accionar al órgano jurisdiccional, sino el derecho a exigir judicialmente el cumplimiento de la obligación.4.14.- Asimismo sobre la petición de cancelación del gravamen hipotecario, debe correr la misma suerte, por tratarse de un pronunciamiento que se ha solicitado como consecuencia de la declaratoria de prescripción pretendida.4.15.- Finalmente la Suscrita también comparte lo dicho por la Juez A quo, en el sentido que no se trata de una pretensión jurídicamente intutelable, por lo que no existe improponibilidad de la demanda como lo sugiere la parte demandada, sino una falta de sustentación legal de la misma, suficiente para absolver al demandado de las pretensiones invocadas en su contra, ya que tampoco puede el juzgador suplir la equivocada sustentación, contradiciendo el Art. 218 CPCM, pues la sentencia no sería congruente con lo pedido en la demanda, “error in procedendo” o sentencia extra petita.4.16.- Por las razones expuestas, no obstante habiendo concurrido los señores Magistrados Licenciada y Master ROSA MARGARITA ROMAGOZA DE LOPEZ BERTRAND, y Licenciado JOAQUÍN FRANCISCO MOLINA LINARES, con un criterio distinto, no concurro a formar la presente sentencia. PRONUNCIADO POR LA SEÑORA MAGISTRADO LICENCIADA CONCEPCION ALVAREZ MOLINA.-