Grupo 1: Dios nos creó para que actuemos A. Pasa al frente y sostén en alto una piedra. Pide a un alumno que lea 2 Nefi 2:14 en voz alta. Antes de que él lea, pide a la clase que busque la descripción que Lehi hace de los dos tipos de cosas que Dios ha creado en los cielos y en la tierra. (“Cosas que actúan como aquéllas sobre las cuales se actúa”). Pregunta: ¿Cómo se relaciona este versículo con nosotros y con la piedra? (Nosotros fuimos creados para actuar y la piedra fue creada para que se actúe sobre ella. La piedra, como muchas otras creaciones, no puede actuar por sí misma). B. Pide a un alumno que lea la primera oración de 2 Nefi 2:16. Pregunta a la clase: En el plan de salvación del Padre Celestial, ¿por qué piensan que es importante que actuemos por nosotros mismos? Cuando los alumnos hayan dado sus respuestas, pregunta: ¿De qué manera a veces esperamos que se actúe sobre nosotros en vez de actuar por nosotros mismos? C. Escribe D. y C. 58:26–28 en la pizarra. Pide a la clase que busque ese pasaje y dirígelos para que todos juntos lo lean en voz alta. D. Pregunta: ¿Qué aprendemos de Doctrina y Convenios 58:26–28 en cuanto a actuar por nosotros mismos? ¿Qué podemos hacer a fin de estar anhelosamente consagrados a efectuar mucha justicia? ¿En qué momentos han visto que mediante su diligencia han efectuado mucha justicia? (Después de que uno o dos alumnos hayan respondido, tú también podrías compartir una experiencia). E. Comparte tu testimonio acerca de la importancia de actuar por nosotros mismos y procurar efectuar mucha justicia. Grupo 2: Atracción hacia lo bueno y atracción hacia lo malo A. Invita a un alumno a leer la segunda oración de 2 Nefi 2:16. Pregunta a la clase: ¿Qué significa la palabra atraer? (Invitar, persuadir, llamar). B. Pregunta a la clase: ¿Cuáles son algunas de las formas en que el Padre Celestial nos persuade a hacer lo bueno? (Los alumnos podrían mencionar las impresiones del Espíritu Santo, las bendiciones que se nos prometen por obedecer los mandamientos y las enseñanzas de los profetas modernos). C. Lee 2 Nefi 2:17–18 en voz alta e invita a los alumnos a que sigan la lectura en sus Escrituras. Pídeles que te digan qué pretende el diablo que seamos todos nosotros. (Desea que seamos miserables). D. Pregunta: ¿Qué puedes hacer para saber si lo que te atrae viene de Dios o viene del diablo? (Como parte de este análisis, podrías hacer referencia a Moroni 7:16–17). Después de que la clase haya dado sus respuestas, pregunta: ¿Cuáles son algunos ejemplos de las cosas que persuaden a las personas a hacer lo malo y que los conducen a la miseria? E. Comparte tu testimonio acerca de las persuasiones de Dios que conducen a hacer lo bueno y a la felicidad, y las persuasiones del diablo que llevan a hacer lo malo y a la miseria. Como parte de tu testimonio, sería bueno que compartieras una experiencia que demuestre cómo sabes que eso es cierto. Grupo 3: Somos responsables de nuestras decisiones A. Lee esta cita a la clase: “Eres libre de escoger y de actuar, pero no eres libre de escoger las consecuencias de tus hechos; dichas consecuencias quizás no sean inmediatas, pero siempre ocurrirán” (Leales a la fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 16). Pregunta: ¿Cuáles son algunos ejemplos de consecuencias que quizá no sean inmediatas, pero siempre ocurren? (Una de las respuestas podría ser que el cáncer aparece como consecuencia de fumar). B. Pide a los alumnos que lean 2 Nefi 2:26–27 en silencio y que busquen palabras y frases que hablen sobre las consecuencias futuras de las decisiones que tomamos ahora. Pide a los alumnos que den un informe de lo que hayan encontrado. (Las respuestas podrían incluir “el castigo de la ley en el grande y último día”, “la libertad”, “la vida eterna”, “la cautividad”, “la muerte” y “miserable”). Escribe las respuestas de los alumnos en la pizarra. C. Pregunta: ¿Por qué piensan que es importante que entendamos las consecuencias de nuestras decisiones en esta vida? Después de que los alumnos hayan respondido, pregunta: ¿Por qué el saber de estas consecuencias nos motiva a tomar decisiones correctas? D. Señala que en 2 Nefi 2:27, Lehi dice que “[somos] libres para escoger la libertad”. Pregunta: Según la experiencia de ustedes, ¿cómo el escoger con rectitud nos permite mantenernos libres para elegir? ¿Pueden dar ejemplos de eso? (Prepárate para compartir un ejemplo personal). E. Comparte tu testimonio en lo referente a que somos responsables ante Dios por nuestras decisiones y que nuestras decisiones siempre tienen consecuencias. Grupo 4: Escoger la buena parte A. Pide a un alumno que lea 2 Nefi 2:28 en voz alta. Pide a la clase que busque cuatro cosas que Lehi deseaba de sus hijos. Después de que hayan leído el versículo, invita a los alumnos a que compartan lo que hayan encontrado. B. Pregunta: ¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos confiar en el gran Mediador, Jesucristo, para que nos ayude a tomar decisiones correctas? C. Pide a un alumno que lea 2 Nefi 2:29 en voz alta. Pregunta a la clase: ¿De qué manera nuestras decisiones podrían darle poder al diablo para que nos tome cautivos? Como parte de este análisis, menciona que muchas tentaciones de Satanás se dirigen al “deseo de la carne” o nuestros apetitos físicos. Cuando las personas ceden a estas tentaciones, pueden volverse adictas a sustancias y comportamientos nocivos. Lee la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles: “De un simple experimento considerado inofensivo, puede desencadenarse un serio vicio. De las probaditas emergen los hábitos; de los hábitos sale la dependencia; de la dependencia resulta la adicción. Sus cadenas pesan sobre la persona en forma gradual, y sus eslabones que esclavizan son demasiado pequeños para que se les perciba, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlos… Más adelante, la adicción nos coartará nuestra libertad de elección” (véase Liahona, enero de 1989, págs. 6, 8). Comparte tu testimonio acerca de la forma en que la rectitud nos hace libres de los hábitos dañinos y las adicciones. D. Lee 2 Nefi 2:30 a la clase. Invítalos a que, mientras siguen la lectura, se centren en las palabras: “He escogido la buena parte”. Pregunta: ¿Qué nos enseñan estas palabras acerca de Lehi? E. Pide a los alumnos que mediten acerca de estas preguntas: ¿A quién conocen que haya “escogido la buena parte” como Lehi? ¿De qué formas les gustaría seguir el ejemplo de esa persona? Después de que los alumnos hayan tenido tiempo para meditar, pide a uno o a dos que compartan sus ideas. Luego comparte tus ideas.