Murro destacó aumento del seguro de paro CRONICAS 17 febrero 2006 BPS batió varios récords: en recaudación y afiliación de trabajadores, incluidos rurales El Banco de Previsión Social (BPS) cerró el 2005 con registros inigualados, ya que alcanzó por primera vez en la historia la afiliación de 1.100.000 trabajadores –dentro de ellos llegó a los 100.000 trabajadores rurales, cifra nunca alcanzada y duplicó el aumento de recaudación obtenida en 1998 y que era el récord anterior. Así lo informó a CRÓNICAS el presidente del BPS, Ernesto Murro, quien adjudicó estos auspiciosos resultados a la confluencia de distintos factores, como la confianza de la gente en la gestión del nuevo gobierno, la sensibilidad empresarial en torno a la formalización, la vigencia de los Consejos de Salarios y la negociación colectiva, junto con una mejor gestión del organismo en materia de inspecciones. También rescató el “aumento de personas protegidas” en cuyo marco, consideró favorable el aumento de personas en el seguro de paro. Sobre estos indicadores, reconoció que configuran “un dato espectacular”, como lo calificaron “los ministros Astori y Bonomi y el propio presidente de la República”, confesando que “estamos muy satisfechos de estos números”. Admitió que nosotros “no teníamos estas metas”, reconociendo que “si me hubiera consultado en marzo pasado”, habría dicho que “pensábamos que íbamos a mejorar la cantidad de personas protegidas por el BPS, que íbamos a mejorar la recaudación, pero no en estos guarismos”. “Por primera vez en la historia se supera el millón de afiliados – llegamos a 1.100.000 superando el récord anterior, que es de 1999 cuando tuvimos 980.000, pero cuando tomamos la administración estábamos en 970.000, lo que significa que en 9 meses la afiliación creció en 130.000 personas. Adicionalmente, estos registros incluyen otro récord histórico: por primera vez se superan los 100 mil afiliados en el sector rural”, reseñó. A su vez, subrayó que “si miramos la recaudación de estos últimos diez años –el dato es importante porque en 1995 entró en vigencia el nuevo sistema de la seguridad social- el crecimiento más importante se dio en 1998 con 5,2%”, mientras que en 2005 “el aumento, medido en dólares, fue prácticamente el doble: 10,2%”. “Así que duplicamos el récord anterior, pero en este caso veníamos con 5 años de caída constante en el nivel recaudatorio, entre 1999 y 2003 y un leve repunte en 2004”, rescató. Otra forma de medir este proceso es “en cuanto a la cantidad de puestos cotizantes, es decir lo que tiene que ver con las personas protegidas”, señalando en este plano que “en la última década con el nuevo sistema de seguridad social, el crecimiento más importante se había verificado en 2004 con 5,8%”, porcentaje que “también duplicamos el año pasado con 11,3%”. “En resumen estamos en el crecimiento más importante de recaudación seguramente más alto de la historia y en el número de afiliados, pero además también en el número de cotizantes o de personas protegidas como nos gusta decirlo”, sentenció. Aclaró que en lo que recauda el BPS para sí y para las AFAPs la mejora fue de 1.400 millones de pesos, unos 63 millones de dólares en 2005 en comparación con 2004, siendo el total de 49.000 millones de pesos. Estamos hablando de la recaudación específica del organismo, pero también recauda para otros, como el Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP) para la DGI y también lo hace para el Banco de Seguros, la Caja de Profesionales Universitarios y para Mevir. Murro hizo hincapié en que estas mejoras en la cantidad de afiliados, de personas protegidas y de recaudación, “también se refleja en otros indicadores”, ya que por ejemplo, “aumentó la cantidad de afiliados a las AFAPs por este motivo”, así como “aumentaron los afiliados a las mutualistas por obra de Disse”. “Estos 130 mil afiliados son una formalización de trabajo, porque lamentablemente no hemos logrado todavía una mejora en el empleo, pero aumentaron los afiliados a las AFAPs, hubo unos 60 mil nuevos afiliados a las instituciones de asistencia médica y creció la recaudación del IRP, que lo pagan los trabajadores formales y no aquellos que están en negro”, reflexionó. El Seguro de Paro Nuestro entrevistado sostuvo además, que la mejora en el seguro de paro, también se da “por un lado por la mejora general de afiliación” pero también “porque hemos flexibilizado el seguro de paro”. “Por resoluciones de Directorio del BPS, para trabajadores zafrales, rurales, de la pesca, temporarios, destajistas, se ha flexibilizado el acceso al seguro de paro, lo que ha determinado que tengamos más trabajadores protegidos. En función de esa flexibilización hubo un importante crecimiento del porcentaje de trabajadores protegidos por el seguro de paro en avicultura, caza, silvicultura y pesca, es decir los sectores con más trabajadores temporarios, que en abril-mayo era del orden del 10% y pasó al 68% en los meses subsiguientes de 2005”, detalló. Explicó que la tasa de desocupación se ha mantenido y ha crecido el número de trabajadores en seguro de paro, lo que significa que “ha aumentado la protección social de los trabajadores, lo que es un buen dato”, aunque obviamente “sería mejor que tuvieran trabajo”. “Pero partiendo del hecho que el trabajador está desocupado, cuanto más estén protegidos, mejor es, porque Uruguay tiene bajas tasas de esta cobertura. La tasa de protección histórica en seguro de paro, originalmente estaba en el orden del 15% pero vino descendiendo y estábamos en el orden del 7%. Con esto mejoramos esa tasa de trabajadores desocupados protegidos por el seguro de paro, por lo tanto es un buen indicador”, argumentó. Asimismo, indicó que “hemos pedido a la Asesoría General de Seguridad Social, un estudio interdisciplinario en el que participen economistas, contadores, sociólogos”, sobre este “sorprendente crecimiento”, procurando que “lo analicen a fondo para determinar en qué sectores se han producido, ingresos y edades de los trabajadores, si son jóvenes o más maduros, si son más hombres que mujeres o no”, porque “queremos profundizar en estos aspectos para el diseño de nuevas políticas” y estimó que seguramente “en marzo tendremos ese trabajo de la Asesoría terminado”. La confluencia de diferentes factores. Sobre la evolución de estos indicadores en general, Murro estimó que confluye “una cantidad de factores” como “una cierta expectativa y confianza de la sociedad en que se está tratando de hacer las cosas de otra manera” y una sensibilidad que “debemos agradecer para la formalización e inclusión en el sistema”, para lo cual “creo que han ayudado mucho los Consejos de Salarios y la negociación colectiva”, que no solo “han mejorado sensiblemente los salarios de los trabajadores” sino que también “contribuyen a la formalización y a la institucionalidad”, como lo evidencia que “se han creado casi 400 sindicatos nuevos”, al tiempo que también se asiste a “un fortalecimiento de las organizaciones empresariales”, que se refleja incluso “en las propias elecciones para el representante del sector en el Directorio del BPS”. Reconoció también la actitud del Directorio del BPS que “ha significado un aporte impulsando la campaña por la inclusión –como nos gusta llamarla y no contra la evasión, como no nos gusta roturarla”- destacando que “ha sido apoyada por todos sus integrantes”, más allá del “empeño puesto en tal sentido por los nuevos directores políticos”. Una mayor fiscalización Murro no dudó en señalar que la política de fiscalización también contribuyó a estos resultados, pese a que “todavía no está totalmente diseñada” y se le han señalado “carencias –con razónpor parte del FM”, en particular en “dos aspectos que son la fiscalización y la cobranza ejecutiva”. “Compartimos ese informe del Fondo y para mejorar estamos trabajando fuerte, habiendo realizado un convenio con la seguridad social española sin perjuicio de haber solicitado asesoramiento del FMI que llegará a través de una delegación que estará en el BPS seguramente el mes próximo”, apuntó. No obstante, consideró que el Banco ha mejorado “sensiblemente” la política inspectiva, “duplicando las inspecciones rastrillo zonales”, lo que “era un reclamo que teníamos de los sectores empresariales que con razón, se quejaban de que el BPS controlaba solamente las empresas registradas o formales”, consignando que “este mecanismo nos permite llegar a otros sectores” y además, “hemos aumentado en un 20% las inspecciones de temporada, habiendo detectado en la primera quincena de enero, un 40% de irregularidad”, lo que es un porcentaje “alto pero inferior al de años anteriores”, lo que en definitiva “es otro de los indicadores que muestra la creciente formalización”. “Se ha solicitado la clausura de algunas empresas y dos de ellas ya se han concretado, una de ellas en Carmelo y otra en Minas, en el primer caso se alcanzó una solución muy razonable, porque luego de la clausura las nuevas autoridades de la empresa hicieron un acuerdo con el BPS y hasta agradecieron su actitud. En este momento tenemos un par de solicitudes de clausura en Maldonado en trámite judicial, en un caso una empresa hacía 4 años que no pagaba al BPS y en el otro –ambas son empresas importantes- hacía un año que no cumplía sus obligaciones, pero también se detectó ocultación de personal y subdeclaración, de todas formas, hay negociaciones para el pago con una de esas empresas pero ojalá todo se resuelva de la mejor manera posible”, reseñó. Políticas de complementación Por otra parte, Murro hizo hincapié en el balance de “complementación que realiza el organismo”, puntualizando que paralelamente a la política de defensa de los beneficios del trabajador y “articulada con ésta, tenemos la propuesta de cambios de normas”. A modo de ejemplo, recordó que por un lado, “hemos mejorado la afiliación en el sector rural”, pero también “propusimos mejoras en el seguro de paro para el sector, a través de resoluciones del Directorio y de decretos ministeriales”, así como “tenemos por primera vez en la historia más de 40 mil trabajadoras domésticas registradas” y al mismo tiempo, “el Directorio resolvió apoyar por unanimidad”, el proyecto de ley que se elabora en la comisión tripartita que funciona en el MTSS para darle a las trabajadoras domésticas “derecho al seguro de paro, horario de trabajo y descanso”. “El Directorio ha sido el principal impulsor del proyecto de ley de inclusión, regularización de adeudos y bonificación de buenos pagadores; tenemos la satisfacción que fue aprobado el 28 de diciembre en el Senado y confiamos que será tratado en las primeras sesiones en Diputados”, abundó. El presidente del BPS no dudó en calificar esta iniciativa como “fundamental” para el funcionamiento del organismo, por cuanto “va a permitir la inclusión en el sistema, de miles de personas que hoy no están”, así como que “empresas paguen deudas que hoy son impagables y nosotros cobremos deudas que hoy son incobrables” y al mismo tiempo “va a posibilitar que mucha gente se jubile, con expedientes que hoy están trancados por deudas de pequeños empresarios y pequeños productores”. Subrayó que “estos son algunos ejemplos de propuestas, de cambios de normas que se están planteando paralelamente” y en ese marco de complementación citó las “políticas de fiscalización que estamos construyendo con asesoramiento internacional y con el aporte de nuestros funcionarios y jerarcas”, pero junto con las cuales y al mismo tiempo “estamos proponiendo cambios normativos”. Agregó que lo mismo pasa en el sector construcción, con aspectos que “han tenido cierta trascendencia en alguna prensa en este verano”, donde se han facilitado “los trámites para las obras de menor cuantía, para las obras que se construyen con mano de obra benévola y autoconstrucción”, pero además, “estamos impulsando desde noviembre –es decir desde antes que arrancara esta situaciónun proyecto de ley que en la discusión que se da en el Parlamento “hay un interesante aporte del senador Lara que estamos compartiendo y que se nutrirá con otros aportes” que surgirán “ahora en el análisis de la iniciación con las cámaras de la construcción y el Sunca”. Adelantó que el BPS le incorporará al texto original algunas modificaciones, para “flexibilizar lo relacionado con las tareas de mantenimiento en construcción de menor cuantía”, con lo cual “lo que no se hizo en los 30 años que tiene de vigencia la ley, podamos irla adecuando a partir de las nuevas experiencias”, favoreciendo “los derechos de los trabajadores y la inclusión en el sistema”.