LAS MAQUILADORAS DE EXPORTACION EN MEXICO

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LAS MAQUILADORAS DE EXPORTACION EN MEXICO:
EVOLUCION INDUSTRIAL, AGLOMERACIONES Y SEGURIDAD E HIGIENE
Jorge Carrillo1
El Colegio de la Frontera Norte
Noviembre del 2000
CONTENIDO
Primera Sección. La evolución de la Industria Maquiladora en México.
1.
Antecedentes e Importancia de la IME
2.
Estructura de la IME
a) Origen de capital de las empresas maquiladoras
b. Localización de las empresas maquiladoras y especialización territorial
c) Especialización sectorial y productiva
3. Las corporaciones tranacionales y la evolución de la IME
a) El significativo rol de las corporaciones transnacionales
b) Las generaciones de maquiladoras
4. Calidad en el empleo en la IME
a) Empleo
b) Costos laborales, productividad e indicadores de competitividad
c) Salarios y prestaciones
d) Jornadas de trabajo y riesgos de trabajo
e) Rotación en el trabajo
f) Relación entre cambios laborales e integración económica regional.
g) Sindicatos
5. Conclusiones
Segunda Sección. Casos Regionales de Aglomeración
1. Características económicas de Tijuana, Juárez y Matamros
2. El caso de Ciudad Juárez
3.. El caso de Tijuana
4. A manera de conclusión
Tercera Sección. Resultados Sectoriales Preliminares de la Encuesta Mejoramiento en la Calidad
en el Empleo de la IME
1. Características Generales de los establecimientos.
2. Acerca de la Seguridad e Higiene en el Trabajo
1
Bibliografía
Anexos
1 Documento preparado para el Proyecto Mejoramiento de las Condiciones de Empleo en la Industria Maquiladora,
Colef, con financiamiento de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Derechos de autor reservados para Jorge
Carrillo. 2000.
2
PRIMERA SECCION
LA EVOLUCION DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA EN MÉXICO
1. Antecedentes e Importancia de la IME
Con la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre
México, Estados Unidos y Canadá ha surgido un enorme interés por conocer mejor la industria
maquiladora de exportación (IME) en México. Este interés se basa no sólo en la importancia que
tiene este país dentro de las Zonas Francas de Exportación (EPZ’s) en el nivel internacional, sino
particularmente por el pronóstico de que una mayor inversión directa de los países altamente
industrializados se dirija hacia México para aprovechar la virtual desaparición de aranceles y el
bajo costo de la mano de obra, con el fin de penetrar el mercado norteamericano y
latinoamericano.
La IME surgió en México en 1965 como una combinación de dos instrumentos
gubernamentales: Por un lado, se establecieron las tarifas arancelarias
806.30 y 807.00
(posteriormente sistema armonizado HTS 9802) en Estados Unidos, las cuales permiten exportar
e importar componentes libres de impuestos, excepto del valor agregado realizado afuera del país,
cuando los mismos tengan un origen norteamericano y hayan sido enviados al extranjero para su
ensamble y regreso a este país. Por otro lado, se estableció el Programa de Industrialización
Fronteriza en México mediante el cual se permitía
tanto la importación de insumos y
componentes hacia México, como la exportación de los mismos libres de impuestos, excepto el
valor agregado en este país. El programa maquilador que permitía la entrada de empresas 100%
extrajeras (mientras que la industria manufacturera permitía sólo el 49%), apareció oficialmente
como una respuesta para combatir rápidamente el desempleo en la zona fronteriza del norte de
México, así como para mitigar los efectos derivados al respecto por la terminación del Programa
de Braceros en 1964. Se argumentaba que las maquiladoras vendría a dar ocupación al fuerte
desempleo masculino. No obstante estos objetivos oficiales, desde la perspectiva de los
inversionistas extranjeros, la idea fue aprovechar una abundante mano de obra con bajo costo
3
relativo, con el fin de reducir los altos costos laborales en Estados Unidos y detener la espiral de
aumentos salariales y en prestaciones derivados de los fuertes sindicatos pertenecientes a la AFLCIO. Estudios de factibilidad de importantes empresas de consultoría como Artur D’Little Inc.
recomendaban ocupar una mano de obra nueva en el mercado laboral, disponible para laborar con
bajos salarios y prácticamente inagotable: las mujeres jóvenes (Frobel, et al. 1981; Carrillo y
Hernández, 1985).
En menos de tres décadas, el programa que inicialmente fue concebido como una medida
de emergencia fue transformado en un programa transitorio “pero necesario”; para pasar a
convertirse en la base del desarrollo industrial regional y, desde finales de la década pasada, en el
caso mas exitoso del modelo de industrialización exportador en México, esto es, en uno de los
pocos núcleos dinámicos de las exportaciones no tradicionales y altamente competitivos en el
nivel internacional.
La IME es una de las actividades económicas más dinámica en México. Su importancia
puede resumirse en los siguientes aspectos:
i. Su creciente importancia relativa en el contexto nacional: es una de las tres primeras
fuentes de divisas del país (generó 9,411 millones de dólares entre enero-julio del 2000 mientras
que el petróleo alcanzó 9,041) y su participación en el empleo es cada vez más alta (alcanza ya a
4.1 de cada 10 empleados en la manufactura –y 5.0 en la industria automotriz). Las exportaciones
de maquila tienen un peso muy superior al resto de las actividades económicas, como se puede
observar en la Gráfica 1. Las exportaciones maquiladoras, dentro de las exportaciones
manufactureras,
aumentaron del 16% en 1980 al 46.7% en 1996, llegando actualmente a
representar el 40.6% de las exportaciones totales en México.
4
Gráfica 1
Exportaciones por Sectores, 1998
Industria
Manufacturera
90%
Industria
Extractiva (incluye
petróleo)
6%
Resto
Empresas
4%
Grandes
Empresas
41%
Maquila
45%
Agro y
Ganadería
4%
Las exportaciones se concentran en las
maquiladoras y unas pocas grandes empresas
Fuente: Tomado de Finanzas de Ejecutivos , año XXIX, no. 5
ii) Su gran dinamismo (caracterizado por un constante crecimiento en sus variables
económicas, en particular a partir del TLCAN). El crecimiento en el valor agregado, el empleo
y el número de establecimientos ha sido sostenido en más de veinte años y a partir del TLCAN la
velocidad de cambio se ha intensificado considerablemente (Gráfica 2).
Gráfica 2
Crecimiento de las Maquiladoras
1980=BASE 100
4000
3000
2000
1000
0
1980
Plantas
1985
1990
Empleo
1995
2000
2004
Valor Agregado
FUENTE: Elaboración del autor con base en datos del INEGI y CIEMEX-WEFA, 2000
5
iii) Su proceso de modernización industrial y enriquecimiento de los contenidos del
trabajo, lo cual ha derivado en (a) una mayor productividad y competitividad de muchas de sus
empresas y de sus empleados, (b) en un proceso de aprendizaje organizacional e individual, y (c)
en una creciente transferencia de tecnología.
Todo ello da cuenta de la enorme importancia económica que implica la industria
maquiladora para México. En otras palabras, sin la presencia de esta industria aumentarían
sustancialmente las tasas de desempleo en ciertas regiones y la balanza comercial sería mucho
más negativa2.
En cuanto a la inversión extranjera directa (IED) en la industria maquiladora, su monto
aumenta particularmente con el TLCAN, a un ritmo de $1,707.8 millones de dólares promedio
anual. Representa actualmente la cuarta parte, aproximadamente, de la IED total en México y,
desde 1994 a la fecha, la IED acumulada alcanzó los $11,710.4 millones de dólares como se
desprende del cuadro siguiente.
Cuadro 1
Inversión Extranjera Directa en la IME (millones de dólares)*
1994
894..8
1995
1,366.3
1996
1,416.5
1997
1,680.6
1998
2,110.5
1999
2,778.0
2000**
1,463.7
*Inlcuye sólo inversión en activos fijos importados.
** Periodo Enero-Junio
FUENTE: Datos tomados de Christman, 2000. Con base en datos de
SECOFI y Banco de México
En forma conjunta podemos observar que la manufactura en México ha perdido peso
frente a la creciente y dinámica industria maquiladora. De tal suerte que se verifica un claro
proceso de maquilización en México. En primer lugar por que cada año hay nuevas plantas que
generan más empleos (los ritmos de crecimiento andan en el orden del 13% anual), pero quizás de
mayor importancia en este proceso es la importancia relativa que va adquiriendo la maquiladora
6
en relación a la manufactura en particular y a la actividad económica en general. El Cuadro 2 nos
permite observar cuatro indicadores que dan cuenta del proceso de maquilización. Desde 1994
hasta la fecha, la velocidad de cambio en el crecimiento económico real de la maquiladora ha sido
varias veces mayor que la industria no maquiladora. Por su parte la inversión extranjera directa en
maquiladora pasó de representar el 6% al 24% entre 1994 y 1999. En cuanto a la participación de
la maquiladora en la balanza comercial ésta creció de 35.5% a 40.6% entre 1994 y 2000. Y
finalmente, la participación en el empleo manufacturero aumentó de 22.4% a 38.1%,
respectivamente.
Cuadro 2
Impacto del TLCAN en la Industria Maquiladora de Exportación
Velocidad de producción
Inversión
Comercio
(a)
(b)
(c)
1994
10.5
6.0
35.5
1995
24.1
14.4
36.7
1996
8.0
14.5
36.4
1997
6.9
12.3
37.0
1998
3.2
18.7
39.3
1999
7.2
24.0
40.9
2000
8.2
21.9
40.7
Nota: a) Velocidad de cambio del valor de la producción de la IME en relación a la manufactura
b)
Participación de la IME en la IED
c)
Participación de la IME en la balanza comercial
d)
Participación en el empleo manufacturero
FUENTE: Elaboración del autor con base en datos del INEGI y Banco de México presentados
por John Christman (CIEMEX-WEFA) 2000.
Empleo
(d)
22.4
27.7
32.1
35.0
36.8
41.3
38.1
A pesar de su gran crecimiento absoluto y relativo dentro de la economía nacional descrito
con anterioridad, los componentes y materias primas provenientes de empresas establecidas en
México (a los que se denominan “insumos nacionales”) permanecen con un bajo nivel. En casi 35
años de industrialización maquiladora no han logrado rebasar el 2% como promedio nacional.
Este hecho, aunado a su gran relación y dependencia hacia las casas-matrices y los clientes en el
extranjero, ha llevado a que se argumente que su contribución a la economía mexicana ha sido
prácticamente nula en términos del desarrollo industrial nacional, el crecimiento tecnológico y el
desarrollo regional. Esto contrasta con las ventas al mercado interno, las cuales pueden ser de
hasta un 75% del valor de la producción y para inicios del 2001 podrán ser del 100%.
2
Entre enero y julio del 2000 la balanza comercial total fué de –3,325 millones de dólares. Mientras que la de la
7
Sin embargo, la apreciación de baja integración nacional en cierta forma es parcial ya que
no da cuenta clara de la dinámica de crecimiento de la IME, ni de las nuevas condiciones de
operación de dicha industria estimualdas por el TLCAN. Estas condiciones están forzando a
modificar y fortalecer, en varios casos, las cadenas de proveedores directos locales/regionales y
el enriquecimiento en las actividades desarrolladas. Existen también casos de empresas pequeñas
mexicanas existosas, las cuales son un buen ejemplo de las potencialidades de este proceso de
vinculación productiva no contabilizada.
La IME surge desde sus inicios vinculada a la economía norteamericana. Al inicio toda la
producción tenía que ser necesariamente exportada, y se prohibia la venta de sus productos al
mercado nacional con el fin de proteger a las industrias establecidas en México. Para 1977 se
permite las ventas en un 20%, pero siempre y cuando se demuestre que no existen esos productos
dentro de la industria nacional, o que ésta no tiene capacidad de producirlos. Posteriormente se
amplió este procentaje para llegar al 40%. No obstante esta situación, prácticamente toda la
producción continúa siendo exportada hacia Estados Unidos, aunque se observan importantes
cambios en algunas empresas derivado de estrategias mas agresivas de penetración en otros
mercados (por ejemplo, el 10% de la producción de Samsung se dirige hacia México y un 30%
hacia otros países latinoamericanos).
Sin embargo, las nuevas condiciones de operación de la IME bajo el TLCAN, en especial
su Artículo 303, modifican los aranceles con las reglas de origen y los impuestos al considerarla
como industria mexicana, todo lo cual está fortaleciendo las cadenas de proveedores locales
(extranjeros y mexicanos) y la descentralización de los mercados de exportación.
2. Estructura de la IME
industria maquiladora fué de 9,411 millones de dólares.
8
a) Origen de capital de las empresas maquiladoras
Originalmente la IME estuvo basada en empresas extranjeras de capital estadounidense, y
algunas pequeñas plantas mexicanas. Este patrón cambió fuertemente a lo largo del tiempo. Para
fines de los años noventa las empresas con capital extranjero representaban tan sólo el 60% del
total de los establecimientos y las empresas con capital nacional el 40% restante. De las empresas
extranjeras, el capital estadounidense concentraban a cerca del 50%, y un poco más del 10%
estaba en diversos países, sobresaliendo los capitales japonés y alemán.
Si bien un gran número de establecimientos maquiladores son de capital mexicano (45%
en febrero de 1995) éstos han disminuido ligeramente (40.2% en mayo de 1999). En las ramas
mas dinámicas (electrónica, autopartes y confección) que son las que concentran a nivel nacional
el 72.8% del valor agregado y el 73.4% del empleo maquilador, la participación de la inversión
extranjera directa ha sido fundamental y creciente - con excepción de la confección: alrededor del
81% de las plantas electrónicas y 78% de las autopartistas en 1997 tenían capital extranjero, y del
orden del 81% y 100% en 1999, respectivamente (Gráfica 3).
No obstante la participación de capital mexicano, el empleo y el valor agregado se
mantiene fuertemente concentrado en compañías extranjeras, principalmente en transnacionales,
como Delphi, General Electric, Hewlett-Packard, Matsuchita, Ford, Chrysler, Sony, Samsung y
Thompson, entre muchas otras.
La participación extranjera asiática
Es claro que la inversión extranjera directa en plantas maquiladoras ha tenido un origen
preponderantemente americano (45% en febrero de 1997 y 48% en mayo de 1999)3 El Cuadro 3
3 Dado que no existen estadísticas acerca del origen del capital, aquí se utiliza el Directorio Electrónico de la
Industria Maquiladora de Exportación de la Secofi. Se trata de un excelente registro de empresas operando ante esta
Secretaría. Sin embargo, este registro presenta varios problemas, entre los que destacan: 1. establece mucho mas
establecimientos de los que arroja el INEGI ; 2. los porcentajes de capital extranjero y su origen declarado por las
9
muestra el valor de la IED por origen de capital y es clara la preponderancia del capital
americano. Sin embargo, las firmas asiáticas cobran cada día una mayor relevancia: pasaron de
154 a 230 establecimientos en ese mismo período.4 Cabe señalar que si bien los países asiáticos
han aumentado considerablemente su participación, no ha sido sólo Japón el que ha penetrado el
programa maquilador u otro programa orientado a la exportación, sino otros países como los NICs
con salarios mas de dos veces superiores a los de México e incluso países emergentes con salarios
mas bajos que en México.5
Gráfica 3
México: Participación extranjera en los establecimientos maquiladores según ramas específicas
E L E C T R O N IC A
F E B R E R O 1997
M A Y O 1999
E X TR A N JE R A S
81%
E X T R A N JE R A S
19%
81%
19%
M E X IC A N A S
M E X IC A N A S
AU TO PA R TES
M A Y O 1999
F E B R E R O 1997
E X TR A N JE R A S
78%
22%
M E X IC A N A S
E X TR A N JE R A S
100
%
firmas no siempre reflejan con claridad este asunto. Por ejemplo, muchas de las empresas asiáticas cuentan con una
división en Estados Unidos lo cual hace que sea declarado como americano el capital en vez de japonés (esto, por el
contrario, nunca aparece en las encuestas); 3. existen empresas claramente transnacionales en donde a través de
prestanombres o de empresas nacionales se registran en México. De esta manera, pueden tener una mayoría de capital
nacional pero realmente ser extranjeras. Y 4. la información sobre empleo u otras variables puede estar equivocada.
Por estas dificultades, decidimos incluir con capital extranjero a cualquier establecimiento maquilador en donde el
origen de capital sea distinto a 100% nacional. No obstante esta metodología cabe mencionar que el 78% de los
establecimientos asiáticos tuvieron más del 50% de origen de capital asiático.
4 Para la SECOFI, al igual que para el INEGI, establecimiento significa de hecho razón social. De esta manera, un
establecimiento puede tener una o muchas plantas. Aqui utilizamos en algunas ocasiones el término de planta, aunque
en realidad se trata de establecimientos.
5 México tiene salarios 1 vez superiores a los de Filipinas y 10 veces mayores que los de China
10
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora
de Exportación, SECOFI, febrero y mayo de 1999.
En mayo de 1999 existían 94 establecimientos japoneses, 110 pertenecían a los NICs
(Corea, Hong Hong, Singapur y Taiwán) y 25 a los países emergentes (Filipinas, India, Vietnam y
China) (Gráfica 4). Estos países asiáticos empleaban a 57,000 empleados (Japón), 20,603 (NIC’s)
y 2,820 (emergentes) (Secofi, 1995, 1999). En particular las reglas de origen bajo NAFTA han
llevado a reconsiderar la apertura de un número mayor de plantas, particularmente abastecedoras
de insumos.6
La historia de la inversión asiática en maquiladoras inicia en los ochentas. Primero
llegaron las plantas japonesas durante la década pasada (56.5% del total de establecimientos en
mayo de 1999), un poco después se establecieron firmas de los dragones (Corea y Taiwán). Y
finalmente, ya establecido el TLCAN llegaron los países emergentes (Hong Kong, Filipinas y
particularmente China). Sobresale en este proceso Japón quien continuó su fuerte presencia (42
plantas de 1994 a 1998), Corea quien abrió 54 plantas en este período (74% del total de
establecimientos coreanos maquiladores) y China con 17 plantas o el 85% de las plantas a partir
del TLCAN. La Gráfica 4 muestra la distribución de establecimientos por país asiático de origen
y el Cuadro 3 la importancia de la inversión asiática desde que fue establecido el TLCAN.
Total
1994
10,558
Cuadro 3
Inversión Extanjera Directa en la Industria Maquiladora*
(millones de dólares)
E. U.
Japón
Otros
Europa
Canadá
Asiáticos
Occidental
4,870
631
2,117
1,957
740
Otros países
240
6 Según Barajas (1999) la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno de Baja California mencionó que 40
empresarios de Singapur visitaron Tijuana, de marzo a octubre de 1999, con el objetivo de considerar la posibilidad
de instalar empresas proveedoras de insumos.
11
1995
8,183
5,355
156
487
1,943
170
71
1996
7,636
5,137
139
619
1,144
515
80
1997
11,721
7,183
350
764
3,050
224
151
1998
7,467
4,923
97
386
1,855
165
41
1999
11,061
6,540
1,225
547
2,080
592
77
2000p
7,135
5,178
315
191
1,216
199
35
* Incluye toda la inversión extranjera, incluyendo actios importados.
PPreliminario, oficial al 30 de junio. Solamente enero-junio.
FUENTE: John Christman (2000). Tomado del VI Informe del Presidente a a la Nación. Anexos, p. 133,
septiembre del 2000. Información procedente del Registro Nacional de Inversión Extranjera, SECOFI.
Gráfica 4
México: Establecimientos maquiladores de origen asiático
Taiwán (27)
12%
China (20)
9%
Hong Kong (7)
3%
Filipinas (3)
1%
Corea (74)
32%
Singapur (2)
1%
Japón (94)
42%
Vietnam (1)
0%
India (1)
0%
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de
Exportación, SECOFI, mayo de 1999.
Sobresale las ramas de la electrónica, las autopartes y el vestido dentro de este flujo de
inversión asiática. En la electrónica se encuentran 99 plantas con 43,122 empleos, en las
12
autopartes se tienen 11 y 10,857 trabajadores y en la industria de la ropa hay 36 plantas con 9,003
ocupados. La Gráfica 3 muestra la importancia creciente de la IED en la rama de la electónica y
de las autopartes.
b) Localización de las empresas maquiladoras
El impacto territorial de la IME ha estado muy concentrado en la frontera norte de
México (Gráfica 5), aunque hay que reconocer que éste se ha diversificado a lo largo del país
(Cuadro 4). Para mayo del 2000 operaban 3,550 establecimientos maquiladores en México,
concentrándose en los municipios fronterizos el 60.6% de éstos, el 62.6% del empleo y el 78.6%
del valor agregado (Ciemex-Wefa, 2000). Hasta 1977 las empresas maquiladoras tenían que
establecerse en la frontera norte de México, pero a partir de ese año han podido localizarse en
cualquier parte del territorio mexicano. Primero empezaron a ubicarse en ciudades del norte de
México no fronterizas y, posteriormente, en otras localidades del resto del país. Para 1975 el 14%
de las empresas se encontraban en municipios del norte no-fronterizos y el 9% en ciudades del
“interior”; pero para abril del 2000 esta relación era de 17.0% y 23.2%, respectivamente.
No obstante lo anterior, la mayoría de las plantas, o el 59.7%, continúan estableciéndose
en las áreas urbanas de la frontera norte principalmente en Tijuana y Ciudad Juárez, donde se
concentra el 33.3% del empleo en el nivel nacional (Ciemex-Wefa, 2000).
Gráfica 5
México: Importancia de la Frontera Norte
90
80
70
60
50
empleo
40
plantas
30
20
valor agregado
13
10
0
1981 1985 1990 1995 1999 2001
De acuerdo al valor agregado generado por las maquiladoras algunas ciudades fronterizas
guardan un rol central: Ciudad Juárez (19.6% del total nacional) y Tijuana (14.1%) están en el
primer lugar y muy por encima de Reynosa (5.6%), Matamoros (5.1%), Mexicali (4.6%) y
Nogales (3.0%), que mantienen el segundo lugar. En términos de la generación de empleo, la
ciudad que concentra el mayor volumen es Juárez (253,400 empleados en junio del 2000), y en
segundo nivel se encuentra Tijuana (189,100). El Area Metropolitana de Monterrey, Reynosa y
Matamoros tienen cada una alrededor de 70,000 empleados (Cuadro 5). Si bien las ciudades
fronterizas pierden importancia relativa dentro del conjunto del empleo maquilador en México,
aún mantienen la mayoría de los trabajadores. Mientras que en 1981 prácticamente 9 de cada 10
empleos en la IME se encontraban en los municipios fronterizos, en abril del 2000 aún se ocupan
seis.
CIUDAD
TOTAL
Tijuana
Ciudad Juarez.
Mexicali
Matamoros
Nogales
Reynosa.
Monterrey
Subtotal
Otras Ciudades
PORCENTAJE
TOTAL
Tijuana
Ciudad Juarez
Cuadro 4
Industria Maquiladora de Exportación. Plantas por ciudad (1975-2000)
1975
1980
1985
1990
1995
2000 (abril)
454
620
760
1703
2130
3550
99
123
192
414
477
772
86
121
168
238
237
307
67
79
75
122
121
191
40
50
35
89
94
119
38
59
49
69
65
91
11
17
27
53
76
129
0
0
0
29
30
153
341
449
546
1014
1100
1762
113
171
214
689
1030
1788
100.00
21.81
18.94
Mexicali
14.76
Matamoros
8.81
Nogales
8.37
Reynosa
2.42
Monterrey
0.00
Otras Ciudades
24.89
CRECIMIENTO PROMEDIO
ANUAL
TOTAL
Tijuana
100.00
19.84
19.52
100.00
25.26
22.11
12.74
9.87
8.06
4.61
9.52
6.45
2.74
3.55
0.00
0.00
27.58
28.16
1975-1980 1980-1985
7.31
4.85
4.52
11.22
100.00
24.31
13.98
100.00
22.39
11.13
7.16
5.23
4.05
3.11
1.70
40.45
1985-1990
5.68
4.41
3.05
3.57
1.40
51.64
1990-1995
24.82
23.13
5.01
3.04
100.00
21.74
8.64
5.38
3.35
2.56
3.63
4.30
50.36
1995- 2000 (abril)
13.7
12.8
14
Ciudad Juarez
8.14
7.77
8.33
-0.08
Mexicali
3.58
-1.01
12.53
-0.16
Matamoros
5.00
-6.00
30.86
1.12
Nogales
11.05
-3.39
8.16
-1.16
Reynosa
10.91
11.76
19.26
8.68
Monterrey
0.00
0.00
21.4
1.2
Otras Ciudades
10.27
5.03
26.6
8.5
FUENTES: Elaboración deL autor a partir de:
INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986,
1991-1996 Y julio 1999 .
CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.
7.2
12.2
6.1
8.8
14.5
10.0
16.6
1978-1988;
Cuadro 5
Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por ciudad (1975-2000)
CIUDAD
1975
1980
1985
1990
1995
TOTAL
67,214
119,546
211,968
460,290
648,263
Ciudad Juarez
19775
39402
77592
122231
153322
Matamoros
9778
15231
20686
38360
43655
Tijuana
7844
12343
25913
59870
93899
Mexicali
6324
7146
10876
20729
25722
Nogales
6794
12921
14539
19714
21454
Reynosa
1255
5450
12761
24801
39304
Monterrey
0
0
0
5064
9742
Subtotal
51770
92493
162367
468199
387098
Otras Ciudades
15444
27053
49601
7909
261165
PORCENTAJES
TOTAL
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Ciudad Juarez.
29.42
32.96
36.61
26.56
23.65
Matamoros
14.55
12.74
9.76
8.33
6.73
Tijuana
11.67
10.32
12.22
13.01
14.48
Mexicali
9.41
5.98
5.13
4.50
3.97
Nogales
10.11
10.81
6.86
4.28
3.31
Reynosa
1.87
4.56
6.02
5.39
6.06
Monterrey
0.00
0.00
0.00
1.10
1.50
Otras Ciudades
22.98
22.63
23.40
1.71
40.28
CRECIMIENTO PROMEDIO
1975-1980
1980-1985
1985-1990
1990-1995
ANNUAL
TOTAL
15.57
15.46
23.43
8.17
Ciudadjuarez.
19.85
19.38
11.51
5.09
Matamoros
11.15
7.16
17.09
2.76
Tijuana
11.47
21.99
26.21
11.37
Mexicali
2.60
10.44
18.12
4.82
Nogales
18.04
2.50
7.12
1.77
Reynosa
66.85
26.83
18.87
11.70
Monterrey
0.00
0.00
40.6
15.1
2000 (abril)
1’243,117
235300
63600
179000
56500
38200
69800
65700
708100
535017
100.00
18.92
5.11
14.39
4.54
3.07
5.61
5.28
43.03
1995-(abril)
2000
17.7
11.3
10.0
17.7
21.9
15.6
15.9
22.5
15
Otras Ciudades
15.73
15.11
25.8
10.7
22.1
Nota: El promedio fue obtenido del dato de inicio y fin del período.
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986, 1978-1988;
1991-1996 y julio 1999.
CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.
La velocidad de crecimiento ha sido distinta a lo largo del tiempo para los estados del
norte, pero existe una tendencia convergente: En 1975-80 Chihuhua y Sonora fueron los estados
que más crecieron en el empleo maquilador; en el siguiente quinquenio fueron Chihuhua,
Coahuila y Baja California; en 1985-90 todos los estados del norte crecieron, especialmente
Coahuila que aumentó en promedio anual el 42%. En el quinquenio 1990-95 disminuyó
sustantivamente el crecimiento en el empleo (por la crisis de 1994-95) quedando solamente
Coahuila con un crecimiento de dos dígitos. Finalmente, en el período 1995-1999 el crecimiento
ha sido muy semejante entre los estados, del orden anual del 13.7%, aunque se preveé una
disminución sustantiva en los promedios de crecimiento de aquí al 2003.
c) Especialización productiva
La industria maquiladora de exportación no es una industria en sentido estricto ni es un
sector, se trata de un conjunto de actividades económicas que abarcan un gran variedad de
productos. Desde palos de escoba hasta circuitos para torpedos de submarinos atómicos pueden
ser ensamblados o manufacturados en estos establecimientos, pasando por diversos tipos de ropa,
aparatos de electrónica de consumo, partes para automóviles, etc. Nueve actividades maquiladoras
principales concentraban el 87% del total del empleo, el 84% del valor agregado y el 80% del
total de plantas. Por tanto, la IME en términos de actividades y productos es sin lugar a dudas
heterogénea. Esta diversificación de la maquiladora mexicana la diferencia claramente de la que
se asienta en la mayor parte de los países centroamericanos o en la República Dominicana donde
la maquiladora es fundamentalmente de confección de ropa (Pérez-Sainz, 1997; CEPAL, 2000) 7.
7 Solamente en Costa Rica, dentro de Centro América, es done se encuentra una mayor diversidad de sectores (PérezSáinz, 1997)
16
No obstante lo anterior, las maquiladoras han tenido una alta especialización sectorial.
Desde el inicio del programa, las actividades de la eléctrica-electrónica, la textil y del vestido, y
los equipos para transportación (o autopartes), han sido las más importantes. Estas tres actividades
daban cuenta, en 1980, del 63% del total de plantas maquiladoras, el 79% del empleo y el 77%
del valor agregado (Cuadros 6-8).
Cuadro 6
Industria Maquiladora de Exportacion. Plantas por Sector (1980-2004)
SECTOR
TOTAL
Autopartes
Vestido
Electrónica
Subtotal
Otros Sectores
1980
620
53
117
220
390
230
1985
760
63
108
274
445
315
1990
1938
160
293
519
972
966
1995
2104
166
450
508
1124
980
2000
3441
242
1017
702
1961
1480
2004
4158
319
1225
931
2475
1683
PORCENTAJE
TOTAL
100
Autopartes
8.55
Vestido
18.87
Electrónica
35.48
Otros Sectores
37.1
100
100
100
100
100
8.29
8.26
7.89
7.03
7.67
14.21
15.12
21.39
29.55
29.46
36.05
26.78
24.14
20.40
22.39
41.45
49.85
46.58
43.01
40.47
CRECIMIENTO PROMEDIO
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2004
TOTAL
4.52
31
2.86
10.4
4.9
Autopartes
3.77
30.79
0.75
6.7
7.3
Vestido
-1.54
34.26
10.72
18.0
4.8
Electrónica
4.91
17.88
-0.42
7.8
7.2
Otros Sectores
7.39
41.33
0.29
8.6
3.3
FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 19741982, 1975-1986, 1978-1988; 1991-1996 y julio de 1999. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y
2000.
Las actividades que concentran el mayor número de empleos es la eléctrica electrónica
(con 33.9% del total), seguida de la confección con 21.6% y de las autopartes con 18.5% (Cuadro
7). Las actividades pueden ser clasificadas de acuerdo a su ritmo de crecimiento, siendo el grupo
que más empleo ganó, entre 1993 y abril del 2000, la actividad textil y del vestido con 207,500
nuevos empleos o un porcentaje de cambio del 300.3%; seguida de la eléctrica-electrónica
(231,800 nuevos empleos o 122.3%) y el equipo de transporte (98,800 nuevos empleos o 79.4%).
Estas tres actividades siguen concentrando la mayoría del empleo maquilador (74.1% en abril del
17
2000). Y en segundo lugar se encuentran los muebles de madera y metal con 25,400 (73.6%) y los
servicios con 22,500 (84.5%) .
Cuadro 7
Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por Sector (1980-2004)
SECTOR
1980
1985
1990
1995
2000
2004
119.55
211.97
460.29
639.98
1234.1
1796.75
Electrónica
69.40
Vestido
17.57
Autopartes
7.50
Subtotal
94.47
Otros sectores
25.07
PORCENTAJE
TOTAL
100
Electrónica
58.05
Vestido
14.7
Autopartes
6.27
Otros Sectores
20.98
100.86
21.47
40.15
162.48
49.49
169.93
42.04
98.92
310.89
149.40
231.45
94.07
139.08
464.60
175.38
418.02
266.54
228.67
913.23
320.87
605.14
373.01
340.25
1318.40
478.35
100
100
100
100
100
TOTAL
47.58
36.92
36.17
33.87
33.67
10.13
9.13
14.7
21.59
20.76
18.94
21.49
21.73
18.52
18.93
23.35
32.46
27.4
26.00
26.62
CRECIMIENTO PROMEDIO
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2004
TOTAL
15.46
23.43
7.81
14.1
9.9
Electrónica
9.07
13.7
7.24
12.6
9.7
Vestido
4.44
19.16
24.75
23.7
8.8
Autopartes
87.07
29.28
8.12
10.5
10.5
Otros sectores
14.4
18.27
9.89
12.9
10.5
FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación:
1974-1982, 1975-1986, 1978-1988; y Julio 99. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.
Dentro de todas las actividades la eléctrica-electrónica ha sido la más relevante. En abril
del 2000 contaba con 708 plantas (20% del total de la IME), ocupaba a 421,300 personas (33.9%)
y generaba un valor agregado de 5,600 millones de dólares (37.6%). En seguida se encuentran las
autopartes que concentraron el 7% de los establecimientos, el 18.5% del empleo y el 25.4% del
valor agregado. Tan sólo estas dos actividades concentrarán en el año 2004 el 59% del valor
agregado (Cuadro 8).
Cuadro 8
Industria Maquiladora de Exportacion. Valor Agregado Mexicano por Sector (1980-2004)
SECTOR
1980
1985
1990
1995
2000
2004
TOTAL
762.2
1160.9
3610.9
4959.9
14924.7
26946.8
Electronica
433
565.3
1357.8
1855
5605.4
9574.2
Vestido
88.3
86.8
202.1
497.4
1666.2
2940.3
18
Autopartes
61.9
330.3
910.1
1190.4
3784.4
6381.9
Subtotal
583.2
982.4
2470
3542.8
11056
18896.4
179
178.5
1140.9
1417.1
3868.7
8050.4
100
100
100
100
100
100
Electronica
56.81
48.69
37.6
37.4
37.55
35.53
Vestido
11.58
7.48
5.6
10.03
11.16
10.91
Autopartes
8.12
28.45
25.2
24
25.35
23.68
Otros Sectores
23.48
15.38
31.6
28.57
25.92
29.87
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2004
TOTAL
10.46
42.21
7.47
24.8
15.9
Electronica
6.11
28.04
7.32
24.9
14.3
Vestido
-0.34
26.57
29.22
28.1
15.3
Autopartes
86.72
35.11
6.16
26.2
14.0
Otros Sectores
-0.06
30.29
8.69
22.4
20.1
Otros Sectores
PORCENTAJE
TOTAL
CRECIMIENTO PROMEDIO
FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,
1975-1986, 1978-1988; 1991-1996 y julio 1999. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991, 2000.
Nota: El promedio fue obtenido del dato de inicio y fin del período de proyección.
Al revisar los principales productos exportados e importados en todas las industrias en
México de acuerdo a su registro como maquiladoras o no maquiladoras, en el período 1992-1998,
se verifica asimismo este proceso de maquilización del país. Se encontró que, en 13 ramas
exportadoras fueron más importantes las maquiladoras que las no maquiladoras (0.7 veces en
promedio). Destacan en particular “otras industrias” con 3.8 veces; productos de plásticos y de
caucho con 2.3; los textiles y prendas de vestir con 1.6; y los productos metálicos, maquinaria y
equipo con 1.3 veces (Cuadro 9).
Cuadro 9
México:Principales productos exportados (Lab) por sector de origen, 1992-1998
(millones de dólares)
Servicios por Transformación
Exportaciones Núm. de veces que es
Índice de
de la IME en
1998
Total
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Textiles, artículos de vestir e industria del cuero
Otras industrias
52,864
más importante la
IME que la
manufactura 1998
(promedio)
0.7
40,797
5,920
1,381
1.3
1.6
3.8
maquilización*
90,188.2
93,135.5
15,172.3
6,664.7
19
Productos plásticos y de caucho
Fabricacion de otros productos minerales no
metálicos
Química
Siderurgia
Papel imprenta e industria editorial
Industria de la madera
Alimentos, bebidas y tabaco
Minerometalurgia
Derivados del petróleo
Petroquímica
1,080
817
2.3
0.4
3,605.2
1,155.1
686
631
561
479
380
131
0
0
0.1
0.2
1.4
1.0
0.1
0.1
0.0
0.0
766.7
778.3
1,338.8
938.3
431.2
141.6
0.0
0.0
* Indice de maquilizacion. Promedio del número de veces que es más importante la IME que la industria
manufacturera. Calculado como:
Indice de maquilización = (1-2) * (1/2),
donde 1= valor de las exportaciones incluyendo maquiladoras en el año i.
2= valor de las exportaciones sin incluir maquiladoras en el año i.
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Sumario Estadístico de Comercio Exterior, elaborado con base en datos
del Grupo de Trabajo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática-SHCP-Banco de México.
Ponderando el valor de las exportaciones por el número de veces de importancia, se tiene
que los productos metálicos (éstos incluyen las autopartes) mantienen el primer lugar dentro de lo
que hemos denominado “índice de maquilización”8; en segundo lugar están las prendas de vestir;
en tercer lugar “otras industrias” y, en cuarto lugar, los producos plásticos y de caucho. Con
excepción de las industrias “duras” –por denominarlas de alguna manera- como la petroquímica,
la siderurgia, la minero-metalúrgica y los productos derivados del petróleo, el resto de las
industrias se han maquilizado en México de manera importante. Los tres principales productos
que se exportaron en función del índice de maquilización creado fueron orden de importancia:
piezas para instalaciones eléctricas (28,721.5), partes y refacciones de radio y TV (27,542.9),
cables aislados para electricidad (arneses) (16,775.0).
En lo que se refiere a las importaciones de todas las industrias en México, se verifica un
proceso semejante. Resaltaron nuevamente tres de las industrias que más importan: los textiles y
prendas de vestir (1.2 veces más importante), los productos de plástico (1.2), y la industria de la
madera (0.6). El índice de maquilización tuvo más peso en los productos metálicos, maquinaria y
equipo; los textiles y prendas de vestir; y los productos de plástico y caucho (Cuadro 10). Y los
productos importados principales, también en función del índice de maquilización fueron:
8
Para ver la construcción del índice de maquilización consúltese el Cuadro 3.
20
refacciones para aparatos de radio y TV (28,009.0), lámparas y válvulas eléctricas incandecentes
y partes (24,086.4) y piezas y partes para instalaciones eléctricas (21,469.1).
Cuadro 10
Principales productos importados (Lab) por sector de origen, 1992-1998.
(millones de dólares)
Importaciones
de la IME en
1998
No. de veces
que es más
importante la
IME que la
manufactura
1998
(promedio)
Índice de
maquilizaci
ón*
TOTAL
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Textiles, artículos de vestir e industria del cuero
Productos plásticos y de caucho
Siderurgia
Química
Papel, imprenta e industria editorial
Minerometalurgia
Fabricacion de otros productos minerales no metálicos
Otras industrias manufactureras
Industria de la madera
Alimentos, bebidas y tabaco
Derivados del petróleo
Petroquímica
24,848
4,295
3,885
2,122
1,353
1,306
820
592
568
246
48
37
36
0.5
1.2
1.2
0.5
0.1
0.5
0.5
0.5
0.5
0.6
0.0
0.0
0.0
36688.8
9328.9
8739.0
3225.5
1542.6
1912.9
1220.7
897.9
862.3
401.7
48.8
37.5
36.8
* Indice de maquilizacion. Promedio del número de veces que es más importante la IME que la industria
manufacturera. Calculado como:
Indice de maquilización = (1-2) * (1/2),
donde 1= valor de las exportaciones incluyendo maquiladoras en el año i.
2= valor de las exportaciones sin incluir maquiladoras en el año i.
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Sumario Estadístico de Comercio Exterior, elaborado con base en datos
del Grupo de Trabajo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática-SHCP-Banco de México.
Si observamos con mayor detenimiento el tipo de productos que se ensamblan y elaboran
en la IME, resulta que existe una alta especialización productiva, por ejemplo, en el caso de los
aparatos de consumo eléctrico y las autopartes. Si bien México exporta diversas manufacturas en
la actividad eléctrica-electrónica, algunos productos tienen una alta especialización: Bajo la tarifa
HTS 9802 México exportaba en 1992, el 98,7% de los aparatos de televisión, el 90.5% de los
conductores eléctricos, el 90.9% de los capacitores eléctricos,
el 86.8% de los motores y
21
generadores, el 84.5% de los artículos para interruptores de circuitos eléctricos y el 83.9% de los
transformadores. Otro ejemplo de especialización son las autopartes; las cuales exportaron el
56.6% del total de la IME. Tomando en cuenta las importaciones automotrices de México, Japón
y Canadá hacia Estados Unidos sobresalen las celdas de encendido (que incluye cables eléctricos
o arneses) que representaron el 88.7% de las importaciones o US $918.1 millones de dólares
(rebasando incluso a los motores US $659.7 millones), los mofles y escapes con 54% (US $98.5
millones) y los radiadores con 26.5% (US $43.1 millones). También el caso de los aparatos de
televisión a color es significativo de este proceso de especialización, no sólo por los 18 millones
de aparatos producidos en 1996 sino porque estos representaron el 70% del mercado
estadounidense
Entre 1992 y 1995, el total de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se duplicó de
US $40.7 a $79.5 miles de millones de dólares (Cuadro 11). Vía el programa de maquiladoras
(combinado con el mecanismo de producción compartida US HTS 9802) el crecimiento fue de
más del doble, al passar de US $13.9 a $31.1 miles de millones de dólares. Tomando como
referencia el mecanismo de producción compartida HTS 9802
tan sólo ocho productos
concentraron el 67% de total del valor de las importaciones (US$ millones), como muestra el
Cuadro 11:
cables de arnés para vehículos de motor.
vehículos automotrices, chassises
ropa
aparatos de circuitos eléctricos
TVs, video monitores, CRTs
Ciertas partes para vehículos de motor
Motores eléctricos, generadores, etc.
semiconductores devices
otros
TOTAL
1992
996
1,600
581
713
547
961
264
165
2,865
8,692
1995
1,757
1,676
1,637
1,164
814
811
457
326
4,192
12,834
% cambio
+76
+5
+182
+63
+49
-16
+73
+98
+46
+48
FUENTE: USITC, 1997
En otras palabras, las operaciones interreacionadas bajo el programa de maquiladoras y el
mecanismo de producción compartida US HTS 9802 han producido un dramático crecimiento en
22
las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos. El otro gran evento que ha producido un
fuerte incremento en las exportaciones mexicanas hacia Norteamérica ha sido el TLCAN. Este
acuerdo de integración progresivamente elimina aranceles de E.U.y Canadá así como cuotas de
exportaciones mexicanas al mercado norteamericano. Más aún, el TLCAN modificará el
programa mexicano de maquiladoras al considerar como mexicanos los activos fijos y las
importaciones temporales como permanentes (Art. 303 del TLCAN) después del 20019. El
principal efecto del TLCAN para la IME, no será de ninguna manera la desaparición de las
empresas ya establecidas ni la inhibición para que otras inversiones se establezcan o la
desaparición de la IME y sus asociaciones, antes al contrario, sino que los componentes
ensamblados para la exportación desde México que actualmente entran libres de impuestos serán
sujetos a impuesto en caso de que sean realizados en países diferentes a Estados Unidos y
Canadá. Desde 1995 el “valor TLCAN” de los principales grupos de productos que tomaron
ventaja de estos instrumentos fueron los siguientes cinco productos (US$ millones) (Cuadro
12):
Cuadro 12
PRINCIPALES PRODUCTOS MAQUILADORES DE EXPORTACION
(millones de dólares)
Productos maquiladores
1992
1995
1997
1 Cables eléctricos de arneses
996
1,757
4,949
2 Otras autopartes
1,600
1,676
3,301
Subtotal automotriz
2,596
3,433
8,250
3 Ropa
581
1,637
5,917
4 Computadoras
n.d.
n.d.
3,774
5 TV y Radios, partes y componentes
547
814
2,273
6 Resto
4,968
6,950
24,883
Total de productos de toda la IME
8,692
12,834
45,097
FUENTES: 1992, 1995 = USITC. U.S. Imports form Mexico
(HTS 9802.00.80) 1997 = INEGI, SHCP, Banco de México
Por tanto, el TLCAN ha sido la segunda causa principal de la rápida expansión en las
exportaciones mexicanas a los mercados de Estados Unidos y Canadá (Mortimore, 1997). De
acuerdo con Mortimore (2000), a partir del programa computacional MAGIC de la CEPAL, la
especialización productiva mexicana ha aumentado considerablemente de tal suerte que la
participación en las importaciones hacia Estados Unidos se incrementó sustantivamente entre
9 Si bien esto debería de haber sucedido el primero de enero del 2001, el fuerte cabildeo de la CNIME (Consejo
Nacionald e la Industria Mqaquiladora) obligó al gobierno a retrasar este proceso debido a problemas de duplicidad
2
1990 y 1998, al avanzar su participación10 de la siguiente manera: en la industria de los
televisores pasó del segundo al primer anillo; en la ropa no de punto o ganchillo para mujer y
niña del cuarto anillo al primero; en la ropa no de punto o ganchillo para hombre y niño del
tercer anillo al primero; y en la industria automotriz del cuarto al tercer anillo.
2. Las corporaciones tranacionales y la evolución de la IME
a) El significativo rol de las corporaciones transnacionales
La exportación manufacturera en México se concentra en muy pocas empresas y la
mayoría de ellas son maquiladoras. Si se analizan por rama de actividad, existen algunas ramas
en donde las firmas prácticamente sólo son maquiladoras (los televisores y los cables eléctricos
por ejemplo) y, de igual manera, en otras ramas donde prevalecen empresas que no son
maquiladoras, resulta que forman parte de redes transnacionales que tienen maquiladoras (como
es el caso de Delphi con sus casi 60 plantas, la cual mantiene un 40% de ellas bajo el régimen
Pitex y el 60% restante registradas bajo el decreto de maquiladoras). De la lista de las 100
multinacionales más importantes de México, un número considerable de ellas son
maquiladoras.11 En el caso de la industria automotriz (terminal y de autopartes) se tiene que
ocho de las 15 multinacionales cuentan con plantas maquiladoras; mientras que la mayoría de las
multinacionales electrónicas son maquiladoras (Cuadro 13). El rol de México dentro de las
transnacionales es muy importante para algunas ellas, como en las de bebidas y los alimentos.
Otro caso sobresaliente es la firma Delphi, lider mundial de las autopartes, la cual mantiene una
participación del 38% en México del empleo global de dicha transnacional, con sus más de
80,000 empleos directos.
de impuestos y aranceles y a la implementación del mismo.
10
Los anillos indican la participación del total de importaciones de Estados Unidos, en dólares, por país exportador
(Mortimore, 2000). Los rangos de cada anillo se exponen a continuación:
Autos y autopartes: 1) 33%+ 2) 16.5 - 32.9% 3) 8.25 - 16.49% 4) 4.125 - 8.249% 5) 2.06 - 4.125%.
Televisores:
1) 50%+ 2) 10 - 49.9% 3) 5 - 9.9% 4) 2 - 4.9% 5) 1 - 1.9%.
Ropa de Mujer /Niña: 1) 15%+ 2) 7.5 - 14.99% 3) 3.75 - 7.49% 4) 1.875 - 3.74 % 5) 0.94 – .8749%
Ropa de Hombre:
1) 20%+ 2) 10 - 19.9% 3) 5 - 9.9% 4) 2.5 - 4.9% 5) 1.25 - 2.49%.
11
Revista Expansión, núm. 799, 13 de septiembre del 2000.
3
Cuadro 13
México: Multinacionales Seleccionadas
1999
Razón
Empleo en Empleo Participa
México
total de
ción
la Matriz mexicana
%
Giro
1
2
11,500
388,000
3.0
Automotriz
2
3
4
5
7
9
10
1
4
3
5
10
6
9
Daimlerchrysler de México Holding
(ab)
General Motors de México (ab)
Volkswagen de México (ab)
Wal-Mart de México (ab)
Ford Motor Company (ab)
Nissan (d)
Sabritas (d)
SBC Communications (Telmex) (af)
12,080
15,977
70,700
7,868
8,311
17,000
17,718
466,938
306,275
1,140,000
364,550
141,526
150,000
96,200
2.6
5.2
6.2
2.2
5.9
11.3
18.4
sí
11
18
19
20
23
7
36
nc
74
21
GE de México (a)
Coca-Cola de México
Philips (d)
Sony de México
Siemens (ab)
32,000
15,273
nd
532
8,316
340,000
37,400
226,874
189,700
443,000
9.4
40.8
nc
0.3
1.9
27
31
39
41
44
48
53
67
71
80
84
45
24
28
34
Nc
54
42
57
56
Nc
Nc
200
22,690
1,917
5,711
nd
nd
549
1,000
2,205
736
5,973
54,436
118,000
nd
121,102
18,600
112,000
4,783
7,480
129,073
84,200
30,000
0.0
19.2
nc
4.7
nc
nc
11.5
13.4
1.7
0.9
19.9
sí
sí
Si
No
No
Si
No
Si
Si
Si
Si
Si
Si
88
Nc
5,145
nd
nc
Autopartes
sí
Si
91
94
Nc
Nc
LG Electronics (b)
Pepsi.Gemex (ab)
Kenworth Mexicana (d)
Lear Corporation México (ab)
Navistar (d)
Honda de México (e)
Acer Computec Latinoamérica (ac)
General Tire de México
Grupo Olivetti Mexicana
Dana Heavy Axle México (ab)
Delphi Delco Electronic System
(ab)
Sistemas Electrónicos y
Conmutadores
Industrias Pilot de México (a)
Hayes Lemmerz México (ac)
Automotriz
Automotriz
Comercio
Automotriz
Automotriz
Alimentos
Telecomuni
caciones
Holding
Bebidas
Electrónica
Electrónica
Maquinaria
y equipo
eléctrico
Electrónica
Bebidas
Automotriz
Automotriz
Automotriz
Automotriz
Electrónica
Autopartes
Electrónica
Autopartes
Autopartes
436
630
nd
10,570
nc
6.0
Autopartes
Autopartes
Cuenta con
maquiladoras
propiedad de
ella
Mantiene
relaciones
productivas
con
maquiladoras*
2000
Si
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
Si
Si
Si
Si
Si
Si
Si
Si
No
Si
Si
Si
No
No
*Elaboración del autor basado en entrevista con plantas maquiladoras.
Nota: Nd= No disponible
Nc= No calculable
Ns= No significativa
Aclaraciones: a) Fuente Expansión
b) Fuente Fortune
c) Fuente Wright Research Center
d) Fuente América Economía
e) Fuente Página Web de la compañía
f) En todos los casos donde no aparece una fuente establecida, las cifras fueron obtenidas de fuentes como :
Amercan Chamber of Commerce, otras cámaras comerciales, cálculos con base en sus participaciones expresadas
de mercado e informes anuales de las compañías.
FUENTE: Elaboración propia a partir de "Las 100 Multinacionales más importantes en México" en Revista Expansión,año
XXXI, No.799, 13 de septiembre del 2000, pp.63-65.
4
En general, se trata de firmas trasnacionales muy dinámicas cuyo mercado es oligopólico
como Delphi, Yazaki, General Electric, Hewlett-Packard, Matsushita, Ford, Sony, Samsung y
Thompson. En la industria del televisor se encuentran sólo cuatro firmas líderes asiáticas (Sony,
Samsung, Matsuchita y Sanyo) y otras de capital europeo (Thompson y Philips), con claro
predominio en el mercado de Sony. En el caso de los arneses se trata principalmente de dos
firmas americanas (Delphi y United Technologies Automotive–recientemente incorporada a
Lear) y 3 asiáticas (Yazaki, Sumitomo y Wire Products), en donde compiten fuertemente Delphi,
Yazaki y UTA (ahora propiedad de Lear). La tendencia apunta hacia un mayor grado de
concentración en pocas firmas tanto de autopartes debido a la producción de sistemas modulares
(Sturgeon y Florida, 1999:68), como de televisores debido a la fuerte competencia inter-firma
(Carrillo y Mortimore, 1998). Otro tanto sucede con las ensambladoras terminales de autos
(Sturgeon y Florida, 1999:72), y con las empresas fabricantes de computadoras en Jalisco
(Dussel Peters y Ruiz Durán, 2000).
b) Generaciones de maquiladoras
En la segunda mitad de los años ochenta el debate sobre las maquiladoras empezó a
orientarse hacia un nuevo tema que rápidamente adquiriría un lugar central entre los estudiosos
de las maquiladoras: el impacto de las “nuevas tecnologías”, las “nuevas formas de organización
del trabajo”, e incluso el “nuevo perfil del trabajador” de las maquiladoras. La aparición de un
artículo de Mertens publicado en 1987 pero que circuló entre los estudiosos del tema desde 1985,
fue el punto de partida de una prolongada discusión, que en cierta medida persiste en la
actualidad. Aquel artículo reportaba, para la rama electrónica, la presencia de tecnología
programable y procesos de trabajo más complejos, con mayores requerimientos de calificación
laboral que los usualmente detectados en el trabajo de ensamble de componentes electrónicos.
(Mertens, 1987).
En la actualidad las evidencias presentadas por Mertens parecen gozar de una aceptación
generalizada, aunque sus alcances e implicaciones han sido precisados por numerosas
investigaciones posteriores. Una de las más comprensivas en este sentido fue la que se realizó
5
bajo la coordinación de Carrillo, en la que por primera vez se presentó una medición sistemática
de un importante número de indicadores de tecnología y flexibilidad en las maquiladoras
(Carrillo, 1993). A esta investigación le seguirían numerosos trabajos centrados en el debate
sobre los impactos de las nuevas tecnologías y métodos de organización del trabajo.
Los hechos novedosos que pueden darse por establecidos con base en las investigaciones
realizadas en los años noventa pueden resumirse en lo siguiente:
*
a partir de la segunda mitad de los ochenta en las plantas maquiladoras ha proliferado la
adopción de nuevas tecnologías productivas basadas en la microelectrónica;
*
las ramas de mayor complejidad tecnológica son las de electrónica y autopartes, aunque aún
en ellas persiste una situación de heterogeneidad tecnológica;
*
con la adopción de las nuevas tecnologías puede advertirse un cambio en la composición de la
fuerza de trabajo empleada, al incorporar una mayor proporción de personal calificado,
especialmente un mayor número de técnicos e ingenieros;
*
se advierte en las plantas más modernas una cierta "recomposición" de las tareas fabriles, que
requieren de un conocimiento más amplio de operaciones y una mayor calidad en la ejecución;
*
existe un cambio en los métodos de "administración del trabajo", en favor de estrategias de
involucramiento y participación de los trabajadores, y
*
las maquiladoras que operan como filiales de empresas japonesas son las más avanzadas en la
introducción de nuevas tecnologías y nuevos métodos de organización del trabajo.
Tipología basada en modelos fabriles
Las evidencias recabadas durante los años noventa han llevado a algunos autores a ensayar
diversas tipologías analíticas que intentan captar el resultado conjunto de la nueva configuración
tecnológica y organizacional de las maquiladoras.
6
Según el orden cronológico de su publicación, la primera de estas tipologías es la
propuesta por Dominguez y Brown (1990), quienes distinguen tres tipos de empresas en función
de la intensidad en el uso de maquinaria microelectrónica: (a) poco tecnificadas: plantas con
largas líneas de ensamble manual y con un mínimo de equipo programable; (b) intermedias:
plantas con pocas unidades de maquinaria microelectrónica en algún proceso, o cuyo equipo se ha
modernizado mediante la adaptación de controles electrónicos; (c) muy automatizadas: plantas
con un gran número de unidades programables en diversas fases del proceso. De acuerdo con las
autoras, el uso intensivo de nuevas tecnologías implica la utilización de nuevas formas de
organización del trabajo, una mayor flexibilidad de puestos y una mayor participación de técnicos
e ingenieros en la fuerza de trabajo. Asimismo, detectaron una relación entre las plantas más
automatizadas y la existencia de una nueva actitud ante el trabajo.
Por su parte, Wilson (1992) busca determinar hasta qué punto se han implantado en las
maquiladoras los modelos de producción flexible. Para ello clasifica a las maquiladoras en tres
tipos: a) plantas de producción flexible post-fordista; b) plantas de manufactura fordista, y c)
plantas ensambladoras de trabajo intensivo. Las variables utilizadas para construír esta tipología
son la tecnología del proceso, la organización y administración del trabajo, y las relaciones interfirma, encontrando que el 21% de las plantas pueden considerarse como fábricas flexibles postfordistas, en la medida en que utilizan una alta proporción de tecnología de producción asistida
por computadora, así como un alto grado de prácticas organizacionales flexibles y relaciones
interfirma basadas en el método Justo a Tiempo. La mayor parte de estas plantas corresponden a
las ramas electrónica y de autopartes. Otro 35% de las plantas fueron clasificadas como plantas de
manufactura fordista. Se trata de maquiladoras que producen bienes manufacturados, pero sin
utilizar tecnología flexible, y que se dedican sobre todo a productos químicos, artículos de
plástico, productos de cerámica y vidrio, textiles, muebles y calzado, entre otros. Por último, las
plantas ensambladoras de trabajo intensivo constituyen la mayor parte de las plantas, con 44% de
su muestra. La tipología desarrolada por Wilson fue utilizada también por Taddei y Robles
(1992) en una investigación sobre las maquiladoras japonesas, la cual abarcó una muestra de 19
plantas y clasificó al 58% de ellas como plantas flexibles post-fordistas, al 26% como fordistas, y
al 16% como plantas ensambladoras de trabajo intensivo.
7
Gereffi (1994) propone una tipología basada en las formas de integración de las industrias
locales en la economía globalizada, a partir del reconocimiento de que las “nuevas” maquiladoras
constituyen un fenómeno industrial cualitativamente distinto. Se trata, según este autor, de plantas
intensivas en tecnología, que producen componentes o bienes finales para las industrias
automotriz, de computación, de televisores y de maquinaria, entre los que sobresalen las plantas
de capital japonés. En tu opinión del autor, la aparición de estas nuevas maquiladoras indica que
México puede lograr una integración más ventajosa en la economía global, ya que a diferencia de
las “viejas” maquiladoras, que constituyen enclaves exportadores sin conexión con la estructura
industrial del país, las “nuevas” abren la posibilidad de contribuir a un mayor nivel de desarrollo,
fomentando una mayor transferencia de tecnología y permitiendo el desarrollo de una fuerza de
trabajo calificada. A partir de esa premisa, Gereffi plantea cuatro escenarios de integración que
pueden ser interpretados como estadios progresivos en la integración de las industrias locales a la
economía global. El primer escenario consiste en la persistencia del modelo de procesamiento
para la exportación; supone la continuidad del actual esquema, con una acentuación de las
diferencias entre las “nuevas”y las “viejas” maquiladoras pero preservando en general su papel
como un enclave exportador sin vínculos con la economía nacional. El segundo escenario implica
desarrollar el modelo de abastecimiento de componentes; supone el fortalecimiento de las
“nuevas” maquiladoras intensivas en capital, enfatizando su papel como proveedoras de
componentes de alto valor agregado. Un tercer escenario sería aquel en el que se avanzaría hacia
un esquema de contratos por especificación, es decir a la manufactura de bienes de consumo por
firmas locales, bajo las especificaciones de los compradores y con marcas foráneas, un esquema
de exportación que ha sido ventajosamente desarrollado por varios países asiáticos como Hong
Kong, Taiwán, Singapur y Corea del Sur, y que requiere del desarrollo de una amplia red local de
servicios de alta calidad, así como industrias de bienes intermedios. Por último, el cuarto
escenario consiste en el desarrollo de marcas locales de bienes de consumo; implica el
establecimiento de marcas domésticas que permitan a los exportadores consolidar una presencia
propia en los mercados foráneos. Requiere de la existencia de empresarios locales competitivos en
la manufactura de bienes de consumo y capaces de crear una fuerte imagen de las marcas locales
en los mercados internacionales. Corea del Sur representa el ejemplo más avanzado de
exportación manufacturera bajo marcas propias. Aunque este último es el escenario más remoto
8
en la situación actual de las maquiladoras mexicanas, Gereffi sugiere que podría ser el parámetro
a través del cual evaluar a las industrias exportadoras exitosas.
Por último, Carrillo y Hualde (1996) desarrollan una tipología basada en las ventajas
competitivas alrededor de las cuales operan las empresas maquiladoras (Consúltese el Anexo 1).
Los autores proponen tres tipos de empresas. A) basadas en la intensificación del trabajo manual
(“Maquiladoras de primera generación”): son plantas de ensamble tradicional desvinculadas de la
industria nacional, con bajo nivel tecnológico y con una gran dependencia hacia las decisiones de
las matrices. La fuente de su competitividad son los bajos salarios relativos y la intensificación
del trabajo. B) basadas en la racionalización del trabajo (“Maquiladoras de segunda
generación”): se trata de plantas orientadas a los procesos de manufactura. Continúan teniendo un
bajo nivel de integración nacional, pero comienzan a desarrollar proveedores cercanos. Cuentan
con un mayor nivel tecnológico y desarrollan una incipiente autonomía respecto de las decisiones
de las matrices y clientes principales. Aunque persisten trabajos intensivos, en el núcleo de los
procesos predominan puestos de trabajo en líneas automatizadas o semi-automatizadas, con una
mayor participación de técnicos e ingenieros. En este modelo la fuente de la competitividad se
basa en una mayor racionalización de la producción y del trabajo. C) intensivas en conocimiento
(“Maquiladoras de tercera generación”): aunque los autores reconocen la existencia de muy poca
evidencia empírica acerca de este tercer tipo, algunos casos aislados les permiten advertir la
emergencia de una tercera generación de empresas ya no orientadas al ensamble ni a la
manufactura sino al diseño, investigación y desarrollo. Estas siguen manteniendo escasos
proveedores regionales, pero desarrollan conglomerados intrafirma y cadenas interfirma,
iniciando un proceso de integración vertical centralizada a través de complejos industriales en el
lado mexicano. Estas plantas utilizan trabajo altamente calificado de ingenieros y técnicos,
privilegiando el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño como en la manufactura. Su
fuente de competitividad está dada por la capacidad de ingeniería y tecnología, los salarios
relativos del personal calificado y la comunicación con su eslabón manufacturero (en este caso
otras plantas maquiladoras). (Anexo 1)
A pesar de la diversidad en enfoques utilizados, puede apreciarse un elemento común en
las diferentes tipologías: se trata de esquemas evolutivos en relación con la tecnología, la
9
organización del trabajo y el papel de las maquiladoras en los esquemas de producción global;
representan diferentes intentos por captar la nueva configuración de la llamada industria
maquiladora, que tal como se desprende de los trabajos referidos constituye un conjunto
heterogéneo de modelos fabriles y esquemas de operación.
3. Calidad en el Empleo
a) Empleo
La generación de empleo ha sido, desde el inicio del programa de la industrialización
fronteriza en 1965, un objetivo prioritario para el gobierno mexicano. El alto volumen de empleo
que generan las maquiladoras y su ritmo de crecimiento constante no sólo ha cubierto con creces
el objetivo gubernamental del inicio, sino que la IME se ha convertido en la industria más
dinámica del país. De tal manera que pasó de 118.1 mil ocupados en 1980 a 1’294,289 en junio
del 2000. Mientras que la industria de la manufactura no maquiladora creció al 5.5% anual entre
1994 y el 2000, la IME lo hizo a dos dígitos (14.1%), o sea 2.5 veces más (Cuadro 14). Esto
explica su aumento en la participación del empleo manufacturero nacional. Los ritmos de
crecimiento en el nivel nacional son muy altos: anualmente la IME creció en el empleo, en
promedio, entre 1980-85, 16%; entre 1985-90, 22%; entre 1990-95, 9%; entre 1995-00, 17% y
se proyecta un crecimiento entre 2000-05 del orden del 11% (Cuadro 15).
Cuadro 14
Crecimiento en el Empleo en la Industria Maquiladora
(miles)
1985
1990
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000p
2002p
2004p
2005p
Empleo Manufactuero
(Nacional) (a)
Empleo en
Maquiladora
Participación
(%)
2,470.7
2,728.4
2,680.7
2,458.1
2,499.8
2,684.8
2,825.6
2,894.3
4,227.3
4,629.6
5,099.2
5,374.6
217.5
439.5
600.6
681.2
803.1
938.4
1,038.8
1,196.7
1,263.1
1,451.7
1,755.3
1,959.9
8.8
16.1
22.4
27.7
32.1
35.0
36.8
41.3
29.9
31.3
34.4
36.4
10
FUENTE: Tomado de John Christman (Ciemex-Wefa) 2000.
Cuadro 15
Mexico: Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por Estado (1975-2002)
Estado
1980
1985
1990
1995
Total
119546
184514
460290
639979
Porcentaje
Total
100.00
100.00
100.00
100.00
Chihuahua
32.96
42.05
36.74
29.17
Baja California
17.08
21.12
20.12
20.66
Tamaulipas
19.36
20.08
17.64
18.22
Sonora
14.68
10.95
8.48
8.14
Coahuila
4.62
5.80
7.27
8.70
Nuevo León
0.00
0.00
3.10
4.19
Otros Estados
11.30
11.30
6.65
10.91
Crecimiento
Promedio
Total
Chihuahua
Baja California
Tamaulipas
Sonora
Coahuila
Nuevo León
Otros Estados
1998a
970688
2002a
1332807
100.00
27.54
19.76
15.03
7.45
7.82
3.85
18.55
100.00
27.70
19.53
15.18
7.63
7.72
3.55
18.68
1975-1980
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-1998
1998-2002
15.57
19.85
6.72
8.67
17.21
4.76
0.00
12.58
15.57
19.38
18.18
12.02
3.02
18.75
0.00
14.80
15.57
23.59
27.53
23.84
18.63
42.56
0.00
26.58
7.81
2.08
8.55
8.71
6.72
13.28
17.59
6.54
17.22
14.39
15.01
8.38
12.92
12.12
13.08
12.89
9.33
9.53
8.93
9.66
10.18
8.88
6.68
9.27
FUENTE: Elaboración del autor a partir de CIEMEX-WEFA. Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1998.
a Proyecciones
Las empresas maquiladoras se han caracterizado, desde el inicio de operaciones en este
país, por utilizar importantes volúmenes de personas, de ahí una de sus características centrales:
ser intensivas en mano de obra. Se trata de plantas que iniciaron medianas (con 147 empleados
promedio por planta en 1975 para todo México) y que un año antes de la entrada del TLCAN ya
eran grandes (256 empleados). Mientras que en 1990 ocupaban en promedio 237 ocupados, para
fines del 2000 se espera que este promedio aumente a 351. Por tanto, en términos generales las
plantas maquiladoras en México son grandes en cuanto a volumen del empleo se refiere.
Aunque esta situación es semejante para las diferentes entidades, hay diferencias
importantes sin embargo: Mientras que en Chihuahua el promedio es de 681 personas por
establecimiento, en Guanajuato y el Estado de México/D.F. es de 179. Con excepción de
Chihuahua donde el promedio es casi dos veces superior al promedio nacional (Cuadro 16), la
mayoría de las entidades tienen promedios entre 250 y 500 ocupados por planta. Destacan por sus
11
MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) Baja California, Durango, Guanajuato y el
Estado de México/D.F. con promedios menores a los 250 empleados por establecimiento.
El empleo en la IME, para 1995, estaba distribuido de la siguiente manera: en un primer
nivel se encuentra Chihuahua con el 29.1% (186,709) del total de empleos maquiladores, Baja
California con 20.6% (132,224), y Tamaulipas con 18.2% (116,579). En un segundo nivel
tenemos a Coahuila y Sonora con 8.7% (55,694) y 8.1% (52,117), respectivamente. El resto de los
estados concentraban el 15.1% del empleo de la IME. La velocidad de crecimiento ha sido
distinta a lo largo del tiempo para los estados del norte: En 1975-80 Chihuhua y Sonora fueron los
estados que más crecieron en el empleo; en el siguiente quinquenio fueron Chihuhua, Coahuila y
Baja California; en 1985-90 todos los estados del norte crecieron, especialmente Coahuila que
aumentó en promedio anual el 42%. En el quinquenio 1990-95 disminuyó sustantivamente el
crecimiento en el empleo (por la crisis de 1994-95) quedando solamente Coahuila con un
crecimiento de dos dígitos. Finalmente, en el período 1995-2001 el crecimiento proyectado es
muy semejante entre los estados y se calculó del orden anual del 12%.
El tamaño de empleo generalmente está asociado con distintos comportamientos
económicos. En particular con mejores salarios. De acuerdo con el Cuadro 16 es claro que el
tamaño de empleo por establecimiento no está claramente asociado con la remuneración media,
sino más bien con el tiempo que lleva este proceso de industrialización en las diferentes
entidades. Aunque hay que destacar que, a nivel de planta maquiladora, el tamaño si ha estado
correlacionado con la rama de actividad y de localidad (Carrillo, 1993), como mas adelante se
comprobará.
12
Cuadro 16
Características operativas de la
Maquiladora por entidad* 2000
(%)
Remuneración Rentabilidad
media
(utilidad/ valor
No. de salarios agregado
mínimos
Técnicos y
administrativos
Total de empleados
Personas
Proporción
Tamaño medio
hombres/mujeres (empleados/
establecimiento)
Tradicionales
Chihuahua
5.2
8.7
13.0
45.9
681.0
Tamaulipas
5.1
9.9
14.1
43.7
480.3
Baja California
4.5
13.6
12.7
48.4
220.8
Sonora
4.0
10.6
13.1
44.0
357.1
Coahuila
3.5
9.3
16.1
50.3
406.7
Baja California Sur
2.8
12.6
4.7
34.6
362.1
Intermedias
Jalisco
4.6
16.4
13.1
25.5
311.8
Nuevo León
4.5
7.8
10.6
41.1
426.9
Edo. México-DF
3.4
31.8
8.2
38.6
179.3
Durango
2.2
9.4
9.7
43.9
244.9
Yucatán
2.1
17.3
13.3
40.5
257.4
De reciente
aparición
Guanajuato
2.9
12.9
5.2
27.1
179.9
Aguascalientes
2.4
15.2
8.7
32.3
286.2
Puebla
2.2
15.0
9.4
48.5
341.6
Promedio
4.3
11.8
12.8
44.5
353.0
*Las columnas están ordenadas por su importancia, según un análisis factorial, según el cual las cinco características
definen de manera homogénea esta agrupación.
Se detecta además que el factor con mayor significancia estadística para reflejar las diferencias entre entidades son las
remuneraciones medias.
FUENTE: BANAMEX-ACCIVAL, con datos de INEGI. Tomado de "Examen de la situación económica de México"
en Estudios económicos y sociales, Banamex-Accival, agosto del 2000, p.331.
Como fue mencionado con anterioridad, la ciudad que concentra el empleo es Juárez
(26.5% en 1990); en segundo lugar se encuentran Tijuana (13.0%) y Matamoros (8.3%); en tercer
lugar se tiene a Nogales (4.2%), Reynosa (5.3%) y Mexicali (4.5%). (Cuadro 5). El resto de las
ciudades concentraba el 37.9%. Si bien las ciudades no fronterizas pierden importancia relativa
dentro del conjunto del empleo maquilador en México, aún mantienen la mayoría de los
trabajadores. Mientras que en 1981 prácticamente 9 de cada 10 empleos en
la IME se
encontraban en los municipios fronterizos, en 1997 sólo se ocupaban un poco más de 7.
13
Con respecto a las localidades, el tamaño de empleo por establecimiento maquilador y
según rama de actividad, ha sido tradicionalmente una información desconocida. Sin embargo,
desde 1995 existe un Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de Exportación de la
SECOFI el cual se actualiza mensualmente. A pesar de que este directorio tiene importantes
limitaciones (cfr. nota núm. 2), hasta ahora es el único registro sobre el tamaño de empleo según
establecimiento de la industria maquiladora existente en México. Con base en el directorio de
febrero del 2000 nos podemos dar una idea más precisa de la estructura del empleo en la IME.
Las actividades que concentran el mayor número de empleos es la eléctrica electrónica
(con 36.6% del total), seguida de las autopartes con 22.0% y de la confección con 14.8% (Cuadro
7). Las actividades pueden ser clasificadas de acuerdo a su ritmo de crecimiento, siendo el grupo
que más empleo ganó, entre 1980 y 1995, la eléctrica-electrónica (162,049 nuevos empleos o un
crecimiento promedio anual de 45.2%) y el equipo de transporte (131,580 nuevos empleos o
36.4%). Estas tres actividades concentraron el 72.6% del total del empleo maquilador. En
segundo lugar se encuentra la actividad textil y del vestido con 76,500 nuevos empleos o 12.3%.
En tercer lugar se encuentran los muebles de madera y metal con 32,160 (21.2%) y los servicios
con 21,473 (4.4%). Y en cuarto lugar el resto de las actividades con 5,559 nuevos empleos en
promedio (guetes y productos deportivos, alimentos, calzado y productos de piel y máquinas y
herramientas).
Sin embargo, las actividades que más crecen desde el inicio de la década pasada son las
autopartes (31.4% en promedio anual), los muebles de madera y metal (20.9%), la ropa (12/0%) y
los servicios (10.5%). Mientras que la eléctrica-electrónica sólo creció al 7.4% y disminuyó su
sustancialmente su importancia relativa dentro del total de empleos de la IME: en 1980 6 de cada
10 empleos maquiladores estaban en esta actividad y para el 2001 serán menos de 4.
Según los datos de dicho directorio, el 11% de los establecimientos resultaron ser micro,
el 46% pequeño, el 19% mediano y sólo un 24% grande (Cuadro 17). De esta manera mientras
que el 75.4% de las maquiladoras en México son MIPYMES apenas concentran el 20% del
empelo maquilador. Por el contrario, una cuarta parte de las plantas fueron grandes pero
concentraron el 80% del empleo total nacional. Llaman la atención los promedios por planta, ya
14
que se acercan al límite superior de cada segmento, y en el caso de las grandes empresas, la cifra
es muy alta ya que alcanza 2,524 empleados por establecimiento. Sin embargo, hay que tomar
esta última información con mucho cuidado, ya que en este directorio, al igual que en otros,
algunas razones sociales concentran un alto volumen del empleo debido a que no reportan las
diferentes plantas con que cuenta cada empresa.
Cuadro 17
Industria Maquiladora de Exportacion.
Distribucion del Empleo Total Nacional (Febrero, 2000)
Número de
%
Total de
%
Promedio de
establecimientos
Empleo
empleo por
establecimiento
Micro
318
10.89
2,976
.37
9
Pequeñas
1,331
45.61
59,318
7.40
45
Medianas
553
18.95
98,603
12.31
178
Grandes
716
24.53
640,097
79.91
2524
Totales
2,918
100
800,994
100
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria
Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.
La situación anterior es diferente si se desagrega la informacion por localidad y rama de
actividad económica. La distribución de los establecimientos segun tamaño de empleo en tres
ciudades tradicionales de fuerte inversión maquiladora (Juárez, Tijuana y Matamoros), y para las
tres ramas más activas (electrónica, autopartes y vestido) arroja los siguientes resultados: mientras
que el 39% de los establecimientos a principios del 2000 fueron grandes, el restante 61% fueron
MIPYMES (Cuadro 18), es decir, es mayor la importancia de las grandes empresas en los
sectores más dinámicos y para las ciudades tradicionales maquiladoras.
Cuadro 18
Industria Maquiladora de Exportacion. Distribucion del Empleo.
Tijuana, Juárez, Matamoros. Actividades Autopartes, Electrónica Y Textil (Feb.2000)
Núm. de establecimientos registrados
% (n=508)
Micro
27
5.31
Pequeñas
101
19.88
Medianas
183
36.02
Grandes
197
38.77
Total
859
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria
Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.
15
La anterior distribución se modifica sustancialmente al revisar la información para la
industria maquiladora de autopartes, ya que el 87% de los establecimientos fueron grandes, el 7%
medianos, el 5% pequeños y sólo el 1% fueron micros. Por tanto, las MIPYMES tienen una
participación mucho menor en esta rama en relación con el total de las maquiladoras en el país.
Aquí se comprueba que las diferencias no sólo son entre ramas de actividad, sino al interior de
cada localidad. Mientras que en Tijuana el 76% de las plantas fueron MIPYMES y concentraron
el 32% del empleo, en Matamoros fueron solamente el 54% MIPYMES con el 6% del empleo. Y
en el caso de Juárez esto fue aún más pronunicado, ya que las micro, pequeñas y medianas
concentraron apenas el 13% de los establecimientos y apenas el 1% del empleo (Cuadro 19).
Cuadro 19
Industria Maquiladora de Autopartes. Distribución del Empleo en Ciudades Seleccionadas (Feb.2000)
Núm. de
%
Total de Empleo
%
Promedio de empleo
establecimientos
por establecimiento
TIJUANA
Micro
0
0
0
0
0
Pequeñas
10
47.61
438
10.05
44
Medianas
6
28.57
935
21.47
156
Grandes
5
23.80
2,981
68.46
596
Total
21
100
4354
100
207
JUAREZ
Micro
2
1.49
20
0.01
10
Pequeñas
6
4.47
359
0.20
60
Medianas
9
6.71
1,665
0.95
185
Grandes
117
87.31
172,280
98.82
1472
Total
134
100
174,324
100
1301
MATAMOROS
Micro
3
10.71
116
0.22
0
Pequeñas
8
28.57
1,607
3.15
49.7
Medianas
4
14.28
1,330
2.60
92.9
Grandes
13
46.42
47,960
94.01
3689
Total
28
100
51,013
100
1822
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI,
México, Febrero 2000.
En el caso de la electrónica, se observan de igual manera diferencias importantes entre las
ciudades. Tijuana, cluster de la electrónica de consumo, tiene un gran porcentaje de MIPYMES
(70%) las cuales concentraron solamente el 20% del empleo. Juárez, otro cluster importante
sectorial pero con mayor tradición de grandes plantas, mantenía el 29% de MIPYMES con apenas
el 5% del empleo. Y en Matamoros resultó que el 36% de éstas plantas concentraba el 5% el
empleo. En otras palabras, a pesar de que hay grandes empresas de televisores en Tijuana,
prevalecen empresas de tamaño reducido (Cuadro 20).
16
Cuadro 20
Industria Maquiladora Electrica-Electrónica. Distribución del Empleo en Ciudades Seleccionadas (Feb.2000)
Núm. de
%
Total de Empleo
%
Promedio de empleo
establecimientos
por establecimiento
TIJUANA
Micro
9
4.63
105
0.15
11.6
Pequeña
69
35.56
3481
5.23
50.4
Mediana
58
29.89
9619
14.45
165.8
Grande
58
29.89
53323
80.15
919.3
194
100
66528
100
342.9
Totales
JUAREZ
Micro
3
1.59
45
0.03
15
Pequeña
15
7.97
859
0.57
57.2
Mediana
36
19.14
6133
4.11
17.3
Grande
134
71.27
141992
95.27
1059.6
188
100
149029
100
792.7
Totales
MATAMOROS
Micro
2
5.12
20
0.07
10
Pequeña
7
17.94
479
1.70
68.4
Mediana
5
12.82
815
2.89
163
Grande
25
64.10
26851
95.33
1074.0
Totales
39
100
28165
100
722.17
FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI,
México, Febrero 2000.
Por tanto, Matamoros y Juárez tienen mucho más en común que Tijjuana en términos de la
distribución del empleo por planta tanto para la electrónica como para las autopartes. Llama la
atención la gran concentración del empleo en grandes establecimientos.
3.1 Estructura Ocupacional
Las empresas maquiladoras han sido tradicionalmente intensivas en mano de obra. Esta
característica no ha variado a lo largo del tiempo. Desde 1980 y hasta la fecha 8 de cada 10
puestos son ocupados por obreros o trabajadores directos (84.1% en 1980 y 81.7% en 1997). Un
cambio ligero se observa entre los puestos de técnicos. Por un lado, aumentó el porcentaje de
técnicos ocupados del 9.5% del empleo total de la IME, en 1981, al 11.2% en 1997. En el caso
de los trabajadores administrativos el porcentaje se mantuvo en el mismo período: del 7.3% al
7.1%.
En el caso de la actividad eléctrica-electrónica, los cambios son un poco más nítidos,
aunque de magnitud pequeña. Los trabajadores directos pasaron de representar el 83.7% en 1980
al 80.1% en 1997 y se espera que disminuya su participación al 78.8% en el 2001. Los técnicos
17
por su parte aumentaron del 10.2% al 12.2% en ese período y alcanzarán el 13.1% en el 2001.
Finalmente, los administrativos aumentarán su participación del 5.9% en 1980 al 8.2 al inicio del
presente milenio (Cuadro 21).
Cuadro 21
Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empleo.
Actividad Electronica. (1980-2001)
1985
1990
1995
Empleo Total
100859
165901
231450
Porcentajes:
Empleo total
100
100
100
Directos
78,71
78,69
80,40
Hombres
19,43
26,58
n.d.
Mujeres
60,27
52,11
n.d.
Técnicos
14,59
13,66
11,90
Administrativos
6,70
7,65
7,70
% De Cambio
Prom.1980-1985 Prom. 1985- Prom.19901990
1995
Empleo Total
8,56
10,64
6,97
Directos
7,36
10,63
7,48
Hombres
15,42
13,55
3,26
Mujeres
5,67
6,98
2,76
Técnicos
16,13
9,24
4,05
Administrativos
10,51
13,70
7,29
2001a
394550
100
78,70
n.d.
n.d.
13,10
8,20
Prom.1995-2001
9,83
9,50
n.d.
n.d.
11,46
10,64
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
En la actividad de las autopartes esta distribución es muy similar al del caso anterior.
Mientras que en 1980 los técnicos representaban el 8.9% y los administrativos el 6.9%, para 1997
alcanzaban el 11.2% y 8.8%, respectivamente. Aunque este es un cambio menor sin duda, en
términos locales puede tener una gran significación, pues estamos hablando de una ocupación de
cerca de 21,000 técnicos y más de 16,000 administrativos (gerentes, superintendentes,
supervisores y personal secretarial, de vigilancia, etc.) en este sector. Se espera un crecimiento
anual promedio, entre 1995 y 2001, del 12.7% y del 13.1%, respectivamente, para ambas
categorías ocupacionales (Cuadro 22).
18
Cuadro 22
Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empleo
Actividad de Autopartes (1980-2001)
1985
1990
1995
Empleo Total
40145
104486
139080
Porcentajes:
Empleo total
100
100
100
Directos
84,17
79,42
79,90
Hombres
45,78
47,43
n.d.
Mujeres
54,22
52,57
n.d.
Técnicos
9,73
12,47
11,30
Administrativos
6,10
8,11
8,80
% De Cambio
Prom.1980-1985
Prom.1985- Prom.1990-1995
1990
Empleo Total
60,88
21,13
5,95
Directos
40,95
19,75
6,05
Hombres
51,69
14,82
4,63
Mujeres
34,69
11,55
3,45
Técnicos
43,87
27,30
4,13
Administrativos
37,83
28,30
8,17
2001a
279560
100
80,10
n.d.
n.d.
11,10
8,80
Prom.19952001
13,12
13,18
n.d.
n.d.
12,70
13,13
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
Por último, la actividad del vestido tiene un patrón distinto, ya que mantiene de manera
más nítida su característica de fuerza de trabajo intensiva. Los trabajdores directos representaron
el 89.5% en 1980 y sólo disminuirá este porcentaje dos puntos en el año 2001. Los técnicos
pasarán de 7.3% al 9.0% en ese período de 21 años, y los administrativos del 3.1% al 3.8%
(Cuadro 23).
Cuadro 23
Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empelo
Actividad de la Confeccion (1980-2001)
1985
1990
1995
Empleo Total
21473
42464
94070
Directos
18278
36107
81559
Hombres
3686
8804
n.d.
Mujeres
14592
27303
n.d.
Técnicos
2391
4509
8749
Administrativos
804
1848
3762
Porcentajes
1985
1990
1995
Empleo Total
100
100
100
Directos
85,12
85,03
86,70
Hombres
20,17
24,38
n.d.
Mujeres
79,83
75,62
n.d.
Técnicos
11,13
10,62
9,30
Administrativos
3,74
4,35
4,00
2001a
165580
144386
n.d.
n.d.
14902
6292
2001a
100
87,20
n.d.
n.d.
9,00
3,80
19
% Cambio
Prom.1980-1985 Prom.1985-1990 Prom.1990-1995
Empleo Total
Directos
Hombres
Mujeres
Técnicos
Administrativos
4,91
3,99
10,37
2,80
13,61
7,99
14,68
14,65
13,18
9,61
13,64
18,37
17,49
17,85
10,86
8,47
14,31
15,35
Prom.19952001
10,76
10,89
n.d.
n.d.
9,99
9,59
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
Acerca de los niveles de la estructura ocupacional y de las actividades que son realizadas
en los puestos de trabajo de las empresas maquiladoras desafortunadamente no se tiene más que
datos del año de 1989. A partir de una encuesta probabilista en Ciudad Juárez, Tijuana y
Monterrey para las tres actividades principales que aquí nos preocupan (electrónica, autopartes y
vestido) se obtuvieron importantes resultados sobre 358 plantas maquiladoras que
desfortunadamente no se pueden aún contrastar con información más reciente (véase Carrillo
coord, 1993), Algunos de los principales resultados relacionados con la estructura ocupacional
del empleo fueron los siguentes:
Respecto de los puestos de trabajo dentro de la estructura jeráquica organizacional la
encuesta reportó que en la eléctrónica, las autopartes y el vestido existen entre 18 y 21 tipos de
puestos diferentes. El número de niveles –o categorías ocupacionales jerárquicas- (sumando todos
los niveles de todas las plantas en cada grupo) osciló entre 326 en el vestido y 1974 en la
electrónica.
Empresas con 3 y más de 30 niveles jeráquicos permiten señalar estructuras
organizativas internas muy diferentes. El promedio general para las ciudades analizadas osciló
entre seis y siete niveles.
Estos números hablan de una estructura jerárquica relativamente compleja, pues no se
trata sólo de operadores, técnicos y gerentes, como tradicionalmente se piensa. Un puesto que se
repitió gran número de veces en los niveles fue el de trabajador, obrero u operador directo, en
cada una de las ciudades analizadas, y fue además el que más personal concentró: 37.6% del total
de empleados en Tijuana, 50.7 % en Ciudad Juárez y 60% en Monterrey.
20
Pero el puesto con mayor número de niveles no fue el operador sino el que se denominó
“cuadros medios” (concentra a los superintendentes generales y supervisores de línea): tuvo
24.8% en Tijuana, 27% en Juárez y 33.3% en Monterrey, respectivamente. No obstante, llamó la
atención la existencia de un comportamiento más o menos homogéneo entre los puestos y el
número de niveles, lo que habla de la existencia de estructuras similares de categorías
(independientemente del número de empleados en las mismas).
Acerca del número de personas ocupadas en cada actividad, resultó que el trabajo no
calificado concentra la mitad del total en el sector del vestido, y un porcentaje muy cercano en la
electrónica 46.1% y uno muy semejante en las autopartes (47.3%). Las actividades de inspección
y supervisión apenas llegó a un máximo de 5.9%, y la moda en todos los casos fues de 1% del
total empleado en las plantas maquiladoras.
Parece claro que las plantas presentan diferencias por ciudades y por sector en cuanto a su
mayor o menor complejidad, según el número de actividades. La actividad que más se repite en la
electrónica y las autopartes fue la de ensamble, con 69,922 y 17,553 trabajadores
respectivamente. Esto es, 58% del personal directo en el primer caso y 83.4% en las autopartes.
Por ello esta actividad específica sigue siendo el principal en la industria maquiladora (la
clasificación de ensamble aislo a los soldadores, cortadores y muchas otras actividades, esto es,
está referida exclusivamente a la definición del término mismo). En el vestido, la actividad central
fue coser, con 75.5% del personal directo.
Sobre el número relativo de empleados en cada una de las actividades anteriores se
presentó el mismo proceso descrito en el párrafo anterior. Las cuatro actividades (inspección,
supervisión, trabajo calificado y trabajo no calificado) concentró más del 60% del total del
personal empleado. La inspección y la supervisión emplearon a un porcentaje que está en el rango
de 2 a 6 %. Las actividades calificadas concentraron un poco más de 10%. Aquí se presentó una
diferencia relativamente importante; mientras que el vestido hubo 6.9% de trabajadores
calificados del total de empleados, en las autopartes tuvieron 17.9%. Por último, el trabajo no
calificado fue el mayoritario dentro de la estructura ocupacional de las plantas maquiladoras.
21
Cerca de 50% tuvieron cada uno de los grupos analizados- de ciudades y de sectores. En el
vestido el porcentaje llegó a 57.9 % (Carrillo, 1993)
3.2 Características de la mano de obra.
La principal característica del empleo maquilador ha sido la preferencia por contratar
mujeres jóvenes; sin embargo, se han observado algunos cambios graduales al respecto: mientras
que en 1981 las mujeres representaban el 77.4% del total de trabajadores directos, en 1997
representaban el 60.3%. Estos porcentajes se redujeron aún de mayor manera en las maquiladoras
de autopartes, las cuales empleaban mujeres, en 1980, en un 67.5% del total de obreros, y en
1990 apenas alcanzaban al 52.6%. No obstante lo anterior, existen plantas que sólo ocupan
hombres, por ejemplo, del 10% al 14% de las plantas en Tijuana y Monterrey tenían una
ocupación casi total de hombres -según la encuesta probabilista de 1989. Y en el caso de Juárez la
tendencia es una participación equilibrada entre ambos sexos. Respecto a los sectores, el de la
electrónica mantiene un relativo equilibro entre el empleo de hombres y de mujeres. Mientras que
en las autopartes es notoria la predominancia de hombres en el personal directo. Lo mismo
sucedió en el caso de Tijuana, en donde el 86% de las plantas resultaron “altamente masculinas”
(entre 81% al 100% del personal directo) mientras que en Ciudad Juárez este porcentaje fue
solamente del 42%. En el sector del vestido predominaron las mujeres fundamentalmente en
Tijuana (en el 54% de las plantas se ocupan mujeres entre el 80% al 100%) . La relación de
dependencia entre la participación dela variable sexo en el personal directo y los sectores
productivos fue alta.
En cuanto al estado civil de los trabajdores directos se observó en la encuesta de 1989 que,
tanto en la electrónica como en las autopartes, el porcentaje de mujeres solteras sin hijos fue alto.
Más de 70% del total de plantas tuvieron un rango bajo de madres (de 1 a 40% de la mano de obra
femenina). La única diferencia sustantiva fue en el vestido, en donde el porcentaje alcanzó el
54.4%. En 23 plantas se encontró que no había madres empleadas, sólo solteras o solteros. En las
autopartes el 28.6% del total de plantas no ocuparon a madres, bien porque se trató de plantas con
empleo exclusivamente varonil, o porque se emplearon sólo solteras.
22
No obstante lo anterior, existe un porcentaje importante de mujeres madres trabajadoras:
entre el 15% y el 20% de las plantas tuvieron un rango medio (41% a 60%) de participación de
mujeres trabajadoras directas que fueron madres. (Carrillo, 1993).
Respecto de la edad resaltó la juventud de sus trabajadores en la encuesta de 1989. En el
caso de Tijuana se incrementaron los promedios de edad en comparación con los reportados en
estudios de años anteriores. El 44% de las plantas tuvieron un personal directo con edades entre
21 y 25 años, 35% con edades entre 17 y 20 años, y 21% entre 26 y 50 años. En general, es claro
que los criterios de edad en la selección
de los trabajadores directos se han relajado en
comparación con los reportados en años anteriores. Esto resulta más claro para Tijuana y Ciudad
Juárez. Los promedios de edad del personal directo en esta dos ciudades fueron 24.2 y 22.0 años,
respectivamente.
Con referencia a la edad según la actividad económica, se observó que se empleba a un
mayor número de obreros del grupo “muy jóvenes” en la electrónica, en comparación con los
otros sectores. Es más joven el personal directo en la electrónica, seguido de las autopartes, y
finalmente, en la industria del vestido.
Por último presentamos algunas características de los perfiles socioeconómicos,
nuevamente con base en la encuesta a maquiladoras de 1989. Dos características desatacan en
dicho estudio: la antiguedad de los trabajadores en las plantas y el perfil de la escolaridad.
En cuanto a la antiguedad en el trabajo los promedios para los trabajadores directos en las
plantas se mantuvieron similares a los reportados en estudios anteriores (2-3 años) (consúltese
Carrillo y Hernández, 1985; Fernández-Kelly, 1983; Gambrill, 1981) El cambio sustancial lo
reportaron los gerentes de Tijuana, donde el promedio aumentó a 4.2 años. A pesar de que los
promedios no fuyeron muy superiores a los reportados hace más de una década, las desviaciones
estándar fueron muy altas, lo que refleja una gran disparidad interna en cada ciudad, con
excepción de Monterrey. Si se revisa el valor promedio, el proceso ha cambiado muy lentamente,
y se podría concluir, hipotéticamente, que el empleo en la maquiladora es un trabajo eventual.
23
Población con mayor edad, aunada a la ocupación de más hombres, y segmentos
diferentes de años de antiguedad, representan una parte sustancial de los cambios en los perfiles
socioeconómicos de la mano de obra ocupada a fines de la década de los ochenta. La política de
selección de los trabajadores ha tenido claramente, desde entonces, a relajarse debido,
fundamentalmente a los problemas de rotación de personal. Los datos sobre el perfil
socioeconómico sugieren que, más que tratarse de un problema de inexistencia de mano de obra
en los mercados locales y regionales, el problema es de retención de la misma. Como
consecuencia de la proliferación de empleos en los servicios, en el comercio y en las posibilidades
siempre reales de emigrar hacia Estados Unidos (con o sin documentos) en búsqueda de mejores
salarios, el segmento de trabajadores directos ocupados en la maquiladora sigue siendo joven.
Algunos otros cambios importantes han ocurrido en el perfil del empleado: han aumentado
las contrataciones de inmigrantes, aunque se trata de inmigrantes con largos períodos de
residencia en las ciudades fronetrizas; hay más hombres y mujeres casadas y una gran proporción
de personas empleadas que tuvieron una experiencia laboral anterior.
4. Costos laborales, productividad y competitividad
La IME en México se ha caracterizado por su intensivo de mano de obra. Como fue
mencionado con anterioridad, esto se refleja claramente en que el número de personas ocupadas
por planta aumenta en el tiempo para alcanzar los 350 empleados promedio por establecimiento
en 1997 y el 80% de esa población labora como obrero o trabajador directo de producción. No
obstante esta característica histórica y central de la IME el procentaje del costo de la mano de
obra dentro del valor total de la producción es mucho menor de lo que se pensaría. En 1989 se
encontró que la mayoría relativa (41.4%) de las 358 plantas maquiladoras analizadas tenían un
costo laboral menor al 20% del valor total de la producción y una tercera parte de ellas entre 21%
y 40%. Se encontraron diferencias signifcativas entre los sectores. Mientras que en la industria
electrónica el 50.5% tenía un porcentaje menor al 20%, apenas llegaba al 16.9% en el vestido
Claramente la mayor importancia relativa de los costos laborales en relación con el valor total de
24
la producción es superior en la industria del vestido, seguida de las autopartes y mucho menor en
la electrónica.
Otro inidicador es la participación de los sueldos y salarios dentro del valor agregado en
México. Se esperaría que la gran mayoría del valor agregado estuviera representado en esos
rubros. Tomando como referencia al sector de autopartes que se encuentra a la mitad entre la
electrónica y el vestido en relación a los costos laborales, los salarios y sueldos representaron
apenas la mitad (el 56.5%) del total del valor agregado en 1994.
La productivdad laboral de las empresas ha aumentado considerablemente en el tiempo.
Medida en forma simple dividiendo el valor agregado mexicano entre el personal total ocupado,
se obtuvieron los siguientes resultados: Mientras que en 1986 se generabaUS $5,204 por
trabajador en 1997 alcanzó la cifra de US $8,994, esto es, creció 1.7 veces. La productividad se
elevó en forma considerable en
las tres actividades mencionadas con anterioridad. En la
electrónica creció 1.8 veces en esos 11 años; en la electrónica aumentó 1.3 veces y,
sorprendentemente, en el vestido creció 3.6 veces!. Para 1997 se generaba un valor agregado por
empleado de US $9,514 en la industria electrónica, de US $8,372 en la de autopartes y US $
5,961 en la industria del vestido.
Acerca de la competitividad de las empresas desafortunadamente no existen indicadores
representativos de lo que está sucediendo en la industria maquiladora en México. La encuesta de
1989 ya mencionada arrojó que la mayoría de las empresas (entre 61% y 76% de las plantas) en
las actividades de la electrónica, las autopartes y el vestido mantenían un bajo porcentaje de
rechazos a la producción (indicador central de la competitividad). En 1995 se realizó otra
encuesta no probabilista con un número reducido de establecimientos en Tijuana dedicados a la
producción de televisores (5) y en Ciudad Juárez, Monterrey y Nuevo Laredo dedicados a la
manufactura y ensamble de autopartes (12) (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). En esta
encuesta los resultados revelaron que todas las empresas habían alcanzado una mayor
competitividad e importancia en el período 1990-95:
25
En primer lugar, las filiales incrementaron su participación en las ventas al exterior (con
referencia a las ventas de las empresas matrices), incrementándose de 31.4% a 40.4% en 1990-95.
En segundo lugar, la mayoría de las firmas entrevistadas (el 80%) consideraron que su rol
dentro de la estrategia internacional de su casa matriz era "muy importante”. Las razones para esta
aseveración fueron diferentes en cada planta: "son la empresa productora", "alto volumen de
producción con alta calidad" y "altas ganancias", entre otras; todas ellas contrastando con la
visión tradicional de que las maquiladoras electrónicas ensamblan para reducir costos. Cerca del
80% de las plantas entrevistadas consideran que este rol no ha sido diferente en el período anterior
(1985-90).
Y, en tercer lugar, las empresas declararon que su principal producto incrementó su
competitividad en el mercado interno en los últimos 10 años, en el cual se estimaba una
participación del 70%. A pesar de que sus expectativas se vieron reducidas por la crisis
económica mexicana en diciembre de 1994, empresas como Hitachi y particularmente Samsung
vendían un porcentaje relativamente importante en México en 1995 (5% y 14%, respectivamente).
Las actividades más importantes en donde las empresas han experimentado cambios
profundos, de acuerdo con los gerentes entrevistados, fueron la investigación y desarrollo de
procesos y del producto, realizadas en sus propios establecimientos y además en otras filiales
(básicamente se trata, en orden decreciente, de actividades de administración, control de calidad y
diseño). Ambas representaron 54% de los aspectos con cambios importantes. El ensamble final
tuvo un 14% de las respuestas.
Las fuentes del aumento de la competitividad y algunos otros indicadores relacionados
con ella, de acuerdo a la encuesta de 1995, fueron los siguientes:
a) El incremento de la competitividad en el mercado internacional, basado en costos
unitarios y en la transferencia tecnológica proveniente de la casa matriz. (en el caso de las
empresas de autopartes nacionales). También aumentó la participación en el mercado extranjero
26
y doméstico; se redujeron precios, se elevó la calidad y la productividad, y se difundieron
tecnologías duras y blandas.
b) El fuerte crecimiento de la producción y del volumen de empleo, que supera con creces
los promedios nacionales de la manufactura.
c) El aumento en la toma de decisiones por parte de las filiales. Las técnicas que
acompañan el denominado sistema de producción japonés son un claro ejemplo de procesos de
autonomía en las decisiones.
d) El rol cada vez mas importante que egan las filiales en México, en el contexto de la
casa matriz, tanto en términos de sus funciones como del porcentaje de ventas que representa la
filial.
e) El aumento en las presiones para elevar la calidad y productividad y reducir los costos.
Esto ha tenido diversos impactos, entre los que destacan las estrategias corporativas para
externalizar sus empresas maquiladoras (particularmente en las autopartes), el cambio en el
enfoque de sobreprotección de sus filiales y el fortalecimiento de la red de proveedores
responsables cercanos.
f) La red transnacional apoya a los establecimientos en México, incluso en las empresas
nacionales, particularmente en lo que se refiere a tecnologías de producto, proceso,
comecialización y organización.
g) Los cambios internos mayores, particularmente en recursos humanos en el ensamble
final y en sub-ensambles, así como en la investigación y desarrollo. Se ofrecen, en promedio,
más horas de capacitación que dentro de la rama en el nivel nacional; particularmente las
transnacionales asiáticas realizan un mayor esfuerzo al respecto. Por su parte, se desarrollan
subensambles complejos con un alto número de componentes cada vez mas sofisticados
tecnológicamente, al igual que crece el número de unidades programables. Y, finalmente, se
27
amplió la difusión de actividades de innovación tecnológica (llegando a representar 5.4%, en
promedio).
No obstante lo anteriormente expuesto sobre el aumento de las competitividad de las
empresas y las transformaciones que ello supone, también se observa que existen importantes
limitaciones para alcanzar un mejor desarrollo como es, en particular, el costo y la calidad de los
proveedores nacionales.
Otros elementos importantes a considerar al evaluar la competitividad de las empresas,
particularmente en relación con los recursos humanos fueron la capacitación y la calificación en
el trabajo. Las maquiladoras, en términos generales, ofrecen un número semejante de horas de
capacitación que la industria a nivel nacional (40 al año). Este resultado es importante si se toma
en cuenta que son empresas intensivas en trabajo y que es mayor el porcentaje de obreros en las
actividades maquiladoras que en las mismas ramas dentro de la manufactura. Al momento de ser
contratados las compañías maquiladoras brindan desde un día hasta una semana de capacitación, y
posteriormente se otorgan varias horas más. .
Otro tanto sucede con la elevación de la calificación. Aún cuando en las maquiladoras las
ocupaciones siguen siendo consideradas en términos generales como no-calificadas, existen
algunos estudios que muestran el desarrollo de puestos de trabajo donde se requiere un mayor
contenido, una mayor participación y una mayor responsabilidad (Carrillo y Hualde, 1997, entre
otros). Observemos algunos cambios ya identificados desde fines de la década del ochenta
(Carrillo, coord. 1993):
a) individualmente, la calificación del trabajo como capital humano se ha incrementado
lentamente al pasar de 6 años de escolaridad a 7-8 años, pero con una mayor experiencia laboral
anterior.
b) en términos de los puestos de trabajo, los estudios de caso de empresas así como las
encuestas a gerentes y trabajadores muestran que al menos existe un segmento de empleo en las
maquiladoras donde las tareas son mas complejas debido a la introducción de procesos de
28
manufactura de alta tecnología y a la adapatación de las prácticas del control total de la calidad;
sin embargo, en la mayoría de los casos, los requerimientos de calificación en el trabajo continúan
siendo mínimos, pero crece con la complejidad tecnológica de los establecimientos o del
segmento del procesode producción que esté involucrado.
c) en el nivel organizacional se ha encontrado, contra lo que se esperaría que el nivel de
calificación organizacional, definida como la asignación de las personas a determinados niveles
de puestos de trabajo, no es más alta en las empresas con mayor tecnología en comparación con
las de menor tecnología. Por un lado, en la industria electrónica, la mayoría de los niveles de la
estructura organizacional se concentran en los puestos de trabajo no-calificados; en las autopartes
existe también una estructura piramidal, pero existe una mayor concentración en los “no
calificados”. Y por otro lado, en la industria del vestido existe una más homogénea estructura de
los niveles de calificación. En otras palabras, desde la perspectiva de la calificación como un
momento de la estructura organizacional definida por el empleado, se encontró que en los sectores
más avanzados se definen más niveles de baja calificación para la mayoría de sus trabajadores, y
en los sectores mas tradicionales como la industria del vestido son definidos sus niveles con una
mayor calificación para sus trabajadores.
En la encuesta realizada con 17 empresas en 1995 se encontró que las empresas ofrecían
un alto volumen de capacitación (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). Un caso extremo fue la
planta de televisores de Samsung, quien a los de reciente ingreso les dieron 48 horas. En
promedio se otorgaban 90 días o sea más del doble que en el resto de las empresas Samsung en
Norteamérica. En 1997 ofrecieron 1200 días de entrenamiento para todos sus 5,228 empleados,
lo cual arroja 6.16 días de capacitación por empleado anualmente y 137 dólares. por trabajador.
Al comparar 14 plantas de Samsung en Norteamérica, Samex (Tijuana) ofrece más del doble de
capacitación que la planta más cercana (85 días al año vs 38), pero de igual manera el gasto en
capacitación es mucho menor que en las plantas Samsung en Estados Unidos. Esta característica
es vista como una fortaleza de la planta, esto es, proveer un alto volumen de capacitación a un
muy bajo precio “lo cual representa una utilización eficiente de los recursos. “
29
5. Salarios y prestaciones
Las empresas maquiladoras en México, a diferencia de lo que sucede otras Zonas de
Producción para la Exportación, se caracterizan por mantener condiciones de trabajo
suficientemente adecuadas. En un estudio llevado a cabo en 1989-90 en once países (República
Dominicana, Haití, India, Jamaica, Corea, Malasia, México, Filipinas, Sri Lanka, Tailandia y
Túnez) se encontró que las zonas de produccíon para la exportación (EPZ’s) son usualmente
enclaves que gozan de incentivos, reducción de impuestos y otros incentivos y que gozan de
beneficios adicionales a partir de las restricciones para sindicalizarse y de la pobre aplicación de
los estándares internacionales del trabajo. Pero esta situación no es semejante entre los países,
destacando el caso de México porque la legislación laboral nacional aplica en todas las
maquiladoras de manera semejante que en el resto de las empresas de la manufactura; y los
trabajadores gozaban de los mismos derechos que el resto de los obreros y la libertad necesaria
para asociarse. El hecho de que las maquiladoras tengan una baja tasa de sindicalización
menciona el estudio, se debe a una variedad de factores los cuales incluyen: una actitud antisindical de los empleadores, apoyada por las fuertes asociaciones empresariales, una baja
eficiencia de los sindicatos para organizar a las empresas y la percepción generalizada de que los
sindicatos tienen poco o nada que ofrecer a los trabajadores en términos de beneficios laborales
(U.S. Department of Labor, 1990). Un caso aparte es el de Tamaulipas en donde prácticamente
todas las empresas están sindicalizadas bajo un mismo tipo de contrato suscrito por la Central de
Trabajadores de México (CTM) y se mantiene un intercambio entre seguridad en el empleo y
condiciones salariales y de trabajo semejantes versus estabilidad laboral (prácticamente no existen
huelgas y los conflictos laborales que llegan a las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje son
mínimos) (U.S. Department of Labor, 1990).
Respecto a los bajos salarios relativos pagados en las maquiladoras, resulta que éstas
están más relacionados con el nivel de los salarios mínimos impuestos por el gobierno mexicano
que con las propias políticas de las empresas; además encontraron los observadores indicadores
de que en varias compañías americanas y particularmente japonesas gozaban de mejores
condiciones de trabajo y salarios que en empresas no maquiladoras de la misma rama, e incluso
que pagaban los salarios más altos en la localidad donde se establecieron.
30
Con base en las estadísticas nacionales disponibles y en la encuesta probabilista de 358
establecimientos mencionada con anterioridad, se encontraron los siguientes resultados:
Desde 1982 (y hasta 1995), los salarios reales y nominales en las maquiladoras han tenido
un comportamiento errático. Si bien los salarios, puestos en dólares, se incrementan en forma
constante pero ligera, las devaluaciones de la moneda mexicana frente al dólar presionan
fuertemente para que éstos disminuyan. En 1981 se pagaba en promedio al conjunto de todos los
empleados de la IME US $1.99 dólares por hora; disminuyendo a $1.38 en 1985 y aumentando a
$1.78 en 1990. En 1996 se pagaba $1.92 por hora y se espera que para el año 2001 los salarios
alcancen los 2.96 dólares por hora (Cuadro 24). Visto en términos de crecimiento anual llama la
atención que los promedios son negativos en los quinquenios 1981-1985 y 1990-1995, que es
precisamente en donde se ubican las dos grandes crisis económicas del país (1982 y 1994), y un
aumento relativo del orden del 5.8% en el período 1985-90 particularmente en las prestaciones y
los bonos. Para el período 1995-2001 se estima que los salarios y prestaciones alcancen un
crecimiento del 10% (Cuadro 24).
Cuadro 24
Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales (Dólares por Hora) (1981-2001)
1985
1990
1995
2001a
(Average)
Wage Rate
1,38
1,78
1,69
2,97
Base
1,07
1,26
1,14
1,99
Fringe Benefits
0,31
0,52
0,55
0,98
Bonuses
Porcentajes
(Average)
1985
1990
1995
2001a
Wage Rate
100,00
100,00
100,00
100,00
Base
77,54
70,79
67,46
67,00
Fringe Benefits
22,46
29,21
32,54
33,00
Bonuses
% De Cambio
(Average)
Prom.1981- Prom.1985-1990 Prom.1990Prom.19951985
1995
2001
Wage Rate
-7,66
5,80
-1,01
10,16
Base
-7,74
3,55
-1,90
10,23
Fringe Benefits
-7,39
13,55
1,15
10,00
Bonuses
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
31
b) Los beneficios económicos se han incrementado también y constituyen una parte muy
importante del total de remuneraciones. En 1981 éstas consituían el 22.1% del total de las
remuneraciones y, para 1995, representaron el 32.5%. Se espera que para el 2001 representen el
33.0% (Cuadro 24). Según la encuesta de 1989, los beneficios económicos están distribuidos de la
siguiente manera: alrededor de un 50% son prestaciones que marca la ley (aguinaldo, vacaciones,
descansos obligatorios, prima vacacional y fondo de ahorro) y otra cantidad más o menos igual
está compuesta por bonos y subsidios. El subsidio a la comida dentro de la planta es el más
importante: representó el 20% del total de los beneficios en la industria electrónica, del 17.8% en
las autopartes y del 25.2% en el vestido. En cuanto a los bonos, los mas importantes fueron el de
puntualidad (8%, 4.3% y 5.4%, respectivamente) y el de asistencia (5%, 5.4% y 2.1%) (Anexo 2
Prestaciones Según Actividad) (Carrilllo, 1993). Aunque no todas la empresas ofrecen los bonos
económicos y las prestaciones adicionales a las que marca la Ley Federal del Trabajo (Anexo 3
Presatciones fuera de la LFT). Asimismo, se observa una diferencia entre las diferentes
prestaciones según la rama de actividad que se trate, resultando que la electrónica y las autopartes
ofrecían más prestaciones que las empresas del vestido (Cuadros 25-27).
Cuadro 25
Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales Actividad de Autopartes
(Dólares por Hora) (1981-2001)
1985
1990
1995
2001a
(Promedio)
Salario
1,57
2,21
2,03
3,52
Base
1,28
1,53
1,26
2,14
Prestaciones Y
0,29
0,68
0,77
1,38
Bonos
Porcentajes
(Promedio)
1985
1990
1995
2001a
Salario
100,00
100,00
100,00
100,00
Base
81,53
69,23
62,07
60,80
Prestaciones Y
18,47
30,77
37,93
39,20
Bonos
% De Cambio
(Promedio)
Prom.1981-1985 Prom.1985-1990 Prom.1990-1995 Prom.19952001
Salario
-7,93
8,15
-1,63
10,10
Base
-7,32
3,91
-3,53
9,79
Prestaciones Y
-10,20
26,90
2,65
10,61
Bonos
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
32
Cuadro 26
Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales (Dólares por Hora) (1981-2001).
Actividad
Electronica
(Promedio)
1985
1990
1995
2001a
Salario
1,43
1,88
1,85
3,22
Base
1,07
1,31
1,23
2,09
Prestaciones Y
0,36
0,57
0,62
1,13
Bonos
(Promedio)
1985
1990
1995
2001a
Salario
100,00
100,00
100,00
100,00
Base
74,83
69,68
66,49
64,91
Prestaciones Y
25,17
30,32
33,51
35,09
Bonos
% De Cambio
(Promedio)
Prom.1981Prom.1985Prom.1990Prom.19951985
1990
1995
2001
Salario
-6,85
6,29
-0,32
9,82
Base
-7,17
4,49
-1,22
9,49
Prestaciones Y
-5,85
11,67
1,75
10,48
Bonos
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
Cuadro 27
Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales
Actividad de la Confeccion (Dólares por Hora) (1981-2001)
(Promedio)
1985
1990
1995
2001a
Salario
1,05
1,27
1,04
1,88
Base
0,84
0,90
0,76
1,36
Prestaciones Y
0,21
0,37
0,28
0,52
Bonos
Porcentajes
(Promedio)
1985
1990
1995
2001a
Salario
100,00
100,00
100,00
100,00
Base
80,00
70,87
73,08
72,34
Prestaciones Y
20,00
29,13
26,92
27,66
Bonos
% De Cambio
(Promedio)
Prom.1981-1985
Prom.1985Prom.1990Prom.19951990
1995
2001
Salario
-8,99
4,19
-3,62
11,06
Base
-9,09
1,43
-3,11
10,96
Prestaciones y
-8,59
15,24
-4,86
11,31
bonos
FUENTES: Elaboración de los autores a partir de:
INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986,
1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997.
a_/
Proyecciones
Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período
33
c) Los salarios y las prestaciones son más altos que los que fija la Ley Federal del Trabajo
en México.
d) A pesar de que muchos establecimientos -la mayoría- continúan operando bajo el
esquema de trabajo intensivo de baja calificación y bajos salarios, hay un segmento importante de
empresas en el cual se requieren tanto mayores habilidades de aprendizaje para mejorar la calidad
del producto como mayores exigencias de involucramiento en el trabajo.
La situación salarial para las tres actividades que nos interesan muestran diferencias
significativas (Cuadros 25-27). Los salarios en la industria del vestido se movieron de US $1.64
en 1981 a $1.65 en 1993, cayendo en los dos siguientes años (en 1994 fue de $1.05). En 1997 se
pagaban $1.35 dólares por hora, de los cuales el 74% correspondía al salario base y el restante
26% a al salario indirecto (prestaciones y bonos). Las diferencias salariales entre las categorías
ocupacionales fueron significativas: en 1997 fueron de $1.11 para los oberos, $2.49 para los
técnicos y $4.16 para los administrativos. En el caso de las autopartes los salarios fueron
sustantivamente mayores: 2.56 para la rama, distribuyéndose el 63% para el salario base y el 37%
para el indirecto. Los obreros ganaban US $1.59 por hora, los técnicos $4.95 y los administrativos
$8.26. Finalmente, en la industria de la electrónica el salario por hora llegó a $2.30 en 1997 (67%
directo y 33% indirecto), siendo de $1.55 para los obreros, de $4.30 para los técnicos y de $6.92
para los administrativos (Cuadro 25-27).
Por tanto, la actividad del equipo de transportación pagaba 89% más que la del textil y del
vestido; y 11% más que la eléctrica- electrónica. Y esta última pagaba 70% más que la industria
del vestido. La composición del salario muestra, en 1995, que el salario indirecto era más
importante en las autopartes (38.6%) y en la electrónica (33.5%), que en el vestido (26.9%), y que
esta diferencia se asentuaría para el 2001 (39.2%, 35.0% y 27.6%, respectivamente) (Cuadros 2527).
Finalmente, en particular en la industria de la electrónica, las autopartes y el vestido, se
encontró que los salarios están cercanamente relacionados con el nivel tecnológico de la firma, el
34
tamaño del empleo, la localidad donde se establecen las empresas, el nivel de complejidad de la
actividad y el origen del capital.
Considerando las tendencias nacionales en las condiciones de trabajo, la localidad y la
evolución regional de las maquiladoras fronterizas, parece más positiva la evaluación de estas
empresas que de las no-maquiladoras. Considerando los mercados de trabajo locales y los
salarios y prestaciones, las maquiladoras pagan más que las manufacturas locales del mismo
sector, y definitivamente más que los salarios mínimos profesionales de las localidades donde se
asientan.
Esta tendencia de mejores salarios dentro de la localidad al comparar maquiladoras y no
maquiladoras contrasta al comparar la IME y la industria manufacturera a nivel nacional. En este
nivel los salarios de la manufactura siempre han sido más altos que en las maquiladoras. En 1980
eran 56% superiores en la manufactura que en las maquiladoras. Sin embargo, esta diferencia se
acorta rápidamente. Para 1997 las remuneraciones totales por hora para el total personal ocupado
en julio de 1997 fueron de US $2.69 mientras que en las maquiladoras (cálculo anual) fueron de
$2.11, esto es apenas 27% superiores.
Esta disminución de los salarios reales, así como de los salarios relativos en México, se
verifica de manera dramática al hacer comparaciones internacionales. Mientras que en 1975 los
salarios a trabajadores por hora en la manufactura en México eran 3 veces superiores en promedio
a los de Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur, en 1996 eran 4 veces superiores los países asiáticos.
En otras palabras, mientras que en 1975 la relación del salario mexicano frente a los dragones
asiáticos era 198.2% superior, para 1996 apenas representaba el salario mexicano el 23.8% del
asiático (Cuadro 28). La comparación con Estados Unidos aunque es menos ejemplar (ya que el
aumento y disminución de los mismos es mas homogéneo), demuestra de igual manera la
reducción de los salarios mexicanos. Mientras que en 1990 el salario por hora a trabajadores de la
manufactura en México respresentaba el 10.6% del estadounidense ($1.58 vs $14.91) en 1997 se
redujo al 8.9% ($1.62 vs $18.12) (Cuadro 29).
35
Cuadro 28
Salarios: Comparacion Entre Mexico y Asia. Salarios por Hora en Dólares en la Manfactura
MEXICO
HONG
KONG
TAIWAN
COREA DEL
SUR
MEXICO/ASIA*
`
1975
1.47
0.76
0.4
0.32
198.2%
1990
1.58
3.20
3.93
3.71
42.5%
1991
1.84
3.58
4.36
4.61
42.8%
1992
2.17
3.92
5.09
5.22
44.2%
1993
2.4
4.29
5.19
5.64
46.3%
1994
2.47
4.61
5.49
6.4
42.9%
1995
1.51
4.82
5.82
7.4
23.7%
1996a
1.57
5.15
6.24
8.38
23.8%
FUENTE: U.S. Department Of Labor In 1975, Mexico Ranked 18 Th Among 22 Countries. In 1995 Mexico Ranked 22nd.
Ciemex-Wefa © Febraury 1997.
*Asia Includes Hong Kong, Taiwan, S. Korea And Singapore. A Preliminary. Includes Salaries, Fringe Benefits And Social Security.
Cuadro 29
Salarios. Comparación entre México y Estados Unidos
Salarios por Hora en Dóalres en la Manufactura
MEXICO
U.S.
MEXICO/U.S.
1990
1.58
14.91
10.6%
1991
1,84
15,58
11,8%
1992
2.17
16.09
13.5%
1993
2,40
16,51
14,5%
1994
2,47
16,86
14,7%
1995
1.51
17,20
8,8%
1996
1.57
17.59
8.9%
1997
1,62
18,12
8,9%
36
.FUENTE: U.S. Department Of Labor In 1975, Mexico Ranked 18 Th Among 22 Countries. In 1995 Mexico Ranked 22nd.
Ciemex-Wefa © Febraury 1997.
* Includes Salaries Fringe Benefits And Social Security
Acerca de los salarios se calcula que -dentro de la producción de los arneses- entre el 20%
y el 30% de total de los costos son salarios y sueldos, aunque existen empresas que representan al
60% (Cuadro 30). Estos porcentajes son elevados en comparación con otras autopartes, como los
radiadores en donde representan el 1 y el 10%.
ESTRUCTURA DE COSTOS EN PLANTAS ARNESERAS (%)
Rubros
1er. nivel
2o. nivel
Salarios y prestaciones del personal directo
40
18-30
Sueldos y componentes al personal administrativo y directo
20
5-15
Componentes
15
5-30
Materia prima
15
20-40
Renta de inmuebles
0
2
Depreciación de maquinaria y equipo
0
2
Energía
5
2
Impuestos
5
7
Otros costos de producción
0
1-7
Investigación y desarrollo
0
0-2
Total
100
100
FUENTE: Elaboración de Jorge Carrillo. Entrevistas directas en plantas de arneses (1998-99).
6. Jornadas de trabajo y resigos de trabajo
Las jornadas de trabajo en la IME son largas. La Ley Federald el Trabajo permite que las
empresas laboren 48 horas a la semana (ocho horas diarias de lunes a sábdao) . Por lo general en
las empresas maquiladoras se trabajan cinco días (lunes a a viernes) y se permance en la planta
cerca de 10 horas diarias (para reponer el sexto día que no se trabaja). De la jornada de 10 horas,
8.8 horas son efectivas de trabajo y la 1.2 hora restante es de descansos y comida. El pago por ley
es de 48 horas/semana.
Con base en la encuesta con 358 plantas maquiladoras en 1989, se encontró que en la
actividad electrónica se laboraban 8.9 horas efectivas y se descansaban 0.9 horas en el primer
turno (aunque la dispersión es considerable en las horas efectivas; la desviación estándar fue de
37
7.6 horas). En el segundo turno se trabajaron efectivamente 7.9 horas y se descansaron 0.8 horas.
Y en el tercer turno se laboraron 7.1 horas efectivas con un descanso de 0.9 horas. Es de llamar la
atención que la mayoría de las plantas trabajaba sólo un turno, aunque a partir de mediados de los
ochentas han comenzado a proliferar segundos turnos en esta industria y, en mucho menor
medida, terceros turnos.
En relación con las autopartes la jornada es ligeramente menor. Se laboraron 8.5 horas
efectivas con un descanso de 0.9 horas en el primer turno, 7.5 y 0.8 horas en el segundo y 7.1 y
0.9 en el tercero, respectivamente. Prácticamente todas las plantas de autopartes tuvieron una
jornada semejante, ya que la desviación estándar en todos los casos fue muy baja.
Finalmente, con respecto a la industria del vestido la jornada resultó ser de 9.0 horas
efectivas (con desviación estándar de 0.7) y 1.0 hora de descanso en el primer turno. Y en
segundo turno fue de 8.5 y 0.8 horas, respectivamente. En esta actividad no se laboraba un tercer
turno.
De esta manera la jornada semanal promedio en las 358 plantas analizadas en 1989 fue de
50 horas en la industria del vestido (45 efectivas y 5 de descanso), 49 horas en la industria
electrónica (44.5 efectivas y 4.5 de descanso) y 47 en el sector de autopartes (42.5 efectivas y 4.5
de descanso).
El número de horas extras promedio laboradas por semana fue bajo: 2.3 en la electrónica y
1.1 en las autopartes y en el vestido. Es de suponer que la alta rotación en el empleo (que será
vista más adelante) no facilita ni establecer un segundo o tercer turno, ni trabajar horas extras. No
obstante lo anterior, las diferencias entre empresas respecto al número de horas extras laboradas
son muy fuertes. Mientras que existían empresas en las tres actividades que no laboraron ninguna
hora extraordinaria, una empresa electrónica laboró 49 horas extras a la semana y una en el
vestido 18.4 horas. En la variable horas extras existe heterogeneidad estructural tanto en la
electrónica como en el vestido, pero en la primera la variabilidad fue grande.
38
Parte central de las condiciones de trabajo en las empresas maquiladoras se constituyen
por los riesgos de trabajo. Diversos autores mencionan que los trabajos son de alto riesgo,
particularmente en las empresas de primera generación, debido a las escasa medidas de protección
que se siguen, particularmente ante la exposición a químicos altamente .peligrosos. El estudio del
Departamento del Trabajo en Estados Unidos mencionado con anterioridad señala que salud en el
trabajo y seguridad son las condiciones más problemáticas de la IME (U.S. Department of Labor,
1990). Los observadores de este estudio internacional, señalan, por un lado, que hay mejores
condiciones en las maquiladoras que en muchas similares empresas no maquiladoras,
particularmnete aquellas localizadas en parques industriales con iluminación y ventilación
adecuada. Pero por otro lado, que las infrecuentes inspecciones de parte del gobierno y la falta de
capacidad para que las leyes y sus normas ambientales y aquellas referentes a la seguridad dentro
del trabajo sean cumplidas, muestran que la salud es un problema actual y que hasta ese año
(1990) pocos pasos se habían dado.
Acerca de los riesgos de trabajo existen pocos estudios en la industria maquiladora. Al
menos dos de ellos han mostrado que la tasa de riesgos de trabajo (accidentes y enfermedades
ocupacionales) era mayor en empresas no maquiladoras del misma ramo que en las plantas
maquiladoras (Carrillo, 1989; Gueldenman, 1992). Al comparar las estadísticas oficiales en
empresas con más de 10 riesgos por año en 1981, se encontró para el caso de Baja California, que
la tasa de riesgo promedio era del 13.8% en maquilas y del 32.2% en no maquiladoras. Esta
diferencia a favor de la maquiladora era claramente mayor en la fabricación de ropa (12.1% vs
31.4%) y menos fuerte en la fabricación de muebles de madera (28.5% 36.5%), en la industria del
transporte (19% vs 26%) y en la fabricación y ensamble de eléctricos-electrónicos (5.5% vs
9.2%). Sólo en el caso de “empresas diversas” fue mayor la tasa de riesgos de trabajo en las
plantas maquiladoras (24.1% vs 15.3%).
Un estudio en una empresa electrónica, en 1983, mostraba que el 68.5% de los
trabajadores entrevistados laboraban con acetona, el 55.5% con tricloroetileno y el 45.5% con
freón, y que la exposición a estas sustancias era alta. De igual manera mostraba que más del 60%
de los y las entrevistadas padecían de ojos irritados, depresión durante la jornada, dolor de
espalda, problemas de acomodación visual, boca y garganta irritada, piel reseca, nerviosismo e
39
irritabilidad (Carrillo, 1989). No obstante lo encontrado, la asociación entre condiciones de
trabajo en esta planta maquiladora y los síntomas de enfermedad no puede ser casuística. Para ello
se requieren, al menos, de complicados estudios médicos.
En todo caso, la experiencia de investigación sobre esta área concluye que, como
problema, es mayor en el medio ambiente que en la salud de los trabajadores. El medio ambiente
ha sido un foco importante de discusión entre ambientalistas y las organziciones empresariales y
el gobierno. El problema recae en que, en primer lugar se utilizan sustancias químicas muchas de
ellas peligrosas; en segundo lugar, muchas de las combinaciones de sustancias químicas ni
siquiera se sabe los problemas que puedan causar; en tercer lugar, no había, al menos hasta
mediados de los ochentas, personal capacitado ni infraestructura adecuada para evaluar esta
situación por parte de las agencias gubernamentales; en cuarto lugar, y quizás
de mayor
importancia, no estaba claro que el volumen de las sustancias que eran importadas a México para
ser utilizadas en el proceso de poducción, fueran
re-exportadas hacia Estados Unidos.
Quedándose de esta manera una cantidad considerablemente importante en las localidades
fronterizas las cuales, al menos en los ochentas, no contaban con cementerios tóxicos, mucho
menos cementerios adecuados y no había compañías de reciclaje de dichas sustancias, tal y como
hoy en día existen. En síntesis, hasta antes de los noventas no existía por parte del gobierno
mexicano la preocupación, el interés, ni la capacidad para lidiar con una situación tan complicada
y potencialmente peligrosa. Con el TLCAN y sus antecedentes esta situación parece que ha
cambiado sustancialmente, al grado que muchas de las grandes empresas descubrieron que los
desperdicios materiales y algunos desechos pueden ser incluso
un buen negocio para las
compañías. Actualmente, una gran porporción de empresas cuentan con normas ISO 9000 y
14000.
7. Rotación en el trabajo
La transición de una situación de mano de obra abundante a otra con una gran escasez de
trabajadores, es quizás, el cambio má significativo en términos de empleo, en las operaciones de
maquiladora en varias ciudades de la frontera norte de México, visto desde una perspectiva
40
histórica. La estructura de las oportunidades en las ciudades fronterizas del lado mexicano y
americano, asi como el gran dinamismo de los mercados locales de trabajo desde mediados de los
ochentas, ha creado una situación de escasez real de mano de obra para todos los sectores de la
economía fronteriza, pero particularmente y de manera importante para las maquiladoras.
A pesar de los esfuerzos considerables por parte de los gerentes de recursos humanos de
las empresas maquiladoras para disminuir el número de salidas del personal, las altas tasas de
rotación, entendidas como salidas voluntarias de los trabajadores, han disminuido muy poco. Las
maquiladoras han experimentado disminuir la rotación a través del aumento de los salarios y
particularmente de los bonos económicos, así como de otros tipos de beneficios y servicios. Pero
a pesar de ello han tenido que tomar iniciativas para buscar personal en otras localidades aledañas
o definitivamente tener que cambiar sus operaciones o sus ampliaciones hacia ciudades cercanas
con mayor disponibilidad de mano de obra, debido que las tasas continúan siendo altas.
La interpretación más común de porqué los trabajadores abandonana sus empleos en las
maquiladoras se refiere a las malas condiciones de trabajo, esto es, los bajos salarios y
prestaciones, las intensas jornadas de trabajo y la falta de carreras profesionales dentro de las
compañías. Un estudio basado en entrevistas mostró que la rotación puede ser explicada por tres
razones principales: (1) el tipo de trabajo en las maquiladoras, el cual se considera aburrido,
monótono y mal pagado; (2) la pobre infraestructura urbana en las ciudades fronterizas, y (3) el
exceso de demanda de empleos para la oferta de trabajos (Williams and Passe-Smith 1989).
El estudio de fines de la década del ochenta, mencionado con anterioridad, encontró lo
siguiente: las tasas de rotación continuaban altas: la tasa promedio mensual de rotación en el
empleo en las maquiladoras fue de 12%, esto es más de 150% acumulada en el año. La ciudad con
la más alta rotación fue Tijuana con 12.7%, y el sector que más sufría esta situación era la
industria del vestido con una tasa del 15.8% (Carrillo, 1993).
A pesar de que las tasas de rotación son muy altas, no todos los trabajadores son
inestables. Un estudio realizado en 1993, con trabajadores de maquiladoras en la ciudad de
Tijuana, mostró que dos variables del ciclo de vida estaban fuertemente asociadas con la
41
probabilidad de que un trabajador abandone su empleo: la edad y el número de hijos. La edad
promedio de un grupo “estable” de trabajadores fue de 26 años, mientras que de un grupo
“inestable” fue de sólo 20 años. El grupo “estable” tuvo en promedio 1.2 hijos, mientras que el
grupo “inestable” tuvo en promedio solamente 0.5. Más recientemente, otra interpretación ha
propuesto que esta movilidad de los trabajadores no debe ser explicada por variables
demográficas solamente, sino también por estrategias de empleo de los trabajadores en contextos
de oportunidades: ante la ausencia de carreras profesionales dentro de las empresas y de contextos
locales de escasez de mano de obra, los trabajadores perciben a los trabajos en las maquiladoras
como un empleo temporal y transitorio, dentro de las estrategias de supervivencia en los hogares.
El empleo en las maquiladoras es fuertemente temporal aún cuando los trabajadores han tenido
contratos permanentes y una larga duración dentro de las empresas. En 1992 el promedio de
antiguedad en el empleo maquilador fue de apenas 1.8 años, mientras que en promedio tenían
como experiencia laboral el haber trabajado en dos maquiladoras previamente
Finalmente, el estudio basado en la pequeña encuesta con gerentes de empresas del
televisor y de las autopartes en 17 establecimientos concluyó que el gran dinamismo en el empleo
y en la producción en las empresas visitadas, particularmente en Tijuana y Ciudad Juárez, tenía un
escaso poder explicativo en el comportamiento de la rotación, y que la rotación tenía un
comportamiento específico en cada empresa. Estos resultados sugieren que los volúmenes de
producción pueden estar afectando las cargas de trabajo y las funciones que desempeñan los
trabajadores, lo cual estimula la rotación, y que su efecto sobre el aumento en las tasas de rotación
es pequeño debido a las estrategias de flexibilidad en la organización del trabajo y a los esfuerzos
que desarrollan en capacitación. Según este estudio, “todo indica que la rotación de personal, aún
cuando por definición apunta hacia una decisión individual del trabajador de abandonar su
empleo, está relacionada con las características específicas de cada empresa (Carrillo, Mortimore
y Alonso, 1996).
42
8. Relaciones laborales e integración económica regional
Las relaciones laborales en la IME en México bien pueden considerarse como no
conflictivas y de cooperación entre sindicatos y empleadores. Sin embargo, existe una explicación
sustantiva de este fenómeno: el tipo de sindicatos existente en las empresas maquiladoras ha
estado supeditado a las necesidades de las propias empresas, e incluso ha servido para evitar
intentos de organización de sindicatos con características mas independientes, así como nulificar
cualquier capacidad de negociación de los trabajadores ante las condiciones de trabajo y empleo y
ante los ajustes necesarios debido a la demanda cambiante del producto.
Un buen número de maquiladoras y de su empleo ha estado sindicalizado desde el inicio
del programa de maquiladoras. En 1979 se calculó que alrededor del 40% de los establecimientos
y del empleo estaba sindicalizado. Diez años duespués se encontró la misma situación. A fines de
los noventas parece que las cifras no han cambiado sustantivamente. En zonas como Tamaulipas
prácticamente todas las empresas están sindicalizadas. Otro tanto ocurre en la zona de Tijuana en
donde, según entrevistas, se calcula una sindicalización del orden del 80%, aunque según las
juntasb locales es del 30-40%. Hay zonas, sin embargo, donde no hay sindicatos o su
participación se ha reducido sustantivamente (por ejemplo, del 30% al 12% en Juárez).
Una lección que ha brindado la IME en cuanto a sindicalización, tanto en el contexto
nacional como en el internacional, es que las tasas de sindicalización no necesariamente reflejan,
e incluso ni siquiera se asocian, con las condiciones de trabajo que se establecen y menos aún con
la capacidad de negocaición frente a las empresas.
El tipo de sindicato que ha proliferado en las maquiladoras es de tipo corporativo, esto es,
integrado a las centrales oficiales nacionales como la CTM y la CROM, lo cual significa, en este
caso, que su establecimiento, su capacidad y su estrategia está supeditada a la normatividad de la
central nacional y no a las necesidades de los trabajadores dentro de los recintos de trabajo ni a las
localidades donde se asientan las empresas. En la mayoría de los casos los trabajadores no fueron
consultados acerca de si deseaban tener o no un sindicato, menos aún de quién debiera de ser su
43
dirigencia. A cambio de la firma de un contrato colectivo las centrales (CTM o CROM) ofrecen
paz laboral y flexibilidad en el trabajo.
No obstante este tipo singular de sindicato, existen dos vertientes muy distintas en la IME
en México. Una semejante a la usanza tradicional del sindicalismo corporativo mexicano, que en
la región de Tamaulipas, en particular en Matamoros, logró desde fines de los setentas el
establecimiento de las 40 horas de trabajo semanales y salarios superiores a los que se pagan en
otras zonas del país y cero huelgas. La otra consiste en un sindicalismo “transparente”, esto es, de
facto inexistente, ya que no tienen reuniones, asambleas, elecciones ni descuentos en los cheques
de los trabajadores. Un sindicato en el cual gran parte de los trabajadores ni siquiera sabe que
existe, pero que los empresarios contratan para efectos de prevenir cualquier contingencia laboral,
especialmente la organización independiente de los trabajadores. La situación es tal que, con
excepción de Matamoros, ahí donde hay contratos colectivos los salarios y las prestaciones son
menores que en plantas sin contrato colectivo.
Esta segunda vertiente se ha denominado “regresivo-funcional” (Carrillo, 1994). Es
funcional en tanto atiende a los intereses de las empresas y los acuerdos que logre establecer con
ellas, básicamente por tratarse de un sindicalismo negociador, no conflictivo y con orientación a
la concertación empresarial. Y es regresivo en cuanto a las conquistas logradas y a la forma de
sustentar el poder, a través del veto a la disidencia y a la organización democrática de los
trabajadores, siendo su principal sustento el poder regional. Este tipo de sindicalismo impone una
amplia brecha entre el aparato sindical y los trabajadores, quedando estos continuamente al
margen de toda negociación. De cualquier manera, los rasgos regresivos-funcionales presentes
sobre todo a partir del inicio de los ochenta en el sindicalismo en la IME (esto es, paralelamente
con el desarrollo de la modernización industrial), propiciaron desde un principio condiciones
laborales altamente flexibles respecto a las dominantes en el resto del país. De tal forma que cabe
esperar un proceso de consolidación de estos rasgos bajo las nuevas condiciones productivas, y
que de hecho lo muestra el 60% de plantas de alta tecnología analizadas que cuentan con contrato
colectivo de trabajo establecido por medio de un sindicato funcional (Carrillo y De la O,
1992:58).
44
La cuestión sindical en la IME no está asociada con el sector productivo sino que es un
asunto fuertemente regional (Quintero, 1993). No obstante, se ha encontrado una importante
relación con el nivel de la tecnología. En establecimientos de alta tecnología existe una práctica
laboral con normatividad integral,
es decir, 47.9% de éstas aplican simultáneamente un
reglamento interior y un contrato colectivo de trabajo, en contraste con las plantas de baja
tecnología, en donde sólo el 21.7% de éstas lo hacen (Carrillo y Ramírez, 1990). Estos resultados
refuerzan el supuesto de que las plantas de alta tecnología están entablando relaciones con los
sindicatos de manera más intensa que las de baja tecnología, aparentemente como una vía
eficiente para flexibilizar y regular las prácticas y condiciones laborales bajo las nuevas
circunstancias productivas. Ya que un 60% de las plantas clasificadas como de alta tecnología han
firmado contratos colectivos, en contraste con un 26% de las plantas de baja tecnología (Carrillo y
De la O, 1992).
Finalmente, caben destacar cinco características que considero definen actualmente el
contexto de las relaciones laborales de las maquiladoras en México:
(a) Su bajo nivel de conflictos laborales a pesar de las críticas de algunas organizaciones y
de algunos estudiosos acerca de las condiciones de trabajo.
(b) Su alta tasa de sindicalización, a pesar del punto anterior.
(c) Su sindicalismo pasivo, y antidemocrático, que aunque cuenta con al menos dos
variantes ("funcional-regresivo", y "tradicional"), mantiene fuertes lazos corporativos con
las centrales sindicales del país.
(d) Su tipo de convenios laborales definidos como "contratos de protección” altamente
flexibles.
(e) La mayor atención de obervadores externos, básicamente ONG’s, por las nuevas
condiciones que establecen los acuerdos paralelos al TLCAN en materia laboral.
45
9. A manera de Conclusión
El examen de la evolución y estructura de las empresas maquiladoras en México muestra
que se trata de un conjunto de actividades económicas heterogéneas y con desempeño muy
disímil entre ellas. Pero también se observa un proceso de especialización productiva y territorial,
de tal manera que algunos productos de ramas como la electrónica y las autopartes, explican la
dinámica sectorial y la mayor competitividad internacional que han adquirido.
Las empresas maquiladoras si bien conservan su característica central de ser intensivas en
trabajo y de bajos salarios relativos, han desarrollado en ciertos productos un proceso de
aprendizaje organizacional al constituir una mano de obra mas calificada, mejor pagada y con
fuertes vínculos con empresas dentro de la localidad (muchos de ellos vínculos intra-firma).
La realidad productiva, tecnológica, organizacional y laboral en las empresas
maquiladoras en México es demasiada heterogénea para intentar simplificarla en unas pocas
variables. Lo que si se puede concluir es que estamos presenciando diferentes tipos de
maquiladoras en diversos sectores y que existen fuertes limitaciones para logar un verdadero y
global escalamiento industrial (industrial upgrading). Pero de la misma manera podemos concluir
que en ciertas actividades como la industria de los televisores, y de los sistemas eléctricos de
autopartes, estamos frente a empresas de clase mundial con una gran trayectoria de aprendizaje,
altamente competitivas en el mercdo internacional y vanguardia de los procesos de integración
nacional y regional dentro del TLCAN.
La integración regional entre México, Estados Unidos y Canadá a partir del TLCAN lo
que ha hecho es fortalecer un proceso de integración de facto de la industria maquiladora de
exportación en México con la industria en Estados Unidos. Nuevas inversiones para establecer o
ampliar operaciones han proliferado desde la frima del TLCAN. Particular importancia está
teniendo, por un lado, el desarrollo de proveedores cercanos en empresas asiáticas con el fin de
alcanzar las reglas de origen. Y por otro lado, las nuevas estrategias corporativas de integración
vertical centralizada de empresas como Delphi y Samsung. En otras palabras, el TLCAN ha
46
dinamizado la IME en México y ha acelerado un proceso de desarrollo productivo regional. Esto
tiene fuertes implicaciones laborales: el efecto más claro es el aumento en el empleo y la
ocupación de un mayor número de ingenieros, y en menor medida, el enriquecimiento en las
calificaciones en algunos segmentos ocupacionales. En cuanto a su impacto en las relaciones
laborales todo indica que no tiene ningún efecto sobre los sindicatos existentes. En donde se
observa un impacto, pero de menor grado, es en la proliferación de organismos no
gubernamentales anti-TLCAN en México y en Estados Unidos los cuales ponen una atención
especial en las condiciones laborales y de organización en las maquiladoras. Esto tiene un carácter
muy positivo ya que “saca a la luz pública” muchos de los problemas existentes en casos
específicos y brinda un contrapeso, al menos en términos de la información pública. Un escenario
alternativo con una fuerte participación de ONG’s progresistas y un mayor número de sindicatos
independientes y democráticos, capaces de funcionar en un contexto de globalización y de fuertes
presiones para elevar la competitividad de las empresas parece ser mucho menos realista.
La pregunta central más amplia que se pude formular, por tanto, es la siguiente: podrá
México transitar de un modelo de integración regional dependiente hacia un centro de
manufactura continental?. En otras palabras, logrará el país sustituir paulatinamente empresas: (a)
con empleos intensivos en trabajo manual poco calificado y de bajos salarios por trabajos
intensivos en conocimiento y salarios más altos; (b) con bajos niveles de tecnología y de
integración con la economía nacional por procesos de punta y cuyas decisiones sean tomadas ya
no en las casas matrices en el extranjero; (c) con sindicatos de protección y antidemocráticos por
empresas donde la regulación en el trabajo y su sindicalización sea un ejercicio de libre decisión
por parte de los trabajadores, y en donde los sindicatos tengan una función propositiva tanto en
términos de la competitividad como laboralmente, y con propuestas inteligentes para ofrecer no
sólo a los trabajadores sino a los propios empleadores en beneficio de toda la comunidad
empleada?. La respuesta a esta pregunta rebasa los objetivos de este documento, pero en el
siguiente apartado se ofrecen
algunos indicadores e ideas orientados a intentar dar alguna
respuesta inicial a dicha interrogante.
47
SEGUNDA SECCION. CASOS REGIONALES DE AGLOMERACION
1. Características Económicas de Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros
Existen algunas características económicas básicas que han permitido definir la evolución
de las maquiladoras en México. Se trata del número de establecimientos, el personal ocupado y el
valor agregado. En este apartado presentamos los resultados de la información estadística
disponible para las ciudades de Juárez, Tijuana y Matamoros en donde se llevó a cabo el estudio
sobre el mejoramiento de la calidad del empleo en la industria maquiladora de exportación.
Ciudad Juárez contaba en enero de 1990 con 222 plantas y 118,504 empleados. Para
octubre del 2000 las cifras alcanzaban los 308 establecimientos y 262,805 ocupados. Es decir,
tuvieron un crecimiento del 139% y 222%, respectivamente en esos once años. Y el valor
agregado, a partir de enero de 1993 creció más de 994% (en precios corrientes) para llegar a
$2,978 millones de pesos en octubre del 2000.
Por su parte Tijuana tenía a principios de la década del noventa 388 establecimientos y
54,674 ocupados. Para septiembre del 2000 las cifras había aumentado a 810 y 196,316,
respectivamente. El crecimiento en dicha década fue del 208% en el número de plantas y del
359% en el personal empleado. En cuanto al valor agregado, creció más de 1,400% entre enero de
1993 y septiembre del 2000, y alcanzó los $2,250 millones de pesos.
En cuanto a Matamoros, se tiene que
para enero de 1990 habían 86 operaciones
maquiladoras las cuales ocupaban 37,221 personas y generaban un valor agregado de $100.1
millones de pesos corrientes (en enero de 1993). Once años después los datos cambiaron en forma
importante, aunque en menor magnitud que las ciudades anteriores. Pasaron a 120 plantas, 68,654
ocupados y un valor agregado de $667 millones de pesos. En términos porcentuales el
crecimiento fué del 139% en el número de plantas, del 184% en el personal empleado y del 666%
en el valor agregado.
48
En términos per cápita
resultó que el empleo promedio por planta aumentó
considerablemente en ese período al pasar de 141 a 242 personas. El valor agregado por planta,
por su parte, se incrementó de $0.3 millones de pesos enenero de 1993 a $2.8 millones de pesos
en septiembre del 2000. Finalmente, la productividad laboral, medida como el valor agregado por
empleado aumentó sorprendentemente al pasar de 2.37 miles de pesos a 11.46 miles de pesos, en
el período de referencia
Las Gráficas 6-8 muestran la evolución de los establecimientos, el empleo y el valor
argegado en las tres ciudades fronterizas consideradas previamente. Es claro que en términos de
establecimientos es más importante Tijuana que Juárez o Matamoros, pero en relación al empleo,
Juárez ocupa el primer lugar. En otras palabras, mientras que en Tijuana la gran mayoría de las
plantas son de tamaño medio, en Juárez son de gran tamaño. En Matamoros se encuentra una
situación intermedia. En la Gráfica 6 Ciudad Juárez es la única que presenta una evolución un
poco más errática que las otras localidades; esto se relaciona con las altas tasas de rotación
voluntaria del personal y con la enorme participación relativa de la IME dentro de la economía de
la ciudad.
Aqui van Gráficas 6, 7 y 8
Si bien esto ya había sido señalado en la sección anterior para inicios del 2000, aquí queda
claro que la tendencia es cierta para toda la década del noventa. Aunque la tendencia general en
las tres ciudades es contar con establecimientos de mayor tamaño (Gráfica 9) y mayor valor
agregado (Gráfica 10), esta situación es particularmente distintiva para Juárez, ya que la
existencia de empresas macro en Juárez se ha pronunciado con el TLCAN.
Aqui va Gráfica 9 y 10
Un resultado particularmente importante es que el número de plantas, el volumen de
empleo y la generación de valor agregado ha aumentado considerablemente a partir del TLCAN
como se observa en las Gráficas 6-8 que se presentan. En particular el valor agregado es el que
más se incrementa, especialmente en Ciudad Juárez. Esto se explica no sólo por que los
49
establecimientos son cada vez de mayor tamaño y ocupan más personas, insumos, maquinaria,
etc., sino porque aumenta el uso de tecnología y las actividaes que desarrollan son mas complejas.
En relación a las remuneraciones totales (salarios y prestaciones) la entrada del TLCAN
marca un significativo cambio al incrementarse su volumen (Gráfica 9). En términos relativos las
remuneraciones representaban el 54% del valor agregado mexicano realizado en las maquiladoras
de Tijuana en enero de 1990. Para septiembre del 2000, el porcentaje disminuyó al 49%, lo cual
es indicativo de que la productividad laboral se ha incrementado en las maquiladoras. Por el
contrario, aumentaron proporcionamente en esta localidad los insumos nacionales y las utilidades
(Cuadro 31). En Ciudad Juárez por el contrario aumentaron las remuneraciones totales del 56% al
61% , y disminuyendo las utilidades del 13% al 8% en ese mismo período (Cuadro 32). Y en el
caso de Matamoros también aumentó, al igual que en Juárez, del 54% al 64% las remuneraciones
totales;
mientras que las utilidades disminuyeron en términos relativos considerablemente
(Cuadro 33).
Cuadro 31
Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Tijuana
Valor
Remuneraciones Materias primas
Envases y
Agregado
Totales %
nacionales %
empaques
%
nacionales %
1990
100
54
2
0.7
1991
100
53
3
0.6
1992
100
56
3
1
1993
100
52
4
1
1994
100
53
3
1
1995
100
47
4
1
1996
100
48
5
1
1997
100
52
6
1
1998
100
48
11
1
1999
100
47
9
1
2000
100
49
6
1
FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación
Gastos Utilidades %
diverso
s%
29
14
28
13
28
13
27
17
25
17
29
19
33
13
28
12
27
14
25
17
27
16
50
Cuadro 32
Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Ciudad Juárez
Valor
Remuneraciones
Materias
Envases y
Gastos Utilidades
Agregado
Totales %
primas
empaques
diversos
%
%
nacionales % nacionales %
%
1990
100
56
2
0.3
30
13
1991
100
54
2
0.4
28
15
1992
100
60
2
0.5
26
11
Cuadro 33.
1993
100
63
2
1
26
8
Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Matamoros
1994
100
68
3
1
30
9
1995
100
54
3
1
30
13
1996
100
56
4
1
28
11
1997
100
55
7
1
27
11
1998
100
58
2
1
28
11
1999
100
59
2
1
28
9
2000
100
61
3
1
27
8
FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación
Cuadro 33
Estructura porcentual del Valor Agregado de la IME. Matamoros
Valor
Remuneracion
Agregado % es Totales %
Materias
Envases y
Primas
empaques
nacionales
nacionales %
%
1990
100
54
3
0.4
1991
100
52
3
1
1992
100
62
3
1
1993
100
64
3
1
1994
100
67
3
1
1995
100
65
4
2
1996
100
63
4
1
1997
100
63
4
1
1998
100
61
5
2
1999
100
62
4
2
2000
100
64
3
2
FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación
Gastos Utilidades
diverso
%
s%
17
22
17
17
19
23
25
23
24
24
24
25
23
17
16
10
6
7
9
8
8
7
Al comparar las tres ciudades resaltan las diferencias en las remuneraciones totales de la
IME (Gráfica 11). La masa salarial devengada por la IME fue mayor del 50% en Juárez en
relación a Tijuana y siete veces mayor respecto a Matamoros.
Y al comparar Tijuana y
Matamoros, resultó ser 3.6 mayores en la primera localidad en el último mes con información
disponible. Sin duda y a partir de las variables aquí observadas Ciudad Juárez y Tijuana son los
51
asentamientos más importantes de las plantas maquiladoras en México. Lo cual permitirá
comprender posteriormente la aglomeración industrial y la alta espceialización productiva en esas
ciudades. Esta variable muestra una tendencia al crecimiento disímil entre las localidades del
centro-oeste de la frontera y la del este.
Aqui va Gráfica 11
En relación al salario promedio por hora en dólares, incluyendo prestaciones, las Gráficas
12, 13 y 14 muestran claramente, en primer lugar, un ascenso después de la dramática caída con la
devaluación del peso a finales de 1994. Esto es válido no sólo para las tres ciudades sino para las
distintas categorías ocupacionales. En segundo lugar, hay que destacar que la caída más
pronunciada fue para los trabajadores directos y en menor medida para los técnicos que laboran
en las maquiladoras de Matamoros. En tercer lugar, se observa una tendencia hacia la
“homologación hacia arriba” de los salarios en las tres ciudades y para toda las categorías
ocupacionales. Finalmente cabe destacar que, al comparar las empresas maquiladoras, los obreros
de Matamoros son mejor pagados que en Ciudad Juárez y mucho mejor que en Tijuana. En
relación con los técnicos pagan un poco mejor, en promedio, las maquiladoras de Matamoros que
en las otras dos ciudades. Tanto Tijuana como Juárez tienen salarios muy parecidos. En esta
categoría. Y respecto a los administrativos, resulta que Ciudad Juárez es la que mejor paga a estas
personas, muy cercanamente de lo que sucede en Matamoros. Y en Tijuana existe un rezago
relativamente hablando en este segmento. Una conclusión general en términos
Aquí van Gráficas 12, 13 y 14
Las maquiladoras en Tijuana tuvieron más de 35 millones de horas-hombre trabajadas en
septiembre del 2000 (Gráfica 15). Pero en Juárez alcanzaron cerca de 45 millones. Ambas
localidades se ubicaron muy por encima de Matamoros en donde se obtuvieron cerca de 13
millones de horas-hombre trabajadas. Es notorio la tendencia creciente y paralela en Juárez y
Tijuana, incluso desde antes del TLCAN. Esto confirma que el TLCAN sólo vino a reforzar las
tendencias económicas que estaban ya presentes en la IME desde la década de los ochenta. Esto
vale también para Matamoros, en donde a pesar del crecimiento experimentado, se ha estancado
52
relativamente en relación a los otros municipios fronterizos, y esto es mas claro a partir de 1996
en donde la brecha aumenta en caunto a las horas-hombre trabajadas. Es muy probable que los
conflictos laborales y la fuerte presencia de los sindicatos corporativos tradicionales hayan sido
los causantes principales de ello.
Aquí va Gráfica 15
Finalmente, en relación al valor agregado, además de los salarios, los insumos nacionales
tienen una particular importancia ya que ello refleja los encadenamientos productivos hacia atrás
de las empresas en este país. En primer lugar, el volumen del valor de los insumos aumentó
exponencialmente en Tijuana y en segundo lugar en Ciudad Juárez a partir del TLCAN, como
muestra la Gráfica 16.
Aquí va Gráfica 16
Como conclusión se puede decir, en primer lugar, que el comportamiento económico de
la IME en Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros guarda diferencias sustantivas encuanto al
tamaño o volumen del negocio. En segundo lugar, las tres mantienen tendencias similares de
crecimiento, pero en particular Juárez y Matamoros son muhco más semejantes que Tijuana en
cuanto al establecimiento de nuevas plantas maquiladoras y al tamaño del crecimiento en el
empleo. Tijuana mantiene un mayor dinamismo que las otras localidades en estas dos variables. Y
en relación al valor agregado, cada una de las ciudades tienen velocidades distintas de
crecimiento: Mientras que Tijuana supera con mucho a Juárez, esta localidad supera con creces la
de Matamoros. Por último, y en tercer lugar, el impacto más profundo en la IME es claramente la
velocidad de cambio a partir del TLCAN. Este fenómeno de rápido cambio supone fuertes
impactos en los mercados externos e internos de trabajo, en la calificación de la mano de obra, en
la introducción de nuevas tecnlogías. En términos de aprendizaje organizacional e innovación es
mas dudoso el proceso. En todo caso, cualquier análisis de la IME en estas ciudades fronterizas,
debe tomar en cuenta el tremendo dinamismo de dichas actividades económicas, ya que las
industrias, las plantas, la producción, la tecnología, los proveedores y sus trabajadores cambian
rápidamente.
53
Pasemos ahora a ver con mayor detenimiento el tipo de maquiladoras y la aglomeración
industrial conformada en Juárez y Tijuana. Las tendencias de este proceso, de acuerdo con las
proyecciones de la compañía Ciemex-Wefa reafirmarán estos resultados.en los próximos cinco
años.
2. El Caso de Ciudad Juárez
Un caso de aglomeración industrial que merece toda la atención al intentar conocer el
posible desarrollo que otras localidades maquiladoras pueden lograr es Ciudad Juárez. Esta
ciudad es un punto nodal por su localización geográfica y por su potencial como zona industrial
altamente especializada. Una tercera parte de las maquiladoras de todo el país están en el estado
de Chihuahua, y dentro de éste es en Juárez donde se concentra el 75% de las maquiladoras. El
desarrollo de la IME en esta ciudad ha dependido en gran medida del desempeño de los grupos
promotores y empresariales locales de Juárez. En 1997 la ciudad contaba con 15 parques
industriales Para junio del 2000 existían 308 plantas maquiladoras, mismas que empleaban a
253,400 personas. Entre los mas grandes empleadores destacan los siguientes:
Firma
Delphi
Yasaki
Thompson
United Technologies
Visteon
Philips
Elamex
Johnson & Johnson
Sumitomo
Número de
Plantas
Número de
Empleados
20
11
3
11
8
6
7
4
5
30,000
20,500
10,907
10,430
10,430
9,568
4,200
3,629
2,925
54
En julio de 1997 las firmas transnacionales concentraban el 64% de las plantas y el 86.3%
del empleo en Juárez. Tan sólo las ‘tres Grandes del Auto’ (GM, Ford y Chrysler) y sus
proveedores de primera línea ocupaban al 70% del personal total del sector automotriz en dicha
ciudad (Carrillo e Hinojosa, 2000).
Ciudad Juárez se destacó durante mediados de los años sesenta y setenta por un enorme
dinamismo en el número de plantas maquiladoras y el empleo. Hasta 1985 creció más
rápidamente en el número de establecimientos en relación al número de maquiladoras a nivel
nacional. Pero a partir de 1985 crecieron sistemáticamente más los establecimientos en el nivel
nacional que en Juárez, como muestra el Cuadro 34. La falta de mano de obra calificada y no
calificada en esta ciudad ha sido la razón principal de este hecho (Carrillo, 1993).
Cuadro 34
Crecimiento de los establecimientos y tamaño medio
de la planta de la IME en Ciudad Juárez, 1980-1998
NE*
NE*
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
Tasa de
crecimiento
Nacional
Tasa de
crecimiento
Juárez
-2.4
-3.3
2.6
12.0
13.1
17.1
26.4
24.1
18.6
2.9
12.4
8.4
1.9
-1.4
2.2
13.2
12.7
6.9
11.7
4.0
5.4
14
8.4
7.1
10.6
24.6
1.6
-5.6
7.1
4.7
-4.9
-8.7
2.2
11.4
7.2
-7.8
Tamaño medio
Planta Nacional
Tamaño medio
Planta Juárez
192.8
216.5
217.2
251.4
297.1
278.9
280.7
271.3
264.7
259.7
270.3
240.5
243.7
255.9
287.9
304.3
313.1
330.8
339.5
355
354.8
331.0
397.6
467.7
461.9
480.7
491.5
447.6
493.6
531.3
484.4
484.5
520.0
605.9
647.6
641.3
673.8
787.5
NE* es el número de establecimientos
FUENTE: Elaborado con datos del INEGI.
55
No obstante esta disminución en el ritmo de crecimiento de los establecimientos, el
tamaño de empleo por planta ha aumentado en forma sorprendente. De 355 empleos por
establecimiento en 1980 alcanzó los 787 en 1998. A diferencia del resto del país, en Ciudad
Juárez siempre se establecieron –en promedio- grandes empresas, pero esta característica ha sido
más desatacada con el paso del tiempo. En este sentido, empresas maquiladoras de tamaño micro
prácticamente no existen, y son pocas las pequeñas y medianas.
Durante los últimos 20 años la fisonomía de Ciudad Juárez, frontera con El Paso, Texas,
ha cambiado sustancialmente debido al enorme crecimiento de la industria maquiladora. Sin duda,
hoy en día representa un factor indispensable para el funcionamiento de su economía; mas aún,
es el motor del dinamismo en la zona. Destaca en este proceso, en particular, la formación de
clusters (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1998), la cual ha sido destacada en el caso de las
autopartes, y en especial de los cables eléctricos o arneses (Carrillo e Hinojosa, 2000). Otro caso
regional es el de los televisores en Baja California (Carrillo y Mortimore, 1998; Carrillo y Hualde,
2000). El proceso de aglomeración industrial
ha derivado en algunos casos
en una
especialización productiva-territorial, y en un fuerte impacto positvo en el sistema educativo. Dos
casos saltan a la vista: el “Valle del Televisor” en la ciudad de Tijuana y el “Valle del Arnés” en
Juárez.
Sobresale en estos procesos de aglomeración la formación de cuadros altamente
calificados en ciertas empresas, las cuales con el tiempo contribuyen a la creación de un mercado
de trabajo local caracterizado por el empleo de ingenieros y gerentes mexicanos que han logrado
convertirse en empleados de “clase mundial”. Los centros de investigación y desarrollo de Delphi
y Valeo en Juárez, o el complejo industrial televisivo de Samsung o de Sony en Tijuana, o de
Philips y Thomson en Juárez , son una prueba fehaciente de ello. En el caso de los complejos de
autopartes éstos encadenan dentro del mismo territorio, centros de ingienería que proveen a sus
clientes y
empresas maquiladoras, las cuales a su vez cuentan con proveedores directos
especializados (generalmente plantas reubicadas en México) y proveedores indirectos como
talleres de maquinado, inyección de plástico, empaques o batas. Además cuentan con importantes
proveedores en distintas regiones de Estados Unidos y del mundo entero. A las redes productivas
56
se suman diversos actores sociales que conforman un enjambre insitucional de soporte que
dinamiza el proceso y crean sinergias territoriales en torno a la competitividad internacional.
Acerca del super cluester del arnés, conviene resaltar cinco elementos. Primero, hay más
plantas arneseras de las que reportan los directorios de empresas; muchas compañías poseen
varias plantas cada una en la ciudad, pero sólo algunas están registradas en los directorios
oficiales. Segundo, los establecimientos son de gran tamaño; las empresas arneseras empleaban
51,955 trabajadores, es decir, el 25.4% del total de empleos generados por la maquiladora en la
ciudad, repartidos en 49 plantas, esto es, un promedio de 1,060 empleados por establecimiento
para 1999. Tercero, existe una alta concentración en pocas empresas de primera línea o nivel; de
los 49 establecimientos que conforman la rama de los arneses cinco empresas poseen 36 plantas
y emplean a 49,254 trabajadores; tan sólo 6 corporativos concentraban el 95% del empleo de
dicha rama en la ciudad. El número de participación individual por corporativo en el sector de
autopartes se muestra en el Cuadro 35 la mayoría de estas plantas elaboran arneses. Cuarto, tienen
como clientes no sólo a una sino a diversas ensambladoras americanas, asiáticas y europeas, tanto
de autos, como de vehículos ligeros y pesados. Y, finalmente, a partir de 1994 ha dado inicio la
proveduría del diseño completo del arnés (investigación, desarrollo, corte y ensamble) a las
ensambladoras automotrices norteamericanas.
Corporación
Delphi
Cuadro 35
Firmas Maquiladoras de Autopartes.
Ciudad Juárez (Julio 1997)*
Plantas
Empleo
13
19,081
Yazaki
11
12,024
Lear Favesa
3
9,200
United Technologies (Lear)
Alcoa Fujikura Ltd.
9
5
8,501
5,025
Ford Motor
4
4,665
Sumito Electric Wiring System
6
4,274
Strattec Security
Safety Restrain System
1
1
2,072
2,000
Producto
Manufactura y ensamble de arneses,
manufactura de tapices para interiores,
sistema de clima, bolsas de aire.
Fabricación y ensamble de arneses y
compresores.
Ensamble de audio y bocinas, fabricación de
vestiduras y cubiertas automotrices.
Maquila y ensamble de arneses.
Ensamble de arneses, y de arneses para
automóviles Ford.
Fabricación de radiadores, condensadores,
cristales templados y estatores (ensamblado
de alternadores.
Maquilado de arneses eléctricos y
electrónicos automotrices
Fabricación de cerraduras para automóviles.
Cinturones de seguridad.
57
ITT Automotive
3
1,527
General Motors
1
1,240
Ensamble de motores eléctricos, controles de
velocidad, antenas F.M. y A.M.
Ensamble de cubiertas y vestiduras para
interiores automotrices.
57
69,609
Subtotal
89
80,620
Total
FUENTE: Directorio de la industria maquiladora en Ciudad Juárez,
Desarrollo Económico de Ciudad Juárez, A.C., Juárez, 1997.
* Firmas con más de 1,000 empleados.
En resumen, el super cluster de Juárez está conformado por ‘jugadores globales’. Estos
grandes corporativos se encuentran compitiendo dentro de los mercados a nivel mundial y
producen tanto arneses como otros componentes para la mayoría de las empresas terminales (en la
actualidad denominados en varias firmas como sistema de distribución eléctrico)12
3. El Caso de Tijuana
Particularmente Baja California, frontera con el estado de California, se ha visto
beneficiado con el proceso de IED asiática al contar con 145 plantas en mayo de 1999 y emplear
a mas de 45,200 trabajadores. En el caso de Tijuana, por ejemplo, el 84% de las plantas del sector
electrónico producían aparatos electrónicos (Barajas, 1999) y la mayoría de ellas eran propiedad
de firmas asiáticas.
Las firmas electrónicas establecidas en Tijuana pueden encuadrarse en lo que hemos
denominado plantas de segunda generación (Carrillo y Hualde, 1996). Su característica principal
es la racionalización del trabajo en organizaciones más complejas. Desde el punto de vista
productivo son plantas que incorporan cada vez más procesos de manufactura a sus tradicionales
procesos de ensamble y formas de producción “a la japonesa” como just-in-time.
12 El cambio de denominación de cables de arneses de ignición a sistema de distribución eléctrico (electrical
distribution system) implica no sólo el reconocimiento de que el arnés automotriz desempeña un papel vital para
coordinar y controlar la operación de todo el sistema de distribución eléctrica en el vehículo, sino la tendencia a
sustituir la producción de componentes por la de módulos o sistemas.
58
Sus relaciones con las casas matrices van cambiando en el sentido de que hay más
funciones asignadas a las filiales: por ejemplo, relaciones directas con los clientes y desarrollo de
prototipos en nuevos productos. Son plantas que utilizan equipo automatizado para la inserción de
componentes, robots para ciertas operaciones de traslado de materiales, o máquinas programables
de moldeo de plásticos de inyección para el procesamiento de esta materia prima. Además, los
sucesivos estudios acerca de estas plantas destacan un fuerte despliegue de técnicas de gestión de
recursos humanos. Este progreso desde el ensamble hasta la manufactura y ciertas fases del
proceso de diseño suponen una transición hacia fases más intensivas en conocimiento y en capital.
Sin embargo, el crecimiento del empleo directo en los últimos años parece estar indicando que la
transición no se presenta en forma lineal. Dicken (1992:323) señala que la manufactura de tubos
de televisión es altamente intensiva en capital; sin embargo, las plantas que los fabrican en
Tijuana continúan con gran cantidad de operaciones de ensamble. Tampoco las plantas de
Tijuana han automatizado ciertas fases de ensamble aunque la tecnología disponible lo permite
actualmente.
Un trabajo reciente muestra la existencia en Tijuana de plantas de lo que hemos
denominado tercera generación (Alonso, Carrillo y Contreras, 2000). Esto es, plantas intensivas
en conocimiento orientadas a la investigación, pero principalmente al diseño y desarrollo. Si bien
estas plantas siguen manteniendo escasos proveedores regionales, desarrollan conglomerados
intrafirma y cadenas interfirma, iniciando un proceso de integración vertical centralizada a través
de complejos industriales en el lado mexicano. Estas plantas utilizan trabajo altamente calificado
de ingenieros y técnicos, privilegiando el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño como
en la manufactura (Carrillo y Hualde, 1997).
Junto con los esfuerzos por conceptualizar la evolución tecnológica y organizativa de las
maquiladoras, otro grupo de trabajos se han ocupado específicamente de analizar el caso de las
maquiladoras japonesas establecidas en la frontera mexicana, bajo la premisa de que este tipo de
inversiones constituyen un fenómeno cualitativamente distinto en la historia de las maquiladoras.
Uno de los primeros trabajos sistemáticos en este sentido fue el de Kerber y Ocaranza (1989).
Posteriormente, el análisis de las maquiladoras japonesas se ha venido orientando más claramente
hacia temas ligados con la organización industrial y los impactos tecnológicos, organizacionales y
59
laborales de estas industrias. En cuanto a la lógica de su localización en la frontera mexicana,
Lara (1998) ha enfatizado que la vecindad con los Estados Unidos representa no solo la cercanía
con el mercado consumidor, sino además la disponibilidad de un mercado de insumos, bienes,
servicios y fuerza de trabajo especializada. Además la región cuenta ya con una historia de
evolución y aprendizaje tecnológico reconocida en el medio industrial internacional, lo cual se
convierte también en un elemento importante en la toma de decisiones de los consorcios sobre sus
nuevas inversiones y sobre el cambio tecnológico (Lara, 1998).
De acuerdo con este enfoque, las decisiones de localización dejan de gravitar sobre los
costos de la mano de obra como criterio único, para incorporar además otro tipo de
consideraciones estratégicas. Ramírez y González-Aréchiga aseveraban a finales de los ochenta
que la novedad de estas estrategias de inversión es que están basadas “...en una competencia no
basada
en los precios (...) sino en la búsqueda de ventajas comparativas mediante el
mejoramiento continuo del producto, proceso y organización. Estas plantas son (...) nuevos
competidores en el sentido de que su estrategia predominante no es la competencia de precios ni
su único medio organizacional es la minimización de costos.” (Ramírez y González-Aréchiga,
1989: 137).
Uno de los aspectos novedosos en la estrategia desplegada por las transnacionales
japonesas, destacado por Curry y Kenney (1996), consiste en la tendencia a desarrollar complejos
manufactureros. En ellos participan
plantas ensambladoras o de manufactura terminal y
proveedores de componentes que operan en la localidad bajo una estrecha coordinación con las
ensambladoras. En ciertos casos se observan proveedores en un tercer nivel, es decir plantas que
abastecen a los proveedores de las ensambladoras finales. Al principio, estas empresas
abastecedoras de componentes se establecen manteniendo una vinculación directa y exclusiva con
alguna de las filiales de las corporaciones, pero paulatinamente desarrollan sus propios clientes
entre las empresas ya establecidas en la localidad, diversificando sus ventas y eventualmente sus
líneas de productos.
De acuerdo con Curry y Kenney (1996), el caso más notable en este sentido es el de las
plantas productoras de televisores, sector dominado por las empresas japonesas y que ha
60
desarrollado redes de abastecedores locales bajo esquemas de estrecha coordinación y alrededor
del sistema Justo a Tiempo. Para estos autores, la industria del televisor podría estar
representando el inicio de una nueva era en la historia de las maquiladoras y un avance en el
proceso de industrialización mexicano (Curry and Kenney, 1996:17). Según comenta Lara (1998),
la manufactura de televisores conforma un segmento en el que “…las empresas proveedoras
japonesas [desarrollan un] progresivo escalamiento hacia procesos intensivos en capital, los
cuales exigen mayor calificación de fuerza de trabajo…la producción de convertidores,
transformadores, fuentes de poder, y el macroproyecto de la empresa Samsung de producir
cinescopios de color dan cuenta en las empresas proveedoras japonesas del progresivo
escalamiento hacia procesos intensivos en capital, los cuales exigen mayor calificación de fuerza
de trabajo (Lara,1997:153). En esta lógica se enmarca la transferencia de opreraciones
desarrollada durante la década de los noventa, cuando las empresas japonesas empiezan a
trasladar operaciones ligadas con la producción de componentes más complejos e intensivos en
capital, especialmente aquellos que bajo el Tratado de Libre Comercio resultan más afectados por
las reglas de origen.
Luego de la importancia concedida al crecimiento de la inversión japonesa en operaciones
maquiladoras en México, algunos trabajos empezaron a explorar el tema de las inversiones
procedentes de otros países asiáticos, como Corea y Taiwán. Won Choi y Kenney (1996)
exploran las estrategias que llevan a los inversionistas coreanos a desarrollar, al igual que los
japoneses, complejos de producción integrados en la frontera mexicana (especialmente en Baja
California), así como a desarrollar redes de proveedores formadas por empresas japonesas y
coreanas establecidas en la región fronteriza.
Uno de los aspectos más reiteradamente discutidos en la literatura es precisamente el que
se refiere al nivel tecnológico y organizacional de las maquiladoras asiáticas, especialmente en el
caso de las japonesas. Se han presentado evidencias de que muchas de las plantas establecidas en
la frontera mexicana, especialmente en Tijuana, cuentan con una tecnología similar, y en algunas
ocasiones superior, a la de sus contrapartes en Japón, Estados Unidos o Corea (Contreras, 1999;
Carrillo y Mortimore, 1998).
61
Por tanto, y de acuerdo con lo visto hasta aquí, se puede considerar que hay una
aglomeración de empresas maquiladoras de la electrónica, que se caracterizan como empresas de
segunda y tercera generación, que hay una tendencia a la incorporración de innovaciones
tecnológicas y de las mejores prácticas organizacionales, y que se están formando complejos
industriales basados en redes inter e intra-firma, particularmente en las empresas asiáticas.
En la aglomeración de Tijuana es importante el crecimiento de la industria de los
televisores que ha sido un resultado directo de los cambios en esta industria en Estados Unidos.
(Cuadro 36). Hacia mediados de los ochenta la mayoría de los productores americanos fueron
orillados a abandonar la industria por parte de las transnacionales de consumo electrónico
europeas y principalmente por las asiáticas. Thompson compró las plantas de General Electric y
RCA, Philips adquirió las marcas de Sylvania y Magnavox, y Matsuchita compró Quasar. La
industria quedó dividida principalmente entre transnacionales europeas con plantas de producción
en Estados Unidos (las cuales controlaban cerca del 34% del mercado estadounidense en 1990), y
un rápido crecimiento colectivo de las corporaciones principalmente japonesas de consumo
electrónico, las cuales invirtieron en la creación de un cluster de aparatos de televisión en
Tijuana, En 1995, LG Electronics compró las operaciones de televisor de Zenith..
Cuadro 36
Principales Firmas de Aparatos de Televisión en México (fines de1996)
Firma (Año de inicio)
País de Origen
Modelos Ensamblados
Capacidad de Producción
Anual
Grupo I: El Cluster de Tijuana 9,050,000
Sony (1985)
Japón
Sony
3,000,000
Samsung (1988)
Corea del Sur
Samsung
1,850,000
Matsushita (1980)
Japón
Quasar,
National
Sanyo (1982)
Japón
Sanyo
Hitachi (1986)
Japón
Hitachi
900,000
JVC (1996)
Japón
JVC
700,000
Panasonic,
1,500,000
1,100,000
Grupo II: El Cluster de Juárez n.d.
Thomson (n.d.)
Francia
GE, RCA
n.d.
Philips (n.d.)
Holanda
Magnavox, Sylvania
n.d.
LG Electronics
Corea del Sur
Zenith, Goldstar
n.d.
62
Grupo III: Mexicali
Daewoo
Corea del Sur
n.d
Orion
Corea del Sur
d.d
Capacidad Estimada Anual de Todas las Firmas 18,000,000
FUENTE: Elaboración del autor con base en entrevistas en plantas
De acuerdo con el programa de cómputo MAGIC de la CEPAL, la participación mexicana
en las importaciones de aparatos de televisión de Estados Unidos (HTS item 8528) creció de
40.6% en 1990 a 78.8% en 1996, quedando México muy lejos de otros países, como Malasia,
Japón y Tailandia (Gráfica 17) (Mortimore, 2000). La industria de televisores es claramente una
de las más dinámicas en el sector
electrónico. En 1995, representaba 10% de todas las
exportaciones del programa HTS 9802 y 6% de todas las exportaciones bajo el TLCAN hacia
Estados Unidos. En forma semejante ha generado 28% de todas las exportaciones HTS de la
industria electrónica y 30% de todas las exportaciones electrónicas hacia aquel mercado bajo el
TLCAN.
Aqui va Gráfica 17
El éxito de las transnacionales japonesas que acceden al mercado estadounidense desde el
cluster de Tijuana ha provocado una respuesta de las firmas europeas, las cuales han intentado
hacer algo similar en Ciudad Juárez. En abril de 1998, Thompson planeaba transferir sus
operaciones de ensamble de televisores de Bloomigton, Indiana hacia su complejo en Ciudad
Juárez . Está por abrir una planta maquiladora en Mexicali.13
La importancia de las plantas de televisores mexicanas establecidas en México se
manifiesta en que 18 de los 26 millones de televisores a color vendidos en 1998 en Estados
Unidos, se fabricaron en unas 10 firmas, localizadas en su mayoría en la región fronteriza del
norte de México; esto es, 7 de cada 10 televisiones a color vendidas en el mercado
norteamericano fueron producidos en México (en 1989 fueron 4 de cada 10 de acuerdo con
13
USITC, 1996: 4-7
63
Koido, 1991:53). En el caso de Panasonic 100% de sus ventas de televisores en el mercado de
Estados Unidos procedían de
una sola planta en Tijuana. Esta tendencia al crecimiento
seguramente se mantendrá en el futuro cercano ya que se mantienen actualmente altos niveles de
producción e inversión. La firma JVC inició operaciones en Tijuana en 1996, y tanto Sony como
Samsung han incrementado sustantivamente su volumen de producción. Desde finales de 1994,
las firmas asiáticas han invertido más de mil millones de dólares en nuevas plantas en Tijuana
(Corea $650 millones de dólares, Japón $400 millones).14
Mientras que la industria de televisores sigue siendo uno de los sectores maquiladores que
más insumos incorpora provenientes del Asia (fundamentalmente a través de contenedores por
barco que llegan al puerto de Long Beach para después ser trasladados por tierra hacia Tijuana),
las reglas del TLCAN han presionando para cambiar la lógica de esas operaciones. Por ejemplo,
un 15% de los impuestos al valor añadido es aplicado a las operaciones de tubos de rayos
catódicos no estadounidenses (CRTs). Mientras que compañías como Sony y LG Electronics
producen CRTs en Estados Unidos, para exportación a sus plantas de ensamble en México,
nuevos importantes proyectos para producir vidrio (Samsung con Asahi y Corning) y CRTs
(Samsung y Daewoo) están siendo implementados en México por sus competidores. La
reestructuración de los componentes producidos en las firmas asiáticas de la electrónica de
consumo se está expandiendo a la vez que se moderniza el ensamble de los aparatos de televisión
en México, particularmente en el cluster de Tijuana. La nueva producción “in house” del
componente CRT ilustra claramente este proceso.
Sin embargo, la mayoría de los insumos comprados fuera de esas firmas provienen
principalmente de proveedores estadounidenses del lado americano. No obstante lo anterior, una
nueva tendencia parece emerger en otros proveedores (principalmente asiáticos) para establecerse
en o cercanamente a los clusters en Tijuana y Ciudad Juárez. Aquí se presentan importantes
diferencias entre las transnacionales japonesas y coreanas. La actual inversión asiática en Tijuana,
como Sony, Matsuchita, Sanyo y JVC, aún mantiene sus centros de ingeniería en el sur de
California, mientras que las nuevas inversiones de Samsung y Daewoo se basan en una
14
Darlin, Op. Cit, p.112
64
integración vertical dentro de la misma firma con el establecimiento de proveedores extranjeros
incorporados al cluster.
La incorporación de las compañías mexicanas como proveedores significativos, no se ha
dado. Un directivo de Philips Consumer Electronics, por ejemplo, mencionó a la USITC que
“México no cuenta con la infraestructura tecnológica entre sus proveedores domésticos para
apoyar el alto volumen de requerimientos para productos líderes electrónicamente como las
televisiones y los monitores para computadoras.”15
Parece que el tamaño reducido de los
proveedores nacionales impide el logro de economías de escala y trae problemas subsecuentes
como altos precios y mala calidad de los componentes. Por lo tanto, dos hechos son destacables
en este aspecto: Por un lado, los
importantes avances en la producción en las plantas
transnacionales de televisores y en la producción de ciertos componentes por proveedores
extranjeros, dadas las presiones de las reglas de origen del TLCAN; y por otro lado, la situación
referente a los proveedores mexicanos la cual no ha experimentado ningún cambio importante, a
pesar de las políticas gubernamentales de apoyo.
4. A manera de conclusión.
La aglomeración de empresas desvinculadas entre sí y con empresas locales fue resultado
de un proceso que inició a mediados de los sesentas en ciudades como Tijuana y Juárez. A
mediados de los ochentas, ya existían elementos de la conformación de clusters productivos en
televisores y en las autopartes, respectivamente, es decir, de plantas del mismo secctor, que
además producían el mismo producto o uno muy semejante, localizadas en la misma zona,
compitiendo y cooperando entre sí (relaciones comerciales inter-firma). Con la entrada del
TLCAN, y no necesariamente por esta razón, los clusters se fortalecieron en Tijuana y Juárez, ya
que además de localizarse las más importantes firmas competidoras en dichas zonas, se integraron
verticalmente las firmas, al introducir nuevas actividades las cuales añadieron valor agregado,
tecnología, diseño y desarrollo, complejidad productiva y organizacional, y mayor calificación en
15
USITC, Op. cit., p. 4-8.
65
el trabajo, entre las mas relevantes. Mientras esto sucedía, fueron desarrollados proveedores
locales de materiales, equipos y servicios diversos, para atender la gran demanda de las empresas
maquiladoras.
La conformación de super clusters en Tijuana y Juárez continúa en proceso. Todo indica
que los sistemas productivos locales están consolidando el proceso de enriquecimiento en
actividades y procesos, tanto productiva como organizacional y laboralmente hablando. Aún hay
muchas limitantes para que este proceso tenga un “salto de frontera” y alcance un desarrollo local
mas sustentable. Aún falta información y estudios sobre el aprendizaje organizacional y los
procesos de innovación, por ejemplo, así como las sinergias que se están produciendo o
desperdiciando con los clusters en el lado americano, fundamentalmente en San Diego. Hacia ya
debe de dirirgirse parte de la investigación sobre la IME en la primera década del milenio, ya que
también existen otras fuertes presiones y tendencias para reubicar las nuevas inversiones en zonas
mas baratas que la frontera norte, ya sea qu en otros estados de México, en otros países caribeños
o, principalmente, en los países continentales como China e India.
66
TERCERA SECCIÓN.
RESULTADOS SECTORIALES PRELIMINARES.
ENCUESTA MEJORAMIENTO EN LA CALIDAD EN EL EMPLEO EN LA IME.
En esta sección se presentan los resultados de las muestra de plantas de autopartes y
electrónicas, con 15 empleados o más, encuestadas en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros. En el
siguiente cuadro se muestra la distribución de establecimientos entrevistados por rama y ciudad.
Si bien la muestra de 64 plantas resulta aún pequeña para saber si los resultados preliminares son
un buen ejemplo de lo que se encontrará en el censo de establecimientos a maquiladoras, los
resultados muestran una nula o baja dispersión en muchas de sus variables, lo que permite indicar
que, con cierta seguridad, los resultados finales serán en esas variables muy semejantes. De igual
manera hay que tomar en cuenta que muchas plantas maquialdoras que serán entrevistadas
pertenecen a los mismos corporativos, por lo que es de esperar que ciertos resultados tengan poca
variación ya que, por lo general, las políticas que establecen los corporativos se aplican a todas
sus plantas en la misma localidad, e incluso en muchas ocasiones para todas sus operaciones en
México o en el mundo.
Ciudad
#
Autopartes
%
Tijuana
0
0.0
15
31.3
Ciudad Juárez
6
37.5
25
52.1
Matamoros
10
62.5
8
16.7
Total
16
100.0
48
100.0
#
Electrónica
%
1. Características Generales de los establecimientos.16
Las empresas de las ramas electrónica y de autopartes tradicionalmente han estado
compuestas por inversión extranjera (P1-2). Una primera característica es que la inversión es
16 En esta sección aparecen entre paréntesis la letra P seguida de un número o bien de otras letras. Estos códigos
corresponden con los cuadros de salida generados en el SPSS, yestán en función de la numeración de las preguntas
67
preponderantemente estadounidense, aunque esto es incluso mas pronunciado en el sector de las
autopartes (P1-2-1). El censo encontró que todas las empresas electrónicas son extranjeras y que
en su mayoría (67%) son de capital mayoritario estadounidense, mientras que las asiáticas
constituyen el 23%, distribuido de la siguiente manera: Japón 16.7%, Taiwán 4.2% y Corea 2.1%.
El restante 10% proviene de diversos países europeos (Francia, Alemania, Inglaterra y Holanda).
En el caso de las empresas de autopartes también se encontró que todas son extranjeras y que en
el 75% de las plantas el capital mayoritario provenía de Estados Unidos. El resto provenía, en
orden de importancia, de Alemania, Hong Kong y Japón, y una coinversión americano-japonesa.
Una segunda característica es que se trata de empresas que tienen una importante
presencia en México La gran especialización productiva que mantienen, que no es objeto del
presente estudio, y el papel que juegan dentro de la producción integrada bajo el TLCAN son dos
rasgos importantes que reflejan este proceso. En el caso de la industria electrónica cada casamatriz cuenta en promedio con 3.4 plantas en este país (155 en total) (NUMPLA) y generan un
volumen de empleo de cerca de 58,200 personas (TOTEMPME). Sin embargo, el volumen de
empleo por parte de la casa-matriz resultó ser muy heterogéneo, entre 66 y 15,000 personas, con
una media de 375 ocupados por establecimiento. Acerca de las autopartes, los corporativos
cuentan con 98 plantas (con un promedio de 6.5 por corporativo), las cuales emplean a más de
20,200 personas y, al igual que en la electrónica, la dispersión fue alta (osciló entre los 124 y los
8,999 empleados, con una media de 204 ocupados por planta).
Es importante reconocer que se trata de empresas 100% extranjeras y que un importante
porcentaje de los altos directivos en consecuencia son también extranjeros (62% en la electrónica
y 50% en las autopartes) (P1-3). Unicamente el 10% de los entrevistados contestó que los altos
directivos de la planta eran mexicanos en la rama de la electrónica, y el 31% en la de autopartes.
Y un 27% y 19%, respectivamente, contaban tanto con directivos mexicanos como extranjeros.
Por tanto, y de manera relevante, en el 37% de los casos de las plantas electrónicas hay presencia
de gerentes mexicanos y en el 50% en el caso de las autopartes. Estas cifras son relativamente
altas ya que mientras que hace 20 años prácticamente todos los directivos de empresas extranjeras
del cuestionario aplicado. Debido a que se trata de datos preliminares, se optó por esta forma de correspondencia
entre texto y cuadros para facilitar la búsqueda de los mismos posteriormente.
68
venían de sus países de origen, actualmente cada vez hay más mexicanos al frente de la alta
gerencia.
El papel que están tomando las firmas transnacionales en México también refleja la
creciente presencia de las maquiladoras en este país. La autonomía que guardan estas empresas en
México respecto a su casa-matriz, característica poco estudiada en la literatura, fue relativamente
alta. Alcanzó la “autonomía total” el 44% de las plantas en el sector de la electrónica y el 19% en
el de autopartes (P1-4). Si bien la gran mayoría sigue mantiendo una autonomía parcial (46% de
electrónicas y 69% de autopartes), este proceso está cambiando. Unicamente el 8% y el 6% tenía
“mínima autonomía”, respectivamente. Llama la atención que, mientras que en las empresas del
sector electrónico están más controladas por extranjeros, la percepción del grado de autonomía
respecto de la casa matriz es mayor que en las empresas de autopartes en donde hay mayor
presencia mexicana.
Una tercera característica de las plantas maquiladoras estudiadas es el importante volumen
de empleo que generan (TOTEMPPL). Partiendo de la definición adoptada para este estudio, se
trata en su mayoría de “empresas grandes” (69% en las autopartes y 50% en la electrónica),
seguido de plantas macro o “muy grandes” (23% y 29%, respectivamente), y pocas “medianas”
(8% y 16%, respectivamente) (TIPOMAQ2). Los resultados arrojan pocas plantas de tamaño
“pequeño” (5% sólo en la electrónica), pero éste último porcentaje tiene subregistros, ya que en el
listado que se conformó para el censo de plantas no entraron aquellas menores de 100 empleados,
de acuerdo a los directorios obtenidos.
El promedio de ocupados por establecimiento, “la semana pasada anterior a la fecha de
aplicación de la encuesta”, fue muy alto. Alcanzó las 813 personas en la industria maquiladora de
autopartes y las 978 personas en las plantas electrónicas. En total, 15 establecimientos
maquiladores autopartistas reportaron una ocupación de 12,198 empleados en Ciudad Juárez y
Matamoros. Mientras que en la industria maquiladora electrónica, y para las localidades de
Tijuana, Juárez y Matamoros, fueron 44 plantas con 43,019 ocupados. El cuadro que se presenta a
continuación muestra la distribución del empleo por establecimiento y rama de actividad
económica:
69
Tamaño
Autopartes
Electrónica
#
%
#
%
Pequeñas (1-100)
0
0
2
5.3
Medianas (101-250)
1
7.7
6
15.8
Grandes (251-1000)
9
69.2
19
50.0
Muy grandes (1000 y +)
3
23.1
11
28.9
Total
13
100.0
38
100.0
Una cuarta característica de la IME ha sido el tipo de personal empleado: trabajadores directos
(obreros) y mujeres. La distribución del personal ocupado arrojó, como era de esperarse, que las
maquiladoras son intensivas en mano de obra “poco calificada”.
En promedio, los
establecimientos maquiladores de autopartes respondieron que el 72% de sus empleados fueron
obreros, mientras que el 13.5% fueron técnicos, el 12.4% administrativos, y el 5.7% directivos
(P1-5-1-1 al 4). Por su parte, en el caso del sector maquilador electrónico, el 83.9% resultaron ser
trabajadores directos, 7.3% técnicos, 6.0% administrativos y 3.2% directivos. Este alto porcentaje
de trabajadores “poco calificados” ha sido una característica central desde el inicio de la IME en
México debido a su alta intensidad en el trabajo; esta característica, de acuerdo con estudios
anteriores, es independiente de que se trate de sectores o empresas más o menos intensivas en
trabajo, e incluso intensivas en diseño y desarrollo (Carrillo y Hualde, 1997).
En relación a la ocupación según género, en el caso de las maquiladores de autopartes resultó que
la mayoría del personal directo fueron hombres (51.7%), mientras que, por el contrario, en las
plantas electrónicas fueron mujeres 64.3% (P1-5-2). Si bien la alta proporción de hombres en la
industria automotriz parecería no llamar la atención, resulta que las mujeres han ganado cada vez
mas terreno en esta rama. Prácticamente el 50% de la mano de obra son mujeres en las
maquiladores de autopartes, lo cual contrasta con las plantas en Estados Unidos y Canadá, en
donde los hombres tienen una mucho mayor representación, al igual que en la plantas
ensambladoras de autos.
70
Una quinta característica de la industria maquiladora de exportación, señalada en diversas
ocasiones, ha sido el problema de la falta de mano de obra. El principal problema de recursos
humanos en las empresas maquiladoras desde hace más de quince años es la rotación voluntaria
de personal. La rotación continúa siendo un grave problema actualmente: los resultados
encontrados indican que el problema se mantiene en comparación con hace una década para el
caso de las autopartes. Mientras que en 1989 se encontró una rotación de personal promedio en
las autopartes del 9.7% (Carrillo, 1993), los resultados de la presente encuesta arrojaron una tasa
del 9.0%. Y para el caso de las plantas maquiladoras electrónicas, incluso fueron mas elevadas las
tasas: del orden del 10.5% en 1989 contra el 12% en el 2000 (P1-6).
Las plantas maquiladoras dejaron de ser golondrinas desde hace muchos años. El tamaño
de sus activos fijos y del valor agregado que generan, su creciente e importante papel en México
dentro del contexto del corporativo, y los años que tienen operando en México reflejan una gran
estabilidad en este país, tal y como fue señalado en las secciones anteriores. La antiguedad
promedio en esta encuesta para los 16 establecimientos maquiladores de autopartes entrevistados
fue muy alta: alcanzó los 17.3 años (con una desviación estándar de 9.3 años);
y en las 48
maquiladoras de la industria electrónica fue de 13.4 años (con desviación estándar de 9.2 años)
(ANTIGUED).
La IME ha sido caracterizada por un enorme dinamismo y velocidad de cambio (véase la
primera sección de este documento). Esto se refleja en que, en primer lugar, todas las empresas
hayan sufrido cambios profundos. Mientras que la actividad principal que sufrió estas
transformaciones, para el caso de maquildoras de autopartes y con base en un estudio anterior, fue
el “desarrollo de procesos” (25% de las plantas en 1985; los recursos humanos (25% en 1990, y
27% en 1995) (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1998), actualmente (1999-2000) fue la realización
de nuevas actividades, tales como la “fabricación de componentes” con 19% de los
establecimientos entrevistados, el “ensamble final” 19%, el “diseño de productos” 12% y el
“diseño de procesos” 12% (P1-4-1-1). Sólo una empresa contestó que la seguridad e higiene fue
el aspecto principal donde hubo cambios más profundos.
71
En el caso de las plantas maquiladoras electrónicas las respuestas a esta pregunta variaron
considerablemente en relación con las autopartes. Un porcentaje importante de entrevistados
(19%) contestó que la seguridad e higiene fue la principal actividad donde se presentaron los
cambios más profundos durante los últimos dos años. La principal actividad con profundos
cambios fue sin embargo el diseño (de productos 21% y de procesos 15%). Otra actividad que
resaltó en los datos fue la fabricación de componentes con 13%. Sin embargo, en 1995, para el
caso de las plantas maquiladoras electrónicas de televisores fue el “desarrollo de procesos” (32%),
pero en 1990 (32%) y en 1985 (40%) fue el “desarrollo del producto” (Carrillo, Mortimore y
Alonso, 1998). Ello indica que las transformaciones principales al interior de las plantas cambian
en el tiempo, lo cual es un claro reflejo del gran dinamismo que experimenta la IME.
Finalmente, la IME ha sido caracterizada por su rápida modernización
productiva.
Diversos indicadores de la presente encuesta muestran este patrón. En primer lugar, la tecnología
que utilizan las plantas maquiladoras resultó ser muy moderna: 31% de los entrevistados en las
autopartes y 27% en la electrónica consideró que era comparable con la mejor (P1-7). No
obstante, en promedio resultó ser de dos años y medio de atraso en relación con la que se utiliza
en su ramo en el nivel mundial para el caso de las autopartes y del doble para las electrónicas (5.6
años), aunque se trata de una variable con una gran dispersión (fue heterogénea estructuralmente).
En segundo lugar, el porcentaje de automatización de la planta en relación al valor de la
maquinaria y el equipo fue muy alto: 48.6% en establecimientos automotrices tomando en cuenta
que se trata exclusivamente de empresas intensivas en mano de obra. (con una distribución de
31% de plantas hasta 10% de automatización, 25% entre 11 y 60% y 38% de 61 al 100%) (P1-8).
Por su parte en la industria electrónica fue de 43.8% con una distribución de 19% para el intervalo
1-10% de automatización, 60% para el 11-60% y 21% para 61-100%. Por tanto, en términos de la
distribución son un poco mas automatizadas en el sector electrónico, lo cual se explica por la
integración vertical desarrollada por las firmas a partir del TLCAN.
Y tercero, un alto porcentaje de las plantas maquiladoras entrevistadas cuenta con alguna
certificación (ISO o QS): el 94% de los establecimientos de autopartes y el 73% en los
electrónicos (ISO-Certificación). La diferencia a favor de las autopartes se explica porque se trata
72
de plantas que proveen a las ensambladoras de autos y dichas transnacionales exigen estar
certificados para ser parte de su estructura de proveedores. Mientras que en el sector electrónico,
no necesariamente todas las firmas tienen esta exigencia.
Todo ello, permite aseverar que se trata en, general, de empresas maquiladoras modernas
tecnológicamente, automatizadas y certificadas en calidad de procesos y, aunque en menor
medida, en medio ambiente (entre 25% y 33% de las plantas contaron con ISO 14000). Si a ello
le agregamos que tienen una relativa autonomía de la casa matriz, que son extranjeras y que los
directivos mexicanos juegan un papel importante, podemos concluir, en este nivel, que la IME en
las ramas de autopartes y de la electrónica son un vehículo del proceso de modernzación
industrial en México. Evidentemente, existen diferencias importantes entre estos sectores
productivos,. Las plantas de autopartes resultaron ser de mayor tamaño, mas antiguas y mas
modernas tecnológicamente que las plantas maquiladoras electrónicas. Pero esta diferencia de
modernización estará asociada con la calidad en el empleo en términos de la seguridad e higiene
en el trabajo?. Intentaremos responder en forma preliminar a esta pregunta en el apartado que
sigue, aunque esta interrogante será examinada en forma minuciosa en el reporte final. La
hipótesis de trabajo para el futuro reporte final es que el sector automotriz es más moderno y
cuenta con una mejor calidad en el empleo, en términos de seguridad e higiene en el trabajo.
2. Acerca de la Seguridad e Higiene en el Trabajo
Consecuentemente, con un tipo de empresas con inversión extranjera, modernas
tecnológica y organizacionalmente, sería de esperarse contar con empresas que han adoptado
modernas sistemas y políticas de seguridad e higiene. Los resultados preliminares indican que así
es. El censo arrojó resultados muy homogéneos al respecto y fueron arrolladoras las respuestas
positivas sobre el tipo de programas y políticas con las que cuentan, en particular sobre del
desempeño de las plantas maquiladoras, como se puede observar a continuación:
Todas las plantas en los dos sectores cuentan con un programa de seguridad e higiene en el
trabajo (P2-1). Pero mientras ocho de cada diez plantas tienen una política de seguridad e higiene
en la rama de autopartes, llega a los nueve en la industria maquiladora electrónica (P2-4).
73
* La gran mayoría de los corporativos (81% en las plantas de autopartes y 62% en las
electrónicas) monitorean con cierta frecuencia el desempeño de las plantas respecto a la seguridad
e higiene (P2-5).
* La gran mayoría de las maquiladoras (94% en autopartes y 92% en electrónicas) toman las
medidas preventivas con la oportunidad suficiente (P2-7)
* La gran mayoría de las plantas (87% en autopartes y 90% en la electrónica) definen por escrito
las funciones y responsabilidades del personal para prevenir riesgos laborales (P2-9).
* Todas las plantas de autopartes cuentan con un sistema de información sobre la ocurrencia y
siniestralidad de las enfermedades y accidentes de trabajo; y dicha información sobre la
incidencia en los riesgos de trabajo es conocida por todo el personal en la totalidad de las plantas
de autopartes, y en el 65% de las maquiladoras electrónicas (P2-11 y P2-12-4).
* La gran mayoría de las empresas tienen procedimientos escritos sobre alturas (93% en plantas
de autopartes y 52% en plantas electrónicas). Expresando primero el porcentaje para autopartes y
luego para maquiladoras electróncias se tienen lo siguientes resultados: “espacios confinados”
(83% y 48%), “manejo de sustancias químicas” (100% y 96%), “transporte de sustancias
químicas” (100% y 85%), “manejo de maquinaria y equipo de alta peligrosidad” (100% y 74%),
“manejo de instalaciones eléctricas” (100% y 80%), “ruido” (100% y 77%), “polvos” (69% y
59%), “vapores” (87% y 75%), “gases” (77% y 56%), “iluminación” (81% y 71%), “ventilación”
(81% y 74%), “manejo y control de fluidos presurizados” (86% y 59%), “manejo y control de
equipo sujeto a presión” (100% y 86%, respectivamente). (P2-10-1 a la 14).
* La gran mayoría de las maquiladoras (87% de autopartes y 79% de electrónicas) cuenta con
actividades de orientación y capacitación que señalan la importancia de la seguridad e higiene
para el diferente tipo de personal (P2-14-1 al 3).
74
* Todas las plantas de autopartes ofrecen adiestramiento en el puesto de trabajo al inicio de
labores y 96% en las electrónicas (P2-15)..
*
La gran mayoría de
las plantas (94% en las maquiladoras automotrices y 96% en las
electrónicas) especifican las medidas de seguridad e higiene que deben aplicarse en el proceso de
trabajo y en el manejo de la maquinaria, equipo y herramientas. (P2-16)
* La gran mayoría de les establecimientos maquiladores (94% en ambas ramas) actualiza la
capacitación (P2-17).
* Todas las plantas realizan auditorías de las condiciones de seguridad e higiene en el caso de la
industria de autopartes y la gran mayoría o el 96% en la industria electrónica (P2-18). Estas
auditorías son llevadas a cabo, principalmente, con el personal de la propia empresa (P2-19), y
participan en las mismas el departamento de seguridad e higiene (94% y 95%, respectivamente),
el servicio médico (87% y 93%) y la comisión de seguridad e higiene (94% y 93%). Los
supervisores participan en forma importante,
aunque en menor medida que el personal
especializado en el áreade seguridad e higiene (62% 69%), al igual que los jefes de línea (en 44%
de las plantas de autopartes participan y en 66% de las electrónicas) (P2-20-1 al 5).
* Todas las plantas cuentan con un plan de emergencia de acuerdo a las disposiciones de
protección civil en el caso de las empresas de autopartes y en el 87% de las plantas electrónicas
(P2-22).
* Un porcentaje importante de establecimientos ha recibido alguna distinción por su
comportamiento en pro de la seguridad e higiene y el medio ambiente por parte del corporativo
(44% en autopartes y 28% en electrónicas) (P2-25-1S), y/o del gobierno estatal (50% y 13%) (P225-3S) y/o del gobierno federal (25% y 23%, respectivamente) (P2-25-2S).
* Todas las maquiladoras de autopartes cuentan con un departamento de seguridad e higiene y
con una comisión respectiva y el 94% tiene servicio médico. En el caso de los establecimientos
75
electrónicos el 81% contó con departamento de seguridad e higiene, 91% con la comisión
respectiva y el 54% con servicio médico (P5-1-1 al 3).
Los datos anteriores reflejan que la existencia de infraestructura y programas de seguridad
e higiene son muy semejantes en las 16 plantas de autopartes y en las 48 maquiladoras
electrónicas. Sin embargo, existe un mayor énfasis en las políticas de seguridad e higiene en el
caso de la industria de autopartes. Esta diferencia, sin duda, es conveniente someterla a análisis
estadístico una vez que se tengan los datos de todas las plantas.
A partir de los elementos anteriores, es comprensible que la calificación que le otorgaron
los entrevistados al desempeño de su planta en materia de seguridad e higiene en el trabajo haya
sido muy favorable:
En el caso de las plantas de autopartes, el 19% de los entrevistados
consideró que es comparable al “mejor logro en el ámbito internacional”, el 25% “al promedio de
las empresas de los países desarrollados” y el 19% “al mayor nivel en el ámbito nacional”. Es
decir, un gran porcentaje, 62% de las plantas, consideró que su desempeño es muy bueno. Y el
restante 37% considera que está en el “promedio de las empresas del país”. En el caso de las
maquiladoras electrónicas, los porcentajes fueron menores: 11%, 13% y 20%, respectivamente
(P3-1). Por tanto, 43% de los entrevistados en las plantas electrónicas consideraron que su
desempeño es muy bueno y 56% que está en el “promedio de las empresas del país”.
Esta diferencia entre las ramas es consistente con los elementos expuestos anteriormente,
en donde la industria de las autopartes tiene, al parecer, más programas de seguridad e higiene y,
sobre todo,
de políticas,
en comparación con la industria electrónica. No obstante estas
diferencias, todo indica con base en estos resultados prelilminares, que la IME en conjunto
mantiene un excelente desempeño en ambos sectores y en las ciudades analizadas, de acuerdo con
los datos de la encuesta.
Como se desprende de los cuadros P3.6.1 al 11, la mayoría de los establecimientos, sino es
que todos, tanto del sector de maquiladoras de autopartes como de las electrónicas, cuentan con
diversos elementos de los sistemas de administración de la seguridad e higiene, tales como
auditorías, responsabilidades por puesto, recursos técnicos para procesos peligrosos, capacitación,
76
políticas, estructuras preventivas (área de seguridad e higiene, servicio médico, etc.) manejo de
siniestros, sistemas de información, etcétera.
Los beneficios que se derivan del establecimiento de programas de seguridad e higiene
son diversos y las respuestas fueron variadas: el 31% de los entrevistados en las plantas de
autopartes y el 37% en las electrónicas consideró que impacta en una mayor eficiencia
(“reducción de costos”); un 31% en autopartes y 19% en electrónica respondió que “brinda un
mayor involucramiento de los trabajadores”, y otro 31% y 33%, respectivamente, consideró que
“con ello se cumple con la normatividad” (P3-7). Concomitante, el 62% de los encuestados en las
autopartes y el 59% en la industria electrónica contestó que no hay ninguna desventaja en la
aplicación de dichos programas, aunque algunas empresas consideraron que de no aplicarse el
programa entonces vienen los posibles problemas.
Las plantas maquiladoras de autopartes y electrónicas tienen distintos indicadores para
medir su desempeño en materia de seguridad e higiene, destacando el tradicional índice de
accidentes (número de accidentes por área) y la incapacidad por accidente (P3-10-1). Resalta que
la tasa de incidencia de accidentes en el trabajo, en 1999, fue muy baja (del 0 al 3%) en el 75% de
los establecimientos de autopartes y en el 81% de los electrónicos; se encontró una tasas del 4 al
7% en el 12% y 7% de las plantas, respectivamente, y una tasa de más del 16% en otro 12% y
7%, respectivamente (P3-10-11).
Por su parte el índice de incapacidad por razones de salud, en ese mismo año de 1999, fue
del 0 al 3% en el 50% de establecimientos autopartistas y 49% de los electrónicos; de 4 a 7% la
tasa en el 31% en las plantas de autopartes y 26% en las electrónicas; y de más del 8% de tasa en
el 19% y 26% de los establecimientos, respectivamente (P3-10-12). El promedio de accidentes
por planta para el sector automotriz, en 1999, fue de 1.63 (con 1.36 de desviación estándar) y para
el sector electrónico fue de 1.44 (con una desviación de 1.1). Por su parte, el índice de
incapacidad promedio por razones de salud, durante 1999, fue de 1.75 en el primer caso y de 2.03
en el segundo.
77
En relación a las dificultades internas que han inhibido el mejoramiento en la seguridad e
higiene en las plantas, se encontró que el principal obstáculo está asociado principalmente con los
propios trabajadores: tal es el caso de la “alta tasa de rotación de personal” (27% en autopartes y
22% en la electrónica), el “conocimiento inadecuado del impacto en riesgos de trabajo” (27% y
13%, respectivamente) y la “cultura del trabajador” (20% y 9%, respectivamente). “Otras
prioridades de mayor urgencia” también tuvieron un peso importante en la industria electrónica
(27%). Otros factores se pueden observar en el cuadro P3.11.
Acerca del principal obstáculo externo reportado por los entrevistados en la industria de
las autopartes fue la “falta de incentivos en pro de programas de seguridad e higiene” (36% de la
muestra) y “otro” (21%). Mientras que en la industria electrónica fue “el alto costo del equipo que
se requiere” (41%), la “falta de infraestructura local” (20%) y la “falta de incentivos en pro de
programas de seguridad e higiene” (18%).
Llama la atención que los factores que podrían influir en el aumento de los accidentes de
trabajo sean, asimismo, la “falta de una cultura de seguridad e higiene” (44% en las plantas de
autopartes y 26% en las electrónicas) y la “rotación del personal” (25% en autopartes y 54% en
electrónicas), aunque difiere la prioridad en cada una de las ramas que estamos describiendo,
como se puede observar en el cuadro P3.13.
En un estudio anterior basado en entrevistas con gerentes de empresas maquiladoras
(Carrillo, 1993) se encontró que las maquiladoras se encuentran en el marco de la legalidad, esto
es, están registradas oficialmente, pagan impuestos y cumplen con las leyes laborales, entre otras.
En esta encuesta se preguntó si las autoridades gubernamentales inspeccionaban las plantas en las
que laboraban los entrevistados. El 94% de las respuestas en las autopartes y el 92% en las
electrónicas señala haber tenido alguna inspección acerca de su desempeño en materia de
seguridad e higiene (P3-8); en la mayoría de los casos la inspección fue realizada durante el
mismo año de la entrevista (P-3-8-1A). La inspección consideró la revisión de instalaciones, la
verificación de la gestión en seguridad e higiene (P3-8-2-1 al 2). Sin embargo, solamente cuatro
empresas de autopartes de las 16 entrevistadas fueron visitadas con el fin de dar asistencia y
78
asesoría al programa voluntario de autogestión, Pero en el caso de la industria electrónica, las
repuestas fueron mayores: 23 de las 48 maquiladoras. (P3-8-2-3)
La evaluación que hacen los entrevistados respecto a las autoridades gubernamentales en
materia de seguridad e higiene es por el contrario algo crítica. Es de llamar la atención que en
encuestas previas, y en la propia experiencia del que escribe este documento, la opinión
generalizada dentro de la IME es negativa, y más crítica aún en el caso de las micro, pequeñas y
medianas empresas. Este estudio, sin embargo, fue la excepción. Ya que si bien la normatividad
del IMSS fue considerada como “mala” por el 25.% de los entrevistados en los establecimientos
autopartistas y por el 13% en los electrónicos; un 25% de entrevistados consideró que es “buena”
en las empresas de autopartes y un 48% en las electrónicas. Y como “regular” opinó el 37% y
39% de los entrevistados, respectivamente. Para el caso de la normatividad de la Secretaría del
Trabajo en doce plantas, o el 75%, consideraron los entrevistados como “buena” dicha
normatividad, y en 36 establecimientos en el caso de la industria electrónica (con el mismo
porcentaje); en el 19% de las plantas fue considerada como “regular” en ambas industrias. Por
tanto, los resultados de las entrevistas realizadas acerca
de la normatividad en materia de
seguridad e higiene indican una opinión bastante positiva, sobre todo si se toma en cuenta que en
estudios anteriores las opiniones sobre el gobierno y sus agencias genrealmente son muy críticas.
Aunque hay porcentajes distintos entre los sectores aquí analizados, en esta variable existen más
semejanzas que diferencias..
Los dos riesgos de trabajo más importantes en la planta fueron los mismos para ambas
actividades económicas: los “riesgos por accidente por uso de equipo y/o material peligroso”
(56% para las autopartes y 49% para las electrónicas) y “por desplazamiento interno en la planta”
(19% autopartes y 21% electrónicas). Un tercer riesgo de cierta importancia, pero diferente en
cada industria, fue “riesgos de salud asociados con ruido, ventilación, etc.” 12% en autopartes, y
“riesgos de salud física” con 15% en las electrónicas (P3-14).
Las tasas de riesgos de trabajo promedio fueron bajas: 1.63 para accidentes de trabajo y
1.75 por incapacidades por razones de salud en el sector de las autopartes. Y en el caso del sector
de la electrónica los resultados fueron: 1.44 y 2.03, respectivamente (P3-10-11 y 12). Varios
79
indicadores de riesgos de trabajo mostraron gran dispersión, esto es, variables estructuramente
heterogéneas, tal fue el caso del número total de accidentes; el número de jornadas perdidas por
accidente y el número de incapacidades totales. Sólo dos indicadores tuvieron baja dispersión: el
número de ausentismos totales y el número de jornadas perdidas por ausentismos (P3-16-1 al 5).
El siguiente cuadro muestra, para el año de 1999, los resultados totales promedio y la
desviación estándar (entre paréntesis) de cada variable:
Total de accidentes
Incapacitados totales
Ausentismos totales
Jornadas perdidas por
accidentes de trabajo
Jornadas perdidas por
ausentismos
Plantas de autopartes
17.93 (25.36)
112.10 (168.17)
103.0 (96.22)
113.79 (117.03)
Plantas electrónicas
13.90 (19.68)
114.53 (133.28)
73.67 (96.55)
144.57 (186.91)
214.25 (96.37)
275.25 (438.26)
Llama la atención que los promedios son similares entre ambas industrias, sin dejar de
reconocer que se trata de variables estructuralmente heterogéneas. Sólo como referencia, en
diciembre del 2000 los promedios de empleados por planta fueron 813 para el sector de las
autopartes y de 978 en las electrónicas. Lo cual arroja una relación, para la industria de las
autopartes, de 0.02 accidentes promedio en cada planta per cápita, 0.13 incapacitados, 0.12
ausentismos, 0.13 jornadas perdidas por accidentes y 0.26 jornadas perdidos por ausentismos. Y
en el caso de las electrónicas, las tasas fueron, respectivamente: 0.01, 0.11, 0.07, 0.14 y 0.28.
Por tanto, ambos sectores productivos guardan mucha semejanza en lo que se refiere a su
desempeño en los riesgos de trabajo, y las proporciones resultaron muy bajas. Aunque estas cifras
son claras, habrá que verificar esta información, primero, contra el promedio de empleo en 1999
para cada establecimiento y, después, obteniendo las tasas promedio por planta. Esto se presentará
en el reporte final.
Hubo diversos factores que coadyuvaron a la prevención de accidentes y enfermedades de
trabajo. Los principales factores que han influido en la prevención de los riesgos de trabajo en las
plantas de autopartes y electrónicas fueron los siguientes: “los programas preventivos” (100% de
las respuestas en autopartes y 78% en las electrónicas), “el mantenimiento de las instalaciones”
80
(94% y 72%, respectivamente), “los sistemas de administración” (87% y 68%, respectivamente)
“la modificación de los procesos” (80% en autopartes y 64% en electrónicas), “los cambios en las
instalaciones” (69% y 56%, respectivamente) (P3-15-1 al 8).
En opinión de los entrevistados, en el 50% de las plantas de autopartes disminuyó, desde
1999, el número de accidentes de trabajo y en el 19% no cambió, mientras que en los
establecimientos elecrtónicos fue en el 51% y 28%, respectivamente. Sin embargo, un porcentaje
considerable reportó que aumentó el número de accidentes desde 1999, 31% en autopartes y 21%
en electrónica.
En otras variables fue más pronunciado incluso este proceso de disminución de
indicadores de riesgos: jornadas perdidas por accidentes de trabajo (56% de las respuestas en
autopartes y 46% en las electrónicas), jornadas perdidas por ausentismo (53% en autopartes y
44% en electrónicas), número de incapacitados (40% y 42%, respectivamente) y número de
ausentismos (40% y 22%, respectivamente). Sumado esto a lo que no cambió, se tiene que sólo en
pocas plantas la situación empeoró (entre 13.% y 25% de los establecimientos de autopartes y
19% y 24% en las plantas electrónicas). Esta mejoría, sin embargo, no se vio claramente reflejada
en una reducción de los gastos ejercidos por razones de salud y accidentes. Según los
entrevistados aumentaron los gastos en el 47% de las plantas de autopartes y en el 24% de las
electrónicas; no cambiaron en el 7% de los establecimientos automotrices y en el 42% de los
electrónicos, y lograron disminuir en el 47% de las plantas de autopartes y en el 34% de las
electrónicas (P3-17-4 al 6).
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) se aplican en los
distintos factores de la
seguridad e higiene dentro de las empresas maquiladoras. En prácticamente todos los elementos
se aplican las NOM: generadores de vapor y recipientes sujetos a presión; protección y
dispositivos de seguridad en la maquinaria, equipos y accesorios; condiciones del ambiente de
trabajo; sistemas contra incendio; equipo de protección personal; instalaciones eléctricas y
electricidad estática; señales, avisos de seguridad y código de colores; manejo, transporte y
almacenamiento de materiales; planta física; organismos; y condiciones generales.
81
Sin embargo, en varios elementos del factor “las condiciones del ambiente de trabajo” se
encontró una “aplicación parcial”. Aunque en general los porcentajes fueron minoritarios, hubo
algunos elementos en donde la regla fue por el contrario la aplicación parcial. Comparando las 16
plantas de autopartes y los 48 establecimientos electrónicos, y presentando los porcentajes en ese
orden, y sólo para los casos donde aplican dichas NOM, los resultados fueron los siguientes:
“manejo de agentes biológicos” (en 29% de las plantas de autopartes se aplica la NOM y en 11%
de las electrónicas), en las “presiones ambientales anormales” (40% y 16%), en las “condicciones
térmicas del medio ambiente de trabajo” (29% y 11%); en las “autorizaciones de fuentes de
radiaciones ionizantes” (58% y 25%), en la “descontaminación radioactiva” (80% y 37%); en los
“contenedores para desechos radioactivos” (80% y 39%);
en la “evaluación y control de
radiaciones electromagnéticas no ionizantes” (70% y 26%). Asimismo, en el factor “instalaciones
eléctricas y electricidad estática”: “control de humedad en sitios cerrados” (23% y 20%). Del
factor de la “planta física”: “vías de acceso a discapacitados” (36% y 15%) y “muelles” (29% y
16%).
En muy pocas plantas no se ha hecho la aplicación de algún elemento de las NOM: sólo en
una planta en el sector de las autopartes y entre una y tres en el electrónico. Sin embargo,
hubieron varios elementos con respuestas “no especificado”.
Las NOM que aplican en la planta y que tienen mayor dificultad para su aplicación son: el
“uso de colores en tuberías” (19% en las autopartes) y “”dispositivos de protección y seguridad en
maquinaria” (13% en las electrónicas). Y con sólo un 6.3% (o sea una planta) se encontraron 10
elementos en el caso de las autopartes (generados de vapor y recipientes sujetos a presión;
protección y dispositivos de seguridad en maquinaria; medición y control de ruido; condiciones
de ambiente de trabajo; elaboración del estudio de riesgos de incendio; capacitación para el uso de
equipo de protección personal; instalaciones eléctricas y electricidad estática; estudio y programa
para el manejo, transporte de sustancias peligrosas; de la planta física; capacitación en seguridad e
higiene). Y en el caso de la industria electrónica tuvieron mayor dificultad para la aplicación de
la NOM dos plantas (el 5.3%) en siete elementos: “generados de vapor y recipientes sujetos a
presión”; “protección y dispositivos de seguridad en maquinaria”; “estudio de riesgo potencial
para la maquinaria y equipo”; “condiciones de ambiente de trabajo”; “equipo de protección
82
personal”; “uso de códigos de colores en tuberías”; y “programa para el manejo de
almacenamiento de materiales” (P4-2-1).
La principal dificultad reportada para la mayoría de las plantas en la aplicación de la
primera NOM fueron los “aspectos técnicos de difícil interpretación”, en 77% de las plantas de
autopartes y en 36% de los establecimientos electrónicos. En este último sector la “falta de
recursos financieros” y “otro” fueron también declarados como las mayores dificultades de
aplicación de las NOM en el 19% de las plantas en cada caso (P4-2-1-1). Llama la atención la
existencia de disposiciones que son mejores que las NOM, tal fue el caso en cuatro plantas (25%
de la muestra en autopartes) y en nueve establecimientos electrónicos (19%), y que éstas son
disposiciones, principalmente, para llenar lagunas que aún no contemplan las NOM.
Todas las plantas dedicadas a la producción automotriz cuentan con un departamento de
seguridad e higiene y una comisión de seguridad e higiene. Y en el 94% de la muestra tenían un
servicio médico. Esto contrasta un poco con la industria electrónica en donde se encontró que
81% tenían dicho departamento, aunque 91% contaban con servicio médico y 100% con la
comisión de seguridad e higiene (P5-1-1 al 3).
Si bien todas las empresas maquiladoras
registradas como tales están inscritas en el IMSS, las plantas de manera complementaria cuentan
con personal especializado en el área de salud; si bien trata de un número pequeño de personal,
no deja de ser importante el servicio que proporcionan las compañías en materia de atención a la
salud.
El personal promedio asignado al área de seguridad e higiene en el caso de las plantas de
autopartes fue de 4.44 mientras que en la electrónicas fue de 9.33 personas (con una desviación
estándar de 3.65 y 9.17, respectivamente) y oscilando entre 1 y 15 personas en las automotrices.
Y con un mínimo de 1 y un máximo de 20 personas en la electrónica. Las 16 plantas autopartistas
cuentan en total con 71 personas en el área de la seguridad e higiene. Y en el caso de los 46
establecimientos electrónicos, que declararon dicha información, ocuparon en total 429 personas
las cuales están especializadas en dicha área (P5-2). La distribución del personal asignado al área
de seguridad e higiene, en promedio en cada planta, es la siguiente (P5-2 al 6):
83
Especialidad
Médicos
Paramédicos
Enfermeras
Otras
Total de personal
promedio
Total de personal
asignado al área
Promedio de
personas por área
(en cada planta
elcetrónica)
1.08
(0.79)
0.50
(1.18)
Promedio de personas
por área
(en cada planta de
autopartes)
1.25
(0.68)
7.23
(11.03
1.98
(2.60)
11.54
(15.88)
2.38
(1.75)
6.64
(7.85)
9.33
(9.17)
429
4.44
(3.65)
71
Observaciones
El 19% y 17% de las plantas de
autopartes y electrónicas no cuenta
con paramédicos
Sólo dos plantas automotrices no
cuentan con enferemeras
12% y 15% de autopartistas y
electrónicas no tiene este tipo de
personal
Los números entre paréntesis del cuadro anterior son las desviaciones estándar, con ello
nos ayuda a saber qué tan dispersos están los datos en cada especialidad ocupacional. Se observa
que, en general, la dispersión es alta como sería de esperarse, lo cual es consistente con las
diferencias tan pronunciadas en el tamaño de los establecimientos.
Finalmente para concluir esta sección, en cuanto al gasto en seguridad e higiene en 1998
y en 1999, las cifras promedio en la industria de las autopartes arrojaron un gasto de $400,249
pesos en el primer año y de $437,887 en el segundo año para el caso del sector de las autopartes,
con una desviación estándar baja ($293,287 y $290,688, respectivamente). Aunque en 8 plantas, o
el 50% de la muestra, no se conocía este dato para 1998 y en 7 plantas o el 44% para 1999. Y en
el caso de la industria electrónica los gastos promedio en seguridad e higiene fueron de $406,470
en 1998 y de $352,928 en 1999 (con desviaciones estándar de 357,769 y 328,318,
respectivamente). De esta manera, y de acuerdo a la información de 9 plantas, el gasto ascendió a
$3,940,986 pesos en los establecimientos del sector de autopartes y a $7,411,500 pesos en los del
sector de la electrónica con base en 21 plantas en donde los entrevistados respondieron a esta
pregunta.
84
A manera de conclusión
Las respuestas de los entrevistados en las 64 plantas maquiladoras de las ramas de
autopartes y electrónica muestran una empresa maquiladora moderna y grande de tamaño. Una
empresa tipo que vive constantes cambios y enfrenta fuertes retos como la rotación voluntaria del
personal. Este tipo de empresa maquiladora parece no ser tan distinto en un primer nivel de
generalidad entre los sectores de autopartes y de la electrónica. Sin embargo, observando distintas
variables, parecería que hay empresas mas modernas en el segmento automotriz que en el de la
electrónica. Esto sin embargo, deberá somterse a hipótesis con la información completa del censo
que se está llevando a cabo en cinco ciudades de México. En términos generales, los resultados
preliminares de la encuesta refuerzan otros resultados de estudios anteriores, en donde se verifica
una creciente autonomía de las plantas respecto de los corporativos, una mayor automatización,
un tamaño de empleo mas elevado y una creciente certificación de la calidad de los procesos, y
del medio ambiente, aunque esto último en menor medida. Quizás lo más importante es el papel
que tienen las empresas maquiladoras en México dentro de sus corporativos, lo cual tiene un
impacto en muchas de las variables económicas, sociales y laborales
Respecto a la calidad en el empleo, vista en términos de la seguridad e higiene en el
trabajo, los resultados prelilminares también muestran una empresa maquiladora segura, moderna
y con visión de futuro. Los programas de seguridad e higiene que tienen, las políticas al respecto,
la infraestructura con que cuentan, el personal asignado a dicha área y la normatividad alcanzada,
en términos de las Normas Oficiales Mexicanas, reflejan calramente esta realidad. Hay sin
embargo diferencias entre la industria de las autopartes y la electrónica, pero desafortunadamente
en este nivel de descripción no es posible llegar a conclusiones certeras sobre las diferencias
centrales y el peso de las mismas. Esto se llevará a cabo en el reporte final en donde serán
comparadas estadísticamente ambas industrias, buscando explicar las diferencias centrales y la
asociación de ello con el desempeño en materia de seguridad e higiene y la modernización de las
empresas.
85
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90
ANEXO 1
EVOLUCION DE LAS GENERACIONES DE MAQUILADORAS
i. Primera etapa (1965-1981): desintegración productiva e intensificación del trabajo manual
En esta primera etapa la IME mantuvo un crecimiento paulatino en sus principales indicadores económicos,
aunque de baja importancia relativa (no rebasó el 5% del empleo manufacturero en México). Sin embargo, su
evolución estuvo supeditada a los ciclos de la economía norteamericana y, en menor medida, a las fuertes presiones
de los sindicatos estadounidenses, que observaban una continua relocalización de sus empresas y empleos hacia el sur
de la frontera.
Los primeros siete años del programa de maquiladoras tuvieron una escasa importancia en el desarrollo de la
industria y en el contexto de la manufactura en México (menos del 1% del empleo en la manufactura). Lo relevante
en estos años, en todo caso, fue que quedaron sentadas las bases para el futuro de la IME a partir del establecimiento
del PIF y del decreto de 1972, el cual aumentó las facilidades, agilizó su operación y permitió el establecimiento de
plantas maquiladoras en el interior del país.
Estas empresas ocuparon en esta primera etapa el lugar mas bajo dentro de la cadena del producto. Esta
posición estuvo asociada no sólo con la actividad de ensamble sino con la intensificación del trabajo manual.17
Independientemente de los grandes ahorros derivados del diferencial de salarios entre Estados Unidos y México (de 1
a 4.3 en 1975), las empresas maquiladoras -dada su característica principal de trabajo no calificado e intensivo-, han
sido consideradas desde un inicio por los propios inversionistas como “centros de costos” a diferencia de las
empresas de diseño, mercadeo o distribución las cuales son consideradas como “centros de ganancias”.
En esta etapa las empresas maquiladoras se caracterizaron por la presencia de plantas extranjeras de
ensamble tradicional, desvinculadas productivamente con la industria nacional18; con escaso nivel tecnológico, con
una gran dependencia hacia las decisiones de las matrices y de los clientes principales y, de manera central para las
competencias laborales, basadas en trabajo manual intensivo realizado por mujeres jóvenes, con puestos de trabajos
rígidos y actividades repetitivas y monótonas, las cuales requerían de un mínimo entrenamiento (1-3 días). (Carrillo
y Hernandez, 1985; Fernández-Kelly, 1983; Gambrill, 1981). La fuente de competitividad está dada precisamente
por los bajos salarios relativos y por la intensificacion del trabajo, derivando en un tipo de empresa de primera
generación que empobrece los empleos.19
Los vínculos productivos que establece localmente la maquiladora son muy escasos. En contraste, lo que
fortalece son los promotores del desarrollo industrial-local, así como plantas gemelas (generalmente almacenes y
oficinas) en las ciudades fronterizas del lado americano, con el claro ejemplo de El Paso, Texas.
La falta tanto de integración de las empresas con la economía nacional, como de procesos de manufactura y
de actividades calificadas bien pagadas, llevaron a criticar sistemáticamente a la IME, incluso por parte del propio
gobierno (que llegó a considerarla como “un mal necesario”). El crecimiento promedio anual en el empleo, entre
1974 y 1982, fue de sólo 1.5% y, en el caso del número de establecimientos tuvo incluso tasas negativas. La crisis
de la economía americana a mediados de los setentas hizo que muchas empresas maquiladoras
cerraran sus puertas, que
cientos de personas fueron desempleadas y que varios sindicatos vieran
deteriorada su capacidad de negociación (Carrillo, 1985). Sin embargo, para 1977 en que se establece un nuevo
decreto de maquiladoras la industria comienza a estabilizar su crecimiento. La situación económica en Estados
Unidos mejora relativamente a la par que se acrecientan las presiones por relocalizar los segmentos intensivos de
mano de obra hacia lugares con bajos salarios relativos. El gobierno mexicano cambia su percepción sobre las
maquiladoras para percibirlas ahora como una industria básica para el desarrollo regional, aunque continua
17
En un trabajo anterior hemos denominado a este tipo de empresas como de primera generación (Carrillo
y Hualde, 1997).
18
Si bien desde el inicio del Programa de Industrialización Fronteriza han habido empresas mexicanas,
particularmente importantes en segmentos como la industria de la confección, su peso relativo era reducido.
19
Los salarios en la IME han sido tradicionalmente menores que en la industria manufacturera en México.
91
considerándolas como una industrialización temporal. A pesar de la generación de divisas (que aumentó 11%
anualmente entre 1974-82)) y de empleos, las maquiladoras fueron duramente criticadas (Fernandez-Kelly, 1983;
Gambril, 1980, entre otros) por diversas razones, entre las que sobresalen los bajos salarios, la escasa tecnología
utilizada en los procesos de producción; su vocación exclusiva hacia el ensamble, y el uso mayoritario de mano de
obra sin calificación, sin experiencia laboral y con bajos niveles de escolaridad.
ii. Segunda etapa (1982-1993): modernización industrial, especialización productiva y
racionalización del trabajo.
Ya iniciados los años ochentas y con una fuerte devaluación de la moneda mexicana, comiezan a
presentarse cambios sustantivos de diverso orden. En primer lugar, un nuevo decreto se establece en México en 1983
ofreciendo nuevas facilidades a la IME. En segundo lugar, el sostenido crecimiento en la IME se convierte en una de
sus características centrales. La IME pasa a representar el 8.8% del empleo manufacturero nacional en 1985 y el
16.1% en 1990. Aunque buena parte de la IME continua dependiendo tanto de las matrices localizadas en el
extranjero, principalmente en Estados Unidos, como de la situación económica de cada sector; la creación de nuevas
plantas en México y la expansión de las existentes es mayor que los cierres de empresas. Y en tercer lugar, y como
puede desprenderse del incremento en el valor agregado, las empresas aumentan su productividad en el trabajo
gracias a una mayor inversión en maquinaria y equipo. Esto debido fundamentalmente al surgimiento de nuevas
actividades como las automotrices, y al inicio de los procesos de manufactura en diversas actividades maquiladoras.
La expansión en los años siguientes continuó aceleradamente. En esta segunda etapa el empleo creció anualmente
11.7%, mientras que la manufactura nacional creció menos del 5%.
Una característica central de esta segunda etapa es la especialización productiva, la cual tiene además en el
caso mexicano una connotación territorial, como fue visto anteriormente. En cuanto a la concentración territorial dos
casos saltan a la vista: el “Valle del Televisor” en la ciudad de Tijuana y el “Valle del Arnés” en Ciudad Juárez , en
donde se concentran gran parte de las empresas en esos productos. La concentración territorial de la industria en esta
segunda etapa tiene un impacto importante en el sistema educativo. En 1989 un estudio encontró que el 20% de la
población total ocupada en 358 establecimientos maquiladores eran profesionistas y técnicos y que estas plantas
mantenian intercambios con 29 centros educativos (Carrillo, 1993). Lasso Tiscareño (1992) apunta que en Ciudad
Juárez, más que un aumento explosivo de escuelas, debe hablarse del nacimiento explosivo de la educación de tercer
nivel: “En un lapso muy corto, tal vez un lustro, nacieron las principlaes instituciones de la ciudad” (p. 24). Hualde
(1995), por su parte, menciona que en estrecha relación con los cambios en el sistema productivo, las instituciones
educativas locales han logrado tejer una red de relaciones formales e informales que denotan una articulación en
diferentes niveles.
Hacia la mitad de la década del ochenta dan inicio dos procesos que significarán un parteaguas en el
desarrollo de las maquiladoras: la introducción de maquinaria y equipo automatizado, por un lado, y la entrada
de nuevas formas de organización del trabajo, por el otro. Desde esta fecha y hasta la actualidad diversos autores
han descrito y analizado este proceso de modernización industrial. Las principales conclusiones se pueden sintetizar
de la siguiente manera:
(a)
Existe una amplia difusión de técnicas del sistema Justo a Tiempo/Control Total de la Caliad (JT/CTC) en la
IME.
(b)
Las técnicas de producción flexible se localizan en las actividades relacionadas con las autopartes y con
productos de consumo electrónico.
(c)
La adopción de prácticas de mejoramiento de la calidad y de la producción es una práctica prioritariamente
de las firmas transnacionales y en mucho menor medida en las pequeñas y medianas empresas.
(d)
Se trata de una aplicación/adopción híbrida del sistema de producción japonés y de un proceso de
modernización segmentado.
Por tanto, en esta segunda etapa la situación de la IME es mucho menos homogénea que en la etapa anterior.
Se trata de una industria con un alto nivel de heterogeneidad estructural. En este sentido, podemos suponer que
92
este proceso de heterogeneidad es resultado natural de la diversidad de vínculos y eslabonamientos que la IME
presenta con sus matrices y contratistas extranjeros, y en última instancia, con la diversidad de industrias con las que
está vinculada. Estaríamos hablando entonces de un escenario con múltiples trayectorias de desarrollo, y con
diferentes necesidades y lógicas internas de organización y control de la producción.
Si en la primera etapa de la IME fueron las transnacionales americanas de la electrónica las promotoras del
modelo de subcontratación internacional vertical sin eslabonamientos locales y basado principalmente en el uso de
trabajo intensivo no calificado, en la segunda etapa son también las empresas transnacionales las promotoras de la
modernización industrial y del cambio de los requerimentos de calificación en el trabajo, así como de nuevas formas
de vinculación productiva. con los proveedores, pero el principal vehículo de la modernización estará ahora en las
firmas automotrices americanas (como General Motors), principalmente, así como en aquellas transnacionales
asiáticas, europeas y americanas especializadas en productos de consumo electrónico como los televisores y los
monitores de computadoras (como Sony).
Un buen ejemplo de este proceso de especialización productiva y territorial es la industria de autopartes.
Actualmente existen en México un poco más de 200 plantas de autopartes maquiladoras, las cuales ocupan cerca de
187,000 trabajadores, representando el 23% del total de los 814,000 empleados en maquiladoras. Un caso ejemplar
es Ciudad Juárez frontera con El Paso, Texas. Desde 1979 se inicia la llegada de decenas de empresas de autopartes
pertenecientes a General Motors, Ford, Chrsyler, Yasaki, Siemens y Essex, entre otras. Las “Tres Grandes
Americanas” eran propietarias, en 1995, de una cuarta parte del total de las aproximadamente 180 plantas
maquiladoras automotrices y empleaban a una tercera parte de los 150,000 empleados. Tan sólo la división Packard
de GM contaba, a principios de 1996, con 33 mil trabajadores en sus plantas maquiladoras ubicadas a lo largo de la
frontera norte.
Estas empresas iniciaron su producción con procesos intensivos en mano de obra y en segmentos de
ensamble tradicional como los arneses (cableados eléctricos). Posteriormente construyeron plantas de manufactura
con tecnología avanzada para la producción de radiadores, mofles y partes para el motor (como los solenoides), en
donde se aplican prácticas del sistema JT/CTC (véase el caso de Delphi-GM -Box 2)
Este patrón de relocalización de empresas autopartistas en Juárez, independientemente de que se trata de un
modelo de subcontratación y comercio intra-firma, ha provocado que los propios competidores se muevan hacia la
misma ciudad. En otras palabras, la aglomeración industrial/territorial en este sector, al igual que en los televisores
en Tijuana, ha dado paso a una especialización productiva en donde conviven empresas (tanto de la propia firma
como de otras compañías), pero al mismo tiempo compiten productivamente por una mayor participación en el
mercado, así como por la mano de obra calificada y no calificada.
Aunque persisten trabajos intensivos en esta generación, las actividades centrales se dirigen hacia la
proliferación de puestos de trabajo en líneas automatizadas y puestos multifuncionales. Aumenta la
incorporación de hombres así como la participación de técnicos e ingenieros. Particularmente relevante es el
establecimiento, a principios de los noventa, del sistema de producción en celdas. Bajo este sistema los movimientos
y las actividades de cada trabajador aumentan; particular relevancia adquiere la multicalificación. Por tanto, los
trabajadores requieren además de conocer a profundidad su trabajo, hacer las labores de limpieza, control de calidad,
mantenimiento, supervisión y mejoramiento.
El proceso de aplicación-adaptación del sistema de producción japonés (Abo, 1994) en las maquiladoras de
segunda generación, otorga una mayor responsabilidad a los trabajadores en el piso, y se basa en un mayor
compromiso e involucramiento en el trabajo. Aunque la mayoría de los puestos de trabajo siguen estando
parcializados, el trabajo en equipo, la participación grupal y la flexibilidad funcional se adaptan en un buen número
de empresas maquiladoras, particularmente electrónicas y de autopartes (Echeverri-Carrol, 1994; Wilson, 1992;
Mertens y Palomares, 1988, entre otros).
Los factores de competitividad estarán dados ahora por la combinación entre calidad, entrega, costos
unitarios y flexibilidad en el uso de la mano de obra, teniendo los salarios un peso importante pero relativamente
menor que en la primera generación (entre el 1 y 20% del valor de la producción). En fin, se trata de un proceso de
reestructuración organizacional con fundamento en los principios de flexibilidad que refuncionaliza la mano de obra
93
intensificando aún más el trabajo, pero al mismo tiempo enriqueciéndolo en cuanto a funciones, tareas y
conocimientos.
Las empresas de segunda generación, en esta segunda etapa de la IME, representan un verdadero salto
tecnológico y organizacional en relación con la primera generación, no sólo por la adaptación del sistema japonés de
producción, sino por el aprendizaje organizacional y por los constantes ensayos de innovación organizacional y
tecnológica que realizan. Se mantiene en estas plantas una mayor previsión de la demanda, pero sobre todo, de
respuesta rápida a la creciente fluctuación de la misma. Un claro ejemplo de su estabilidad y de su capacidad
adaptativa ante problemas importantes, como la movilidad laboral, es que logran aumentar sistemáticamente los
indicadores de competitividad a la par que atienden una excesiva rotación voluntaria de personal (con tasas superiores
al 100% anual desde 1985 y hasta 1992) (Aguilar, 1996; Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996).
Si bien el proceso de flexibilización de los puestos de trabajo y de las actividades laborales se acrecienta en
esta segunda generación de empresas, sigue siendo aún reducida la incorporación de mano de obra altamente
calificada --como los ingenieros--, los procesos de diseño están limitados y, de particular importancia, el desarrollo
de clusters (encadenamientos de empresas de un mismo sector en una misma región) es aún tímido. A pesar de ello,
los jóvenes ingenieros mexicanos encuentran en la maquiladora un sector donde acumular conocimientos y realizar
carreras profesionales que comienzan a consolidarse (Hualde, 1994).
iii. Tercera etapa (1994-1997): desarrollo de centros técnicos y trabajo basado
en competencias intensivas en conocimiento
Durante el inicio de los noventa nuevas plantas de grandes empresas transnacionales fueron creadas en casi
todos los sectores de la industria de maquinaria eléctrica y electrónica, y en la industria de las autopartes. El
crecimiento anual observado en la IME, entre 1994 y 1996, alcanzó la cifra récord de 17.4% en el valor agregado y
en el empleo fue de 11.7%. Pasó de representar el 16.1% del empleo manufacturero en el nivel nacional en 1990 al
32.5% en 1996. Este extraordinario incremento ha estado relacionado con los procesos de apertura comercial,
especialmente con el TLCAN, y de manera mas directa con la devaluación de la moneda mexicana. Mientras que
México vivió la crisis económica mas severa en los últimos 60 años, las exportaciones manufactureras continuaron,
aumentando considerablemente su participación en las exportaciones no tradicionales. Por ejemplo, en 1996 las
exportaciones petroleras fueron de 10,743 millones de dólares y las de maquiladoras de 6,140 millones de dólares.
En esta tercera etapa el proceso de aglomeración territorial continua en el caso de la industria de los
televisores y de las autopartes, pero se presentan ahora, además, tendencias hacia la conformación de clusters en
ambos sectores (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). El ejemplo que suele venir al caso es el de la formación de
cuadros altamente calificados en ciertas empresas, las cuales con el tiempo contribuyen a la creación de un mercado
de trabajo local caracterizado por este tipo mano de obra. El centro de investigación y desarrollo creado en Ciudad
Juárez por General Motors o el complejo industrial televisivo de Samsung en Tijuana son una fehaciente prueba de
ello.
Esta generación parece señalar una diferencia todavía mayor con respecto a la segunda generación debido a
que se establece un tipo totalmente nuevo de establecimiento basado en distintas relaciones entre empresas y en
diferentes actividades laborales. Se trata de redes productivas basadas en conocimientos especializados de
ingenieros. El caso de la empresa Delphi de General Motors en Ciudad Juárez es el único ejemplo maquilador, por lo
pronto, de este proceso. Sin embargo, la división Delphi iniciará operaciones de un segundo centro técnico en 1998,
ocupando a 2000 ingenieros entre ambos. Lo novedoso de esta estrategia, es que ha “descubierto” las bondades del
uso de mano de obra relativamente barata pero altamente calificada: los ingenieros.
El centro de ingienería decide reubicar afuera de Estados Unidos, por primera vez en su historia, uno de sus
siete centros de investigación y desarrollo. Esta decisión estratégica obedece a la necesidad por reducir los ciclos de
producción, los tiempos de entrega y los costos globales. La empresa ocupaba a mediados de 1997, 860 empleados
de los cuales el 70% eran ingenieros. La decisión de relocalizar este centro de I&D en Ciudad Juárez fue estratégica
para GM y los factores principales de localización fueron tres: (a) la cercanía con Estados Unidos; (b) la experiencia
94
de 15 años de aprendizaje de las firmas maquiladoras productoras en Juárez (desde hace años reconocida como una
zona con prestigio mundial y reconocido producto), y (c) la calidad de las competencias de los ingenieros mexicanos.
Con el fin de reducir los tiempos de entrega, la empresa se trasladó a esta ciudad para lograr la máxima
cercanía posible con su eslabón principal: la empresa maquiladora de la misma división. De tal manera que en
lugar de mover los prototipos y el proceso de manufactura 1800 millas desde Anderson hasta Juárez, ahora están a
sólo unos cuantos minutos. Ciudad Juárez cuenta además con una localización geográfica estratégica para abastecer a
distintas plantas ensambladoras a lo largo de la Unión Americana, y mantiene una mano de obra no calificada y semicalificada 10 veces de menor costo que en plantas automotrices en “el otro lado”.
Referente al mercado de trabajo, Juárez cuenta con una amplia mano de obra con muchos años de
experiencia en el sector de autopartes. En materia educativa, el estado de Chihuahua cuenta con universidades y
tecnológicos que imparten diversas carreras de ingienería muy vinculadas con la industria, e incluso existe un
importante centro de investigacón de materiales.
En las empresas maquiladoras de tercera generación el proceso es guiado por grandes corporaciones
transnacionales. Se trata de plantas ya no orientadas ni al ensamble ni a la manufactura sino al diseño,
investigación y desarrollo. Las empresas siguen manteniendo escasos proveedores regionales, pero se desarrollan
importantes clusters intra-firma y se potencializan las cadenas inter-firma. Esto es, se inicia un proceso de integración
vertical centralizada a través de la conformación de complejos industriales en el lado mexicano. Los complejos
encadenan, dentro del mismo territorio, centros de ingienería que proveen a maquiladoras de manufactura, las cuales
a su vez mantienen proveedores directos especializados y proveedores indirectos como talleres de maquinado o de
inyección de plástico, además de importantes proveedores de responsabilidad total en distintas regiones de Estados
Unidos.
Estas empresas de tercer tipo se caracterizan principalmente por contar con trabajo altamente calificado, esto
es, constituida por ingenieros y técnicos de alto nivel. Desaparece en estos centros el trabajo intensivo manual y se
privilegia el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño y en la manufactura, así como en la manufacturabilidad
de los productos y procesos. La responsabilidad, discresión y el conocimiento involucrado en estos nuevos trabajos
es de muy alto nivel. Se trabaja por proyectos conformados por equipos de ingenieros y un soporte técnico, los cuales
operan bajo una constante presión por alcanzar mejores resultados que los de sus competidores. . En este caso la
fuente de competitividad está dada por la reducción de la duración de los proyectos, los costos de operación, y la
rapidez de manufacturabilidad. En otras palabras, por la capacidad de ingeniería y tecnología, los salarios relativos
del personal calificado, y la comunicación y cercanía con su eslabón (en este caso empresas maquiladoras). En estas
empresas de nueva generación los salarios vuelven a emerger como una principal ventaja comparativa y competitiva
(tomando en cuenta las competencias laborales y los ingresos tres veces menores en México versus Estados Unidos),
ya que el principal insumo de los proyectos son precisamente los ingenieros y su equipo de soporte.
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ANEXO 2
PRESTACIONES SOCIALES SEGÚN ACTIVIDAD ECONÓMICA
(PESOS DIARIOS, PROMEDIOS, ENERO-FEBRERO, 1990)
Prestaciones
Aguinaldo
Vacaciones
Descansos obligatorios
Prima vacacional
Fondo de ahorro
Subsidio de alimentos
Bono de puntualidad
Bono de despensa
Bono de transporte
Bono de productividad
Bono de asistencia
Total
Electrónica
Autopartes
Vestido
1 064
(184)
128
462
(179)
126
587
(137)
126
6 428
(1 256)
126
1 328
(1 280)
124
3 646
(4 899)
129
1 467
(1 906)
129
1 116
(1 591)
128
307
(605)
129
556
(1 230)
128
924
(1 292)
128
18 118
(3 525)
222
1 022
(130)
38
515
(197)
38
567
(112)
38
6 675
(816)
37
1373
(1 428)
38
3 263
(5 056)
38
789
(1 453)
38.0
1 068
(1 471)
38
346
(676)
38
475
(955)
38
1007
(1 427)
37
18 326
(4 940)
58
990
(210)
43
485
(180)
42
520
(90)
43
6 247
(1 139)
43
633
(1 070)
43
4 694
(3 976)
43
1018
(1 420)
42
653
(1 276)
42
132
(419)
42
2077
(2 876)
43
394
(797)
43
18 587
(5 360)
60
Fuente: Encuesta a Plantas Maquiladoras. Secretaría del Trabajo y Previsión Social y El Colegio de la Frontera Norte.
Proyecto: "El Mercado de Trabajo en las Actividades Maquiladoras", Tijuana, B.C., Mexico, 1990 Cuadro iv-11
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ANEXO 3
PORCENTAJE DE PLANTAS QUE OTORGAN PRESTACIONES NO
CONTEMPLADAS EN LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO
Otras prestaciones
Atención médica
Actividades
Deportivas
Club deportivo
Refirgeración
Transporte
Restaurant
Bono de puntualidad
Bono de despensa
Bono de transporte
Bono de productividad
Bono de asistencia
Beca de estudio
Beca de capacitación
Contrato colectivo
Electrónica
número de
casos=226
Autopartes
Número de
casos= 60
Vestido
Número de
casos=66
86,7
72,3
40,7
87,5
15,3
81.2
46.9
58,5
58.5
57.1
28,8
20.5
42.5
51,9
49.3
18.1
85,5
14,7
57.9
45.9
62,1
40.6
72.4
26,8
25.3
38.9
67,0
58.7
40.1
43.1
18,5
52.6
16.6
45,4
54.0
36.6
11,9
61.0
23.4
5,2
11.9
51.3
Fuente: Encuesta a Plantas Maquiladoras. Secretaría del Trabajo y Previsión Social y El Colegio de la Frontera Norte.
Proyecto: "El Mercado de Trabajo en las Actividades Maquiladoras", Tijuana, B.C., Mexico, 1990 Cuadro iv-12
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