Rev Cubana Educ Med Sup 1997; 11(2):120-126 Hospital Infantil Sur Docente Santiago de Cuba Algunos vicios del lenguaje en la medicina Dr. Claudio J. Puente Fonseca1 1. Especialista de II Grado en Cirugía Pediátrica. Profesor Auxiliar de la Cátedra de Cirugía de la Facultad de Medicina No. 2 del ISCM-SC. RESUMEN Se realizó una investigación bibliográfica acerca de algunos términos que se emplean de forma viciosa y con relativa frecuencia en el lenguaje de la medicina, para determinar su correcta utilización. Los resultados se dividieron en 2 partes: la asignación errada de género en algunos sustantivos y los barbarismos. Se concluye que es bastante común el uso de vicios lingüísticos en la labor cotidiana de varias especialidades médicas; resulta muy discutible que puedan ser considerados como norma de la lengua. Se hacen recomendaciones para tratar de lograr su corrección. Descriptores DeCS: LENGUAJE; BIBLIOGRAFIAS; DICCIONARIOS MEDICOS; DICCIONARIOS. NOMENCLATURA; En nuestro país, el gobierno revolucionario ha desarrollado amplios planes educacionales para que nuestra población alcance altos niveles culturales y de escolaridad, así como impulsar paralelamente el desarrollo científico-técnico. Es lógico suponer que nuestros profesionales deben aspirar a una cultura general con sólidas bases, y que sepan emplear cada vez mejor nuestra lengua y sus formas de expresión. En la labor cotidiana de búsqueda de información para algunos trabajos científicos, temas de investigación o de actualización y para varias publicaciones, se han revisado numerosos términos en diferentes diccionarios. Nos ha hecho percatarnos de que comúnmente se utilizan en forma viciosa numerosos vocablos en el lenguaje de la medicina, los cuales pasan inadvertidos, la mayoría de las veces, para muchos de nosotros. Estos fueron los motivos para realizar un trabajo de investigación bibliográfica con los objetivos siguientes: 1. Identificar un grupo de términos a los que con relativa o mucha frecuencia se les asigna un género que no les corresponde. 2. Identificar otros grupos de términos en cuyo empleo se incurre fácilmente en barbarismos. MÉTODOS Para desarrollar este estudio se utilizó la investigación bibliográfica. Primero se buscaron algunos términos (cuya pronunciación o significado ocasionaban dudas) en algunos diccionarios terminológicos de ciencias médicas y de la Real Academia Española, con la finalidad de verificarlos. Luego, por analogías morfológicas, se amplió la búsqueda a otras palabras y se consultaron textos y publicaciones para determinar su correcta utilización. Se emplearon las definiciones siguientes: Vicio*: mala calidad, efecto o daño físico en las cosas. Barbarismo*: vicio del lenguaje que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras o usar vocablos impropios. Los resultados se discutieron en 2 partes: el primero referido a la asignación errada de género en algunos sustantivos y el segundo, a varios barbarismos. Durante la exposición se puso un asterisco junto a las voces cuyas acepciones y ortografía se corresponden con las expresadas en el Diccionario de la Real Academia Española (vigésimoprimera edición de 1992). Las demás palabras sin asteriscos no aparecen registradas en dicha publicación y han sido verificadas en diversos diccionarios terminológicos de ciencias médicas. DESARROLLO Asignación errada de género en algunos sustantivos Los términos siguientes corresponden con el género femenino y, por tanto, requieren del artículo determinado la o el artículo indeterminado una: (la) estasis* (la) fimosis* coriza* es del género femenino, pero puede utilizarse también como del masculino. Los vocablos que se expresan a continuación son del género masculino, cuando se les antepone un artículo debe ser el o un: (el) apéndice* (el) enema* (el) epispadia o (el) epispadias (el) hipospadia o (el) hipospadias tortícolis* o torticolis* es del género masculino, pero puede ser usado también como del femenino. Barbarismos Antes de referirnos a los barbarismos por pronunciar mal las palabras, se debe recordar que hay algunas, según el Diccionario de la Real Academia, 1 que tienen 2 formas correctas de acentuación, pero en él aparecen en primer lugar las más aceptadas. Para evitar confusiones en el momento de su acentuación prosódica (o fonológica), a partir de ahora se subrayará la sílaba que debe llevar el acento de intensidad, o sea, la tónica. En caso de haber concurrencia de más de una vocal, a veces para mayor claridad, se subrayará de éstas solamente la que debe recibir la fuerza de pronunciación. He aquí algunas de dichas palabras de acentuación indistinta y de las cuales la primera columna constituye la forma más aceptada: amoníaco* amoniaco* areola* aréola* bronquiolo* bronquíolo* cardíaco* cardiaco* celíaco* celiaco* cíclope* ciclope* eléctrodo* electrodo* elefancíaco* elefanciaco* elixir* elíxir* endósmosis* endosmosis* exósmosis* exosmosis* hemiplejía* hemiplejia* hipocondríaco* hipocondriaco* ilíaco* iliaco* maníaco* maniaco* medula* médula* omóplato* omoplato* ósmosis* osmosis* paraplejía* paraplejia* parásito* parasito* período* periodo* reuma* reúma* tortícolis* torticolis* varice* várice* xeroftalmia* xeroftalmía* En esta relación podemos observar que las palabras hemiplejía* y paraplejía* tienen doble acentuación; sin embargo, los vocablos ciclopejía, cistoplejía, cuadriplejía, monoplejía y poliplejía no aparecen registrados en el diccionario de la Real Academia; aunque los encontramos en diferentes diccionarios terminológicos de ciencias médicas2,3con una sola forma de acentuación (con el acento fonológico y ortográfico en la letra "i"), de lo aceptado por la Real Academia para los 2 primeros términos mencionados al inicio de este párrafo, se puede inferir que el resto de los que presentan el sufijo plejía también pueden admitir una acentuación indistinta. PALABRAS ESDRÚJULAS (PROPAROXÍTONAS) QUE A VECES SE PRONUNCIAN MAL En nuestro idioma existe una regla de acentuación de palabras que afirma que todas las esdrújulas llevan acento ortográfico en la antepenúltima sílaba.4,5 Es por esta razón que los grupos siguientes de términos deben llevar el acento de intensidad6 en la antepenúltima sílaba y no en otra, como equivocadamente sucede con frecuencia: • • • • • • Palabras terminadas en -ólisis: bacteriólisis, electrólisis, epidermólisis, epifisiólisis, espondilólisis, fibrinólisis, hidrólisis, lipólisis, litólisis, necrólisis, neurólisis, osteólisis, proteólisis, queratólisis, sinfisiólisis, toracólisis y electroneurólisis. Palabras terminadas en -ócrito: hematócrito. Palabras terminadas en -ómetra: hematómetra,hidrómetra y piómetra. Palabras terminadas en -ólito: electrólito*(sin embargo, como coprolito* es una palabra llana, no lleva acento ortográfico). Palabras terminadas en -eolo o en -éola: maléolo*, nucléolo*, roséola* y rubéola. Palabras con otras terminaciones: centríolo, hemerálope, nictálope*, pródromo*, vídeo*, paratifóidico y tifóidico. No obstante, aunque estas 2 últimas palabras se encuentran en diccionarios terminológicos, en su lugar es más correcto utilizar los términos paratífico* y tifoideo*, que sí aparecen en el Diccionario de la Real Academia con los mismos significados que se les atribuyen a ellas. PALABRAS LLANAS PRONUNCIAN MAL (PAROXÍTONAS) QUE HABITUALMENTE SE Ninguna de las palabras de los grupos que ahora siguen, tiene acento ortográfico en la antepenúltima sílaba, por lo que es un barbarismo pronunciarlas como si fueran esdrújulas. Tampoco pueden ser agudas, porque como terminan en vocal o consonante s, tendrían que llevar acento ortográfico en la última sílaba. Por este simple análisis se concluye que todas son llanas y el acento fonológico recae siempre en la penúltima sílaba: • Palabras terminadas en -osis: anastomosis*, anquilosis*, equimosis*, exostosis, fimosis*, parafimosis y quemosis. • Palabras terminadas en -asis o en -axis: elefantiasis*, estasis* y epistasis*. • Palabras terminadas en -ia: alopecia*, epilepsia*, pederastia*, anoscopia, cistoscopia*, colposcopia, endoscopia*, esofagoscopia, estetoscopia*, fluoroscopia, gastroscopia, laparoscopia*, otoscopia, rectoscopia* y sigmoidoscopia. • Palabras con otras terminaciones: acufeno, Candida, diploe, estadio* y libido*. En las palabras siguientes, termina-das en -ía, el acento ortográfico señala la existencia de un hiato y se trata de palabras llanas, por lo que es incorrecto pronunciarlas como esdrújulas (además, en nuestro idioma la tilde siempre indica dónde recae el acento fonológico): hemeralopía, hipocondría*, menarquía, mioclonía, nictalopía*, pubarquía y telarquía. PALABRAS AGUDAS (OXÍTONAS) QUE SE PRONUNCIAN MAL EN NUMEROSAS OPORTUNIDADES Las palabras siguientes llevan acento ortográfico en la o de la última sílaba y, por tanto, es un barbarismo pronunciarlas como si fuesen llanas: arquenterón, asterión, chalazión*, ectropión*, entropión*, estefanión, hipopión, inión, metopión y obelión. PALABRAS QUE A VECES SE ESCRIBEN INCORRECTAMENTE Forma incorrecta Forma correcta accesar acceder* febrícola febrícula hifema hipema incinde incide incindir incidir* meningococcemia meningococemia toráxico torácico* estafilococcia estafilococia* estreptocóccico estreptocócico* transitor transistor* transoperatorio perioperatorio (o paraoperatorio) Levine Levin (con respecto a un tipo de sonda nasogástrica) Los vocablos accesar, febrícola, incinde e incindir, toráxico, transitor y transoperatorio no existen en diccionario alguno. La palabra hifema aparece en diccionarios terminológicos de ciencias médicas como forma incorrecta de hipema.2 Aunque en un diccionario de ciencias médicas en español7 se registra la palabra Levine, en otros no existe; específicamente en el de Stedman3 se hace referencia a la sonda de Levin, que es un apellido que procede de otro idioma8 y debe llevar el acento fonológico en la primera sílaba. Además, en el libro de gastroenterología de Bockus9 se menciona la sonda nasogástrica de Levin. UTILIZACIÓN DE VOCABLOS IMPROPIOS Palabras que se les asigna un sentido diferente del que en realidad tienen: • • Artejo*: significa nudillo de los dedos, por tanto, no debe llamarse así a los dedos de los pies. Criptórquido o criptorquídico: persona cuyos testículos no han descendido al escroto, razón por la cual es impropio atribuirle este adjetivo al testículo no descendido. • • • • • • Emuntorio*: cualquier conducto, canal u órgano excretor del cuerpo de los animales, glándulas de los sobacos, de las ingles y de detrás de las orejas. Por estos significados consideramos inexacto llamar "vaciamiento de los emuntorios" a la evacuación exclusiva de la vejiga y del recto en los seres humanos. Ingesta: término general para los alimentos y bebidas destinados a ser introducidos por ingestión, de modo que no debe usarse como sinónimo de indigestión. Injuria*:10 agravio, ultraje de obra o de palabra, hecho o dicho contra razón y justicia, daño o incomodidad que causa una cosa. No debe traducirse como "injuria" la palabra injury del inglés, cuando significa lesión o daño corporal u orgánico. Meiopragia o miopragia: incapacidad funcional o disminución funcional de una parte del cuerpo, por tanto, no debe calificarse de "meioprágico" un paciente porque esté débil o desnutrido. Patología*:10 parte de la medicina que estudia las enfermedades. Es incorrecto su uso como sinónimo de enfermedad o afección. Sintomatología: 10 parte de la patología que estudia los síntomas de las enfermedades. Su utilización es inadecuada con el significado de conjunto de síntomas. Uso de neologismos no incluidos en los diccionarios. Este es el caso de: monorreno (se debe usar el término mononéfrico). Empleo inútil de voces de otros idiomas. En el Diccionario de la Real Academia aparecen los términos casete*, casetera*, choque*, disquete*, electrochoque*, estándar*, estandarizar* o estandardizar*, estandarización* o estandardización*, estrés*, estresante*, escáner* o escanógrafo*, videocinta* y videodisco*, por lo que no deben usarse en nuestro idioma sus equivalentes del inglés o francés (sin embargo, ya se han aceptado bit*, chip*, póster* y test* como palabras procedentes del inglés que forman parte de nuestra lengua). Al finalizar estas 2 partes podría discutirse si el uso continuado de la forma incorrecta de los términos previamente analizados, pudiera constituirse en norma lingüística, pero hasta el momento y el alcance de esta investigación, la Real Academia Española no ha aceptado incluirlos en su diccionario. CONCLUSIONES 1. Es frecuente el uso de vicios del lenguaje en la labor cotidiana de varias especialidades médicas. 2. Hasta ahora es muy discutible que puedan ser considerados como parte de la norma lingüística, los vocablos utilizados en forma viciosa que se analizan en este trabajo. 3. Las formas correctas de expresión pueden y deben acompañar la práctica de los profesionales de las ciencias médicas y especialidades afines. RECOMENDACIONES 1. Divulgar el contenido de este trabajo entre los profesionales de la medicina, principalmente entre los profesores de los institutos superiores de ciencias médicas y de los politécnicos de la salud, para evitar que se sigan trasmitiendo y enseñando estos términos en forma viciosa y además lograr su corrección. 2. Poner en conocimiento de los estudiantes de los mencionados centros educacionales el tema tratado aquí para evitar la creación de algunos hábitos incorrectos en las formas de expresión. SUMMARY A review of the literature was made on certain terms which are employed in a vicious form and with a relative frequency in the language of medicine, in order to determine the proper utilization. Results were devided into 2 parts: the incorrect utilization of gender in certain nouns and barbarisms. It is concluded that the use of vicious linguistic expressions is very common in the daily work of different medical specialties; the fact that they may be considered as standards of the language is under discussion. Recommendations are made regarding the correction of such terms. Subject headings: LANGUAGE; BIBLIOGRAPHY; DICTIONARIES, MEDICAL; DICTIONARIES. NOMENCLATURE; REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. 21 ed. Madrid: Espasa Calpe, 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 1992: Diccionario terminológico de ciencias médicas. 10 ed. Barcelona: Salvat, 1972: Hensyl WR. Diccionario de ciencias médicas de Stedman. 25 ed. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana, 1993:262,810, 1105. Alpízar Castillo R. Para expresarnos mejor. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1983:16. Walker O, Márquez ML, Espinosa G. El sistema de acentuación gráfica de la lengua española. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente, 1989:46. Ruiz JV, Miyares E. Ortografía teórico-práctica con una introducción lingüística. 1 reimp. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1986:206. Diccionario terminológico de ciencias médicas. 11 ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1984:949. Critchley M. Butterworths medical dictionary. 2 ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1986; t.2:982. Bockus HL. Gastroenterología. 3 ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1984;t.1:453. Alpízar Castillo R. El lenguaje en la medicina. Usos y abusos. La Habana: Editorial CientíficoTécnica, 1982:95, 117,153. Recibido: 6 de enero de 1997. Aprobado: 21 de mayo de 1997. Dr. Claudio J. Puente Fonseca. Hospital Infantil Sur Docente, Santiago de Cuba, Cuba.