La columna de aire abierta no necesariamente tiene que estar definida físicamente de la manera mostrada en la Fig. 4.17. Por ejemplo, en la Fig. 4.18, tenemos una columna de aire abierta, comprendida entre los puntos P y Q del tubo. Efectivamente, dado que tenemos agujeros en los puntos P y Q , la presión del aire en esos lugares debe quedar constante e igual a la presión externa. P y Q funcionan de este modo como los extremos abiertos de la columna de aire encerrada. La Fig. 4.18 corresponde al caso de una flauta idealizada, donde P es la embocadura y Q el primer orificio destapado. 8_0_ ONDAS EN UNA COLUMNDA DE AIRE FUNDAMENTOS Lo que sigue es una trascripción textual de parte del capítulo 4 del libro (se incluyen, pasadas por un escáner, las figuras originales): ROEDERER, JUAN. ACÚSTICA Y PSICOACÚTICA DE LA MÚSICA. RICORDI. 1997. Pág. 144. “… 4.4 Ondas estacionarias longitudinales en una columna de aire ideal Consideremos un cilindro largo, muy angosto, abierto en ambos extremos (Fig. 4.17). El aire en su interior puede ser considerado como un medio elástico unidimensional (Sec. 3.2) a través del cual pueden propagarse ondas longitudinales. En cualquier punto dentro del cilindro, la presión podrá momentáneamente aumentar, disminuir u oscilar considerablemente con relación a la presión atmosférica normal externa; las paredes rígidas y la inercia de la columna de aire mantienen el necesario equilibrio de fuerzas (3.1) que se originan a causa de las diferencias de presión. Pero en los extremos abiertos P y Q no podrán ocurrir variaciones de presión grandes, ni siquiera en un intervalo de tiempo muy breve, porque no hay nada en esos puntos para equilibrar las diferencias de presión que se generan. Estos puntos funcionan por lo tanto como nodos de presión, y cualquier onda sonora que cause una perturbación en el interior del tubo y que se propague a lo largo de éste, será reflejada en cualquiera de los extremos abiertos. De aquí que nos hallemos ante una situación análoga a la de una cuerda vibrante, caso tratado en la Sec. 4.1: las ondas sonoras generadas en el tubo quedan atrapadas dentro del mismo y los únicos modos estables de vibración posibles son ondas estacionarias longitudinales con nodos de presión en los extremos abiertos P y Q (Fig. 4.17). Obsérvese que, de acuerdo con lo discutido en la sección 3.3, pág. 98, los extremos abiertos serán vientres de desplazamiento, es decir, puntos con máxima amplitud de vibración. En un tubo abierto real de diámetro finito, los nodos de presión no ocurren exactamente en el extremo abierto sino a una pequeña distancia afuera («corrección del extremo» [end correction] , pág. 156). Las relaciones que se dan abajo son sólo aproximaciones. A partir de la Fig. 4.17 y de la relación (3.6) obtenemos las frecuencias de los modos de vibración de un tubo cilíndrico abierto: fn = n ⋅ 20,1 ⋅ t A = nf1 2L f1 es la frecuencia fundamental 1 n = 1,2,3,… (4.5) f1 = 10,05 tA L La figura 4.19 muestra cómo los modos vibratorios de ondas estacionarias «encajan» dentro de un tubo tapado de manera tal que siempre aparezca un nodo de presión en el extremo abierto y un vientre de presión en el extremo cerrado. Para la frecuencia fundamental, obtenemos la relación (4.6) f1 = 1 5,03 ⋅ 20,1 ⋅ t A = tA 4L L (4.7) (L está en metros; tA es la temperatura absoluta [3.5]). Esto es exactamente la mitad de la frecuencia fundamental (4.6) de un tubo abierto de la misma longitud. En otras palabras, un tubo cilíndrico tapado ideal suena una octava más abajo que un tubo similar abierto en ambos extremos. Con respecto a los modos más altos de vibración de un tubo cilíndrico tapado, un examen de la Fig. 4.19 (y la conversión de longitud de onda a frecuencia) revela que sólo son posibles múltiplos impares de la frecuencia fundamental f1 (4.7): Recuérdese que tA es la temperatura absoluta del aire en el tubo, dada por la ecuación (3.5). En las ecuaciones (4.5) y (4.6) L debe expresarse en metros. Considerando que la longitud de onda λ1 del tono fundamental está relacionada con la longitud L del tubo, teniéndose que λ1 = 2 L (Fig. 4.17), y examinando la Fig. 3.8, se puede obtener una idea de las longitudes típicas de los tubos labiales abiertos de órgano, y de flautas y flautas dulces como función de la frecuencia. Un incremento en la frecuencia (altura) requiere una disminución en el largo. La relación (4.6) muestra también el efecto de la temperatura del aire sobre la altura fundamental de una columna de aire cilíndrica en vibración. Un incremento en la temperatura produce un aumento en la frecuencia (tono más agudo). Es así como las flautas y los tubos de órgano deben afinarse de acuerdo con la temperatura de la sala. Afortunadamente, la frecuencia fundamental (4.6) está controlada por la temperatura absoluta tA, que aparece bajo una raíz cuadrada. Ambos hechos hacen que la influencia de las variaciones de temperatura sobre la altura sea pequeña, pero suficiente como para ser motivo de preocupación, como bien lo saben flautistas y organistas. Veamos ahora el caso de un cilindro estrecho tapado en un extremo (Fig. 4.19). Notamos que, mientras en el extremo abierto P la presión debe permanecer constante e igual a la del aire exterior (nodo de presión), en el extremo cerrado Q la presión interna puede aumentar o disminuir sin restricción. Efectivamente, en Q aparece un vientre de presión. Esto es más fácil de entender cuando se visualiza el movimiento vibratorio real de los puntos del medio. Es evidente que debe haber un nodo de vibración para todos los elementos componentes de aire cercanos a Q : la tapa del tubo evita que esos elementos puedan oscilar longitudinalmente. Según lo explicado en la sección 3.3, tal nodo de vibración corresponde a un vientre de presión. f1, f3 = 3f1, f5 = 5f1, . . . (4.8) Las frecuencias 2 f 1, 4 f 1, 6 f 1,... están prohibidas - sus modos de vibración no pueden ser sostenidos de manera estable en un tubo cilíndrico tapado ideal. En otras palabras, los armónicos de un tubo tapado son los armónicos impares de su fundamental. El clarinete es el ejemplo más familiar de un instrumento que se comporta de manera muy similar a un tubo cilíndrico tapado. La embocadura con la caña funciona como extremo tapado, la campana o el primer orificio destapado del tubo como extremo abierto. Por ello, la altura fundamental de una nota tocada en el clarinete está una octava más baja que la nota que corresponde a una columna de aire del mismo largo, tocada en una flauta. Los órganos incluyen varios juegos de tubos tapados. Una de las razones es el ahorro de dinero y de espacio: los tubos abiertos graves son muy largos (según la relación [4.6], un tubo abierto de altura C1 tiene un largo de 5,3m. El mismo tubo, tapado en un extremo, sólo necesita tener un largo de 2,65m.) Desde luego, en esto hay algo más allá del mero costo: un tubo cerrado produce un sonido de muy diferente 2 timbre al emitido por un tubo abierto de igual frecuencia fundamental (menos brillante, más oscuro). relación de números enteros; si bien en el rango de frecuencias más bajas (cerca de la fundamental) ellos corresponden bastante bien a los modos de vibración de un tubo abierto de la misma longitud L, para las frecuencias más altas ellos se aproximan a los de un tubo cilíndrico cerrado, de largo L. Dicho de otra manera, los modos de vibración son inarmónicos. 3.2 Velocidad de propagación, longitud de onda y potencia acústica El último caso que trataremos aquí es el de un tubo cónico (muy estrecho), tapado en el extremo P (Fig. 4.20). La determinación de los modos de vibración requiere un análisis matemático complejo. Los resultados pueden sintetizarse simplemente: un tubo idealizado estrecho, cónico y cerrado en la punta tiene los mismos modos de vibración que un tubo abierto, del mismo largo. En otras palabras, valen las relaciones (4.5) y (4.6). Un cono (estrecho) truncado (Fig. 4.21), cerrado en el extremo P, tiene una serie de modos de vibración que no guardan Pág. 90 “… Volvamos al caso de ondas longitudinales, tal como una onda sonora en el aire. Los puntos del medio vibran en sentido paralelo a la dirección de la propagación, y no es fácil representar gráficamente sus posiciones reales. Por esta razón es más conveniente representar las 3 ondas sonoras como oscilaciones de presión. La figura 3.6 (la hilera inferior) muestra los desplazamientos de los puntos en un modelo de medio de propagación unidimensional, cuando una onda longitudinal pasa a través de él. En una onda sonora sinusoidal la presión en cada punto oscila armónicamente alrededor de un valor normal (la presión atmosférica normal en ausencia de perturbación) (Fig. 3.7). En un lugar como el A, todos los puntos del medio se han acercado lo más posible entre sí (máximo incremento de la presión, puntos P en la Fig. 3.6); en un punto como B ellos se han separado entre sí al máximo (máxima disminución de la presión, puntos Q en la Fig. 3.6). La variación media de presión Δp es igual a la amplitud de la variación de presión dividida por √2 (= 1,41).” Obsérvese que los puntos exhiben su máxima acumulación (es decir, máxima presión) y su máxima rarefacción (o sea, mínima presión) en los lugares donde sus desplazamientos son cero (puntos P y Q , respectivamente). Por otra parte, en los lugares donde sus desplazamientos son máximos, las variaciones de presión son cero. Esto significa que las variaciones de presión de una onda sonora están 90° fuera de fase con relación a la oscilación de los puntos: las variaciones máximas de presión (positivas o negativas) ocurren en lugares donde los desplazamientos de los puntos del medio son nulos; recíprocamente, los desplazamientos máximos de los puntos ocurren donde las variaciones de presión pasan por cero. 4