VISTOS A fojas 1, comparece don Claudio Antonio

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C-11554-2013
Foja: 1
FOJA: 311 .-
NOMENCLATURA
JUZGADO
CAUSA ROL
CARATULADO
.-
: 1. [40]Sentencia
: 7 º Juzgado Civil de Santiago
: C-11554-2013
: VARGAS / FISCO DE CHILE
Santiago, once de Enero de dos mil diecis éis
VISTOS
A fojas 1, comparece don Claudio Antonio Vargas Troncoso, maestro
pintor, domiciliado en Av. Central N°6940, comuna de Lo Espejo,
interponiendo demanda de indemnización de perjuicios, en contra del Fisco
de Chile, representado por el Presidente del Consejo de Defensa del Estado,
don Sergio Urrejola Monckeberg, domiciliado para estos efectos en calle
Agustinas N°1687, comuna de Santiago, en virtud de los fundamentos de
hecho y derecho expuestos en su libelo.
A fojas 9, consta notificación personal de don Sergio Urrejola
Monckeberg.
A fojas 95, comparece doña Irma Soto Rodríguez, abogado
Procurador Fiscal de Santiago del Consejo de Defensa del Estado,
contestando la demanda de fojas 1, conforme a los argumentos ahí
esgrimidos.
A fojas 90, el demandante evacúa el trámite de la réplica.
A fojas 135, el demandado evacúa la dúplica.
A fojas 149, se recibió la causa a prueba, notific ándose la
interlocutoria a las partes a fojas 155 y 201 a las partes.
A fojas 310, se citó a las partes a oír sentencia.
CONSDIERANDO
PRIMERO: Que a fojas 1, comparece don Claudio Antonio Vargas
Troncoso, ya individualizado en la parte expositiva de esta sentencia,
interponiendo demanda de indemnización de perjuicios en contra del Fisco
de Chile, representado por el Presidente del Consejo de Defensa del Estado,
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Foja: 1
don Sergio Urrejola Monckeberg, por la suma de $50.000.000.- por
concepto de daño moral, más reajustes e intereses y costas.
Indica el actor que el día 19 de septiembre del a ño 2008,
aproximadamente a las 9:00 am, salió de su hogar a buscar a su hermano,
don Juan Carlos Vargas Troncoso, quien se encontraba en estado de
ebriedad en el pasaje 24 Sur con Av. Central, y as í evitar que lo llevaran
detenido, sin embargo, cuando iban llegando a su hogar llegaron dos motos
una de las cuales se les abalanzó encima y le golpe ó la pierna izquierda con
la rueda delantera, no obstante, lograron entrar a su casa. A ñade que a
continuación, llegaron más patrullas a su domicilio y alrededor de 6
carabineros, quienes ingresaron al mismo a buscar a su hermano, raz ón por
la que el demandante junto a su padre, trataron de convencer a
Carabineros, de buena manera – a juicio del actor -, para que no se lo
llevaran, cuando en esos instantes, en el antejardín de su casa, uno de los
carabineros se bajó de la moto, se le aproxim ó y lo inst ó a no entrometerse
con palabras soeces, dándole un golpe de puño en la mandíbula.
Señala el actor que debido al ataque sufrido y una vez que se
retiraron los policías, se dirigió al hospital Barros Luco, en donde le
diagnosticaron una fractura mandibular de car ácter grave. En virtud de lo
anterior - indica - que concurrió a la 11ava Comisar ía de Lo espejo, en
donde lo atendió el Sargento Segundo Wilson Peñailillo Toledo y a quien le
relató lo sucedido, procediendo el demandante a identificar la moto que
conducía su agresor, ya que ésta no contaba con placa patente.
Agrega a su relato que con fecha 04 de diciembre del a ño 2008, se
interpuso una denuncia ante la Fiscalía Militar del Santiago, por el delito de
lesiones graves, dictándose auto de procesamiento con fecha 18 de octubre
del año 2010, en contra del Carabinero don Juan Carlitos Castro Torres,
por el delito de violencias innecesarias, causando lesiones graves al actor, lo
que fue confirmado por la Corte Marcial con fecha 02 de diciembre del a ño
2010. Posteriormente, añade que el 2° Juzgado Militar de Santiago, con
fecha 05 de junio del año 2013, dicta sentencia en la causa Rol 2597-2008,
en la que se condena al acusado a la pena de dos a ños de presidio menor
en su grado medio, como autor del delito de violencias innecesarias,
causando lesiones graves.
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Indica que el actuar dañoso del funcionario de Carabineros de Chile,
le produjo daños patrimoniales y extrapatrimoniales, ya que se ha visto
menoscabado
en
parte
importante
de
su
dentadura,
gener ándole
innumerables dificultades en su vida familiar, afectiva, social y laboral; y
provocándole también una notable baja de autoestima, lo que le ha tra ído
como consecuencia un estado depresivo permanente por el da ño sufrido en
su imagen. Por estas razones, solicita a título de da ño moral, la suma de
$50.000.000.-, más reajustes e intereses desde la notificaci ón de la demanda
hasta el pago efectivo, o la suma que se estime ajustada a derecho, equidad
y mérito de autos, con costas.
Como fundamentos de derecho, invoca los artículos 178 y 180 del
Código de Procedimiento Civil, los cuales refieren a la valoraci ón de las
sentencias penales en juicios civiles; artículos 38 inciso 2°, 1 incisos 4° y 5
inciso 2°, 6 y 7 de la Constitución política Chilena. En este mismo sentido,
y aportando más fundamentos de derechos, estima que en base al art ículo 4
de la ley 18.575, en relación al citado art ículo 38, estamos ante un tipo de
responsabilidad extracontractual objetiva, y en subsidio de lo anterior
responsabilidad subjetiva del Estado por falta de servicio.
SEGUNDO: A fojas 95, comparece doña Irma Soto Rodríguez, ya
individualizada, contestando la demanda interpuesta en contra del Fisco de
Chile, quien luego de hacer una exposición de los hechos, opone la
excepción de prescripción extintiva de 4 años de la acción civil de
indemnización de perjuicios, en virtud de lo expuesto en los art ículos 2332
del código Civil, en relación con el artículo 2497 del mismo c ódigo, ya que
según lo expuesto en la demanda, los daños y perjuicios que le fueron
provocados al actor ocurrieron el día 19 de septiembre del año 2008 y la
notificación de la demanda fue el día 03 de octubre del a ño 2013,
transcurriendo con creces el plazo antes señalado.
Añade que el artículo 2497 del Código Civil, el cual ordena aplicar
las normas de prescripción a favor y en contra del Estado, se encuentra
dentro de las normas de aplicación general a todo el derecho y no s ólo al
derecho privado, y por su parte, indica que si bien el actor para evitar la
evidente aplicación de la excepción de prescripción cita el art ículo 178 del
Código de Procedimiento Civil, el cual señala que en los juicios civiles
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podrán hacerse valer las sentencias dictadas en un proceso criminal siempre
que se condenen al procesado, el mismo tiene concordancia con el inciso
primero del artículo 167 del mismo Código, el cual permite la suspensi ón
del pronunciamiento de la sentencia hasta la terminación del proceso
criminal, lo que puede pedirse en cualquier estado del juicio, es decir, no
habría ningún obstáculo para que el actor formulara su demanda durante la
tramitación del proceso penal ante la justicia militar.
En subsidio, la demandada opone la prescripción de 5 a ños
contemplada en el artículo 2515 en relación con el artículo 2514 del C ódigo
Civil, alegando los mismos fundamentos. Agrega que, por regla general,
todos los derechos y acciones son prescriptibles, siendo la imprescriptibilidad
excepcional, requiriéndose en este último caso, explicitación ya que de lo
contrario, llevaría a situaciones extremadamente graves, absurdas y
perturbadoras.
Insiste la demandada que la prescripción est á encaminada a dar fijeza
y certidumbre a toda clase de derechos emanados de las relaciones sociales y
de las condiciones en las que se desarrolla la vida, aun cuando éstas no se
ajusten a principios de estricta equidad, pero lo contrario, producir ía una
inestabilidad indefinida, es por ello que en la pr áctica, los pocos casos en
que la prescripción produce resultados chocantes, no pueden compararse
con los infinitos casos en que consolida y protege situaciones regulares y
perfectamente justas, siendo en consecuencia la prescripci ón, una instituci ón
estabilizadora.
En
segundo
término,
alega
la
ausencia
o
inexistencia
de
responsabilidad de Carabineros de Chile en los hechos que sirven de
fundamento a la demanda. Al efecto, invoca el art ículo 90 de la
Constitución Política de la República, indicando que dicha instituci ón,
forma parte de las llamadas fuerzas de orden y seguridad, cuyo personal
está sometido a un conjunto de normas legales y reglamentarias que rigen
toda su vida funcionaria, además, indica el demandado, deben someterse a
la ley 18.961.
Refiere la demandada que la actora fundamenta su acci ón en una
pretendida responsabilidad objetiva del estado, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 4° de la ley 18.575, sin embargo, dicha norma se refiere a
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funciones
de
orden
institucional,
por
lo
que
la
responsabilidad
extracontractual de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad no se rige
en caso alguno por algún régimen especial de responsabilidad directa u
objetiva ni extracontractual del Estado, sino que por el derecho com ún.
Sostiene que el artículo 38 inciso 2° de la Constituci ón Pol ítica de la
República no es una norma destinada a regular la responsabilidad del
Estado, sino que para entregar la competencia para conocer los asuntos
contenciosos administrativos a los tribunales que señale la ley. En cuanto al
artículo 4° de la ley 18.575, indica que la Corte Suprema ha se ñalado que
éste se limita a reconocer genéricamente la responsabilidad del Estado, por
los daños que causen los órganos de su administraci ón en el ejercicio de sus
funciones, separándola de las responsabilidades personales que puedan
afectar al funcionario que las hubiere ocasionado.
Agrega que el actual régimen de responsabilidad extracontractual de
la Administración del Estado requiere la concurrencia de un criterio
específico de imputación denominado “falta de servicio ” para hacer
responsable de algunos daños al Estado, estando dicho criterio establecido
de manera general en el artículo 42 de la ley 18.575. Dicha falta de
servicio, aclara el demandado, importa la existencia de “culpa del servicio ”,
esto es, que el Servicio no haya actuado debiendo hacerlo o que lo haya
hecho de manera deficiente o tardía. A mayor abundamiento, a ñade que el
mencionado artículo se encuentra en consonancia con los artículos 6 y 7 de
la Constitución Política de la República como con el artículo 38 inciso 2 °
de la misma carta fundamental, todos los cuales hacen referencia a actos
que infringen la Constitución o a las normas dictadas conforme a ellas,
requiriéndose en todas ellas, la existencia de una acción il ícita para dar
lugar a la indemnización, lo que se traduce en una acci ón reprochable que
proviene de la mala organización administrativa o del funcionamiento
defectuoso de los servicios públicos.
Añade que el criterio establecido por la Corte Suprema para los casos
de daños extracontractuales provocados por los servicios excluidos del
ámbito del artículo 42 de la ley 18.575, es aceptar la aplicaci ón, a partir del
artículo 2314 del Código Civil, de la noción de falta de servicio, es decir, en
tanto esos órganos responden de conformidad a la indicada norma civil por
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culpa, dicha culpa no es otra cosa que la falta de servicio en el derecho
Administrativo.
Refiere que tal como ha establecido la jurisprudencia, la falta de
servicio se configura cuando los órganos del Estado omiten actuar debiendo
hacerlo o bien, cuando actúan inoportunamente o de manera defectuosa,
causando en cualquiera de dichas hipótesis, un perjuicio a los usuarios o
destinatarios del servicio público. Agrega que en la falta de servicio no basta
con la relación de causalidad, siendo el concepto adecuado considerar la
responsabilidad
por
falta
de
servicio
dentro
de
los
sistemas
de
responsabilidad por culpa, debiendo ser acreditada y establecida por el juez
a través de los medios de prueba, a diferencia de lo que ocurre en los casos
por responsabilidad objetiva, siendo ésta última, excepcional y de derecho
estricto.
Señala que en el caso de marras, se tratar ía de una acci ón
indemnizatoria destinada a hacer efectiva la responsabilidad patrimonial del
Estado, y para que ella opere se requiere que el acto u omisi ón da ñoso haya
sido ejecutado por alguno de los órganos en los que reside la voluntad del
Estado, que estos órganos hayan actuado dentro del ejercicio de sus
funciones y que hayan actuado con culpa o dolo, sin embargo, el art ículo
2320 del Código Civil, exonera a las personas que estuvieren al cuidado de
otras, si con la autoridad y el cuidado que su respectiva calidad les confiere
y prescribe, no hubieren podido impedir el hecho; por su parte, agrega lo
señalado en el artículo 2322 del mismo cuerpo legal, en aquellos casos en
que la responsabilidad recaerá sobre los criados o sirvientes.
Indica que Carabineros de Chile, le dio la preparaci ón necesaria al
personal policial que participó en el procedimiento, sin embargo, en este
caso le fue imposible a la institución prever o impedir que los funcionarios
policiales, quienes al sentirse amenazados, no actuaran en la forma que lo
hicieron, concurriendo, en consecuencia, la exoneración de responsabilidad
invocada se funda en los artículos 2320 y 2322 del C ódigo Civil, ya que el
ex Carabinero Castro Torres tuvo una reacción absolutamente imprevisible.
Por otra parte y en cuanto a la indemnización reclamada, alega el
demandado que ésta última tiene por objeto restablecer el equilibrio
destruido por el hecho ilícito, otorgándole a la víctima un valor equivalente
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a la cuantía del daño sufrido para ponerla en el mismo estado que ten ía
antes del acto dañoso, sin embargo, trat ándose del da ño moral, el cual por
afectar a bienes extrapatrimoniales o inmateriales, no son apreciables en
dinero, la indemnización no hace desaparecer el daño ni tampoco la
compensa en términos de poner a la víctima en una situación equivalente a
la tenía antes de producirse dicho daño, por ende, la indemnizaci ón en estos
casos sólo es para otorgarle a la víctima una satisfacci ón, ayuda o auxilio
que le permita atenuar el menoscabo mediante una cantidad de dinero u
otro medio, cuyo monto o valor sea compatible con esa finalidad. Teniendo
en cuanta lo anterior, indica que hay que regular el monto de la
indemnización asumiendo la premisa de que nunca puede ser una fuente de
lucro o ganancia, sino que debe ser un procedimiento destinado a atenuar
los efectos o el rigor de la pérdida extrapatrimonial sufrida. Insiste el
demandado que tampoco resulta procedente invocar la capacidad
económica de las partes como elemento para fijar la cuant ía de la
indemnización, pues el juez sólo está obligado a atenerse a la extensi ón del
daño sufrido por la víctima.
Resume el demandado que, no habiendo norma legal que establezca
una excepción relativa a la capacidad económica del tercero civilmente
responsable en un hecho delictual o cuasidelictual, habr á de estarse al
principio general y básico de la cuantificación conforme a la extensi ón del
daño con absoluta prescindencia del patrimonio del obligado al pago, es por
ello que la cifra pretendida por el demandante, a juicio del demandado,
resulta excesiva teniendo en consideración los montos promedios fijados por
los tribunales de justicia.
Finalmente, reclama la demandada que, en cuanto a los reajustes e
intereses, sólo cabe rechazarlos, pues ambos tienen por finalidad resarcir al
actor de manera íntegra por los daños sufridos, integridad que se traduce en
compensar la desvalorización monetaria, además, éstos se adeudan por un
eventual retardo o mora en el cumplimiento del pago de una obligaci ón
dineraria determinada, la cual en el caso de autos es inexistente mientras no
se dicte sentencia condenatoria ejecutoriada que la establezca.
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Por lo anterior, previas citas legales y argumentos jurisprudenciales y
doctrinarios, solicita se acojan todas las alegaciones, defensas y excepciones
opuestas y en definitiva, se deseche la demanda interpuesta, con costas.
TERCERO: Que a fojas 90, el demandante evacuó el tr ámite de la
réplica, alegando que su acción no se encuentra prescrita, pues el C ódigo de
Justicia Militar permite la reserva de acciones civiles a quienes denuncian
ante la Fiscalía Militar, y de conformidad a su denuncia presentada con
fecha 04 de diciembre del año 2008 ante la Fiscalía Militar, el actor se
reservó las acciones civiles, interrumpiendo de esta forma la prescripción.
Por otro lado, la actora ratifica lo solicitado en su demanda, haciendo
hincapié en que el Fisco de Chile no ha logrado derribar los supuestos que
configuran su responsabilidad, invocando a este respecto el art ículo 63 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Rebate la actora lo señalado por la demandada en cuanto al da ño
moral, indicando que lo que se busca en este caso es obtener una
satisfacción pecuniaria equivalente al daño causado, ya que los perjuicios
sufridos por el actor superan con creces los inconvenientes que se pueden
vivir en situaciones complejas de la vida, produciendo aflicci ón, temor y
detrimento en su concepción de normalidad, teniendo especial consideraci ón
con la investidura de su atacante, quien a juicio del actor, se trataba de un
ente protector.
Refiere que, sin tener en cuenta la capacidad econ ómica del
responsable del daño, se ha atendido únicamente a que se ha causado un
daño que debe ser reparado, morigerándolo de alg ún modo con la suma de
dinero solicitada y ayudando a vivir de mejor manera al actor por el
devenir causado, teniendo en cuenta el carácter compensatorio de la
indemnización.
Indica que para el monto solicitado se tuvo en cuenta el perjuicio que
le ocasionó la lesión en el rostro, la cual fue de car ácter grave y que lo
mantiene con complejos sicológicos, falta de autoestima, falta de confianza
en sí mismo y en las instituciones.
Finalmente, y en cuanto a los intereses y reajustes solicitados, señala la
actora que, atendido al carácter compensatorio de la indemnizaci ón, ésta se
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devenga día a día, siendo justo que no pierda el valor por la falta de
premura en la reparación procedente de daño.
CUARTO: A fojas 135, el demandado evacúa la dúplica, reiterando
lo señalado en el escrito de contestación e insistiendo que la acci ón se
encuentra prescrita, ya que al contrario de lo que cree la demandante, la
reserva de acciones no interrumpe la prescripción de la misma en sede de
justicia militar, ya que de conformidad a lo dispuesto en los art ículos 5, 133,
178 y 179 del Código de Justicia Militar, no se admite en dicho
procedimiento, querellante ni actor civil que sostenga una pretensi ón distinta
a la restitución de la cosa, por lo que el demandante civil que quiera
reclamar
de
los
efectos
civiles
del
hecho
ilícito
deberá
ejercer
necesariamente su acción ante los tribunales competentes en materia civil.
El demandado argumenta en base a jurisprudencia de la Excma. Corte
Suprema, en consecuencia - indica - que el hecho de que en un
procedimiento seguido ante la justicia militar, no exista oportunidad para
que la parte demandante ejerza la acci ón civil derivada del delito, no es
óbice para que pueda interponer la misma ante el juzgado civil que
corresponda, interrumpiéndose la prescripción mediante la notificaci ón de la
demanda de conformidad a lo dispuesto con el art ículo 2518 y 2503 del
Código Civil.
Refiere el demandado que en virtud de lo anterior, los plazos de
prescripción, se cuentan desde el momento en que ocurri ó el hecho y no
desde que se encuentra ejecutoriada la sentencia penal condenatoria,
aplicándose el artículo 2332 del Código Civil, teniendo presente adem ás que
no existe en el Código de Justicia Militar norma alguna que impida ejercer
la acción civil ante los tribunales ordinarios, por lo que a fin de interrumpir
la prescripción, debió el actor demandar oportunamente ante los tribunales
competentes, lo que en definitiva no hizo, notificándose la presente
demanda al Fisco de Chile cuando ya había transcurrido con creces el plazo
de prescripción de la acción, y, a mayor abundamiento, si el actor consider ó
que de conformidad al artículo 178 del C ódigo de Procedimiento Civil,
podía hacer valer en sede civil la sentencia que pudiere dictarse en sede de
justicia militar, pudo interponer dicha acción de conformidad al art ículo 167
del Código de Procedimiento Civil, lo que tampoco realizó.
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Por otro lado, agrega el demandado que el c ódigo de Justicia Militar
no permite la interrupción de la prescripción mediante reserva de acci ón
civil, ni con la solicitud de medidas cautelares, ya que éstas tienen por
objetivo asegurar el pago de las costas y multas que eventualmente pueden
aplicarse en el juicio militar, además de garantizar las responsabilidades
civiles provenientes del presunto delito, pero no interrumpe de ninguna
manera la prescripción de la acción civil, y de ser así, el legislador lo habr ía
establecido tal como lo hizo en el Código de Procedimiento Penal y
Procesal Penal, en cuyos procedimientos es posible deducir demanda civil de
indemnización de perjuicios, como lo establecen los artículos 450 inciso 2 °
del Código de Procedimiento Penal y artículo 61 inciso 3° y 68 inciso 1 ° del
Código Procesal Penal, es decir, a diferencia de lo que ocurre con éstos
cuerpos legales, en el Código de Justicia Militar, insiste el demandado, que
no se permite ni la interposición de querella criminal, ni de la acci ón civil
de indemnización de daños y perjuicios, así como tampoco la reserva de
acciones civiles de ninguna clase, como una forma de interrumpir la
prescripción.
Insiste la demandada en el monto excesivo de la indemnizaci ón
solicitada, la cual cae, a su juicio, dentro del enriquecimiento sin causa y no
guarda relación alguna con la idea de compensar alguna p érdida, por grave
y fundamental que sea, citando doctrina al respecto. Refiere que el quantum
de la indemnización debe quedar sujeto a criterios objetivos, ajenos a la
arbitrariedad y apuntando a la idea de justicia y equidad asociado a los
principios de razonabilidad y proporcionalidad que impidan incurrir en
excesos y contradicciones que afecten la seguridad jurídica.
QUINTO: Que, de conformidad al artículo 1698 del C ódigo Civil,
toca al actor acreditar los supuestos de hecho en los que funda su acci ón.
SEXTO: Que para acreditar sus fundamentos, el actor acompa ñó los
siguientes documentos a los autos:
1. A fojas 67, copia simple de denuncia presentada por don Claudio
Vargas Troncoso, en la Fiscalía Militar, con fecha 04 de diciembre
del año 2008, por los mismos hechos que da cuenta la presente
causa, y en la cual hace reserva de acciones civiles.
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2.
A fojas 70, 169 y 221 copia simple de sentencia emitida por el 2do
Juzgado Militar en la causa rol N°2597-2008, de fecha 05 de junio
del año 2012.
3. A fojas 156 y 157, 208 y 209, impresiones simples de fotografías en
blanco y negro.
4. A fojas 158 y 2010, copia simple de acta de reclamo realizada por
don Claudio Antonio Vargas Troncoso, en la 11° Comisaría de Lo
Espejo, ante el Sargento 2do Wilson Peñailillo Toledo, con fecha
19 de septiembre de 2008.
5. A fojas 159 a 168 y 211 a 220, copia simple de ficha m édica
emitida por el hospital Barros Luco, cuyos textos son ininteligibles.
6. A fojas 188 y 240, copia simple de sentencia de inadmisibilidad de
recurso de casación en el fondo, dictada por la Excma. Corte
Suprema, dictada con fecha 23 de abril del año 2013.
7. A fojas 190 y 242, copia simple de 2 boletas de farmacia
“Encalada y Reyes Limitada”, N° 097589 y 097588, ambas de
fecha 19 de septiembre del 2008.
8. A fojas 191 y 243, copias simples de certificaci ón para atenci ón de
salud N°101305224, emitido por Fonasa y de boleta N°113403,
emitida por el cirujano dentista Jaime Lempert Barraza, del
Centro Radiológico dento máxilo facial, de fecha 06 de noviembre
del año 2008.
9. A fojas 192 y 244, copia simple de licencia médica N °1-22435354,
emitida por Compin, por 20 días a partir del 19 de septiembre del
año 2008, emitida a favor del actor.
10. A fojas 197, copia simple de estampado de notificaci ón por
cédula, realizada a doña Irma Soto Rodríguez, con fecha 03 de
noviembre de 2014.
S ÉPTIMO: Asimismo, solicitó oficio al 2do Juzgado Militar de
Santiago, a fin que remitiera el expediente de la causa rol 2597-2008,
seguido ante ese tribunal, el cual remitió los autos a fojas 195, con fecha 01
de diciembre de 2014, de los cuales se dejó copia custodiada bajo el N °2412016 de este tribunal.
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OCTAVO: Que por su parte, el demandado acompañó a los autos
los siguientes documentos:
1. A fojas 250, copia simple de informe emitido por Carabineros de
Chile, Zona Los Lagos, emitido con fecha 17 de noviembre del
año 2014, referente al curso de formación de Carabineros de
Orden y Seguridad, recibido por el ex cabo 2 ° don Juan Carlitos
Castro Torres.
2. A fojas 254, copia simple de sentencia dictada por la Excma. Corte
Suprema, con fecha 12 de agosto de 2014.
NOVENO: Que, conforme a lo anterior, apreciando la prueba
producida por las partes en forma legal, aplicando a la instrumental rendida
lo prescrito en los artículos 342 y 346 del Código Adjetivo en relaci ón con
los artículos 1700, 1702 y 1706 del Código Civil, y atendiendo la fuerza o
mérito probatorio con que el legislador ha dotado a la prueba documental,
ha de darse por establecido:
1.
Que el día 19 de octubre del año 2008, el Sr. Claudio Antonio
Vargas Troncoso, efectuó una denuncia ante la 11ava Comisar ía
de Lo Espejo por las agresiones realizadas en su contra por el
Cabo 2° de Carabineros, Sr. Juan Carlitos Castro Torres,
sufriendo producto de las mismas, una fractura mandibular de
cuerpo de lado derecho, de carácter grave, hecho ocurrido con la
misma fecha.
2. Que, con fecha 05 de junio del año 2008, el Segundo Juzgado
Militar de Santiago, dictó sentencia condenatoria en contra de
Castro Torres como autor del delito de violencias innecesarias,
causando lesiones graves en contra del Sr. Claudio Antonio Vargas
Troncoso, aplicando una pena de dos años de presidio menor en
su grado medio, además de la pena accesoria común de suspensi ón
de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena y a la
accesoria militar de pérdida del estado militar.
3.
Que la sentencia condenatoria fue recurrida de apelaci ón y
casación
en el fondo, para ante los tribunales superiores de
justicia, dictándose el cúmplase en ella el 7 de mayo de 2013.
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4. Que la presente causa fue notificada al Fisco de Chile con fecha
03 de octubre del año 2013.
D ÉCIMO: Que, en relación a la prescripción alegada por el Fisco de
Chile, es preciso señalar
que en estos autos se deduce demanda de
indemnización de perjuicios por responsabilidad extracontactual del
Estado, en consecuencia, lo primero que habrá que dilucidar es si es
aplicable la institución de la prescripción en el caso de autos, y de serlo, si
ella se ha interrumpido.
UND ÉCIMO: Que, en relación a la primera cuestión planteada en
el considerando anterior, se ha de tener presente que la falta de normas
especiales o generales sobre esta materia en torno a la responsabilidad de
la administración del Estado, y atendida a la naturaleza extracontractual
de actuación, resulta aplicable el estatuto de derecho com ún que se prev é
en el artículo 2332 del Código Civil, es decir, que “Las acciones que
concede este título por daño o dolo, prescriben en cuatro a ños contados
desde la perpetración del acto”.
Que por su parte, y en relación a la segunda cuesti ón planteada se
ha de considerar que el artículo 2518 del mismo cuerpo legal se ñala que la
prescripción que extingue las acciones ajenas puede interrumpirse natural y
civilmente, ocurriendo esto lo último, en virtud de la demanda judicial;
salvo los casos enumerados en el artículo 2503, además en el art ículo 2497
del Código Civil preceptúa una regla común a toda prescripci ón, esto es,
que ella corre igualmente a favor o en contra de toda clase de personas,
entre ellas, el Estado, el que expresamente se encuentra sujeto a sus reglas.
A su turno, el artículo 133 inciso primero y 178 inciso primero del
Código de Justicia Militar disponen, respectivamente, que “El sumario se
seguirá exclusivamente de oficio y, por lo tanto, no se admitir á querellante
particular en estos juicios” y que “Las acciones civiles para obtener la
mera restitución de alguna cosa que hubiere sido objeto del delito, se
deducirán ante el Juez que conociere o hubiere conocido de la causa en
primera instancia; y se tramitarán conforme a las reglas del C ódigo de
Procedimiento Civil para los incidentes, en expediente o cuaderno
especial”.
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D ÉCIMO SEGUNDO: Que, de conformidad a las normas
transcritas, no cabe sino responder positivamente a los dos problemas
planteados en el considerando décimo, concluyéndose que
el plazo de
prescripción de 4 años sí se ha verificado, toda vez que desde la comisi ón
del delito, esto es el 19 de octubre de 2008, hasta la notificaci ón de la
demanda, el 3 de octubre de 2013, ha transcurrido en exceso el plazo de 4
años. Sin perjuicio de lo anterior, el actor ha sostenido que no ha operado
la prescripción de la acción, pues se ha producido la interrupci ón de la
mima, toda vez que al interponer la querella, ante el Segundo Juzgado
Militar de Santiago, hizo reserva de las acciones civiles.
D ÉCIMO TERCERO: Que, conforme a lo expuesto en el motivo
anterior, el fondo del asunto radica en determinar si operó la interrupci ón
del plazo de prescripción de la acción civil indemnizatoria durante la
tramitación del proceso penal seguido ante la Justicia Militar, pues de ello
depende el éxito de la acción ejercida.
D ÉCIMO CUARTO : Que, de acuerdo a lo ya dicho, los hechos
que sirven de fundamento a la acción indemnizatoria fueron objeto de una
investigación penal seguida ante el Segundo Juzgado Militar de Santiago,
expediente Rol N° 2597-2008, en el cual mediante presentación de fecha 04
de diciembre de 2008, el querellante y demandante de estos autos,
compareció reservándose expresamente la acción civil emanada del il ícito
investigado.
D ÉCIMO QUINTO: Que, la reserva de acciones no puede
entenderse comprendida en la expresión “demanda judicial” a que se hace
referencia en el inciso 3° del artículo 2518 del Código Civil, no s ólo porque
en razón del propio mérito de tal presentación no puede asign ársele la
naturaleza jurídica de una demanda judicial, sino que adem ás porque una
interpretación en sentido diverso soslaya los artículos 178 y 179 del C ódigo
de Justicia Militar, tal como lo ha dejado establecido la Excelent ísima Corte
Suprema en los autos Rol 22.397-2014, por cuanto mencionados preceptos
no contemplan la posibilidad de entablar acciones civiles indemnizatorias.
D ÉCIMO SEXTO : Que, a mayor abundamiento, nuestro Alto
Tribunal ha sido de la opinión, que en este tipo de situaciones el actor no
se encuentra impedido de interponer su acción en sede civil, dentro del
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término de la prescripción contado desde la ocurrencia del hecho il ícito, y
solicitar la suspensión del procedimiento o tramitación de la causa hasta la
terminación del proceso criminal en conformidad a lo establecido en el
artículo 167 del Código de Procedimiento Civil, pues la sola posibilidad de
no encontrarse franqueada para la persona ofendida la posibilidad de
ejercer acción civil en los procesos tramitados ante la justicia militar, no
constituye un obstáculo para recurrir al tribunal del fuero civil (roles de la
Excelentísima Corte Suprema n° 1067-2005, 4551-2005, 7147-2008, 83912009, 579-2010, 13.981-2013 y 22.397-2014).
D ÉCIMO
S ÉPTIMO:
Que,
en
consecuencia,
habiéndose
establecido en el considerando décimo segundo, que ha trascurrido el plazo
de prescripción, y no habiéndose interrumpido el mismo, no cabe sino
acoger la excepción en comento, y en consecuencia rechazar la demanda.
D ÉCIMO OCTAVO: Que, atendido el mérito de lo concluido, no
se emitirá pronunciamiento acerca del fondo del asunto, por innecesario.
D ÉCIMO NOVENO: Que, el demandante no será condenado en
costas por estimar esta sentenciadora que ha tenido motivos plausibles para
litigar.
Por estas consideraciones, y teniendo presente lo dispuesto en los
artículos 140, 160, 254 y siguientes, 342 y 433 del Código de Procedimiento
Civil; 2314, 2492 y siguientes del Código Civil, se declara:
I.- Que se acoge la prescripción alegada, y en consecuencia, se
rechaza en todas sus partes la demanda de lo principal de fojas 1.
II.- Que no se condena en costas a las partes, por haber existido
motivo plausible para litigar.
Rol 11554-2013.
Regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad.
DICTADA POR DO ÑA CAROLINA RAMIREZ REYES,
JUEZ SUPLENTE.
AUTORIZADA POR DO ÑA IRENE ESPINOZA NEUPERT,
SECRETARIA SUBROGANTE.
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Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162
del C.P.C. en Santiago, once de Enero de dos mil diecis éis
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