FINAL PRINTER PDF Jesús enseña a amar n El gran mandamiento es una ley de Dios. (CIC 2052) n Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. (CIC 2196) No tengan deuda alguna con nadie, fuera del amor mutuo que se deben, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido con la Ley. Romanos 13, 8 Tu prójimo El Catecismo explica que el significado pleno de los Diez Mandamientos se revela en Jesús. Todos los mandamientos del Decálogo se deben leer a la luz de la ley del amor de Jesús. (CIC 2055 y 2056) El Directorio describe el gran mandamiento como el resumen de los Diez Mandamientos y la carta magna de la vida cristiana que Jesús proclamó. (DGC 115) Libro Small Acts of Kindness. James Vollbracht. Paulist Press. El abrazo de un niño inicia una cadena de acciones de bondad y amor. Vídeo The Gospel with a Smile: Charity (18 min). Ikonographics. Relatos y canciones que enseñan el significado de amar como Jesús amó. Uno de los seguidores de Jesús, un estudioso de la ley, preguntó a Jesús acerca de heredar la vida eterna. En vez de hablarle de eso, Jesús le preguntó cómo interpretaba él la ley, y el estudioso respondió con lo que se conoce como el gran mandamiento. Jesús ratificó su respuesta. El mandamiento más importante es amar a Dios, y también lo es amar al prójimo. ¿Quién es su prójimo? Jesús murió por amor a todas las personas. Murió incluso por aquellos que eran sus enemigos. El Señor nos pide que amemos como Él ama, aun a aquellos a los que más difícil nos resulte amar. Amar al enemigo El conductor alocado, el niño que dice malas palabras, el abuelo de mal carácter, la cajera malhumorada del supermercado, el mendigo de la calle; hay muchas personas con las que a diario uno puede pasar un mal momento. El mandamiento de amarlas es una gran prueba de fe. Sin embargo, ese desafío proviene de Jesús. Los cristianos están llamados a ver como prójimo a los enfermos, los pobres y los desvalidos. Los cristianos están llamados a amar al niño que les falta al respeto, al padre que los hace sufrir y al compañero de trabajo que los contraría. Reflexionar ¿Quién es su “prójimo”? Recursos para el catequista Visite www.osvcurriculum.com para encontrar un plan interactivo de la lección, recursos para el capítulo y actividades. 170A Capítulo 8 170A-185_05RMBL015_CU0593_CE1U3C08.indd 1 30/01/12 13:33 FINAL PRINTER PDF CÓMO ENSEñAR EL Capítulo 8 LOS NIñOS OPINAN El gran mandamiento Siempre activo La Unidad 3 plantea la pregunta “¿Cómo ama usted a Dios?”. El Capítulo 8 responde: el gran mandamiento. En su mínima expresión, el gran mandamiento es: amar a Dios, amar a los demás. •Mediante material visual, actividades y canciones, puede mostrar a los niños que las dos directivas se interrelacionan. • Es fácil impactar a los niños pequeños. Pida a un padre o niño voluntario que haga un cartel llamativo que diga “Amar a Dios. Amar a los demás”. Ponga el cartel del gran mandamiento en lugar visible, de modo que pueda referirse a él durante todo el año. •La repetición y el reconocimiento funcionan bien con los niños pequeños. Busque diversas maneras de mostrarles que la bondad, el cuidado y el perdón a los demás son signos de su amor a Dios. Al final de cada clase, puede agregar estrellas al cartel del gran mandamiento para elogiar a los niños por sus acciones. • Me gusta cantar, bailar y moverme. Enséñeme algunas canciones sobre Dios. • Sé resolver problemas. Deme algunos rompecabezas y situaciones que yo pueda tratar de solucionar. • Me gusta representar relatos. Eso me ayuda a recordarlos mejor. FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU La vocación de enseñar En The Courage to Teach, Parker Palmer sugiere que la vocación docente pasa por distintas estaciones. En algunas estaciones, estamos llenos de esperanza y de nuevas iniciativas. En otras, en cambio, estamos “con poca energía” y relajados. Algunas personas atraviesan una estación de profunda introspección mientras otras pasan por un período de entusiasmo o de transición. La imagen de las estaciones vocacionales puede ser de gran ayuda para fortalecer el espíritu del docente. Si está atravesando una estación en la que no disfruta su trabajo, no se preocupe: ya pasará. No quiere decir que haya perdido su vocación de catequista. Si, por el contrario, está atravesando una estación vocacional maravillosa, disfrútela al máximo. Reflexionar ¿En qué estación vocacional se encuentra en estos momentos: primavera, verano, otoño o invierno? Explique su respuesta. Dios de infinitas bendiciones, valoro los dones que me has dado. Te prometo usar estos dones para ayudar a que los niños te conozcan. Amén. Jesús enseña a amar 170B 170A-185_05RMBL015_CU0593_CE1U3C08.indd 2 30/01/12 13:34