Boletín IIE octubre-diciembre-2014 Artículo técnico Condiciones necesarias para la eliminación de corridas de prueba durante el balanceo de rotores flexibles Eduardo Preciado Delgado Abstract This paper analyses the conditions required to eliminate the trial runs during the balancing of large flexible rotors. These conditions include: the identification of the principal axes of stiffness, the determination of the rotor mode shapes and modal masses, and the extraction of the modal parameters from the measured vibration data, for each critical speed considered during the balancing. The paper also discusses possible reasons why modal balancing without trial runs has not been incorporated to field balancing practice. Introducción El procedimiento utilizado normalmente para balancear un modo de vibración consiste en rodar el rotor dos veces a través de la frecuencia de resonancia o velocidad crítica correspondiente. 154 El balanceo de un rotor requiere agregar masas discretas, con el fin de compensar una distribución excéntrica y continua de la masa del rotor que genera grandes fuerzas de origen centrífugo y altos niveles de vibración. Tradicionalmente, las masas de balanceo se calculan mediante la realización de una serie de corridas de prueba lo cual, en el caso de rotores flexibles de gran tamaño, requiere de un esfuerzo importante. Tomando esto en consideración, se han publicado varios artículos describiendo técnicas de balanceo que supuestamente no requieren de la realización de corridas de prueba (Hundal y Harker, 1966; Palazzolo y Gunter, 1977; Gnielka, 1983; Morton, 1985; Wiese, 1992; Preciado y Bannister, 2000; El-Shafei, El-Kabbany y Younan, 2004). No hay, sin embargo, reportes de la aplicación generalizada de alguna de estas técnicas en la práctica de balanceo. Esto sugiere la necesidad de resolver algunas dificultades adicionales de tipo práctico que aún existen en la práctica del balanceo de rotores. Artículo técnico Este artículo analiza las condiciones requeridas para la eliminación de las corridas de prueba durante el balanceo de grandes rotores flexibles y comenta sobre las dificultades existentes para su incorporación a la práctica de balanceo en campo. El artículo revisa la ecuación requerida para el cálculo de las masas de corrección necesarias para compensar el desbalance para cada modo de vibración, así como la transformación de esa masa individual in en arreglo de masas, de tal manera que no produzcan efecto alguno sobre los otros modos del sistema. Los planos de balanceo se incorporan en la geometría de los rotores, de tal forma que cualquier desbalance residual que excite los modos que afectan el comportamiento vibratorio de los rotores a su velocidad nominal pueda ser suprimido mediante la colocación de masas en esos planos. La compensación de modos de orden más alto normalmente no es considerada, por lo que el alcance de este artículo se limita a la posible determinación de las masas de corrección para los modos de vibración dentro del rango normal de velocidad. Se utiliza un caso analítico para ejemplificar el método de balanceo y las condiciones requeridas para la eliminación de las corridas de prueba. El Método de Balanceo Modal Las características modales de un rotor flexible sugieren un método de balanceo basado en el principio de ortogonalidad, el cual establece que las energías cinética y potencial en un sistema pueden considerarse como la suma de las correspondientes energías cinética y potencial de cada componente modal de vibración. Esto significa que un rotor vibrando en uno de sus modos no excitará a ninguno de los otros modos, permitiendo el uso de masas de corrección que afecten el contenido energético de ese modo, sin provocar efecto alguno en otros modos que pudieran haber sido previamente balanceados. Asumiendo amortiguamiento de tipo proporcional, la respuesta de un rotor flexible en cualquier coordenada z puede expresarse mediante una serie de funciones características, de tal forma que: n n ∑u (z,t) =∑q (t) u(z,t) = r=1 r r=1 r • jr(z) donde n es el número de modos de vibración con una influencia significativa sobre la respuesta del rotor en el rango de velocidad de operación, qr(t) representa las coordenadas principales del sistema y jr(z) son las funciones características o formas modales. Similarmente, la distribución de excentricidad puede expresarse como: n ∑ e j (z) (2) e(z) = r r=1 r Los elementos de la serie en la ecuación (2) representan las componentes modales de excentricidad; cada una de estas componentes modales excita a un solo modo de vibración. Multiplicando ambos lados de la ecuación por rA(z)er jr(z) e integrando a lo largo de la flecha, es posible demostrar que: er = 1 mr ∫ 1 0 r A(z) e(z) jr(z) dz (3) donde mr representa la masa modal, r es la densidad del material, A(z) es el área de la sección transversal de la flecha y la función característica jr(z) se expresa como la relación entre la vibración a lo largo del rotor y un valor de referencia, usualmente considerado como la vibración medida por uno de los transductores del rotor. Si el transductor de referencia se encuentra localizado en z=zi, el factor de forma modal r th correspondiente a la coordenada axial z=zj está dado por: jrj = jr(zj ) = ur(zj , t) urj (4) = ur(zi , t) uri La naturaleza relativa de las funciones características demuestra que la componente modal de excentricidad er es una función de la deflexión utilizada como valor de referencia uri . Lo mismo aplica para cualquier parámetro modal que se exprese como una función de las formas modales. La vibración producida por la componente modal de desbalance en la posición del transductor de referencia puede expresarse como: ur i = Wr2 eri = Ar (w) • er i (5) 2 √(1-Wr ) + (2VrWr ) 2 2 donde eri es la componente modal de excentricidad observada desde la posición del transductor de referencia, Wr representa la relación entre la frecuencia de rotación y la frecuencia natural rth del sistema, y Vr es la relación de amortiguamiento correspondiente. La respuesta tiene un retraso de fase fri con respecto a la fuerza de desbalance, el cual está dado por: fri = tan-1 2V W ( 1-W ) (6) r r 2 r (1) 155 Boletín IIE octubre-diciembre-2014 Artículo técnico Se puede observar que el factor de amplificación dinámico Ar (w) es una constante para una frecuencia dada y es independiente de la coordenada axial. El modo rth del rotor puede ser balanceado mediante la adición de una masa discreta, de tal forma que la fuerza centrífuga generada por esta masa cancele la fuerza centrífuga generada por la componente r th de la excentricidad. Considere que el desbalance de un rotor, observado por un transductor localizado en z = zi, es representado por las excentricidades eri y eU, antes y después de agregar una masa de prueba Ur j a un plano de balanceo localizado z = zj . Es posible demostrar que: 1 Urj Rj jrj (7) mri eU = er i + donde Rj es el radio del plano de balanceo localizado en z = zj. De acuerdo con la ecuación (3), el segundo término de lado derecho de la ecuación (7) es la representación modal de la masa de prueba observada por el transductor localizado en z = zi. El objetivo del balanceo es eliminar el valor de la excentricidad después de agregar la masa, tal que eU = 0. Esto es: er i + 1 Ur j Rj jr j = 0 (8) mr i Por lo tanto, de acuerdo con la ecuación (8), la masa de corrección está dada por: Ur j= - mr i • e (9) Rj jr j r i donde mr i es la masa modal observada desde la localización del transductor de referencia. Introduciendo la ecuación (5) en la ecuación (9) resulta en: Ur j= - (R A m(w) j ) u ri j • • r • rj ri (10) Para la resonancia se tiene que Wr = 1, de tal forma que el factor de amplificación dinámico en la ecuación (5) se reduce a: Ar (w)= 1 2 zr (11) con un desfasamiento de 90° con respecto a la fuerza de desbalance. Sustituyendo (11) en la ecuación (10), transforma la expresión para la masa de corrección en: Ur j= - 156 (2 Rz jm ) u • j r • • ri rj • ri (12) La ecuación anterior proporciona la masa de corrección que debe agregarse al plano de balanceo localizado en z = zj con el objeto de compensar la componente de desbalance r th. El signo negativo indica que esta masa debe colocarse opuesta a la posición de la fuerza de desbalance, la cual va 90° adelante del desplazamiento en la resonancia. Eliminación de las corridas de prueba El procedimiento utilizado normalmente para balancear un modo de vibración consiste en rodar el rotor dos veces a través de la frecuencia de resonancia o velocidad crítica correspondiente: una vez en su condición de desbalance original y otra más con la adición de una masa de prueba. El efecto de la masa de prueba es calculado mediante la sustracción de las vibraciones de ambos rodados. Esto define el valor global del paréntesis en la ecuación (12), la cual puede ser utilizada para calcular la masa de corrección requerida para compensar las vibraciones originales. Así, para balancear un rotor sin corridas de prueba se rodaría el rotor una sola vez, lo que significa que los términos dentro del paréntesis en la ecuación (12) deberían determinarse por algún otro medio. Radio de los planos de balanceo. El radio de cada plano de balanceo Rj es una característica geométrica del sistema y representa la excentricidad de cada masa agregada. Los radios de los planos de balanceo necesitan medirse directamente en el rotor o identificarse en la información geométrica del rotor, lo cual no representa dificultad alguna. Parámetros modales de la respuesta del rotor. Dos parámetros en la ecuación (12) requieren ser extraídos de las vibraciones registradas: (a) la amplitud y el ángulo de fase de la componente modal de vibración uri, y (b) la relación de amortiguamiento z r. Estos parámetros pueden obtenerse utilizando un programa para extracción de parámetros modales. Existen varios programas que permiten la extracción de parámetros modales de la respuesta vibratoria y que consideran la interacción de múltiples grados de libertad. Cuando se balancea un rotor, la extracción de parámetros modales proporciona no solo la frecuencia natural, sino la rela- Artículo técnico ción de amortiguamiento y la amplitud y fase de la componente modal de vibración, para cada modo presente en la respuesta del rotor. Efecto de la posición angular del transductor. La teoría modal dice que la respuesta de cada modo de vibración está definida por las ecuaciones (5) y (6). Para que esta aseveración se sostenga, sin embargo, el transductor de vibración debe coincidir con uno de los ejes principales de rigidez tal como se demuestra en Preciado (Preciado, 1998). Un eje principal de rigidez es la dirección para la cual la ecuación diferencial de movimiento se desacopla de cualquier otro modo. Para el caso de un rotor soportado sobre chumaceras asimétricas, las coordenadas principales se presentan en pares. La experiencia práctica demuestra que la localización angular de los transductores usualmente difiere de la de los ejes principales, introduciendo la influencia de ambos modos en las mediciones de vibración. De acuerdo con Preciado, (Preciado, 1998), la localización de un transductor en cualquier otra posición que no sea la del eje principal de rigidez, producirá no sólo una diferencia en la magnitud, sino también una localización angular diferente para la masa de corrección. Con el objeto de evitar estos errores, es necesario identificar la posición de cada eje principal de rigidez. Considere dos transductores en la misma posición axial y colocados de tal forma que coincida con los ejes x y y de un sistema rectangular de coordenadas. De Preciado (Preciado, 1998), las posiciones angulares a y b de los ejes principales, correspondientes a un par de modos con frecuencias naturales w1 y w2, están dadas por: ( uu ) a= tan -1 - x2 y2 ( uu ) (13) and b= tan -1 - x1 y1 donde ux y uy son los vectores de resonancia capturados por los transductores en las direcciones x y y, y los subíndices 1 y 2 se refieren a las dos resonancias. Así, considerando un transductor localizado en la dirección de uno de los ejes principales, el vector en resonancia está dado por: ua = ux cos a + uy sin a (14) y una expresión similar para la otra dirección principal. El parámetro ua es el que debe introdu- cirse en la ecuación (12) para determinar la magnitud de la masa de corrección correspondiente a cada modo de vibración. La utilización del transductor virtual en la dirección a proporciona también la correcta localización angular para la masa de corrección (Preciado, 1998). Formas modales y masas modales. La masa modal en la ecuación (12) es una función de la posición axial desde la cual se observa el comportamiento del rotor y está dada por: ∫ 1 mr = r A(z) [jr(z)]2dz 0 (15) El uso de un modelo de parámetros discretos transforma la ecuación (15) en: n mri = ∑m (j ) j j=1 rj 2 (16) donde n representa el número de elementos en el modelo y mj es la masa del elemento jth. El término mri en la ecuación (16) representa la masa modal rth observada desde la posición del transductor de vibración utilizado como referencia, y jrj representa el factor de forma modal r th tal como se define en la ecuación (4). La forma más común de determinar las formas modales y las correspondientes masas modales consiste en utilizar un modelo numérico del rotor y un programa para la determinación de frecuencias naturales y formas modales. Determinación de masas individuales de corrección. Una vez que se obtienen los parámetros modales, se introducen en la ecuación (12) para calcular una masa discreta de corrección. Esta masa representa la corrección requerida para compensar el desbalance del modo que se está balanceando, para lo cual se coloca en la misma posición axial para la cual se calcula el factor de forma modal dado en el denominador de la ecuación (12). Cálculo de arreglos modales de masas. En general, una masa individual afectará a todos los modos de vibración del rotor. Por lo tanto, esta masa debe ser transformada en un arreglo de masas tal que: (a) corrija el desbalance original, y (b) lo haga sin afectar a los otros modos de vibración. Estas dos condiciones son representadas por el siguiente sistema de ecuaciones: n ∑U (z ) R j=1 r j • j • jsj = { 2 z r mr i ur i for r=s for r≠s 0 (17) donde Ur (zj ) es la masa de corrección requerida en el plano de balanceo localizado en z = zj, la cual forma parte del arreglo de masas modales necesario para compensar el desbalance en el modo de vibración rth, y jsj es el factor de forma modal correspondiente para el modo de vibración s th. Cada arreglo de masas modales está compuesto por n elementos y el número de planos de balanceo necesita ser igual al número de modos de vibración considerados durante el balanceo. 157 Boletín IIE octubre-diciembre-2014 Artículo técnico Ejemplo Figura 1. Modelo de dos turbinas acopladas, con tres soportes y seis planos de balanceo. Figura 2. Vibraciones originales en direcciones horizontal y vertical. El procedimiento de balanceo descrito fue utilizado para el balanceo del modelo numérico mostrado en la figura 1. El modelo representa dos turbinas acopladas y consiste de 20 elementos viga soportados sobre tres chumaceras. Se agregó un total de 19 masas de desbalance escogidas de forma arbitraria y con una distribución aleatoria a lo largo del rotor. Las vibraciones utilizadas como referencia fueron las de la chumacera del extremo izquierdo. El rotor tiene tres pares de resonancias en el rango de 0 a 3000 r/min. Por lo tanto, se consideraron seis planos de balanceo en las posiciones mostradas por los círculos en la figura 1. Las vibraciones para las direcciones x y y (figura 2) fueron analizadas con la ayuda de un programa para extracción de parámetros modales. El programa identificó seis frecuencias naturales con sus correspondientes relaciones de amortiguamiento y vectores en resonancia. Los vectores correspondientes a las frecuencias de resonancia fueron utilizados en la ecuación (13) para determinar la localización de los ejes principales de rigidez, los cuales fueron identificados en 60° y 339°, respectivamente. Las vibraciones para esas direcciones principales se muestran en la figura 3. Figura 3. Vibraciones originales en las direcciones de los ejes principales. La aplicación de la ecuación (12) proporcionó una masa de corrección para cada modo de vibración. Estas masas fueron entonces transformadas en arreglos modales utilizando el sistema de ecuaciones (17). A continuación se sumaron los arreglos modales para calcular una sola masa para cada plano de balanceo. El resultado de agregar esas masas al modelo del rotor se muestra en la figura 4. Los resultados del balanceo del modelo pueden apreciarse fácilmente comparando la respuesta antes y después de la adición de las masas de corrección. Aún existen vibraciones residuales, aunque pequeñas, las cuales tienen su origen en errores numéricos durante la determinación de los parámetros modales utilizados en la ecuación (12), así como por la influencia de modos superiores no considerados durante el balanceo. Figura 4. La curva inferior muestra las vibraciones con el desbalance original más las masas de corrección. 158 Artículo técnico Discusión El ejemplo mostrado en la sección previa, junto con resultados experimentales reportados en otras publicaciones (Preciado, 2002), por ejemplo, demuestran que el balanceo sin corridas de prueba es una posibilidad real. Esto tiene el potencial de ahorrar un tiempo precioso, considerando que el balanceo en línea, en caso de ser necesario, cae directamente dentro de la ruta crítica de un programa de mantenimiento. Por lo tanto, considerando el tiempo de retraso en poner un turbogenerador de regreso en operación después de un mantenimiento, uno tiene que preguntarse por qué el balanceo sin corridas de prueba no se ha incorporado a los procedimientos normalmente utilizados en la práctica de balanceo. Este artículo considera que la respuesta del rotor puede expresarse como una serie de componentes modales, cada una asociada a una frecuencia natural y a una forma modal específica. Similarmente, también se considera que el desbalance de un rotor puede expresarse como una serie de desbalances modales, cada uno de los cuales excita un sólo modo de vibración. Además, la teoría modal indica la posibilidad de identificar las características de cada componente de desbalance, eliminando con ello la necesidad de realizar corridas de prueba. De acuerdo con la ecuación (12), el proceso requiere conocer las formas modales, las relaciones de amortiguamiento, las masas modales y la amplitud y fase de los vectores de vibración en resonancia para cada modo de vibración dentro del rango de operación del rotor. Así, el analista tendría que conseguir una herramienta para extracción de parámetros modales por su propia cuenta, pero su uso requeriría que la información de vibraciones del rotor estuviera en el formato adecuado para alimentarlas al programa. Esto, por supuesto, asume que la información de vibraciones puede ser extraída del sistema de monitoreo en forma digital para ser manipulada, lo cual no necesariamente es cierto. Cuando un rotor se soporta en chumaceras asimétricas, las características de rigidez del sistema no son las mismas para observadores colocados en diferentes posiciones alrededor de la flecha. Solamente hay dos direcciones, llamadas ejes principales de rigidez, para las cuales una fuerza estática resulta en un desplazamiento en la misma dirección. Esto provoca que las resonancias se presenten en pares, una para cada dirección principal. El análisis presentado en este y otros artículos demuestra que la única posición angular que proporciona la amplitud correcta del vector de resonancia es la del eje principal de rigidez correspondiente. Así, asumiendo que los parámetros modales ya han sido obtenidos, el siguiente paso consiste en identificar la localización de los ejes principales los cual, de acuerdo con la ecuación (13), requiere la información de dos transductores por chumacera, lo cual afortunadamente se está transformando en una práctica estándar. Conociendo la localización de los ejes principales, los valores de vibración se convierten en aquellos que observarían transductores observando en esas direcciones principales, alimentándolos al programa para extracción de parámetros modales, con el objeto de obtener los valores correctos para la amplitud de vibración requerida en la ecuación (12). Todo esto representa un obstáculo adicional, ya que el procesamiento de las señales requiere herramientas específicas que normalmente no están disponibles. Otro obstáculo más está relacionado con el cálculo de las formas modales y sus masas modales correspondientes, las cuales requieren del desarrollo de un modelo numérico y del uso de un programa de cómputo. El desarrollo del modelo requiere de cierto grado de conocimiento y experiencia, si es que se espera que el modelo reproduzca el comportamiento real del rotor. Para esto, el analista requiere la información geométrica del rotor, pero los fabricantes normalmente La relación de amortiguamiento y los vectores para cada modo pueden obtenerse directamente de las vibraciones capturadas por los transductores, pero esto requiere del uso de un programa de computadora especializado para llevar a cabo esta tarea, el cual no está normalmente a la mano, ya que los sistemas de monitoreo no incluyen este tipo de programas como parte de sus características. Una razón podría ser que los usuarios no solicitan que el sistema incluya una herramienta de estas características, pero otra más importante es tal vez que las herramientas para extracción de parámetros modales han sido desarrolladas pensando en el análisis de estructuras estacionarias, lo cual hasta el momento representa un mayor mercado que el análisis de sistemas rotatorios. 159 Boletín IIE octubre-diciembre-2014 Artículo técnico Así, aun cuando la teoría soporta la posibilidad de eliminar las corridas de prueba, en la realidad esto podría ser impedido por una serie de obstáculos, algunos de los cuales son más difíciles de superar que otros. Sin embargo, no hay razón por la cual las herramientas necesarias no puedan estar disponibles para el analista de vibraciones; los beneficios económicos asociados con la reducción del tiempo fuera de servicio de un turbogenerador de gran tamaño debería fácilmente justificar el costo de desarrollo o de adquisición de esas herramientas. Referencias Hundal, M. S., Harker, R. J. Balancing of flexible rotors having arbitrary mass and stiffness distribution. Transactions of the ASME, Journal of Engineering for Industry, 88(2), 217-223, 1966. no ofrecen esta información de forma voluntaria. Así, el desarrollo del modelo puede significar la medición de todas las dimensiones necesarias. Además, el modelo de computadora requiere de las características de rigidez y amortiguamiento de cada soporte y chumacera. Esto representa necesidades adicionales en términos de esfuerzo de modelado y herramientas de cálculo, las cuales una vez más pudieran no estar al alcance del analista. Finalmente, a pesar de que una sola masa es suficiente para compensar un modo de vibración, esta generalmente excitaría todos los modos de vibración del rotor. Por lo anterior, la masa de corrección tiene que transformarse en un conjunto de masas equivalente que produzca el mismo efecto que la masa individual, pero sin disturbar la condición de desbalance en otros modos. El número de masas de cada arreglo debe ser igual al número de planos de balanceo requerido para compensar la distribución original del desbalance, el cual a su vez debe ser igual al número de modos de vibración considerado en la respuesta. Esta transformación de las masas de corrección individuales en arreglos equivalentes de masas de corrección está dada por la ecuación (17) y requiere una vez más del conocimiento de las formas modales, las cuales ya fueron utilizadas para la determinación de las masas modales del rotor. Sin embargo, durante un balanceo en campo pudiera no haber acceso a los planos de balanceo requeridos. En el ejemplo mostrado en este artículo, se utilizaron seis planos de balanceo, incluyendo dos planos localizados en el centro de las dos turbinas. Sin embargo, normalmente no hay acceso a los planos centrales durante un balanceo en campo, y retirar la carcasa para ganar acceso a esos planos normalmente no es una opción a considerar. Finalmente, el balanceo sin corridas de prueba sólo es posible si el rotor puede rodarse a través de los diferentes modos de vibración sin que se presenten amplitudes de vibración que sobrepasen los máximos valores tolerables. En el ejemplo analizado el rotor alcanza amplitudes de vibración global superiores a los 1000 micrómetros, lo cual en un rotor real estaría muy por encima de los límites de disparo de la máquina. 160 Palazzolo, A. B., Gunter, E. J. Modal balancing without trial weights by a modified Nyquist plot procedure. In: Machinery Vibration Seminar, Vibration Institute, Cherry Hill, New Jersey, USA, 1977. Gnielka, P. Modal balancing of flexible rotors without test runs: an experimental investigation. Journal of Sound and Vibration, 90(2), 157-172, 1983. Morton, P. G. Modal balancing of flexible shafts without trial weights. Proceedings of the Institution of Mechanical Engineers, 199(C1), 71-78, 1985. Wiese, D. Two new procedures to balance flexible rotors without test runs. In: 5th International Conference on Vibrations in Rotating Machinery, IMechE, 557-568. Bath, UK, 1992. Preciado, E., Bannister, R. H. On the balancing of flexible rotors without trial runs. In: 7th International Conference on Vibrations in Rotating Machinery, IMechE, 121-130. Nottingham, UK, 2000. El-Shafei, A., El-Kabbany, A. S., Younan, A. A. Rotor balancing without trial weights. J. Engineering for Gas Turbines and Power, 126(3), 604-609, 2004. Preciado E. Mixed modal balancing of flexible rotors without trial runs. PhD Thesis, School of Mechanical Engineering, Cranfield University, Cranfield, Bedford, U.K., 1998. Preciado, E., Bannister, R. H. Balancing of an experimental rotor without trial runs. International Journal of Rotating Machinery, 8(2), 99-108, 2002. Artículo técnico EDUARDO PRECIADO DELGADO [[email protected]] Doctor en Ingeniería Mecánica con especialidad en Turbomaquinaria por la Universidad de Cranfield, Inglaterra. Maestro en Ciencias en Mecánica Aplicada con especialidad en Vibraciones y Ruido en Maquinaria Rotatoria por el Instituto Tecnológico de Cranfield, Inglaterra. Ingeniero Mecánico por la Universidad de Guanajuato. Ingresó al Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) en 1983 a la hoy División de Sistemas Mecánicos. Su área de especialidad se enfoca al análisis del comportamiento dinámico de maquinaria rotatoria. Dirigió el proyecto para el desarrollo del Sistema Computarizado para Análisis Dinámico (SICAD II), y colaboró en el desarrollo de algoritmos para balanceo de rotores flexibles que conjuntan el balanceo modal con el de coeficientes de influencia. También ha trabajado en la implantación de técnicas de análisis de vibraciones como apoyo al mantenimiento predictivo de equipo rotatorio. Ha publicado varios artículos a nivel internacional y ha presentado ponencias en conferencias y congresos de su área de especialidad. Tiene experiencia como docente a nivel bachillerato, licenciatura y maestría. Desde 2001 dirige la Gerencia de Turbomaquinaria, dentro de la División de Sistemas Mecánicos del IIE. 161